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PRINCIPALES ASPECTOS DE LA LEGISLACION MINERA ARGENTINA

SINTESIS

AÑO 2013 -

Recopilado por MGS.Ing.Miguel A. Beninato

BREVE SINTESIS DEL CODIGO DE MINERIA

El Código de Minería (CM) sancionado por el Congreso Nacional el 25 de noviembre de 1886, establece los sistemas de dominio
respecto a las substancias minerales y determina como se adquiere, como se conserva y como se pierde el derecho a aprovechar
los yacimientos minerales.

Por disposición de la Constitución Nacional (Artículo 75, inciso 12) existe un sólo CM para todo el país, correspondiendo su
aplicación a las autoridades nacionales o provinciales según donde estuviesen situados los recursos mineros. El CM establece los
derechos de fondo y regula los procedimientos adquisitivos y extintivos de esos derechos, mientras que las Provincias establecen
las normas procesales formales para el ejercicio de tales derechos ante las autoridades mineras pertinentes. El CM ha sido objeto
de numerosas reformas, las últimas de ellas, de mayor importancia, fueron realizadas por las Leyes Nros. 24.498 (Actualización
Minera) y 24.585 (Protección Ambiental) ambas de 1995.

1. EL DOMINIO DE LAS MINAS.

El Estado Nacional y los Estados Provinciales tienen el dominio originario de las minas situadas en sus respectivos territorios (dado que el
territorio no marítimo está provincial izado prácticamente en su totalidad, la masa de los yacimientos pertenece al dominio originario provincial).

El Estado concede a los particulares la facultad de buscar minas, de aprovecharlas y disponer de ellas como dueños, con arreglo a las
disposiciones del CM.

La propiedad particular de las minas se establece por la concesión legal. La concesión es legal porque emana de las disposiciones del CM y ni
la autoridad ni el interesado pueden modificarlas ni establecer condiciones, modalidades etc. que se aparten de lo normado en dicho cuerpo
legal.

El concesionario de una mina es titular de un derecho real inmobiliario, equiparable al derecho de propiedad (sujeto a las condiciones de
conservación del derecho que el CM establece). Este derecho es exclusivo, sin límite temporal, transmisible por contrato o por causa de
muerte, susceptible de hipoteca y demás derechos reales admitidos por el derecho común y por el propio CM. El Estado no cobra precio alguno
por la concesión de las minas, no obstante para su conservación debe abonarse un canon periódico.

2-CATEGORIA DE MINAS.

Existen varias categorías de minas.

Las de primera categoría están formadas por las principales sustancias metalíferas, no metalíferas, los combustibles minerales sólidos y las
fuentes geotérmicas (vapores endógenos). Se conceden al descubridor.

Las de segunda categoría están formadas por las substancias metalíferas no previstas en la primera categoría y las salinas, salitres y turberas.
Esta categoría se concede preferentemente al propietario del terreno y, si éste no ejerce en término la preferencia, al descubridor. Dentro de la
segunda categoría se incluyen también las sustancias metalíferas y piedras preciosas que se encuentran en los lechos de los ríos y aguas
corrientes y los placeres. También comprenden los desmontes, relaves y escoriales de minas y establecimientos abandonados. Pero estos
casos se destinan al aprovechamiento común -explotación colectiva- aunque pueden ser objeto también de concesiones exclusivas.

Las sustancias de tercera categoría están formadas por el grupo de rocas de aplicación, cuyo conjunto forma las canteras, y pertenecen
exclusivamente al propietario del terreno.

3-EXPLORACION Y EXPLOTACION.

Con respecto a las sustancias concesibles de la primera y segunda categoría, toda persona física o jurídica (nacional o extranjera) con
capacidad de adquirir derechos puede ser titular de derechos de exploración y explotación minera.

La explotación de las minas, su exploración, concesión y demás actos consiguientes, revisten el carácter de utilidad pública.

a. EXPLORACION.
La exploración no es una instancia obligatoria ya que puede adquirirse la concesión de una mina por un descubrimiento directo.

No obstante la figura jurídica de la exploración minera (también llamada cateo) es de suma relevancia ya que constituye el proceso técnico
natural para llegar a determinar la existencia de un yacimiento económicamente explotable. El CM regula el derecho de exploración o cateo con
las siguientes principales características:

La concesión de exploración otorga un derecho exclusivo, de manera que toda mina descubierta por un tercero dentro del perímetro de la
concesión corresponde al titular de ésta, no al descubridor.
La extensión superficial de cada concesión de exploración puede alcanzar 10.000 Ha. Los vértices de la figura del terreno que se solicita deben
indicarse mediante las coordenadas Gauss-Krüger correspondiente. La misma persona no puede poseer más de 20 concesiones por provincia,
o sea 200.000 Ha. Las concesiones pueden ser conjuntas o separadas. Se otorgan por unidades de medida de 500 Ha. o fracción.

El plazo de exploración es de 150 días corridos por la primera unidad de medida de 500 Ha. o fracción concedida, sumándosele 50 días más
para cada unidad (o fracción) adicional que se haya concedido. EL máximo plazo posible son 1.100 días por cada concesión de 10.000 Ha (es
decir 20 unidades de medida) otorgadas.

El explorador debe presentar ante la autoridad minera un programa mínimo de trabajos, a cuyo cumplimiento se encuentra obligado. La
concesión puede ser revocada de oficio o a pedido de parte si no se cumple el programa de trabajo presentado.

El permiso se concede previa publicación de edictos en el Boletín Oficial.

El titular del permiso de exploración o cateo puede manifestar (es decir, requerir la concesión legal) la cantidad de minas que descubra dentro
del perímetro del permiso (respetando los máximos en materia de pertenencias que más adelante se verán).

Por el cateo se debe pagar al Estado concedente un canon por una sola vez, al presentar la solicitud. Su importe es de $ 400 por unidad de
medida de 500 Ha. o fracción.

b. EXPLOTACION.
Como se ha dicho, el interesado puede tener acceso a la explotación a través de un permisos de exploración o de un descubrimiento directo.
Se considera descubridor al primero que solicitó el registro de la mina, salvo que esa prioridad resulte de dolo o fraude .

En ambos casos mencionados en el primer párrafo de este apartado, debe hacerse la manifestación de descubrimiento ante la autoridad
minera, cumpliendo los requisitos impuestos por el CM, de los cuales los más importantes son: indicar el punto de descubrimiento y el área
destinada al reconocimiento exclusivo, los cuales deberán ser identificados mediante las coordenadas en uso en la cartografía oficial, que
actualmente son las Gauss-Krüger.

El área de reconocimiento puede alcanzar hasta el doble de la superficie del máximo de pertenencias de explotación que puede requerirse.
Esta área ha sido establecida para permitir la adecuada ubicación de las pertenencias, que se efectúa a través de los procedimientos de
mensura; el excedente del área queda liberado una vez aprobada la mensura por la autoridad.

Además el manifestante debe acompañar con la manifestación una muestra del mineral descubierto. Desde el día del registro el descubridor
está autorizado a iniciar la explotación del yacimiento, sin que las eventuales oposiciones puedan interrumpir la ejecución de los trabajos de
explotación.

El manifestante está obligado a publicar a su costa edictos en el Boletín Oficial, citando a todos los que se crean con derecho a oponerse al
descubrimiento. (Las causales de oposición pueden ser de distinta índole, ej.: superposición de la manifestación con un cateo de terceros; o si
el propietario del suelo niega la existencia del yacimiento o la categoría de la mina denunciada; o si se presenta un socio en el descubrimiento
que ha sido ignorado en la solicitud, etc.

El manifestante está obligado a realizar, dentro de los cien días a contar del registro de la manifestación, la labor legal que ponga en evidencia
las características del yacimiento descubierto, condición ésta indispensable para la ubicación correcta de la concesión de explotación.

Vencido el plazo para la ejecución de la labor legal y hasta treinta días corridos después el descubridor deberá peticionar la mensura y
demarcación de las pertenencias (lotes) que integrarán la mina, definiendo allí su cantidad dentro de los máximos permitidos por el CM.

La petición de mensura es también objeto de publicación en el Boletín Oficial, a efectos de las oposiciones a que hubiese lugar.

El testimonio de la diligencia de mensura y de su aprobación y registro constituye el título formal de la propiedad de la mina.

En otro orden de ideas, se señala que el proceso de explotación de minerales, incluyendo su comercialización, goza de una exención
impositiva, dada por el mismo CM, en el orden nacional, provincial y municipal, por el término de cinco años contados a partir del registro de la
mina. Este beneficio se suma a los que establecen otras leyes de fomento de la actividad.

4- MINAS VACANTES

Otra forma de acceder a la propiedad minera mediante la concesión es la solicitud de minas inscriptas como vacantes, que son aquellas que,
teniendo un propietario original por descubrimiento, fueron declaradas caducas.

Se trata también de una concesión legal, no dependiente por ende de la voluntad de la autoridad, la que necesariamente debe concederlas al
primer solicitante.
El concesionario recibe la mina en el mismo estado en que la tenía el propietario precedente, con la sólo carga de abonar el canon adeudado
por el concesionario anterior, hasta la fecha de la caducidad.

5- AMPARO.

Amparo es el cumplimiento de las condiciones para mantener la propiedad minera en el patrimonio del concesionario.

