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Universidad Adolfo Ibáñez

Magister En Artes Liberales


Seminario de autor I Shakespeare

Las “muertes” del Rey Lear

Profesores: Paula Baldwin


Braulio Fernández
Alumno: Pedro Lastra
Fecha: 30 de octubre de 2017
Las “muertes” del Rey Lear

Abstracto

¿Es el Rey Lear el reflejo de todos los miedos, la caída de toda gracia, el reflejo de toda
desesperanza? El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, una cuerda
tendida sobre la nada, ¿no es acaso esta transformación lo que buscamos cuando
vislumbramos los límites, cuando experimentamos el dolor y el abandono, pero que jamás
sobrepasamos porque sería nuestro fin? Este rey mendigo es el testigo y la evidencia de cruzar
los límites de lo que un hombre puede soportar, ¿es posible que a lo largo de nuestras vidas
experimentamos diversas “muertes” simbólicas antes de la muerte “real”? , por eso Lear es
el hombre más humano de la tragedia humana, él es la perdida de toda razón, pero también
es la muerte de un corazón y de un espíritu, porque la existencia de todo hombre, rey o
mendigo, cae en el abismo y la locura al verse exiliado del amor de sus semejantes… y verse
rodeado de la maldad de sus cercanos, ¿existirá alguna clase de redención en esta tragedia?

Palabras clave: Rey Lear, rey mendigo, muertes simbólicas, razón, locura, redención.

The "deaths" of King Lear

Abstract

Is King Lear the reflection of all fears, the fall of all grace, the reflection of all hopelessness?
Man is a rope lying between the animal and the Übermesch, a rope lying on nothing, is not
this transformation we seek when we glimpse the limits when we experience pain and
neglect, but never surpassed because it would be? our end? This beggar king is the witness
and evidence of crossing the boundaries of what a man can withstand, how is possible that
throughout our lives we experience various symbolic "death" before the "real" death? , that
Lear is the most human of human tragedy, it is the loss of all reason, but it is also the death
of a heart and a spirit, because the existence of every man, King or beggar, falls into the abyss
and madness to be the love of his fellow exile... and be surrounded by the wickedness of their
nearby, Will there be any kind of redemption in this tragedy?

Keywords: King Lear, beggar king, symbolic deaths, reason, madness, redemption.
“El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, una cuerda tendida
en el abismo” (Nietzsche)

§1. ¿Es la historia de Lear, como cualquier desenmascarada humana, una caída post-bíblica?
Desechar la hipótesis del pecado, anular cualquier atmosfera compasiva, para ver con
claridad el nihilismo del rey loco.

Veo un hombre que ir más allá de sí mismo, con el propósito de contemplar su ocaso;
para beber del pozo profundo de sus pensamientos. Existe sin duda, dado carácter de la
tragedia, una redención y una catarsis inacabada.

Existe un proceso de desconstrucción del personaje Lear, de este se desprenden, se


extrapolan o gravitan tres figuras o sujetos de la desconstrucción ontológica; Kent, Fool y
Edgar. Ellos marcan la figura de un trisquel que tiene como eje de la tormenta el propio Lear.

A mi entender, Kent es la figura de la virtud exiliada, la pérdida de la prudencia frente


a este arrebato de ira. Kent atento a la imprudente decisión no duda de advertir al rey de la
desmesurada acción:

LEAR
El arco esta que se dispara solo
Cuídate de la flecha

KENT
Dispara tus saetas
Aunque se incrusten en mi corazón!
Falte Kent al respeto
Cuando a Lear le falta la razón
Qué te propones viejo?
Pretendes que el deber no se atreva a manifestarse
Cuando el poder se inclina a la lisonja?
El honor nos obliga a la franqueza
Cuando la majestad se hace locura.
(Lear Rey & Mendigo, 1,1, 209-220)1

1
William Shakespeare, King Lear, Edición y traducción realizada por Nicanor Parra, para esta
edición Lear Rey & Mendigo (Santiago de Chile; Ediciones Universidad Diego Portales, 2005). Parra
difiere en la numeración de los versos, la misma cita en la edición de Yale University Press (2007)
sería la siguiente:
Lear The bow is bent and drawn,make from the shaft. 145
Kent Let it fall rather, though the fork invade
A medida de que la obra avanza y la advertencia de Kent se hace más evidente, Fool
aparece en escena como la verdad enmascarada de ironía, un discurso imbuido de coraje
frente a la perdida de la autoridad del Rey y de su paje, provoca una risa marcada por una
tremenda amargura, que ayuda desmoronar los elementos de juicio del rey:

