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Introducción

El idioma español o castellano. Es una lengua romance del grupo ibérico. Es considerado por la

ONU como uno de los seis idiomas oficiales y, tras el chino mandarín, es la lengua más hablada

del mundo. Se estima que más de 495 millones de personas la tienen como lengua materna.

Actualmente, la lengua española se encuentra presente en España, en las naciones de

sudamericanas, Centroamérica, áfrica (Guinea Ecuatorial) y en una pequeña población de

filipinas. Además, es un idioma en expansión en Estados Unidos, donde han emigrado

numerosos hispanohablantes. Al hablarse en un territorio tan extenso y en zonas tan distantes,

presenta numerosas variedades, pero a su vez, ofrece indudable unidad ya que esta se mantiene y

fortalece gracias a la labor de las academias de la lengua de los distintos países y a los medios de

comunicación social. A continuación, explicaré cómo surge, se desarrolla y consolida el idioma

español, en un proceso cambiante que se prolongará a lo largo de varios siglos hasta llegar a la

actualidad.
Origen de la Lengua Castellana

Antes de la colonización romana, iniciada en el siglo III a.C, la península ibérica estaba

habitada por distintos pueblos: celtas, íberos, tartesios, celtíberos, vascos y fenicios. Todos ellos

hablaban diferentes lenguas. Con la llegada de los romanos a la península ibérica se inició

complejo proceso de romanización, que abarca desde el siglo II a.C hasta el siglo II d.C. Este

proceso supone la incorporación de todos estos pueblos al mundo cultural latino, lo que trajo

consigo la desaparición de sus lenguas, a excepción del vasco, pues el latín se impuso en otras

zonas de Hispania (nombre con el que los romanos designaban al conjunto de la península

ibérica), pero el latín que llegó a Iberia (termino preferido por los autores griegos para referirse

al mismo espacio) no era el latín culto- patrimonio de las clases nobles y de los literatos- sino el

latín vulgar, el cual era empleado por el resto del pueblo; el latín vulgar, que servía de lengua

común a todo el Imperio romano, fue perdiendo con el transcurso de los años su unidad y adoptó,

en las diferentes zonas peninsulares, diferentes rasgos. Estas diferencias lingüísticas se

produjeron porque la romanización no se produjo en la misma época ni con la misma intensidad

en todos los lugares, y a que en cada zona existía una lengua prerromana distinta que influía en el

latín.

Luego del periodo de romanización, sucedieron las invasiones de la península por parte

de los pueblos germánicos (en su mayoría visigodos). Comenzaron, en el siglo V d.C, y

provocaron la fragmentación del Imperio romano. A pesar de que los germanos adoptaron como

lengua al latín, la diferenciación del latín vulgar en distintas variedades se acentuó como

consecuencia del asilamiento de los territorios, hasta ese momento habían estado en conexión

gracias a la unidad política del Imperio romano; a la situación mencionada, anteriormente se le

sumaba la falta de adecuados medios de comunicación. Estas dos circunstancias generaron que
el latín fuera desarrollando diferencias en las distintas regiones del territorio peninsular. Con la

llegada de los árabes en el siglo VIII se dio la caída el reino de los visigodos. Los árabes

ocuparon la mayor parte del territorio peninsular y como consecuencias fue la introducción de su

lengua. La llegada de los árabes generó la formación de una serie de reinos cristianos

independientes en la parte norte de la península; en cada uno de estos reinos se desarrollo una

lengua diferente: gallego-portugués, asturleonés, navarro-aragonés, catalán y el castellano. A

ellas se les debe añadir el mozárabe: lengua de los hispanorromanos que vivían en las zonas

dominadas por los árabes. La influencia de la lengua árabe fue bastante fuerte. En concreto la

lengua castellana cuanta con más de 4000 vocablos tomados de esta lengua.

En 1065, debido a que el condado de Castilla había aumentado sus dominios, se convirtió

en el reino de Castilla y, en 1469, con la unión entre la Reina Isabel I de Castilla y el príncipe

Fernando II de Aragón Castilla continuó aumentando sus territorios. Para el año 1492, tras 700

años de dominio, los reyes católicos consiguieron expulsar a los árabes de la península. Como

resultado de esta expulsión, la lengua mozárabe se extinguió. Esto que causo la expansión de las

lenguas del norte, especialmente, el castellano. Durante el reinado de los Reyes Católicos (1469-

1511), el castellano se difundió por el atlántico hacia América y se publicó la primera gramática

de la lengua española, escrita por Antonio de Nebrija en 1492. Ya al final de la Edad Media el

castellano es una lengua común entre los habitantes del sur de la península. El vocabulario se

enriqueció con indigenismos y con italianismos, dada la importancia cultural de la Italia

renacentista. El castellano alcanzó prestigio internacional en el siglo XVI, durante los reinados

de Carlos I y Felipe II. Este es el periodo de la literatura española conocido como Siglo de Oro

(siglos XVI y XVII). En el siglo XVIII, se produjo la estabilización del castellano con la
fundación de la Real Academia Española en 1713. Esta fundación se realizó con el fin de que

nada alterara el estado de plenitud que había alcanzado el castellano hasta ese momento.

Desde el siglo XVII el castellano no ha sufrido notables modificaciones. Actualmente,

debido a que el castellano es una lengua que presenta una gran variedad expresiva dada la

diversidad de lugares donde se habla, la RAE esta realizando un gran esfuerzo en la

incorporación de términos y expresiones de cada uno de los países de habla española en su

diccionario; a esto se le suma la difusión de las normas a través de su página de internet con la

finalidad de favorecer la unidad y el enriquecimiento del idioma. El futuro de nuestra lengua

supone, precisamente, alcanzar un mayor prestigio internacional por medio de su uso en internet

y en las instituciones mundiales.


Conclusión

La lengua española es hablada por casi 500 millones de personas y el número de

hablantes seguirá en aumento. Es una lengua en expansión y sirve como medio de comunicación

y como vehículo idóneo para acceder al rico patrimonio cultural de los países hablantes de este

idioma. Con el presente trabajo puedo concluir que nuestra lengua se mantuvo en un proceso de

transformación a través del tiempo. Se puede notar la desaparición de la lengua madre que era el

latín, pero no sin dejar la base en la cual se sostiene nuestro idioma. También, es notable el

aporte de otras lenguas para la formación de la nuestra, según el periodo de la historia. Estas

lenguas a su vez aportaron diferentes vocablos, algunos de ellos usados hasta la actualidad; y

pese a ser una legua hablada en zonas distantes, existe una uniformidad en el idioma
Referencias Bibliográficas

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