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15 mm 15 mm
am
Elena Nito del Bosque
Alba Crespo15Pérez
mm
10 mm
Sistemas Diferenciales
Exteriores: el teorema de
Frobenius
Funciones armónicas
Exterior Differential Systems: Frobenius
theorem functions
Harmonic
TrabajoFinFin
Trabajo de de Grado
Grado
Grado en Matemáticas
Departamento de Análisis
La Laguna, Septiembre de 2017
Matemático
La Laguna, Octubre de 2016
D IRIGIDO POR
Manuel T. Flores Mederos
Alejandro Sanabria García
Manuel T. Flores Mederos Alejandro Sanabria García
Departamento de Análisis Departamento de Análisis
Matemático Matemático
Universidad de La Laguna Universidad de La Laguna
38271 La Laguna, Tenerife 38271 La Laguna, Tenerife
Agradecimientos
Resumen
En esta memoria estudiamos en detalle el operador de Laplace ∆ en el
espacio Euclídeo n−dimesional Rn mediante algunos problemas clásicos
en los que interviene. Entre otras presentamos las propiedades básicas de
las funciones armónicas (aquellas u ∈ C 2 tales que ∆u = 0) tales como
la propiedad de la media, el principio de máximo, el problema de Diri-
chlet/Neumann, las desigualdades/principio de Harnack, el teorema de
Bôcher y el problema de Poisson para terminar con el lema de regulari-
dad de Weyl.
Abstract
In this memoir we provide a detailed study for the Laplace operator in Eu-
clidean n−dimensional space Rn via some classical problems in which
it intervenes. Among then we consider the basic properties of harmonic
functions (those u ∈ C 2 so that ∆u = 0) such as the mean value pro-
perty, the maximum principle, the Dirichlet/Neumann problems, Har-
nack’s inequalities/principle, Bôcher’s theorem and Poisson’s problem to
finish with Weyl’s regularity lemma.
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III
Resumen/Abstract . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX
Funciones armónicas en Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1. El operador de Laplace . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2. Propiedades básicas de las funciones armónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.1. Integración sobre esferas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2.2. La propiedad del valor medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.3. El recíproco del teorema del valor medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.4. El Principio del Máximo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
3. La solución fundamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
4. Los problemas de Dirichlet y Neumann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
4.1. La transformada de Kelvin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
4.2. La función de Green y el núcleo de Poisson . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4.3. La función de Neumann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
5. Mas propiedades de las funciones armónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
5.1. La propiedad del valor medio revisada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
5.2. Estimaciones locales. Analiticidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
5.3. El principio de reflexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
5.4. Singularidades aisladas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
5.5. Funciones Armónicas Positivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
6. La ecuación de Poisson con soporte compacto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
7. El lema de Weyl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Poster . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Introducción
entre las que se encuentran la propiedad de la media o el principio del máximo, es-
te último en el que se ha basado la definición relativamente reciente de soluciones
viscosas para operadores no lineales mas generales.
Tras caracterizar el operador de Laplace mediante sus propiedades de inva-
rianza, en la sección 2, caracterizaremos las funciones armónicas via la propiedad
del valor medio. Acto seguido computaremos su solución fundamental que, con al-
gunas manipulaciones clásicas, permite caracterizar las funciones de Green y Neu-
mann asociados a los problemas de valores de frontera correspondientes que estu-
diamos en el apartado 3.
Continuamos con el estudio del comportamiento tanto local como global que
presentan las funciones armónicas. En particular se recoge un resultado sobre evi-
tabilidad de singularidades, algunos teoremas clásicos que de rigidez, a saber, los
teoremas de Harnack y Bôcher.
Nuestra memoria termina con el estudio del problema de Poisson para funcio-
nes de soporte compacto (sección 6), para culminar con el lema de Weyl, que refleja
el carácter elíptico de ∆.
Funciones armónicas en Rn
1. El operador de Laplace
El operador de Laplace o Laplaciano es quizás el operador diferencial más im-
portante de todos los operadores en derivadas parciales, no sólo por sus aplicaciones
sino por el papel que juega en fenómenos más generales. Está definido por
n ∂2
∆ = ∇·∇ =
X
.
j =1 ∂x 2j
La electrostática permite un marco físico en el que presentar el operador de
Laplace: de acuerdo a las ecuaciones de Maxwell, un campo electrostático E ~ en el
espacio (un campo que representa la fuerza sobre una unidad de carga positiva) está
relacionado ¡con la densidad de carga f por la ecuación ∇ · E ~ = f y también satisfa-
~ = 0 en n dimensiones ∇ × E ~ denota la matriz antisimétrica ∂E j − ∂E i
¡ ¢ ¢
ce ∇ × E ∂x i ∂x j i , j .
La última condición significa que, al menos localmente, E ~ = −∇u para alguna fun-
~ = f y, por tanto, el Laplaciano
ción u llamada potencial electrostático. Así −∆u = ∇ · E
relaciona el potencial con la densidad de carga.
En este capítulo hemos seguido fundamentalmente los manuscritos de Axler-
Bourdon-Ramey [1], Evans [6], Flores-Sadarangani [7], Folland [8] y John [15].
Propiedades de invarianza
Una de las propiedades fundamentales del Laplaciano es que conmuta con
traslaciones/rotaciones y genera el anillo de operadores diferenciales con esta pro-
piedad. De aquí que aparezca en procesos físicos cuya física subyacente sea homo-
génea (independiente de la posición) e isotrópica (independiente de la dirección).
n
Más precisamente,
¡ que ¢ un operador L en R conmute con traslaciones/rota-
ciones significa que L u ◦ ψ = (Lu) ◦ ψ para toda traslación/rotación ψ en Rn .
Teorema 1.1. Sea L un operador diferencial en derivadas parciales en Rn . Entonces,
L conmuta con traslaciones y rotaciones si y sólo si, L es un polinomio en ∆, ésto es,
L = j a j ∆ j donde la suma es finita y a j ∈ R.
P
2 Funciones armónicas en Rn
∂|α| u
∂α u = α α α
∂x 1 1 ∂x 2 2 · · · ∂x n n
mientras que
= P O t (ω) e ω ◦ %O .
¡ ¢£ ¤
Así, que L sea on −invariante equivale a decir que P O t (ω) = P (ω) para todo O ∈
¡ ¢
on y ω ∈ Rn (basta evaluar (1.2) en x = 0), esto es, P debe ser radial. Puesto que la
acción de on conserva la descomposición homogénea de polinomios, podemos, sin
pérdida de generalidad, suponer que P = P s es homogéneo de grado s. Esto implica
que P s (x) = c|x|s con s par ya que P s es un polinomio, lo que quiere decir que el
polinomio original es de la forma
1 El operador de Laplace 3
bm/2c
a k |x|2k = Q |x|2
X ¡ ¢
P (x) =
k=0
con
bm/2c
a j λj .
X
Q(λ) =
j =0
bm/2c
a j ∆j .
P
Así L = Q(∆) =
j =0
Para el recíproco será suficiente probar (1.2) para L = ∆. Si O = o i j i , j ∈ on es
¡ ¢
ortogonal, entonces
∂(u ◦ %O ) X n ∂u
(x) = ojk (O(x))
∂x k j =1 ∂x j
y de igual forma
∂2 (u ◦ %O ) n
X ∂2 u
(x) = o j k o `k (O(x)) .
∂x k2 j ,`=1 ∂x j x `
Por tanto,
n ∂2 (u ◦ % ) n ∂2 u
O
∆(u ◦ %O ) (x) =
£ ¤ X X
(x) = o j k o `k (O(x))
k=1 ∂x k2 j ,`,k=1 ∂x j x `
à !
n n ∂2 u n ∂2 u
δj`
X X X
= o j k o `k (O(x)) = (O(x))
j ,`=1 k=1 ∂x j x ` ↑ j ,`=1 ∂x j x `
O∈on
n ∂2 u
(O(x)) = ∆u (O(x)) = (∆u) ◦ %O (x).