KENT
Por qué Bufón?
FOOL
Cómo que por qué? Por ponerte del lado del caído. Cómo se te ocurre. El incapaz de sonreír en la
dirección que sopla el viento corre el riesgo de pescarse un resfrío. Toma mi gorra de una vez por
todas. No ves que este señor ha desterrado a dos sus hijas y en contra de su voluntad le hizo un gran
favor a la tercera. Si te sumas a él requerirás de esta caperuza.
Hola tata? Quien tuviera dos cofias y dos hijas!
LEAR
Por qué muchacho?
FOOL
Porque de entregarles todas mis pertenecías, siempre me quedarían mis dos cofias.
Ahí está la mía; limosnéale la otra a tus hijas.
LEAR
Cuidado con el látigo mi señor.
FOOL
La verdad es un perro
Que se debe encerrar en la perrera
Latigazos contra él!
Mientras la señorita la perra regalona
Tiene derecho de echarse junto al fuego
Y heder oler mal apestar
LEAR
Ese es un trago amargo para mí.
(Lear Rey & Mendigo, 1,4, 840-857)

La metáfora del bufón no puede ser más evidente, la mentira en esencia antagónica a
la verdad pero similar a ella en apariencia (perro-perra) está cerca del fuego, “cerca del poder”
(el mal olor puede interpretarse como las maquinaciones) eso es lo que Lear no ha podido

The region of my heart. Be Kent unmannerly,


When Lear is mad. What wilt thou do, old man?
Think’st thou that duty shall have dread to speak,
When power to flattery bows? To plainness honor’s bound,
When majesty stoops to folly. 151
Quizás Parra posea un propósito al doblar el número de versos y cambiar el título de la obra, el
cual desconocemos.
ver enceguecido por el orgullo, ha desterrado la “verdad” como un perro, pero existe también
otra grave incapacidad que delata Fool, que es el exceso de honestidad el cual también genera
desgracia, en esta intervención magistral hace ver como tontos a Lear y Kent.

En el desarrollo posterior de esta escena, las burlas de Fool y los miedos de Kent
pasan a ser realidad en las actitudes y acciones de las hijas herederas, causándole el eminente
desamparo a Lear. En la vorágine de este ocaso, cuando el rey se encuentra en la intemperie;
expuesto y desnudo de toda potestad, acompañado solo por Kent y su bufón, aparece Edgar
en una choza disfrazado de orate; un hombre perseguido por la traición y el engaño causados
por su medio hermano Edmund, pero que simula la locura, sentimientos similares que
persiguen a Lear, y que al verlo, lo hace espejo de sus males:

KENT
Quién es que gruñe en este montón de paja?
Sale de ahí.
EDGAR
Quítense!
El demonio maldito me persigue!
El viento sopla a través de los agudos espinos
Hum! Anda a acostarte para que se te pase el frío.
LEAR
Cómo llegaste a esto?
Le regalaste todo a tus hijas?
EDGAR
Una limosna para el poor Tom
Atormentado por el demonio maligno.
El maligno lo ha hecho caminar a través de las llamas
A través de espadas y torbellinos
A través de barriales y pantanos.
En su almohada a puesto cuchillos
Ha puesto sogas en su reclinatorio
Raticida ha puesto en su sopa
Y lo ha hecho sentirse orgulloso
De correr a caballo por un puente
De cuatro pulgadas de ancho
Tras un traidor
Que resulta ser su propia sombra.
(Lear Rey & Mendigo, 3,4, 330-350)

Aquí comienza un diálogo de locos uno verdadero y otro falso que conviven en la
misma choza. El rey lo reconoce como maestro, como un filósofo, y está presto a escuchar
sus incoherentes elaboraciones de la realidad y la verdad (Lear Rey & Mendigo, 3,4, 516-540),
ya que pareciera que todas las razones que ha escuchado de parte de sus hijas lo han taladrado
en lo más profundo de sus emociones causándole un dolor indecible (Lear Rey & Mendigo, 2,4,
655-706), por esto está presto a convivir con él, para encontrar consuelo en este limbo de la
razón.

