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Calculo Escalera PDF
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1.- GEOMETRÍA
p p
a a
h h
h’ h’
α α
Figura 1.1
K = 59 cm (edificios de vivienda)
Blondel: p+2*a=
K = 66 cm (edificios públicos)
Neufert: p + 2 * a = 61 a 64 cm
p – c = 12 cm
Los anchos varían de acuerdo al destino del edificio y de la escalera dentro del
edificio pero no deberían ser inferiores a 1 metro.
Desde el punto de vista del proyecto existen un par de detalles que no deben
omitirse al realizar los planos de encofrado. Tal como puede verse en las figuras 1.2 y
1.3, es importante conocer los niveles de piso terminado y espesores de mezcla de
asiento y contrapiso a efectos de dar los niveles adecuados al primer y al último
escalón. En efecto, en todos los casos la estructura de h° del último escalón resulta
más bajo que la de los precedentes dado que su altura se completa con el espesor de
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contrapiso, mezcla de asiento y piso correspondientes a la planta superior.
Simétricamente, en escaleras que se desarrollan entre dos losas consecutivas de un
edificio, la estructura de h° del primer escalón es más alta que las subsiguientes dado
que su altura debe absorber el espesor de contrapiso, mezcla de asiento y solado de la
planta de arranque.
a
a
G = g * l’ = g * l / cos α
l
Definiremos, para su uso en puntos
siguientes, la magnitud:
2
g’= g / cos α = γ * b * h / cos α =
= γ * b * h’ = γ * 1 * h’
mq = q * l2 / 8
La Figura 3.1 representa una viga poligonal sometida a la acción de una carga
vertical uniforme. Se trata de un elemento isostático y, al no existir reacciones
horizontales, el momento flector en cualquier punto se obtiene como:
M(x) = V * x – q * x2 / 2
3
V
M(x
)
Fig.
3.1
V
M(x
)
x
C H
B
V
M(x
y ) Fig.
3.2
H
A
V
M(x
)
x
A 4B’ C’
’
La Figura 3.2 representa un pórtico que tiene igual geometría que la viga
poligonal anterior. Sin embargo, al poseer un nudo rígido y un grado de
hiperestaticidad, genera empujes por lo que los momentos flectores se obtienen como:
M(x) = V * x – q * x2 / 2 – H * y
El cálculo del pórtico anterior puede simplificarse si se lo reemplaza por una viga
continua de dos tramos equivalente. En efecto, si se supone que las barras tienen
rigidez axil infinita, siendo los apoyos “A” y “C” fijos, el punto “B” también resulta fijo por
lo que el pórtico puede reemplazarse, a los efectos del cálculo de momentos flectores,
por la viga continua que se encuentra en la parte inferior de la Figura 3.2. Para obtener
las reacciones correctas del pórtico habría que llevar la reacción en “B’” a “B’ ” y
descomponerla según la dirección de las barras. La componente según la barra “BC”
dará la magnitud el empuje “H”. Todo esto sólo tiene sentido si se dispone de tablas y/o
programas para el cálculo de vigas continuas y no de programas para el cálculo de
pórticos. Día a día esta última opción se vuelve más y más común por lo que se hace
menos interesante recurrir a este tipo de simplificaciones. No obstante, desde el punto
de vista conceptual este tipo de razonamientos ayuda a comprender el funcionamiento
estructural.
h
α
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• Peso propio del revestimiento de las
huellas y contrahuellas
• Peso propio de la mezcla de asiento
Son excepcionales los casos en que las escaleras lleven contrapiso. El caso
más frecuente es que la mezcla de asiento se aplique directamente sobre el hormigón
del escalón.
Dado que las escaleras se calculan como losas, es decir por metro de ancho,
suele realizarse el análisis de cargas por metro cuadrado de elemento. Para evitar
errores es recomendable hacer el análisis de cargas analizando un escalón. Asimismo,
tal como se vio anteriormente, en el momento de considerar el peso propio de la losa
se calcula “g’ ” y no “g”. Para el caso de la Figura 4.1 resulta:
h’m = h / cos α + a / 2
g’ = h’m * γhormigón + Peso Una Huella + Peso Una Contrahuella + Peso Mezcla Asiento
p
Los valores de pesos unitarios necesarios para el cálculo de “g’ ” se obtienen del
Reglamento CIRSOC 101 “Cargas y sobrecargas gravitacionales para el cálculo de las
estructuras de edificios”. En la misma fuente se obtienen los valores de las sobrecargas
“q” que completan el análisis de cargas.
