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Ácido sulfúrico
Nombre IUPAC
General
Otros nombres Tetraoxosulfato (VI) de
hidrógeno
Aceite de vitriolo
Licor de vitriolo
Espíritu de vitriolo
Fórmula estructural
Identificadores
ChemSpider 1086
PubChem 1118
Propiedades físicas
Índice de 1,397
refracción (nD)
Propiedades químicas
Peligrosidad
SGA
NFPA 704
COR
Generalmente se obtiene a partir de dióxido de azufre, por oxidación con óxidos de nitrógeno
en disolución acuosa. Normalmente después se llevan a cabo procesos para conseguir una
mayor concentración del ácido. Antiguamente se lo denominaba aceite o espíritu de vitriolo,
porque se producía a partir de este mineral.
La molécula presenta una estructura piramidal, con el átomo de azufre en el centro y los
cuatro átomos de oxígeno en los vértices. Los dos átomos de hidrógeno están unidos a los
átomos de oxígeno no unidos por enlace doble al azufre. Dependiendo de la disolución, estos
hidrógenos se pueden disociar. En agua se comporta como un ácido fuerte en su primera
disociación, dando el anión hidrogenosulfato, y como un ácido débil en la segunda, dando el
anión sulfato.
Tiene un gran efecto deshidratante sobre las moléculas hidrocarbonadas como la sacarosa.
Esto quiere decir que es capaz de captar sus moléculas en forma de agua, dejando libre los
átomos de carbono con la consiguiente formación de carbono puro.
Historia[editar]
El descubrimiento del ácido sulfúrico se relaciona con el siglo VIII y el alquimista Jabir ibn
Hayyan. Fue estudiado después, en el siglo IX por el alquimista Ibn Zakariya al-Razi, quien
obtuvo la sustancia de la destilación seca de minerales incluyendo la mezcla de sulfato de
hierro (II) (FeSO4) con agua y sulfato de cobre (II) (CuSO4). Calentados, estos compuestos se
descomponen en óxido de hierro (II) y óxido de cobre (II), respectivamente, dando agua
y óxido de azufre (VI), que combinado produce una disolución diluida de ácido sulfúrico. Este
método se hizo popular en Europa a través de la traducción de los tratados y libros de árabes y
persas por alquimistas europeos del siglo XIII como el alemán Alberto Magno.
Los alquimistas de la Europa medieval conocían al ácido sulfúrico como aceite de vitriolo, licor
de vitriolo, o simplemente vitriólo, entre otros nombres. La palabra vitriolo deriva del latín
“vitreus”, que significa cristal y se refiere a la apariencia de las sales de sulfato, que también
reciben el nombre de vitriolo.[cita requerida] Las sales denominadas así incluyen el sulfato de
cobre (II) (o ‘vitriolo azul’ o ‘vitriolo romano’), sulfato de zinc (o ‘vitriolo blanco’), sulfato de
hierro (II) (o ‘vitriolo verde’), sulfato de hierro (III) (o ‘vitriolo de Marte’), y sulfato de cobalto
(II) (o ‘vitriolo rojo’).
El vitriolo era considerado la sustancia química más importante, y se intentó utilizar como
piedra filosofal. Altamente purificado, el vitriolo se utilizaba como medio para hacer reaccionar
sustancias en él.
El ácido obtenido de esta forma, tenía una concentración de tan solo 35-40 %. Mejoras
posteriores, llevadas a cabo por el francés Joseph-Louis Gay-Lussac y el británico John Glover
consiguieron aumentar esta cifra hasta el 78 %. Sin embargo, la manufactura de algunos tintes
y otros productos químicos que requerían en sus procesos una concentración mayor lo
consiguieron en el siglo XVIII con la destilación en seco de minerales con una técnica similar a
la de los alquimistas precursores. Quemando pirita(disulfuro de hierro) con sulfato de hierro a
480 °C conseguía ácido sulfúrico de cualquier concentración, pero este proceso era
tremendamente caro y no era rentable para la producción industrial o a gran escala.
Obtención en laboratorio[editar]
Se puede obtener haciendo pasar una corriente del gas dióxido de azufre (SO2)
en disolución de peróxido de hidrógeno (H2O2):
En el proceso de cámaras de plomo el dióxido de azufre (SO2) gaseoso caliente entra por la
parte inferior de un reactor llamado torre de Glover donde es lavado con vitriolo nitroso (ácido
sulfúrico con óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2) disueltos en él), y mezclado con
óxido de nitrógeno (NO) y óxido de nitrógeno (IV) (NO2) gaseosos. Parte de óxido de azufre
(IV) es oxidado a óxido de azufre (VI) (SO3) y disuelto en el baño ácido para formar el ácido de
torre o ácido de Glover (aproximadamente 78 % de H2SO4).