En este punto, el rey dios se trasmuta en rey mendigo, manifestándose una


transvaloración cósmica2.

Es claro que existe una triple muerte simbólica en Lear, la segunda es la muerte de su
espíritu, de su voluntad, la tercera que es la más evidente, es la muerte de la razón, una razón
que desangra espesamente a través de la obra, pero que es consecuencia de la muerte más
importante y fundamental; el exilio de Cordelia… el rey abre su pecho y apuñala su corazón
en presencia de todos, un parricidio simbólico, el asesinato del verdadero dios de este hombre
que es el amor de su hija, desde ahí en adelante, el anciano se transforma en una cuerda
tendida en el abismo, perseguido por la sombra de su propia decisión.

§2. La transvaloración cósmica se da en el escenario de la tormenta, en la intemperie, porque


la naturaleza ruge como si el universo pariera un nuevo ser, una nueva dimensión, el eje de
la tormenta es el rey, el hombre caminando en una cuerda suspendida, a sus pies la nada, y
las palabras cobran sentido, su propia sentencia cobra sentido, la nada es el paraje en donde
se arremolinan los personajes, la nada es el limbo y la ausencia, la exposición, la desnudez,
la humanidad, por eso cobra aún mayor sentido esta caída, por eso, solo se puede entender
desde la perspectiva de la inmanencia.

En comparación, si Lear fuera el dios Yahveh, en su conciencia de potestad y amor


extremo, así como lo piensa H. Bloom3, Cordelia y Kent son los evidentes expulsados de su

2
En un sentido interpretativo de lo que Nietzsche llama “transvaloración” en donde el hombre
deja de ser esclavo de voluntades ajenas y de valores impuestos por los negadores de la vida, y su
voluntad crea “valores nuevos” como una afirmación a la existencia, entendemos en este contexto
que los valores que sostienen el universo de Lear, se ven trastocados, invertidos; su valor
patriarcal ya no radica en su autoridad de rey, sostenedor y propietario, sino en su desamparo y
fragilidad que representa su vejez.
3
Dice Blomm en la Invención de lo Humano: “Antes de enloquecer, la conciencia de Lear está más
allá de la comprensión inmediata; su falta de autoconocimiento, unida a su abrumadora autoridad,
gracia, así como lo fueron Adán y Eva los expulsados del paraíso, pero en el texto bíblico
Dios mantiene su potestad y el paraíso sigue siendo paraíso, extraño a toda miseria humana.
Acá es el propio Rey es el que transita los parajes de la nada, expulsado él mismo del paraíso,
es el dios expulsado que se trasmuta en el dios mendigo.

Si las sentencias del ángel hablaron del drama de los hombres por la desobediencia
y autodeterminación, acá la verdadera salvación es el reconocimiento de todos los miedos,
de nuestros miedos; somos Lear, desde el inicio al final, somos padres e hijos, cobardes y
débiles, como valientes y honestos, seres huérfanos buscando redención en medio de la
noche, ciegos aferrándonos a extraños, hijos que desconocen a sus padres y los abandonan a
su suerte, hijos que buscan a sus padres para encontrar perdón antes de la muerte… somos la
salvación y la redención, así como la condena y la perdición, por eso la única clave de lectura,
la única forma de adentrarnos en este universo y comprender el ocaso del rey, es ser Lear en
toda la magnitud de nuestras fuerzas, ser tan humano como es un ser humano.

3§. El fin del orgullo y de todo poder, la verdadera desenmascarada humana es reconocer que
la maldad existe, no como un castigo, no como una prueba. La ambición y la mentira es la
motivación de los personajes de Regan, Goneril y Edmund; y asumir que la bondad ciega a
los personajes de Cordelia, Kent y Edgar frente al eminente peligro de la traición de sus
propios parientes. Pareciera que todo se reduce a malos cálculos por parte de los personajes
que consideramos “buenos” (Cordelia no sabe elegir bien sus palabras, Kent no se contiene
en mostrar su error a Lear, Edgar no ve ninguna clase de maquinación en los consejos de su
medio hermano). Hay que desprenderse de las máscaras del status y del privilegio, para ser
tan frágiles como la caña pensante de Pascal, y pagar con el exilio el exceso de orgullo y
sentir que la ambición y la revancha son parte de nuestra naturaleza… Hobbes no se hubiera
sentido más orgulloso de esta historia.

