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345814014 Knight Alan Cardenismo Coloso o Catramina

Historia (Universidad Nacional de La Patagonia San Juan Bosco)

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María Moira Mackinnon


Mario Alberto Petrone
compiladores
Eudeba

Carrera de Sociologfa • Facultad de Ciencias Sociales

Universidad de Buenos Aires

fo1'cJ 1..1 S M.O y


111 edición:manode 1998

J., l.i. Ce"icie..ta

© 1998
Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 0033)
;.
Te!: 383-4064/2379 6 381-5478/2213 - -;. '·
Fax, 383-2202 , L.>..
セ ᄋ

":}
Diseño de colección: Mana Laura Piaggio - Eudeba
Diseño de tapa: Marcelo Dematei - Eudeba NPセGMGO
Corrección y composición general: Eudeba

ISBN 950-23-0712-7
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Carrera de Sociología
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Cardenismo: ¿coloso o catramina?· VI

Alan Knight**

Todos los historiadores concuerdan en que 2) ¿Hasta qué punto se concebía la po-
Ja presidencia de Cárdenas constituyó un pe- lítica en las altas esferas y se la dic1aba a
ríodo crucial en el des:.1rrol!o del !11éxico del los de abajo (dicho de otra n1anern, hasta
siglo veinte. No se pondrían de acuerdo, sin qué punto se diseñaba la política en la ciu-
embargo, en tomo a las razones de tal rele- dad de México y se imponía a las provin-
vancia.1 La gama de interpretaciones es tan cias), en lugar de ser detem1inada ya sea
amplia y, a veces, tan variada, que resulw pe- por presiones populares (de ab;1jo hacia
ligroso tratar de resumir los <lesacuerdos sub- arriba) o provinciale.s (de Ja periferia hacia
yacentes. No obstan1e, existen ciert:.1s dit'e- adentro)? En otras palabr:is, ¿h:1sta qué
rencias cla\'e que se pueden destacar; y punto fue democr;ítico el cardeni.smo, en
comenzaré este artículo con una rápida revi- oposición a la idea de autoritario? 1
sión de lo que yo considero tales diferenci;is 3) ¿Cuán poderosos fueron el régimen y
clave. el 1novin1iento cardenist::i? E.s decir, ¿qué ca-
Hay c.u:uro ー イ ・ セ オ ョ エ N Q ウ interrelacionadas de pacidad tuvo de lograr sus met;1s. especial-
gr.in importancia: mente frente a la resistencia?
1) ¿Hasta qué punto fue radical el régi- 4) Por último, y en consecuencia, ¿hasta qué
men cardenist:.1, en ténninos de sus metas y punto fue radical el régin1en cardenista en tér-
políticas? En otras palabr:is, ¿hasl:l ア オ セ punto ininos e.Je sus logros e11 fa prcícticti! En otr;1s
ron1pió con el pasado y bu:-.có エ イ セ ュ ウ ヲ ッ イ ョ k ゥ イ la p;ilabr..1s, ¿hasta qué punto ー オ N セ ッ en pr.ktica, y
socil:daJ ョ Q ・ ク ゥ 」 Q ョ [ N Q セ no sin1pli:111ente au . . .pidó, r;;m1bios raJic;iks?

·Este artículo fue publicado en Journal of Latm American Studies, NQ26, p. 73-107, Cambridge University
Press. 1994. Traducido por Maria Moira Mackinnon y Celina Suárez.
•• Alan Knight es Profesor de Historia Latinoamericana en la Universidad de Oxford. Oxlord. Inglaterra. El autor
quisiera agradecer al Sr. Alberto Partida del Archivo General de la Nación. de la Ciudad de México. por su valiosa
ayuda en la investigación de archivo, y a John Gledhill por sus comentaiios sobre el borrador de este arliculo.
1. Samuel León, "Cárdenas en el poder (I)", en Javier Garciadiego et al., Evolución del estado mexicano
Reestructuración, 1910-1940, México. 1986, p. 219.
2. Por "democrático" no necesariamente quiero decir "liberal-democrático" (como aclaro más adelan1e en
este mismo artículo). "Democrático" simplemente significa una medida genuina de representación, que
puede tomar diversas formas. "Autoritario" significa la ausencia de representación popular: loma de
decisiones desde arriba.

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¿Cuál fue el legado que perduró? contribuciones acumulativas de los suce- grado de autonomía del estado, tomando la ferimos a ella como a una interpretación
Una revisión de Ja· literatura, tanto sivos gobiernos al avance de la Revolu· iniciativa para promover los intereses de la estatista, algunas veces marxista, otras no.
contemporánea como reciente, sugiere ción. De esta forma, produciendo cierta burguesía; en algunas versiones, hasta ali· Arnaldo Cór<lova hace hincapié en el surgi·
que los análisis se pueden categorizar inco1nodidad en el PRI adual que se en- mentando a fo incipienre burguesía ョ Q ゥ ウ ョ Q 。 N セ miento del Estado en tanto se mantiene den-
aproximadamente, según las respuestas frenta a un fuerte desafío neocardenista, El régimen de Cárdenas no es la excepción. tro del campo marxista (de hecho, pone gran
que. se. dan a estas cuatro preguntas: ¿Qué los íconos cardenistas tapizan el panora- Según esta visión, sus políticas sin'ieron para empei'lo para defender su ortodoxia 111arxista
se proponía el Estado? ¿A quién repre- ma político, tanto en fom1a Ji[era! como cooptar a ·Jos nlovimientos populares, para contra las supuestas i1nputaciones de desvia·
sentaba el Estado? ¿Cuán fuerte era el figurativa. Un busto de bronce de Lázaro subordinarlos al estado, y para desarrollar el ción). Para él, el cardenismo representa la
[ Estado? Y ¿cuál fue el resultado a largo Cárdenas hace guardia a Ja entrada de Los Pi- mercado interno en beneficio del capitali>Al- culminación exitosa de la revolucionaria polí-
plazo de la política estatal? Las pregun- nos. Cabe destacar que este énfasis oficial gunos historiadores destacarían que estas p<r tica de masas; la subordinación de las clases
tas dos y tres requieren un análisis del sobre la continuidad tiende a acompañar a una líticas fueron adoptadas en forma consciente populares al poderoso Estado revolucionario.¡¡
Estado revolucionario: un tema polémi- creencia declarada en el carácrer democráti· y adrede. 6 Otros abordan el resultado, sin im· Sin dud.-i, esta visión concuerda estrechamente
co, generado.r de múltiples opiniones coy popular del cardenismo, y de Ja Revolu- putar necesariamente una intención: Warman con la de Anguiano: la diferencia, a mi juicio,
conflictivas. Las preguntas uno y cuatro ción en su totalidad. En respuesta a la pre- considera al periodo de finales de la década reside en el énfasis relativo que se le da al
presentan el viejo problema -conocido gunta dos, los apologistas del partido tende- del '30 como el lapso en que se adoptó _en Estado y a su capacidad para la acción autó-
por todos los historiadores- de la conti- rían a destacar el carácter genuinamente po- forma definitiva un camino de desarrollo ca- noma. Mientras la pri1nera perspectiva consi-
nuidad versus el cambio. ¿El cardenis1no pular del carden'ismo. __ pitalista; Haber argumenta que el sector em· dera que el Estado actúa con10 el protagonis-
fue -en su intención y en la práctica- La i1nagen opuesta de la visión oficial es la presario mexiono floreció durante la década t:i del capital que provee Ja raison d'etre de
un movimiento/proyecto/régimen radi- que plantean nun1erosos académicos (quie- del '30 y obtuvo beneficios significativos de la política estatal, las interpretaciones estatis-\
cal transformador? ¿O representó más de nes, en fonna tentativa, se podrían denomi- Ja política gubernamental; Garrido considera tas suponen que el Estado tiene un grado con-
lo mismo, una continuación, con ciertos nar urevisionistas'} 3 También ellos enfatizan que el cardenista PNR '"respaldaba el proyec- siderable de autonomía (por ello, a mefiudo
ajustes limitados, de la política post-revo- !a continuidad del cardenismo, pero desde un to de una burguesía ョ 。 」 ゥ ッ ョ 。 v G N セ introducen el concepto hnpreciso de
lucionaria (o tal vez hasta porfiri:J.na)? punto de vista crítico. Surgen dos tipós de La segunda カ セ Q イ ゥ Z ゥ ョ エ ・ de la tesis revisionista ·bonapanismo').9 Pode1nos consider.ir que
Por supuesto, tales diferencias de interpre- revisionismo. Uno, inclinado hacia un punto de la continuidad se centra en el estado (y estas diferencias dentro de la historiografía
tación se revelan mejor tomadas en un con- de vista marxista en sentido a1nplio, concep- ;uede ilnplicar o no un análisis de clase). marxista de !'11éxico reflejan diferencias
texto de continuidad más que en con1pani- tualiz:i la revolución institucional con10 un Debido a su interés primordial, podemos re- teóricas m{is an1plias que han ngitado (y
mientos estancos. A menudo, las diferencias nlotor del desarrollo capitalista y de l:i acu-
son de énfasis -y de un énfasis no mulación de capital. Por lo menos desde !a
cuantificable- más que de mera polaridad. Sin derrota de los movin1ientos populares de
4. Véase la discusión en Nora Hamillon. The Umits of Sta/e Autonomy: Post-Revolutionary Mexico. Princeton.
embargo, no se pueden tratar en fom1a lige- 1910-15, sucesivos regímenes h:tn represen-
1982. cap. 1. __
ra. La visión oficial del PRI (por lo que pudie- tado a los intereses de la burguesía: ya sea 5. La exposición mas convincente sobre este punto de vis\a pertenece a Arturo Anguiano. El Eslado y Ja
ra \·aler) ubica a Cárdenas dentro del contex- (como implicaría una t.eoría •·agente" o '·ins- poiílica obrera del cardenismo, 9·• ed., México, 1984.
to del progreso teleológico de la Revolución trun1entalista" del estac!o) llevando a cabo el 6. "Los seguidores de Cárdenas [ ... )pensaban fundamentalmente en términos de la modernización del sistema
Mexicana: enfatiza la continuidad y las deseo político de Ja burguesía, o, dado cierro capitalista de "la libre empresa a fin asegurar mejor su supervivencia": Albert l. Michaels y Marvin Bernstein,
"The Moderniza1ion o! the Old Order: Organization and Periodization of Twentieth-Century Mexican Hlstory". en
James C. Wilkie. Mlchael C. Meyer y Edna Monzón de WilKie (eds.), Contemporary Mexico. Berkeley. 1976, p.
701; véase también Anguiano, El Estado, pp. 42-45, 65, 79-80: Hamilton, Limitsof StateAutonomy. pp. 139-40;
y Heather Fowler Salamini,AgrarianRadicalismin Veracruz, 1920-38, Lincoln, 1978, pp. 112-13.
3. "Revisionista" no es un término injurioso y no tiene nada que ver con Eduard Bernstein. Denota una 7. Arturo Warman. Y venimos a contradecir: /os campesinos de More/os y el estado nacional, México, 1976, p.
corriente reciente de interpretación histórica que, reaccionando contra las opiniones ortodoxas sobre la 195; Stephen R. Haber. lndustryand Underdevelopment: The fndustriafization in Mexico, 1890-1940. Staniord,
Revolución Mexicana, tiende a destacar !as tendencias de arriba-abajo, elitistas, constructoras del estado, 1989, cap. 10; luis Javier Garrido, El Partido de la Revolución Institucionalizada, México, 1986. p. 294.
y antipopulares de la Revolución. los expertos pueden tener opiniones distintas respecto de lo que es B. Arnaldo Córdova. La politica de masas del cardenismo, 211 ed., México. 1976.
exactamente el "revisionismo"; pero la mayoría cree en su existencia y no tienen problema en usar el término, 9. Alan Knight, "The Mexican Revolution: Bourgeois? Nationalis!? Or justa 'Great Rebellion'?", en Bulletin of
a veces, hasta aplicándolo a sí mismos. La/in American Research, Vol. 4, N9 2, 1985, pp. 4-5. para consultar algunas dudas sobre el bonapartismo.

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AhmKnight Cardenismo: ¿coloso o catramina?

enriquecido) la teoría marxista en fonna más cana, así como también en estudios sintéti- radical, sus metas y, quizás logros, genuinamente radica!, y al actual-neo<arde-
general. 10 cos del régimen postrevolucionario. 1·\ De transformadores. Nuevamente, vale la pena nismo como una continuación de estas co-
Sin embargo, en la mexicana .Como en esto se deduce que el gobierno de Cárde- repetir que estas opiniones se encuentran rrientes populares y radicales, 17
otras historiografías, erenfoque estatista no nas no sólo encaja perfectamente dentro de diseminadas en un amplio continuum; y un En resumen, Ja literatura sobre el
es monopolio de los marxistas. La preocu- una secuencia de largo plazo de gobiernos debare minucioso implicaría realizar consi- cardenismo sugiere algunas diferencias de
( pación por •·el regreso del estado" atraviesa constructores del estado, sino que ta1nbién deraciones sobre la definición (¿qué fue el opinión significativas, que a su vez, implican
) las fronteras teóricas (marxistas y no marxis- ejen1plifica -quizá por excelencia:-: un pro- cardenismo?; ¿quiénes fueron los cardenis- interpretaciones contrastantes sobre la revo-
tas).11 En el caso mexicano, muchos acadé- ceso verticalista de centralizaciór1, de iln- tas?), el lugar (¿qué estados o regiones es- lución. Las diferencias parecen girar alrede-
micos no marxistas (dudo en llamarlos "bur- posición cultural, de aumento de las facul- tamos analizando?) y el tiempo (¿destaca- dor de las siguientes cuestiones カ ゥ ョ 」 オ ャ セ 、 。 ウ Z
gueses" ya que, en cierto sentido, no son tades del estado, n1ás que las del pueblo, Q セ mos el cardenismo más radical y seguro de 1) continuidad versus ruptura a nivel de las
más "burgueses" que sus colegas marxistas) El cardenismo "consolida y perfecciona" el 1936-38, o el cardenismo más cauteloso y políticas; 2) la relación entre Estado y socie-
han considerado el surgimiento del estado sistema político vigenre; y el mismo C:í.rde- tímido posterior a 1938?). Pero creo que no dad civil; 3) el poder del Estado; y, 4) Ja con·
como el sello distintivo de la historia mexi- nas asume un rol autocr-Jtico, "an10 y señor se puede negar que, en oposición a los ar- tinuidad en oposición a la ruptura a nivel de
cana moderna y, en consecuencia, han des- de México", no tanto como el zorro de San gumentos en favor de la continuidad y la los logros perdurables. También cabe recor-
tacadoW¡. continuidad del proceso de cons- Francisco sino más bien como un ladino zorro uniformidad que sostienen los autores an- dar que estas cuestiones no son nada nue-
trucción del estado a través del período 1naquiavélico (o, lb que es aún peor, un zo- teriormente citados,(.algunos historiadores vas. En su momento, el cardenismo desper-
post-revolucionario (y, ¡1un también a tra- rro con sayal franciscano), Vi En re.'ipue.sta ;1 han enfatizado la discontinuidad, el radica- tó fuertes opiniones, a favor y en contra. fuds-
Vésderperíodo porfiriano,®';:1ra ellos, Cár- las prej?:untas dos y tres (¿cuál fue el carác- lisn10 y la "especificidad" del cardenismo: tieron críticos católicos y liberales que 」 ッ ョ ウ ゥ セ

j denas continúa con e! trabajo de Calles,


Obregón, y tal vez hasta de Díaz; se desta-
ca la continuidad en oposición a la ruptura.
ter del estado cardenista? y ¿cuán poderoso
fue?) estos académicos responderían ··auto-
ritario" y "muy", Para ellos -en los térmi·
David Raby, Femando Benítez, Nora Hamil-
ton, Anata! Shulgovski y Tzvi Medio (para
quienes el cardenismo es la "negación" del
deraban que Cárdenas encajaba dentro de la
trayectoria (lamentable) de la Revolución:
sus puntos de vista eran exactamente lo con-
Además, estos acadén1icos destacan el éxi- nos del título de este artículo- el callismo).rn Adolfo Gilly, quien sostuvo que trario de la línea oficiaL rn Antes de 1935, tam-
to de este proceso. Se describe el estado cardt'nisrno fue un Coloso,_ dirigido por un la revolución popular de 1910-17 había sido bién el Partido Comunista Mexicano se ne-
revolucionario con10 un poderoso Le\'iatán, resuelto conductor. "interrumpida" por la derrota de Villa y de gaba a hacer distinciones entre Calles y Cár-
que progresivamente subordina a la :->ocie- En oposición a estos puntos de vista, con Zapata y por Ja instalación de un régimen denas; después de 1938, la alianza del Parti-
dad civil a su ilnperiosa voluntad. Esta vi- ウ オ セ ゥ ヲ ・ イ ・ ョ イ ・ ウ enfasis pero con el acento bonapartista pequeño-burgués, considera al do con el gobierno dio lugar a la aparición
sión resulta evidente en muchos estudios coinún sobre !:1 continuidad, <ip:O"cr:e unu (proto-) cardenismo como una segunda ola de graves tensiones y divisiones internas. 19
regionales y locales que h:1n profundizado opinión contraria que sostiene el car:1cter
nuestro conocirnienro de la historia ュ ・ ク ゥ セ disrintivo del cardenismo, su contenido

16. Liisa North y David Raby, "The Dynamics of Revolution and Counter-revolution: Mexico under Cárdenas.
1934·40", en Latin American Research Unit Studies, vol. 2. n セ Q N 1977; Fernando Benitez. Lázaro Cárdenas y
10. John Holloway y Sol Picciotto. Sta/e and Capital: A Marxist Deba/e, Londres. 1978, es una compilación útil la Revolución Mexicana. l. UI; El Cardenismo, México, 1978: Hamilton, The Limits of Slate Autonomy, Ana1ol
11. Peter Evans et al. (eds.), Bringing the State Back In, Cambridge, 1985. Shulgovski, México en la encwcijada de su historia. México, 1968: Tzvi Medin. Ideología y praxis política de
12. Alan Knighl, "The Mexican Revolution ... ", p. 11: Presentación, en Garciadiego et al., Evolución del Estado Lázaro Cárdenas, 14A ed., México, 1987, p. 225.
Mexicano, p. 11. 17. Adolfo Gilly, La revolución interrumpida, México, 1971, cap. 10: Cartas a C1.1auhtémoc Cárdenas, México,
13. Jean Meyer, La Revol1.1ción Mexicana, 1910·40, Barcelona. 1973. 1989. En breve. Gilly publicará un imporlan\e esiudio sobre el gobierno de Cárdenas.
14. Marjorie Becker, "LáZaro Cárdenas, cultural cartographers, and the limits of everyday resistance in Michoacán. 18. Para los críticos católicos, la Revolución se desvirtuó aproximadamente en 1913: los críticos liberales/maderistas
1934·40", trabajo presentado en la T V セ c ッ ョ ヲ ・ イ ・ ョ 」 ゥ 。 ln1ernacional de Americanislas, Amsterdam, 1988: Enrique (por ejemplo, Federico González Garza) podrian fechar la calda de la Revolución en forma similar; otros (por
Krauze. General misionero: Lázaro Cárdenas, México, 1987, pp. 39, 147, define a Cárdenas como "un manipula· ejemplo, Cabrera), preferirían datarla aproximadamente en 1920 o (por ejemplo, Vasconcelos} alrededor de 1924.
dor implacable de las masas" que. según palabras de Rubén Sal azar Mallén (1939), presidió un "nuevo porimsmo". La oposición liberal se inclinó a recibir refuerzos cada vez que la maquinaria política giraba y se creaba una
15. Anguiano, El Estado, p. 65: Tomás Martinez Saldaña, "Formación y transformación de una oligarquia: el nueva tanda de "expulsados" políticos: véase no1a 20.
caso de Arandas, Jalisco". en MarUnez Saldaña y Leticia Gándara Mendoza. Polilica y sociedad en México· 19. Barry Carr, "Crisls in Mexican Communism: The Extraordinary Congress o! the Mexican Communist
el caso de los Altos de Jalisco, México, 1976. P- 109: Krauze. El general misionero, p, 87 Party", en Science and Society. vol. 50, n セ T y vol. 51, n セ Q N 1987.

