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1. Introducción
Mientras que, a nivel interno, el Tribunal Constitucional del Perú ha manifestado que la
libertad personal, en cuanto derecho subjetivo, garantiza que no se afecte
indebidamente la libertad física de las personas, esto es, su libertad locomotora, "ya
sea mediante detenciones, internamientos o condenas arbitrarias".8
Mientras que el artículo 2, inciso 24, literal b), de la Constitución Política del Perú
declara que "no se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo
en los casos previstos por la ley". Para el Tribunal Constitucional la libertad personal,
si bien es un derecho fundamental y un valor superior del ordenamiento jurídico, su
ejercicio no es absoluto e ilimitado dado que puede ser restringido mediante ley.9
5
Corte IDH. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Párrafo 53
6
COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. Observación General N° 35. Artículo 9 (Libertad y seguridad
personales), 2014. Fundamento 3.
7
Algunos ejemplos de privación de libertad, a decir de dicho Comité, serían la detención en dependencias de la policía, el "arraigo",
la reclusión preventiva, la prisión tras una condena, el arresto domiciliario, la detención administrativa, la hospitalización
involuntaria, el internamiento de niños en instituciones y el confinamiento en una zona restringida de un aeropuerto, así como el
traslado contra la propia voluntad. También se cuentan ciertas restricciones adicionales impuestas a personas ya recluidas, como la
reclusión en régimen de aislamiento o la utilización de dispositivos de reducción de la movilidad. Ver en: COMITÉ DE
DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. Observación General N° 35. Artículo 9 (Libertad y seguridad personales),
2014. Fundamento 5.
8
STC. Expediente 02715-2013-PHC/TC (fundamento 4).
9
STC. Expediente 2516-2005-PHC/TC, fundamento 5).
A partir de lo expuesto, se advierte entonces que la limitación del derecho a la libertad
personal puede llevarse a cabo mediante una norma con rango de ley, la que deberá
además consagrar las causas, casos o circunstancias expresamente tipificadas para
su procedencia (aspecto material), así como los procedimientos objetivamente
definidos para ello (aspecto formal).10
Otro aspecto que debemos definir previamente son los tipos de intervención que se
pueden presentar respecto del derecho a la libertad personal:
10
Corte IDH. Caso Gangaram Panday Vs. Surinam. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de enero de 1994. Párrafo 47.
11
Corte IDH. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Párrafo 53
Luego de desarrollar estas definiciones preliminares, a continuación procederemos a
analizar el tema principal de este trabajo: el control de identidad policial en el Perú.
El artículo 205 del vigente Código Procesal Penal de 200412 señala lo siguiente:
1. La Policía, en el marco de sus funciones, sin necesidad de orden del Fiscal o del Juez, podrá
requerir la identificación de cualquier persona y realizar las comprobaciones pertinentes en la
vía pública o en el lugar donde se hubiere hecho el requerimiento, cuando considere que
resulta necesario para prevenir un delito u obtener información útil para la averiguación de un
hecho punible. El intervenido tiene derecho a exigir al Policía le proporcione su identidad y la
dependencia a la que está asignado.
2. La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio del
correspondiente documento de identidad. Se deberá proporcionar al intervenido las facilidades
necesarias para encontrarlo y exhibirlo. Si en ese acto se constata que su documentación está
en orden, se le devolverá el documento y autorizará su alejamiento del lugar.
3. Si existiere fundado motivo que el intervenido pueda estar vinculado a la comisión de un
hecho delictuoso, la Policía podrá registrarle sus vestimentas; equipaje o vehículo. De esta
diligencia específica, en caso resulte positiva, se levantará un acta, indicándose lo encontrado,
dando cuenta inmediatamente al Ministerio Público.
4. En caso no sea posible la exhibición del documento de identidad, según la gravedad del
hecho investigado o del ámbito de la operación policial practicada, se conducirá al intervenido a
la Dependencia Policial más cercana para exclusivos fines de identificación. Se podrá tomar las
huellas digitales del intervenido y constatar si registra alguna requisitoria. Este procedimiento,
contado desde el momento de la intervención policial, no puede exceder de cuatro horas, luego
de las cuales se le permitirá retirarse. En estos casos, el intervenido no podrá ser ingresado a
celdas o calabozos ni mantenido en contacto con personas detenidas, y tendrá derecho a
comunicarse con un familiar o con la persona que indique. La Policía deberá llevar, para estos
casos, un Libro-Registro en el que se harán constar las diligencias de identificación realizadas
en las personas, así como los motivos y duración de las mismas.
