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F O N D O D E C U LT U R A E C O N Ó M I CA
FEBRERO DE 2018

ADEMÁS 
La vida
misma
de juan tovar
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F O N D O D E C U LT U R A E C O N Ó M I CA
FEBRERO DE 2018

La utopía de América 3 Horizonte


vicente huidobro

E
n esta edición de La Gaceta damos a conocer el
ensayo ganador y los dos ensayos merecedores
de mención especial del Tercer Concurso
Iberoamericano de Ensayo para Jóvenes 2017,
cuyo tema fue “La idea de Hispanoamérica”, con la
sugerencia de considerar la obra crítica de Pedro
5 Tercer Concurso
Henríquez Ureña.
Nos complace constatar que los participantes no sólo consideran
de Ensayo Iberoamericano
valiosa la idea de identidad cultural hispanoamericana de este ilustre
pensador, sino que se proponen enriquecerla con nuevos temas
para Jóvenes 2017
como la comida, el arte chicano, los géneros musicales caribeños y
dossier
la universalización de nuestra literatura. Las ideas fructíferas son
aquellas que permanecen abiertas a su ampliación, renovación o
refutación.
Acaso valga la pena recordar la idea central de Pedro Henríquez
6 Putrid tunas asoleadas
Ureña: que la labor civilizadora de los pueblos hispanoamericanos
esteban gutiérrez quezada
debe descansar en su cultura y en su nacionalismo. No en la cultura
estéril de sus elites imitadoras de lo extranjero, ni en la del capital
disfrazado de liberalismo, sino en la cultura social ofrecida a todos y
fundada en el trabajo. No en el nacionalismo exclusivamente político,
8 Las cuerdas de un arpa
sino en el espiritual, el que nace de las cualidades de cada pueblo.
rubén darío barreto viana
Esta idea no es, desde luego, exclusiva de él. Hay claras
formulaciones de ella en Sarmiento, Rodó, Bello, Vasconcelos, Caso
y varios más. La novedad introducida por Henríquez Ureña y los
ateneístas mexicanos es el impulso y difusión que le dieron a partir
10 Hispanoamérica:
de un caso concreto: la inmensa labor constructiva de los primeros
gobiernos de la Revolución mexicana, en particular el de Álvaro
breve recuento
Obregón.
paulina ibarra
La reivindicación y promoción de las artes y oficios tradicionales,
la escuela como templo de la república, la creación de hábitos de
disciplina y trabajo, el cultivo de la comprensión mediante el uso de
la razón y la crítica para la convivencia civilizada, el hacer cosas
12 Para curar el mal
prácticas con el mínimo de recursos, el orgullo por nuestro pasado y el
cultivo del sentido estético para el disfrute de la vida plena, tales eran
de ojo intelectual
las tareas que México estaba emprendiendo y ofrecía como ejemplo a
josé manuel valenzuela arce
sus países hermanos.
Esta ruta, que hoy llamaríamos “crecimiento orgánico” o de
adentro hacia afuera, sentaba las bases de lo que Henríquez Ureña
llamó “la utopía de América”, utopía posible para los pueblos
14 Popol Vuh al japonés
hispanoamericanos, dada la unidad de su historia y de propósito en su
alejo ebergenyi
vida política e intelectual. Había que ennoblecer nuevamente la idea
clásica de utopía, como el pueblo griego, que inventa la discusión y la
crítica; que mira al pasado y crea la historia; que mira al futuro y crea
las utopías.
15 Del presidencialismo
“No nos deslumbre el poder ajeno: el poder es siempre efímero.
Ensanchemos el campo espiritual (…) Demos a cada uno los
metaconstitucional a la
instrumentos mejores para trabajar en bien de todos; esforcémonos
por acercarnos a la justicia social y a la libertad verdadera;
multiplicidad de autonomías
avancemos, en fin, hacia nuestra utopía” (“La utopía de América”, en
pedro salazar ugarte
Pedro Henríquez Ureña, Obra crítica, fce, 1960).•