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Al4n Kn.ight Cardenismo: ¿coloso o ca1ramina?

r-
A la inversa, había cardenistas que creían dículo neófito Cárdenas") y del poder abso- comp.leja.. 23 Pero sugiero analizar cuatro pun- ración de motivos e intenciones requiere cier-
que "su" régimen era el único que distri- luto del misino Cárdenas. 21 En.forma deli- - tos relacionados:Jj1Je el q¡rdenismg 61e en tér· ta aclaración sobre el grupo que se analiza.
buía los bienes entre el pueblo, en forn1a berada o no, muchos de los historiadores セ ッ ウ N de sus objetivos, un movimiento genui- ¿Quiénes fueron Jos cardenistas? Como cual-
literal y figurativa: antes de 1934, la Revolu- de la accualidad ri::piten de esta 1nanera los nameQte _r4_d.ical gue prometió 1:1n _cambio sus- quier movimiento político importante (n1ade-
ción había.sido detenida; después de 1940, argun1entos de la década del treinrn: ciertas l - セ 」 ゥ 。 ャ [ que también | G ・ ィ ゥ セ ャ ゥ コ ￳ un apoyo po- rismo, villismo, carrancismo, obregonisn10, ca-
les fue arrebatada. En forma similar, había críticas recientes de la. reforn1a agraria } llismo), el cardenismo fue una coalición poco
pular sustancial, si bien éste no fue mediado

f veteranos revolucionarios que invertían el


」 セ £ イ 、 ・ ョ 。 ウ 、 ・ rraidor
a la Revolución: alguien que -a pesar de
sus protestas en contrario- rompió con las
cardenista se hacen t;ii:'d de las opiniones
de Cabrera Clo que no quiere decir que por
ello tengan raión o estén equívocadas); la
disección liberal de Krauz_e -casi podríamos
por formas de representación democr:íticas li-
セ - Qe_rales; que debido nreOsamente.2..sliLldica-
Hsmq, M セ ョ ヲ イ N ・ ⦅ ョ エ ￳ una gran イ セ ウ ゥ ウ エ ・ ョ 」 ゥ 。 L no Bálo
セ ョ ゥ ヲ ゥ セ Z エ ャ ャ ⦅ D N ゥ A ス Y ⦅ エ 。 ュ 「 N ゥ ← ャ I de tipo más subrepti-
compacta, .heterogénea-Y cambiante: (¡ue se
formó en circunstancias paniculares: en este
セ ウ ッ L la campaña pre"sidencial de 1933-34 y la
batalla por el poder de 1934-36. 2"' Un elemen-
tradiciones revolucionadas nativas, traicio- decir vasconceliSta- sobre CárdeJ?aS le debe cio, oculto y exitoso, que restringió gravemen- to clave de mi argumento, que desarrollaré más
nó a su mentor Calles y se embarcó en un gran parte de su argumento a Anguiano te ウ ⦅ オ セ ᅵ 「 ・ イ エ 。 、 de セ セ ← ゥ ᅮ ョ y lo llevó a eludir, a adelante, es que "el cardenismo" (definido en
experimento セ 」 ッ ュ オ ョ ゥ ウ エ 。 B N En este sentido,
las quejas de Cabrera, Cedilla, De la Huer-
'\' セ p ッ セ ゥ ャ y®os de pedigree revolucio-
Equihua. 22 Como sugieren estos ejemplos,
las discusiones recientes dentro de la
historiografía se basan en las disputas de la
1- .·
ィ 。 」 ・ ク ウ ⦅ P Y N ヲ セ ウ ゥ ッ ョ ・ ウ ケ a dar marcha atrás en va-
rios temas; y que, en consecuencia, セ
en la práctica fueron limitados y 。 セ ョ N 。 ア オ ← ャ ャ ッ ウ

forma amplia como grupo que incluía a quie-
nes respaldaron al gobierno durante el perío-
do 1934-40) abarcaba a una multitud de adula-
década del treinta. Y, con el advenimiento ケ オ セ 。 ャ セ ョ コ 。 イ ッ ョ durante cl período 1934-40 dores y ッ ー ッ イ エ オ セ [ ᄀ [ [ ᄀ セ 、 M 」 。 イ 、 ・ ョ ゥ ウ エ 。 foe


/ nario concordaban con fas lamentaciones de
\_,los observadores extranjeros.w Hasta la ima- del neocardenismo, la superposición entre fQ_rrier_on_el riesgo de ser subvertidos en años ウ セ ヲ ⦅ I ・ セ M c セ セ I I t エ £ 」 エ ゥ 」 。 N Por otra pane, existían al-
gen de un coloso revolucionario es antigua: historia y política ha aumentado notoriamen- ・ ⦅ セ ウ セ イ ゥ ッ イ ・ ウ por gobiernos más conservadores. gunos D ⦅ セ ー ッ ウ M 」 。 ウ ゥ con seguridad una mino-
Jorge Prieto Laurens denunció la "odiosa te. La evaluación del carácter del (prora-) Nada de esto, tal vez, resulte muy nuevo o ría-que desplegaron una. lealf::!d carc,lenic;ta más
aplanadora" del PNR; Vasconcelos anticipó cardenismo es, quizás, una tarea tanto más sorprendente. Pero la implicación del argumen- genuina y duradera. Para algunos, la simpatía
afirmaciones revisionistas de continuidad relevante, pero tanto n1ás difícil y contro- to es, creo, significativa y cienamente está re- ideológica era fundamental (y la del treinta fue
(los sucesos de 1935, escribió, sólo signifi- vertida también. ñida con algunas de las opiniones citadas anre- una década en la que las polaridades y lealta-
caron que la "mafia del aciago Calles" sim- En un breve anículo, no se puede preten- rionnente: la ゥ A A p A ⦅ セ 」 。 」 ゥ _ ョ es que el cardenismo des ideológicas fueron inusualmente fuenes y
plemente había caído en las manos del セ イ ゥ der realizar una evaluación den1asiado -como vehículo para la refom1a radical- fue apremiantes: ésta fue una década de moviliza-
menos poderoso, expeditivo y hábil para se- ción y compromiso político). l q セ M セ イ 、 ・ ョ ゥ ウ エ 。 ウ
セ ス セ M セ エ 。 propuesta a través de un terreno icl_eológicos se_ identificaban con las reformas
20. Luis Cabrera, Un ensayo comunista en México, México, 1937; Saturnino Cedillo, "Manifiesto a todo el hostil de lo que a menudo se supone; que, en laborales y agrarias del gobierno, su nacionalis-
campesinaje de México", i6 de agosto de l938, denunciando al "Dictador Cárdenas" y urgiendo a su
Lotras palabras, fue más catramina que coloso. n10 económico, la educación socialista y la
audiencia a no permitir que "traidores oportunistas manchen el honor de la verdadera Revolución Mexicana
con teorías comunis1as": Archivo Francisco Múgica, Centro de Estudios de !a Revolución Mexicana Lázaro / lvJi priinei-punto, entonces, se refiere a las política exterior progresista; pero vinculaban
Cárdenas, Jiquitpan (en adelante, AFM), vol. 106, doc. 365: ta crítica de De la Huerta fue más indirecta \ _intenciones radicales del cardenismo. Surgen estas políticas innovadoras a antiguas tradicio-
(propia de un exiliado que ha regresado recientemente): Murray, Ciudad de México. al Foreign Office. 29 de dos problemas inmediatos: la definición del nes políticas y al patriotismo liberal, Ja maso-
noviembre de 1935. FO 371/18707, A10789; El Hombre Libre. 11 de diciembre de 1935, sobre el repudio de grupo y la elucidación de sus metas. Llt impu- nería y el jacobinismo. 25
Portes Gil a la "exótica teor!a" del comunismo: Murray, Ciudad de México, a! Foreign Office, 28 de noviembre
de 1935, FO 371/18707, A10580. coincide en que "el gobierno que ahoraes!á en el poder intenta imponer Y
hacer tragar ideas marxistas a gente que de ninguna manera puede asimilarlas". La diatriba de Cabrera de 23. Este articulo deriva de un trabajo aún sin terminar: sus conclusiones no son de ninguna manera definiti·
1937 se debe leer teniendo en cuenta su prolongado trabajo como abogado de la Tlahualilo Cotton Co" una vas, y puede ser que algunas de las luentes primarias citadas -por ejemplo. los informes del Forelgn Oftice
de las principales víctimas del reparto Laguna de 1936. británico y la correspondencia recogida en el Archivo Francisco Múglca- tiendan a reforzar, desde sus
21. Jorge Prieto Laurens a Vicente Lombardo Toledano, 17 de septiembre de 1936, AFM 106/209; manifiesto posiciones encontradas. los argumentos que se presentan.
vasconcelista, Nuevo León, 23 de agosto de 1935, AFM 106/41: "Juicio del Maestro Don José Vasconcelos" 24. Hamil!on, Umits of Sta/e Autonomy, pp. 129·30; Alicia Hernández Chávez, Historia de Ja Revolución
en Victoriano Anguiano Equihua. Lázaro Cárdenas: su feudo y la poli/ica nacional, México, 1951, p. 11. Mexicana. período 1934·40. La mecánica cardenista, México, 1979.
22. Krauze, El general misionero: Anguiano Equihua. Lázaro Cárdenas. Para estudiar las opiniones de Cárdenas 25. El análisis de es!os vínculos -y de la mutación del patriotismo !fberal en un nacionalismo cardenista-
sobre Anguiano Equihua -una •gallina estéril", consumida por una ambición polllica Insatisfecha- véase su mereceria una investigación más profunda. He tocado el tema en "Aevolutionary Project, Recalcitran! People:
discurso a los ex-alumnos de Escuelas Secundarias para Hijos de Trabajadores. 20 de abril de 1957, en LáZam Popular Culture and the Mexican Aevotution". en Jaime Rodríguez O. (ed.), The Revolutionary Process in
Cárdenas, Archivo Particular, Archivo General de la Nación, Ciudad de México, rollo 11, parte 2. Mexico: Essays on Política/ and Social Change, 1880-1940, Los Angeles, 1990, pp. 227-64.

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En algunos casos, esta simpatía se unía al セ セ ャ ャ A A セ l 、 ⦅ ⦅ _ ⦅ q ェ ゥ ョ セ ョ 」 ゥ ・ イ 。 L sino que aparen- sobre temas importantes (en particular, CJ.be bio, en las políticas, aunque con la salvedad
interés material, ya que la política cardenista temente se tomaba en serio sus promesas de.Sta:car la cuestión de quién debería organi- de que cualquier discusión sobre las "políúcas
ofreóa beneficios concretos; par.1 los petroleros retóricas: セ セ H p イ ・ ウ ゥ 、 ・ ョ エ ・ ha demostrado una zar al campesinado).'° Los comunistas, aun- del cardenismo" involucra cierto grado de
(al menos hasrn 1938), o para Jos ejidatarios tendencia desconc:rtante, una tendencia bas- que en genera! excesivamente leales después reificación: es decir, la abstracción de "políti-
de La Laguna. No existía una daraJrontera tante contraria a todo Jo conocido: a poner en de 193;, tuvieron que lidiar con obligaciones cas" de Ja matriz sociopolítica en la que fue-
entre esta i_denüfi_cación_ material y _cierto tipo pr.íctica sus declaraciones polfúc.as". 28 O, Con10 conrrapuestas.·11 Los políticos también viraron ron concebidas.
1 セ セ ョ ヲ セ j ᄀ s ヲ ヲ ゥ o M ー [ ャ ■ エ ゥ 」 ッ L que resultó- ffiáS olr varias veces en el turbulento océano político
declaró un propietario Católico: "Calles es un Mientras algunos análisis recientes enfati-
__'1Q_ (y _duradero)"en·e1 CaSO ·de MiChOaCán, 1nalvado y un bribón y todo lo que hizo fue de la década del treinta: Cedilla ayudó a crear zan la relativa moderación de la política
donde los cardenistas de ィ オ ・ ウ セ 」 セ M Q セ イ 。 、 ッ c q セ N únicamente para su conveniencia; pero Cár- a Cárdenas y más tarde fue eliminado por é.ste; cardenista-su mantenimiento de gran pane
partían una lealtad ideológica, dientelisra y . <lenas es un bolchevique de convicción 29 tt • Almazán, un aliado en 1934-35, se volvió ven- del statu quo, su compromiso con la conti-
material con Cárdenas, 」 ッ セ エ L Z A イ イ q N N q N ⦅ セ q ⦅ ■ ャ ⦅ ⦅ セ A N p N 。 イ 。 Si bien estos factores-ideológicos, mate- gador en 1939-40. Portes Gil tipificó al polí- nuidad, su aversión a la transformación radi-
obtener favores políticos, recompensas y pro- riales, dientelistas y afeaivos-- alímentaron una tico que saca ventaja del momento: •·callista cal, enmascarada por la retórica イ 。 、 ゥ 」 。 ャ M L セ a

¡ tección. 2ti Por último, existió un eleffiento


N N 。 ヲ セ 」 Z エ ゥ カ ッ Z el atractivo carismático dcl.Presidehte
austero, honesto, de vida liffij)ia·; ヲ ゥ ャ ャ ゥ セ M 。 ャ L buen
jinete, amante de la naturaleza y patriótico;
un hombre que reconia el país incesantemen-
lealtad poderosa y duradera en algunos gru-
pos, no es fácil calcular su número; .. ュ セ ョ ッ ウ
aún medir la profundidad de su lealtad. Se
puede considerar al cardenismo cotno una
galaxia vertiginosa de gn1pos políticos e indi-
con útiles, ca.rdenista con C.árdenas, en el fon-
do sólo es un ponesgilista convencido" .'2 Los

セ!s セ Z エ ウ [ ョ セ ] セ セ セ セ セ Q イ セ セ Z ゥ セ Z ウ セ Z [ セ セ セ セ Z ᆰ [ セ Z
cora.zón- constituían una minoría, superJ.dos
mí me impresiona más el genuinQ._!?_9i_9llis-
mo del ー イ ッ ケ セ 」 セ イ ッ 」 。 イ 、 ・ ョ ゥ ウ エ 。 N N j Z G N N q i ᄃ N セ ー オ ・ ウ エ ッ L el
fidicalismo puede ser más rerórico que prác-
tico; y cualquier análisis que dependa dema-
siado del discurso cardenista :-;ería abstracto e
te, llegando a lugares "poco n1enos que inac- viduos: algunos ubicados en el centro de Ja en número por los reclucas tácticos, los idealista. Sin_ ・ ョ Q 「 。 イ セ _ A la イ ・ イ ア セ セ セ _ セ ュ 「 ゥ ← ョ
」 ・ ウ ゥ 「 ャ ・ ウ セ L ?7 a los que ningún presidente (y a galaxia, otros en Ja periferia; algunos sU'jetos c:;irdenistas tibiÜs, j セ ウ aduladores y los oportu- importante para establecer el tono político y
menudo, ningún gobernador) había llegado por una firme fuerza grnvitacional, otros suje- nisiaS.(..iquellos que la jerarquía católica cari- - para transmitir Jos mensajes políticos; por ello,
antes; un hombre que se agachaba para ha- tos tenuemente y pasibles de echar vuelo ante tativamefite se negó a excomulgar, ya que su merece ser considerado junro con la política
blar con los campesinos en las plazas alguna atracción rival. La historia del régilnen adhesión al partido y sus principios ateístas ー セ £ 」 エ ゥ 」 。 N Asimismo, se debe medir el radica-
polvorientas de pueblos ren1otos. Si bien este est.'1 llena de ejemplos de lealwdes condicicr se consideraban correctamente tibios e lismo en fonna comparativa, de acuerdo con
modo directo inspiró el apoyo popular, rnn1- nales: Lombardo y los !ombardistas fueron a!i;1- involuntarios).·"-1 criterios históricos significativos. En tal senti-
bién provocó la ansiedad de la elite. Éste erJ dos cruciales de Cárdenas, pero ellos tenían su Este hecho complica la cuestión de la mcr do, es más sensato con1parar al cardenismo
un presidente que ョ セ イ q o s エ イ 。 「 。 una in- propia agenda y disentían con el Presidente tivación, de lo que pretendía lograr el no con algún modelo abstracto, sino n1ás bien
cardenismo. Un an:í!isis exhaustivo del con Ja realidad empírica: con lo que sucedió
cardenismo -sus n1et;is, su r.1dic<1lismo- debe antes-y lo que se produjo despué&- en Méxi-
tener en cuei1w los diferentes con1ponentes co; o con lo que sucedía en el resto de Ja An1é-
26. Paul Friedrich, The Princess of Naranja. An Essay in Anthrohistorical Method, Austln, 1986; John Gledhill,
Casi Nada: A Studyof Agrarian Reform ín the Homeland_of Cardenismo. Albany, 1991, caps. 2-4 del movimienro y las agendas contrastanres· rica Latina contemporánea (y en el mundo tam-
27. Rees, Ciudad de México, al Foreígn Office. 19 de diciembre de 1939, FO 371124217, A359. Se pueden que éstos adoptaron. Ya que ello no es posi- bién). Aquí, el concepto atrápalo-todo (catch-
encontrar relatos sobre las visitas presidenciales, en Luis González, Pueblo en vilo: Microhisloria de San ble en este trabajo, me concentraré en cam- aff) de populismo -que tiende a englobar a
José de Gracia, 2a. ed., México. 1972. pp. 191-92; Ann L. Craig, The First Agraristas: An Oral History ora
Mexican Agrarian Reform Movement. Berkeley. 1983. pp. 136-37. Tanto el Fondo Láza10 Cárdenas como la
Dirección General de Gobierno del Archivo General de la Nación (en adelante: AGN/FLC y AGN/DGG
respectivamente) se encuentran atestados de peticiones y solicitudes. algunas de las cuales tocan una fibra 30_ Lyle C. Brown, "Cárdenas: Creating a Campesino Power Base for Presldential Policy", en George
personal y dan alguna pauta sobre la imagen popular y paternalista de Cardenas. Por ejemplo, Consuelo Wollskill y Doug!as W_ Ricnmond (eds.), Essays on the Mexican Revolution: Revisionist Views of the Leaders,
Torres. taquígrafa del tribunal de Toluca, en una carta a Cardenas. del 17 de diciembre de 1935, AGN/DGG Austin, 1979. pp. 109, 114-23.
2.331.8 (12)723, caja 29A, enumera una serie de tribulaciones personales (su padre muerto, su madre 31. Carr. "Crisis in Mexican Communism".
enferma, el bajo salario, el alquiler atrasado por una única habitación en una casa de vecindad) y termina 32. El Hombre Libre, 11 de diciembre de 1935.
diciendo: "he abierto a Ud. mi corazón como si fuera Ud. mi padre" 33. "Advertencias al venerable clero y fieles del ar;¡:obispado de México", n. d., AFM 106/116. explicando
28. Murray, Ciudad de México, al Foreign Qffice, 28 de abril de 1936. FO 371/19792, A4142. detalladamente el riesgo de excomunión que implicaban los diferentes niveles de compromiso con el PNR y
29. David (Fonseca Mora), Lookou! MI, Tenn., a la sra. Antonia Mora vda. de Fonseca ("Mamacita"). Guadalajara. sus políticas (especialmente, la educación socialista).
16 de agos1o de 1935, AFM 106/48. 34. Anguiano. El Estado. p. 92.

