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La menta es una planta aromática y medicinal de exquisita fragancia utilizada alrededor

del mundo gracias a su habilidad para saborizar y sanar.

Aprende los beneficios del clásico y refrescante té de menta

La menta es una digna representante de la medicina herbal. Forma parte de la familia de


las hierbas aromáticas, siendo apreciada por su refrescante olor característico.
https://nutricioni.com/su-sabor-es-divino-pero-para-que-sirve-el-te-de-menta/

Tiene distribución mundial, encontrándose en cada uno de los continentes. Está presente
en Europa, Asia, Oceanía, África y América.

También conocida como Mentha piperita puede prepararse como infusión o té, a modo de
aceite esencial o como aderezo gastronómico.

De ellos, el té de menta goza de gran popularidad. Se le atribuyen algunos beneficiosos


efectos, a saber:

Alivia el malestar de los pacientes con síndrome del intestino irritable, ayudando a
mejorar su calidad de vida.

Actúa como antiflatulento al relajar la musculatura intestinal y reducir los espasmos del
colon.

Facilita el vaciamiento gástrico en aquellos pacientes con trastornos gastrointestinales


funcionales.

Mejora los cuadros de indigestión y disminuye la sensación de llenura abdominal.

Reduce la inflamación del árbol bronquial y el tejido pulmonar en pacientes con


tuberculosis.

Inhibe la liberación de agentes promotores de la inflamación en personas con rinitis


alérgica.

Es un tratamiento tópico de utilidad en la cicatrización del herpes zoster o culebrilla.

Mantiene el estado de alerta y favorece la buena memoria.

Calma las náuseas inducidas por la quimioterapia en pacientes con cáncer.

Protege contra las radiaciones y los radicales libres.

Refresca el aliento y previene la aparición de caries dentales.

A partir de su contenido de ácido rosmarínico, descongestiona y limpia las vías


respiratorias en caso de resfriado o asma.

Reduce el dolor de cabeza.


https://nutricioni.com/los-mejores-remedios-caseros-para-el-dolor-de-cabeza/
Tranquiliza y aporta energía. Además, alivia la desagradable sensación de ansiedad y
tensión típicas del estrés.

Tiene propiedades antibacteriales y desinfectantes.

Ayuda a remover la caspa y los piojos del cuero cabelludo.

Relaja la musculatura y calma los espasmos.

Por todo ello, desde sus orígenes hasta nuestros días, la menta es una planta de gran
prestigio que se ha convertido en una herramienta útil para vivir saludablemente.

Menta de las ninfas griegas para el mundo

Mentha piperita es el nombre científico de la planta que comúnmente conocemos como


menta.

Proviene del Mediterráneo, región que abarca África, Asia y Europa. Su denominación
coloquial es menta, piperita, hierba del zapo y peppermint.

Históricamente, su nombre se origina de una ninfa griega amante de Plutón de nombre


mintha.

Cuenta la leyenda que sus compulsivos celos la convirtieron en una planta que hasta la
fecha lleva su nombre.

También se cree que deriva de la palabra mente, ya que esta planta fortalece la
concentración y el estudio.

Se ha encontrado menta en las tumbas y sepulcros de los faraones egipcios. Mientras


que en Grecia tenía un uso aromático para perfumar a los soldados.

Formaba parte no sólo de sus rituales religiosos. Con fines afrodisíacos, era incluido
dentro de la bañera como ingrediente fundamental de los ritos sexuales.

Científicamente, resulta de la fusión entre la Menta spicata con la Menta aquatica.


Algunos sugieren que la hibridación fue espontánea.

Otros consideran que fue unificada intencionalmente en Inglaterra. Los ingleses mejoraron
la genética y refinaron su aroma, haciéndolo más notable y de mejor calidad.

En la Roma del primer siglo se destacaba en la elaboración de exquisitos platos. Los


romanos tenían la creencia de que les hacía más sabios y felices.

Sacerdotes italianos y franceses quemaban hojas de menta para ahuyentar espíritus


malignos.

En otras partes de Europa, la usaban durante la época de sequía para quitar los malos
olores corporales manifiestos ante la ausencia de agua.
En Arabia las infusiones de menta protegían la piel de los insectos y las plagas
transmisoras de pestes.

Desde tiempos remotos, la menta debe su celebridad al mentol, su principal componente


activo.

El mentol quita el deseo de vomitar, ayuda a expulsar los gases y evita la molesta
sensación de pesadez abdominal.

Adicionalmente contiene fibras, betacarotenos, pectina, timol, eugenol, anetol, vaillinilla,


carvacrol, canfeno, limoneno, linalol, mirceno, entre otros.

Toda esta variedad de componentes le confirió gran popularidad, especialmente en


aquella época en la que no se disponía de fármacos sintéticos.

¿Sabías que existen diferentes variedades de menta?