José Carreño Carlón Director general del fce 16 Memorias


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de José Sarukhán
gonzalo celorio
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18 La democracia republicana
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19 La vida misma
en Carretera Picacho-Ajusco 227, Bosques del Pedregal, 14738, Tlalpan, Ciudad de juan tovar
México. Editor responsable: Roberto Garza. Certificado de licitud de título 8635 y de
licitud de contenido 6080, expedidos por la Comisión Calificadora de Publicaciones y
Revistas Ilustradas el 15 de febrero de 1995. La Gaceta es un nombre registrado en el
Instituto Nacional del Derecho de Autor, con el número 04-2001-112210102100, el 22 20
de noviembre de 2001. Registro postal, Publicación periódica: pp09-0206. Distribuida
por el propio Fondo de Cultura Económica. ISSN: 0185-3716

Fotografía de portada ©León Muñoz Santini 22

La casa de campo
bibiana camacho
poema

Horizonte
Vicente Huidobro
Pasar el horizonte envejecido

Y mirar en el fondo de los sueños


La estrella que palpita

Eras tan hermosa


Que no pudiste hablar

Yo me alejé
Pero llevo en la mano
Aquel cielo nativo
Con un sol gastado

Esta tarde
en un café
he bebido
Un licor tembloroso
Como un pescado rojo

Y otra vez en el vaso escondido


Ese sueño filial

Eras tan hermosa


Que no pudiste hablar

En tu pecho algo agonizaba

Eran verdes tus ojos


Pero yo me alejaba

Eras tan hermosa


Que aprendí a cantar•

Celebramos el primer centenario de Ecuatorial


y Poemas árticos de este precursor vanguardista,
quien escribió: “Admiro a los que perciben las
relaciones más lejanas de las cosas. A los que
escriben versos que resbalan como la sombra
de un pájaro y que sólo advierten los de muy
buena vista”.

febrero de 2018 l a g aceta 3


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dossier 566

El fce sigue cosechando frutos de su labor


de promoción del pensamiento crítico y de
hábitos de lectura. Queda al lector juzgar los
textos ganadores del Tercer Concurso de Ensayo
Iberoamericano para Jóvenes 2017. ¶ Rendimos
tributo al poeta Vicente Huidobro a cien años
de la publicación de Ecuatorial y Poemas árticos,
libros precursores del vanguardismo americano
y francés. ¶ El prólogo de Gonzalo Celorio a Desde
el sexto piso, memorias del rector José Sarukhán,
nos introduce a un periodo complejo y fecundo
de la unam. ¶ Publicamos un relato de los avatares
de la edición bilingüe español-japonés del Popol
Vuh, publicada después de 50 años de terminada
su primera versión. ¶ Juan Tovar propone un
reordenamiento de las obras de teatro de Luisa
Josefina Hernández a fin de sacarles el mayor
jugo posible. ¶ Novedades de ciencia política sobre
México y Cuba y de comunicación internacional.
¶ Nuestra sección Trasfondo ofrece un cuento cuyo
protagonista es el alcohol en una mujer.

febrero de 2018 le ón muñoz santi ni 5 l a g aceta


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ensayo ganador

Putrid
tunas
asoleadas
Ensayo ganador
del Tercer Concurso
Iberoamericano de Ensayo
para Jóvenes 2017, exalta la
plasticidad de las culturas
hispanoamericanas,
cuyos contrastes
las orillan a convivir
y a mezclarse, como
observó Pedro
Henríquez Ureña.