X £ ¤
= t
u
j =1 ∂x 2j
Puesto que el Laplaciano conmuta con rotaciones, conserva la clase de las fun-
ciones radiales sobre la que se reduce a un operador diferencial ordinario llamado la
parte radial del Laplaciano.
Proposición 1.2. Si u(x) = f (r ) donde r = |x|, entonces
(n − 1) 0
∆u(x) = f 00 (r ) + f (r ).
r
Demostración. Puesto que ∂r /∂x j = x j /r , tenemos
n ∂ h xj 0 i X n h x2 ³ 1 x 2j ´
j 00
i
∆u(x) = − 3 f 0 (r )
X
f (r ) = f (r ) +
j =1 ∂x j r 2
j =1 r r r
³n 1´ (n − 1) 0
= f 00 (r ) + − f 0 (r ) = f 00 (r ) + f (r ). t
u
r r r
4 Funciones armónicas en Rn
y Z Z
(v∂~n u − u∂~n v ) d S = (v∆u − u∆v) d v. (2.2)
∂Ω Ω
j
0 n−k
)
n−k
=% η + %n−k−1 η j d η 1 ∧ . . . d % ∧ . . . d η n−k
X
d>
j =1
= %n−k d η 1 ∧ · · · ∧ dd
η j ∧ · · · ∧ d η n−k + d % ∧ β
∗ En general, si Σ ⊂ Rn es una subvariedad co-orientada por un campo ortonormal ~
n , enton-
ces se tiene que d σΣ = ~
¯
n cd x ¯Σ donde d x = d x 1 ∧d x 2 · · ·∧d x k denota la forma de volumen
n
en R y c el operador de contracción definido por ~ v cω(~ v 1 ,~ v k ) = ω(~
v 2 , . . . ,~ v,~
v 1 ,~
v 2 , . . . ,~
v k ), si
ω es una (k + 1)−forma [7, Apéndice D] (obérvese que ~ v cω es una k−forma y por tanto d σ
es una (n − 1)-forma).
6 Funciones armónicas en Rn
pero como
k n x
j
³X ´ ³X ´
α ∧ d% = − (−1) j −1 x j d x 1 ∧ · · · ∧ dd
x j ∧ · · · ∧ d xk ∧ dxj
j =1 j =1 %
tenemos
ωn d σ = (−1)k ωn−k %n−k−2 |x|2 + %2 d x ∧ d σ(η)
¡ ¢
o
ωn−k n−k−2
d σ = (−1)k % d x ∧ d σ(η). (2.3)
ωn
El posible signo que aparece en esta identidad se debe a que la parametri-
zación de S n−1 considerada invierte orientación cuando k es impar y, por tanto, el
factor (−1)k se debe eliminar en la identidad (2.3) cuando d σ se entiende como la
medida de Lebesgue normalizada en S n−1 (esto también se puede justificar recor-
dando el teorema de cambio de variable en integración múltiple, donde en el cam-
bio infinitesimal de medida aparece el valor absoluto del jacobiano del cambio de
variables).
Así, si u : S n−1 → R es una función (integrable) dada, entonces
Z
u(ζ)d σ(ζ)
S
(2.4)
ωn−k
Z µZ ¶
¢(n−k)/2−1
1 − |x|2 u(x, (1 − |x|2 )1/2 η)d σ(η) d x.
¡
=
ωn B k S n−k−1
¡ ¢
En particular, si u = u(x) x = (x 1 , . . . , x k ) sólo depende de las k primeras va-
riables,
ωn−k
Z Z
¢(n−k)/2−1
u(ζ)d σ(ζ) = 1 − |x|2
¡
u(x)d v(x).
S n−1 ωn B k
Otra forma de probar este resultado ¢ como antes, si 1 ≤ k ≤
¡ es la siguiente:
n − 1, la aplicación Ψ : B k × S n−k−1 → S n−1 (x, η) → (x, %η) es uno a uno con imagen
S n−1 salvo un subconjunto de medida cero (el conjunto de aquellos ζ ∈ S n−1 tales
que ζk+1 = · · · = ζk = 0). Ahora pretendemos hallar una fórmula para el cambio de
variables asociado a Ψ.
2 Propiedades básicas de las funciones armónicas 7
ωn−1 1
Z Z µZ p ¶
u(ζ)d σ(ζ) = (1 − x 2 )(n−3)/2 u(x, ( 1 − x 2 )η)d σ(η) d x.
S ωn −1 S n−2
2n
Z
∆u(0) = lı́m 2 (u(r ζ) − u(0)) d σ(ζ). (2.5)
r →0+ r S n−1
r2
u(r ζ) = u(0) + r ∇u(0) · ζ + (H u(0)ζ) · ζ + o(r 2 ).
2
Integrando
Z n ∂u Z
u(r ζ)σ(ζ) = u(0) + r ζ j d σ(ζ)
X
(0)
S n−1 j =1 ∂x j S n−1
r2 X n ∂2 u
Z
+ (0) ζ j ζk d σ(ζ) + o(r 2 )
2 j ,k=1 ∂x j ∂x k S n−1
(2.6)
r2 X n ∂2 u Z
= u(0) + (0) ζ2j d σ(ζ) + o(r 2 )
2 j =1 ∂x 2j S n−1
r2
= u(0) + ∆u(0) + o(r 2 )
2n
ya que
Z
ζ j d σ(ζ) = 0, (2.7)
n−1
ZS
1
ζ2j d σ(ζ) = (2.8)
S n−1 n
si j = 1, 2, . . . , n y
Z
ζ j ζk d σ(ζ) = 0 (2.9)
S n−1
se tiene que
Z n Z Z
ζ2j d σ(ζ) = ζ2k d σ(ζ) = |ζ|2 d σ(ζ) = σ(S n−1 ) = 1
X
n
S n−1 k=1 S
n−1 S n−1
para todo j = 1, 2, . . . Esto prueba (2.8). El razonamiento para ver (2.7) es similar:
basta considerar la función
Z n µZ ¶
ζ · x d σ(ζ) = ζ j d σ(ζ) x j
X
Q(x) =
f
S n−1 j =1 S n−1
Ejemplo 2.5 (ver la Nota tras la solución del ejercicio 5.35 en [7]). En el caso particular
n = 3 la medida d σ en coordenadas esféricas
x = sen ϕ cos θ
tiene la expresión
x y z
1 ∂x ∂y ∂z sen ϕ
d σ(θ, ϕ) = det ∂θ ∂θ ∂θ = d θd ϕ.
4π ∂x ∂y ∂z 4π
∂ϕ ∂ϕ ∂ϕ
1 1
Z Z
u(x) = u(ζ)d S(ζ) = u(x + r ζ)d S(ζ)
ωn r n−1 |ζ−x|=r ωn |ζ|=1
Z
= u(x + r ζ)d σ(ζ).
|ζ|=1
1
Z
u(0) = Θ(0) = Θ(r ) = u(r ζ)d S(ζ). t
u
ωn |ζ|=1
1
Z
u(x) = u(x + %r ζ)d S(ζ)
ωn |ζ|=1
Observación 2.8. (a) Nótese que el factor n/ωn en el corolario 2.7 coincide con
1/v(B ) (el volumen n−dimensional de B ).
