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MES DE NOVIEMBRE
La Celebración de la Vida:
Conmemoración de la Comunión de los
Santos, los Fieles Difuntos y Cristo Rey

“En Cristo vivimos la santidad en la

unidad.”

Objetivo: El pueblo de Yucatán, convocado por el obispo con su presbiterio a reunirse como
Iglesia-familia, redescubre en el Evangelio su vocación como Pueblo de Dios y confronta la
comunión de los santos con las prácticas de piedad popular en torno a la conmemoración
de los Fieles Difuntos, valorando las tradiciones culturales propias de estos días,
redescubriendo el sentido profundamente cristiano de las mismas frente a las reducciones
folkloristas y las ideologías sincretistas del mundo contemporáneo.

Preparación en el centro pastoral:

Se acuerda el día y la hora en que se realizará dicha actividad, invitando a las personas que
se organicen para hacer el altar de difuntos, quien lleve flores, velas, santos, cruz, comida y
todos lleven fotografías de sus difuntos para ponerlos en el altar. Conforme van llegando se
hace el altar.

Oración inicial.
Se sugiere hacer la Oración del año pastoral.

Dinámica de sensibilización.
En comunidad, se platica sobre cómo recuerdan que era la conmemoración de los días de
muertos en el pasado, contrastándolo con la actualidad. Puede ser a partir de las siguientes
preguntas abiertas.

¿Cómo recuerdan que sus padres y/o abuelos conmemoraban los días de muertos?
¿Eran días de fiesta o días de respeto?
¿Qué prácticas de piedad popular se llevaban a cabo?
¿Cómo se celebran estos días en la actualidad, por las nuevas generaciones?
¿Cuáles son los cambios más notorios que pueden observarse?

Lectura bíblica
Del Santo Evangelio según San Marcos (5, 21-43)
Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y
él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio,
se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos
sobre ella para que sea salva, y vivirá. Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le
apretaban….
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…Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto;
¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de
la sinagoga: No temas, cree solamente. Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y
Juan hermano de Jacobo. Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que
lloraban y lamentaban mucho. Y entrando, les dijo: ¿Por qué alboroto y lloráis? La niña no está
muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre
de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña,
le dijo: Talita Kum; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba,
pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese,
y dijo que se le diese de comer.

Palabra del Señor

Gloria a ti Señor Jesús

Reflexión
La conmemoración de los Fieles Difuntos en Yucatán. Una de las manifestaciones de piedad
popular más representativas de Yucatán es la dedicada a conmemorar a los muertos. Si bien
la celebración se mantiene vigente y ha sido motivo de interés tanto para el público en
general como para especialistas e investigadores (antropólogos, historiadores, etc.), en la
actualidad, muchas de las prácticas y costumbres que se llevan a cabo durante estos días
han caído en una especie de “folklorización” derivada, en buena medida, del atractivo
turístico que representan, dejando de lado el auténtico sentido cristiano y eclesial que
originaron estas prácticas de piedad popular.

Asimismo, el fenómeno de la globalización cultural, propiciada por la mercadotecnia y los

medios de comunicación masiva, ha introducido prácticas ajenas a nuestra tradición
cultural, de esencia cristiana católica, tales como el Halloween, sobre todo entre los niños
y jóvenes.

Durante estos días, se acostumbra instalar en las casas altares donde se colocan alimentos,
bebidas y otros ofrendas para los difuntos, así como diversos signos cristianos, lo cual, sin
duda, es resultado de un largo proceso de inculturación del Evangelio en las culturas y los
pueblos originarios de Yucatán, pero también es testimonio y remanentes de antiguas
prácticas litúrgicas, netamente católicas, que con el paso de los siglos, fueron
modificándose y suprimiéndose dentro de la propia Iglesia. Aunque comienza a ser menos
frecuente, también durante estos días se realizan visitas a los cementerios para limpiar las
tumbas familiares y ofrendar velas y flores.

En nuestra tierra, esta celebración nos permite hacer presente a los que amamos y que la
fe nos dice que viven en Dios. Para nosotros también viven en la mente y en el corazón.