De la torre de Glover una mezcla de gases (que incluye óxido de azufre (IV) y (VI), óxidos de
nitrógeno, nitrógeno, oxígeno y vapor) es transferida a una cámara recubierta de plomo donde
es tratado con más agua. La cámara puede ser un gran espacio en forma de caja o un recinto
con forma de cono truncado. El ácido sulfúrico es formado por una serie compleja de
reacciones; condensa en las paredes y es acumulado en el piso de la cámara. Pueden existir de
tres a seis cámaras en serie, donde los gases pasan por cada una de las cámaras en sucesión. El
ácido producido en las cámaras, generalmente llamado ácido de cámara o ácido de fertilizante,
contiene de 62 % a 68 % de H2SO4.
{\displaystyle \mathrm {NO+NO_{2}+H_{2}O\longrightarrow 2HNO_{2}} }
Luego de que los gases pasaron por las cámaras se los hace pasar a un reactor llamado torre
de Gay-Lussac donde son lavados con ácido concentrado enfriado (proveniente de la torre de
Glover). Los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre que no haya reaccionado se disuelven
en el ácido formando el vitriolo nitroso utilizado en la torre de Glover. Los gases remanentes
son usualmente liberados en la atmósfera
Proceso de contacto[editar]
El proceso se basa en el empleo de un catalizador para convertir el SO2 en SO3, del que se
obtiene ácido sulfúrico por hidratación.
En este proceso, una mezcla de gases secos que contiene del 7 al 10 % de SO2, según la fuente
de producción de SO2 (el valor inferior corresponde a plantas que tuestan piritas y el superior
a las que queman azufre), y de un 11 a 14% de O2, se precalienta y una vez depurada al
máximo, pasa a un convertidor de uno o más lechos catalíticos, por regla general de platino o
pentóxido de vanadio (V2O5), donde se forma el SO3. Se suelen emplear dos o más
convertidores.
Los rendimientos de conversión del SO2 a SO3 en una planta en funcionamiento normal
oscilan entre el 96 y 97 %, pues la eficacia inicial del 98 %3 se reduce con el paso del tiempo.
Este efecto de reducciones se ve más acusado en las plantas donde se utilizan piritas de
partida con un alto contenido de arsénico, que no se elimina totalmente y acompaña a los
gases que se someten a catálisis, provocando el envenenamiento del catalizador. Por
consiguiente, en ocasiones, el rendimiento puede descender hasta alcanzar valores próximos
al 95%.
En el segundo convertidor, la temperatura varía entre 500 y 600 °C. Esta se selecciona para
obtener una constante óptima de equilibrio con una conversión máxima a un coste mínimo. El
tiempo de residencia de los gases en el convertidor es aproximadamente de 2-4 segundos.
Existe una marcada diferencia entre la fabricación del SO2 por combustión del azufre y por
tostación de piritas, sobre todo si son arsenicales. El polvo producido en el proceso de
tostación nunca puede eliminarse en su totalidad y, junto con las impurezas, principalmente
arsénico y antimonio, influyen sensiblemente sobre el rendimiento general de la planta.
La producción de ácido sulfúrico por combustión de azufre elemental presenta un mejor
balance energético pues no tiene que ajustarse a los sistemas de depuración tan rígidos
forzosamente necesarios en las plantas de tostación de piritas.
Aplicaciones[editar]
En muchos casos el ácido sulfúrico funge como una materia prima indirecta y pocas veces
aparece en el producto final.
En el caso de la industria de los fertilizantes, la mayor parte del ácido sulfúrico se utiliza en la
producción del ácido fosfórico, que a su vez se utiliza para fabricar materiales fertilizantes
como el superfosfato triple y los fosfatos de mono y diamonio. Cantidades más pequeñas se
utilizan para producir superfosfatos y sulfato de amonio. Alrededor del 60 % de la producción
total de ácido sulfúrico se utiliza en la manufactura de fertilizantes.
En el procesado de metales el ácido sulfúrico se utiliza para el tratamiento del acero, cobre,
uranio y vanadio y en la preparación de baños electrolíticos para la purificación y plateado de
metales no ferrosos.
Algunos procesos en la industria de la Madera y el papel requieren ácido sulfúrico, así como
algunos procesos textiles, fibras químicas y tratamiento de pieles y cuero.
En cuanto a los usos directos, probablemente el uso más importante es el sulfuro que se
incorpora a través de la sulfonación orgánica, particularmente en la producción de
detergentes. Un producto común que contiene ácido sulfúrico son las baterías, aunque la
cantidad que contienen es muy pequeña.
En Colombia su uso y comercialización están bajo vigilancia del Ministerio de Justicia y del
Derecho al ser utilizado como precursor químico en la fabricación de cocaína.
Precauciones[editar]
La preparación de una disolución de ácido puede resultar peligrosa por el calor generado en el
proceso. Es vital que el ácido concentrado sea añadido al agua (y no al revés) para aprovechar
la alta capacidad calorífica del agua y la mayor temperatura de ebullición del ácido. El ácido se
puede calentar a más de 100 ºC lo cual provocaría la rápida ebullición de la gota. En caso de
añadir agua al ácido concentrado, pueden producirse salpicaduras de ácido.