5. Siempre que sea necesario para las finalidades del juicio o para las finalidades del servicio
de identificación, se pueden tomar fotografías del imputado, sin perjuicio de sus huellas
digitales, incluso contra su voluntad -en cuyo caso se requiere la expresa orden del Ministerio
Público-, y efectuar en él mediciones y medidas semejantes. De este hecho se levantará un
acta.
Esta potestad ha sido denominada en nuestra norma procesal penal como “control de
identidad policial” y básicamente se refiere a aquellas actuaciones que realiza la
Policía para verificar la identidad de una persona. El fundamento constitucional de
dicho control lo constituye el artículo 166 de la Constitución, 13 toda vez que autoriza a
la Policía a adoptar acciones de prevención frente de la delincuencia. Sin embargo,
estos actos se basarían en juicios de probabilidad y sospecha por cuanto se adoptan
para prevenir justamente la comisión de un delito. Ello, a decir de ZÚÑIGA
RODRÍGUEZ, se vincula más a un Derecho Penal de Autor que a un Derecho Penal
democrático erigido sobre el principio de Lesividad (p. 6).
12
Decreto Legislativo 957.
13
Artículo 166.- La Policía Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden interno. Presta
protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y
del privado. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras.
Y de manera paralela, el control de identidad policial también se encuentra previsto en
la Ley de la Policía Nacional del Perú, aprobada por Decreto Legislativo 1267. En
efecto, los incisos 2 y 3 del artículo 3 de la citada norma señalan que los efectivos
policiales tendrán la "atribución" de “(...) requerir la identificación de cualquier persona,
a fin de realizar la comprobación correspondiente, con fines de prevención del delito o
para obtener información útil en la averiguación de un hecho punible”; e inclusive, “(...)
de ser necesario, las personas y vehículos automotores podrán ser conducidos a la
unidad policial para su plena identificación”.
No cabe duda que el control de identidad policial, en la medida que está previsto en
normas con rango de ley (Código Procesal Penal y Ley de la Policía Nacional del
Perú), válidamente puede limitar el derecho a la libertad personal, de conformidad con
lo señalado en la Constitución y en instrumentos internacionales. Lo que analizaremos
a continuación es qué tipo de limitación de la libertad configura: si es un acto
restrictivo o privativo de la libertad.
14
Dicha norma actualmente ya no se encuentra vigente. Ahora es la Ley Orgánica 4/2015 del 30 de marzo, de Protección de la
Seguridad Ciudadana, la que recoge el control de identidad policial en su artículo 16.
4. (…) La medida de identificación en dependencias policiales prevista en el art. 20.2 de la
L.O.P.S.C. supone por las circunstancias de tiempo y lugar (desplazamiento del requerido hasta
dependencias policiales próximas en las que habrá de permanecer por el tiempo imprescindible),
una situación que va más allá de una mera inmovilización de la persona, instrumental de
prevención o de indagación, y por ello ha de ser considerada como una modalidad de privación de
libertad (...).
15
STC 341/1993, fundamento 6A.
16
STC 341/1993, fundamento 6B.
17
STC 341/1993, fundamento 6C.
cuyo caso estará por un máximo de 4 horas luego de lo cual deberá ser
liberado.
Del apartado anterior queda claro que el derecho fundamental afectado en un control
de identidad policial, por excelencia, es la libertad personal. Sin embargo, existen otros
derechos fundamentales involucrados durante la realización de este control y que no
son debidamente visibilizados.
El control de identidad, más allá de la libertad personal, también puede intervenir sobre
el derecho fundamental a la igualdad y no discriminación, reconocido en el artículo 2.2
de la Constitución.18 Ello, por cuanto, la práctica del control de identidad policial
repercute especialmente en determinados grupos étnicos en la sociedad, toda vez que
sobre ellos es que se realiza el control de identidad de manera más acentuada.
(…) hay ciertos antecedentes para sostener que la mayoría de las personas controladas en Chile,
de los casi dos millones de controles de identidad al año, han atraído la atención de la policía no
por haber cometido algún crimen sino que por su pertenencia a grupos desaventajados o
discriminados y por su disponibilidad en el espacio público. De esta forma, las condiciones
estructurales de desigualdad y segregación en Chile son factores habilitantes para un ejercicio
discriminatorio de las funciones policiales. En este contexto, el igual respeto y consideración que
toda persona merece resulta amenazado (2015, p. 259).