Dinámica de comprehensión.
(instrucciones: se explica en el altar de difuntos).
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Conforme al calendario litúrgico, el 1 de noviembre celebramos la Solemnidad de Todos los Santos

que están con Cristo en la gloria. En esta festividad, la Iglesia Santa, que todavía peregrina en la
tierra, celebra la memoria de aquellos que han alcanzado la plenitud de la vida y la resurrección.
Con ello se pretende recibir el estímulo de su ejemplo, la alegría de su patrocinio y, reavivar la
esperanza de que llegaremos a la plenitud de la que ellos gozan ya.
Un día después, el 2 de noviembre la Santa Iglesia, luego celebrar la alegría de todos sus
hijos bienaventurados en la gloria, conmemora a todos los difuntos. Ambas celebraciones
tienen una estrecha relación. Si el 1 de noviembre celebramos el bien que Dios ha dado a
la humanidad por medio de tantos hombres y mujeres que fieles a la voluntad de Dios, fieles
a su amor fueron testigos del Reino del Señor., el día de hoy se conmemora el hecho de
que, es a través de la muerte física es posible acceder a la plenitud de la vida en Cristo. Es
un día especial para recordar que, por la fe, y especialmente a través de la Eucaristía,
mantenemos una comunión viva con aquellos que, habiendo partido de este mundo, están
gozando de la presencia de Dios.

El altar de fieles difuntos puede ser una catequesis de la Comunión de los Santos:

Como se ha señalado, en las últimas décadas las prácticas de piedad popular que se
acostumbran a realizar en Yucatán durante los días de los Fieles Difuntos han perdido buena
parte de su profundo significado cristiano, reduciéndose a una especie de espectáculo
pintoresco o folclórico.

Es común que, en las escuelas, centros culturales y otros espacios públicos, se lleven a cabo
concursos de altares de muertos, los cuales, si bien pretenden preservar la tradición, por lo
general se deja de lado la enseñanza catequética que conlleva esta práctica de religiosidad
popular.

De hecho, el altar de difuntos tradicionalmente consta de tres niveles, los cuales significan
a la propia Iglesia, es decir, a la comunidad de fieles, vivos y muertos, que conformamos el
cuerpo místico de Cristo.

El primer nivel del altar representa a la Iglesia Peregrina, integrada por todos los fieles que
vivimos en la tierra y aún peregrinamos hacia la Patria Eterna. En este espacio del altar se
suelen colocar las ofrendas de comida, bebidas, frutas, juguetes, etc., que, junto con la
oración, ofrecemos, los que aún permanecemos en la Tierra, por nuestros hermanos que
han muerto.

En el segundo nivel del altar se representa a la Iglesia que espera, es decir, la que está
formada por los que anhelan el encuentro definitivo con Dios. ¡Nosotros podemos
ayudarlos rezando siempre por nuestros difuntos para que se haga realidad el encuentro
definitivo con Él . En este nivel del altar se colocan los retratos de nuestros familiares y
amigos difuntos a quienes recordamos.
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Finalmente, el tercer nivel corresponde a la Iglesia Triunfante, aquella conformada por los
santos, los miembros que la Iglesia reconoce por su configuración con Cristo, quienes nos
recuerdan que es posible, seguir al Señor en esta vida. En este espacio de colocan imágenes
de los santos, la Virgen María. Por último, reconociendo que Cristo es el que nos comparte
su santidad, centro y culmen de nuestra vida, Rey del Universo, la Cruz de Cristo, signo de
nuestra fe y dela esperanza de nuestra salvación. (También podría ser una imagen de Cristo
Rey, Sagrado Corazón de Jesús o de Cristo Resucitado).

Conclusiones.
Los católicos creemos en la Comunión de los Santos, y que estamos llamados a vivir, en la
santidad que solamente le pertenece a Dios, pero que, por pura gratuidad nos la comparte.

Como se ha visto, muchas de las prácticas y tradiciones de piedad y religiosidad popular que
se llevan a cabo durante los días de muertos, además de representar una herencia cultural
y religiosa que hemos heredado de nuestros mayores, conllevan un profundo significado y
enseñanza catequética que nos recuerda que, al ser miembros de la Iglesia, somos
comunión de amor en Cristo y con él, estamos llamados a la santidad y a la vida plena en la
presencia de Padre.

Valorar, rescatar y transmitir en nuestra comunidad familiar y parroquial el verdadero

sentido de las prácticas de piedad popular dedicadas a nuestros hermanos difuntos, nos
permitirá vivir cada día más, como Iglesia, en la Comunión de los Santos.

Oración final.
Se sugiere hacer el rosario por los fieles difuntos, en la letanía de los santos se hace la
siguiente:

Letanías de los Santos.

Señor, ten piedad de nosotros. Señor ten piedad de nosotros.

Cristo ten piedad de nosotros. Cristo ten piedad de nosotros.
Señor ten piedad de nosotros. Señor ten piedad de nosotros.