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Si los cielorrasos se aplican sobre la cara inferior de una escalera y ésta se calcula con
su longitud proyectada, los valores indicados con (*) deben dividirse por cos α.
Salvo las escaleras helicoidales, cuyo uso no esy frecuente, las escaleras están
constituidas por combinaciones de placas planas que se intersectan en aristas.
Estructuralmente estamos frente a una tipología denominada lámina plegada. Dado
que el cálculo afinado de este tipo de estructuras es muy laborioso, veremos a
continuación una serie de esquemas usuales de escaleras y las simplificaciones de
cálculo que se aplican a ellos.
Figura 5.1
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riguroso de las escaleras compensadas es extremadamente laborioso. Se suele
simplificar su análisis suponiendo que se trata de losas planas.
Fig.5.2.1
Se trata de una de las soluciones mas comunes de escaleras para
edificios en altura, ya que la zona de arranque y llegada es la misma
(esto vale para 5.2.2, 3 y 4). Para las vigas que toman los tramos no
es imprescindible contar con las columnas exactamente en la
posición indicada, mientras que en el caso del descanso es
conveniente por las consideraciones que se hacen en 5.2.-
Fig 5.2.2
Variante de la anterior, se utiliza normalmente cuando en el filo
exterior no existe una alineación de columnas o si por motivos
arquitectónicos la zona de descansos debe aparecer como un
bloque exento. Desde el punto de vista de las flexiones en la losa el
descanso es un voladizo y la acción sobre la viga del descanso
resulta mayor que en el caso anterior. En caso de existir una pared
sobre el extremos del voladizo es necesario prevenir excesivas
deformaciones que pueden originar fisuración en la tabiquería. Las
tres columnas dibujadas normalmente no aparecen
simultáneamente, sino que muestran tres variantes de apoyo: La
columna central y una lateral, dos columnas externas (caso mas
común), o una columna central. En este último caso el estado de
carga con sobrecarga en un tramo solamente genera en aquella
flexiones importantes.
Fig. 5.2.3
Normalmente se la denomina “Escalera a descanso libre”, y se la
utiliza generalmente por motivos arquitectónicos. La resolución de
esta estructura se debe realizar mediante un análisis tridimensional
mas riguroso. Se generan solicitaciones torsionales de equilibrio,
por lo que los espesores estructurales son grandes para cubrir las
necesidades de rigidez (en este caso no son aplicables los criterios
de predimensionamiento para losas comunes) y resistencia a
flexión y corte. Es usual la necesidad de disponer estribos.
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Fig. 5.2.4
Esta tipología aprovecha normalmente la existencia de un
tabique cuya función principal es otra (generalmente, resistir
acciones laterales de viento y/o sismo). Su funcionamiento
estructural es claro (ver 6.2), pero plantea dificultades para la
construcción del tabique salvo en los casos en que éste se
ejecuta primero, dejando conexiones adecuadas para hormigonar
la escalera en segunda etapa. En este caso se produce una
exagerada perforación de los encofrados si se deja armadura en
espera. La solución consiste en utilizar dispositivos de empalme
adecuados.
Fig. 5.2.5
Esta disposición geométrica (igual que 5.2.6, 7 y 8) no es utilizable
en general en edificios de altura, ya que los puntos de arranque y
llegada se encuentran alejados y es necesario disponer de un
pasillo extenso para conectarlos. Para ese tipo de edificación, y
cuando se debe cumplir con reglamentaciones contra incendios
modernas, que exigen el aislamiento de la escalera y sus
circulaciones, esta tipología se hace inviable.
Estructuralmente el funcionamiento es muy claro, con sus losas
apoyadas en sendas vigas cada una.
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Fig. 5.2.8
Esta es una disposición que evita el apoyo de una losa sobre la otra,
mediante la colocación una viga diagonal bajo el descanso. En general
su viabilidad está condicionada por la visibilidad de la viga desde la PB.