Sin perjuicio de lo señalado, podemos afirmar que en nuestro país existen evidencias
de maltratos por parte de la PNP que califican como actos de discriminación; lo que
permitiría inferir válidamente que, en el ejercicio del control de identidad también se
producirían vulneraciones del derecho a la igualdad. Ese fue el caso de Craig Martin,
miembro del Cuerpo de Paz de los Estados Unidos, que fue discriminado en varias
ocasiones por integrantes de la Policía Nacional del Perú, únicamente por su color de
piel. Dicha discriminación se produjo mediante reiteradas intervenciones sin razón
alguna, lo que generó que la Oficina Defensorial de Piura interviniera en su caso.20
19
En ese sentido, señaló lo siguiente:
(...) 16. Los agentes de policía y de inmigración y los funcionarios de prisiones a menudo actúan basándose en perfiles
raciales y étnicos, en muchas formas distintas y perniciosas. También puede suceder que las políticas oficiales faciliten
prácticas discrecionales que permiten que las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley dirijan selectivamente sus
actuaciones hacia grupos o personas basándose en el color de su piel, en su vestimenta, en su vello facial o en el idioma
que hablan. A veces también existe un sesgo implícito que motiva la utilización de criterios raciales y étnicos en la
actuación de las fuerzas del orden. Aunque algunos estudios han demostrado la ineficacia de la utilización de perfiles
raciales y étnica, los funcionarios siguen recurriendo a esa práctica. Una de sus manifestaciones es la práctica de la
interceptación y cacheo o la interceptación e identificación especialmente dirigidas contra minorías. Esta práctica tiene
como resultado un número desproporcionadamente alto de actuaciones contra esas poblaciones a menudo vulnerables.
Por ejemplo, en un Estado del Pacífico Meridional, los varones negros eran objeto de contactos sobre el terreno por
agentes de policía con una frecuencia 2,4 veces superior a la que correspondería con arreglo a su representación en la
población en general. En Europa, las comunidades romaníes son víctimas de niveles desiguales de controles de identidad;
en algunos casos, la policía intercepta por la calle a viandantes romaníes con una frecuencia 3 veces mayor que a los
viandantes no romaníes. En un estado de los Estados Unidos de América, a pesar de constituir apenas el 24% de la
población, las personas afrodescendientes eran objeto del 63,3% de las interceptaciones de civiles por la policía.
20
ARDITO VEGA, Wilfredo. El racismo y la policía nacional. Disponible en: https://revistaideele.com/ideele/content/el-racismo-y-
la-polic%C3%ADa-nacional (consultado el 2 de setiembre de 2018). Otra situación lamentable que evidenció una situación de
discriminación fue el caso denominado “Los Malditos de Larcomar”. En junio de 2008, un grupo de ciclistas de alta competencia,
de rasgos andinos, fue detenido por personal de Serenazgo y de la PNP en Miraflores, cerca de Larcomar. Posteriormente, fueron
presentados ante los medios de comunicación, con la presencia del entonces alcalde del distrito, como miembros de una peligrosa
banda de asaltantes denominada “Los malditos de Larcomar”. Sin embargo, las investigaciones posteriores dieron cuenta, como era
de esperarse, que todo se trató de un terrible error. Inclusive, por denuncia de algunos de los afectados, se supo que algunos
efectivos policiales les trataron de “sembrar droga”, a fin de justificar su detención. Finalmente, se liberaron a los detenidos y se
inició una investigación disciplinaria contra los policías que participaron en la intervención, la misma que concluyó con sanciones
diversas. Ver en: http://archivo.peru21.pe/noticia/295594/sancionan-policias-que-detuvieron-sin-pruebas-cuatro-ciclistas-miraflores
(consultado el 6 de setiembre de 2018).
país recientemente, tal como lo ha señalado la Defensoría del Pueblo 21 lo que también
se puede presentar en el ejercicio de la función policial, tal como ha ocurrido en otros
países.
Otro atributo fundamental que puede ser afectado mediante el control de identidad
policial es el derecho a la reunión. 22 Al respecto, el Relator Especial sobre los derechos
a la libertad de reunión pacífica y de asociación de Naciones Unidas, entre el 2016 y
2017 ha publicado diversos informes donde aborda el impacto que tienen los controles
de identidad policiales sobre las manifestaciones realizadas por la población.