(b) Puesto que d σ = d S/ωn , la fórmula (2.5) muestra que para funciones C 2 el recí-
proco del teorema 2.6 también es cierto. De hecho bastaría con que a cada x ∈ Ω
corresponda una sucesión de radios 0 < r j < dist(x, ∂Ω), j = 1, 2, . . . , tales que
r j → 0 cuando j → ∞, para los que
1
Z
u(x) = u(x + r j ζ)d S(ζ), j = 1, 2, . . . (2.10)
ωn |ζ|=1
Observación 2.10. El corolario 2.9 muestra que, para sucesiones de funciones armó-
nicas, la convergencia uniforme en compactos es equivalente a la convergencia en
L 1l oc , es decir, en L 1 sobre compactos. Otra forma de decir esto es que las correspon-
dientes topologías sobre el espacio de funciones armónicas coinciden.
De hecho, ¡cualquier topología ‘medianamente razonable’ que se considere en
el espacio de funciones armónicas implica convergencia uniforme en compactos!
Ωy
Z Z
u ∗ φε (x) = u(y)φε (x − y)d v(y) = u(x − y)φε (y)d v(y)
Ω Ω
Z Z
−n
=ε u(x − y)φ(y/ε)d v(y) = u(x − εy)φ(y)d v(y)
|y|≤ε |y|≤1
Z 1 µZ ¶
n−1
= % ψ(%) u(x − ε%ζ)d S(ζ) d %
0 |ζ|=1
Z 1 Z
n−1
= ωn u(x) % ψ(%)d % = u(x) φ(y)d v(y) = u(x).
0 B
Puesto que φ ∈ C ∞ , u = u ∗ φε también lo es en Ωε . Como ε > 0 es arbitraria-
mente pequeño, concluimos que u ∈ C ∞ (Ω). t
u
Corolario 2.12. Si u es armónica en Ω entonces u ∈ C ∞ (Ω).
Demostración. Es consecuencia inmediata de los teoremas 2.6 y 2.11 aplicados su-
cesivamente. t
u
12 Funciones armónicas en Rn
rema del valor medio, si x 0 ∈ U entonces u(x) = A para todo x en cualquier bola
cerrada centrada en x 0 y contenida en Ω, con lo que U también es abierto. Como Ω
es conexo, U = ;, y por lo tanto u < A en Ω o U = Ω, en cuyo caso u = A en Ω. t
u
Corolario 2.15. Si Ω ⊂ Rn es acotado y u es armónica real continua en Ω, entonces
máx u(x) = máx u(ζ) y mı́n u(x) = mı́n u(ζ).
x∈Ω ζ∈∂Ω x∈Ω ζ∈∂Ω
donde D r denota la diferencia simétrica de las ªbolas B r (x) y B r (0). Pero como se
cumple que D r ⊂ Ar : = y r − |x| < |y| < r + |x| (figura 1.1),
© ±
Z Z r +|x|
v(D r ) ≤ v(Ar ) ≤ d v(y) = ωn %n−1 d %
Ar r −|x|
ωn ¡
(r + |x|)n − (r − |x|)n
¢
=
n
lo que implica que
(r + |x|)n − (r − |x|)n
|u(x) − u(0)| ≤
rn
|x| n |x| n
µ ¶ µ ¶
= 1+ − 1− −→ 0.
r r r →∞
Ar
Dr
• •
−r |x| − r 0 x r r + |x|
Observación 2.19. Cabe señalar que la misma demostración del teorema 2.18 permi-
te relajar su hipótesis: basta con suponer que u sea positiva.
El análogo del corolario 2.20 es falso cuando n > 2: la función |x|2−n es positiva
y armónica en Rn \ {0}. En el apartado 5.5 clasificaremos, tras la demostración del
teorema de Bôcher, las funciones armónicas positivas en Rn para n > 2.
14 Funciones armónicas en Rn
3. La solución fundamental
Una solución fundamental para un operador diferencial con coeficientes cons-
tantes L = P (∂) = |α|≤m a α ∂α es una “distribución” K tal que LK = δ (la delta de
P
mal de L.
Las soluciones fundamentales son útiles para el estudio de la ecuación no ho-
mogénea Lu = f : si f ∈ C c∞ (Rn ), entonces la convolución u = K ∗ f definida por
Z
K ∗ f (x) = K (x − y) f (y)d v(y)
Rn
satisface Lu = f .
Observación 3.1. De acuerdo al teorema de Malgrange-Ehrenpreis, todo operador li-
neal con coeficientes constantes tiene una solución fundamental.
El objetivo de esta sección será encontrar una solución fundamental explícita
para el operador de Laplace. Puesto que éste conmuta con rotaciones buscaremos
una radial que, por el corolario 1.3, debe ser de la forma a + b|x|2−n si n > 2 o a +
b ln |x| si n = 2, y donde obviamente la constante a se puede omitir en ambos casos.
Basta así con probar que existe una constante b ∈ Rn que nos permita construirla.
Teorema 3.2. La función
|x|2−n
, si n > 2
N (x) = (2 − n)ωn
1
ln |x|, si n = 2
2π
es una solución fundamental para ∆ en Rn .
Demostración. Sea ϕ ∈ C c∞ (Rn ) y r > 0 lo suficientemente grande para garantizar
que sop ϕ ⊂ B r (0). Si ε > 0, por (2.2) en Ωε = B r (0) \ B ε (0) tenemos
Z Z
N ∆ϕ − ϕ∆N d v = N ∂~n ϕ − ϕ∂~n N d S
¡ ¢ ¡ ¢
Ωε ∂Ω
Z ε
N ∂~n ϕ − ϕ∂~n N d S
¡ ¢
=
∂B r (0)
Z
N ∂~n ϕ − ϕ∂~n N d S.
¡ ¢
−
∂B ε (0)
si ϕ ∈ C 2 (Ω).
Nótese además que, si Ω = B ⊂ Rn es la bola unidad, (3.3) generaliza el teorema
2.4 en [16].
2. El caso n = 2 en el teorema 3.2 se puede deducir formalmente del teorema 1.2.1
en [14] (ver también [16, teorema 1.8]): por este último, la función C (z) = 1/πz
es una solución fundamental para el operador ∂/∂z̄, pero
∂N 1 ∂ 1 ∂ 1 ∂
= ln |z| = ln |z|2 = ln(z z̄)
∂z 2π ∂z 4π ∂z 4π ∂z
1 ∂ ¡ ¢ 1 ∂ 1 1
= ln z + ln z̄ = ln z = = C (z)
4π ∂z 4π ∂z 4πz 4
y puesto que ∆ = 4∂2 /∂z̄∂z, tendremos
∂ ∂N ∂C
· ¸
∆N = 4 = = δ.
∂z̄ ∂z ∂z̄
El siguiente resultado expresa funciones suficientemente regulares en térmi-
nos de su Laplaciano en Ω y su dato de Cauchy en ∂Ω.
16 Funciones armónicas en Rn
tonces
Z Z
u(ζ)∂~nζ N (x − ζ) − ∂~n u (ζ)N (x − ζ) d S(ζ) (3.4)
¡ ¢
u(x) = N (x − y)∆u(y) d v(y) +
Ω ∂Ω
para todo x ∈ Ω.
para todo x ∈ Ω.
∆w = 0 en Ω
½
(4.4)
w = g en ∂Ω,
n ∂y ∂y ¯
à !
¡ ij ¢ −1 t −1
X i j ¯
g (y) = J ψ (ψ (y)) · J ψ (ψ (y)) = .
k=1 ∂x k ∂x k ψ (y)
¯
−1
¡ ¢ ³ ´2
Si g = det g i j = det J ψ−1 , los elementos de volumen en Ω y Ω
e están relacionados
¯ ¯ p
por d v(x) = ¯ det J −1 ¯d v(y) = g d v(y).
ψ
18 Funciones armónicas en Rn
de (4.5)
à ! à !
