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LOS CANTOS GREGORIANOS

Estudiante: Luciano Ruggiero

DNI: 42.417.287

Profesor: Julián Delgado

Materia: Historia de la música

Fecha de entrega: 2/10/18


LOS CANTOS GREGORIANOS

En el presente ensayo, me propongo hacer una descripción técnica acerca de esta


práctica musical y sobre como influyo desde el punto de vista histórico y social en la
Edad Media. Es decir entre los siglos V y XV d.C.

Comencemos por el significado mismo del término. Los cantos gregorianos,


también llamados cantos llanos son, según Donald Grout “…una oración musical, una
plegaria realzada que une a los fieles, a través de la melodía y el ritmo, en la expresión
de pensamientos devotos.”

Estas oraciones musicales en forma de plegaria, tiene origen en los primeros


siglos del cristianismo, que arrastraba la tradición musical de las sinagogas judías. Un
canto de estructura monódica, de amplitud vocal reducida, y sin un ritmo distinguible.
Se denominan “gregorianos” Porque se le atribuye al Papa Gregorio, dictado por la
paloma del Espíritu Santo, la tarea de haber recopilado estos distintos cantos que hasta
ese momento eran de transmisión oral.

Los cantos gregorianos eran una parte indispensable de la liturgia romana


cristiana. Con ellos, los monjes entonando una misma melodía reforzaban su fe, a la vez
que accedían de formas más directas al contacto con Dios. Estos cantos se celebraban
todos los días en los monasterios, siendo parte fundamental en el desarrollo de las
misas. Como hoy actualmente se dice: “cantar es rezar dos veces”. Pero su importancia
no es solo musical, si no que también atraviesa inevitablemente la perspectiva histórica.
En la Europa de la Edad Media, las sociedades estaban configuradas en una
pirámide social terriblemente desigual y de poca movilidad. En la cúspide estaban los
reyes, luego los sacerdotes y agentes oficiales de la Iglesia Católica, seguianle los
guerreros, y en la base como mayor parte de la población estaban los campesinos.
Con la caída del imperio romano y toda su prolija organización, los reyes
germanos tenían dificultades para controlar sus vastos territorios. Entonces crean un
pacto de lealtad con los señores feudales, dueños de grandes extensiones de campo,
ofreciéndoles protección contra los barbaros. Estos señores feudales, mantenían una
relación de poder sobre los campesinos que ocupaban su tierra. Se daba así una relación
de vasallaje, en la que los campesinos, primeramente vivían en las tierras de su señor,
ofreciendo su tributo en cosechas y comida, a cambio de la protección contra las
invasiones de pueblos aledaños. Pero a medida que los señores feudales tomaban más
poder, fueron sometiendo a una relación de esclavitud a los campesinos.
Para este momento, la iglesia ya estaba muy metida en la forma de concebir el
mundo, habiendo forjado alianzas con los reyes se aseguró de su perpetuidad en el
poder, ofreciendo a estos la lucha en el nombre de Dios. Todos los agentes de esta
religión, tienen por objetivo “cristianizar a todo aquel que no sea cristiano”.
Los campesinos, que vivían para trabajar, vivían en una estructura totalmente
estática en la que su existencia era el paradigma del sufrimiento, el dolor y el sacrificio
(Romero, Jose Luis. Estudio de la mentalidad burguesa p. 33). Ideas que vienen de la
mano con la Biblia y la Iglesia católica para asegurar el control de las masas. Ideología
que contienen cierto recuerdo platónico del mundo de las ideas, donde todo es puro y
racional, donde el mundo que experimentamos con nuestros sentidos aquí y ahora, no es
de fiar. Citando a Romero “…este mundo es insignificante […] la realidad sensible es
un puro engaño y que, en consecuencia, el cuerpo no vale nada, lo terreno es vanidad y
lo único valioso es la eterna salvación del alma.”