Por tratarse de luces cortas, en ocasiones las dos columnas del
descanso pueden ser reemplazadas por una central, pero en este caso
se deben hacer consideraciones especiales sobre los estados de carga
para tomar en cuenta las posibles solicitaciones de flexión compuesta
oblicua en la columna.
Nivel Descanso
Nivel Descanso
Figura 5.4
Figura 5.5
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Las Figuras 5.2 a 5.5 representan algunos ejemplos de disposiciones
estructurales destinadas a dar apoyo a los descansos de escaleras. Por supuesto que
no agotan las posibilidades. Normalmente el apoyo se materializa a través de una viga
ubicada a media altura entre los pisos que toma la acción de apoyo de la escalera. De
esta manera las vigas ubicadas en la planta superior no toman en forma directa la
acción de la escalera. En general se trata de utilizar las columnas comunes al resto de
la estructura (caso 5.2), pero esto no es siempres posible (5.3). Una solución tentadora
desde el punto de vista del análisis estructural es la de disponer tensores que tomen la
viga sobre la que apoya el descanso (5.4) . En este caso se debe tener en cuenta que
el proceso constructivo normal (creciente en cota) puede complicarse ya que es
necesario contar con la viga superior para ejecutar la escalera, por lo que hay que
encofrar y hormigonar ambos elementos al mismo tiempo, con especiales
consideraciones sobre el tiempo de desencofrado. También se debe considerar en el
esquema de cálculo que la deformabilidad de los tensores es usualmente mayor que la
de los elementos comprimidos, ya que el acero es 7 veces mas rígido que el hormigón,
mientras que la relación de resistencias es del orden de 20.
Cuando un descanso está muy cerca del piso inferior, y especialmente cuando
se trata de una planta baja, puede ocurrir que los primeros escalones (los que llevan a
ese primer descanso) se ejecuten directamente sobre un relleno de contrapiso o de
ladrillos huecos, es decir, que no se proyecte una estructura portante para ellos.
Cuando las losas apoyan directamente sobre vigas las luces de cálculo no
requieren de ninguna consideración especial.
Apoyos
B Luz de cálculo
A
En la Figura 6.1 se muestra un caso típico en el que una de las losas no apoya
francamente en una viga o en un elemento de fundación. En efecto, la losa “B” tiene un
apoyo “indirecto” en la losa “A”. En estos casos suele calcularse la losa “B” con una luz
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intermedia entre su luz libre y su longitud total. No debe olvidarse considerar su
reacción como acción sobre la losa “A”.
Veremos qué ocurre cuando una escalera como la de las figuras 5.1.(e) y 5.2.4
se desarrolla apoyada solamente en un tabique central ubicado en el ojo de la escalera.
M1
M tot
d α M2
Considerando que las cargas actuantes tienen dirección vertical, el vector momento
estático total ( Mtot) resulta con dirección horizontal. Como consecuencia de esto, la
sección transversal de la escalera está sometida a flexión oblicua, siendo los
momentos según los ejes “principales” M1 y M2. En ocasiones se está tentado de
abordar la resolución de este problema subdividiendo la sección según los planos
verticales que definen los escalones, y calculando cada uno de ellos con su momento
estático correspondiente. Resulta evidente que para que este esquema sea viable sería
necesario que el bloque comprimido del escalón superior tuviera la misma deformación
que el talón superior (traccionado) del inferior, situación incompatible con la continuidad
del material. De lo anterior se deduce que es necesario analizar la sección completa de
la escalera, con lo que se tiene una forma muy esbelta de la misma (por ejemplo,
b=4.70m y h=0.20m ), por lo que la inclinación del eje neutro con respecto al plano
medio de la losa será muy pequeño, y de esta manera el efecto de oblicuidad queda
muy disminuído.
Ejemplo: Suponiendo una inclinación de la escalera de unos 30°, la relación entre momentos resulta:
M1 = 0.87 M tot
M2 = 0.50 M tot
El momento M1 es resistido con la altura “d” y el M2 hace trabajar a todo el tramo como viga de gran
altura, conduciendo a armaduras muy pequeñas.
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