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BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD

Puede entenderse como un conjunto normativo que contiene disposiciones, principios o


valores materialmente constitucionales, fuera del texto de la Constitución documental.

El bloque lato sensu está integrado por disposiciones que tienen un rango normativo
superior a las leyes ordinarias, aunque a veces no gocen de rango constitucional. Su función
es la de servir de referente necesario para la creación legal y para el control constitucional y
estaría conformado por el articulado de la Constitución (incluido el preámbulo), las leyes
estatutarias, las leyes orgánicas, algunos tratados y convenios internacionales sobre
derechos humanos que admiten ser limitados bajo estados de excepción, y los instrumentos
internacionales sobre límites.

El bloque stricto sensu, comprende aquellos principios y reglas que han sido
normativamente integrados a la Constitución por diversas vías y por mandato expreso de la
Carta, como es el caso de los tratados internacionales de DIH (artículo 93 de la
Constitución) y aquellos sobre derechos humanos que no admiten suspensión durante
situaciones de anormalidad.

ENFOQUE DIFERENCIAL

El enfoque diferencial es el reconocimiento de condiciones y posiciones de los distintos


actores sociales como sujetos de derecho desde una mirada diferencial de estado
socioeconómico, género, etnia, discapacidad e identidad cultural, y de las variables
implícitas en el ciclo vital (infancia, juventud, adultez y vejez); bajo los principios de
igualdad, diversidad, participación, interculturalidad, integralidad, sostenibilidad y
adaptabilidad.

PRESUNCIONES LEGALES

Las presunciones legales tienen su origen en la Ley y dispensan de la prueba del hecho
presunto a la parte a la que este hecho favorezca.

Tales presunciones sólo serán admisibles cuando la certeza del hecho indicio del que parte
la presunción haya quedado establecida mediante admisión o prueba.

Estas presunciones pueden ser absolutas (o iuris et de iure), que son las que no admiten
prueba en contrario y simples (o iuris tantum), que pueden ser destruidas mediante prueba
en contrario.

Estas clasificaciones han sido, no obstante, controvertidas, en cuanto que


las presunciones iuris et de iure son más que presunciones verdaderas declaraciones
legales; y las iuris tantum, son o bien un desplazamiento de la carga de la prueba, o una
dispensa de prueba a favor de una parte, acompañada de una denegación de la prueba
respecto de la otra.
No obstante lo anterior, cuando la ley establezca una presunción salvo prueba en contrario
o iuris tantum, ésta podrá dirigirse tanto a probar la inexistencia del hecho presunto como a
demostrar que no existe, en el caso de que se trate, el enlace que ha de haber entre el hecho
que se presume y el hecho probado o admitido que fundamenta la presunción.

PRESUNCIÓN DE DERECHO

Podemos entender como presunción de derecho los hechos o situaciones que, en virtud de
la ley, deben suponerse como ciertas siempre que se demuestren las circunstancias previas,
hechos o antecedentes.

Resulta decir que la prueba es necesaria y vital para la demostración de los hechos en el
proceso, sin ella la arbitrariedad seria la que reinaría. Ya que al juez le está prohibido
basarse en su propia experiencia para dictar sentencia ya que si lo hace esta le serviría para
basar su decisión en pruebas oportunas y legalmente recaudadas. Aquí decimos que lo que
está en el mundo del proceso, recaudado por los medios probatorios, no existe en el mundo
del juez.

La característica importante de las presunciones de derecho es que admiten prueba en


contrario y sus efectos reales se remiten al ámbito probatorio, especialmente a la carga de la
prueba. Las presunciones por estar determinadas previamente por el legislador traen como
consecuencia que se libera de la carga de la prueba a quién la alega pues se entiende que
por la ocurrencia de los hechos y circunstancias previos previstos en la ley se produce el
hecho o la situación presumida, aunque es lógico que en algunas oportunidades sea
necesario demostrar que los hechos o circunstancias previas que dan origen a la presunción,
si sucedieron.

SEGUNDOS OCUPANTES

Esto es, aquellas personas naturales que en las sentencias de restitución no fueron
declarados de buena fe exenta de culpa, pese a no haber participado de los hechos que
dieron lugar al despojo o al abandono forzado, y que con ocasión de la sentencia se ven
abocadas a perder su relación con el predio.

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