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Cárdenas con Vargas, Perón y otros- puede nie:11te había sido golpeado durante el セ M ￱ N N q 、 ッ invertir (algunos, se podña decir, sabotearon coserá declarado abiertamente una república
resultar más problemático que útiL 3s -,- Q Y Q P セ Q W L y a partir de ・ セ エ ッ セ 」 セ セ G M ィ ᆰ 「 ゥ 。 ⦅ セ j j ヲ イ Z ォ ャ ッ sus empresas), asegurándose de esta fonna de comunista, como Rusia" ;13 Como sugiere este
Consideremos los áreas principales de las オ セ セ ー N ⦅ ー ッ ャ ■ エ ゥ 」 。 y económica. En algunos que sus expropiadores se enfrenraran con una comentario, la posibilidad de que Cárdenas
/ políticas cardenistas y las penumbras de su casos, laoexpropiación afectó a haciendas que ardua lucha. Pero, en segundo lugar, mucha_s -como Ortiz Rubio-quizás no completara su
\ retórica. En primer lugar, la reforma agraria pasabaI-i:por malos momentos, que tenían difi- empresas continuaban sierrlo rentabléS; Y:.más mandato fue rápidamente acariciada; pulula-
」 オ ャ エ 。 、 ・ セ M ー 。 イ 。 generar ganancias; por lo tanto, allií de IiS&áí1afici3s, esca rrerrlffida ・ ョ ャ 「 ・ セ エ ゥ 、 。 ron las conspiraciones y los rumores de cons-
-..albo. rde del.a. extinción oficial a co.mie.nzo.·.'
de la década del treinta-36 fue extensa_, rá:- en algunos aspectos y eQ_Ciertos 」 。 ウ ッ ウ j A セ de
sobre Jos derecf1óS j)rOpiedad.no J'9día sino piraciones; la expropiación de La Laguna -la
5 } pida y, en ciertos 。 ウ ー ・ 」 セ B ゥ エ セ セ ﾿ セ ャ L Q ヲ ッ イ イ イ ュ セ セ ser consider.ldaMo una ッ ヲ ・ ョ 、 ・ G ᄀ セ M ⦅ ᄀ [ L セ ャ 。 ウ ・ propietaria en gent;.@!.._ h 。 セ primera embestida cardenista importante so-
ralffieñte infiovadora . N N c £ イ 、 ・ ョ セ エ エ ゥ M A _ ャ ヲ y ᅮ ヲ ッ イ ュ 。 N 、 セ M M B セ セ 」 セ 、 ￳ ョ Z、・jNャャ[セーエAイNNYゥY。sNWセウ bía, ciuizás, unos pocos empresarios perspica- bre la clase terrateniente- despertó el miedo
セ tieps gue tQÓ_QS s エ A ᄃ ⦅ ー ヲ セ N 、 ・ Z c セ D ー ヲ ・ L s f<:- agotadas haciendas se paredan al agotado sis- ces que aclamaron Ja reforma agraria como un (o la esperanza) de una insurrección conseIVa-
volucionarios juntos (un aumento del tema ferroviario; en ambos casos, los obreros medio de pro'fundizar el mercado intemo; 42 dora.+1 Evidentemente, los terratenientes y los
400%, ウ セ M ャ セ ュ ・ ョ エ 。 「 。 ョ los propietarios de emancipados debían vivir con las obligaciones pero hubo muchos más que denunciaron este hombres de negocios no aceptaron en forma
Jalisco); 37 aceleró el proceso, a menudo apremiantes de Ja colectivización (esto, como experimento radical, con sus connotaciones so- complaciente una benigna "socialización de las
por medio de dramáticas intervenciones lo denominó un empresario extranjero, era el cialistas. En Chihuahua (1935), "la sensación pérdidas". Tampoco simplemente enarbolaban
personales; y promovió el ejido colectivo enfoque セ ェ オ M ェ ゥ エ ウ オ B Z las empresas rodaban, acom- [. ..J entre los terratenientes y los industriales es el fantasma teacral. del socialismo. Cárdenas mis-
(hasta la fecha, una institución poco co- pañando al pui'letazo, se retiraban del comba- particularmente amarga ante las po!fticas agra- mo no era comunisi-.a, pero los comunistas
mún) a fin de justificar la expropiación de te con el mejor trato que podían obtener, y rias y laborales del gobierno"; durante el mis- desempeñaron su rol en la movilización agra-
extensas propiedades comerciales: La La- dejaban a los trabajadores para que gozaran de mo año, un miembro de una familia de terrate- ria (en forma destacada, en la Laguna, pero
guna, Yucatán, Baja Oilifomia, Sonora, Chiapas, una victoria pbsiblemente a lo Pirro). 40 nientes de Jalisco predijo que "si Cárdenas per- también en Veracruz, Michoacán, Jalisco y
Michoacán. セ Desde el ー オ ョ エ セ セ セ G Z G j N s ェ セ 。 セ イ オ 。 j L Sin embargo, este argumento no se puede manece en el p<Xier dos o tres años más, Méxi- otros lugares).• 5 Los ideólogos cardenistas
セN en el que las reformas agrarias se consideran forzar demasiado. En primer lugar; resulta algo
ョ M [ D V j セ comunes sino talnbién en feliz cons¿_ circular. Las haciendas (y algunas empresas) eran
na;}cia con el capitalismo,39 este logro puede improductivas precisamente porque se enfren-
p;recer poco importante y pasar inadvertido. 42. Anguiano, El Estado, p. 42.
taban a un desafío popular, Ja amenaza de re-
43. Pyke, Ciudad de México. al Foreign Office, 29 de noviembre de 1935, FO 371/18707, 10787; David
Pero en su momento, fue dramático, origin_a! fonna, la sindicalización, salarios e impuestos (Fonseca Mora). lookout MI.. Tenn., a la sra. Antonia Mora vda. de Fonseca ("Mamacita"), Guadalajara, 16
y controvertido. En verdad, ・ A ⦅ セ ・ ⦅ ヲ セ ッ イ terrate- más a!tos. 41 Los propietarios se rehusaban a de agosto de 1935, AFM 106/48. Tres años más tarde, México segura sín ser comunista, pero los terratenien·
tes continuaban lamentando su suerte. Un ejemplo, entre muchos, se puede encontrar en el informe de la
agente de la Gobernación Concepción González, 19 de marzo de 1938, referente a "algún hacendado del
estado de Guanajuato (que) manifestó su disgusto por la situación que prevalece en el país respecto a la
35. Hernán Laborde, el llder del PCM, hizo una distinción directa entre el gobierno de Cárdenas y Jos de situación ・ 」 ッ セ ￳ ュ ゥ 」 。 y haciendo infinidad de censuras para el gobierno": AGN, Dirección General de Infor-
Batista y Vargas, "gobiernos traidores vendidos a Walf Street": discurso dado en Cleveland, Ohio, 28 de mación Polltica-y Social, 000/93, t. 1, caja 4.
diciembre de 1935, AFM 106/155. Se pueden encontrar dilerencias académicas más recientes de este tipo 44. Murray. Ciudad de México, 3 de octubre de 1936. FO 371/19790, A7912. Se debe agregar que abunda·
en Hamilton, The Umits of State Autonomy, pp. 137-38, 141; y, una crítica a la categoría atrápalo-todo de ron los rumores de golpes y revueltas durante 1935-36; después de un breve respiro, se reanudaron tras
"populismo", en !an Aoxborough, "Unity and Diversity in Latin American History", en Journal of Latin American la nacionalización del petróleo en marzo de 1938, y recibieron un estimulo aún mayor con la revuelta de
Studies, vol. 16, 1984, pp. 1-26. Cedilla (mayo de 1938) y la campaña presidencial de 1940.
36. Craig, The First Agraristas, pp. 129-30. 45. Barry Carr, "El Par!ido Comunista y la movilización_)agraria en la Laguna, 1920·40: ¿una alianza obrero·
37. Antonio V. Sánchez, Presidente, Unión Agricola Regional de Chapala, a lázaro Cárdenas, enero de 1938. campesina?". en Revista Mexicana de Sociología, vol. 51, n セ R N 1989, pp. i 15-50: Fowler Salamini, Agradan
AFM vol. 179, p. 295. Radicalism, pp. 49-64; Craig, The First Agraristas, p. 147. Benigno Serrato, que reemplazó a Cárdenas
38. Luis González, Historia de la Revolución Mexicana, Periodo 1934·40. Los días del presidente Cárdenas, como Gobernador de Michoacán en 1932 y se propuso destruir la Confederación Revolucionaria Michoacana
México, 1981, pp. 89-107, 145-51, 157-63, 206·11. de Trabajo, cardenista y radical, estaba convencido de que -en el caso de las grandes plantaciones de
39. Ala in de Janvry, The Agrarian Ouestion and Reformism in Latin Ameríca. Baltimore, 1981. Nueva Italia- "el descontento y la rebelión de los trabajadores han sido causados por los lideres comunis-
40. Conway, Presidente de la Mexican Tramways Co., citado en Murray, Ciudad de México, al Foreign Office. 17 tas", hombres "muy peligrosos", que han "alcanzado tal autoridad que los trabajadores repudian Y cuestio-
de octubre de 1935, F0371/18703, 9251. nan a sus anfiguos representantes": Serratos a la Gobernación, 15 de enero de 1933, citando a Victoriano
41. Alan Knight, "land and Society in Revolutionary Mexico: The Destruction o! !he Great Haciendas". en Anguiano, AGN/DGG 2.331.8 (12) caja 29A. Nueva llalla más tarde se convertiría en uno de los principales
Mexican Studies/Esludios Mexicanos, vol. 7. n セ 1, invierno de 1991, pp. 73-104. experimentos de la colectivización agraria bajo Cárdenas.

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justificaban la reforma agraria en términos de taron el radicalismo cardenista de la nada. Es- otros trabajadores; por ende, los radicales como agitación incesante entre las organizaciones
su potencial socialista: representaba una al- taban reaccionando contra una amenaza ge· Múgica (el entonces ministro de Comunica- obreras y la propaganda extremista, que ha
ternativa amenazadora -no (como se tomaña nuin_!1. Los dirigentes cardenistas distinguían ciones) redactaron diatribas contra Jos sindi- producido una enorme incerridun1bre entre
más tarde) u_i) apéndice conveniente-del ca- (aprbximadamente) entre intereses comercia- catos que defendían sólo sus propios intere- los intereses 」 イ ・ 。 、 ッ ウ セ N '>6 Un banquero norte-
pitalismo. Oejando de lado Ja ideología, se les progresistas y parasitarios, estos últimos ses, que mantenían su militancia en fonna an1ericano expresó su ten1or sobre las ten-
pensó que. algunos, como Gabino Vázquez, incluían セ ・ ャ gran comercio que[. .. } no repre- egoísta, incluso después de que sus patrones dencias セ オ ャ エ イ 。 ウ ッ 」 ゥ 。 ャ ゥ ウ エ 。 ウ B que socavaban a
alimentaban un odio personal contr.a la clase senta ningún derecho social que nlerezca ser capitalistas hubieron sido reemplazados por México; los empleadores denunciaron las de-
de los ·haé:endados. 46 protegido por un gobierno イ ・ カ ッ ャ オ 」 ゥ ッ ョ 。 イ ゥ ッ セ ."9 empresas públicas, que merecían un respal- n1andas セ ・ ク l イ 。 カ 。 ァ 。 ョ エ ・ ウ セ L "descabelladas" y
r-.1 Lo mismo sucedió con el movimiento obre- Las empresas que se negaban a colaborar con do ー 。 エ イ ゥ ￳ エ ゥ 」 ッ N セ No obstante, en comparaci.?n "totahnente inaceptablesn de los trabajadores,
ro y la industria. 4'-セ ャ ■ エ ゥ 」 。 _cardenista favo; el régimen, y que recurrían a los despidos y c o q セ ァ ⦅ ァ ゥ ﾿ ・ hª9Jª ⦅ _ ᄉ セ ・ 、 ゥ 、 セ en N セ Q ー セ セ セ ⦅ 、 ⦅ ッ (por que el gobierno parecía más preocupado por
ció ta industrializa 」 ゥ ￳ セ .Y.el_ 、 ・ ウ 。 i t セ ゥ ャ o ecOñó- huelgas patronales, se arriesgaban a la expro- ejemplo, <;ajle_s había diezmado a los trabaja- estin1ular que por ウ ッ ヲ ッ 」 。 イ N G [ セ
￱ エ ゥ 」 セ N f セ [ セ ᅪ 。 セ 「 ゥ ← ᅪ ゥ M ゥ ヲ ヲ ゥ ー ゥ ゥ c ￳ una regylaciÓn piación.50 dores ferroviarios en 1929), y セ ᄎ Q Z Q Z A セ ア オ セ _es- Una vez más, ésta era una distorsión, pero
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- estata! ュ セ セ ィ ッ ュ セ ケ ッ イ .N q N ⦅ ・ j ー ⦅ q オ セ ⦅ ャ ッ ウ ⦅ ・ ュ ー イ N ・ ウ 。 Una ambivalencia similar afectaba a la po-i エ 。 「 セ sucediendo e_n Ot!.OS lugares, durante la. de ningún modo era una parodia de Ja reali-
, ⦅ イ ゥ Y セ M ・ セ A S 「 G Z ャ Z セ M M 」 A ⦅ ゥ Z [ ー オ ⦅ ・ セ ⦅ エ Y セ ⦅ e N M セ セ q セ イ Z "la inter- lítica laboral cardenista. c £ セ セ ァ セ 」 セ ⦅ ウ ゥ エ 。 「 。 década del treinta (Italia, Alemania, Argenti· dad. Al asumir Cárdenas se enfrentó a una "ex-
vención del Estado (en la economía)", pro- el apoyo del_ Il).OVimiento obrero en su batalla ·na), la. política laboral ア セ N セ ← ァ ゥ エ ー N ⦅ ・ ⦅ セ q セ ⦅ c _ ⦅ イ ァ ・ plosión sindical": en un mes, sólo en el Distri-
metió Cárdenas en su discurso inaugural, セ M セ P ゥ ᄋ セ c 。 ャ ャ ・ ウ L ・ ゥ Z ゥ j セ セ セ セ ャ ᆰ ⦅ \ [ ` ⦅ p •..・ ゥ N ャ G N ャ N  」 ャ ・ セ de nas fue genuinamente radical, en particular to Federal, estaban por producirse o se pro-
"debe ser cada vez mayor, más frecuente, y ャ セ ⦅ ー ッ ウ エ セ イ ゥ ッ イ CTM, イ ・ ⦅ Z [ セ セ N Y セ セ M セ Q Z Q N セ A A N ᆰ N _ N G _ ヲ セ セ ゥ [ ] ￱ エ セ 、 ゥ ャ Y S ウ ᄋ N a ゥ ァ セ ョ ッ ウ esPeCiafistas eXirJn- dujeron más de sesenta huelgas; durante la
más ー イ ッ ヲ オ ョ 、 。 B N セ G Aun cuando, en el largo 9aQJe}1 Pero Jos eventos posreriores demos· ( jeros quti volvieron a México a n1ediados de segunda mitad de 1935, se coniabiiizaron
Qlazo, ciena reguhicióñestatal rechiñdó-éñ traron que !a alianza era condicional y que el la década del treinta, después de varios años 2.295 paros sorpresivos. Sii Y, mientras los
セ ヲ ゥ 」 ゥ o ctei íñünaó 'Bé-10.s ·negOcioS, ··élio gobierno y ャ 。 セ c t m エ ・ [ イ [ エ [ M 、 ヲ ヲ ・ M [ セ ᄋ 」 ゥ 。 ウ sobre de ausencia, se encontraron con una escena últimos años del gobierno fueron testigos de
no fue sufidente para apacigu3.r los- rñie- cuestiones importantes; sobre todo en tomo diferente.s 5 Una vez más, vale la pena recor- una disminución de la actividad huelguística
dos y las sospechas de la comUrlidiad ém- a la cuestión clave del reclutamiento de los dar -teniendo en cuenta cieno grado de exa- y de la simpatía oficial hacia los sindicatos,
presarial, especialmente del implacable Gru- campesinos. 51 Con respecto a los sindicatos geración propagandística- la reacción tanto ello no apaciguó los nliedos de Jos empresa-
ー セ de セ _ ⦅ ョ エ ・ イ イ ・ ケ L que veía a Cárdenas con10 específicos y las disputas industriales, también, de los grupos políticos anticardenistas como rios. Este sector rechazaba las medidas
el uheraldo pro-comunista de un régimen so- la administración juzgaba los casos según sus de Jos intereses empresarios misinos. Los ca- antlinf-lacionarias, Jos continuos esfuerzos or-
cialista", y cuyo "odio constante" contra el Pre- méritos. Aun durante Ja fase radical del go- llistas hablaban de Meaos comunista", de ··una ganizativos de la CTM, y (con10 declaró la
sidente no fue mitigado de ninguna manera bierno se negó un apoyo total a grupos con10
por el progreso económico de los años de Ja los ferroviarios y Jos empleados de Ja Aguila
administración de Cárdenas ..,H Una vez más, Co.;; 3 durante y después de 1938, a medida
54. Múgica a ·Cárdenas, 15 de agosto y 30 de septiembre de 1937. AFM. vol. 179, pp. 119, 141.
si bien los críticos de Cárdenas exageraron su que el gobierno se moderaba, comenzó a 55. Murray, Ciudpd de México, al Foreign Oflice, 17 de septiembre de 1935, F0371/1B708, 8586, con relación a
extremismo-y e! de su gobierno-, no inven- chocar con los petroleros, los ferroviarios y Reuben Clark.
56. "Memorándum confidencial", n. d., probablemente en diciembre de 1935, sobre las actividades callistas en
Coahuila, AFM 106/147; Padilla en Palabras y documentos. p. 153. Se podrian dar muchos otros ejemplos
57. Murray, Ciudad de México, al Foreign Otlice. 29 de octubre de 1935. FO 371118707, A9690; ibid., 31 de
46. Gallop, Ciudad de México, a! Foreign Office. octubre de 1936. FO 371/19790, A9081. octubre de 1935, FO 371118707, A9693; Farquhar. Ciudad de México, al Foreign Oflice (re!./huelga de Aguila
47. Palabras y documentos públicos de Lázaro Cárdenas. 1928-1940, t. 1, México, 1978. p. 139. Co.), 30 de enero de 1935, FO 371/18705, A14532: Monson, Ciudad de México. al Foreign Oflice, 31 de
48. Alex M. Saragoza, The Monterrey Elite andthe Mexican Slate. 1880-1940. Ausiin, 1988. PP- セ 70-88 enero de 1935, FO 371/18708, A657.
49. Múgica a Cárdenas, 16 de junio de 1938. AFM vol. 179, p. 361. 58. Hernández Chávez, La mecánica cardenista. p. 140, que también provee las cifras de las huelgas registra-
50. Palabras y documentos, pp. 191·92. das (13 en 1932, 202 en 1934, 650 en 1935). Las cifras más altas que aparecen en el texto corresponden a
51. Samuel león e Ignacio Marván, La clase obrera en la historia de México: en el cardenismo (1934-40). Farquhar, Ciudad de México. al Foreign Oflice, 24 de enero de 1935. FO 371/18705, A1337, y Murray, Ciudad de
México, 1985, pp. 88-98. México, al Foreign Office, 27 de lebrero de 1936. FO 371/19792. A1876, citando datos de la CGCM. Como
52. Brown, "Cárdenas: Creating a Campesino Power Base lor Presidenlial Policy", pp. 114-23. muestra el trabajo que está realizando Marcos Aguila sobre la UAM-Atzcapotzalco, las cifras de huelgas regis-
53. Farquhar, Ciudad de México, al Foreign Oflice, 30de enero de 1935, F0371/18705, A 14532; Murray, Ciudad tradas, omitiendo las huelgas reales wildcat, para no mencionar otros indicadores de la protesta de las bases.
de México, 20 de febrero de 1936, FO 371/19792, A1876. subestlman significativamente la incidencia de dicha protesta durante el periodo 1932-35.