Las condiciones de amparo son tres:

o Pago del canon minero.


o Inversión Mínima.

o Reactivación de la mina paralizada durante mas de cuatro años, cuando ello fuere exigido por la autoridad minera.
El canon de explotación es la contribución anual que hace el minero al estado concedente (nacional o provincial) para mantener en vigencia la
concesión. Se abona dividido en dos semestres de igual monto.Ante la falta de pago de una anualidad del canon y una vez transcurridos dos
meses, la autoridad minera intima el pago en cuarenta y cinco días. Si el concesionario no lo abona caduca su derecho. Los titulares de
contratos inscriptos que afecten la concesión (ej.: hipoteca, arrendamiento) podrán rescatar la concesión caduca pagando el canon adeudado.

El monto del canon está fijado por ley nacional (actualmente es la Ley Nº 24.224 de Reordenamiento Minero). Se establece por categoría de
minas. En términos generales los montos son, para las de primera, $80 anuales por pertenencia; las de minerales diseminados abonan $800
por pertenencia y las de segunda categoría $ 40.El descubridor está exento del pago del canon por tres años a partir del registro de la mina.

Inversión en activos fijos:

Además del pago del canon minero el concesionario debe realizar una inversión en activos fijos para la explotación de la mina no inferior a
trescientas veces el valor del canon anual que corresponda abonar a la concesión. La inversión debe encontrarse cumplida en el término de
cinco años (en los dos primeros debe invertirse el 20 % cada año; el remanente se invertirá en los tres años restantes). Caduca la concesión si
dicha inversión no se realiza en los términos establecidos.

Reactivación:

Si los trabajos de exploración o explotación de la mina se suspenden por más de cuatro años continuos la autoridad minera puede requerir al
concesionario un plan de activación o reactivación que deberá ser cumplido en el término de cinco años. La falta de presentación del plan o su
incumplimiento produce la caducidad de la concesión.

En todos los casos de caducidad (salvo cuando los titulares de contratos inscriptos ejerzan el rescate de minas caducas por deudas de canon)
la concesión debe inscribirse como vacante, a disposición del que la solicite en primer término.

5- SERVIDUMBRES y EXPROPIACION DEL TERRENO SUPERFICIAL.

El concesionario de exploración o explotación tiene el derecho de gravar los predios superficiales con todas las servidumbres que sean
requeridas para la realización de los trabajos, previa indemnización al propietario.

El concesionario de explotación goza de un derecho adicional que es el de exigir la venta forzosa del terreno que resulte necesario para la
instalación de los trabajos mineros y obras de infraestructura y servicios.

Como contrapartida, el concesionario puede ser obligado por el propietario a adquirir la superficie cuando la explotación tiene carácter
permanente o cuando el terreno ha quedado inapropiado para usos ordinarios.

6-PROTECCION AMBIENTAL.

El titular de un derecho, sea éste de exploración o de explotación, antes de emprender los trabajos está obligado a presentar ante la autoridad
competente un Informe de Impacto Ambiental previo al inicio de la actividad. La autoridad analizará este informe y dictará la Declaración de
Impacto Ambiental, aprobando las condiciones para que la actividad pueda desenvolverse preservando el medio ambiente. El informe de
impacto ambiental debe actualizarse en forma bianual.

7-REGALIAS PROVINCIALES.

A través de los años algunas provincias han establecido regalías sobre la producción minera cuyos valores no eran uniformes.A través de la
Ley Nº 24.196 de Inversiones Mineras se fijó el tope máximo del 3 % del valor del mineral puesto en boca mina.
Las modalidades y formas de cálculo y pago de las regalías están sujetas a las reglamentaciones provinciales.

8- PROCEDIMIENTOS MINEROS.

Como ya se dijo las Provincias establecen sus propias normas procesales para el ejercicio de los derechos regulados en el CM. La diversidad
en materia de procedimientos mineros , relacionada con nuestro sistema Federal, está en proceso de ser substancialmente atenuada por
iniciativas regionales y nacionales que tienden a la homogenización.

Legislación Minera Vigente. ( Medio Ambiente Minero) Ley 24585

1. Introdución

La protección del ambiente físico y de los ecosistemas está inexorablemente vinculada al bienestar económico de una nación. Es esencial un
desarrollo sustentable en el cual la explotación de los recursos naturales, la dirección de las inversiones, la orientación del desarrollo
tecnológico y los cambios institucionales, están conjugados armónicamente con el propósito de acrecentar tanto el potencial presente como el
futuro, para satisfacer las necesidades y las aspiraciones humanas. En esencia, el desarrollo sustentable es un desarrollo no meramente
ecológico, sino también económico y social.

Por este motivo, para abordar el tema del Régimen Jurídico Ambiental de la Minería, es necesario conocer previamente los principios de
economía que sustentan a la ACTIVIDAD MINERA, para que, con la aplicación de los instrumentos de la economía y política ambiental, se
establezca un sistema regulatorio específico para la industria minera, no la paralice ni entorpezca, sino por el contrario, viabilice su desarrollo
sustentable.

Si se acuerda que los trabajos mineros producen por sí mismos perjuicios y que estos son una consecuencia necesaria de aquellos, también
debe acordarse que cada sociedad fijará sus linderos en concordancia con el grado de urgencia que tenga en el desarrollo de la industria
minera y al grado de conciencia ambiental que posea. De esta manera podrá llegar en su permisibilidad más cerca o menos cerca de los límites
fijados por el sistema natural.

La legislación vigente contempla en el régimen ambiental minero, una normativa que intenta equilibrar:

 Las necesidades de las compañías mineras.

 La necesidad de una sólida protección ambiental.

 Las actuales capacidades y limitaciones del gobierno de la Argentina para regular la actividad minera en el país.

En la Argentina, el problema del deterioro del ambiente a causa de la explotación minera no ha llegado a adquirir caracteres graves dado el
escaso desarrollo de la actividad, la extensión del territorio y la lejanía de los lugares de trabajo. Todavía no se afrontan aquí, las cuestiones de
los países altamente industrializados y con una gran concentración de población en las regiones mineras.

2. Caracteres especiales de la economía y la empresa minera

La empresa minera ostenta caracteres tan especiales, que sólo el comienzo de su enunciación basta para prevenir sobre las sorpresas que su
conocimiento suele causar a las personas insuficientemente informadas.

- Empecemos por señalar que la actividad minera difiere de las otras industrias básicas, por su alto riesgo, por el largo período de espera de
rentabilidad y de retorno del capital, por el carácter generalmente intensivo del capital a invertir y por el alto efecto multiplicador que genera.
Esto, como compradora y prestadora de bienes y servicios de infinita variedad necesaria para atender las necesidades de la mina y de su
población, y como productora de materias primas minerales para nuevas industrias, para las que se amplían y para el comercio exterior
generador de divisas.

- A diferencia de toda otra industria convencional, cualquiera fuere su dimensión, no utiliza materia prima, sino que la crea; y a diferencia de
toda actividad comercial, no es una intermediaria, no es un comerciante.

- Debe la empresa asegurarse, en cambio, al emprender la explotación que cuenta en el subsuelo, con reservas medidas y evaluadas de
mineral –a la manera de las existencias o “stock” de materia prima por parte de industrias usuarias, pero por muchísimo más tiempo que éstas–
suficientes para obtener a través de los años de producción programados – generalmente entre diez y veinte años– el retorno del capital y la
rentabilidad calculada. Esa será la garantía, además, de su primer crédito de la banca. La tasa de rentabilidad debe ser lo suficientemente alta
como para permitir reinversiones en exploración, conducentes a “reponer” las reservas de mineral extraído –o sean las existencias o “stocks”
de materia prima a que se acaba de hacer referencia– pues, de lo contrario la empresa estaría condenada a su extinción, junto con el
agotamiento de la mina.

- Tanto la medición y la evaluación de las reservas de mineral, como las inversiones consecuentes que forman parte del estudio de factibilidad
del emprendimiento proyectado, integrado por: 1) la determinación de las características estructurales del yacimiento, 2) de los contenidos
útiles de la mena, de su comportamiento en planta piloto, 3) del estudio perspectivo del mercado por todo el largo período calculado para el
retorno de capital y la obtención de la rentabilidad consiguiente, 4) del ritmo de la explotación que resulten adecuados al requerimiento del
mercado según el estudio realizado, 5) del costo discriminado del laboreo de preparación o apertura de la mina, del de las instalaciones civiles
e industriales de superficie y de la estimación de la inversión de capital también discriminada; son todas ellas, operaciones técnicas de gran
complejidad y de gran costo, que involucran el alto riesgo que conlleva todo emprendimiento minero, porque el resultado final del costoso
estudio de factibilidad puede ser negativo y también puede evidenciar serlo, motivando su abandono en cualquiera de sus inquietantes etapas,
en todas las cuales las empresa habrá tenido que invertir capital de riesgo. Como se ha dicho, sin reservas de mineral medidas y evaluadas no
hay garantía que ofrecer para créditos, aún de la banca especializada.

- La empresa minera, a diferencia de toda otra industria, aún de la agrícola-ganadera, sigue afrontando el alto riesgo que le es característico
incluso cuando reinvierte utilidades en nuevas exploraciones que no logran localizar nuevas reservas de mineral, labores estas de las que, sin
embargo, ya se señaló como necesarias para que la empresa pueda prever hasta cuando podrá seguir operando.

- A diferencia también de otras industrias, es larga la lista de insumos que la empresa minera incorpora al proceso de producción.