Santa María, Madre de Dios. Ruega por ellos.

Santos ángeles de Dios. Rueguen por ellos.
Abraham, nuestro padre en la fe. Ruega por ellos.
David, jefe del pueblo de Dios. Ruega por ellos.
Todos los santos patriarcas y profetas. Rueguen por ellos.
San Juan Bautista. Ruega por ellos.
San José. Ruega por ellos.
San Pedro y San Pablo. Ruega por ellos.
San Andrés. Ruega por ellos.
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San Juan. Ruega por ellos.

Santa María Magdalena. Ruega por ellos.
San Esteban. Ruega por ellos.
San Ignacio de Antioquía. Ruega por ellos.
San Lorenzo. Ruega por ellos.
Santas Perpetua y Felicitas. Rueguen por ellos.
Santa Inés. Ruega por ellos.
San Gregorio. Ruega por ellos.
San Agustín. Ruega por ellos.
San Atanasio. Ruega por ellos.
San Basilio. Ruega por ellos.
San Martín. Ruega por ellos.
San Benito. Ruega por ellos.
San Francisco y Santo Domingo. Rueguen por ellos.
San Francisco Javier. Ruega por ellos.
San Juan María Vianney. Ruega por ellos.
Santa Catalina. Ruega por ellos.
Santa teresa de Jesús. Ruega por ellos.

(aquí se pueden incluir otros santos.)

Todos los santos, hombres y mujeres. Rueguen por ellos.

Señor, ten piedad. Líbralos, Señor.

De todo mal. Líbralos, Señor.
De todo pecado. Líbralos, Señor.
Del poder de Satanás. Líbralos, Señor.
En el momento de su muerte. Líbralos, Señor.
De la muerte eterna. Líbralos, Señor.
En el día del Juicio. Líbralos, Señor.
Por tu encarnación. Líbralos, Señor.
Por tus sufrimientos y tu cruz. Líbralos, Señor.
Por tu muerte y resurrección. Líbralos, Señor.
Por tu retorno glorioso al Padre. Líbralos, Señor.
Por el don del Espíritu Santo. Líbralos, Señor.
Por tu nueva venida gloriosa. Líbralos, Señor.

Nosotros que somos pecadores. Te rogamos, óyenos.

Conduce a nuestros hermanos difuntos
a la vida eterna, que le prometiste en el bautismo. Te rogamos, óyenos.
Resucítalos en el último día,
pues ellos comieron el pan de la vida. Te rogamos, óyenos.
Haz que compartan tu gloria,
pues han compartido los sufrimientos y tu muerte. Te rogamos. óyenos
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Jesús, Hijo de Dios vivo. Te rogamos, óyenos.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Señor Jesús, escucha nuestra oración. Señor Jesús, escucha nuestra oración

Oración por todos los difuntos:

Dios todopoderoso, por la muerte de Jesucristo, tu Hijo, destruiste nuestra muerte; por su
reposo en el sepulcro santificaste las sepulturas y por su gloriosa resurrección nos
restituiste la vida a la inmortalidad. Escucha nuestra oración por aquellos que, muertos en
Cristo y con-sepultados con Él, anhelan la feliz esperanza de la resurrección. Concede, Señor
de vivos y de muertos, a cuantos en la tierra te conocieron por la fe, alabarte sin fin en el
cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

https://youtu.be/-Mpxs2-fTrU (Para ser santo)

Para ser santo hay que ser feliz

No hay santidad sin felicidad
Para ser santo hay que ser feliz primero
Para ser santo hay que ser sencillo

no hay santidad sin sencillez

Para ser santo hay que ser sencillo primero
Para ser santo hay que estar un poco loco, un poco loco

Un poco loco para ser feliz

Un poco loco para ser sencillo
Un poco loco para estar enamorado y loco por Dios
Para ser santo hay que dar amor

No hay santidad si no hay amor

Para ser santo hay que trabajar y jugar
Para ser santo hay que dar mucho amor primero
Para ser santo hay que obedecer
No hay santidad sin obediencia
Para ser santo hay que obedecer primero
Para ser santo hay que hacerse como un niño, como un niño para ser santo

Convivencia en el centro pastoral: compartir lo que trajeron de comida y recordar las

lecciones de vida que le enseñaron los difuntos.

NOVIEMBRE:
Link de Evaluación comunión de los santos:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScCJts2wlh-KBLmPC03qQ0vEjTfUJ0jIITlYSnG-
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