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Cámara Nacional de Comercio e Industria en que a menudo profunda. y, quizás justificada- Hasta el final, Ja mayoría de los observadores alegró de este ataque sobre el capital extran-
su infonne de 1939) la ..fantástica política del mente, desconfiados de las e1npresas extr..:i.n- extranjeros continuaron considerando a Cár- jero.6' Entre las bien orquestadas demostr.:i-

¡
gobierno de mejoramiento unilateral que se jeras, de su politiquería,'541cismo y dudosa denas Un radical peligroso.1>< Obviamente, esta ciones patrióticas de la primavera de 1938,
aplica para cun1pHr los co1npron1isos con el 」 ッ ョ エ R 「 ゥ ャ ゥ 、 セ 、 L creían no" obscinte que se nece- ゥ ュ 。 セ ・ ョ se confim1ó en forma dr.:in1ática con las clases e111presarias y profesionales ー ・ イ ュ 。 セ
proletariado". 59 Por e!lo, los en1presarios, sitaba capital e>.1.ranjero parn el desarrollo de Ja nacionalización del petróleo en marzo de necieron relativamenre silenciosas v circuns-
/
especialmente el Grupo de J'\fonterrey, en- México; y r;unbién creían, que las medidas 1938. En oposición a la opinión en1presarial, pectas.&! Los en1presarios ・ ク エ イ 。 ョ ェ ・ セ ッ ウ (y al-
Í 'c:¡iuzaron sus esfuerzos par..i organizarse, ha- abienamente radicales provocarían la ira de la expropiación no se planificó de antemano gunos mexicanos) se consolaban con la idea
j cer lobby y movilizarse en oposición al go- Estados Unidos. 61 Se exageraron sobremane- (de hecho, la ley de Expropiaciones, tres años de que el experimento nacionalista fracasaría
i Oiemo y a la CTM. 60 ra los argumentos sobre un nacionalismo eco- antes, no se había elaborado teniendo en cuen- y que las compañías pronto serían invitadas a
(b' La movilización obrera estuvo, por supues- nóinico generalizado, ligado a una xenofobia ta esta eventualidad); 65 más bien, la expro- volver; el empresariado n1exicano se frotaba

r
to, íntimamente vinculada al nacionalismo boxeriana. 62 Sin embargo, aunque la poJí[ica piación surgió de una situación compleja y las manos con satisfacción ante la perspecti-
económico de la presidenC'ia de Cárdenas. del régitnen fue relativamente pragmática, ello fluida en la que la militancia de'los obreros va de que Cárdenas sufriera un gran revés
Aunque el gobierno declaró su compromiso no descartó nuevos rumbos e iilnovaciones petroleros y la intransigencia de las compa- como resultado de Ja expropiación.&..>
de nacionalizar los recursos mexicanos (con- radicales. L'ls empresas extranjeras 、 ・ ー ャ ッ イ 。 セ ャ ñías petroleras generó una difícil irnpasseque, Mientras tanto, el compromiso del régimen
tinuando de esta manera -y acelerando- las ban el nuevo sesgo contra ellas -y a favor de , a los ojos de Cárdenas, amenazaba tanto el con la educación socialista (y sexual) desper-
tendencias ya evidentes en !a década del vein- los sindic,nos-- que ahora ino:;traban los tribuª ; bienestar económico con10 el honor y el de- taba violentas oasiones. Una vez más. el tema
te, y aun antes), la nacion:ilización econó1ni- na les laborales y hts autoridades polítict5; tmn- coro nacionales. De allí que se realizara Ja de la •·educaciÓn socialisra" itnpone セ オ ュ ・ イ ッ •
ca no constituyó un principio dog1nático. Los hién se sentían perplejos ante el hecho de expropiación de marzo de 1938 que, en su sa.s preguntas_ Significaba diferentes cosas para
diseñadores de las políricas cardenisras, aun- que el mismo Cárdenas fuera ゥ ョ ウ ッ 「 ッ ュ 。 「 ャ ・ N S momento, constituyó un eje1nplo sin prece- diferentes personas (un estudiante ha conta-
dentes del nacionalismo del Tercer Mundo; do hasta 33 interpretaciones distintas)."º Par..:i.
un desafío a las compañías petroleras y, por algunos era el viejo mensaje laicista,
59. Medin, Ideología y praxis politíca de Lázaro Cárdenas. pp. 205-6; Rees, Ciudad de México. al Foreign ende, al capital internacional, que generó una anticlerical, disfrazado con un nuevo muen·
Office, 3 de enero de 1940, FO 371/24217, "547. El ejército. también, desconliaba del poder sindical: un enérgica respuesta. 66 Nuevamente, la opinión do; para otros, una emulación de la Unión
informante de la Gobernación comunicó una conversación en un calé entre dos oficiales militares que
vigente en ese 111omento no consideró que Soviética (por lo tanto, obedecía a una
"dijeron que estaban hartos de las barbaridades de los famosos sindicatos ... que el Presidente era dema.
siado tolerante con ellos, pero ... que ahora el Ejército estaba cansado de soportar tanto atropello": informe esta medida hubiera sido calculada para be- rationa!e produccionista); para otros, una in-
del S-19, Ciudad de México. 12 de mayo de 1938. en la AGN/Oirección General de Información Política y neficiar a la burguesía 1nexicana nacional; en citación al antagonismo de clase (inculcaría
Social, Caja 4. 000/93. tomo !l. La misma fuente. el 22 de marzo de 1938. tomo 1, informa sobre un amplio verdad, la burguesía, .si bien se cuidó de no en la juvennid, explicaba el ministro de Edu-
apoyo (que resulta evidente de las "conversaciones tenidas con diversas personas en la calle .. ) a la demostr.ir una comprensión tr.üdor..i h:icia las cación García Téllez, "el espíriru revoluciona-
expropiación petrolera. pero también de dudas considerables sobre la capacidad del sindicato de los
compañías expropi:idas, evidentemente no se rio, con miras a la luch:i contra el régimen
petroleros. "opinando casi toda la gente que cuanto antes el Ciudadano Presidente debe terminar con las
ideas comunistas, a fin de cimentar la prosperidad de la nación, pues de lo contrario temen que será un
rotundo fracaso la mencionada disposición (se. de expropiación)".
60. Saragoza. The Monterrey Elite. pp. 188-97.
61. Duggan, Departamento de Estado. 5 de enero de 1938, Registro del Departamento de Estadb, 812.6363/ 64. "Cárdenas se ha alíado definitiva y completamente con los elementos de extrema izquierda del país"·
3065; Daniels. Ciudad de Méxíco, al Departamento de Estado, 19 de marzo ele 1938, 812.636313103: Marte Davidson (Aguila-co.) a Godber, 3 de mayo de 1940, FO 371/24217. A2619.
A. Gómez a Emilio Portes Gil, 3 de febrero de 1928. en Vida Polltica Contemporánea: Cartas de Marte R. 65. Memorando del ministro Campos Gómez. 13 de julio de 1938, AFM vol. 182/4.
Gómez. t. 1(México. 1978), pp. 194-6. 66. George Philip. "The Expropriation in Comparative Perspective". en Jona1han C. Brown y Alan Knight (eds.),
62. El Informe de la Compañía Aguila sobre "violenta agitación antiforénea" en su planta de Minatillán, tenía The Mexican Petroleum Jndustry in the Twenlieth Century, Austin, 1992, pp. 173.88.
una pizca de verdad: Murray, Ciudad de México. al Foreign Ottice, 29 de mayo de 1935. FO 371/18797. 67. Alan Knight, "The Politics of the Expropriation", en Brown y Knight (eds.). The Mexican Petroleum /ndustry,
A5539. Dichos informes inspiraron afirmaciones generales sobre la "epidemia de nacionalismo económico pp.90-128.
que continúa afligiendo al mundo", y que se consideró "especialmente aguda" en México: Murray, Ciudad de 08. Víctor Manuel Villasei'ior, Memorias de un hombre de izquierda. México. 1976, pp. 414-15_ Mi propia revisión
México, al Foreign Dffice. 12 de marzo de 1935, FO 371/18705. A3050. de las fuentes del Departamento de Estado (véase n. 67) tiende a confirmar esto.
63. Cárdenas era "curiosamente inocente en estos asuntos y no entendia bien las convenciones empresa- 69. Blocker, Monterrey y Boyle, Agua Prieta, al Departamento de Estado. 21. 24 de marzo de 1938, so 812.6363/
rias que· se practicaban en México": Murray, Ciudad de México, al Foreign O!lice. 15 de julio de 1935, FO 3134, 3188.
371/18708, A6865. 70. John A. Brilton, Educación y radicalismo en México. 2 vals .. México. 1976.

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capitalista y al establecimiento de una dicta- pudo disipar los fuertes antagonismos engen- en términos q ・ Z ⦅ j ッ ウ N 」 ッ ョ ヲ ャ ゥ N H [ エ ッ N ウ ⦅ セ d M A セ イ ョ 。 」 ゥ ッ ョ セ plicó una cierta adulación no crítica y Un re-
dura -del proletariado").'1 Más allá de las drados en los primeros 。 ョ ッ ウ N セ N [ Porque, y en セ MCárdenas vencido en Teruel", procla- n)edo de la Unión Soviética: el ejido con10
interpretaciones, las distorsiones polémicas o, particular en lo concerniente a la educ:ición, maba un graffiti en 1938; se dijo que Ja 1nili- el kolkhoz); a veces, por otra parte, repri-
de hecho, el resultado fmal, es evidente que estos antagonismos involucraban lealtades y cia de los trabajadores que desfiló en la Ciu- mió el disenso y fon1entó la disciplina (por
el progran1a de educación socialista desper- odios atávicos: si los cardenisras, invocando a dad de fl1éxico el Día del Tn1bajo en 1940 ejemplo, el modesto frentismo popular
taba fuertes sentimientos, sinton1áticos de la Hidalgo oJuárez, se situaban dentro de la tra- había sido entrenada por refugiados españo- del PCM), HIJ Sin embargo, Jo que en ver-
carga ideológica de la década del u-einta. Éste, dición radical, pattiótica, liberal, sus enemigos les republicanos. 76 Estos últi1nos, por supues- dad hizo ャ セ j ⦅ ョ セ イ Z イ N Q N ᆰ セ ゥ ッ ョ 。 ャ ゥ コ 。 」 ゥ ￳ ョ _fue agu-
después de todo, era el tiempo en que los católicos evocaban la memoria del "inrriortal to, fueron recibidos en formas contrapues- 、 ェ セ セ セ セ ⦅ N ウ ャ ゥ カ ゥ ウ ゥ ッ ョ ・ ウ .políticas_dentro .del
textos soviéticos circulaban en el Colegio Mi- Irurbide".75 tas: héroes para la izquierda mexicana (in- paí?: de fonna más evidente ⦅ ・ ヲ ゥ ヲ セ ・ ョ エ V Z i:__la
litar; cuando, como dijo el callista Ezequiel En esta atmósfera cargada ideológicamen- "" cluyendo a la masonería mexicana), eran izquierda con fa. derecha, per:q N ャ セ ュ A Z ^ ゥ セ
Padilla, "estamos sumergidos en una marea te, la política セ _ A ⦅ A ・ イ ゥ Y イ N N エ 。 N ョ j 「 ゥ ← ョ cobró suma ateos subversivos a los ojos de la 、 ・ イ ・ 」 ィ 。 N セ dividió a los grupos tanto de la izquierda
de frases soviéticas"; cuando la católica Llga imponancia. Y, por una vez, "la pollt1ca ex-? Cuando Almazán hizo su campaña en 1940, (lombardistas, estalinistas, trotskistas)
Nacional Defensora de la Libertad ale.gaba que セ イ ョ fue mucho más allá de la relación bi- encontró un nuevo uso para el viejo grito de 」 ッ ュ ー ⦅ 、 セ la 、 ・ イ ・ セ ャ ⦅ Z セ (conservadores "clerica-
exisúa un complot encubierto entre Cárde- lateral básica entre México y su amenazador guerra: mueran Jos ァ 。 」 ィ オ ー ゥ ョ ・ ウ N セ h Por lo tan- les" versus radicales "seculares", es decir, fas-
nas y Hemán Laborde para la diseminación vecino del none. Por supuesto, las conoci- to, y hasta un punto poco. usual, Jos mexica- cistas o 」 オ 。 ウ ゥ M ヲ 。 ウ 」 ゥ ウ エ 。 ウ I N Q Los n1exicanos sin
del comunismo en México y el Obispo de das cuestiones de la deuda, la inversión ex- nos veían ahora sus propios conflictos políti- duda sentían que había n1ucho en juego. Los
Huejurla se quejó ante el Rey Jorge V <le In- tranjera, los Jílnites de !a intervención norte- cos como pane de un proceso giobai. '·Ei antagonismos er.in profundos: visiones viru-
glaterra de que México se había convertido an1ericana, seguían pendientes. Pero ahora estado de ánimo predominante en Jalisco es lentas, polémicas y apocalípticas florecieron
en Mun verdadero infierno de holchevisino". ' 2 rivalizaban con temas de política exterior, nue- el ヲ 。 ウ 」 ゥ ウ ュ ッ セ L declaraba un agrarista local en en todo el espectro político Oos Canlisas
vos y n1ás 。 ー セ セ Q ゥ N 。 ᅪ ゥ エ ・ s L .. qt;e adquirían una


Los senthnientos violentos generaron accio- 1936; durante el 1nismo año, un terratenien- Doradas fascistas pelearon con los co1nu-
nes violentas: ataques a los maestros que se fuerte coloratura ideológica y que rápidamen- te español arruinado, víctima de la reforma nisras en el Zócalo durante el vigésimo quin-
e>..1endieron desde fines de la década del trein- te se insertaban en la política interna: lí! _re-. agraria, comprometió su modesta ayuda a la to aniversario de la Revolución; los au10-
ta y continuaron a comienzos de Jos cuarenta ウ ゥ ウ ⦅ エ c Z M セ セ \ Z ゥ ᆰ ..ª.l fascismo, el frentismo popular, ャ 。 セ causa franquista.'.'9 En el sector de la izquier- 1nóviles y la caballería se enfrentaron, dejan-
(y que, por supuesto, provocaron represalias ァ セ セ イ イ 。 ci\'.il austríaca, la invasión italiana a da, esta nueva internacionalización de la do tres muertos y cincuenta ィ ・ イ ゥ 、 ッ ウ N R En la
anticlericales, rnles como la sangrienta toma Abisinia, la agresión japonesa contra China, política 1nexicana a menudo alentó nuevos re1nola y bucólica San José de Gracia, donde
de Cherán, Jl.1ichoacán, el Jueves Santo de y sobre todo, 1.a Guerrd Civil Española. En un rumbos radicales (por ejemplo, cuando in1- los n1uenos víctin1as de la violencia :igraria
1937). 73 e ウ エ ッ N セ arnques se produjeron no sólo momento en ア セ ・ Q イ ゥ M ᄋ ・ M c o ゥ ャ ッ ョ Q ■ 。 mexicana es-
en _las célebres regiones Cristero del centro- t:1ba pasando por una n1arcada in1roversión,
oeste, sino también en estados menos •·faná- Ja política nlexic;1.na experimentaba una ex- 76. Jean Meyer, El sinarquismo: ¿un fasc;smo mexicano? 1937- 47, México, 1979. p. 37. Véase también
ticos" como Veracruz; e indicaron que la mo- lraversión sin precedentes: @ 、 ゥ ヲ ・ イ ・ ョ セ Olivia Gall, TrotSky en México, México. 1991, pp. 34, 41, 83, que descarta la simpaua ideológica de Cárde-
deración de Cárdenas posterior a 1938 no líticas ゥ ョ エ A セ セ セ __ウ ⦅ ・ ⦅ N イ セ 、 M セ ヲ ゥ ョ ■ 。 ョ y profundizaban nas por la República Española, y T. G. Powell, "Mexico·. en Mark Falcott y Frederick T. Pike (eds.), The
Spanish Civil War. 1936-39; American Hemispheric Perspeclives, lincoln, 19B2, pp. 45-99, en especial, pp.
59, 73-81, que, セ ョ contraste, destaca esta simpatía, en forma correcta según mi opinión.
77. Gonzá1ez, Los días del Presidente Cárdenas. pp. 132-7, 229-39.
71. Farquhar, Ciudad de México, al Foreign Office. 24 de enero de 1935, FO 371/18705, A1338. 78. Rees al Foreign Office. 2 de mayo de 1940. FO 371/24217, A2619.
72. Palabras y documentos, 160; Bole!in de !a LNDL, 1935. AFM 106/117; José de Jesús. San Antonio, al Rey 79. Craig, The First Agraristas. p. 133: Pío Noriega, Higueras. Nuevo León. al general Miguel Cabanellas,
Jorge V, 17 de diciembre de 1934, FO 371/18707. A1008. Burgos. 21 de septiembre de 1936, AFM 106/318.
73. David Raby, Educación y revolución social en México. 1921-1940, México, 1974; Friedrich, Princess of 80. Carr. "Crisis in Mexican Communism". Para encontrar entusiastas apoyos a la sociedad y po!itica
Naranja, pp. 162-63. soviéticas. véanse las cartas de Víctor Manuel Vi!laseñor a su familia (desde la URSS). 16, 21 de agosto, 9
74. Para obtener más datos sobre la violencia católica y sinarquista (principalmente en Veracruz), véase AGN/ de sep1iembre de 1935, AFM 106!71, 72. 73
Gobernación, 2/380(26)/8, Caja 40. 81. Gall. Trotsky en México, pp. 30, 144-45; Hugh G. Campbell, La derecha radical en México, 1929-49.
75. Boletín de la LNDL (n. 72 anterior); Artemio Martín. Oxuluama. a la Gobernación, 25 de febrero de 1947, México, 1976.
AGN/Gobernación 2/380(26)/8, informa sobre la celebración sinarquis!a de la memoria de tturbide y la 82. Murray, Ciudad de México, a! Foreign Ottice, 21 de noviembre de 1935, FO 371/18707, A10388: González.
denigración de las chusmas de Hidalgo. Los días del Presidente Cárdenas, p. 69, ilustra en forma gráfica la superioridad del automóvil sobre la caballería.