esteban gutiérrez quezada

en la selva, abandonadas
putrid tunas asoleadas call

alurista

T
engo aquí algunas piezas del comprender la naturaleza de lo sagrado —y, por lo
complejo rompecabezas que tanto, de lo profano— en estas tierras americanas.
es Hispanoamérica: Son las piedras más grandes de lo indígena las que
1) A Italo Calvino le gusta- sostienen al mundo hispanoamericano, porque sin
ban el tamal de elote y los chi- los materiales de que estaba hecha la antigua ca-
les en nogada. La pintura no- pital no habría sido posible edificar la muy noble
vohispana, en cambio, le pare- y muy leal Ciudad de México, una urbe cuyos habi-
cía rígida, sin gracia, anacrónica para ser del siglo tantes también llevan dentro la sustancia del anti-
dieciocho. Comparaba las variantes del picante guo mundo derruido.
mexicano con la magnificencia arquitectónica de
los conventos virreinales que encontró en Oaxa- *
ca, pero le parecía contradictorio que las monjas en el acceso a la Plaza de Santo Domingo. El arco Luego entonces, Hispanoamérica se define sólo por
que los habitaban metieran sus blancas manos en y los versos que lo explican enaltecen las buenas contraste. Uno interno: la oposición clara entre la
los condimentos indígenas para confeccionar tan virtudes de los gobernantes y las ejemplifican en cultura del imperio español y la del mundo indíge-
exquisita cocina. Dice que hay un desafío en estas los antiguos reyes indígenas. Itzcohuatl, Ahuitzotl, na, entre ingredientes nativos y cocineras criollas,
expresiones, entre la civilización de América y la Motecohçuma Xocoyotzin, todos aparecen como entre gobierno mexicano y Corona peninsular, en-
de España, enemistadas por la intención de educar ancestros espirituales de aquel príncipe que llega a tre las sacralidades católica y mesoamericana, am-
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mares.1 ya una idea clarísima de lo que es propio de nues- terno: la diferencia entre lo que aquel encuentro y
2) Es bien sabido que el Neptuno alegórico de tras tierras y lo que nos diferencia de España.2 posterior fusión engendraron, y la España misma,
sor Juana Inés de la Cruz ganó el concurso para 3) En un bello texto, Gonzalo Celorio dice que la América sajona y el resto del orbis terrarum.
ser colocado en la puerta del Sagrario Metropoli- la Catedral Metropolitana no es sino las piezas Es verdad que el utópico y telescópico Pedro
tano, para dar la bienvenida al Marqués de la Lagu- que le faltan al ahora destruido Templo Mayor.3 Henríquez Ureña no dedicó mucha atención a la
na. En contraste, casi nadie sabe que el segundo lu- La edificación de la sacrosanta construcción no- comida, pero sí lo hizo a la pintura, la música y
gar de aquella competencia fue otorgado al Teatro vohispana, así como su edificación sobre el cen- a todas las artes hispanoamericanas en general.
de virtudes políticas que constituyen a un prínci- tro ceremonial mexica, son un buen ejemplo para Cuando rememoraba el verso de Leonardo de Ar-
pe de Carlos de Sigüenza y Góngora, que se colocó gensola, “canción que de Indias con el oro viene…”,4
2 Cfr. Carlos de Sigüenza y Góngora, Teatro de virtudes políticas
que constituyen a un príncipe, Miguel Ángel Porrúa, México, 1986.
1 Italo Calvino, Bajo el sol jaguar, Tusquets Editores, Barcelona, 3 Gonzalo Celorio, Tiempo cautivo. La Catedral de México, 4 Pedro Henríquez Ureña, Las corrientes literarias en la Améri-
1996, pp. 35-70. unam, Coordinación de Difusión Cultural, México, 2013, p. 13. ca hispánica, Fondo de Cultura Económica, México, 2014, p. 102.