Por ejemplo, en Chile,23 el Relator Especial recibió informes de que las autoridades
realizaron controles preventivos de identidad durante las manifestaciones, en los
cuales interceptaron a personas al azar pidiéndoles que acreditaran su identidad, sin
pruebas concretas de que hubiesen cometido un delito o se dispusieran a cometerlo,
deteniendo a todos aquellos que no podían presentar la documentación requerida.
Sobre el particular, el Relator Especial opinó que este tipo de controles de identidad
equivalen a un control policial selectivo y a una vigilancia que pueden menoscabar el
ejercicio del derecho a la libertad de reunión pacífica.24
Cabe precisar que el artículo 85 del Código Procesal Penal de dicho país, 25 que
reconoce el control de identidad policial, ha sido modificado en reiteradas ocasiones, lo
21
Pronunciamiento N° 021DP/2018. Defensoría del pueblo demanda una política integral migratoria que respete los derechos
humanos en el contexto de la migración internacional. Disponible en: https://www.defensoria.gob.pe/wp-
content/uploads/2018/08/Pronunciamiento-N%C2%B021-DP.pdf (consultado el 2 de setiembre de 2018).
22
Artículo 2. Toda persona tiene derecho: (…) 12. A reunirse pacíficamente sin armas. Las reuniones en locales privados o abiertos
al público no requieren aviso previo. Las que se convocan en plazas y vías públicas exigen anuncio anticipado a la autoridad, la que
puede prohibirlas solamente por motivos probados de seguridad o de sanidad públicas.
23
Informe del 24 de octubre de 2016.
24
Párrafo 75
25
Art. 85 del Código Procesal Penal.
Artículo 85.- Control de identidad. Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden previa de los
fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las circunstancias, estimaren que exista
algún indicio de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de
que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el caso de la persona que se
encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad. El funcionario policial deberá otorgar a la persona facilidades
para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Procederá también tal solicitud cuando los funcionarios policiales tengan algún antecedente que les permita inferir que una
determinada persona tiene alguna orden de detención pendiente.
La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio de documentos de identificación expedidos
por la autoridad pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial deberá otorgar a la
persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevo indicio, la policía podrá proceder al registro de las vestimentas, equipaje o
vehículo de la persona cuya identidad se controla, y cotejar la existencia de las órdenes de detención que pudieren afectarle. La
policía procederá a la detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo dispuesto en el artículo 129, de quienes se
sorprenda, a propósito del registro, en alguna de las hipótesis del artículo 130, así como de quienes al momento del cotejo registren
orden de detención pendiente.
En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad, o si habiendo recibido las facilidades del caso no le fuere posible
hacerlo, la policía la conducirá a la unidad policial más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le darán facilidades
para procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados, dejándola en libertad en caso de
obtenerse dicho resultado, previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que pudieren afectarle. Si no resultare posible
acreditar su identidad, se le tomarán huellas digitales, las que sólo podrán ser usadas para fines de identificación y, cumplido dicho
propósito, serán destruidas.
El conjunto de procedimientos detallados en los incisos precedentes no deberá extenderse por un plazo superior a ocho horas,
transcurridas las cuales la persona que ha estado sujeta a ellos deberá ser puesta en libertad, salvo que existan indicios de que ha
ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa, caso en el cual se estará a lo dispuesto en el inciso siguiente.
Si la persona se niega a acreditar su identidad o se encuentra en la situación indicada en el inciso anterior, se procederá a su
detención como autora de la falta prevista y sancionada en el Nº 5 del artículo 496 del Código Penal. El agente policial deberá
informar, de inmediato, de la detención al fiscal, quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez
dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada
manifestare, la policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado.
Los procedimientos dirigidos a obtener la identidad de una persona en conformidad a los incisos precedentes, deberán realizarse
en la forma más expedita posible, y el abuso en su ejercicio podrá ser constitutivo del delito previsto y sancionado en el artículo 255
del Código Penal.
que ha determinado que en su redacción actual se permita realizar el control de
identidad “(…) en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar,
dificultar o disimular su identidad”; supuesto que, por cierto, también se prevé en la
legislación española.26 En nuestra opinión, el control de identidad en estos casos
constituye un exceso que repercute directamente en el derecho a la libertad de
reunión, así como en la participación en manifestaciones. Y es que el hecho que una
persona oculte su identidad en una manifestación pública no necesariamente implica
que pretenda cometer un delito o alterar el orden público. Básicamente, se trata de
una restricción de la libertad personal -que pueda tornarse en una detención- por la
mera sospecha, lo que es incompatible en un Estado democrático de derecho.