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c:_a_s, B セ ョ ー セ 」 ッ de 。 ュ 「 ⦅ セ ウ B ⦅ N Es 、 セ 」 ゥ イ L ャ セ ⦅ A _ _ セ ■ エ ゥ M Q O ·-·-·->
llegaban a.la puena norte de Ja iglesia a un de una plantación en enero de 1936; y Ja rriUera local había dado paso a la movHiza-
prome.dio de uno por mes, el pueblo se con- ca emanaba.desde ardb-ª.i . P.ero también es- amenaza de expropiación pendía sobre el ción política de 1nasas. Es cierro que las
solaba cori la idea de que "en los pueblos tab. ª. influeÍlciada ー N ッ イ セ ゥ セ pre... セ ゥ ￳ セ M 、 セ セ 、 セ M セ M 「 。 セ \i.> reino del algodón co'mo· una セ ・ ウ ー 。 、 。 de guerrillas locales -tales como El Tallarín-
vecinos, el número de riñas y nluerces era jo. セ ッ podemos cuantificar セ ウ エ 。 proporción, Damocles". 111 pern1anecían activas en algunas regiones;
mucho mayor que en Sanjosé".H3 Decidida- pero pode1nos intentar cié"11a evaluación Se deben destacar cuatro puntos sobre la pero sus fuerzas eran escasas y, vale la pena
niente, la década del treinta no fue una era impresionista. Por ejemplo, podemos hacer movilización popular de la década de! trein- n1encionar, que a menudo estaban presumi-
de po¡')Úlismo n1oderado. Por ello, cualquier compar.iciones con otros tiempos y イ ・ ァ ■ ョ Q ・ セ N ta. Primero, no debemos pasar por alto el blemente vinculadas a 1novimientos políti-
análisis de los años cardeniscas debe tener nes; podemos intentar 、 ■ セ エ ゥ ョ ァ オ ゥ イ entre re- hecho de que l;t movilización popular p ッ エ A N ■ セ cos más grandes, como el caso de El Talla-
en cuenta estos poderosos factores subjeti- giones y comunidades dentro_ del país; y po-> セ ウ オ ョ Z ャ ヲ イ 1:1na forma conservadora _y 」 。 セ ￳ ャ ゥ セ La rín a Jos Camisas Doradas. 116 Si alejamos Ja
vos que, ,c;;on el perverso beneficio de h:t セ ウ ・ ァ オ ョ 、 。 c イ ゥ ウ エ ゥ 。 、 。 セ fue un juego de niños comparación de Ja década revolucionaria
demos sugerir que ·-la toma de decisiones

.8
visión retrospectiva, a menudo se omiten o -de 3rriba hacia abajo» resultaba más evi- comparada con Ja gra.n insurrección de 1926- 0910-20), poden1os decir con seguridad que
¡p se subestiman. dente en algunas áreas de la política, y la 29; pero la UNS, fundada oficialmente en la movi\jzacjón pqpular de Ja década del
La 、 ゥ イ ・ 」 」 ゥ セ ョ del 。 イ ァ セ ュ ・ ョ エ ッ hasta ᆰ セ ィ ッ イ 。 presión de "abajo hacia arriba", en otras. Una 1937, hacía alarde de más de medio millón エ イ ・ ゥ [ オ Z セ M ヲ オ ・ mayor que i セ de -los años veiñte
:... , es que el régunen de Cardenas adopto po- vez más, este arcículo sólo puede bosque- de miembros en 1943; y contaba con el apo- o loi 」 ゥ ョ 」 オ セ ョ エ 。 Q Q W T-ª.ITJ.Pién 'tue..Olá.S sQ.(iSli-__
セ ャ ■ セ ゥ Z S ウ y オ セ 。 セ ・ エ ￳ イ ゥ 」 。 radicales y, lo que エ 。 セ jar algunos argumentos. En primer lugar,,J;'S. yo no sólo de la importante zona tradicional- cada": !a.S comunidades campesinas fusiona-
"<!'" bien resulta 1mporcante, tanto sus seg:uioo- muy ヲ ⦅ ケ セ イ エ ・ ia..evidencia.sobre ia moviliza- mente católica del B::ijío y Centro-Oeste.M5 「 。 セ M [ Q M セ ゥ [ セ セ セ £ ウ セオウ ・ウヲオセイコッウ ャッ」。A・セ セ ッ ョ
res como sus oponentes consideraban que Éste es un punto al que deberen1os Yolver ッ イ N L ウ N 。 セ ゥ コ 。 」 ゥ ッ ョ ・ ウ n1ás grandes; las huelgas
ción popular en la década del treinta. La
el régimen intentaba dar curso a nuevas ini- -;:e;,;Qfllción armada había iniciado u;; proce- en la conclusión. solidarias entre Jos trabajadores eran usu;i-·
ciativas radicales, que amaban u odiaban, so que, si bien perdió cieno ímpetu aproxi- Segun_d9,_Ja..ヲ d N ッ カ ゥ ャ ゥ コ 。 セ ゥ ⦅ Y ョ ー ッ ー オ ャ 。 N セ セ N イ 。 ..sea !es, en algunos casos amenazando o produ-
según los gustos. Al final, nluchas de estas madamente entre 1917 y 1932, revivió a de la derecha o de la izquierda, no tuvo cie_ndo huelgas generales; los maestros ha·
A セ ゥ 」 ゥ 。 エ ゥ カ 。 ウ fracasaron. O bien sufrieron una partir de entonces. Las demantjas agrarias preCecientes en términos de ュ 。 ァ ョ ゥ エ オ 、 M I セ cían causa común con Jos obreros y los ca1n-
muerce prematura o sobrevivieron bajo una ウ セ N 。 ⦅ 」 ・ ャ セ イ 。 セ ッ ョ [ セ ョ N コ N _ ⦅ la sindicalización ru- organización. Resulta difícil hacer compañ- pesinos. La nacionalización del petróleo
nueva dispensa, adoptando diferentes ro- ral; セ ・ N ュ オ ャ エ ゥ ー ャ ェ セ 。 イ ッ ョ las organizaciones obre- dones con Ja primera década del siglo, pre- ofrecía un indicador revelador de Ja capaci-
les y características. Volveremos a este punto ij!S ョ セ ⦅ 」 [ A ⦅ Y ョ 。 ャ ・ ウ N La CROM se fragmentó, dando cisamente porque los modos de organiza- dad de las ⦅ ッ イ ァ セ G N G M セ セ セ セ ゥ ッ ョ ・ ウ de masas (sind.i-
en Ja conclusión. En primer lugar, en tanto lugar al nacimiento de la CGOCM, la CNDP, ción habían cambiado. La insurrección gue- catos, escueh1s, ejidos, ligas de c_ampesinos)
el centro de atención continúa siendo la dé- y 1nás tarde la CTM. El progreso organizativo
cada del treinta, deberíamos pregunt:irnos fue igualado por una clara r:idicalización. Los
por qué fue tan frecuente el fracaso. Esto obreros petroleros presionaban para lograr 84. T. Fairbairn セ r N Benson, 7, 10 de enero de 1938, Mexican Cotton Esta!es of Tlahualilo Papers, Archivo
nos lleva a la segunda y a la tercer ー セ ・ ァ オ ョ un contrato colectivo amplio; algunos (en Kleinwort Benson. Speen, Newbury, Berks. Reino Unido.
?i ta que planteamos anteriormente: bel ori- panicular, los del distrito de Poza Rica) co- 85. Meyer, El sinau¡uismo, pp. 44-47; los registros de la Gobernación sobre la década del cuarenta mues-
セ de Ja política carde · menzaron a proponer la nacionalización. tran el apoyo sinarquista y la agitación en Veracruz (véase n. 74).
elitist;·? En otras ー 。 ャ 。 「 イ N ャ ウ L M セ éSte un.Pfo- Tendencias similares resultaban evidentes 86. Murray, Ciudad de México, al Foreign Office, 17 de octubre de 1935. FO 371/18707, A9252; Ramón
Ramirez Melgarejo. "La bola ch!quita, un movimiento campesino", en Laura He!guera R. et al., Los campesi·
yecto de reforma de arriba hacia·3baj0-óde en el caso de los ferroviarios. A medida que

l
nos de la tierra de Zapata, /./, Adaptación. cambio y rebelión, México, 1974. sobre la continua protesta
abajo hacia arriba?) Y, ¿hasta qué J?uñtO fUe los obreros y Jos campesinos se moviliza- campesina "tradicional", que involucró a El Tallarín. en la década del cuarenta; los vincules de El Tallarln con
...efecrjyq el estado en la ゥ ョ Q ー ャ ・ ョ Q ・ ッ ゥ _ セ ェ ￳ ョ de ban, muchos en respaldo de la candidatura los Camisas Doradas se afirman ... en un memorando sobre la actividad de !os Camisas Doradas. 11 de
p セ ゥ en particular aquellas que encon- presidencial de Cárdenas y de su progra- septiembre de 1936, AFM 106/192.
traron una fue11e oposición? 87. No hago referencia a Ja década del cuarenta. porque contamos con Pocos estudios sobre la protesta
ma, las elites establecidas se enfrentaban a
popular durante esa década: un análisis superficial de la literatura. y de algunas fuentes secundarias
La イ ・ ウ ー ⦅ オ セ ウ エ 。 a Ja primera de ・ ウ エ セ セ ー イ ・ serios desafíos. -I..:1 situación laboral de La La- limitadas. sugiere que la toma de tierras, las marchas por el hambre, !as manifestaciones urbanas, y ias
guntas es, como tantas respuestas ltistóri- guna es intolerJble", escribió un administrador protestas contra la conscripción fueron bastante numerosas: "en realidad. estamos viviendo sobre un
volcán social ahora". informó e! Embajador de los EE.UU. en mayo de 1944. Véase Stephen R. Nibk:>, "The
lrnpact of War: Mexico and World War 11", Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad La Trobe,
83. Gonz.é.lez, Pueblo en vilo, p. 186. Occasional Paper NQ10, 1988. p. 12.

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Al.an Knight Cardenismo: ¿coloso o catramina?

para movilizarse en apoyo del régimen.llll México, como también en América Latina y causa popular y, en especial cuando se en- £ A ⦅ G c Z セ N ウ en las que el respaldo popul;i..r. ・ セ j ョ £ s -:.,
Ahora las comunidades rurales de la remota en el resto del mundo. ¿Hasta dónde puede frentó a Calles en i935-36. ョセᄋ」・セゥエ。「。 [ᄀ[セケッ evidente (por eje1nplo, la refonna laboral y
tierra caliente de Guerrero, o de Ja distante llegar un movimiento popular sin tener que y es·taba dispuesto a pagar H ー ッ ャ ■ エ ゥ 」 。 ゥ ￱ セ q N N セ ・ I awaria) en las que el gobierno forjó los cam-
Chiapas en la costa del Pacífico, se reagru- est<iblecer una rel<1ción con el Esrndo? ¿El ais- v.Pr ← ャ N R Lo n1ismo sucedía en las provincias: 「 セ セ N ウ N N イ セ セ [ A ャ N セ セ M y 4ur:-aderos; por otra par-
paban en tomo de la radical ᄋ N セ 。 オ ウ 。 naciona- lamiento intencional-fundado en una 、 ・ N セ ョ en 11axcala, Jalisco, y otros Jugares, los líderes te, donde el apoyo popular fue esca.so, don-
lista. 89 La ideología, tan1bién.;·se volvió más fianz.a en el estado-denota integridad, o sim- políticos locales, que no ernn de origen 01m- de las reformas fueion. más B ← A ゥ エ ャ セ M エ 。 N N B N en su ori-
sofisticada (por lo menos, según Jos crite- plemente asegura la in1potencia? AJgunos de- pesino ni de convicción agrarista, se sintieron gen y '·de-;;;:iba.. h.áCi.i 。 「 。 ェ ッ セ en cuanto 。 ウ セ
rios convencionales).90 bates recientes sugieren que, dejando de lado obligados a buscar el respaldo del campesi- cffreCCiófi; セ ャ ← セ エ セ ヲ オ N ・ iiffiitad¿ v de 」 ッ セ du-
Tercero el mi del e ウ エ 。 、 ッ N N N ッ ・ セ ェ ᄃ ⦅ セ A I ⦅ A ア ャ ー ッ イ los juicios normativos, resulta casi imposible nado (no, como analizaré brevemente, Jos セ A R N Q R N Z el ー イ H I ケ ・ セ ッ N de M セ セ セ セ c Z ゥ セ ョ ウ ッ 」 ゥ N 。 h セ 。 fue
tancia. En este punto, Jos revisionistas hacen desde el punto de vista empírico que los n10- votos del campesinado); en La Laguna, "los un fracaso, sin duda, en ténninos ele sus am- ¿
una afumación válida. Las organizaciones_ pcr vimientos populares puedan eludir el abrazo burócratas se dieron cuenta de que habían biciosos objetivos (especialmente en estados
ー セ セ セ M イ ・ ウ se convirtieron・ ョ セ セ c-;pital ゥ￱ャーセ[N del estado; en verdad, sólo aceptando ese creado una organización de can1pesinos au- co1no Puebla; un poco menos, en Sonora, por
tante del régimen en la construcción de un abrazo (cautelosamente, con los ojos abiertos tónoma e independiente, con poder propio" .9' ejemplo); 96 Jos programas indigenistas'(que
e セ ヲ ゥ \ [ i o ヲ オ ・ イ エ セ [ específiCamente, ayudaron a1 y la pasión sosegada) pueden los movimien- Los ッ 「 イ セ セ H ス s ..Y los qll)pesin9s, de e:-;ta fonna. rara vez fueron resultado de las presiones abo-
gobierno a derribar a los caudillos, .a domesti- tos populares lograr resultados positivos.91 セ セ 。 ョ dentro de un 」 ッ セ エ ・ セ N [ セ セ ヲ [ ⦅ セ ゥ ヲ エ ゥ s ッ rígenes) frieron decepcionantes; los inrentos
」 セ セ セ ェ セ セ セ A ᄎ • a ・ Q Q ヲ イ セ セ セ \ Z Q イ N 。 N ャ ッ ウ jntereses ex- En otras palabras, ャ 。 A ⦅ セ セ セ ￳ セ セ ョ N A ヲ セ セ セ inusua!mente favor.ible; su campo de manio- del régilnen de constn1ir un consenso ュ セ 」 ゥ ッ ョ 。 ャ
tranj_eros, y 2 potenciar su propio poder: Sin セ N _ Z N y _los movin1ientos populares es una bra -aunque nunca muy ñmplio- era ュ 。 イ セ イ contra el fascisn10 internacional ruvieron un im-
ei1lbargo, -、 セ ッ se 、 セ 、 オ 」 ・ que estas relación mutuamente condicional, aunque de Jo que había sido en Jos años veinte, o cie- pacro lhnimdo (si Ja experiencia de la Segunda
organizaciones fueran dóciles- títeres 、 ・ セ オ ョ ヲ 。 ゥ セ セ ・ ョ イ ・ L o nunca, de igualdad. Lo mismo lo' que sería en los cuarenta y Jos cincuenr.a.- Guerra J\.-Iundial se puede usar corno patrón
ré_g!glen maquiavélico. Aquí, entramos en resulta aplicable para la década del treinta: el o·e hecho, algunos observadores hostiles te- de con1pamción). Aquí, la:" afim1aciones sobre
un debate familiar que ha adquirido una estado necesitaba el apoyo popular; las cau- mieron un proceso incontrolable, que la imposición de la Pülítica "de arriba ィ Z N ゥ 」 ゥ 。 セ 。 「 。
nueva relevancia con el crecimiento de los sas populares necesitaban adalides del esta- camcterizaron con el cliché ahora fan1iliar: "el jo" tienen cierto asidero; pero lo ア ャ j セ セ ・ debe
llamados "nuevos n1ovimientos sociales" en do. s セ M セ _ A j ■ 。 que Cárdenas simpatizaba con la gobiémo ha (sic) creado un monstruo, como destacar es la ineficacia de tal i1n2osie,:i{>n.
Fr:1nkenstein, que no sabe cón10 controlar''.'!-' A la inversa, ・ セ セ ャ ァ オ ョ 。 ウ :íre.is-<le ]:¡ políti-
Ciena111ente, la movilización de los priTneros ca, del país- las presiones populares fueron
años ele Cárdenas llevó a resultados (t;1les decisivas. Las affiplias refonnas agrarias de la
88. Knight, "The Politics al the Expropriation". El ministro británico se lamentaba de que ·1a situación no ha como !a n:icionalización del petróleo) no in- d1c:1dj del trein1:1 セ ・ produjeron de:>pués i:le
mejorado debido a que los sindicatos descubrieron hasta qué punto pueden aplicar más presión, aun por cluiclos en la agenda con :.inticip;ición, y que f1!l1C:.l}_os años de prote:>ra, de イ セ ー イ ・ Z \ [ ゥ V ョ L de
medio de huelgas solidarias, sobre un gobierno cuya tendencia es inclinarse, cada vez que es posible, en
fueron producto ele una fluida dialéctiCJ polí- una contienda agrari<i lle baja. ゥ ョ エ ・ ョ ウ ゥ 、 \ セ ⦅ 」 N l Si
favor de los obreros"; Murray, Ciudad de México. al Foreign Otfice, 15 de febrero de 1935, FO 371118075,
tica.9' a 、 ・ ュ £ ウ ﾿ ヲ セ ・ pz:ecisamen1e en .i.quellas en algunas ocasiones Cárdenas impuso la
A2058.
89. Fidel Hernéndez. comisario ejidal, Las Cruces, Gro, a Lázaro Cárdenas. 19 de marzo de 1938: Amado
Pérez Ulloa. Sindicato Trabajadores Socialistas, Pijijiapam. Chis .. a Francisco Múgica. 19 de marzo de 1938,
AFM 182/155, 178.
90. Es decir que. los modos más "tradicionales" de expresión de la pro!esta popular -basada en !a patria 92. Hemández Chávez. La mecánica cardenista. pp. 140-47: Cralg, The First Agrarislas. p. 102.
chica, imbuida de Ja religiosidad popular, remontándose a los héroes del pasado como Hidalgo y Juárez- 93. Raymond Buvé, "Slate Govemors and Peasant Mobilization in Tlaxcala", en D. A. Brading {ed.). Caudillo
tendieron a dar paso a (o a fusionarse con) modos más ·modernos": socialistas. comunistas. internacionalistas. and Peasan/ in /he Mexican Revolulion, Cambridge. 1980, pp. 229·35: Craig, The First Agraristas. pp. 134-
Las denuncias contra funcionarios locales arbitrarios eran tan antiguas como Ja colonia: ahora, sin embargo. 5: Tomás Martínez Saldaña. El costo social de un éxito politico. La política expansionista del Estado mexicano
se insertaban en un discurso diferente. Damos un ejemplo de la región caliente, políticamente violenta, de los en el agro lagunero, Chapingo. 1980, p. 35.
bajios del Golfo: Vicente Cervantes, secretaría general del Comité Permanente del Frente Único de Obreros 94. Murray. Ciudad de Méx.ico, al Foreign Otfice, 15 de lebrero de 1935. FO 371/18705. A2058.
y Campesinos del Istmo, Puerto México, 12 de julio de 1935, protesta ante el Gobernador de Veracruz con 95. Knight. "Politics of the Expropriation·: North y Aaby. "The Dynamics ol Aevolu\ion and Counter.revolution".
relación a "los métodos de represión de tipo fachista" que empleaba el presidente municipal de Sayula que, 96. Véase el excelente trabajo reciente de Mary Kay Vaughan: "The implemenlaHon of national policy in the
con sus pistoleros. atacó una manifestación del Ola del Trabajo, ·pues ... este señor cree que tienen más countryside: socialist education ín Puebla in the Cárdenas period". trabajo presentado en ta Vllg Con1erencia
fuerza sus pistolas que las fuerzas incontenibles del proletariado": AGN/DGG, 2.331.8(26) 3173, caja 44A. de Historiadores Mexicanos y Norteamericanos. Oaxaca. 1986; y "Women School Teachers in !he Mex.ican
91. Véase Joe Foweraker y Ann L. Craig, Popular Movements and Polilical Change in México, Boulder, 1990. Aevolution: The Story of Aeyna·s Braids", en Journel of WomenS Hisrory, vol. 2. n セ Q N 1990. pp. 143-68

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Allln /úiight Cardenismo: ¿coloso o catramina?