- Los gastos de personal en la estructura de costos, suele ser del 60/70 %. Justamente, con referencia a este tema, se está en tratativas con el
gobierno chileno para firmar un tratado, específico para minería, que nos permita acceder a los puertos del Pacífico, facilitando de ese modo los
ingresos de las empresas en ambos países, así como la circulación y la radicación de las personas. Se consideró que dado que la minería
grande se va a desarrollar sobre la cordillera, los representantes de los sectores argentinos sostuvieron que hay que aprovechar la
infraestructura que tiene Chile en cuanto a fundiciones y a los puertos del Pacífico, fundamentales para llegar competitivamente al Sudeste
Asiático.

- Como no tiene posibilidad de elegir el lugar de su instalación, los servicios públicos tienen que ser prestados por ella, caminos con sus
puentes y túneles, energía eléctrica mediante usinas provistas regularmente de combustibles; agua para la población y la mina; vivienda para el
personal con sus servicios sanitarios; servicios médicos y de sanidad, con provisión de medicamentos; proveeduría general para el personal,
de alimentos, ropas, enseres del hogar, etc. La mano de obra, siempre migratoria en las montañas desérticas donde suelen estas situadas las
minas en la República Argentina, a la que se debe tratar de arraigar mediante las prestaciones antedichas y con otros beneficios si la empresa
se afirma económicamente (educación de menores, esparcimiento, lugares para la práctica de deportes, etc.).

- La empresa minera no puede diversificar la producción, sino únicamente agregarle valor mediante la fundición de mineral concentrado y
elaboración consecuente de productos semielaborados o elaborados, pero ello a costa de nuevas inversiones de capital intensivo e incremento
de los servicios. La suspensión del personal por reducción de ventas y acumulación excesiva de productos es de muy alto costo financiero,
porque la mina no sólo debe seguir siendo preservada de derrumbes y de la inaccesibilidad de sus labores, a través del debido control de las
fortificaciones y del bombeo permanente de las aguas subterráneas que suelen inundarlas, sino además porque tiene que seguir proveyendo
de los bienes y servicios esenciales a la población, dado que los trabajadores, si son o se dan por despedidos y se van de la mina, difícilmente
se los pueda luego localizar para que vuelvan y reanuden las labores.
- Con el tiempo y al revés de lo que ocurre en casi todas las otras industrias, el activo fijo pierde su valor , porque si la mina se ha agotado o no
puede seguir compitiendo en el mercado, como tal no vale nada, como tampoco valen las construcciones civiles y, por lo general, también las
industrias que no pueden desarmarse y transportarse con beneficio económico.

- Finalmente, hay que destacar, que nuestras zonas mineras están mal situadas geográficamente, como lo está el propio país respecto del
comercio internacional.

Desde las zonas mineras hasta los puertos de exportación hay alrededor de 1500 km. de flete, con los sacrificios propios de tener que trabajar
a los 3000 o 4000 mts. de altura, con nieves y con vientos y sin ninguna infraestructura inicial. Pero aún sobrepasando estos inconvenientes, la
mayoría de los países limítrofes son predominantemente mineros o con minería a gran escala en algunos rubros; con tales vecinos nos resulta
difícil competir en el mercado internacional, donde ellos, tienen claras ventajas en cuanto al flete marítimo.

- Con respecto a la política internacional y en especial al Mercosur, en 1994 se realizó un encuentro en la República Oriental del Uruguay, del
que participaron las más altas autoridades del sector minero de cada uno de los países miembros del Mercosur y, en calidad de invitados,
representantes Bolivia y Chile, quedando conformado el Subgrupo Minero del Mercosur. Este trascendente hecho fue dado a conocer a través
de la Declaración de Montevideo.

La creación de este grupo minero, que cuenta con el apoyo de la Comisión Bicameral de Minería del Poder Legislativo argentino, fue propiciada
en la Reunión de Río de Janeiro (junio 1994), organizada por el Instituto Nacional de Tecnología Minera (INTEMIN), de Argentina, y el Centro
de Tecnología Mineral (CETEM), del Brasil.

Los objetivos del Subgrupo Minero apuntan a incrementar el intercambio de minerales y derivados procurando obtener mayor valor agregado,
fomentar la realización de proyectos mineros en zonas fronterizas que permitan el desarrollo de las economías regionales, y a contribuir con
propuestas a la creación de un apropiado y eficiente sistema de transporte de minerales.

La armonización de las exigencias ambientales en el MERCOSUR no han sido aún dadas a conocer, aunque se ha realizado un trabajo
mancomunado entre Organizaciones de los cuatro países integrantes, a los efectos de sentar las bases de la misma, para contribuir en el
proceso de integración ambiental regional del MERCOSUR.

Después de esta enunciación de los principios económicos y de los caracteres especiales de la empresa minera, se comprenderá entonces,
porque el sabio autor del Código de Minería el Dr. Enrique Rodríguez haya llamado a esta industria “noble juego de azar amparado por la ley”.

Y se comprende también la necesidad de un régimen minero específico para una actividad económica también específica. Tal y tan necesaria
es la especificidad del derecho que proporciona el Código de Minería, que es difícil determinar cual es la mejor estrategia legislativa a aplicar
para “ambientalizar” los procedimientos mineros que la conforman; si a través de leyes especiales, si dentro del propio código minero, o por
intermedio de acuerdos federales; temas éstos que serán tratados oportunamente.

En la actualidad, toda la legislación minera, incluso la específicamente minero ambiental a nivel nacional, está contenida esencialmente en el
Código de Minería; en la Ley de Inversiones Mineras; la Ley de Reordenamiento Minero; el Acuerdo Federal Minero y en la Ley de
Actualización Minera recientemente promulgada.. Obviamente, lo anterior se refiere a la legislación de sustancias metalíferas, no metalíferas y
rocas de aplicación, dado que los minerales nucleares y los hidrocarburos –a pesar de ser minería– se rigen por leyes especiales.

Un importante avance en el tema fue incluir dentro de la Ley de Inversiones Mineras de 1993 (donde expresamente se excluye de su contenido
a los hidrocarburos), la obligatoriedad para las empresas inscriptas en dicho régimen, de constituir una previsión para la preservación del medio
ambiente deducible del Impuesto a las Ganancias, ello con el objeto de evitar que posteriores exigencias en materia ambiental, sean
consideradas violatorias en el sentido restrictivo al principio de estabilidad fiscal instituido por esta ley. Equivale al 5% del costo productivo.

Toda la Legislación Minera contempla las distintas etapas procesales del trámite minero para la exploración, explotación, desarrollo,
preparación y extracción de sustancias minerales. Es importante recalcar, que los procedimientos vigentes para la obtención de los derechos
mineros, no se ajustan a los preceptos del derecho administrativo ni del civil, solamente se aplican estos últimos en forma supletoria; ya que las
normas procesales mineras que se aplican son típicas de ese derecho, por su esencia y por su fuente.

3. Exploración

En la etapa inicial, o sea la de prospección, jurídicamente incluida en la de exploración o cateo, se hace una evaluación de los aspectos de
zonificación, es decir en qué lugares está permitida la actividad minera, y allí se realizan operaciones que tienen por finalidad la búsqueda de
minerales, las cuales pueden o no requerir perforaciones o remociones apreciables del terreno.

En la exploración, se dan la mayoría de los presupuestos económicos enumerados –ut supra– es la etapa de mayor riesgo, la de mayor
inversión de capital intensivo a fondo perdido, por la imprevisibilidad de lograr resultados positivos, y la etapa de mayor controversia entre el
propietario superficiario y el permisionario minero. La exploración se desarrolla en el ámbito de una superficie que constituye “el permiso de
cateo”, que es un área que el minero detenta exclusivamente por tiempo determinado para desarrollar las tareas de búsqueda de mineral.
Estas tareas, se ven normalmente interrumpidas por períodos que se denominan” de temporadas”, los cuales, como también se explicara
anteriormente, se deben a condiciones climáticas que impiden el trabajo durante seis meses, generalmente de Abril a Septiembre, por las
fuertes nevadas y el frío. El minero debe desarrollar todas sus tareas, mineras y las conexas, en los meses de primavera y verano e invertir sus
esfuerzos económicos y físicos en esa temporada.

Se comienza el trámite procesal ante la Autoridad Minera para obtener la concesión del permiso de cateo, mediante la presentación de una
solicitud a la que el Escribano de Minas le asienta un cargo indicando la hora y fecha de la presentación. Posteriormente, el Código de Minería
manda simplemente anotar los datos de dicha solicitud, según las coordenadas, en un Registro Gráfico. Con dicho pedimento se debe
acompañar también el pago del canon minero que asciende en la actualidad, a ($400)cuatrocientos pesos por cada 500 hectáreas solicitadas,
pudiéndose obtener hasta 200.000 hectáreas por provincia o sea en tal caso el minero deberá PAGAR la suma de $ 80.000.

Con la solicitud de Exploración, se deberá acompañar asimismo el Programa Mínimo de Trabajos a realizar, el cual deberá contener una
estimación de las inversiones que se proyectan efectuar, e indicar además los elementos, equipos y maquinaria a utilizarse en los mismos. Esta
exigencia está dirigida a que el explorador emprenda oportunamente los trabajos y los mantenga en actividad, de acuerdo por lo menos con el
Programa Mínimo por él elaborado. La Autoridad Minera, no puede rechazar ni aprobar este Programa, ni puede suspender la graficación de la
solicitud salvo que la información de cualquier dato complementario requerido por ella, resulte esencial para la determinación del área pedida.
La autoridad notifica posteriormente al propietario del suelo, y publica la solicitud con su proveído. Vencido el plazo de la citación, se concede el
permiso y se procede a determinar su situación en el terreno, inscribiéndose las diligencias en el correspondiente registro. Este proceso que se
acaba de describir, debe ser sumario, es decir no debería durar más de seis meses; sin embargo, pocas son las jurisdicciones locales que no
llegan a insumir varios años, con perjuicio para el peticionante, porque éste quiere emprender cuanto antes la exploración, bajo la seguridad
jurídica del permiso.