El ejercicio del control de identidad también implica una afectación del derecho a la
integridad personal27 del sujeto intervenido. Ello naturalmente se explica por el hecho
que el intervenido puede negarse a mostrar su identificación e inclusive, negarse a ser
trasladado a la dependencia policial para su identificación; lo que exigiría, por
contraparte, que las fuerzas policiales tengan la capacidad necesaria para reducir al
intervenido y llevarlo a las instalaciones policiales, aun contra su voluntad.
Lo preocupante en este caso es que la Policía tiene una discrecionalidad amplia para
recurrir al uso de la fuerza. Y es que la remisión al numeral 7.2 del Decreto Legislativo
1186, alude a los niveles de uso de la fuerza por el personal de la Policía Nacional,
que pueden ser preventivos (presencia policial, verbalización, control de contacto) o
reactivos (control físico, tácticas defensivas no letales y fuerza letal).
d. El derecho a la intimidad
Si no pudiere lograrse la identificación por los documentos expedidos por la autoridad pública, las policías podrán utilizar
medios tecnológicos de identificación para concluir con el procedimiento de identificación de que se trata.
26
El artículo 16.1 de la Ley Orgánica 4/2015 establece la posibilidad de realizar controles de identificación "(...) de las personas
cuyo rostro no sea visible total o parcialmente por utilizar cualquier tipo de prenda u objeto que lo cubra, impidiendo o dificultando
la identificación, cuando fuere preciso a los efectos indicados".
27
Artículo 2.- Toda persona tiene derecho: 1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre
desarrollo y bienestar.
28
Artículo 2. Toda persona tiene derecho: (…)7. Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a la
voz y a la imagen propias.
intervención de carácter leve sobre dicho derecho fundamental. Antes bien, hemos
demostrado que tras dicha potestad de la PNP existen diversos atributos de primer
orden que se ven afectados, como son el derecho a la igualdad, el derecho a la
libertad de reunión, el derecho a la integridad personal así como el derecho a la
intimidad.
Otro tema que exige análisis es la justificación del control de identidad policial. Al
respecto, la doctrina considera que el mismo, sin lugar a duda, tiene como sustento la
protección de la seguridad ciudadana, garantizando la tranquilidad de la población
(IRARRÁZABAL, 2015, p. 257). Así también se declara en la exposición de motivos de
la vigente Ley Orgánica 4/2015 española.29
En esa lógica, dada la implicancia de los derechos fundamentales que pueden verse
afectados en la persona intervenida para garantizar la protección del bien jurídico
seguridad ciudadana, consideramos que los supuestos de procedencia del control de
identidad policial (para prevenir un delito u obtener información útil para la
averiguación de un hecho punible) exigen necesariamente la existencia de indicios
mínimos y suficientes o de una sospecha razonable de manera objetiva que permitan
acreditar su viabilidad. Esto ocurre especialmente en el caso del control de identidad
policial preventivo, ya que se trata de una facultad bastante amplia y cubre casos en
donde las personas no han cometido delito alguno e incluso situaciones en las que no
hay una imputación en contra de ellas (DUCE, 2016, pp. 69-70).
En otros términos, para que proceda de manera legítima el control de identidad policial
se requiere de la existencia de indicios mínimos o de una sospecha razonable de
manera objetiva que permitan acreditar: i) que el sujeto intervenido cometerá un hecho
delictivo (por lo que el control de identidad actúa de manera preventiva); o ii) que tiene
29
"(…) esta Ley tiene por objeto la protección de personas y bienes y el mantenimiento de la tranquilidad ciudadana, e incluye un
conjunto plural y diversificado de actuaciones, de distinta naturaleza y contenido, orientadas a una misma finalidad tuitiva del bien
jurídico protegido. Una parte significativa de su contenido se refiere a la regulación de las intervenciones de la policía de seguridad,
funciones propias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aunque con ello no se agota el ámbito material de lo que hay que entender
por seguridad pública, en el que se incluyen otras materias, entre las que la Ley aborda las obligaciones de registro documental o de
adopción de medidas de seguridad por las personas físicas o jurídicas que realicen actividades relevantes para la seguridad
ciudadana, o el control administrativo sobre armas y explosivos, entre otras.”
30
STC. Exp. 03482-2005-HC/TC, fundamento 13.
información útil para la averiguación de un hecho punible (escenario en el que el
control de identidad actúa como mecanismo de indagación).