Aquí es donde entran en nuestra historia los cantos gregorianos. Encierran ellos
en su estructura de poco rango de altura vocal, una parsimonia que conmueve, y debía
ser objeto de suma atracción para los campesinos que tenían la oportunidad de escuchar
estos cantos celestiales, en alguna misa de Pascua u ocasión especial. Una fuerza suave
en las voces, casi adormecedora que recitaba en latín, lo que le agregaba un componente
de sacro misticismo a la experiencia religiosa. Con estas demostraciones de poder, la
Iglesia lograba en cierta forma un sentimiento de unión entre los campesinos,
indispensable ante la adversidad.

Pero… ¿siempre tuvo esta connotación sagrada la música dentro de la religión?

Según Enrico Fubini: “…una corriente del pensamiento griego concibió la


música como factor civilizador, como componente esencial de la educación humana y, a
su vez, como componente educativo con carácter coordinador y elemento de
armonización entre todas las facultades del hombre, no hay que olvidarse que por otro
lado y a la par, la música se consideró también fuerza oscura, conectada con las
potencias del bien y del mal…”.

Esta percepción ambigua de la música y su efecto sobre los hombres es muy


antigua y ha sido de objeto de discusión por muchos teóricos. Los griegos lo
ejemplificaron con el mito de Orfeo y su contracara en Dionisio. EL primero representa
la faceta racional, intelectual y abstracta de las facultades de la música. El segundo es el
paradigma de los sentidos y la vida terrenal vivida de fiesta. Estas dos concepciones no
podrían vivir la una sin la otra. Según Fubini cita al pitagórico Filolao: “la armonía solo
nace de la conciliación de contrarios, pues la armonía es una unificación de muchos
términos que se halan en confusión, y acuerdo entre elementos discordantes”.
Por este mismo motivo, los padres de la Iglesia se ven en la disyuntiva acerca
del uso de la música en la religión. Y resuelven esto de una manera muy simple: “la
música pagana es la que existía antes de la llegada del cristianismo. Y la nueva música
cristiana, el nuevo canto, como instrumento de salvación” (Fubini).

Sin embargo hubo un pequeño error que fue sorteado hábilmente. En la escala
diatónica formada por el circulo de quintas, se genera una disonancia al producirse un
intervalo de tono entre mi/fa y otro en si/do. Jose Miguel Wisnik dira: “el tritono es un
intervalo de tres tonos, como aquel que tenemos entre las notas fa7si y funciona como
una especie de antítesis de la octava. Mientras que la octava es un intervalo
enteramente estable […] el tritono divide a la octava en el medio, y es también igual a
su propia inversión e inestable […] la escala diatónica se muestra así, como una escala
de constitución más problemática, compleja y al mismo tiempo, más rica de relaciones
interválicas”.
El problema de este tritono era el sonido disonante que provoca, asociado su
nombre además, con el tridente del diablo, un sonido diabólico. Por este motivo la nota
“si” era totalmente ignorada y me parece un punto fundamental en la arrogancia de la
Iglesia Católica. Si había algo que se salía de los limites, era totalmente ignorado, o
destruido solo con el fin de perpetuar su poder.

Los cantos gregorianos son de vital importancia en el estudio de la historia de la


Música, ya que fueron las primeras melodías que se escribieron partituras. Quizá
podamos verlas demasiado anticuadas, pero fueron las madres de la escritura musical
actual, y un componente indispensable en la evolución de la historia.

Bibliografía:

MEYER, Leonard (1963): Notas sobre el empirismo radical de la vanguardia en ¿El fin
del renacimiento? Revista Sur. Buenos Aires.

GROUT, Donald Jay (2003): Canto religioso y canción profana en el medioevo en


Historia de la música occidental. Alianza música. Madrid.
FUBINI, Enrico (1997): El periodo de transición entre el mundo antiguo y el medieval y
Desde Homero hasta los pitagóricos en La estética musical desde la Antigüedad hasta el
siglo XX. Alianza música. Madrid.

ECO, Umberto (1997): Arte y belleza en la estética medieval en Las estéticas de la


proporción. Editorial Lumen. Barcelona.

ROMERO, José Luis (1987): Cambios estructurales y respuestas ideológicas en Estudio


de la mentalidad burguesa. Editorial Buenos Aires. Madrid.

WISNIK, José (1989): Composición de las escalas en Sonido y sentido. La marca


editora. México DF.

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