En la realidad, los pedidos de derechos mineros en áreas libres, sufren retrasos por razones no explicadas, a pesar que los solicitantes tengan
claros derechos establecidos por el Código de Minería. Esta situación, que crea una severa y negativa impresión a las empresas mineras, tanto
a las argentinas como a las extranjeras, subsiste, pero está siendo revertida con el aporte de mejores tecnologías para el trabajo y a través de
la concientización de las autoridades provinciales para eliminar este perjuicio a la inversión. Frente a situaciones como las descriptas, no es
fácil incorporarle al procedimiento de adquisición de derechos exploratorios, ingredientes ambientales que no contribuyan a incrementar los
efectos negativos creados por las administraciones provinciales y las empresas mineras provinciales.

4. Instrumentos Del Derecho Ambiental

Dentro de los instrumentos de la política y del derecho ambiental aplicables a la actividad minera, la evaluación de impacto ambiental (EIA),
como procedimiento analítico para determinar los efectos de la acción humana sobre el ambiente, es el más usado a nivel mundial. Tiene por
finalidad, sopesar el alcance de los efectos de las acciones propuestas, antes que las mismas se lleven a cabo, e informar a las personas con
poder de decisión, de las probables consecuencias de las acciones propuestas.

En Minería, desde, las solicitudes de cateo ya se solicitan que vayan acompañadas por la EIA. Dado que el estudio de impacto ambiental es un
proceso administrativo, una herramienta institucional para garantizar un desarrollo sustentable, este proceso debe tener entonces las garantías
de razonabilidad y de legalidad, es decir que estos actos tengan por un lado la presunción de constituir el ejercicio legítimo de la actividad
administrativa, y asegurarle al interesado que tendrá vista de lo actuado a los efectos de tener una oportunidad para fundamentar. No debe
descuidarse también el control, el monitoreo y la auditoría ambiental en los planes de manejo ambiental, para obtener mejores resultados y
prevenir efectos negativos de la actividad.

¿Cómo conjugar los principios generales de ambos derechos, el ambiental y el minero? Si como vimos, en minería es indispensable tanto a la
celeridad procesal como la economía procesal que se manifiestan en el carácter sumario de la concesión en la legislación vigente, y si ante
estos presupuestos, surge la intervención de una autoridad ajena a la minería, con una discrecionalidad amplia para merituar en su resolución
lo presentado por el minero, y con mayores exigencias procesales y administrativas, o que pida una auditoría ambiental cuando lo considere
necesario, ¿hasta dónde llega la libertad del minero para dirigir su exploración y cuál es la seguridad jurídica que el Estado le brinda a su
inversión? Quizás la respuesta, está en aplicar una estrategia de cooperación entre ambas partes “problem solving”, en lugar de una de
“comand and control”, lo que equivaldría a concientizar a los mineros, que la evaluación del impacto ambiental no debe ser considerada como
un agregado a un proyecto, sino que sea parte de la planificación del mismo, para lo cual ésta debe ser integral y adecuada, y por el otro
reconocer que la aplicación de la ley de tan especializada actividad como la minera, requiere conocimientos técnicos y profesionales de la
industria minera. En general, dicho conocimiento a nivel provincial proviene del personal actuante en las Direcciones de Minas Provinciales o
bien en las Autoridades Mineras locales. Sin embargo, y a los efectos de administrar correctamente la ley, la Autoridad de Aplicación Minera,
debería requerir el asesoramiento de otros órganos administrativos también provinciales, para obtener comentarios de otros expertos. Pero de
todas formas, las leyes minero ambiental que se sancionen deben dejar claro que la decisión final debe quedar en manos de la Autoridad
Minera.

Por otro lado, si el sector minero argentino, que no tiene experiencia en la elaboración de este tipo de informes, debe recurrir para llevarlo a
cabo a una entidad independiente, todo ello contribuirá a aumentar el retraso en el objetivo final de poner a una mina en su etapa operativa. Y
también podría ser el camino indirecto por el que se llega a la suspensión del inicio o prosecución del laboreo minero, porque el pago de dichos
estudios importa generalmente erogaciones pecuniarias, inmovilización de valores o de créditos, en momentos en que el minero necesita
mayores estímulos por las grandes inversiones que tanto requiere la industria minera en su etapa exploratoria.

Concluyendo; de lo expuesto y para esta etapa inicial de exploración en el derecho minero, y a la luz de las consideraciones ambientales, se
debe contemplar:

- El minero desea invertir su capital en un marco de seguridad jurídica que le deberá ser otorgada por la legislación y consecuentemente por la
Autoridad Minera correspondiente.

- El Código de Minería sólo puede regular un proceso para la concesión de cateos con los requisitos esenciales que hacen a la formalidad de la
solicitud y porque el procedimiento está íntimamente ligado a la institución, siendo útil para su comprensión y efectiva vigencia.

- Las Reglamentaciones y Códigos Procesales mineros locales o sea provinciales, exigen, por lo general, otros requisitos no previstos por el
Código de Minería, lo cual, si bien está dentro de las atribuciones locales, a veces dificultan, dilatan y provocan incertidumbre en la
sustanciación del proceso.

- En las provincias –la gran mayoría – cuya autoridad de aplicación es administrativa y no judicial, los funcionarios administrativos a cargo de
las mismas, aún abogados, dictan sus resoluciones con el previo dictamen jurídico del órgano de asesoramiento competente, lo que implica
duplicar por lo menos, el tiempo de la toma de decisiones.

- Se adjudica la titularidad del permiso de exploración al que primero en el tiempo, haya presentado la solicitud ante la autoridad, según el
cargo correspondiente, o sea la constancia de fecha y hora de presentación, rigiendo así el principio de la prioridad horaria. Las certificaciones
del Escribano de Minas sobre si hay otro u otros pedimentos sobre la misma área, jamás se extienden “a continuación” en el tiempo de la
presentación del escrito de solicitud. Es necesario anotar antes la solicitud en el Registro Gráfico o Catastro Minero de la Provincia; pero ello se
debe hacerse por riguroso orden de presentación, porque quien primero se presenta es a quien primero se le otorga el permiso.

- La diversidad de legislaciones provinciales que han proliferado con sus correspondientes autoridades de aplicación han contribuido a una
situación de morosidad y complejidad generalizada en el proceso de concesión de los cateos, aunque se encuentra en vías de revertirse. Se
debe evitar que frente a nuevos requerimientos ambientales impuestos por los organismos oficiales, los procedimientos se tornen aún más
burocráticos e ineficientes y de difícil comprensión para el público en general.
- La reciente sanción que incorpora una reforma al Art. 29 del Código de Minería autoriza a realizar trabajos de investigación desde aeronaves,
pudiendo el permiso constar de 20.000 hasta 40.000 kms2 por provincia, para lo cual se deberá presentar una solicitud conteniendo el
programa de trabajos a realizar, indicando además los elementos y equipos que se emplearán en los mismos. El solicitante deberá abonar en
forma provisional un canon de un peso por Km2. Los permisos que se otorguen se anotarán en el Registro de Exploraciones y en los
correspondientes a los Catastros.

La Autoridad Aeronáutica deberá otorgar una autorización de vuelo, bajo pena de archivarse la solicitud si la misma no es acompañada por el
explorador. Se deberá tener en cuenta, siendo esta una nueva institución, a la que se agrega la intervención de una nueva autoridad, cuáles
serán los requisitos ambientales preliminares a solicitarse para los que realicen este tipo de investigaciones para prevenir la contaminación
aérea y el ruido.

Descriptos los requisitos esencialmente mineros que debe cumplimentar el solicitante de un permiso de cateo, es importante analizar cómo
deberían adicionarse nuevos requisitos de tipo ambiental a los ya enunciados y compatibilizar asimismo con estos últimos los problemas que se
presentan de complejidad y morosidad y de diversidad de jurisdicciones y de legislaciones locales.

- Así por ejemplo, si se exigiera conjuntamente con la solicitud de permiso de cateo y el programa que describe el tipo de actividades a realizar
por el explorador, una enunciación de los eventuales riesgos de impacto ambiental del emprendimiento, esto presentaría grandes problemas
para el minero. Para los casos de programas de prospección y exploración que incluyan estudios geológicos, geofísicos o geoquímicas, es
virtualmente imposible determinar la naturaleza, dimensión y composición del depósito mineral que pueda encontrarse.

- Para optimizar la búsqueda de nuevos yacimientos mineros, se llevan a cabo relevamientos aerogeofísicos (Magnetometría y Radimetría).
Estos trabajos se realizan mediante vuelos con aviones especialmente equipados que recorren a baja altura (80-100 mts.) las áreas de interés.
- También se utiliza información satelital. El Sector Sensores Remotos y SIG (Sistema de Información Geográfica) participa en los proyectos del
SGN que requieren procesamiento de imágenes satelitales como parte del relevamiento geológico sistemático y en la determinación de nuevas
áreas de prospección, como la cordillera del límite en las provincias de San Juan, La Rioja y Catamarca.