reforma desde arriba, destruyendo las comu- la reforma agraria derivó, en gran parte si no el Estado tenía mayor capacidad de coer- y que, aun cuando éstas se reduzcan, セ ウ po-
nidades イ オ イ 。 ャ ・ ウ ァ ・ ョ Q ・ ゥ Q セ エ 「 。 ェ ゥ ャ ゥ 」 「 L esto fue la en su totalidad, de los esfuerzos de Jos mis- ción (ésta es una cuestión difícil de diluci- sible cuestionar el grado de "representación"
excepción. En la mayoría·· de los casos, la re7_ mos agrJ.ristas. Resultan ilustra!ivos los casos dar, tanto desde el punto de vista teórico que brinda la política liberal). En algunos
fOnna estuvo precedida por una hnportante ·- de San Diego y Río Verde (SLP): el debilira- como empírico), pero esta coerción era casos, de hecho, Ja represenración •;no de-
lucha agr.iria: en La Laguna, en Chfalpas, en el mienro interno se produjo anres de la inter- menor de lo_ que lo que sería en años pos- mocrátican de la década del treinta pudo ha-
Valle de Yaqui, en Ivlichoacán, y en los nun1e- vención política externa: "es un hecho que teriores, cuando la CTM y la CNC se habían- be'r sido relativamente directa y efectiva.
rosos casos menores, 1]1ás loCJ.lizados, en los Saturnino Cedilla y las fuerzas del gobierno convertido en poderosos instrumentos de Los líderes y sus seguidores actuaron estre-
que las fuerzas agraristas veían que ahora el no hubieran podido afectar la propiedad sin control corporativo, en lugar de representa- chamente unidos. Ese fue el caso de algu-
B 」 ・ ョ エ イ ッ セ L N ウ ・ inclinaba hacia su 」 。 オ ウ 。 N セ B En el apoyo de Jos trabajadores".9'J ción. "En la acrualidad, el movimiento obré- nos movimientos agrarios, en Jos que los lí-
efecto, Como deben aceptar los revisionistas, Lo mismo se aplica a la reforma laboral: ro es el que tiene más ー ッ 、 ・ イ セ L informó un deres -como Macedonio Ayala de Lagos-
salvo que hubiera habido cierta movilización los sindicatos debían demostrar 」 ゥ ・ ョ セ fuer- observador británico en 1935, "y ningún combinaron destreza política (y, como sue-
previa -cierta demostra.ción fehaciente de la za si iban a integrar el equipo del gobierno. funcionario [. ..] osaría implementar una de- le suceder, un pasado no campesino) con
fuerza agrarista- no existía razón alguna para Además, los sindicatos también desrlega- cisión, no importa lo justa que ésta sea, si idealismo y autosacrificio; o, como argumen-
no satisface todas las demandas de los sin- ta Olvera, del campo petrolero de Poza Rica,
que un estado supuestamente cínico y nrnni- セ M A A A A ᆰ 。 u イ ッ ョ q イ ー ェ セ ョ ⦅ _ ⦅ ゥ ヲ ャ ・ イ 。 「 ャ ⦅ ・ N 'Ene-tato
pulador intentara imponer su cínica manipu- de la disputa petrolera de1nuestra que los dicatosn .11n Una hipérbole, sin duda, pero una donde las reuniones masivas y regulares res-
lación. La reforma de "arriba hacia ab-Jjo" cons- sindicaros no eran de ningún modo clientes hipérbole que no habría sido escrita. en 1925, tringieron el liderazgo sindical. 1º2
riruyó una itnposición irracional y dogn1ática, del régiinen (menos aún que los sindic:nos menos aún en 1945. Pero aun cuando tales ejemplos de de-
de dudoso beneficio político, o bien significó tenían al gobierno en el bolsillo). Tan1bién Sin embargo, la "representaciónn no tomó mocracia directa son escasos, y hasta cues-
un reconocimiento por parte de los refonna- Jos otros sindicatos indus_triales m:ís i1npor- necesariamente formas liberales-demo- tionables, ello no significa que la represen-
dores de que el electorado agrarista era po- イ 。 ョ エ ・ _ 」 ッ セ セ ゥ 、 ・ イ 。 セ セ M ョ セ éOne1gObier- , '? cráticas. La crítica "liberal/vasconcelista n del tación per se esté ausente. セ セ N te!lía (y
deroso y merecía ser cortejado. Tal vez G ￱ セ c t m M Z M 」 ッ ョ [ ッ ᄋ セ セ 。 Q セ 。 ョ ゥ o g セ y cardenismo es válida, si bien, segün mi opi- tiene).l!!lª.!r.3.P.ición pobre en c_uariro a de-
Yucatán fue un eje1nplo del primer caso, del COri_dicional (de <illí, el creciente disenso PrO- nión, un tanto mal orientada. La moviliza- _rnocracia electoral, pero rica セ A B A moviliza-
dogma que excede la conveniencia úiunque ...oUCiUO después de 1938). En pocas palabras, セL c_i?!lP.ºPIJlar de l<! __ 、 N セ セ ᆰ セ \ A N U Q N セ ャ Z セ ■ ヲ ャ セ セ M L ⦅ U ゥ オ ・ . ción popular. Los caciques pueden obsta-
la i1nagen de un dócil ca1npesinado nwya exi- hl refoción entre el Estado y el mo\'hniento 9uise destacar aquí, no adoptó formas libe- culizar los procedimientos electorales, pero
ge cautela en su descripción).Y>I Pero en la popular fue bidireccional, y las presiones se rales democráticas convencicinales. No se también pueden liderar movimientos popu-
1nayoría de Jos casos, el saldo fue diferenre y produjeron en ambas direcciones. 11•) Quiz<ís c3.racteriz6 por elecciones transparentes ni lares genuinos para lograr metas populares
nociones gladstonianas de responsabilidad genuinas. Los líderes agrarios de Naranja
cívica. Por el contrario, e_stuvo teñida de ca- -"príncipes" maquiavélicos, según Friedri-
ciquismo, vio,lencia, vendenas, y coryupción. ch- no eran demócratas modelo: se enfren-
97. Barry Carr, "El Partido Comunisla"; Thomas Benjamin, A Rich Lalid, A Poor Peop/e: Politics and Society in
No obstante, estas deficiencias liberales no taban en disputas, libraban batallas caudi-
Modern Chiapas, Albuquerque, 1989. cap. 6; Craig, The Firsl Agraristas: Paul Friedrich, Agrarian Revol! in a
Mexican Vi1/age, Chicago, i977. hicieron que él proceso fuera totalmente no llescas, traficaban con los puestos públicos
98. Murray, Ciudad de México, al Fore'1gn Office. 17 de octubre de 1935, FO 371/18707, A9252. informa representativo. (Casi resulta innecesario des- y conspiraban. 103 Pero gozaban de un cierto
sintéticamente que en el Yucatán "los campesinos enojados parecen haberse rebelado y desafiaron a tacar que los regímenes liberales-de- grado de apoyo genuino de la comunidad
las autoridades locales". Fernando Benf!ez. Ki: El drama de un pueblo y uria planta, México, 1985, no mocráticos presentan deficiencias similares y, en virtud de sus métodos maquiavélicos,
ofrece un antecedente inmediato para el reparto de 1937. Sin embargo, la actual investigación de
Gilbert Joseph y Al!en Wetls (con relación a un periodo anterior) matiza nuestra impresión de un peonaje
maya dócil: Jo mismo podría resultar de una investigación más minuciosa sobre los comienzos de la
década del treinta.
99. _Marijosé Amerlinck de Bontempo, "La reforma agraria en la hacienda de San Diego de Río verde", en 101. Vicecónsul brilénico Puerto México, 28 de mayo de 1935, FO 371/18708, A5487,_ El escritor, por
Henberto Garcia Moreno, Después de los latifundios (La desinregración de la gran propiedad agraria en supuesto, era testigo de !as condiciones laborales en el Istmo, en especial en Ja fébrica de la Aguila Co., que
México), Zamora, 1982, pp. 183-98. tenla un movimiento sindical particu!armen!e poderoso (y discolo a los ojos de los británicos).
102. Craig, The Rrst Agraristas, pp. 116, 119; Alberto Olvera, "The Rise and Fa!! of Union Democracy at Poza
100. _se pueden encontrar más ejemplos sobre trabajadores (tranviarios y mineros} que se oponian y ejercían
Rica, 1932-1940", en Brown y Knight (eds.), The MexicanPetro/eum lndustry, pp. 63-89.
presión sobre las autoridades, en Murray. Ciudad de México, al Foreign Office, 1Q de agosto de 1935, FO 371/
103. Friedrich, Princess of Naranja.
18703, A6916: Pyke. Ciudad de México, al Foreign 011ice. 29 de noviembre de 1935. FO 371/18707. 10787.

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ganaron y 1nantuvieron un ejido, frente a la atemporalidad del caciquismo, y por ende, hacer preguntas similares sobre Don Flavio arriesgarse al suicidio político, desafiar al ⦅ セ ・ ウ
tenaz oposición terrateniente y clerical. La la pretendida continuidad de la práctica que de Arandas.iM tino, sufrir el n1ismo fin que Ortiz Rubio, y
refonna ⦅ 、 ・ ⦅ セ M セ M G A セ ⦅ L セ Q Z ョ セ ゥ ← ョ Z se implenieñ: perduró desde la Revolución hasta el pre- Dejando de lado Jos juicios de valor, exis- archivar sine die los planes de Ja refonna so- 1-
tó -:Y_.jJÓsÍerionnente ウ セ _m3ntUVO;rrente a sente, deberíamos distinguir entre las for- ten dos puntos consistentes que se pueden cial_que ョ ⦅ c _ セ ⦅ イ 。 ョ N ゥ ョ N A セ セ セ Q ョ ・ ョ エ ・ ゥ ョ エ N Z [ Z セ ュ ー 。 エ ゥ
l.ifli considerable oposición-por la Uccióii de mas de caciquismo y los objetivos que per- desta91r. En primer lugar, duralfil!.lª-1-ormen- . bles con los estilos 」 セ 」 ゥ ア オ ゥ ウ エ 。 ウ __de .dominiO.
Q _ G U M セ 」 。 」 イ ア オ M ・ ウ ᄋ 。 ァ イ 。 イ ゥ ウ エ 。 ウ L que ァ ッ z ャ ャ 「 。 ⦅ セ セ M y ョ seguían los caciques. Porque el caciquis1no tosa década 、 セ ャ エ セ ・ ゥ ョ { ス [ ャ セ hasta el cacique .más La pennanencia del aiciquismo, por lo tan·
importante apoyo popular: el liderazgo en1a- -como la democracia liberal- es un meca- cíñ1Ciffiéñt;-egoísta__ tu\'.9 .gue orientar sus to, no descalifica las reivindicaciones
n;ba de las セ P Q セ オ ョ ゥ 、 。 、 ・ ウ L セ j ッ s セ [ ョ Q ー ・ ウ ゥ ョ ッ ウ nismo de procedimiento; puede hacer que vclas p 。 イ 。 M ー ` ・ M イ セ [ a la__ par del viento popu- cardenistas sobre su carácter r.i.dical y popu-
ejercían control sobre sus líderesn, y _J_a--Com- las políticas produzcan distintos resultados. rar:·como.iO B ゥ セ カ ッ que hacer Rubén Carrizosa lar. Pero plantea el siguiente tema: la cues-
bativa Unión Central pei:maneCUi_je;i__a_sus Por lo tanto, deberíamos tratar de clarificar eñ Tlaxcala, o Porfirio Rubio en la Sierra Alta tión del poder del escado. Es un Jugar común
「 セ 。 イ ァ 」 [ F t ・ [ セ セ ni al Estado\1u-. Por las convicciones políticas, las bases socia- de Hidalgo. lO<,l En segundo Jugar, como ejem- ·aecifque ·ia adn1inisrración de Cárdenas re-
ウ オ ー オ ・ セ エ ッ セ ᄋ es diÍkil evaluar los rli\reles de les, y las carreras de los caciques; debería- plifica este caso, C<irdenas tuvo que coexistir forzó tanto al Estado cotno al panido, afian-
apoyo. A menudo, Ja refonna dividía a una mos distinguir entre radicales y conserva- Con los caciques. Del misn10 modo g_ue _par.i. zando, de esta fonna, el dominio del gobier-
comunidad en facciones (los terratenientes dores, anticlericales y clericales; entre caci- poder consoli(i?.--;. su pOder· ー イ ・ M ウ ェ 、 セ セ 」 ゥ M セ ᅪ エ セ [ ッ no central como nunca antes se había hecho.
G M ᄋ M M M セ ᄋ -- - - -----·-
' ,,.

no eran ajenos a la conf:ibulación para lo- ques que gozaban de un imponante apoyo que hacer una serie de trJ.tos con políticos Sin en1bargo, con10 muchos lugares comunes,
local, y aquellos cuyo poder derivaba de ·cJave·(ceamo, Amaro·, Almazán, Pones Gil),
grar este resultado); y las facciones rivales,
ya sea en los ejidos o los sindicatos, alega-
ban Jnvariabiemente que represenwban a
arriba, o del centro.)\_"; Esto no es fácil; y
puede tornarse miis difícil por la tendencia
t セョQ「ゥ←ョ a nivel イ セ ァ ゥ ッ ョ セ ⦅ ャ y_ ャ セ セ ャ セ ■ イ \ ャ Z ⦅ セ [ セ イ オ セ セ M ᄎ
qüe trabajar con ャ ッ セ ⦅ t A Z A N ᆰ A セ i ゥ ⦅ セ ャ N A ] ウ ⦅ ー ッ ⦅ ャ ■ セ ゥ { ッ セ ⦅ c ャ ゥ ウ
se tiende a repetirlo más que a analiz.'lrlo. La
"fuerza del Estado.. es un concepto \"ago: ¿qué
significa en la pr.:íctica? En un ni»el, se lo
la mayoría. Dada la historia anterior de Méxi-
co y la cultura política predominante, esto
de Jos caciques a cambiar progresiva111ente
su apoyo popular por el apoyo del centro
l
v
ゥ N r セ ゥ [ A _ セ セ Z
Algunos clientes cacicales (como
Ernesto Pr.ido de Michoacán) eran viejos alia-
puede medir, en forma aproximada y positi-
visia, en ténninos del '·tamaño" del gobierno:
era poco sorprendente: era probable que y/o de las elites locales (podríamos decir: dos; otros, con10 los cJciques de Morelos, eran el tamailo de la nó1nina federal, el presupues-
los conflictos locales se n1ediaran a través el único cacique bueno es -si no un caci- intereses creados con los que la colabomción to federal. Con cierta justificación, se ha con-
de un turbio caciquismo n1ás que una trans- que n1uerto- por lo menos un cacique de era conveniente; algunos, con10 Jos caciques sider-.ido a C::irdena.c:; con10 el iniciador del ..sur-
parente den1ocrncia. Sin einbargo, con10 han cona vida). Quizás esto explique algunas indígenas de Chiapas, emn produaos indirec· gilnienlo del Estado aaiva·· .111 Sin en1bargo, el
demostrado numerosos estudios, セ ッ ウ 」 セ ⦅ 」 ゥ セ de las grandes divergencias de interpreta- los pero (se podría decir) inevitables de las aun1ento en el gasto del Estado, eYidente
ques no ヲ オ ・ イ ッ ョ N ャ ョ カ 。 イ ゥ 。 「 ャ ・ イ ョ ・ ョ j N セ ⦅ q ⦅ ・ ⦅ ァ オ ・ ゥ ャ ッ ウ ción que aparecen en esta :.írea clave de la políticas cardenistas. 1w El caciquismo era un durJnte el período 1934-40, reflejó ch:rt.-i.s ten-
」 Q ォ エ 。 、 q セ [ M ウ ゥ セ Q M ー オ ・ セ M Q セ ウ [ M ・ ョ verdad, エ 。 セ ョ ー ッ 」 ッ historia política mexicana: por e¡en1plo, hecho de Ja vida política que debía ¡1frontar denci:is globales, presentes en regí1nenes <le
J3. ausencia de una competencia partidaria ¿Juan Paxtian de San Andrés Tuxtla fue el un pre:>idente reformista, 。 ョ ウ ゥ ッ N セ ッ por obte- car:ícter rndicaln1en1e diferente; en especial.
ゥ ⦅ ゥ Z ゥ エ ・ セ ウ 。 y lin1pia fue un obstáculo para la ca1npeón popular retratado por fl.-liguel ner resulcados, [Jaber ignorado al caciquis1no reflejó el aun1ento en el gasto econónlico
セ ・ ウ ・ ョ エ 。 」 ゥ ￳ ョ (considérese Ja historia po- Covarrubias o el tirano vicioso descripto -o haber tratado de eliminarlo- hubiera sido durJnte una fase de introversión econó1nica
ャ ■ エ ゥ 」 [ M 、 [ [ ェ u c ィ ゥ エ セ ョ I N Q P U Más que destacar la por Heather Fowler Salamini? 107 Se podrían

108. Según lo expresado por Martinez Saldaña, "Formación y transformación de una oligarquia·. pp_ 68-69.
104. Marlinez Saldaña, El costo social. pp_ 33, 35 Don Flavio carecia "de una base de apoyo popular"", pero provenia de la zona, era diestro jinete y 1irador, "de
105. Jettrey W. Rubin, "'Popular Mobilization and the Myth ol State Corpora\ism", en Craig y Foweraker. carácter simpático bondadoso ... con un gran don de gente"", poseía una red de compadrazgos y una
Popular Movemen!s. pp. 247·67 Uno de los puntos principales de Rubín es que la representación popular cantina que nunca cerraba. Su poder no descansaba únicamente en la coerción o el respaldo del gobierno
-como la interpreta "el pueblo'" mismo- no necesariamente ienia o tiene que involucrar la competencia federal.
multipanidaria. 109. Buve. '"State Governors and Peasant Mobilization in Tlaxcala". p. 241: Frans Schryer. The Rancheros of
106. Un buen ejemplo de ello es la discusión sobre las formas de caciquismo, basada en las carreras de Pisaflores: the History of a Pea san/ Bourgeoisie in Twenlieth-Cen/ury Mexico, Toronlo, 1980, p. 92.
Saturnino Cedi!lo y Gonzalo N. Santos, de Enrique Márquez, "Gonzalo N. Santos o la naturaleza del 'tanteómetro 110. Anguiano Equihua, Lázaro Cárdenas, pp. 40-41: Arturo Warman, Y venimos a contradecir. Los campesinos
polilico· ",en Carlos Maninez Assad (ed.), Esradistas, caciques y caudillos, México, 1988. pp. 385-94. de More/os ye/ estado nacional, México, 1976, p. 206; Benjamín, Rich Land, Poor People, pp. 202-23.
107. Cf. Fowler Salamini, Agrarien Radica/ism, p. 160, y Miguel Covarrubias, El sur de México, México, 1980. 111. James W. Wilkie, The Mexican Revolution: Federal Expenditure and Social Change since 1910, Berkeley,
pp. 55-63. 1973, pp. 74-81.

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AÍllnKnight Cardenismo: ¿coloso o catramina?