6 l a g ac e ta febrero de 2018
a
pu t r i d tu na s a solea da s

se refería también a la génesis de nuevas sensibi- define una sola forma de pensar, sentir, compor- personas de origen mexicano que radican en los
lidades, expresiones y voces sincréticas. De la ga- tarse o convivir, sino muchas, tantas como alcan- Estados Unidos.
yumba al zarandillo, el son y la habanera, nuestra za el carácter múltiple de Nuestra América. Sí, es
música, por ejemplo, no era música europea y, aun- nuestra, pero no se cierra al mundo ni se agazapa *
que conservaba ritmos y organologías de las cultu- tras los espejismos de la exclusión.
ras precolombinas, tampoco era música de indios: En nuestros tiempos el mundo sufre experien- ¿La literatura chicana es literatura hispanoameri-
si lo fuera, hubiera sido imposible que aquellas cias que vistas junto a los extraordinarios progre- cana? ¿El mundo chicano es una extensión de His-
nuevas formas cruzaran el Atlántico y que, pese sos de la ciencia, la conquista de derechos funda- panoamérica? A pesar de la distancia cultural, de
al desprecio de algunos, se insertaran en la histo- mentales y el repudio a la violencia parecen ana- la mezcolanza con lo estadunidense y a que mucha
ria de la música occidental.5 Porque esas melodías crónicas: la xenofobia y el racismo desmesurados, de esta literatura se publica en inglés por obvias
conservaron su origen antiguo y en ese desafío, que poco a poco han conquistado posiciones en los razones, yo me inclino a pensar que sí. Existen
contrapunto de mundos y cosmovisiones, penetra- gobiernos occidentales. El rechazo a todo lo que escritores chicanos que publican en español y lo
ron en el campo semántico de España y Europa. es disímil ha existido siempre, por supuesto, jus- hacen a sabiendas de que su obra no tendrá cabi-
Asistimos a la forja de un mundo lozano, barro- tificado en varios momentos de la historia por la da en el mercado editorial de los Estados Unidos.11
co —dice Pedro Henríquez Ureña— en la medida filosofía, la religión y el cientificismo. La historia Pero incluso quienes publican en inglés lo hacen
en que posee fácil riqueza.6 Y del barroco ameri- de Hispanoamérica está plagada de momentos os- abarcando los temas de su cultura y su condición
cano como estilo, periodo histórico y concepto fi- curos de segregación y rechazo que incluso han específica: la mezcla con lo estadunidense, lo mar-
losófico que refiere una sensibilidad especial, una desembocado en hórridos genocidios. Pero gracias ginal y subalterno, la identidad frente a esa socie-
forma de ser y vivir la modernidad, se ha escrito a esos terribles momentos hemos aprendido de lo dad que establece diferencias y la nostalgia de las
muchísimo. La cima de esa idea se encuentra en que somos capaces y cuáles son los demonios que raíces, una obsesión constante y natural por sus
Bolívar (nombre venturoso) Echeverría,7 quien nos llegan a dominar. Es verdad que aún falta mu- orígenes. Algunos poetas del ámbito chicano han
retoma la idea del barroco para su teoría política, cho para que nuestras sociedades eliminen la dis- llegado incluso a exaltar el pasado indígena me-
pues esta tendencia, peculiar por su ornamento y criminación y las desigualdades generadas por los diante símbolos, como antes lo hicieron escritores
su excesivo decoro, establece sus propias reglas odios persistentes del mundo moderno —por dife- románticos como Eligio Ancona o Vicente Riva Pa-
independientes de ese mundo que, al igual que rencias culturales, por el machismo, por el secta- lacio, también en busca de su identidad. Es el caso,
cualquier arte, busca imitar. Pensando en ello, no rismo religioso—, pero gracias a pensadores como por ejemplo, de Alberto Baltazar Urista Heredia
resulta extraño que el barroco se asentara mejor y Henríquez Ureña contamos con herramientas para (Alurista): en la selva, abandonadas / putrid tunas
que echara raíces más profundas en tierras ame- lograrlo. asoleadas call / gritan, gritan y se quejan / del ca-
ricanas: la América hispana de “fácil riqueza” se Ello me lleva a pensar que la idea de Hispanoa- lor de las nubes…12
independiza culturalmente y sin resistencia de su mérica en el contexto contemporáneo está íntima- Y ante la pregunta de si lo chicano es también
modelo europeo, aunque en apariencia conserve mente ligada a la de globalización. Y no solamente hispanoamericano, estos mismos escritores re-
