Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cada día, nuestro oído recibe innumerables estímulos. En casa, en el trabajo, en tiendas,
colegios… La exposición a ruido por encima de los 85 decibelios, puede dañar nuestro oído
provocando pérdida auditiva, acúfenos, pitidos y zumbidos permanentes.
Lugares de trabajo con alto nivel de ruido constante: fábricas con maquinaria, locales
nocturnos, zonas de construcción… Si es tu caso, protégete con cascos o tapones para el
ruido.
Escuchar música con cascos a volumen demasiado alto, algo muy usual en los jóvenes. Lo
ideal es no subirlo por encima del 60% del volumen máximo, y escucharlo durante máximo
60 minutos seguidos. Si el volumen tapa el ruido de fondo, está demasiado alto.
Conciertos y locales nocturnos. Una música demasiado alta puede dañar el oído. Un
síntoma es escuchar pitidos prolongados. Para evitarlo, haz pausas de 5 minutos saliendo del
local.
Jornadas de caza, con sonidos repentinos de disparos que pueden provocar un daño
inmediato y permanente.
Bastoncillos de algodón: se recomienda utilizarlos para limpiar sólo a parte exterior de la
oreja, no así la interior, para evitar perforar la membrana timpánica.
Edad: a partir de los 50 años conviene revisar tu oído una vez al año.