∗ 2n
n ∂ ∗ 4−2n ∂ũ ∗ 2n
n ∂ ∗ 4−2n ∂ũ
∆u(x) = |x | δi j ∗ = |x |
X X
∗ |x | ∗ |x |
i , j =1 ∂x j ∂x i j =1 ∂x j ∂x ∗j
à !
n ∂2 ũ ∂ũ
= |x ∗ |2n |x ∗ |4−2n ∗ 2 + (4 − 2n)|x ∗ |2−2n x ∗j
X
j =1 ∂x j
∂x ∗
j
4 Los problemas de Dirichlet y Neumann 19
à !
∗ n+2
n
X ∗ 2−n ∂2 ũ ∂|x ∗ |2−n ∂ũ
= |x | |x | + 2
j =1 ∂x ∗j 2 ∂x ∗j ∂x ∗j
à !
∗ n+2
n
X ∗ 2−n ∂2 ũ ∂|x ∗ |2−n ∂ũ ∂2 |x ∗ |2−n
= |x | |x | ∗2 + 2 ∗ + ũ
j =1 ∂x j ∂x j ∗
∂x j ∂x ∗j 2
n ∂2 ¡ ∗ 2−n ¢
= |x ∗ |n+2
X
∗ 2 |x | ũ
j =1 ∂x j
es decir
∆u x/|x|2 = |x|n+2 ∆ |x|2−n u x/|x|2
¡ ¢ ¡ ¡ ¢¢
(4.7)
si x ∈ Rn \ {0}.
e = x/|x|2 x ∈ Ω .
en Ω
© ± ª
∆ (K [u]) = K |x|4 ∆u
£ ¤
ya que
¯ ¯4
2−n ¯ x ¯
£ 4 ¤ 2
K |x| ∆u (x) = |x| ¯ |x|2 ¯ ∆u(x/|x| ) = |x|
−2−n
∆u(x/|x|2 ) = ∆ (K [u]) .
¯ ¯
Z Z
¡ ¢
h x (y)∆u(y)d v(y) = h x (ζ)∂~n u (ζ) − u(ζ)∂~n h x (ζ) d S(ζ)
Ω
Z∂Ω
N (x − ζ)∂~n u (ζ) − u(ζ)∂~n h x (ζ) d S(ζ)
¡ ¢
=
∂Ω
Consideremos el semiespacio
Rn+ : = (x = (x 1 , x 2 , . . . , x n ) ∈ Rn x n > 0 .
© ± ª
puede usarse como corrector para encontrar la función de Green, que en este caso
tendrá la expresión
G(x, y) = N (x − y) − N (x − ȳ), x, y ∈ Rn+ , x 6= y.
Teniendo en cuenta la expresión para la solución fundamental dada en el teorema
3.2, para ζ ∈ ∂Rn+ y n > 2
∂G ¯¯
¯
1 xn − y n xn + y n
· ¸
∂~nζ G(x, ζ) = − = +
∂y n ¯ y=ζ ωn |x − y|n |x − ȳ|n y=ζ
2 xn
=
ωn |x − ζ|n
ya que ζn = 0. De igual forma podemos comprobar que esta expresión sigue siendo
válida para n = 2.
Si quisiéramos resolver el problema
∆u = 0 en Rn+
½
u = g en ∂Rn+ ,
(4.8) sugiere que
2x n g (ζ)
Z
u(x) = d ζ. (4.10)
ωn ∂Rn+ |x − ζ|n
El núcleo
2 xn
P Rn+ (x, ζ) =
ωn |x − ζ|n
es el núcleo de Poisson para Rn+ y (4.10) la correspondiente fórmula de Poisson. Dicho
núcleo P Rn+ tiene las siguientes propiedades
(P 1 ) P Rn+ (x, ζ) > 0 para todo x ∈ Rn+ y todo ζ ∈ ∂Rn+ .
Z
(P 2 ) P Rn+ (x, ζ)d ζ = 1 para todo x ∈ Rn+ .
Rn−1Z
(P 3 ) lı́m P Rn+ (x, η)d η = 0 para todo ζ ∈ ∂Rn+ y todo δ > 0 fijo.
x→ζ |η−ζ|>δ
x n >0
Tenemos que (P 1 ) es inmediato de la propia definición de P Rn+ y (P 2 ) sigue de (4.8)
tomando u = 1. Para ver (P 3 ), si |x − ζ| < δ/2 y |η − ζ| > δ entonces
|x − η| ≥ |η − ζ| − |x − ζ| > δ/2
y por tanto
2x n dη 2x n dη
Z Z Z
P Rn+ (x, η)d η = =
|η−ζ|>δ ωn |x−η|>δ/2 |x − η|
n ωn |η|>δ/2 |η|n
d% d % 4x n
Z +∞ Z +∞
= 2x n %n−2 n = 2x n = −→ 0
δ/2 % δ/2 %
2 δ x→ζ
ya que δ > 0 está fijo y x n → 0 si x → ζ ∈ ∂Rn+ (en la penúltima integral se ha efectuado
el cambio a polares en Rn−1 ).
Ahora podemos enunciar el siguiente
4 Los problemas de Dirichlet y Neumann 23
si x ∈ Rn+ . Puesto que P Rn+ es armónica en x para todo ζ ∈ Rn−1 fijo, concluimos que u
es armónica en Rn+ .
Para terminar, sea ζ ∈ Rn−1 y ε > 0. Como g es continua en ζ, existe δ > 0 tal
que |g (ζ) − g (η)| < ε siempre que |ζ − η| < δ y por tanto, de (P 1 ) y (P 2 ), si x ∈ Rn+
Z
P Rn+ (x, η) ¯g (ζ) − g (η)¯ d η
¯ ¯
|u(x) − g (ζ)| ≤
|η−ζ|<δ
Z
P Rn+ (x, η) ¯g (ζ) − g (η)¯ d η
¯ ¯
+
|η−ζ|≥δ
Z Z
≤ε P Rn+ (x, η)d η + 2kg k∞ P Rn+ (x, η)d η
|η−ζ|<δ |η−ζ|≥δ
Z Z
≤ε P Rn+ (x, η)d η + 2kg k∞ P Rn+ (x, η)d η
Rn−1 |η−ζ|≥δ
Z
= ε + 2kg k∞ P Rn+ (x, η)d η.
|η−ζ|≥δ
Puesto que esta desigualdad es válida cualquiera que sea ε > 0 concluimos que
lı́m sup |u(x) − g (ζ)| = 0
x→ζ
x n >0
que equivale a
lı́m |u(x) − g (ζ)| = 0
x→ζ
x n >0
según queríamos demostrar. t
u
24 Funciones armónicas en Rn
Observación 4.8. Nótese que, aunque tenemos una fórmula para una solución del
problema de Dirichlet en el semiespacio Rn+ en términos del dato de frontera g , la
solución no es única (esto es típico para el problema de Dirichlet en regiones no
acotadas). Para comprobar esto, simplemente obsérvese que la función v(x) = x n
es armónica en Rn y se anula en Rn−1 = ∂Rn+ , lo que implica que se puede sumar a
cualquier solución para producir otra nueva. Por otro lado, como consecuencia del
principio de reflexión 5.10 y el teorema de Liouville 2.18, es cierto que las soluciones
acotadas del problema de Dirichlet son únicas.
Demostración.
