Está en la página 1de 1

Muchos no lo saben.

Yo lo ví y aprendí, otros, simplemente olvidaron su instinto por


sobrevivir. Reconozco a una persona que viene y se va, pero sobre todo sé, cuando se
quedan, observan y esperan algo más. Antes de ser guardia vine a ver, pero supe irme a
tiempo.

El axolotl es una especie en extinción, varios manuales que me fueron necesarios leer aquí
mencionaban su conservación como un logro, pero se olvidan que somos nosotros quiénes
vamos destruyendo su hogar.
Estamos rodeados de vida que no habla, me corrijo, que no sabemos escuchar o ver.
Creamos estos lugares para fingir que hacemos las cosas bien, lo que aún no podemos
aceptar es que ellos no son como nosotros, humanos. Y este, es el comienzo... pueden ser
como yo e irse a tiempo o seguir leyendo esperando algo más.

Recuerdo, fue una tarde que por alguna razón ajena tenía libre y caminando por el parque
ví el zoológico que de niño había visitado y hacía años no volvía. Llamó mi atención un
cartel que por su color brillante parecía nuevo, “Axolotl”. Un nombre ficticio se podría decir
que logró intrigarme y sin dudas entre a la zona del acuario. En una pecera al final del
pasillo se podía observar un pequeño animal, al acercarme vi su radiante piel rosada, sus
ojos oro y esa forma casi mutante. Salí de allí una hora después. Al día siguiente volví, y al
otro y así quien sabe por cuánto. Vivía para ver al axolotl y el vivía por mi, claro que eso no
lo entendí hasta ahora.

Me veía mal, hacía tiempo que mi tiempo se detenía, me dejaba, parte de mi se borraba,
como si mi cuerpo humano dudara su humanidad. Pocos despiertan , pocos escuchan su
supervivencia. Otros se ahogan con su mirada y se vuelven uno más.

Se preguntarán por qué trabajo como guardia de este transmigratorio. Si piensan que son
como nosotros sobre entienden el instinto que los rige. Les quitamos su especie y ellos la
reconstruyen. Y si son tan ingenuos de creer que al no hablar no dicen nada, recuerden que
esto comenzó con una mirada.

Muchos no lo saben, o no se animan a acercarse al vidrio y ver su reflejo, mi reflejo. De


nosotros hay de qué hablar. Otros axolotl quizá se conozcan, seguro alguien los miró como
yo lo hice, al fin y al cabo, aquí, soy el más nuevo.

También podría gustarte