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El acuerdo Trump/Xi Jinping

termina con la crisis global

Pocos amigos. Trump y Xi Jinping llegaron a un acuerdo por necesidades


mutuas y ahora se aprestan a liderar la economía global del siglo XXI
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Jorge Castro

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17/11/2019 - 1:00
 Clarín.com
 Economía
 Economía
El ciclo de contracción de la economía global quedó atrás. Comenzó en el
primer trimestre de 2018, cuando el impacto del conflicto “comercial” entre
EE.UU. y China sumergió al sistema en una honda incertidumbre.

Ahora, el acuerdo Trump/Xi Jinping que se suscribe este mes en EE.UU. y


que se realiza en dos “fases”, reafirma la supremacía estratégica
norteamericana, reconocida por China; y de esta manera cierra el conflicto en
que se decide el poder del mundo en el siglo XXI, centrado en las tecnologías
de avanzada de la nueva revolución industrial, ante todo la “Inteligencia
artificial”.

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Este acontecimiento, trae al mundo una tremenda certidumbre, que clausura


el ciclo contractivo/recesivo de la economía global de los últimos 18 meses.

El Índice JP Morgan (JP Morgan Global Index/2019) trepó en octubre a 50.3,


y mostró un alza de más de 1 punto respecto a tres meses atrás; y el índice de
inversiones en capital, tras haber alcanzado el menor nivel de la década en el
tercer trimestre de 2018 (48%) aumentó más de 1 punto porcentual en 2019.
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El índice de gastos en inversión de capital es particularmente relevante


respecto a la manufactura global, que se hundió en un periodo hondamente
recesivo el último año, al ser directamente golpeada por el “shock” de
incertidumbre desatado por el choque EE.UU./China, que suspendió más de
un año las decisiones de inversión de la manufactura mundial.

Lo decisivo es que el índice global instantáneo (Fulcrum nowcast Index), que


mide al “instante” la expansión global y abarca a la manufactura y los
servicios, experimentó un alza de 3% anual en octubre, que medido en PPP
fue 5% en el año, similar a los 3 años posteriores a 2015.

La economía estadounidense, la mayor del mundo, está funcionando a plena


capacidad (85% del total). Es un proceso “superintensivo” según la Reserva
Federal, con todos los cilindros desplegados de los factores de la producción.

Este auge excepcional depende ahora de un solo factor que es el nivel de


inversión, el mayor de su historia. Según el FMI, la tasa de inversión en
EE.UU absorbió 1.6% del PBI entre 2017 y 2018; y esto como parte de la
masa de capitales que recibió EE.UU en este periodo: U$S 11 billones entre
2017, 2018 y los 6 primeros meses de 2019.

Más de 2/3 de este aluvión se volcó a Wall Street, y desató un boom


accionario que es incluso superior a los que experimentó EE.UU. en la década
del ´20 y los años posteriores a la 2da Guerra Mundial. Standard & Poor´s 500
(S&P500) aumentó más de 20 puntos en los últimos 6 meses, y sobrepasó
3.000 puntos, récord absoluto, en tanto el Dow Jones Industrial trepó a 26.996
puntos, y el Nasdaq (high tech) alcanzó a 8.170 puntos.

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El auge excepcional de EE.UUen los últimos 3 años es obra directa del recorte
de impuestos dispuesto por Donald Trump y el Congreso republicano en 2017,
que implicó una drástica reducción del tributo corporativo a las
ganancias, que pasó de 35% a 21%, y acarreó una mejora en el retorno de
las empresas norteamericanas y las trasnacionales radicadas allí de más de
30%.

A esto hay que agregar el descuento de toda inversión en bienes de capital que
se realizara en el primer año posterior al nuevo régimen impositivo, y esto
desató un fenomenal boom de inversiones en maquinarias y bienes de equipo,
todos de última generación tecnológica.

Esto sucede cuando el consumo individual – que representa 70% del PBI
estadounidense – aumentó 4.7% anual en los últimos 3 años, con una
desocupación de 3.6%, la menor en 6 décadas; y salarios reales que se
incrementan 3.5% anual, la tasa más alta de los últimos 10 años. El Índice
Bloomberg, que combina salarios reales con valores accionarios, se
encuentra en el mayor nivel desde 1999.

China, la segunda economía del mundo, es responsable del 35% del


crecimiento global en los últimos 10 años (EE.UU. del 15%); y se ha volcado
al consumo doméstico a partir de 2008, que responde por 98% de la expansión
del producto en 2019 (6% anual en el tercer trimestre).

El boom de consumo de la República Popular (U$S 6.9 billones en 2019) se


fundamenta en una economía digital que cubriría 40% del PBI en 2020, en
la que tramita la nueva revolución industrial - informatización completa de la
manufactura y los servicios - a través de la “Inteligencia artificial”, la Internet
de las Cosas, y la robotización.

En el núcleo de los acontecimientos mundiales de 2019 existe el hecho de que


China disputa con EE.UU .la primacía en el dominio de las tecnologías de
avanzada del siglo XXI a través de la economía digital, en especial la decisiva
y fundamental: la “Inteligencia artificial”.

Esta inmensa maquinaria de alta tecnología cibernética que encabezan y


disputan EE.UU. y la República Popular es la que, tras el acuerdo Donald
Trump/Xi Jinping que se sella en noviembre, arrastra al mundo más allá de la
crisis de incertidumbre provocada por la puja entre las 2 superpotencias,
y vuelve a establecer una tasa de crecimiento global de 5% anual, medida
en capacidad de compra doméstica (PPP), similar a la que tenía hasta el
primer trimestre de 2018.

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