¯ ¯2 ¯ ¯2
2 2
¯ x ¯ ³ x ´ ¡ ¯2 ¯ x
|x − ζ| = 1 − 2x · ζ + |x| = ¯ ¯ − 2
¢ ¯ ¯
¯ ¯ · |x|ζ + |x|ζ = ¯
¯ ¯ ¯ − |x|ζ¯¯ . t
u
|x| |x| |x|
|x|ζ
•
ζ |ζ
|x
• −
•
x|x|
• x−
x
|x| ζ
•
x
4.5, armónica para cada x ∈ B y h x (ζ) = N (x, ζ), ya que ζ∗ = ζ si |ζ| = 1. Consecuente-
mente, si n > 2, la función de Green para la bola es
4 Los problemas de Dirichlet y Neumann 25
y
µ ¶
G(x, y) = N (x − y) − |y|2−n N x − 2
|y|
y ¯2−n
µ ¯ ¯ ¶
1
|x − y|2−n − |y|2−n ¯¯x − 2 ¯¯
¯
=
(2 − n)ωn |y|
¯ ¯2−n ¶ (4.11)
y ¯
µ
1
|x − y|2−n − ¯¯|y|x −
¯ ¯
=
(2 − n)ωn |y| ¯
¯ ¯2−n ¶
2−n ¯ x
µ
1 ¯ ¯
= |x − y| −¯ − |x|y ¯¯
(2 − n)ωn |x|
que es válida si x 6= 0 (en la última igualdad hemos hecho uso del lema 4.9). Además,
la cadena de igualdades en (4.11) sugiere definir
|y|2−n − 1
G(0, y) = .
(2 − n)ωn
Cuando n = 2 la expresión análoga es
( h ¯x ¯i
1
ln |x − y| − ln ¯ − |x|y ¯ , si x 6= 0
G(x, y) = 2π |x|
1
2π ln |y|, si x = 0.
donde ϕa es el automorfismo del disco unidad que intercambia 0 con a (ver [19]).
Ahora la identidad (4.8) se puede escribir como
1 2π 1 − |a|2 ¡ i θ ¢ 1 ¯ a−z ¯
Z Ï
u(a) = ¯2 u e d θ + ln ¯ ¯ ∆u(z)d A(z).
¯ ¯
2π 0 ¯e i θ − a ¯ 2π |z|≤1 1 − āz
¯
∂ ∂ ¯¯ ¯z − w ¯ = 1 Re ζ ∂ ¯
µ ¶¯ · ¯ ¸
1 ¯ z − w ¯2
∂~nζ N (z − ζ) =
¯ ¯ ¯ ¯ ¯
w + w̄ ln ln
2π ∂w ∂w̄ ¯w=ζ 2π ∂w ¯w=ζ
ζ
· ¸ · ¸
1 1 1
= Re = Re ,
2π ζ−z 2π 1 − ζ̄z
5 Mas propiedades de las funciones armónicas 27
tenemos
ζ̄z
· ¸ · ¸
1 1 1 1
∂~nζ N (z − ζ) − = Re −1 = Re
2π 2π 1 − ζ̄z 2π 1 − ζ̄z
∂ ∂ ¯¯
µ ¶¯
1 ¯ ¯
=− w + w̄ ln ¯1 − w̄ z ¯
2π ∂w ∂w̄ w=ζ
¯
= ∂~nζ ϕz (ζ).
Así,
1
ϕz (w) = −
¯ ¯
ln ¯1 − w̄ z ¯
2π
es solución de (4.14) y
1 ¡ ¯¯ 1
ND (z, w) =
¯ ¯ ¯¢ ¯ ¯
ln z − w ¯ + ln ¯1 − w̄ z ¯ = ln ¯(z − w)(1 − w̄ z)¯
2π 2π
es la función de Neumann para ¯D. ¯
Dado que ND (z, ζ) = π1 ln ¯z − ζ¯, atendiendo a (4.15) la solución del problema
(4.2) viene dada por
1 1
Z Ï
ln ¯z − ζ¯g (ζ)|d ζ| +
¯ ¯ ¯ ¯
u(z) = ln ¯(z − w)(1 − w̄ z)¯ f (w)d A(w)
π |ζ|=1 2π |w|<1
pero w(x + r j ζ) ≤ w(x) para todo |ζ| = 1 y, por continuidad, w ¯∂B (x,r ) = w(x), lo que
¯
j
contradice nuestra elección de x. Así v − u ≤ 0 en B̄ (a, r ). De forma similar v − u ≥ 0
en B̄ (a, r ) (basta razonar con −u en lugar de u). t
u
Generalizaciones
abierto D ⊂ C y supongamos que para cada z ∈ D exista un radio r = r (z) < 1 − |z| tal
que
1 π ¡
Z
u z + r (z)e i θ d θ.
¢
u(z) = (5.1)
2π −π
¿Debe u ser armónica en D? La respuesta resulta ser NO [11]. Por otro lado, la con-
dición sobre un radio que se obtiene al reemplazar el promedio de línea por el de
área sobre el disco de radio r (z) SÍ que implica armonicidad [10]. Este último resul-
tado se puede extender a funciones definidas en dominios acotados de Rn (y a otros
no acotados también) incluso rebajando la hipótesis de acotación sobre u a que ésta
admita una mayorante armónica, es decir, que |u| < h para alguna función armónica
positiva h. Surveys de estos, y otros resultados relacionados, se pueden encontrar en
[13] y [17].
Observación 5.3. 1. Sin embargo, si u es continua en D y tiene la propiedad de
un radio (5.1), entonces u es armónica en D. Para ver esto, sea M = máxD u y
E = z ∈ D u(z) = M el conjunto de puntos de D donde u alcanza su máximo.
© ± ª
dΘ 1 κ2
Ï Ï
= ∆u(z)d A(z) = − u(z)d A(z)
dr 2πr |z|≤r 2πr |z|≤r
κ2
Z r µZ π ³ ´ ¶
κ2 r
Z
=− % u %e i θ d θ d % = − %Θ(%)d %.
2πr 0 −π r 0
d dΘ
µ ¶
r + κ2 r Θ = 0
dr dr
dΨ 1 dΨ
+ + Ψ = 0.
dt t dt
Esta última es la ecuación de Bessel de orden cero de la cual sabemos que sólo tiene a
los múltiplos de J 0 como soluciones acotadas para t → 0+ . Puesto que Θ (y por ende
Ψ) está acotada cerca de 0 y J 0 (0) = 1, deducimos que Θ(r ) = J 0 (κr )Θ(0) = J 0 (κr )u(0),
es decir,
1 π ³ iθ´
Z
u r e d θ = J 0 (κr )u(0).
2π −π
Además, como la ecuación de Helmholtz es invariante por traslaciones, tam-
bién se tendrá
1 π ³
Z ´
u z + r e i θ d θ = J 0 (κr )u(z)
2π −π
para todo z ∈ C y r > 0.
Siguiendo la demostración del teorema 2.6, un razonamiento análogo prueba
que en n dimensiones, si u es solución de la ecuación de Helmholtz y
Z
Θ(r ) = u(r ζ)d σ(ζ),
|ζ|=1
entonces
dΘ 1
Z Z
= ζ · ∇u(r ζ)d σ(ζ) = ∂~n u(η)d S(η)
dr |ζ|=1 ωn r n−1 |η|=r
1 −κ2
Z Z
= ∆u(x)d v(x) = u(x)d v(x)
↑ ωn r n−1 |x|≤r ωn r n−1 |x|≤r
(2.1) con v=1
5 Mas propiedades de las funciones armónicas 31
−κ2
Z r µZ ¶
n−1
= % u(r ζ)d S(ζ) d %
ωn r n−1 0 |ζ|=1
−κ2 r n−1 −κ2 r n−1
Z µZ ¶ Z
= n−1 % u(r ζ)d σ(ζ) d % = n−1 % Θ(%)d %
r 0 |ζ|=1 r 0
por lo que
d dΘ
µ ¶
r n−1 + κ2 r n−1 Θ = 0.
dr dr
Si ν = (n − 2)/2, con el cambio de función Ψ(r ) = r ν Θ(r ) esta ecuación se transforma
en
d 2Ψ 1 d Ψ ν2
µ ¶
2
+ + κ − Ψ=0
dr 2 r dr r2
que, a su vez, con el cambio de variable independiente t = κr se reduce a
d 2Ψ 1 d Ψ ν2
µ ¶
+ + 1 − Ψ = 0.
dt2 t dt t2
Como antes, ésta es la ecuación de Bessel de orden ν y por tanto Ψ (que es conti-
nua en t = 0) debe ser proporcional a J ν . Deshaciendo los cambios y ajustando la
constante de proporcionalidad deducimos que
µ ¶ν
1 2
Θ(r ) = r −ν J ν (κr )Θ(0)
Γ(ν + 1) κ
³ n ´ µ 2 ¶(n−2)/2
=Γ J (n−2)/2 (κr )Θ(0) = j n (κr )Θ(0)
2 κr
puesto que
∞
X (−1)k ³ z ´ν+2k
J ν (z) = , (5.3)
k=0 k!Γ(ν + k + 1) 2
¡ ¢ν
y por tanto, r2 J ν (r ) → Γ(ν + 1) cuando r → 0+ .