En ausencia de esta información, sería imposible predecir los métodos de explotación y procesamiento que podrían utilizarse, la escala de la
operación minera y aún más, quizás incluso la clase de mineral que habrá de explotarse, ya que en la realidad los minerales se encuentran
mezclados en la naturaleza y muchos emprendimientos han comenzado dirigidos a explotar una clase de mineral y han finalizado explotando
otra. Sería interesante encontrar la fórmula adecuada que contemple todos los aspectos descriptos hasta este punto.

Para que la Minería Argentina pueda competir internacionalmente, debe incluirse en su legislación minera específica para la etapa de
exploración, de acuerdo a todos los principios económicos y a la tramitación administrativa descripta precedentemente, los instrumentos del
derecho, de la economía y de la política ambiental que constituyan estímulos para su desarrollo y le otorguen seguridad jurídica, sencillez y
celeridad procesal. Se evitará así someterla a la asfixia aplastante de una mayor y no especializada burocracia, con la intervención decisoria de
autoridades de aplicación ajenas al quehacer minero, de manera de convertirla en económicamente impracticable y ambientalmente no
sustentable.

5. Explotación de minas

Siempre de acuerdo con el Código de Minería y leyes concordantes, en la segunda etapa del proceso minero, es decir ocurrido ya un
descubrimiento y registrado el mismo, la Autoridad le otorga al primer descubridor la propiedad o concesión minera, términos considerados
equivalentes, y a partir de la cual el minero puede comenzar la explotación de la mina. El minero puede efectuar los reconocimientos que desee
en el yacimiento, a efectos de precisar el lugar más conveniente para establecer sus propiedades conforme sea el criadero o la veta
encontrada, su inclinación y grueso, su dirección, y la clase de mineral descubierto. Se deja al arte que emplee el minero los medios más
precisos, más económicos y conducentes al cumplimiento de sus tareas, según lo requieran los accidentes del criadero y del terreno. Debe
decidir, conforme a la libertad de explotación que el Código le reconoce, la forma de laboreo que estime más conveniente.

La ley fija para beneficio de la explotación y garantía de los trabajadores, una serie de normas que se conocen como Condiciones de la
Explotación, y cuyo incumplimiento acarrea multas y convenientes reparaciones. Estas prescripciones no implican en modo alguno establecer
al minero un plan determinado y oficial de explotación. Para controlar el ajustado cumplimiento de las reglas de seguridad, las provincias han
organizado, de acuerdo con una práctica nacional, una policía minera que se ocupa con exclusividad de controlar las normas nacionales que –
por provenir precisamente del poder de policía administrativos se establecen para prevenir y evitar accidentes.

Métodos de explotación minera

Dependiendo de la forma y ubicación de un cuerpo mineralizado, su explotación puede ser realizada por minería subterránea o por minería a
cielo abierto. La minería subterránea es el método que se elige normalmente, para explotar yacimientos profundos. Luego de la voladura, el
mineral es cargado y transportado a la superficie. Debido a que las operaciones están ubicadas frecuentemente por debajo del nivel freático
natural, el agua inunda la mina, debiéndose bombear el agua a la superficie.

Este método realizado también por medio de Socavones, que son unas galerías o callejones con cierto declive, de una amplitud ordinaria
mayor que la de las labores comunes, y colocados en un punto más bajo que los planos de la mina, y por los cuales se consigue dar salida a
las aguas, reconocer los criaderos en profundidad, el arranque de los minerales, su acarreo, el de los desmontes y materiales para la
explotación. La minería subterránea tradicional tiene una importancia relativamente menor, frente al avance que en las últimas décadas han
experimentado las de cielo abierto. Se advierte, en la minería subterránea, que el ambiente interno de las minas se hace cada día de más difícil
control, en materia de polvo, calor, humedad, gases, ruido, vibraciones e insuficiencia de luz, a causa de la explotación de yacimientos cada
vez más profundos y de condiciones técnicas más complejas.

Otro método de explotación minera, es el que se realiza a Cielo Abierto, es decir a flor de tierra. Estas explotaciones, han alcanzado en algunos
países profundidades de grandes centenares de metros y la tendencia a explotar yacimientos a honduras mayores se acentúa día a día. Es
utilizada para depósitos localizados a escasa profundidad, y consiste en la excavación de un Open Pit. Las operaciones mineras, sobre
placeres de oro, son un caso especial, donde sedimentos escasamente consolidados en, o cerca de la superficie, constituyen el yacimiento.
Normalmente, el ciclo operativo de la minería a cielo abierto es el siguiente: remoción de los materiales de encape (estériles); voladura de las
rocas mineralizadas; carga y transporte del mineral a la planta de procesamiento. Frecuentemente, es necesario remover por bombeo el agua
que se acumula en el piso del hoyo, ya sea por causas de lluvia o bien por filtración de aguas subterráneas.

A consecuencia de esto, las superficies terrestres cultivadas podrían desaparecer ante el progreso experimentado por este método de
explotación, siendo necesario producir el reasentamiento de poblaciones para aprovechar los recursos minerales existentes. Los cursos de
agua superficiales y las vías de comunicación requieren, a veces, ser derivados para posibilitar los trabajos mineros, las napas de agua
subterránea pueden ser afectadas por el paulatino descenso y ascenso de su nivel que daña a los cultivos, por desecamiento o exceso de
humedad del suelo, se producen hundimientos o agrietamiento de los terrenos por la propia dinámica de las rocas portantes.

El otro método de explotación minera es, el minado por disolución, el cual es una alternativa a los procedimientos mecánicos solamente
aplicable a los minerales que pueden ser disueltos en agua u otras soluciones disolventes. Este sistema de minado, tiene potencialmente
capacidad para contaminar las aguas subterráneas y el control de las soluciones es un tema de la mayor importancia.

En esta materia, es conveniente tener en cuenta, no sólo los daños que la minería puede ocasionar al ambiente, sino también los que otras
actividades del suelo producen a menudo a los yacimientos. La industria petrolera, por ejemplo, puede causar perjuicios, por pérdidas o
filtraciones, a los mantos de potasio o de sal que atraviesan las perforaciones. La misma actividad agrícola, forestal o industrial, puede dañar
los horizontes de arcilla o caolines cubiertos por la capa de humus. El Código de Minería contempla la conservación de los yacimientos, contra
la explotación abusiva del propio minero. Sin embargo, no establece una salvaguardia similar contra eventuales acciones de predatorias del
propietario del terreno.

6. Procesamiento de minerales

Luego de extraído el mineral, necesita ser procesado. Muchos de ellos requieren algún grado de tratamiento metalúrgico para obtener
productos comerciales pero, una vez extraído es molido para separar los materiales económicos de la ganga estéril, o para incrementar la
superficie expuesta del mineral para su procesamiento. Luego de la molienda, varios métodos pueden ser usados para liberar el mineral de su
envoltura de la ganga. Las operaciones se llevan a cabo en Plantas de Beneficio y transformación de minerales, en donde el deterioro
producido en el ambiente es también notable por efectos de la humareda, gases tóxicos y otras emanaciones nocivas. Los procesos que deben
ser motivo de la regulación minero ambiental serían los de trituración, molienda, beneficio, pelletización, sinterización, briqueteo, elaboración
primaria, calcinación, fundición, refinación, aserrado, tallado, pulido y lustrado.

Nuestro Código de Minería establece expresamente que los establecimientos públicos de fundición y beneficio de minerales se sujetarán a las
disposiciones que rigen las empresas industriales comunes. Sin embargo, los códigos modernos suelen normar también etapas verticalmente
más avanzadas del proceso productivo minero como la fundición y el beneficio. Así se puede coordinar o integrar ese proceso, promover un
mayor desarrollo de una región minera, y en casi todos los casos, agregar un mayor valor al producto. La Ley de Inversiones Mineras permite a
la autoridad avanzar en este sentido, pero es cierto también lo que sostienen los que no participan de incorporar al código este tipo de
regulación, porque ella varía con suma frecuencia y puede quedar rápidamente inaplicable.

7. Importancia del régimen jurídico de la explotación de minas

Principios legales a considerar a la luz del Derecho Ambiental

Tal como ha sido previsto en el Código de Minería, el carácter del proceso de la concesión de minas resulta ser más sumario que el propio del
derecho civil. Una muestra del mineral y un escrito sencillísimo, cuyos únicos requisitos imprescindibles son proporcionados por el propio
descubridor de la mina, constituyen el inicio del proceso. En esta etapa, es importante recalcar que junto con el descubrimiento se otorga una
propiedad particular de las minas, que tiene claro fundamento constitucional y por tanto, es inviolable y que ningún habitante de la Nación
puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La Constitución Nacional atribuye al Congreso Nacional el poder
delegado de dictar el Código de Minería, lo cual le otorga a este derecho, una especificidad de jerarquía constitucional que permite extraer la
siguiente conclusión: las Provincias han delegado el poder de dictar este Código para que el Congreso Nacional adopte un sistema de
propiedad distinto del derecho civil por un lado y del sistema que reconoce la propiedad pública o privada del Estado por el otro.

La tradición histórica impuso así, el sistema regalista, sistema proveniente de las leyes españolas, que establece que las minas son bienes
privados de la Nación o de las provincias, según el territorio donde se encuentren. Sin perjuicio de este dominio original del Estado, nacional o
provincial, la legislación le permite establecer por concesión legal, una propiedad particular de las minas a favor de personas físicas o jurídicas
que lo soliciten debidamente a la autoridad competente. De esta manera, cuando el Estado concede una mina, estableciendo sobre ella una
propiedad particular a favor de un tercero, no se desprende de su dominio originario, por el contrario mantiene el mismo con tal alcance que, de
no cumplir el propietario particular con las condiciones de amparo o de conservación de la concesión que el Código le impone al entregársela –
pago del canon, inversión de capital, y en su caso explotación efectiva los derechos de éste caducan, pudiendo consecuentemente el Estado
volver a conceder la mina en propiedad particular al primer solicitante, cuantas veces se opere la caducidad.

