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Antecedentes históricos:

En relación a la dinámica psicosocial y cultural del acoso sexual en lugares públicos, algunas de las
investigaciones que se han realizado son:

“El acoso sexual en lugares públicos: un estudio desde la Grounded Theory”, elaborado en México
en el año 2007, por la profesora en sociología Patricia Gaytan Sánchez. El objetivo de dicho estudio
es desentrañar los significados de la forma de interacción en el caso del acoso heterosexual
masculino y establecer sus implicaciones, para obtener una definición sociológica del acoso sexual
en lugares públicos y una teoría de poder de género. Las técnicas utilizadas fueron principalmente,
como modelo metodológico, la teoría fundamentada; además utilizó la entrevista
semiestructurada y muestra en bola de nieve. Para empezar la entrevista hicieron uso de la
presentación de fotografías que ejemplificaba una situación de acoso sexual.

En el año 2011 el Servicio Nacional de la Mujer del Gobierno de Chile realizó el estudio “Acoso y
abuso sexual en lugares públicos y medios de transporte colectivos”, con el objetivo de medir la
prevalencia del acoso y abuso sexual en lugares públicos y medios de transporte colectivo en las
zonas urbanas de la región metropolitana. El mismo se llevó a cabo con una muestra de 1,284
personas, siendo el 40% mujeres y el 60% hombres entre 18 y 65 años, a los cuales se les
entrevistó vía telefónica y se les aplicó un cuestionario semiestructurado con preguntas abiertas y
cerradas.

Por otra parte, en el 2013 el Instituto de Opinión Pública de la Pontifica Universidad Católica de
Perú (PUCP) realizó un estudio llamado “Acoso sexual callejero”. Para ello se tomó una muestra
probabilística polietápica de conglomerados, estratificada según región y ámbito rural y urbano,
en donde se 13 aplicaron entrevistas directas, sumando un total de 1,203 personas entrevistadas,
siendo hombres y mujeres de 18 años o más.

A diferencia de las investigaciones descritas, el presente estudio se realizó en la ciudad de


Guatemala con una muestra de 50 mujeres de 18 a 45 años, muestra que no es tan amplia como
en los estudios referidos, y que tan sólo abarca a mujeres y no hombres. Además está enfocado
desde la perspectiva psicosocial definiendo y explicando por medio de la interpretación, las
interacciones entre hombres y mujeres. Y se trabajó con una metodología distinta, en la que se
hizo uso de unidades de análisis, con el fin de relacionar los elementos psicológicos, sociales y
culturales que involucra el acoso sexual como violencia contra la mujer.

El acoso sexual es una forma de discriminación por razón del género, tanto desde una perspectiva
legal como en su concepto, desde tiempos inmemoriales ha existido el abuso de poder, de una u
otra forma, especialmente en la época feudal; el acoso sexual se empieza a hacer notar como una
violación a los derechos humanos a raíz de la segunda guerra mundial, cuando las mujeres se
integraron a la fuerza laboral de sus países, dejando de lado o complementando con empleo
remunerado las tareas domésticas a las cuales había estado dedicada a tiempo completo.
En América surge el acoso sexual a partir de 1975 en Estados Unidos de Norte América, en la
versión inglesa de ella fue conocido como sexual harassment que conforme al Diccionario de la
lengua inglesa harass significa acosar, atosigar, hostigar, hostilizar o hacer repetidos ataques
contra alguien. En español, acoso es la acción y efecto de acosar, siendo esta última palabra, en la
acepción que entendemos corresponderle, perseguir, apremiar, importunar a una persona con
molestias o requerimientos. Desde luego también significa perseguir sin darle tregua ni reposo a
un animal o a una persona.

Las primeras manifestaciones que tiene una persona sobre el acoso y hostigamiento sexual surgen
en la niñez cuando se le enseña a no ser tocado por otras personas, posteriormente al estudiante
a punto de graduarse de nivel medio que es aconsejado por sus padres y maestros para cuidarse
de aquellas 11 personas que piden favores especiales a cambio de darles un empleo; ya que
existen casos de personas que al solicitar un puesto, son informadas que para ocupar una vacante
el interesado debe mostrarse amable, esto es acoso sexual, una conducta humana no tipificada ni
penalizada en las leyes vigentes, y que sin embrago constituye un tipo de discriminación, cuya
base es el abuso de poder, es decir, abuso de la necesidad que tiene otro individuo.

Usualmente se ubica en este tipo de conducta al varón en el papel activo y la mujer en el papel
pasivo, sin embargo en esta época cuando las mujeres han escalado y ocupado puestos de mando,
sería injusto decir que esta conducta es exclusivamente masculina, así como sería incorrecto decir
que este tipo de abusos es exclusivo del ambiente laboral; si bien los hombres pueden ser también
objeto de acoso sexual, la realidad es que la mayoría de víctimas son mujeres, el problema guarda
relación con los roles atribuidos a los hombres y a las mujeres en la vida social y económica que, a
su vez, directa o indirectamente, afecta a la situación de las mujeres en todos los ámbitos de
desarrollo social.

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