Y todo esto para dejar en relieve que la verdadera compasión humana es algo opuesto
a toda la lógica de nuestro comportamiento despiadado (Fool lo deja muy claro desde las

nos lo hacen imposible de conocer. Desconcertado y desconcertante después de eso, Lear parece
menos que una conciencia que una divinidad caída, salomónico en su gloria perdida semejante a
Yahweh en su irascibilidad” (Blomm)
primeras sentencias). Por eso el regreso de Cordelia por su padre y su reacción ante su estado
nos muestra el otro extremo de la maldad de sus hermanas al ver que Lear no se sometía:

CORDELIA
Aunque no hubiera sido su padre
Estos mechones blancos
Las debieron mover a compasión.
Este rostro merece por ventura
Ser expuesto a la ira del viento?
Al estruendo del trueno retumbante?
Pobre atalaya en medio
Del zigzagueo horrible del relámpago
Con el frágil yelmo!
Hasta el perro de mi peor enemigo
Habría estado junto a mi fogón.
En semejante noche
Aún después de haberme mordido.
Y tu mi pobre padre constreñido
Confundido con cerdos y vagabundos
En la paja podrida de una choza!
Es un milagro que al perder la razón
Haya podido conservar la vida.
(Lear Rey & Mendigo, 7, 7, 947-964)

¿Por qué esta obra resiste todo análisis moralizador y es tan difícil de interpretar en
una clave redentora? (quizás por eso el Rey Lear está ubicada en una época precristiana)
Padre e hija son el extremo del amor filial, que es el amor más humano, ya que es la única
alianza que carece de negociaciones y pactos, junto a otra manifestación de piedad filial que
no se quiebra, en la figura de Edgar y Gloucester, que son los únicos que logran una cierta
reconciliación, no menos potente, pero si más real a nuestro cánones menos pasionales y
extremistas (a pesar de las muertes que hay de por medio, Edgar evita el suicidio de su padre
y desarma el complot de su medio hermano, termina alzándose como rey)

La pregunta clave sería si ¿existe alguna clase de redención en torno a Lear después
de estas muertes simbólicas antes de la muerte real? Al parecer no. Magistralmente la muerte
del Espíritu de este hombre a causa del desamparo de sus hijas, abre el paso a la locura que
es la muerte de la mente, la racionalidad y la noción de realidad, y pareciera que por un
momento Cordelia es aquella que llega a rearmar este universo en deconstrucción, pero
Shakespeare arruina nuestras expectativas, al mostrarnos que Lear y su hija son apresados.
Vislumbramos un destino oscuro que sostiene el drama en un cruel suspenso, ya que vemos
en la declaración de perdón de Lear un atisbo de esperanza (Lear Rey & Mendigo, 5, 3, 134-
161) pero es tan solo un escape de la mente y del corazón frente a la inminente tragedia, es
como si Shakespeare se hubiera adelantado quinientos años a Viktor Frankl con el concepto
de la ilusión del indulto que padecían las víctimas del holocausto… esta obra no nos da
oportunidad de descanso, todo en ella parece cuesta arriba, gobernada por un gran ¿cómo? y
¿por qué? No por nada dice Parra en la presentación de su traducción:

“Jóvenes acostumbrados
A que las tragedias terminen bien
Ésta no puede terminar peor;
En un mundo desprovisto de racionalidad
La poesía no puede ser otra cosa
Que la mala conciencia de la época.” (Parra)

Es sin duda la condición que debemos asumir, la vejez nos traerá una tarea final, morir
como hombres en medio de nuestros semejantes o de locura a la intemperie, en ambos casos,
la realidad es el trago menos amargo que tomaremos.
Bibliografía

Blomm, Harold. Shakespeare, la Invención de lo Humano. Barcelona : grupo Editorial Noria S.A.,
2008. impreso.

Frankl, Viktor. El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder, 2004. impreso.

Nietzsche, Freidrich. Así habló Zaratustra. Madrid: Alianza Editorial, 2002. impreso.

Parra, Nicanor. Lear Rey & Mendigo . Santiago de Chile : Diego Portales , 2004. impreso .

Shakespeare, William. King Lear, (the Annotated Shakespeare). United States of America : Yale
University Press, 2007. digital .

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