Resumiendo, existe a) un dominio originario del Estado sobre ése, su bien privado que es la mina, que subsiste antes, durante y después de “la
concesión” a un tercero; y b) el dominio de ese tercero particular, constituido por el Estado mediante un acto reglado que es “la concesión” y en
virtud del poder del que está investido según a). Resulta entonces, una coexistencia de ambos dominios, el originario o radical del Estado, que
es perpetuo porque por su propia naturaleza no puede enajenarse ni prescribir jamás, permaneciendo inmutable y el dominio particular del
descubridor, que es ilimitado en el tiempo porque está sometido a condiciones resolutorias de permanente cumplimiento que la ley le impone y
que además por la propia naturaleza de la cosa, le impide hacerlo perpetuo por el agotamiento económico de las minas.

En ambos casos, este sistema regalista distingue la propiedad existente en la superficie de la tierra, de la propiedad minera (subterránea),
preceptuando además, que el Estado está inhibido de explotar con o sin monopolio, una o varias clases de minerales, principio éste, que en la
actualidad reviste numerosas excepciones.

En virtud de constituir las minas una propiedad especial regida por los mismos principios generales que la propiedad común, resulta que sus
propietarios o concesionarios, no pueden ser privados de aquella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. Aún en el caso de aceptarse la
teoría extrema que las explotaciones mineras no constituyen derecho de propiedad, sino solamente una concesión del Estado, cabe señalar
que la Corte Suprema ha declarado que los derechos emergentes de una concesión de uso sobre un bien del dominio público o de las que
reconocen como causa una delegación de la autoridad del Estado, se encuentran tan protegidas por las garantías de los Arts. 14 y 17 de la
Constitución, como pudiera estarlo el titular de un derecho real de dominio. Las normas provenientes del derecho ambiental no pueden bajo
ningún concepto, alterar este principio pivote de la legislación minera.

El régimen de reservas en la actualidad, traba el desarrollo de una minería grande para el país y merece ser revisado a la luz de principios más
amplios. Razones políticas y económicas, se han antepuesto a un sistema jurídico que, si algún punto llamativo tiene, es su hacendado respeto
por el régimen de libertad de exploración y explotación. La situación inversa, que establece el principio de la contratación en manos de
empresas estatales provinciales de áreas de yacimientos minerales previamente seleccionados por ellas, está en vías de ser sustituido y hasta
que se implemente su total derogación, se ha proyectado una normativa tendiente a limitar las facultades provinciales en el tiempo y la
superficie.

En la actualidad, las empresas estatales provinciales son:

- SOMICA DEM - Provincia de Catamarca

- PETROQUÍMICA CHUBUT S.E. - Provincia del Chubut

- YACIMIENTOS MINEROS RIOJANOS (YAMIRI SEM) - Provincia de la Rioja

- NUCLEAR MENDOZA S.E. - Provincia de Mendoza

- CORPORACIÓN MINERA DEL Neuquén (CORMINE SEP) Provincia del Neuquén

- LA CASUALIDAD S.A. - Provincia de Salta

- INSTITUTO PROVINCIAL DE EXPLORACIONES Y EXPLOTACIONES (IPEEM) - Provincia de San Juan

- FOMENTO MINERO DE SANTA CRUZ (FOMICRUZ) - Provincia de Santa Cruz

- SAN LUIS SAPEN. PROVINCIA DE SAN LUIS

Frecuentemente, estas empresas están directamente involucradas, ya que tienen vastas superficies de tierras, con alto potencial geológico y
las empresas que desean realizar exploraciones en ellas deben forzosamente negociar con las provincias, firmando contratos en donde los
requerimientos ambientales pueden o no ser razonables, porque son aplicados sobre zonas en las cuales no existen calificados datos de
exploración, y además, no promueven la igualdad de tratamiento para todas ellas. Felizmente, esta situación está en vías de transformación.

8. Caracteres del Derecho Minero a observar por el Derecho Ambiental

Por todo lo expuesto, el régimen jurídico de los derechos y obligaciones a que debe ser sometida la exploración y explotación de las minas por
los particulares en el ejercicio de una industria básica lícita, (art. 14 de la C.N.) debe ser específico. En efecto, las relaciones entre el Estado y
el minero, entre éste y el propietario del suelo y entre los mineros entre sí, deben ser resueltas por la aplicación de normas del derecho minero
y no por las normas del derecho civil y mucho menos las del administrativo, estas últimas, entre otras razones, por no ser comunes y generales
para todas las provincias.

Se aprecia bien de lo expuesto que, el Código de Minería no es una creación discrecional del legislador nacional y su contenido no puede
quebrar tradiciones seculares ni mucho menos eludir las dificultades de una realidad económica que la naturaleza, esto es, los recursos
naturales en general y muy en especial los minerales, que no aceptan ser modificados por una ley meramente formal.

Con el otorgamiento de la propiedad minera, su titular puede comenzar inmediatamente la explotación de la mina. Previamente, las empresas
realizan un estudio de factibilidad con la información obtenida en la etapa de exploración. Frecuentemente, en la preparación de este estudio de
factibilidad para los grandes proyectos, se necesita analizar muestras y hacer testeos, labores que requieren sustanciales inversiones y
producen algunos conflictos con los propietarios superficiarios, quienes no pueden oponerse a estos trabajos. Estas muestras o testeos,
marcan una significativa diferencia entre la exploración, desarrollo y explotación de una mina, ya que si bien significan extracción de minerales,
la diferencia está en que en esta última etapa, la actividad se realiza en una escala comercial. Si ello no fuera así, y resultando estar solamente
en la etapa de exploración, sería solamente necesario un breve informe y la propuesta de un programa de trabajos tal como se detallará
oportunamente, conforme a todo lo que se ha explicado precedentemente en relación a esta etapa.

Sin embargo, cuando se comienza la etapa de desarrollo y explotación de la mina, comienza la verdadera temática minero ambiental. En primer
lugar, es necesario reiterar que bajo ningún aspecto, la propiedad minera, la concesión tal como está normada en nuestro Código de Minería,
puede perder sus caracteres especiales, porque la circunstancia de conferirle al minero un título perfecto y definitivo, es el motivo que impulsa
al inversor a elegir la Argentina como país huésped frente a otros que, ofrecen mayores ventajas competitivas.

Continuando con el delineamiento jurídico de las instituciones esenciales que deberán permanecer inmutables, cualquiera sea la normativa
ambiental que le corresponda, debemos destacar:

- El carácter de utilidad pública que revisten las etapas de exploración y explotación de las minas, lo cual habilita al minero a usar el terreno
superficial, afianzando debidamente los daños y perjuicios, y aún más, le otorga el derecho a expropiar el mismo, en la medida de sus
necesidades. El propietario superficiario no puede oponerse a la expropiación, justamente por esa declaración general de utilidad pública que
reviste la minería y que no necesita ser acreditada por el minero, en cada caso puntual. En la Argentina, rara vez surgen conflictos de
explotaciones entre la actividad minera y la superficial, porque el lugar donde están localizadas las minas es generalmente inapropiado para
explotaciones agrícola ganaderas. No obstante ello, existen en el país regulaciones para proteger la fauna y la flora autóctona y evitar la
extinción de las especies.

- A partir del otorgamiento de la propiedad minera, también pueden constituirse las servidumbres mineras, derecho que el minero no tiene en la
etapa de exploración. Estas servidumbres se refieren a la ocupación de los terrenos superficiales, a la apertura de vías de comunicación y
transporte, al uso de las aguas naturales para las necesidades de la explotación (comprendiendo en ella el derecho a practicar los trabajos
necesarios para la provisión y conducción de las aguas) y finalmente, al uso de los pastos naturales en terrenos no cercados. Es frente a estos
supuestos, que el minero debe evaluar las zonas posibles de conflicto y asegurarse que los verdaderos problemas hayan sido estudiados, o
sea poner en práctica en estas situaciones la planificación que debió tener en cuenta para la formulación del proyecto.

- De acuerdo con el espíritu del Código de Minería exteriorizado en sus artículos 13, 17 y 47, los trabajos mineros son de utilidad pública. No
pueden ser impedidos ni suspendidos, sino cuando así lo exigen la seguridad pública, la conservación de las pertenencias y la salud o
existencia de los trabajadores.

Por consiguiente, las medidas preventivas que los jueces pueden dictar durante el litigio referente a la mina o al terreno que debe ocupar, están
taxativamente previstas en la ley.

- El Código de Minería establece en materia de responsabilidad, el principio de la responsabilidad objetiva, ya que el propietario de una mina es
responsable de los perjuicios causados a terceros, tanto para los trabajos superficiales como para los subterráneos, aunque estos trabajos
provengan de accidentes o casos fortuitos. El fundamento objetivo de la responsabilidad es calificada como la teoría del riesgo minero.