El artículo 205 inciso 4 del CPP establece la posibilidad de que la persona intervenida,
al ser trasladado a la dependencia policial respectiva para su identificación "(...) tendrá
derecho a comunicarse con un familiar o con la persona que indique". Al respecto, a
partir de dicha disposición es posible que el intervenido pueda comunicarse con un
abogado que le brinde oportuna asesoría durante la realización del control de
identidad en la dependencia policial
Por un lado, se puede afirmar que el control de identidad policial no exige contar con
un abogado defensor, dado que dicha actuación tiene como exclusivo fin la
identificación del intervenido, sin que exista la posibilidad de que sea interrogado. Así
lo señaló el Tribunal Constitucional español en la STC. 341/1993.33
Adicionalmente, el propio artículo 205 inciso 4 del Código Procesal Penal establece
una serie de garantías que deben respetarse en el ejercicio del control de identidad
policial. Así, por ejemplo, se señala que dicha actuación no durará más allá de 4 horas
como máximo, o que el intervenido no puede ser ingresado a celdas o calabozos ni
mantener en contacto con personas detenidas. Ante un caso en el que
lamentablemente no se cumpla con estas garantías, es indispensable que la persona
intervenida cuente con una defensa técnica que tutele sus derechos de manera
inmediata.
33
(...) No resulta inexcusable, en el mismo sentido, que la identificación misma haya de llevarse a cabo necesariamente en presencia
o con la asistencia de Abogado, garantía ésta cuya razón de ser está en la protección del detenido y en el aseguramiento de la
corrección de los interrogatorios a que pueda ser sometido (...). Ninguna de estas garantías constitucionales -recordatorio del
derecho a no declarar y asistencia obligatoria de Abogado- son indispensables para la verificación de unas diligencias de
identificación que, vale reiterar, no permiten interrogatorio alguno que vaya más allá de la obtención de los «datos personales» a los
que se refiere el repetido art. 9.3 de la L.O.P.S.C [fundamento 6C].
34
STC 196/1987, fundamento 5.
En efecto, nuestro artículo 205 del CPP establece que el traslado de la persona
intervenida para realizarle el control de identidad en una dependencia policial durará
no más de 4 horas, luego de lo cual se debe dejar ir al intervenido. La pregunta que
surge a continuación es si dicho tiempo no es excesivo para una diligencia de
identificación, máxime si en la actualidad existen sistemas de bases de datos
modernos que permitirían identificar a un sujeto en el menor tiempo posible.
Si bien es cierto que en otros países el tiempo de duración del control de identidad es
mucho mayor (en Chile puede llegar a las 8 horas, mientras que en España, a 6 horas
como máximo), ello no quita que, en nuestra realidad, 4 horas puedan resultar un
exceso para identificar a una persona, que es el objetivo principal del control de
identidad. Y es que lo que está en juego es el derecho fundamental a la libertad
personal.
Similar razonamiento se puede aplicar, sin duda alguna, a la actuación del control de
identidad policial, en el sentido siguiente: i) el plazo máximo para el ejercicio del
control de identidad policial es de 4 horas, que no debe ser rebasado bajo ningún
motivo; ii) el plazo estrictamente necesario del control de identidad policial será aquel
necesario para lograr identificar al intervenido, que dependerá del caso concreto y
puede ser mucho menor a las 4 horas señaladas como plazo máximo. Consideramos,
pues, a partir de lo expuesto, que es factible modificar este extremo del Código
Procesal Penal, a fin de incorporar un plazo estrictamente necesario para la actuación
del control de identidad policial.
35
Artículo 16. Identificación de personas
(…) 2. Cuando no fuera posible la identificación por cualquier medio, incluida la vía telemática o telefónica, o si la persona se
negase a identificarse, los agentes, para impedir la comisión de un delito o al objeto de sancionar una infracción, podrán requerir a
quienes no pudieran ser identificados a que les acompañen a las dependencias policiales más próximas en las que se disponga de los
medios adecuados para la práctica de esta diligencia, a los solos efectos de su identificación y por el tiempo estrictamente necesario,
que en ningún caso podrá superar las seis horas.
36
STC. Exp. 06423-2007-PHC/TC, fundamento 8.
37
STC. Exp. 06423-2007-PHC/TC, fundamento 8.