Aún cuando se trata de la misma especie, la menta tiene diferentes variedades, entre
ellas:

Menta piperita: es procedente de Piper. Tiene un sabor picante y peculiar. Interviene en


el tratamiento de los problemas digestivos, respiratorios y cutáneos.

Es una variedad rica en mentol que resulta de la combinación entre Mentha spicata y
Mentha aquatica.

Menta poleo: su nombre se debe a la palabra latina pulex o pulga, ya que en la


Antigüedad, la menta alejaba a este parásito.

Crece en zonas húmedas cerca de ríos y estanques. Mide hasta medio metro de altura,
sus tallos se arrastran en el suelo y sus hojas son dentadas.

Sus flores son color rosado y lila y se recogen en la época de verano u otoño. Luego de
su recolección, se envasan en un recipiente hermético para conservar su penetrante
olor.

Debido a su composición química, puede ser tóxica, por lo cual debe ingerirse con suma
precaución.

De la menta poleo se distinguen 2 subvariedades, la menta poleo europea y el poleo


americano.

Por un lado, la menta poleo europea se le conoce como hierba del budín, por lo cual se
usa en postres.

Por otra parte, el poleo americano es natural de Norteamérica. Desde el inicio, ha


utilizado con fines terapéuticos y como aditivo para las bebidas.

Sin embargo, la legislación estadounidense prohíbe su utilización, calificándola como


nociva para el cuerpo humano.
Menta dulce: es una hierba de 30 a 60 centímetros de alto que se cultiva a pleno sol.
Sus hojas son muy grandes y dulces, por lo cual se añade a ensaladas y bebidas.

Se expande rápidamente tanto en la superficie de la tierra como en las profundidades,


por lo cual deben sembrarse en macetas para controlar su crecimiento.

Menta japonesa: era utilizada por los romanos para adornar su cabeza y refrescar su
aliento.

Además de las previamente citadas, se describen otras variedades: menta silvestre, del
lobo, de agua, de gato y la menta blanca.

En cualquiera de sus tipos, prueba menta y refresca tu vida.

Mira las diferencias entre hierbabuena y menta

Frecuentemente, se habla de menta y hierbabuena como si de la misma planta se tratara.


https://nutricioni.com/hierbabuena-planta-que-rinde-honor-a-su-generoso-nombre/

No cabe duda de que la Mentha piperita y la hierbabuena se asemejan en cuanto a la


apariencia de sus hojas, aroma y propiedades.

Sin embargo, aún cuando pertenecen a la misma familia, existen algunas diferencias
entre ellas.

Por un lado, la concentración de mentol es mayor en la menta, lo cual le aporta un sabor


más fuerte.

Por otra parte, los tallos de la menta son morados o rojizos, mientras que los de la
hierbabuena son verdes.

La menta posee mayor proporción de nutrientes, ya que resulta de la unión de dos


variedades, la spicata y la aquatica.

Lo anterior se traduce en que, al ser el resultado de una mezcla, la menta es una versión
mejorada con cualidades potenciadas respecto a la hierbabuena.

En referencia al aceite esencial, ambos tienen las mismas propiedades curativas, sólo que
la concentración de mentol es mayor en la menta.

Lo anterior provoca un sabor, olor y color más acentuado que responde a los gustos de
cada consumidor.

En ambos casos, el aceite debe ser diluido previo a su aplicación. Además de esto,
tienen que almacenarse alejados de la luz, el calor y las temperaturas extremas.

La distribución de la hierbabuena es mayor respecto a la de la menta, por lo cual es más


fácil conseguirla en el mercado.

Por tal motivo, la hierbabuena o hierba santa tiene mayor demanda en el mundo
comercial.
Sea que elijas una u otra, prueba mentol y refresca tus días.

Hierbas medicinales para aliviar el dolor

Experimentar dolor físico o emocional es, sin temor a equivocación, un síntoma molesto
que cada vez más cobra fuerza en la consulta médica.

Por ello, es necesario mantenerlo a raya para lograr tener una existencia tranquila.

Para tal fin, [p10a] te ofrece una poderosa mezcla de hierbas y raíces que te ayudarán a
reducir el dolor, la inflamación y la ansiedad.

[p10t] contiene celedrina un suplemento capaz de aliviar el dolor típico de la artritis


reumatoidea.

Lubrica las articulaciones, restaura la flexibilidad y mejora el rendimiento.

El té verde de [p10a] ayuda a dejar de lado el estrés y mejora la concentración, al tiempo


que tiene potencial antioxidante y reductor de los niveles de colesterol.

Además, facilita la digestión de las proteínas gracias a la bromelina contenida en las


piñas.

El ácido boswelico es una sustancia antiinflamatoria proveniente de la Boswellia serrata,


una hierba nativa de Asia y África.