- Sin embargo, en la actualidad creemos que los sujetos, responsables y damnificados, se encuentran muy relacionados. Y esto es así, porque
si bien el que realiza los trabajos es el minero, quien los autoriza y quien resulta finalmente beneficiaria de los mismos es la propia comunidad;
por lo tanto, si el minero ejecuta sus labores dentro de los márgenes de alteración ambiental que la colectividad social le ha fijado, ya sea a
través de la participación popular, y se ajusta a las disposiciones legales vigentes, las responsabilidades deberán ser compartidas. Compartir
responsabilidades implica aceptar una disminución de las calidades ambientales por parte de la sociedad a los efectos de permitir la
contaminación provocada por la actividad minera, de lo que resulta que existe una relación sociedad- actividad minera que cobra un papel muy
relevante durante el proceso de reglamentación de la actividad misma.

Conviene aclarar en este punto que cuando nos referimos a la responsabilidad compartida, apuntamos al aspecto de las calidades ambientales
mencionadas precedentemente, y de ninguna manera al problema del resarcimiento pecuniario de los supuestos responsables, que es un tema
muy difícil de evaluar. Podemos decir al respecto que para responder por los perjuicios ocasionados por la actividad minera, que afectan a la
misma colectividad que se ve beneficiada y que está implicada en la autorización de los trabajos, las legislaciones deberían contemplar una
manera equitativa de compartir las correcciones que se deban efectuar en el medio ambiente, ya que se trata de una actividad en cuyo
progreso y usufructo también se encuentra involucrada dicha colectividad. No debemos olvidar que la minería exige altas inversiones,
recuperables sólo a largo plazo, lo mismo que su rentabilidad.

Si se le exigiera al minero que asuma el costo exclusivo, no ya de la reparación, sino de la preservación ambiental, en etapas de su trabajo o
en montos que excedieran su capacidad de soportarlos, la empresa minera no existiría.

- Debe asumirse el compromiso como propósito. En general, la mayoría de las empresas y de los individuos asumen su propio compromiso
sobre la base de reglas y estándares razonables, y cuando ellos han sido educados en la necesidad de mantener dichos estándares.
Habitualmente, existe un número insignificante que no atiende estas normas por desconocimiento, y aún más pequeño es el de aquellos que
intencionalmente las violan.

Se obtendrá el mejor resultado cuando dichas reglamentaciones tengan en cuenta un esfuerzo educacional, particularmente dirigido a los
pequeños operadores. Asimismo, dicha normativa deberá establecer claramente la diferencia de situación entre una violación voluntaria y
aquella que se da cuando un operador informa una violación y trata de remediarla. Esta última, no deberá ser considerada de “carácter grave”,
de modo que no afecte mayormente a la empresa o al individuo. Del mismo modo, si el organismo competente, advierte al individuo o a la
empresa sobre una violación o accidente, y esta procede de inmediato a mitigarlo o subsanarlo, resulta claro que dicha situación no amerita
tampoco el carácter de “infracción grave”.

Resumiendo, las reglas deben propender a obtener esfuerzos de cooperación sinceros en protección del medio ambiente, y evitar generar
temor que inevitablemente redunde en ocultamiento de violaciones no intencionales o accidentales.

Evidentemente, el carácter de infracción grave que conlleva penas o sanciones, se aplicará exclusivamente en aquellos casos de
intencionalidad o negligencia, cuando se de un peligro claro para la salud y seguridad humana, o cuando fuera posible ocasionar un efecto
importante en el ecosistema.

9. Conclusión

Argentina con la sancion de la ley de Impacto Ambiental Minero Nª 24285, complementada con la Ley Ambiental Nacional, cuenta con
regulaciones específicas de control del impacto ambiental de la industria minera. La pequeña escala de la industria no se ha considerado hasta
el presente como un problema particularmente importante. Sin embargo, la industria minera de Argentina de mediana y gran la escala de en lo
que se refiere operaciones, como está sucediendo actualmente, pueden aparecer severos problemas , si las autoridades encargadas de
controlar los standares para el control ambiental no aplican las normas vigentes.

Mientras que la mayoría de las empresas mineras internacionales aplican altos grados de protección del medio ambiente siguiendo sus propios
códigos de conducta, las pequeñas empresas mineras se necesitan ser alentadas de para tomar con seriedad los aspectos ambientales y
establecer controles ambientales como una forma de reducir sus costos. El resultado inevitable de las actividades de esas empresas menos
responsables será el de alcanzar un inaceptable nivel de adversos impactos ambientales.

Creemos firmemente que, una razonable política de control ambiental no impedirá a la Argentina atraer mas inversiones mineras. Muy por el
contrario, las empresas mineras responsables preferirán trabajar bajo una estructura de controles ambientales, debido a que ellas pueden
evaluar apropiadamente los requerimientos y no tendrán que considerar futuros efectos retroactivos, quizás punitivos, de las regulaciones
ambientales.

10. Bibliografía.

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Krom, Beatriz Silvia y otros, La Problemática Ambiental en la Actividad Minera en Ambiente, Energía y Minería, Milton Editores, Buenos Aires,
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Speth, Gus, Medio Ambiente y Desarrollo: Hacia Nuevos Principios y una Nueva Política, Ambiente y Recursos Naturales, Volumen II, Nº 3,
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Preston, Brian J., Diálogo Público: El Régimen Minero Ambiental, Panorama Minero, Edición Nº 192, Buenos Aires, 1995.

Norwest Mine Service, Inc., Sumario Ejecutivo, Resultados y Conclusiones del Estudio de Factibilidad para Promover Inversiones Mineras en
Argentina, Buenos Aires, 1993.

Lehman, Ernie, Comentarios al Proyecto de Ley Ambiental para la Minería, Buenos Aires, 1995.

Revista Jurídica La Ley, 28-147, Llovet Albareda, Ramón y otros v.Ministerio de Economía, Obras Públicas y Riego, de Mendoza, 1ra. Instancia,
Mendoza, Septiembre 2 de l942.

LEY DE INVERSIONES MINERAS Nº 24196.

LOS BENEFICIOS DE LA INDUSTRIA MINERACONTENIDO:

1. Incentivos otorgados por la ley de inversiones mineras 24.196.

2. Incentivos otorgados por la ley de inversiones mineras 24.402

3. Incentivos otorgados por la Ley 25.429 – Modificación de Leyes 24.196 y 24.402.

4. Incentivos otorgados por la Ley 5.161 – Modificación de Ley 24.196

5. Deducción de Impuestos en el Sector Minero

6. Direcciones útiles – Bibliografía

DESARROLLO DE LOS TEMAS

Incentivos otorgados por la ley de inversiones mineras 24.196

Normativa: Ley 24.196 – De Inversiones Mineras .


Sancionada: Honorable Congreso de la Nación – 19/05/1993
Publicada en Boletín Oficial 24/05/1993
Esta Ley es modificada por la Ley 25.429 en los siguientes artículos: 2, 8, 13, 15, 21, 26, 28, 29..
Nivel de Aplicación: Nacional.
El presente Régimen de Inversiones será de aplicación en todas las provincias que componen el Territorio Nacional que hayan adherido
expresamente al mismo, en los términos de la presente ley.

Inversiones mineras. Ámbito de aplicación. estabilidad fiscal. importaciones conservación del medio ambiente. Autoridad de aplicación.
Disposiciones reglamentarias.

1.1 Estabilidad Fiscal:


Los emprendimientos mineros comprendidos en el presente régimen gozarán de estabilidad fiscal por el término de treinta (30) años contados a
partir de la fecha de presentación de su estudio de factibilidad.
La estabilidad fiscal alcanza a todos los tributos, entendiéndose por tales los impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas, así como
también a los derechos, aranceles u otros gravámenes a la importación o exportación. La estabilidad fiscal no alcanza al Impuesto al Valor
Agregado, el que a los fines de la actividad minera se ajustará al tratamiento impositivo general.

1.2 Impuesto a las Ganancias:

Se puede deducir en el balance impositivo del impuesto a las ganancias, el ciento por ciento (100 %) de los montos invertidos en gastos de
prospección, exploración, estudios especiales, ensayos mineralúrgicos, metalúrgicos, de planta piloto, de investigación aplicada, y demás
trabajos destinados a determinar la factibilidad técnico-económico de los mismos.

Las inversiones de capital que se realicen para la ejecución de nuevos proyectos mineros y para la ampliación de la capacidad productiva de
las operaciones mineras existentes, así como aquellas que se requieran durante su funcionamiento, gozarán del régimen optativo de
amortización en el impuesto a las ganancias previsto en el Art 13.
Las utilidades provenientes de los aportes de minas y de derechos mineros, como capital social, en empresas que desarrollen actividades
comprendidas en el presente régimen de acuerdo a las disposiciones del Capítulo 3 , estarán exentas del Impuesto a las Ganancias.

1.3 Beneficios a la EXPORTACIÓN:

las importaciones y adquisiciones de bienes y servicios que tengan por destino realizar actividades mineras consistentes en prospección,
exploración, ensayos mineralúrgicos e investigación aplicada., gozarán del beneficio de devolución de créditos fiscales.
1.4 Avalúo de Reservas:

El avalúo de las reservas de mineral económicamente explotable, practicado y certificado por profesional responsable, podrá ser capitalizado
hasta en un cincuenta por ciento (50%) y el saldo no capitalizado constituirá una reserva por avalúo. La capitalización y la constitución de la
reserva carecen de incidencia a los efectos de la determinación del impuesto a las ganancias. La emisión y percepción de acciones liberadas
provenientes de esta capitalización, así como la modificación de los contratos sociales o de los estatutos, cualquiera fuera su naturaleza
jurídica, en la medida en que estén determinadas por la capitalización aludida, estarán exentas de todo impuesto nacional. Igual exención se
aplicará a las capitalizaciones o distribuciones de acciones recibidas de otras sociedades con motivo de la capitalización que hubieren
efectuado estas últimas.