sus reglas. Se trata de un mundo autónomo, dife- porque el mundo global haya plantado su semi- flexionan y proponen respuestas. Por ejemplo Ri-
rente a las metrópolis de la Europa conquistadora lla incipiente cuando las naves de Colón tocaron cardo Sánchez:
como cualquier criatura soberana. tierras americanas; es también porque la idea de
Ya Christopher Domínguez señalaba que Pedro un mundo de fronteras abiertas, de comunicación Hoy sí, hoy ya no soy
Henríquez Ureña habló de corrientes literarias fluida entre diversos actores (gracias a las tele- Mejicano ni hispano
porque creía en ondas expansivas de civilización.8 comunicaciones, pero también a la posibilidad de Ni tampoco americano
Acertada metáfora si atribuimos cualidades cos- entendimiento intercultural), se puede y se debe Pero soy —y bien lo siento ser—
mogónicas al descubrimiento y la conquista, tal potenciar con el impulso de nuestra caracterís- Una sombra del pasado
como lo hacen algunas interpretaciones del mito tica diversidad. Prácticamente en ningún lugar Y un esfuerzo
mexica de los cinco soles. Porque Pedro Henríquez del mundo se han visto obligadas —por efecto de Hacia el futuro…13
Ureña forjó su idea de Hispanoamérica sobre el su- la conquista— a convivir semejante variedad
puesto de un Big Bang, resultado del cruce civili- de culturas, cosmovisiones, formas de pensamien- Es cierto, no son “hispanos”, esa concepción que
zatorio entre lo europeo y las culturas originarias. to y sistemas sociales, abriendo nuevas sendas de se vuelve peyorativa y excluyente en boca de al-
Y puesto que inaugurar un mundo es dotarlo de coexistencia y concordancia. También las convul- gunos estadunidenses, pero sí forman parte de la
semántica, no resulta extraño el interés de Pedro siones políticas han ayudado a cuajar el sentido de Hispanoamérica que imaginó Henríquez Ureña,
Henríquez Ureña por la particular forma de es- lo hispanoamericano, al participar todas sus na- un conjunto de diversidades y multiplicidades que
cribir de Cristóbal Colón en sus Diarios de nave- ciones de problemas comunes y desigualdades dialoga con el resto del mundo.
gación: “árboles que dejaban de ser verdes y se similares. Me inclino a pensar que por eso existe un odio
tornaban negros de tanta verdura”.9 En ese ejerci- Tal vez en el contexto de la globalización el asun- creciente hacia los mexicanos en algunos sectores
cio sencillo y pragmático, Colón está fundando en to de nuestra expresión está parcialmente supera- de la sociedad estadunidense: porque, a pesar de
nuestro idioma aquello que tiene frente a sus ojos, do. Una novela de Jorge Volpi puede transcurrir las condiciones sociales, económicas y laborales,
un verde que nunca ha sido visto por ningún euro- tranquilamente en la Alemania de la segunda Gue- hemos encontrado formas en que nuestra cultura
peo. Fundar Hispanoamérica significa también el rra Mundial sin que aparezca un solo hispanoha- permanezca y se renueve, resistiendo al deseo te-
desafío de ponerle nombre a lo que no lo tiene, un blante. Por primera vez contamos con escritores rrible de una nación que desea sentirse homogé-
desafío en el que se enfrentan lo real de nuestras hispanoamericanos que pueden insertarse en las nea, con potestad para imponerse sobre la diver-
tierras y la palabra en lengua de Castilla. tendencias de una literatura global (y no sólo con sidad. Los poetas chicanos como Alurista, Tino
De esta forma, el mundo hispanoamericano se pretensión universalista) sin que los localismos Villanueva, Aristeo Brito y tantos otros, no sólo
consolida a través de su cultura y su lengua, eman- se lo reprochen, una corriente que presume haber hablan de la vida de los segregados en las ciudades
cipado ya de su origen colonial, dueño de una origi- superado la búsqueda de una literatura fatalmente del Norte: hablan de su transformación en seres
nalidad que no conoce límites. Cuando Henríquez propia. Y sin embargo, no habríamos llegado a este con identidad migrante (“HOY —¿qué fregados /
Ureña buscó el origen y carácter de nuestra ex- punto de no ser por esa facilidad intrínseca con la qué chingados soy?”), de la guerra que libran con
presión, lo hizo a través de los creadores que más que el mundo hispanoamericano participa de otras los otros y con ellos mismos para ocupar su lugar
