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El ciclo hidrológico o ciclo del agua es el proceso de circulación del agua entre los
distintos compartimentos que forman la hidrósfera. Se trata de un ciclo
biogeoquímico en el que hay una intervención mínima de reacciones químicas, porque
el agua solo se traslada de unos lugares a otros, o cambia de estado físico.
El agua de la Tierra se encuentra en su mayor parte en forma líquida, en océanos y
mares, como agua subterránea, o formando lagos, ríos y arroyos en la superficie
continental. La segunda fracción, por su importancia, es la del agua acumulada como
hielo sobre los casquetes glaciares antártico y groenlandés, con una participación
pequeña de los glaciares de montaña de latitudes altas y medias, y de la banquisa. Por
último, una fracción menor está presente en la atmósfera en estado gaseoso
(como vapor) o en estado líquido, formando nubes.
El agua tiene una importancia fundamental en el desarrollo de la vida en el planeta.
Cubre el 70% de la superficie, y sus propiedades controlan las condiciones climáticas
que hacen factible la vida. Es uno de los solventes más poderosos que existen, y es uno
de los vehículos de transporte de materiales más importante, tanto dentro de los seres
vivientes, como en el entorno físico.
Las fuerzas gravitacionales y la energía solar constituyen las principales fuerzas
motrices del ciclo hidrológico. La gravedad afecta la circulación de los ríos y aguas
subterráneas, mientras que el resto del ciclo hídrico, es determinado por la energía solar.
La absorción de dicha energía genera evaporación de las aguas superficiales, tanto
continentales como oceánicas. Además, una pequeña fracción de la energía solar
incidente, genera los vientos y las corrientes, que ayudan a la circulación de la
atmósfera y las masas de agua.
Otro efecto adicional del ciclo hidrológico, deriva de la gran capacidad solvente del
agua. La lluvia absorbe aquellos compuestos solubles presentes en la atmósfera, tales
como: O2, N2, CO2 y óxidos de S y N. Esto último puede incrementar
significativamente la acidez de las lluvias. A su vez, la escorrentía debida a las
precipitaciones, disuelve los compuestos solubles del suelo y las rocas, proceso que es
facilitado a bajo pH. Como resultado de esto, la escorrentía que llega a los ríos, lagos y
mares, es rica en compuestos disueltos, que luego pueden formar compuestos
insolubles, y precipitar o sufrir nuevas transformaciones químicas.
El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la superficie del
océano. A medida que se eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en
agua: es la condensación. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego caen por su
propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua cae como
nieve o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia.
El ciclo del agua tiene una interacción constante con el ecosistema ya que los seres
vivos dependen de esta para sobrevivir, y a su vez ayudan al funcionamiento del mismo.
Por su parte, el ciclo hidrológico presenta cierta dependencia de una atmósfera
poco contaminada y de un grado de pureza del agua para su desarrollo convencional, y
de otra manera el ciclo se entorpecería por el cambio en los tiempos de evaporación y
condensación.
Los principales procesos implicados en el ciclo del agua son:
Las tablas siguientes muestran las reservas de agua en la Tierra, así como los flujos
anuales más importantes. Se observa que existe un flujo de agua neto desde los océanos
a la tierra (equivalente a 46 1012 m3 /año), el que retorna al mar vía los ríos y acuíferos
subterráneos. El tiempo de residencia medio del agua en la atmósfera es del orden de 8 a
9 días, mientras que en el mar es del orden de 4000 años.
Es importante considerar que el agua fresca, incluyendo aquella existente en los polos,
glaciares, acuíferos subterráneos, humedales, ríos, lagos y otras fuentes superficiales de
agua dulce, corresponde al 2,69% del total existente en la Tierra.
TABLA 1: RESERVAS DE AGUA
LUGAR 𝟏𝟎𝟏𝟓 𝒎𝟑 %
Océanos 1350 97,31
Polos y glaciares 30 2,16
Acuíferos subterráneos 7 0,50
Lagos, ríos, humedales y otros 0,4 0,029
Atmosfera 0,01 0,001