El potencial de esta planta es de gran utilidad en el tratamiento del asma y la


osteoartrosis.

Por otro lado, la planta de la vid guarda en su piel el extracto de resveratrol, un poderoso
antioxidante que hace frente a los daños causados por el envejecimiento.

Adicionalmente, actúa como antibiótico protector natural y reductor del riesgo de padecer
hipertensión y diabetes.

La cúrcuma cuenta con propiedades digestivas, antiulcerosas y protectoras del corazón,


el hígado y la piel.

El jengibre mejora la circulación, fortalece las defensas y acelera el metabolismo.

Por último, el skullcap es un suplemento que ayuda a combatir la ansiedad, el insomnio y


el estrés.

Despídete de los días grises y alcanza bienestar físico y mental. [p10t] es el


antinflamatorio natural que necesitas.

Todo lo que debes saber acerca del cuidado de la menta

Si te has propuesto plantar menta en tu jardín, debes tener en cuenta algunas


consideraciones para favorecer su crecimiento.
La menta requiere de tierra húmeda con nutrientes y minerales. Necesita de luz y calor
durante parte del día, pero al mismo tiempo requiere de sombra.

Para promover el desarrollo de varias plantas de menta deben plantarse a una distancia
prudencial de 70 centímetros.

Tienen entre 30 y 60 centímetros de altura y no requieren de mucho cuidado. Es


importante podarlas y cortarlas, ya que de este modo aumentan su tamaño naturalmente.

En caso de no contar con jardín, puede plantarse en una maceta dentro de la casa,
procurando regarla al menos 2 veces a la semana.

Para su siembra deben seleccionarse plantas germinadas o especímenes pequeños, ya


que las semillas no pueden cultivarse.

Se debe cortar por lo menos 1 centímetro del tallo antes de sembrarla. Si se adquiere en
el supermercado tiene que remojarse en agua para que las raíces crezcan.

Cuando las raíces son notorias y tienen el largo adecuado se pueden sembrar. La maceta
debe tener un diámetro de 30 centímetros o más con agujeros en el fondo.

Se puede colocar un plato debajo para mantener la humedad de la tierra. Se recomienda


añadir abono para dar equilibrio a la planta.

En la época fría o lluviosa se debe mantener en el interior de la casa. Ubicándola en la


zona este del domicilio para exponerla al sol durante al menos 7 horas.

En la medida que va creciendo se puede trasladar a otros contenedores más grandes o


dividirlas en varias para darles más espacio.

Como hemos visto, el riego debe ser regular especialmente en verano cuando las
temperaturas se elevan.

Desde luego, los excesos son malos, puesto que un suelo con humedad abundante
produce desarrollo de pestes que atacan las raíces, los tallos y las hojas.

Para su prevención, se debe quemar todo, rescatando previamente las plantas sanas y
cultivándolas en una nueva maceta.

Otras formas de preparación de la menta

Al igual que otras hierbas, la destilación de la menta produce un aceite rico en mentol
utilizado para la producción de alimentos y productos de higiene.

Para su obtención se cortan las hojas justo durante la floración de los meses de agosto y
septiembre.

El aceite se aplica externamente. Adicionalmente, puede inhalarse para beneficiarse de


su relajante olor.
Alivia el dolor muscular, los cólicos y el dolor de cabeza por sus propiedades
antiespasmódicas y analgésicas.

Elimina la flema de la vía respiratoria, alivia la tos, la irritación de la garganta y el dolor en


el pecho y la espalda.

El aceite esencial de mentol mejora el aliento y trata las lesiones de la piel por su efecto
cicatrizante y antiséptico.

Además de ello, participa en la elaboración de chicles, caramelos, cremas de afeitar,


pasta de dientes y perfumes.

En la cocina, se utiliza para condimentar platos de repostería y preparaciones saladas.

En el mundo culinario, es un ingrediente imprescindible de la cocina inglesa y


estadounidense donde representa el ingrediente principal del cordero con salsa de menta.

También hace acto de presencia en el tabule libanés, en el mojito cubano, el quibbe, el té


moruno de Magreb en África y el pho vietnamita.

En España, se emplea para aromatizar la olla gitana, un delicioso guiso típico de Almería
y Murcia.

Igualmente, forma parte de los cocidos cordobés, chiclanero, jiennense y madrileño del
famoso Rafael León.

En la India y Marruecos se le agrega al curry tailandés. Está presente en el vinagre y la


salsa de menta.

Favorece la digestión, por lo cual es un excelente acompañante de las lentejas, la soya,


las alubias y los garbanzos.

Suele acompañar guisos con caracoles, aunque también es el aroma clásico de los
chicles, caramelos, gelatinas, chocolates y licores como la crema de menta.

Ya no tienes excusas válidas. Potencia tu creatividad e incluye menta en tus


preparaciones. ¡No te arrepentirás!

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