aportaron a nuestra literatura (como en Seis en- tradiciones, las acepta y las renueva. en esa nueva circunstancia. En su uso del lengua-
sayos en busca de nuestra expresión)10 y en cuyos También la literatura y la inquietud social his- je, que se sirve de palabras en inglés en un contex-
proyectos artísticos subyació también una necesi- panoamericanas en general han volteado a mirar to que sólo puede ser chicano, configuran una nue-
dad de explicar ante los otros qué y cómo somos fenómenos complejos y llenos de contradicciones, va manera de ser, resistir y existir en el mundo, un
los hispanoamericanos, vástagos de la mayor mez- como la migración y las diásporas. Novelas como Hispanoamerican way of life que rompe las barre-
colanza cultural de la historia humana. Amarás a Dios sobre todas las cosas (Alejandro ras tradicionales de nuestra cultura y la renueva.
Hernández), Las tierras arrasadas (Emiliano Si queremos abolir esas limitaciones violentas
* Monge), La Mara (Rafael Ramírez Heredia) La fila que ganan fuerza día con día en nuestras socieda-
india (Antonio Ortuño) se han preocupado por de- des, hay que repensar Hispanoamérica, a la mane-
Es interesante cómo la intención abarcadora de velar la violencia desmedida que sufren quienes ra ureñista, que es también la manera de la utopía
lo hispanoamericano ha coexistido a lo largo desean llegar sin documentos a los Estados Uni- americana:14 una patria donde las diferencias y la
de nuestra historia con los nacionalismos, mani- dos. Se trata de un tema imposible de rehuir por- variedad de concepciones, en lugar de segregar,
festaciones heterogéneas del sentimiento de “lo que en él subyace la piedra angular sobre la que se unifican al todo social, confiriéndole plasticidad
propio” y que, por desgracia, a menudo acompañan edifican los discursos del mundo global: las des- a sus formas de convivencia y solidaridad. Esa
a un sentimiento de rechazo a lo otro, lo diferente. igualdades generadas por la repartición mundial meta, ese nuevo horizonte, tiene su semilla en la
Hablando de lo mexicano, lo peruano o lo cubano, del trabajo, los agravios sociales que esto conlleva palabra y su raíz en nuestra tradición, en la cons-
los matices pueden ir desde el reconocimiento de y la supuesta posibilidad de apropiarse de la socie- trucción de nuevas formas de dar nombre, sentido,
una historia, una forma peculiar de existir en el dad sin fronteras en busca de mejores oportunida- constitución y vida a ese nacimiento-renacimiento
mundo a través de la sociedad y la cultura, has- des. Los migrantes mexicanos y centroamericanos constante de la América hispana. Como escribiera
ta expresiones atroces de marginación. No es ni no solo padecen las condiciones que, en sus luga- Colón al referirse a nuestra flora exótica, la pala-
puede ser el caso del concepto Hispanoamérica, si res de origen, los obligan a migrar, sino toda clase bra será fundacional y primordial en nuestro tiem-
lo entendemos en los mismos términos de Pedro de satrapías y oprobios descomunales. Quienes lo- po para develar nuevas cosas bajo el sol: pútridas
Henríquez Ureña, porque lo hispanoamericano no gran llegar al Norte, a los United, deben enfrentar tunas asoleadas que se vuelven putrid de tanto
también la desilusión, pues no es cierto que en el asolearse.•
país de las oportunidades, éstas sean iguales para
5 Ibid., pp. 103-104.
6 Ibid., p. 105.
todos. Lo fascinante de estas diásporas, y particu-
7 Cfr. Bolívar Echeverría, “La clave barroca de la América lati- larmente de la mexicana, es que han logrado man- 11 Véase Poesía chicana, unam, Coordinación de Difusión
na”, en Bolívar Echeverría: Discurso crítico y filosofía de la cultu- tener muchos de sus rasgos culturales que, mez- Cultural; Universidad de Texas, Departamento de Literatura,
ra: www.bolivare.unam.mx. clados con los de la sociedad estadunidense, han México, 2009.
8 Christopher Domínguez, “Prólogo” en Henríquez Ureña, op. 12 Ibid., p. 9.
cit., p.15.
dado una nueva dimensión a lo hispanoamericano. 13 Ibid., p. 11.
9 Henríquez Ureña, op. cit., p. 31. En las letras, esto se ha traducido en el surgimien- 14 Véase Pedro Henríquez Ureña, La utopía de América, Edicio-
10 Cielonaranja, Buenos Aires, 2006. to de una literatura chicana, es decir, escrita por nes Universidad Autónoma Latinoamericana, Medellín, 2015.

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