3.2.6. Falta de pronunciamientos jurisdiccionales críticos respecto del control de
identidad
En este caso, donde no existen muchos comentarios por parte del máximo intérprete
de la Constitución sobre la naturaleza del control de identidad policial, se advirtió que:
i) el recurrente fue trasladado a la dependencia policial para ser identificado de
posibles antecedentes policiales y judiciales; ii) el recurrente no contaba con su
documento de identidad; iii) existían sospechas de que el recurrente había participado
en un asalto. No obstante, claramente se advirtió un exceso en el hecho que: i) las
diligencias para identificarlo se realizaron después de más de 4 horas de su
intervención, que es el límite máximo establecido en el Código Procesal Penal y ii)
estuvo enmarrocado, recibiendo el trato de una persona peligrosa, lo que
desnaturaliza por completo el control policial de identidad.39
Sin embargo, existen otros casos en los que, si bien se cuestionó el control de
identidad policial, se declaró improcedente la demanda. Así, en el Expediente 04951-
2012-PHC/TC, a través de un auto se desestimó la pretensión al considerar que el
cuestionamiento referido al control de identidad policial cesó o devino en irreparable,
dado que el afectado ya se encontraba con una medida de prisión preventiva dictada
por el órgano jurisdiccional competente. Mientras que en el Expediente 04895-2016-
PHC/TC, se declaró improcedente el recurso de agravio constitucional mediante una
sentencia interlocutoria, en virtud de considerar que el cuestionamiento al control de
identidad policial por el recurrente, al igual que otros argumentos, se referían a temas
de valoración probatoria, propios de la justicia ordinaria.
38
Los hechos del caso son los siguientes:
Con fecha 22 de marzo de 2010, don Luis Agustín Mechan Quezada interpone demanda de hábeas corpus contra la
División de Investigación Criminal de Tambopata y contra el Fiscal Provincial James Díaz Collazos.
Refiere que el día 22 de marzo del 2010 fue detenido a la 1.15 de la madrugada en circunstancias en que se encontraba en
una reunión en el local público La Choza y que fue trasladado al local de la DIVINCRI, donde fue enmarrocado, sin ser
notificado ni informado de los motivos de su detención. En ese sentido, en su demanda de habeas corpus solicitó que se
constituya inmediatamente el Juez de la Investigación Preparatoria de Tambopata ante la División de Investigación
Criminal a fin de que se constate su detención arbitraria y se disponga su inmediata libertad.
Posteriormente, se verificó que el favorecido se encontraba en las instalaciones de la División de Investigación Criminal
sin marrocas, pese a que el abogado del recurrente manifiesta que se encontraba con marrocas a las 6 de la mañana,
conforme a las fotos que muestra de su celular. El jefe de la División de Investigación Criminal manifiesta que al existir
indicios razonables de la presunción de la comisión de un ilícito, sin necesidad de que se requiera de la orden fiscal se ha
conducido al beneficiario a la dependencia policial para los fines de identificación plena.
39
Las razones exactas que determinaron que se declarara fundada la demanda son las siguientes:
La detención estuvo sustentada en la intervención que se hace al beneficiario el 22 de marzo del 2010 a las 2 de la
mañana en circunstancias en que se encontraba en una reunión en el local denominado La Choza, en actitud sospechosa,
desde donde fue trasladado hasta la DIVINCRI, para ser identificado de posibles antecedentes policiales o judiciales, lo
que es corroborado con el acta de intervención.
Se verificó que el beneficiario no contaba con su documento de identidad, según acta de constatación.
Por otro lado, se tiene que la diligencia de constatación se realizó a las 7.30 de la mañana y que las diligencias para la
identificación de la persona que asaltó a mano armada y agredió al propietario del centro comercial, donde el beneficiario
tuvo que estar presente, se llevaron a cabo a las 7.35 de la mañana del día 22 de marzo del 2010; esto es, después de más
de 4 horas de su intervención.
En la misma acta de constatación se consigna que, según la manifestación del abogado del beneficiario, este estuvo
enmarrocado, para lo cual muestra fotografías tomadas desde su celular.
Por su parte, en la Casación 321-2011-AMAZONAS40, la Sala Penal Permanente de la
Corte Suprema de Justicia confirmó la absolución realizada a los imputados en un
proceso penal por robo agravado, al determinar que las actuaciones realizadas contra
los investigados, incluyendo el control de identidad policial, fueron irregulares. En este
último caso, debido a que no se cumplió el procedimiento previsto en el artículo 205
del Código Procesal Penal. Se advierte entonces que en esta sentencia la Corte
Suprema determinó que existieron irregularidades en el control de identidad policial
realizado a los imputados, lo que finalmente conllevó a la anulación de dicha diligencia
y, posteriormente, a su absolución.