Consecuentemente hemos probado que, si u es solución de la ecuación de
Helmholtz (que sigue siendo invariante por traslaciones), entonces
Z
u(x + r ζ)d σ(ζ) = j n (κr )u(x) (5.4)
|ζ|=1
n
para todo x ∈ R y r > 0.
Recíprocamente, de (5.3) vemos que
∞
³n ´ X (−1)k ³ z ´2k
j n (z) = Γ .
2 k=0 k!Γ n2 + k 2
¡ ¢
Así, j n (0) = 1, j n0 (0) = 0 y j n00 (0) = −1/2n. Ahora la proposición 2.5 implica que si la
función u ∈ C 2 satisface (5.4) entonces
32 Funciones armónicas en Rn
d 2 ¯¯
∆u(x) = 2n j n (κr ) u(x) = −κ2 u(x).
d r 2 r =0
¯
Por tanto, y como ocurre con la propiedad del valor medio para funciones ar-
mónicas, al menos para funciones C 2 , (5.4) caracteriza las soluciones de la ecuación
de Helmholtz.
Como hemos visto en el corolario 2.9, las fórmulas del valor medio se pue-
den usar para establecer estimaciones locales finas para las funciones armónicas. La
misma idea [6] proporciona el siguiente
¯ ∂u ∂u
¯ ¯ ¯Z ¯ ¯Z ¯
¯ 1 ¯ ¯ 1 ¯ ¯
¯
¯ ∂x (a) ¯= ¯
n ¯ d v ¯= ¯
n ¯ u~
n i d S ¯
αn γr B (a,γr ) ∂x i αn γr
¡ ¢ ¡ ¢
∂B (a,γr )
¯ ¯ ¯
i
(5.6)
1 n
Z
≤ ¡ ¢n |u| d S ≤ kukL ∞ (∂B (a,γr )) .
αn γr ∂B (a,γr ) γr
1
|u(x)| ≤ kukL 1 (B (a,r ))
αn (1 − γ)n r n
por (5.5) para k = 0. Combinando estas desigualdades con γ = 1/2 obtenemos (5.5)
para k = 1.
Supongamos ahora que k ≥ 2 y que (5.5) es cierto en cualquier bola en Ω y
para todo multi-índice α de orden |α| = k − 1. Fijemos una bola B (a, r ) ⊂ Ω y sea α
un multi-índice de orden |α| = k. Entonces ∂α u = ∂ ∂β u /∂x i para algún i ∈ {1, . . . , n}
¡ ¢
¯∂ u(a)¯ ≤ n(k + 1) °
¯ α ° °
°∂β u ° ∞ ¡ ¡ r ¢¢ .
¯ °
r L ∂B a, k+1
5 Mas propiedades de las funciones armónicas 33
³ ´
k
Si x ∈ ∂B (a, r /(k + 1)), entonces B a, k+1 r ⊂ B (a, r ) ⊂ Ω y (5.5) para k − 1 implica
¯ β
¯∂ u(x)¯ ≤
¯ C n k−1
³ ´n+k−1 kukL 1 (B (a,r )) ,
k
αn k+1 r
pero
Corolario 5.5. Sea u armónica en Ω. Para todo compacto K ⊂ Ω y todo entorno abier-
to U ⊂ Ω de K existe una constante C (que no depende de u) tal que
De hecho
¯ n |α| (1 + |α|)n+|α|
máx ¯∂α u ¯ ≤
¯
kukL ∞ (U ) (5.7)
K dk
donde d : = dist(K , ∂U ).
para todo multi-índice α. Si usamos la expresión explícita para esta constante pode-
mos escribir
k n+k
¯∂ u(x)¯ ≤ n (k + 1)
¯ α ¯ n k (k + 1)n+k
kuk 1
L (U ) ≤ kukL ∞ (U ) .
αn r n+k rk
para todo multi-índice α de orden |α| = k. Puesto que r < d es arbitrario, esto implica
(5.7). t
u
Demostración. Fijemos a ∈ Ω y sea r > 0 tal que B (a, r ) ⊂ Ω. Entonces, por (5.7) te-
nemos que
¯∂ u(a)¯ ≤ (1 + |α|)n n
¯ α ³ ´|α|
(1 + |α|)|α| .
¯
r
k k+1/2 p1
Ahora, la fórmula de Stirling [7, teorema 2.28] afirma que lı́m k = y por tan-
k→∞ k!e 2π
to
(1 + |α|)1+|α| ≤ M (1 + |α|)−1/2 e |α| (1 + |α|)!
para alguna constante M > 0 y todo multi-índice α. Además, el teorema multinomial
de Newton implica
(n X |α|!
n k = (1 + 1 + · · · + 1)k =
|α|=k α!
X |∂α u(a)| ¯
¯(x − a)α ¯ ≤ M k n (1 + k)n−1/2 2−k . k 2n 2−k .
¯
|α|=k α!
P 2n −k
Así, la serie de Taylor de u en a está absolutamente mayorada por la serie k≥0 k 2 ,
que es convergente. t
u
Axler et al., basándose en el teorema 4.10, presentan otra prueba de este resul-
tado [1, teorema 1.28]. Obviamente es suficiente probar que si u es armónica en un
entorno de la bola unidad cerrada B̄ entonces la serie de Taylor converge a u en x = 0
en algún entorno de 0. La idea aquí es la misma que se usa en una variable compleja
para el mismo menester –usamos la representación integral de Poisson de u dada en
el teorema 4.10p y desarrollamos el núcleo de Poisson en serie de potencias–.
Si |x| < 2 − 1 y |ζ| = 1, entonces 0 < |x − ζ|2 < 2 y
1 1 − |x|2 1 X∞ ¢k
P (x, ζ) = c m |x|2 − 2x · ζ
¡
¢n/2 =
ωn |x − ζ|2 ωn k=0
¡
5 Mas propiedades de las funciones armónicas 35
Teorema 5.9 (Principio local del máximo). Supongamos que Ω sea conexo, u armó-
nica real en Ω y que u tenga un máximo local en Ω. Entonces u es constante.
Demostración. Si u tiene un máximo local en a ∈ Ω, entonces existe r > 0 tal que
u(x) ≤ u(a) para todo x ∈ B (a, r ) ⊂ Ω. Por el teorema 2.14, u es constante en B (a, r ).