(evidente durante el New Deal, el Plan de mando el peñodo de-Morrow como embaja- precisamente por eso) sean débiles: la Nue- Tal abierto desafío se pudo combatir de
Cuatro años nazi, el Plan de Seis años del dor, 1927-29, coffi.o el punto de inflexión); y va' ·España de los Habsburgos sería un caso frente. Los sinarquistas estaban más allá de lo
PNR). No resulta claro si la nómina federal a medida que las ・ ャ ゥ エ セ revolucionarias se unie- -clásico. A Ja inversa, los Esmdos que desplie- políticamente aceptable; no acataban Ja Re-
creció, o si hubo un brusco auni.ento agrega- ron para formar"el P!\TR en 1929. A partir de gan una fuerza ejecuriva -que ejercitan sus volución; fi.na!mente (aun después de que hu-
do en el conjunto del personal burocrático. 112 entonces,- オ ョ セ ciena disciplina de elite impreg- músculos políricos en Ja セ エ イ ・ ョ 。 social, bregan- bieron dejado de lado su liderazgo r.idicai y
Además, el "Estado activo" continuó crecien- nó la política mexicana: las elites B ゥ ョ セ (es de- do por lograr ca1nbios significttivos- pUeden n1oderado su intr.i.nsigencia integr.i.lista) fue-
do y creciendo después de 1940: durante el cir, los revolucionarios) manejaron sus asun- _poner en peligro su propia supervivencia v ron proscripros por el gobierno de Á vil a
gobierno de Ruiz Cortines, por ejemplo, el tos recurriendo cada vez menos a la lucha fra- , reproducción. Ese fue el riesgo que cOrrió セ ャ Camacho.ll 7 l\1ucho más significativa fue Ja
---gaseo real per cápita del gobierno federal fue tricida, lo que por supuesto, no impedía que gobierno de los Barbones: dejó de lado el oposición mantenida, a menudo en secrero,
el 220% de lo que había sido durante el go- siguiera existiendo una gran cuota de derra- consenso y adoptó reformas de largo alcance por grupos que eligieron resistir al cardenis-
bierno de Cárdenas: este hecho; ¿hace que mamiento de Sangre a nivel de las bases, donde pero muy provocativas. 115 Los gobiernos mo en fonna más sutil, por medio de Ja eva-
Ja administración ruizcortinista haya sido dos el sectarismo político no conocía tal modera- revolucionarios de Ja década del veinte y del sión, el c-..imuflaje y la colonización discreta.
veces más "activa" que la cardenista?113 El au- ción interesada. Los militares, en panicular, treinta fueron fundidos en el molde Barbón: James Scott ha analizado ingeniosamente las
mento bruto del gaseo del gobierno es clara- tomaron conciencia de la futilidad del es decir que ellos también buscaron cambiar "annas de los débiles", el humilde arsenal de
mente significativo, pero constiruye sólo un pretorianismo, al que fueron instados por la la sociedad civil, en fonna basrante r.idical en los C'J.1npesi'oos que enfrentan a sus opreso-
índice entre muchos de la "fuerza" de! esta- rendencia de los EE. UU de respaldar el régi- el caso del cardenisn10, como he sostenido. res con la simulación, Ja obstrucción v Ja
do y creo que -"f lo debe relacionar con otros men establecido en México. 114 Por lo tanto, !a Pero, coino rodos los gobiernos de e!'rilo desobediencia. オ セ Pero ta1nbién 、 ・ 「 ・ セ ッ ウ
criterios más '"iinpresionistas" (pero no me- política revolucionaria se volvió menos san- borbónico, se enfrentaron a una importante reconocer que esras misn1as armas fueron
nos importantes). grienta: el triunfante Cárdenas exilió a Calles oposición: algunas veces, abierta y miliiante; utilizadas por grupos más prh'ilegiados, en
Se deben distinguir dos criterios en pani- y no lo mandó fusilar (compárese con el tra- otras veces, n1:Js solapada e insidiosa. Un respuesta a un desafío radical como el
cular. Como sucede tan a menudo en la histo- tamiento de Calles a los disidentes revolucio- ejemplo de la pri1nera variante fue el cardenis1no. Las "amms de los poderosos'' fue-
ria, parecen contradicrorios. Primero, el Esta- narios en 1927); la rebelión de Cedilla fue un sinarquis1no, un nlovimiento de grandes pro- ron, se podría decir, los más efectivos frenos
d_o se puede considerar Nfuene" en ャ 。 セ fiasco en 1938; el flirteo de Almazán con la porcione.<; que negaba la lt:gitimidad 1nis1na p:tr.i. la ejecución plena del proyecto cardenista,
・ セ ア オ ・ M ウ ッ 「 ヲ ・ v ᄀ v ・ ケウ・イ・ーイッ」エセc﾿⦅[MMウ■ ョ ャ セ セ ッ L rebelión de 1940 nunca se consumó. La pre- del Estado revolucionario. que propiciaba una y !a n1:ís segurJ. gar.J.ntfa de su fracaso.
ア ャ Z A セ o se enfrenta a desafíos moft?!es 」 ッ イ イ ⦅ セ sidencia de Cárdenas, de esta forma, contri- filosofía antiré1íca católica !n1eg:ralist:1, y que セ ウ enen1igos de! cardeni.s1110 er.:in Jegiün:
su existencia y estabilidad. En este sentido, el buyó aún más al proceso de fortalecimiento se =1lineaba con セ ゥ ア オ ・ ャ ャ Z ゥ ウ corrientes intema- la jer.irquía edesiás!ica, Jos l:iicos católicos (y
. EStado mexicano "se fortaleció" durante la del Estado, por lo menos en el sentido más cion•iles (el fa!:ingisn10, en especial) a las que aún 1nás, las n1ujeres laicas: de allí que e! régi-
década del veinte, a medida que se comba- restringido de disminuir e! riesgo de rebelión . se oponía denodadamente el cardenismo. 11 (' 1nen renegara de su co1npron1iso con el su-
tieron sucesivas rebeliones militares (compá- directa y de los golpes de estado prerorianos: Este conflicto. con10 he dicho, 1a1nbién recu- fragio femenino), los grupos en1presariale.s,
rense las dificultades de 1923 con la súbita No obstante, ésta es una definición restrin- rría a los síinbolos y lealrades tr.idicionales y los universitarios, Jos !erratenientes, la clase
derrota de Escobar en 1929); a medida que gida y muy limitada. Los Estados pueden so- representó otrO rounds:ingrienio de la anri- n1edi:l, los inversores extranjeros y-quizás lo
mejoraban las relaciones con los EE.UU. (to- brevivir y reproducirse aun cuando (a veces gua b:na.lb entre el conservadurismo cleric:il y más imponante, pero n1enos notorio- las eli-
el serularismo jacobino; por Jo ranro, había poco tes provinciales (que, por supuesto, abarca-
espacio para la negociación y el acuerdo. ban a muchas de estas ca1egorfas mezcl:1das).

112. Merrilee S. Grindle. Bureaucra!s, Politicians and Peasanls in Mexico. A Casi Study in Public Policy.
Berkeley, 1977, p. 189.
113. Wilkie, The Mexican Revolution, pp. 36-37. Q Q セ Esto repite un argumento presen1ado en Alan Knight, -sta!e Power and Política! S!ability in Mexico"', en
114. E! vicepresidente Henry Wallace asistió a la ceremonia de asunción de Ávila Camacho, haciendo tañer Ne11 Harvey (ed.). Mexico: Dilemmas of Transition. Londres, 1993. pp. 29-63.
de esta forma las ·campanas que anunciaban la muerte definitiva de las esperanzas presidenciales del 116. Meyer, El sinarquismo, cap. 4.
General Juan Andrew Almazán" (que ya eran escasas); los almazanistas manifestaron contra la visita de 117. lbíd., cap. 3; Informe Hadow sobre el sinarquismo, Washington, 14 de diciembre de 1944, en FO 371/
Wa!lace: Aees, Ciudad de México. al Foreign Office, 14, 29 de noviembre de 1940, FO 371/24217, 4825. 44478. AN 56.
4890. 118_ James C. Scott. Weapons of /he Weak: Everyday Forms of Peasant Resistance, New Haven, 1985.

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Estos grupos advertían cada vez más que el siasta bienvenida en Los Altos de Jalisco.121 Muy Monterrey, en particular, desarrolló una ideo- puesto como modelo, se convirt.ió en el testi-
estado revoludonario estaba par.i quedarse, pronto, la educación socialista sería liquidada logía persuasiva de patriotismo empresario, n1onio del soborno y del fracaso. 126 Muchos
que resultaba más sensato conspirar en forma (la prensa nacional ィ セ 「 ■ 。 estado denostándola y resistió con éxito las incursiones de la CTM otros terratenientes, aunque tuvieron que en-
inteligente para lograr su desradicalización que durante años) y las últimas brasas encendidas en Nuevo León, donde, ya desde 1937, "los frentarse a un grave desafío por parte de un
luchar quijotescamente por su destrucción. del anticlericalismo oficial serían extinguidas. 11? simpatizantes de los trabajadores parecían nuevo agrarismo, también se las arreglaron para
Esta fue, por ejemplo, la conclusión elabor.1- Después de 1945, a medida que la ideología estar en ヲ オ ァ 。 セ L y donde la CTM se había sobrevivir y, finalmente, prosperar. En
da por la Aguila Company en 1935. ll\t La je- de la Guerra Fña CC?.tnenzó a permear la polí- debilitado hasta convertirla en una organi- Atencingo (Puebla), Williamjenkins acompa-
rarquía eclesiástica, nunca muy entusiasta en tica mexicana, la ᄀ セ ヲ イ 。 イ ア オ ゥ 。 católica se sintió zación セ 」 。 ウ ゥ ゥ ュ ー ッ エ ・ ョ エ ・ B Q セ Ávila Camacho ñó el puñetazo agrarista, y -en parte gracias a
su apoyo a los rebeldes Crisreros, dio la bien- justificada por su política de détente: se ce)e- hacía esfuerzos para cortejar a Jos empresa- sus buenas relaciones con Ja familia Ávila
venida a la détente de 1929 y no prestó grn.n bró abiertamente el quincuagésimo aniversa- rios del nordeste que, después de 1940, Ca.macho- conservó su ingenio azucarero y el
ayuda y consuelo a la Segunda Cristiada; vio rio de la coronación de la Virgen de Guadalupe, gozaron de un clima más cordial. Si bien el correspondiente poder económico. 127 El relato
con beneplácito que Cárdenas mitigara en cier- con la asistencia de prelados extranjeros y un Grupo de Monterrey tuvo particular éxito era sintomático de un estado en el que los
ta forma el extremismo anticlerical (en espe- abierto despliegue de vestiduras clericales y en su lucha contra el cardenismo, otros em- gobernadores conservadores eran la regla
cial, que hubiera echado a Garrido Canabá]), hasta de Jos colores papales amarillo y blan- presarios y terratenientes obtuvieron sus (Máximo Ávila Camacho, que sucedió al ca-
so.o:;pechaba del extremismo sinarquista, y, en co; las protestas anticlericales fueron escasas propios beneficios menos espectaculares llista Mijares Palencia en 1936, fue, aun a los
un astuto golpe político, dio su apoyo a! régi- y débiles; el evento (que anticipó los poste- pero no menos significativos. ojos de los extranjeros conservadores, "un re-
n1en en el 1nomento de la expropiación dores jolgorio.<; católicos) era una prueba posi- La plantocracia del Yucatán que, subordi- accionario inescrupuloso") y en el que el pro-
petrolera. En esa ocasión, los obispos ofrecie- ti\·a del "fervor de Ja vasta n1ayoría del pueblo nando o asesinando a sus enemigos, había io- grama de educación socialista había enfrenta·
ron un traro L1.cito: respaldo patriótico a cam- mexicano" (y, podríamos agregar, una prueba grado frustrar los esfuerzos anteriores para im- do terribles obstáculos y avanzado muy
bio de una atenuación del radicalisn10 negativa del frac.isO de la desfanatización re- poner la reforma radical en Ja península, ahora poco. 128 (128) Cruzando el límite del estado,
cardenista (Jos conservadores dentro del go- Yolucionaria). 123 El PAN, reflejando esta tenden- volvía a sus defensas de clase. El gobernador en Veracruz también terratenientes como el
bierno buscaban un quid pro quo similar). 12u cia, perdió su tinte ヲ 。 ャ 。 ョ セ ゥ ウ エ 。 y resurgió con Jos López óirdenas, un refonnador genuino aun- infame Manuel Parra sobrevivieron al desa-
Como siempre, la jerarquía esraba 1nás ade- colores de un partido pro-empresario, que ineficaz, fue hábilmente depuesto (junio fío del cardenismo, aunque recurriendo en
lanl:.1da -y era más pr.igncitica que- los nlien1- anticomuni..c;ta y cri..o:;tiano de1nocrático. de 1937) y el torbellino de la reforma agraria mayor medida a Ja violencia fronta!. 129
bros de Ja grey católica, inuchos de Jos cuales Los en1presarios y los terrntenientes ta1n- auspiciada por el Presidente Cárdenas, vulne- Por lo tanto, par.1 muchos propietarios, el
se sentían atraídos por h:i intransigencia bién ton1aron las armas de los poderosos rable desde el comienzo debido a su preci- parrón rue_e1 miSm;: オ セ M M [ セ セ ゥ イ o セ ゥ セ ・ エ 。 ァ オ [ イ 」 エ ゥ 。 ᄋ
n1esi5nica del sinarquista Abascal. Pero la je- para mellar el filo del cardenisn10. Prorno- pitada improvisación, fue posteriormente so- c セ ⦅ A ャ エ [ 。 ᄋ セ i cardenismo a mediados de la déca-.
rarquía se subió abola: en dos años el presi- vieron nllevas forn1as de representación cor- cavada y detenida. Un caso de agrarisrno pro- da Y セ ⦅ ャ ⦅ ァ Z セ ゥ ョ エ 。 .(de_ 1934-38);.y un sostenido
dente electo Ávila Camacho se declaraba ca- porativa, apoyaron a los grupos opositores
tólico públicamente, enterraba a su madre con (en especial, al PAN), y desplegaron el po-
todos los ritos católicos, y recibía una entu- der de su veto económico. 1;-i El Grupo de
125. Saragoza, The Monterrey Elite, p. 189. El reciclado partido oficial, el PRM, también continuó siendo una
organización un tanto esquelética en Nuevo León: "en realidad no exisle PRM en e! Estado", como le declaró
sin ambages un fUncionario del comité regional estatal a Cárdenas. Véase Fructoso Rodríguez a Cárdenas.
119. Murray. Ciudad de México. al Foreign Oflice. 20 de junio de 1935, FO 371/18708. A5546_ El ministro 3 de agosto de 1938, AGN/FLC 543.1/35. El mísmo legajo contiene una serle de quejas de organizaciones
británico estuvo de acuerdo. de campesinos, denunciando al régimen corrupto. conservador del Gobernador de Nuevo León, Anacleto
120. Alan Knight. "The Politics ol the Expropriation": Hamilton. The Limils of Sta/e Autonomy, p. 236. Guerrero.
121. Aees. Ciudad de México. a! Foreign Qftice. 9 de febrero. 20 de septiembre de 1940, FO 371/24217, 126. Benitez. Ki, pp. 120-52.
1654, A4492. 127. David Ronfeldt, Ateningo: The Polirics of Agrarian Srruggle in a Mexican Ejido, Stanlord, 1973.
122. Victoria Lerner, His1oria de la Revolución Mexicana. Período 1934·40. La educación socialista, México. 128. Vaughan, "The lmplementation o! National Policy in the Countryside"; Bateman, Ciudad de México. al Foreign
1979, pp_ 175-92; Medin, Jdeologia y praxis. p. 219. Office, 20de diciembre de 1945, F037l/51586, AN69.
123. Bateman, Ciudad de México. al Foreign O!lice, 15 de enero de 1946, FO 371/51592. AN3382. 129. Fowler Salamini, Agrarian Radicalism, pp. 131·32. 136-37. La violencia de Parra, sin embargo. no habrla
124. Saragoza, The Monterrey Elite. pp. 183, 188·89, 193: Hamilton, Limits of Stare Autonomy, pp. 196-7, 209, sido tan efectiva si el gobierno estatal (aun durante la década del tr-einta) no hubiera adoptado una postura
226-27. 235. antiagrarista: ibfd., p_ 131.