1.5 Disposiciones Fiscales Complementarias:

Exención del Impuesto sobre los Activos

1.6 Importaciones:

Exención del pago de los derechos a la importación y de todo otro derecho, impuesto especial, gravamen correlativo o tasa de estadística, con
exclusión de las demás tasas retributivas de servicios, por la introducción de bienes de capital, equipos especiales o parte o elementos
componentes de dichos bienes, y de los insumos determinados por la autoridad de aplicación, que fueren necesarios para la ejecución de
actividades comprendidas en el presente régimen.

Las exenciones son también de aplicación en los casos en que la importación de los bienes se realice por no inscriptos en este régimen para
darlos en leasing comercial o financiero, a inscriptos en el mismo.

1.7 Regalías:

Las provincias que adhieran al régimen de la presente ley y que perciban regalías o decidan percibir, no podrán cobrar un porcentaje superior al
tres por ciento (3 %) sobre el valor "boca mina" del mineral extraído.

Mercaderías Comprendidas

Las actividades comprendidas en el Régimen instituido por la presente ley son:

Prospección, exploración, desarrollo, preparación y extracción de sustancias minerales comprendidas en el Código de Minería.

Los procesos de trituración, molienda, beneficio, pelletización, sinterización, briqueteo, elaboración primaria, calcinación, fundición, refinación,
aserrado, tallado, pulido y lustrado, siempre que estos procesos sean realizados por una misma unidad económica e integrados regionalmente
con las actividades descriptas en el inciso anterior en función de la disponibilidad de la infraestructura necesaria.

Beneficiarios
Personas físicas domiciliadas en la República Argentina, y personas jurídicas constituidas en ella, o que se hallen habilitadas para actuar dentro
de su territorio, y que desarrollen por cuenta propia actividades mineras en el país o se establezcan en el mismo con ese propósito. Los
interesados en acogerse al presente régimen deberán inscribirse en el registro habilitado por la autoridad de aplicación.

Autoridades de Aplicación

Secretaría de Minería de la Nación o el organismo específico que lo sustituya.

2. Incentivos otorgados por la ley de inversiones mineras 24.402.

Normativa:
Ley 24.402 - De Financiamiento y Devolución IVA

Sancionada: Honorable Congreso de la Nación – 9/11/1994 Publicada en Boletín Oficial 9/12/1994


Esta Ley es modificada por la Ley 25.429 en los siguientes artículos: 10

Nivel de Aplicación Nacional.

Régimen de financiamiento para el pago del impuesto al valor agregado.

Mercaderías Comprendidas.

a) Las operaciones de compra o importación definitiva de bienes de capital nuevos.


b) Las inversiones realizadas en obras de infraestructura física para la actividad minera, de conformidad a las disposiciones de la presente
ley.
c) Beneficiarios
Los adquirentes o importadores de los referidos bienes, en tanto los mismos sean destinados al proceso productivo orientado hacia la
venta en el mercado externo, y los sujetos acogidos al régimen de la Ley Nº 24.196 que realicen inversiones en obras civiles y
construcciones para proporcionar la infraestructura necesaria para la producción de bienes destinados a la exportación.
d) Autoridades de Aplicación

Secretaría de Minería del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. :

3. Incentivos otorgados por la Ley 25.429 – Modificación de Leyes 24.196 y 24.402

Normativa: Ley 25.429: sancionada por el Honorable Congreso de la Nación – 3/05/2001 Publicada en Boletín Oficial 1/06/2001

Nivel de Aplicación Nacional


Modificase la ley nro. 24.196 - régimen de inversiones al que podrán acogerse las personas físicas y jurídicas adheridas. estabilidad fiscal.
inversiones de capital. Avalúo de las reservas de mineral económicamente explotable.

Exención de gravámenes.

Facultades de la autoridad de aplicación. Sanciones y la ley 24402.-


Esta norma sustituye los siguientes artículos de la Ley 24.196: 2, 8, 13, 15, 21, 26, 28, 29.
Esta norma sustituye los siguientes artículos de la Ley 24.402: 10

4. Incentivos otorgados por la Ley 25.161 – Modificación de Ley 24.196

Normativa Legal
Ley 25.161 Sancionada: Honorable Congreso de la Nación 8/09/1999 Publicada en Boletín Oficial 7/10/1999.
Nivel de Aplicación: Nacional

Modificase la ley nro. 24196, que instituyó un régimen de inversiones mineras. Se incorpora el Artículo 22 bis de la ley Nº 24.196. que considera
“mineral boca de Mina”, el mineral extraído, transportado y/o acumulado previo a cualquier proceso de transformación.

Costos a deducir:
Costos de transporte, flete y seguros, costos de todo proceso de tratamiento que posibilite la venta del producto final, costos de
comercialización, costos de administración costos de fundición y refinación.

5. Deducción de Impuestos en el Sector Minero

Nivel de Aplicación: Nacional

Artículo 214 del Código de Minería: Durante los CINCO (5) primeros años de la concesión, contados a partir del registro, no se impondrá sobre
la propiedad de las minas otra contribución que la establecida en el artículo precedente ni sobre sus productos, establecimientos de beneficio,
maquinaria, talleres y vehículos destinados al laboreo o explotación.
La exención fiscal consagrada por este artículo alcanza a todo gravamen o impuesto, cualquiera fuere su denominación y ya sea nacional,
provincial o municipal, presente o futuro, aplicable a la explotación y a la comercialización de la producción minera.
Quedan excluidos de esta exención las tasas por retribución de servicios y el sellado de actuación, el cual, en todo caso, será el común que rija
en el orden administrativo o judicial.

Normativa:
Ley 1.919: Aprobación del Código de Minería Sancionada: Honorable Congreso de la Nación 25/11/1886 PUBLICADA EN R.N. 1885/86,
PAG.578
Decreto 456/1997: Aprobación del Código de Minería Sancionada: Honorable Congreso de la Nación 21/05/1997 Publicada en Boletín Oficial
30/05/1997.
Ley 25.225: Se sustituye el Art. 3 Inciso c) del Código de Minería por el siguiente: ARTICULO 3º inc. c) el arsénico, cuarzo, feldespato, mica,
fluorita, fosfatos calizos, azufre, boratos y wollastonita;
Sancionada: Honorable Congreso de la Nación 24/12/1999
Publicada en Boletín Oficial 29/12/1999

Direcciones útiles y Bibliografía

Agencia de Desarrollo de Inversiones http://www.inversiones.gov.ar/documentos/mineria.pdf

Secretaría de Minería (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios)


http://www.mineria.gov.ar/

Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR)


http://www.segemar.gov.ar/db/

Consejo Federal Minero (COFEMIN)


http://www.mineria.gov.ar/cofemin/ncofemin.asp

Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).


http://www.caem.com.ar/

Las retenciones a las exportaciones y la minería.

Por Víctor Martínez.

La retención a las exportaciones del agro en buen romance constituye un impuesto para satisfacer los ingresos fiscales de la Nación. Flota
ahora en el ambiente de la Casa Rosada la iniciativa de aplicar análogo criterio sobre las exportaciones del sector minero, a fin de lograr un
superávit primario del 4% del producto bruto interno.

Ante esta expectativa es oportuno recordar que las minas están exentas de impuestos (art. 214 Cod. de Min.), y la ley de inversiones mineras
24.196 en su art. 8 dispone: "Los emprendimientos mineros comprendidos en el presente régimen gozarán de la estabilidad fiscal por el término
de treinta (30) años, contados a partir de la fecha de presentación de su estudio de factibilidad. La estabilidad fiscal significa que las empresas
que desarrollan actividades mineras en el marco del presente régimen de inversiones no podrán ver afectadas en más la carga tributaria total,
determinada al momento de la presentación, como consecuencia de aumentos en las contribuciones impositivas y tasas, cualquiera que fuere
su denominación, en el ámbito nacional, provincial y municipal..."

De acuerdo con la letra de la ley y su espíritu, que comprende genéricamente a cualquier tributo, sea cual fuere su denominación, debe estarse
a mayores garantías de estabilidad fiscal.

Ya decía Joaquín V. González en su legislación de minas: "La mayor parte de las minas conocidas en diversas provincias se hallan sin trabajo
desde hace mucho tiempo, debido a la falta de condiciones favorables en el país, al fracaso sucesivo de algunas fuertes empresas extranjeras
acobardadas por los litigios, los costos de explotación en parajes lejanos y climas inhospitalarios, los fletes de transporte de minerales y
aprovisionamientos de toda clase, gabelas fiscales y variabilidad de las medidas administrativas. Las minas no son una fuente de la renta
fiscal".

El autor seguía al codificador Enrique Rodríguez, quien en nota al art.7 sostuvo: "La ley contraría abiertamente su objeto , adjudicando las
minas al fisco, para que con el precio de su venta o de su arrendamiento o con los productos de la explotación enriqueciese su tesoro o
acrecentase sus rentas".

Por otra parte, y volviendo a la ley de inversiones mineras, ésta recibió la adhesión de la totalidad de las provincias, aprobándose por ley
24.228 el acuerdo federal minero. Allí se aceptó un techo uniforme del 3% en las regalías, no pudiendo modificarse las reglas de juego por
parte de la Nación aplicándose otros gravámenes no coparticipables.
En más de una ocasión nos hemos referido a las características muy particulares de la empresa minera: el ubicarse en zonas

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