Dado que u es analítica en Ω, u ≡ u(a) por la proposición 5.8. t
u
36 Funciones armónicas en Rn
Teorema 5.10 (Principio de reflexión). Sea Ω ⊂ Rn+1 (con coordenadas (x,© t ) ∈ Rn ×R)
t ±= 0, esªdecir, (x, −t ) ∈ Ω si (x, t ) ∈ Ω. Sea Ω+ : = (x, t ) ∈ Ω
±
simétrico al hiperplano
t > 0 y Π0 : = (x, t ) ∈ Ω t = 0 (figura 1.3). Si u es continua en Ω+ ∪ Ω0 , armónica
ª ©
∆v = 0 en B
½
v = u en ∂B
t∈ R
Ω
Ω+
x∈ Rn
Π0
Observación 5.11. Nótese que, para cada |ζ| = 1, la transformada de Kelvin del núcleo
de Poisson P (x, ζ) para la bola es
5 Mas propiedades de las funciones armónicas 37
¯ ¯2
1 − ¯ |x|x 2 ¯
¯ ¯
¢ |x| 2−n
K [P (·, ζ)] (x) = |x|2−n P x/|x|2 , ζ =
¡
¯n
ωn
¯
¯ x
¯ |x|2 − ζ¯
¯
|x|2 −1
|x|2−n |x|2
= ´ = −P (x, ζ).
ωn |x−ζ| n
³
↑
lema 4.9 |x|
para n > 2 y
w(x) + ε ln |x|
si n = 2 definida en B \ B δ (0). Esta función es armónica en B \ B δ (0), continua en su
clausura, cero en S y, por hipótesis, negativa en ∂B δ (0) para todo δ suficientemente
pequeño. Por el principio del máximo, es negativa en B \ {0}, y haciendo ε → 0 con-
cluimos que u ≤ v en B \{0}. Por último, el mismo argumento muestra que u ≥ v, por
lo que u = v en B \ {0}. t
u
38 Funciones armónicas en Rn
1 − |x| 1 + |x|
u(0) ≤ u(x) ≤ u(0)
(1 + |x|)n−1 (1 − |x|)n−1
para todo x ∈ B .
1 − |x| 1 + |x|
Z Z Z
u(ζ)d σ(ζ) ≤ P (x, ζ)u(ζ)d σ(ζ) ≤ u(ζ)d σ(ζ)
(1 + |x|)n−1 S S (1 − |x|)n−1 S
por lo que
1 − |x| 1 + |x|
u(0) ≤u(x) ≤ u(0).
(1 + |x|)n−1 (1 − |x|)n−1
Si u es positiva y armónica en B , el teorema sigue sin más que aplicar lo que hemos
probado a las dilatadas u r (x) = u(r x) (r < 1) y tomar límite cuando r % 1− . t
u
1 u(y)
≤ ≤C
C u(x)
para todo x, y ∈ K y toda función armónica positiva u en Ω.
5 Mas propiedades de las funciones armónicas 39
Demostración. Es suficiente probar que existe C ≥ 1 tal que u(y)/u(x) ≤ C para todo
x, y ∈ K , ya que la otra desigualdad sigue intercambiando los papeles de x e y.
Para (x, y) ∈ Ω × Ω definamos
E : = y ∈ Ω s(x, y) < +∞ .
© ± ª
u(y) c ∗ (%/r )
s(x, y) = ≤ s(a, b),
u(x) c ∗ (%/r )
y entonces
c ∗ (%/r )
· ¸
lı́m sup s(x, y) = lı́m sup s(x, y) ≤ lı́m s(a, b) = s(a, b)
(x,y)→(a,b) %→0+ x∈B % (a) %→0+ c ∗ (%/r )
y∈B % (b)
1 u(x) + ε
≤ ≤ C.
C u(y) + ε
1
u(y) ≤ u(x) ≤ Cu(y)
C
para todo x, y ∈ K ⊂ Ω. En particular
Demostración. Supongamos que para algún x 0 ∈ Ω u(x 0 ) = lı́m u k (x 0 ) < +∞. Sea
k→∞
K b Ω compacto. Añadiendo x 0 a K siempre podemos suponer que x 0 ∈ K , y (5.11)
implica que ¡ ¢ ¡ ¢
sup u m (x) − u k (x) ≤ C u m (x 0 ) − u k (x 0 ) .
x∈K
El teorema de Bôcher
para x ∈ B \ {0}.
Demostración. Si Z
f (r ) = u(r ζ)d σ(ζ)
|ζ|=1
1
Z Z Z
η · ∇u(η)d σ(η) = ∂~n u(η)d σ(η) = ∂~n u(η)d σ(η)
r0 |η|=r 0 |η|=r 0 |η|=r 1
1
Z
= η · ∇u(η)d σ(η)
r1 |η|=r 1
Lema 5.21. Existe una constante c > 0 tal que, para cualquier función armónica po-
sitiva en B \ {0},
cu(y) < u(x)
siempre que 0 < |y| = |x| ≤ 1/2.
Lema 5.22. Supongamos que u sea armónica positiva en B \ {0} y u(x) → 0 cuando
|x| → 1− . Entonces existe una constante b > 0 tal que
(
b ln (1/|x|) , si n = 2
u(x) =
b |x|2−n − 1 ,
¡ ¢
si n > 2
Demostración. Por el lema 5.19 es suficiente ver que u = u ] en B \ {0}. Si 0 < |x| ≤ 1/2
y |ζ| = 1, por el lema 5.21 existe c > 0 tal que cu(|x|ζ) < u(x), y por tanto cu ] (x) < u(x).
Así, u 1 = u −cu ] es armónica en B \{0}, u 1 > 0 en 21 B \{0} y u 1 (x) → 0 cuando |x| → 1− ,
por lo que, en virtud del principio del mínimo para funciones armónicas (corolario
2.15), u 1 > 0 en B \ {0}. Iterando este proceso tenemos que u > c k u ] para k = 0, 1, 2 . . .
donde c k+1 = c + (1 − c)c k y c 0 = 0. En efecto, el caso k = 0 lo acabamos de probar en
las líneas anteriores, y si lo suponemos cierto para k, entonces
Demostración del teorema 5.18. Supongamos primero que n > 2. Considerando las
dilataciones podemos, sin pérdida de generalidad, suponer que u es armónica posi-
tiva en B̄ \ {0} . Sea w la función
Por el teorema
£ ¯ 4.10,
¤ w(x) → 0 cuando |x| → 1 y w(x) → +∞ si x → 0 ya que u es
positiva y P u ¯S está acotada en B \{0}. Por el principio del mínimo concluimos que
w es positiva en B \ {0}. Por el lema 5.22, u(x) = v(x) + b|x|2−n para alguna función
armónica v en B y alguna constante b. Haciendo x → 0, la positividad de u implica
que b ≥ 0, esto prueba el teorema de Bôcher para n > 2.
La prueba para el caso bidimensional es la misma, excepto que |x|2−n se debe
reemplazar por ln (1/|x|). t
u
Observación 5.23. (a) Atendiendo a la observación 5.16 vemos que el teorema de Bô-
cher sigue siendo válido para funciones armónicas no negativas en B \ {0}.
(b) Nótese que, siguiendo la demostración del teorema 5.13, éste es un corolario del
teorema de Bôcher.
Concluimos este apartado con una caracterización de la funciones armónicas
positivas en Rn \ {0} (recuérdese que por el corolario 2.20, toda función armónica
positiva en R2 \ {0} es constante).
Corolario 5.24. Sea n > 2. Si u es armónica positiva en Rn \ {0}, entonces existen cons-
tantes a, b ≥ 0 tales que u(x) = a + b|x|2−n para todo x ∈ Rn \ {0}.
Demostración. Por el teorema de Bôcher, u(x) = v(x) + b|x|2−n donde v es armónica
en B \ {0} y b ≥ 0. La función v tiene una extensión armónica a Rn \ {0} (basta hacer
v(x) = u(x) − b|x|2−n para x ∈ Rn \ B ). Puesto que lı́m inf|x|→∞ v(x) ≥ 0, el principio
del mínimo implica que v ≥ 0 en Rn , y por la observación 2.19, v = a = cte. t
u
Z Z
lı́m N (y)∆ f (x − y)d v(y) = N (y)∆ f (x − y)d v(y),
ε→0 ε≤|y|≤r Rn
Z
lı́m N (ζ)∂~n f (x − ζ)d S(ζ) = 0,
ε→0 |ζ|=ε
y Z
lı́m f (x − ζ)∂~n N (ζ)d S(ζ) = f (x).