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resurgimiento a pattir de entonces. Ello fue biemo aún más conservador, presidido por el un cedillista de vieja data que combinaba un las figuras conservadoras dentro del establisb-
・ セ ⦅ ゥ 「 ャ ・ N p Z ッ セ i セ s q ` j ケ セ ョ セ ゥ £ ⦅ 、 ・ las elites políti- ladino obregonista Román Yocupicio. El go- poder caciquista perdurable, la propiedad de nient poiftiCO エ u セ ・ セ ッ セ que. 。 、 。 ー エ 。 ャ Q A セ N M セ カ ゥ ・ N
セ (por supuesto, la diferenc;jiL.entre セ ャ ッ ウ pro- bernador Yocupicio pudo sortear los ataques Ja tierra, y en general, buenas relaciones con roñ·que hicer alarde de un radicalismo espú-
pietariosn y las セ ・ ャ ゥ エ ・ ウ ⦅ ー Y ャ ■ エ ゥ 」 。 ウ B no es tan níti- de la CTM (cori_considerable éxito) y no res- Ja clase propietaria; hasta estimuló la presen- reo. P.ero permaneC:ierOñ en ヲ オ セ 」 ゥ セ セ ・ ウ N eñl3.s
セ セ セ M セ p ← 」 ゥ £ t 。 ⦅ セ ゥ カ セ ャ ⦅ ャ ッ 」 。 A I L [ e q i l セ 」 。 ャ 。 L por paldó el proyecto -de educación socialista. cia de ex cedillistas en su camarilla de clien- ゥ」I「・ュ。」ゥッョセNLーイッyNゥョ、。ャ⦅・ウN⦅ケセァ セMセMエセ⦅ア、・セ
・ ェ セ ⦅ ュ ー ャ ッ L los ⦅ 」 。 」 ゥ ア オ セ ウ en pugna lucharon para Como sucedló en Chiapas, se llevó a cabo tes.133 Lo mismo sucedió en otros lugares, a cías. A mediados de la década del treinta, los
equilibrar los ゥ ョ エ ・ Z ⦅ イ セ ウ ・ ウ de clase· durante un una rCforma ·agr.1.ria relevante (en los valles, nivel local. En Sanjo.sé (Mlchoacán) el partido Críticos radica.les se quejaban de Ja presencia
エゥN]⦅セー⦅_⦅セカゥ・セ。B que jugar el ェ オ・セセ[ァ[[Mイゥウエ[[ no en la zona montañosa), セ イ ッ ello no impi- de Jos terratenienI;es tom6"el control del muni- de los conservadores (usualmente, llamados
ácepr.andO la' réióri6i de la boca para セ ヲ オ ・ イ 。 L dió el resurgimiento de los intereses conser- cipio en 1936 y se consolidó durante la prime- "callistas", pero dicha etiqueta, como he su-
y hasta respaldando algún grado de refonna; \'<ldores en la década del cuarenta. El cambio ra pane de la década del cuarenta; en Ara:nda, gerido, resulta un tanto cambiante y confu-
ー ・ A N N セ エ 。 ュ q N ゥ N セ j u ᄃ j ゥ ゥ エ ゥ N セ q A Z l c p ョ N 」 ゥ ・ イ エ ッ ..éxitoJas agrario estructur.1!, producto de la moviliza- la oligarquía local recuperó el control directo sa): en el Ministerio c;le Fomento, en numero-
h?_<:_ursi?_nes _de ャ セ CTM y de Ja CNC, mante- ción popular, no condenó a muerte a la bur- del municipio en la década del cuarenta. 1,,. sos estados (y territorios, tales como Quinta-
niendo de_ セ ウ ゥ ャ ャ ヲ ッ セ e_l_poder セ ョ sus propias guesía regional; a pesar de que los forzó a Este patrón uniforme de イ ・ 」 オ ー ・ イ 。 」 ゥ ￳ ョ ⦅ セ 「 オ イ na Roo), en las municipalidades, y entre los
NQNャQセゥZゥッウL⦅ y ・ ョ I セde ..セ オ セ aliados en la elite. 1.W resguardar sus defensas y, en algunos casos, a gue"Sa" cleriv6dei;168ica interna del carde- militares (donde, aparte de los famosos casos
En Chiapas, el gobernador Victórico Gmjales cambiar sus recursos económicos de la agri- niSIDO, Y.Pudo セ セ セ セ ゥ 「 ャ ・ gracias a·ella. <:g_ffi9 de Almazán, los generales como Pablo Quiro-
(1932-36) favoreció abiertamente al sector cultura a la industria, el comercio y la ganade- ィ セ セ A ァ エ ャ イ イ ゥ N セ ョ セ ⦅ 、 ッ L el cardenismo fue una "reli- ga y Alejandro Manje tenían reputación de
terrateniente y resistió la refonna, c01nbarien- ria. La acción de retaguardia de Yocupicio pre- giónn tolerante. Al deponer a Cailes, Cárde- pro-empresarios y pro-Iglesia). 135 régimen E;
do las iniciativas deJ gobierno central con pa- sagió la recuperación conservadora de los ョ セ ウ tuvo que hacer tratos con la derecha y cardenista, en otraspalab_ra_s, ヲ オ N セ ..<;:Q!onizad.o
ranoia provinciana y asesinando a los líderes cuarenta: en 1943 Abelardo Rodríguez, el con la izquierda. Durante un tiempo, la ma- por una エ ョ オ ャ エ ェ ァ ァ [ ャ ⦅ 」 [ ャ N ・ ⦅ G N G ウ 。 ャ エ N 。 ュ 「 ゥ ア オ セ M ァ ゥ イ 。 ウ 。
obreros y agrarios de Ja zona. 131 Aunque el modelo del conservadurismo oficial norteño, イ セ オ ゥ 、 ⦅ セ a fayor del radicalismo; hasta les", conversos tácticos de la. "mafia callistan. 136
desalojo de Grajales produjo una refonna agra- asumió como gobernador; Jos rodriguistas y
ria significativa, ésta pronto siguió el camino los callistas controlaron Sonora hasta la déca-
de la cooptación: en 1940 un gobernador pro- da del cincuenta. 13i En San Luis, donde los 133. Márquez, "Gonzalo N. Santos". Véase también el informe del coronel Miguel Badillo, Tantoyuca, a
empresario -y amigo de Ávila Camacho- cardenistas -el Presidente y la CTM- dieron Cárdenas, 18 de junio de 1938, AGN!FLC 606.3{206, que describe la lozana supervivencia de cedillistas
manejaba las riendas y, a fines de la década un golpe muy importante deponiendo a entre las autoridades municipales y las reservas (militares) locales de !a región, quienes ·se han acogido la
del cuarenta, estaba nuevamenre en el poder Cedilla, esto no significó el fin del cedillisn10, protección del senador Gonzalo N. Santos a quién reconocen como jele".
la vieja camarilla mapache/grnjalista. En So- 134, González, Pueblo en vilo, p. 186: Martlnez Sa!daña, "Formación y transformación de una oligarqu!a", p.
menos aún del caciquismo; más bien, el subse-
nora, la derrota del impuesro régimen callista 71. No es que Arandas haya sido alguna vez un semillero de la reforma: véase el informe de Miguel Morones
cuente vacío político fue ocupado por un nue- de la Vanguardia Cardenista Arandense, 28 de febrero de 1938, AGN/DGG 2.311.6 (11). caja 252, t. l. sobre
llevó, irónicamente, a la instalación de un go- vo cacique más ··moderno", Gonzalo Santos, los esfuerzos 、 セ ャ 。 ウ autoridades municipales "hasta para entorpecer cualquier intento o esfuerzo de que las
leyes obreras y agrarias tengan efectividad".
135. Informes a Múgica de J. Hernández Solís, 2 de enero de 1934; anón., 2 de juJlo de 1936; anón., Dolores
Hidalgo, Gte., 12 de agosto de 1935; José Berger, Guadalajara, 10 de octubre de 1935; AFM 106{5, 181, 15.
130. Buvé, "State Governors and Peasant Mobilization in Tlaxcala". Compárese la critica for!lsima a Saturnino 81. Compárese también Ignacio Tovar, Cd. Victoria, Tamps., a Emilio Portes Gil, 24 de abril de 1936, AGN,
o ウ セ イ ョ N ゥ ッ L el cacique 、 セ Ouerétaro, y sus secuaces violentos, corruptos y pseudoradicales: "lodos[ ... ] tlamantes Emilio Portes Gil, Archivo Particular, caja 68, exp. 5; José Moreno, Tehuacán, Pue., a Cárdenas, 24 de abril
soc1ahstas. aunque ninguno tiene antecedentes revolucionarios": José Siurob a Cárdenas, n. d. 1935 AGN/ de 1936, AGN/DGG, 2.311.8, caja 35A ("todavla impera en esta región un reducto del viejo callismo refundi-
FLC 605.3/49. ' ' do dentro del -partido- laborista"}. En el momento en que México entró en la Segunda Guerra Mundial,
131 .. Armando Ordónez, Confederación Campesina y Obrera del Estado de Chiapas. Tuxtla, a Múgica, 7 de Manje (aún definido como callista) era uno de los tres generales de más alto rango, que comandaba la zona
septiembre de 1935, AFM, 106/55; Benjamin, RichLand, Poor People, pp. 181-91. de !a costa del Golfo: Oavidson, Ciudad de México, al Foreign Oflice, 17 de enero de 1944, FO 371/38302,
132. Aniceto López a Cárdenas, 8 de abril de 1936, AGN/FLC 559.3/25, denuncia Ja "odiosa camarilla" de Jos AN 927. Se dijo que Manje habla conspirado no sólo con los Cristeros (informe Berger} sino también con los
callistas de Sonora, es decir. "nefastos o corrompidos callistas que se hacen pasar por cardenistas dislra- guardias blancos de las haciendas en Jalisco: Jorge Regalado, "Los agraristas", en Laura Patricia Romero
コ 。 、 セ ウ B Para leer la historia completa, véase Carlos Moneada O., "El escenario politico de Sonora", en Carlos (coord.), Jalisco desde la revolución: Movimientos sociales, 1929-40, t. IV (Guadalajara, 1988). pp. 140-41.
Martme: Assad {ed.), Municipios en conflicto, México, 1985, pp. 31-35 y Adrian Bantjes. "Politics, Class and Sobre la permanente influencia de la facción Aiva Palacio (callista) en el estado de México. véanse las
Culture in Postrevolulionary Mexico: Cardenismo and Sonora, 1929-40", tesis de doc1orado, Universidad de numerosas peticiones (aprox. enero de 1936) en AGN!DGG 2/311 M (12) 21545, caja 208.
Texas en Austln, 1991. 136. Felizardo Frias a Múgica (informe sobre Sonora), 29 de octubre de 1935, AGN/FLC. 559.3/25.

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¡,
1

AlanKnight Cardenisrno: ¿coloso o catramina?

Después 、 ・ セ 19.38, a medida que el sol transi- co durante la década del cuarenta. Con10 lo Luis Montes de Oca, el presidente del Banco coalición cardenista mism;i.s..e:Ji:agmentá,.per-
taba por el. cielo político, de la izquierda a Ja han demostrado claramente los historiadores, de México, declaró alborozadamente que ''el qiendo segv..jdores :y_sQOI\:and_Qª-u N ・ セ p N A イ ゥ j u 、 セ
·derecha, los girasoles lo siguieron fielmente; este giro ya se estaba produciendo mucho comunismo está muriendo en México" N Q セ R A } セ 」 ィ 。 N Tal vez, este resultado fue. inevitable,
p:lra eÍlos, el régimen cardenista no fue tan[O antes de que Cárdenas tenninara su manda- medida que transcunian los años de Ja guerra, セ セ セ セ 」 オ ・ ョ 、 。 de 」 [ Y Q I セ セ N ゥ セ ⦅ セ ゥ c _ q セ セ ェ A ャ ᄉ ■ ア セ ・
una causa por defender sino un interludio que to.1.i.9 e セ Y j X ⦅ ケ ⦅ ャ Y T P L ・ ョ ヲ イ ・ ョ エ 。 ョ 、 ッ ⦅ ァ セ _ カ ・ ウ los ideólogos cardenistas de antaño parecie- cas al tratar de refonnar una sociedad B 」 。 ー ゥ セ セ
debían sobrevivir). dificultades económicas y desafíos políticos, ron desorientarse. Efrén Buenrostro, el presi· li.Sta 、 ・ ー ・ ョ 、 ゥ ・ ョ エ ・ セ sin producir confrontacio-
De esta forma, el retroceso セ ・ A ⦅ 」 。 イ セ セ ョ ゥ ウ ュ N ッ ei" ァ セ 「 ゥ ・ イ ョ ッ recortó los gastos. Puso freno a dente de Pemex en 1944, estaba "muy afec- nesreYO!uciOillirias impar.antes, y al intentar
resultó ser rápido y c Z セ ス エ R ᄃ ⦅ q ᄋ A _givel fe{l_eyal, ウ オ セ イ j _ 。 s y c N _ N ⦅ i ⦅ G ⦅ G N セ セ ャ セ ⦅ 。 ウ エ Y ..セ セ M \ Z ゥ 。 ⦅ ャ N [ en conse- tado por los eventos"; Ramón Beteta, que aun solucionar los problemas de producción y dis-
la§_adJ?i_nistracjones 、 セ ⦅ ￁ N カ ゥ ャ 。 Carnacho y Ale- cuencia, expulsó a muchos de sus antiguos en 1938 parecía un narodnikradical, al pro- tribución simultáneamente. 145 Pero, el fracaso
mán comenza_ron camJ::>iando el ー ・ イ セ Y ョ 。 ⦅ ャ ⦅ 、 ・ ャ seguidores y Ja perjudicial campaña presiden- n1eter que México podía eludir los males del fmal del cardenismo, inevitable o simplemente
c M セ M [ キ ・ ウ ッ Z él-p;;tldo,_ ゥ 。 セ ァ セ 「 セ ヲ A ゥ 。 c ⦅ ゥ セ ョ ・ セ ⦅ ケ J_OS cial de 1_940 esrt.iVO..S18_n-i(fa_ ー ᅵ ヲ M ᄀ 。 セ ・ ウ ゥ t  B ウ ゥ ￳ ョ capitalismo, en 1947 se desempeñaba como probable, tuvo mucho que ver con sus debili-
siO.ctiOúos: Ávila Camacho gradualmente (el ァ セ ヲ 。 Q ·Y ia ⦅ 、 セ ヲ ・ 」 」 ヲ ￳ ￱ ᄋ ᄋ 、 ・ セ Q 。 ウ ᄋ ᄋ ヲ ᄀ [ ・ M イ ゥ ⦅ セ ウ ministro de Economía en el gobierno de Mi- dades intrínsecas, que tanto sus seguidores y
cardenismo, aunque en decadencia, estaba 」 。 イ 、 セ ゥ s M エ 。 s --incluyendo a los sindicalistas y guel a ャ ・ ュ £ ョ Q セ S opositores se resistían a proclamar. A los se-
i'
' lejos de estar muerto), Alemán (que no sólo ej{clatarios- a la oposición ahnazanista. La re- Este giro ideológico en parte fue producto guidores, por supuesto, les gustaba declarar
planificó los famosos charrazos sino que tam- tórica se atenuó junto con Ja política y Cárde- de las inexorables エ セ p N セ M M Y j A s N N ゥ ョ エ ・ イ ッ 。 」 ゥ ッ ョ 。 ャ ・ ウ N que la historia estaba de su lado (muy probable-
bién presidió una importante rotación de car- nas pennitió (aparentemente, sin gestarla en Salvo por una breve interrupción de 1939 a mente, estaban convencidos de ello) ..Los
gos políticos) en forma brusca y decidida. 1r forma activa) Ja sucesión de un PRMista n10- 1941, el Comíntem abogó por el frentismo • opositores, estableciendo precedentes expli-
La creencia cardenista/loinbardista de que las derado, cuya propia retórica de c:unpaña se popuia_Tf 135Uffiersión de los partidos cornu- cativos que seguirían fielmente una genera·
organizaciones populares de la década del distinguía muy poco de la retórica de su opo- niStas·deñtro de regímenes "burgueses''. pro· ción posterior de historiadores, dtnunciaban
treinta -en especial la CTM- podrían mante- nente conservador. 140 gresistas. Aún más importante resulta el he- el carácter "totalitario" del cardeni.Sñió;-su 」 。 セ
ner viva la llama durante la década del cua- Los contempor.íneos tenían dar.a concien- Cho de que la guerra vinculó la economía rácter no democrático, intervencionista, de
renta y aun después, con1enzó a parecer de- cia de que se estaba produciendo un cambio mexicana a la norteamericana hasta un punto coloso. Eri. mi opinión, ambos alimentaban ilu-
cididamente ingenua. Al período de colabo- ideológico. El dirigismo y el 」 [ ッ A セ 」 エ ゥ カ ゥ ウ ュ ⦅ q L j Y ウ nunca antes conocido. La colaboración eco· siones. El cardenismo fue un vehículo de_cam-
ración con los EE.UU durante la guerra si· ele1nentos típicos de fa econo.mfa PC?lítica_ ?.e nómica durante los tiempos de guerr.a. impul- bio mucho más débil de lo_que sostenían tan-
guió la retórica y la pr.íctica de la Guerra Fría: lo:S.i:Teinla, er;in puestoS en tela de juicio cada só la industria, provocó inflación, e hizo nece- to sus seguido.res como sus opositore{i .. Esto
el prometido -o ten1ido- regreso cardenista カ セ ゥ N cc;in más frecuencia; sus protagonistas ,sario que se disciplinara al sindicalismo. 1..,.. Por ョ セ ア オ ゥ ゥ Z ⦅ イ セ __decir, por supuesto, que su trayec-
nunca se produjo, ni siquiera en 1952, rnl perdían seguridad, sus críticos ganaban terre· último, la_querra Frfa legitimó los ataques エ セ イ ゥ 。 reformista sea insignificante. Por el con-
vez la última y mejor oportunidad para su no. Los observadores extranjeros se alegraron contra los comunistas, y hasta contra los trario, el régimen cardenista forjó cambios
retomo. 1:111 de infonnar que "la gran mayoría del pueblo c:ardenistas. P_ero Jos factores internos, tan1- decisivos: la refonna agraria y A 。 「 ッ セ M セ ᄎ M セ la
Este cambio en el personal político (o en pensante de México está cansada ahora del bién, fueron decisivos para producir esta im- cual pudo contar con el decisivo apoyo po-
algunos casos, el retorno del viejo personal) socialismo", de allí que se pudo predecir con portante reorieñfución política. Los cardenistas pUfa.Í); la naCionalización de la industria del
fue paralelo al bien conocido giro en las baslante seguridad que "la tendencia de fueron desalojados -y hasta cierto punto, petróleo; la reorganización del panido gober-
políticas y la ideología que experimentó Méxi- los próximos años será hacia la derecha".H 1 desacreditados-- porque los opositores tanto nante. Pero el resultado final de estas políti-
dentro del partido como fuera de él pudieron cas estuvo lejos de alcanzar las metas que
acumular un alto grado de apoyo; y porque \a 「 セ ウ 」 。 イ ッ ョ los diseñadores de la polílica
137. González, Pueblo en vilo, p. 206, citando a Salvador Nó110 sobre el relevo político en la adminis1ración
en 1946. Luis Medina, Historia de Is Revolución Mexicana, Periodo 1940-52. Civilismo y modernización del
auloritarismo, México, 1979: es un pionero en el análisis de este período tan crucial.
138. A menos que se considere 1988. 142. Memorando de la conversación de Fle1cher, Embajada Británica, Washington. y E. D. Auiz, ex cónsul
139. Harnilton, Umits of State Autonomy, cap. 8: Albert L. Michaels, "The Crisis or Cardenismo", Journal ot general de México en los EE.UU., 5 de agosto de 1940, FO 371/24217, 3818.
Latin American Studies, vol. 2. 1970, pp. 51-79. 143. Sanford A. Mosk, Industrial Revolulion in Mexico, Berkeley, 1950, p. 58.
140. González, Los días del Presidente Cárdenas. p. 259. 144. Niblo. "The lmpacl ofWar".
141. Davidson, Ciudad de México, al Forelgn Office, 4 de enero de 1940. FO 371/24217. A813. 145. Hami!ton, Limils of S!ateAulonomy. P- 285. Se han dirigido cri!icas similares a la revolución boliviana.

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Al:mKnight

cardenista (en algunos casos, este alejamien- manera, justificaron Jos fuenes temores de los El cardenismo revisado: VII
to se hizo evidente aun antes de 1940). Des- empresarios y los conservadores. La capara-
pués de 1940, las instituciones cla"es del zón institucional del cardenismo pennaneció, la tercera vía y otras utopías inciertas*
cardenismo -el ejido y la escuela socialista, la pero su dinámica interna se perdió. En otras
CTM, la CNC, y el PRM; Pemex y los Ferroca- palabras, nue\'OS conductores se apoderaron 11.án Semo**
niles del Estado- apenas satisficieron Ja gran de la catramina; vol\'ieron a afinar el n1otor,
esperanza radical de mediados de Ja década cargaron nuevos pasajeros;-Y luego la condu-
del treinta; tampoco, para decirlo de otra jeron en una dirección bastante diferente.

IEI ascenso de Lázaro Cárdenas a la presiden- De la Revolución de Octubre sólo queda


cia del país en 1934 111arca la últin1a estación una in1agen vaga de la naturaleza de su obra.
de Ja Revolución mexicana. Prolongación y Los historiadores contemporáneos han queri-
revocación de los años veinte, el cardenismo do encontrar "reglas" y "leyes" que expliquen
es el corolario más inesperado de la Constitu- este tránsito. Es una labor de Sísifo: una vez
ción de 1917. Ranke Jo habría referido acaso en la cima de "la teoría" hay que empezar de
como una proyección de su metáfora favori- nuevo. Así como ninguna revolución habría
ta: la historia es la lección de lo imprevisto. La sido posible si sus procigonistas supieran de
distancia que separa a la presidencia de antemano su desenlace final, "las leyes" que
Venustiano Carranza del inédito movimiento podrían explicarla son igual de inexpugnables.
político y social que encabezó el general La razón es sencilla: no existen. El misterio de
michoacano en Jos años treinta, es !a misma las revoluciones modernas es su singularidad,
que existe entre los empeños del viejo régi- su car.'ícter único, irrepetible. Son las grandes
men por moldear la rebelión social y los afa- disidentes de la historia.
nes del nuevo régimen por encontrar la natu- La reforma política y social promovida por
raleza de un orden político y social estable. Lázaro Cárdenas no sólo se distingue por su
Vista desde Ja perspectiva de esta parábola, compleja ubicación en la historia contempo-
Ja Revolución mexicana no fue distinta a otras r:ínea del país, sino por la an1bigüedad de su
revoluciones modernas. La Revolución ingle- paso por la política nacional. Fue el último
sa tardó un siglo y medio en recorrer la mis- régimen encabezado por un caudillo y el pri-
ma distancia, mientrasque la Revolución fran- mer gobierno propiamente instirudonal. Como
cesa lo hizo con más celeridad aunque en ello ninguno de sus predecesore.s concentró el po-
se llevara medio siglo. la Revolución rusa pa- der del Estado en manos de Ja presidencia,
reda haber consumadÓ el reconido en tan sólo pero fue el primero que la abandonó por motu
una década y media hasta que las reformas de pi-opio. Tuvo su origen en la acción de un
/\1ijail Gorbachov disolvieron este espejismo. grupo de hoinbres de arn1as cuyo propósito

• Este arHcuto fue publicado en Revista Mexicana de Sociología. Año LV. Nª2, abril-junio, 1993.
•• llán Semo es profesor de Hisiona de México en la Universidad Iberoamericana en México, D.F. Este
ensayo fue elaborado gracias al auspicio del Social Science Research Council. En su versión inicial fue
presentado en el seminario sobre movimientos sociales que dirige Friedrich Katz en la Universidad de
Chicago. Quisiera agradecer al profesor Katz, así como a Robin Derby y Richard Turlts, sus generosas

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