Al respecto, el artículo 21.2 del Decreto Legislativo 1348, que aprueba el Código de
Responsabilidad Penal del Adolescente, señala lo siguiente: “(…) el adolescente debe
suministrar los datos que permitan su identificación. Si se abstiene de proporcionar
esos datos o lo hace falsamente, se le identifica por testigos o por otros medios útiles.
Son aplicables las disposiciones establecidas en el numeral 205.5 del artículo 205 y
en el artículo 211 del Código Procesal Penal u otra norma que la sustituya”.
El artículo 205.5 del CPP, cuya remisión expresa realiza el Código de Responsabilidad
Penal del Adolescente, se refiere únicamente a la posibilidad de toma de fotografías al
imputado y de sus huellas digitales, siempre que sea necesario para las finalidades del
juicio o para las finalidades del servicio de identificación, incluso contra su voluntad. En
este último caso se requiere la expresa orden del Ministerio Público.
Sin embargo, se olvida que el control de identidad policial está previsto como una
atribución de la PNP en el artículo 3.2. del Decreto Legislativo 1267, Ley de la Policía
40
En dicho caso, la Fiscalía Superior Mixta de Utcubamba cuestionó la sentencia de vista expedida por la Sala Mixta y Penal de
Apelaciones de Utcubamba de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, por la que se confirmó la sentencia que absolvió a Jairo
Soplín Fernández y a Jeyner Santa Cruz Torres del delito de robo agravado, en agravio de Rodolfo Villanueva Díaz, además de
confirmar la sentencia integrada que absolvió a José Quiroz Huamán de los mismos cargos.
Los argumentos de la Sala Superior para absolver a los procesados se refirieron, entre otros aspectos, a las irregularidades cometidas
en el control de identidad policial realizado a Jairo Soplín Fernández, que permitieron realizarle una requisa y encontrar el
documento nacional de identidad del agraviado Rodolfo Villanueva Díaz.
En este caso, la Sala Penal Permanente resolvió declarar infundado el recurso de casación interpuesto, al considerar que, en efecto,
se realizaron de manera irregular diversas diligencias que implicaron la vulneración de los derechos fundamentales de los
imputados, incluyendo el control de identidad policial.
Nacional del Perú,41 y en el artículo 5.3. de su reglamento, aprobado por Decreto
Supremo 026-2017-IN.42 En estas normas se declara que el personal policial podrá
requerir la identificación de cualquier persona, sin hacer precisión alguna sobre si no
procede contra menores de edad, por lo que también se podrían entender incluidos
como sujetos pasivos del control de identidad.
4. Conclusiones
3. El control de identidad policial es una diligencia que forma parte del elenco de
mecanismos previstos en el Código Procesal Penal y, a su vez, constituye una
atribución de la Policía Nacional del Perú prevista en su propia ley. Además, el
control de identidad policial opera básicamente ante dos supuestos: a) la
prevención de un delito y, b) la obtención de información útil para la
averiguación de un hecho punible.
41
Artículo 3.- Atribuciones: son atribuciones del Personal Policial las siguientes: (...) 2) requerir la identificación de cualquier
persona, a fin de realizar la comprobación correspondiente, con fines de prevención del delito o para obtener información útil en la
averiguación de un hecho punible;
42
Artículo 5.- Atribuciones: son atribuciones del Personal Policial las siguientes: (...) 3. Requerir la identificación de cualquier
persona, a fin de realizar la comprobación correspondiente, con fines de prevención del delito o para obtener información útil en la
averiguación de un hecho punible;
43
Al respecto, de acuerdo a información de la Gerencia de Centros Juveniles del Poder Judicial, a agosto de 2017, la población total
de adolescentes infractores en medio abierto y cerrado era de 3807. De esta cifra, el 42% había cometido como infracción robo y
robo agravado, mientras que a un 15 % de la población total se le atribuye la comisión de infracciones de violación sexual y hurto.
Ver en: GERENCIA DE CENTROS JUVENILES DEL PODER JUDICIAL. Informe Estadístico (agosto 2017). p. 11. Disponible
en:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/Centros+Juveniles/s_centros_juveniles_nuevo/as_servicios/as_servicios_ciudadano/as_bol
etin/ (consultado el 4 de setiembre de 2018).
4. El control de identidad policial realizado en el lugar donde se encuentre el
requerido configura un acto de restricción de la libertad por su carácter breve.
Mientras que aquel control de identidad que exige el traslado del intervenido a
la dependencia policial, aún en contra de su voluntad, constituye un auténtico
acto de privación de la libertad.
5. Bibliografía