ε→0 |ζ|=ε
por (2.2).
Demostración. Por (6.2), solo hemos de probar que (b) ⇒ (a). Ahora veremos que
u = N ∗ f tiene soporte compacto (de la proposición
p anterior ésta es la única candi-
data). Como en el apartado 5.2, para |z| < ( 2 − 1)/|y|,
∞ ¢k X
|z − y|2−n = c m |z|2 − 2y · z = q α (y)z α
X ¡
k=0 α
7 El lema de Weyl 45
donde q α son polinomios homogéneos armónicos p (la función x → |x|2−n pes armóni-
ca en Rn \{0}). Así, si sop f b B r (0) y |x| > r /( 2−1)) entonces |x| > |y|/( 2−1)) para
todo y ∈ sop f . Por el teorema 4.5, la transformada de Kelvin es
Z
K [u](x) = |x|2−n u x/|x|2 = |x|2−n N x/|x|2 − y u(y)d v(y)
¡ ¢ ¡ ¢
Rn
xα
µZ ¶
1 X
= q α (y)u(y)d v(y) n+2(|α|−1)
= 0.
(2 − n)ωn α Rn |x|
Observación 6.4. Que la ecuación de Poisson con dato f ∈ C c∞ (Rn ) es única (cuando
existe) es consecuencia inmediata de la proposición 5.8; la diferencia de dos solucio-
nes sería armónica con soporte compacto y por tanto idénticamente nula.
7. El lema de Weyl
La sección 2.5 de [16] está, como aquí, dedicada al aspecto de regularidad para
las funciones armónicas. Maciá prueba el teorema 7.2 para el caso del plano R2 pero,
como bien indica en [16, observación 2.37], no hay nada particular en la prueba que
no permita su generalización al caso multidimensional. Como en [16], empezamos
recordando las definiciones pertinentes.
Si u es armónica en un abierto Ω ⊂ Rn y ϕ ∈ C∞ (Ω), de (2.2) (con v = ϕ)
Z Z
u, ∆ϕ = u(x)∆ϕ(x)d v(x) = ϕ(x)∆u(x)d v(x) = 0.
®
Ω Ω
Esta condición tiene sentido incluso para funciones que no sean continuas en
Ω, como por ejemplo si u ∈ L 1l oc (Ω) es localmente integrable. Esto sugiere la siguiente
definición:
Para ser más precisos, en la conclusión se debe entender que u es armónica posible-
mente tras una modificación en un conjunto de medida nula.
= u(y)∆χ(y)d v(y) = 0
Ω
ya que la función Z
χ(y) : = φε (x)ϕ(x + y)d v(x)
Ω
es C c∞ (Ω) y u es armónica en sentido débil en Ω. Por tanto u ε es armónica en sentido
clásico en Ω.
Por último observemos que, como consecuencia de la demostración del teo-
rema 2.11
u ε = u ε ∗ φδ = (u ∗ φε ) ∗ φδ = u ∗ (φε ∗ φδ )
= u ∗ (φδ ∗ φε ) = (u ∗ φδ ) ∗ φε = u δ ∗ φε = u δ
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[22] Z ALCMAN , L. Offbeat integral geometry. Amer. Math. Monthly 87, 161-175
(1980).
TAMAÑOS MÍNIMOS
En este apartado se establecen
los tamaños mínimos en los que
se puede reproducir la marca.
15 mm
Harmonic functions
15 mm
Alba Crespo Pérez 15 mm
am
Facultad de Ciencias · Sección de Matemáticas
Universidad de La Laguna
alu0100846461@ull.edu.es
Elena Nito del Bosque
Poster
case, this formula will be given just in the case of the unit disc in
15 mm Resumen
Sistemas Diferenciales R2). Harnack‘s inequalities
10 mm essentially say that positive harmonic
functions can not oscillate too much on compact subsets and, as
I N THIS MEMOIR we provide a detailed study for the Laplace
operator in Euclidean n−dimensional space Rn via some clas- a consequence, an increasing sequence of harmonic functions
Exteriores: el teorema de
sical problems in which it intervenes. Among then we consider
the basic properties of harmonic functions, those u ∈ C 2 so that
on a region on Rn either, converges uniformly on compact sets to
a harmonic function, or diverges to +∞. We will prove Bôcher’s
Frobenius
∆u = 0, such as the mean value property, the maximum principle, theorem which describes the local form of positive harmonic fun-
the Dirichlet/Neumann problems, Harnack’s inequalities/principle, ctions near isolated singularities and give the analog of the Sch-
Bôcher’s theorem and Poisson’s problem to finish with Weyl’s re- warz reflection principle. We also take a closer look at Poisson’s
Exterior Differential Systems: Frobenius
gularity lemma. problem on the hole space Rn. Finally we finish with a astonishing
17 as Weyl’s lemma.
(but easily proven) regularity result known
theorem 1. Introduction
Referencias
ITrabajo
N this manuscript we focus in the study of the so called harmo-
u: Ω ⊂ R → nR ofde Grado
class 2
C in Ω such that
n
nic funciones in Euclidean space R : these are those functions
Fin [1] A XLER , S., B OURDON , P., R AMEY, W. Harmonic Function
n
Departamento de Análisis
∆u = (∇ · ∇)u =
X ∂ 2u
= 0 in Ω.
Theory. 2nd ed., Graduate Text in Math. 137. Springer Verlag,
New York (2001).
Matemático j=1
∂x 2
j
La Laguna,
We mainly centerOctubre dein 2016
our attention their qualitative properties such [2] B RUNA , J., C UF Í , J. Complex Analysis. European Mathemati-
as the maximum principle and the mean value theorem, present cal Society (2013).
and solve the classical Dirichlet problem for the ball and the up- [3] F LORES , M., S ADARANGANI , K. Cálculo Diferencial e Integral.
per half space. The monograph will finish up with a closer look at Servicio de Publicaciones Universidad de La Laguna (2013).
its local behavior near isolated singularities, the rigidity assum-
[4] F OLLAND, G. B. Introduction to partial differential equations.
ptions that sign constrains puts on them (Harnanck’s inequali-
2nd ed., Princeton University Press (1995).
ties/principle and Bôcher’s theorem), the Poisson problem with
compact supports and the Weyl’s regularity theorem to the ex- [5] G ARDINER , S. J. Harmonic approximation, London Mathema-
tend that weak harmonic functions are in fact classical harmonic tical Society Lecture Note Series 221. Cambridge University
functions. Press (1995).
[6] H ÖRMANDER , L. An introduction to complex analysis in several
2. Outline
variables. 3rd ed., North-Holland Publishing Co., Amsterdam
(1990).
A FTERintroducing the Laplace operator we will characterize it
via its invariance properties with respect to the isometry group
n
of real Euclidean n space R . We will go on with the main pro-
[7] J OHN , F. Partial Differential Equations 3rd ed., Applied Mathe-
matical Sicences I. Springer Verlag, New York (1978).
perties for harmonic functions, its characterization via the Gauss
[8] M ACI Á M EDINA , V. J. Análisis Complejo: la ecuación ∂¯ y fun-
mean value property and the maximum principle which, among
ciones armónicas en el plano. Trabajo Fin de Grado, Sección
other things will give uniqueness in the Dirichlet problem. Green’s
de Matemáticas – Universidad de la Laguna (2017).
and Neumann’s functions, as well as the Poisson’s kernel, are pre-
sented and explicit formulas are given for some particular but im- [9] RUDIN , W. Real and Complex Analysis. 3a Edición. McGraw-
portant cases, the ball and the upper half space (for the Neumann Hill (1987).