Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Comunidad Bari
La Comunidad Bari
LA ETNIA BARÍ
REALIZADO POR:
INTRODUCCIÓN................................................................................................................3
La Asamblea ...................................................................................................................8
CONCLUSIÓN .................................................................................................................19
BIBLIOGRAFIA ...............................................................................................................20
INTRODUCCIÓN
20
ORÍGENES DEL PUEBLO BARÍ.
Desde tiempos prehispánicos las diferentes tribus que habitaron la zona del
Catatumbo establecieron en mayor o menor grado contacto intercultural entre los
grupos de las regiones circundantes (Andina, cuenca del Orinoco, mar Caribe y valle
del rio Magdalena) permitiendo la circulación de técnicas de subsistencia, de lenguas,
de artes, de razas, convirtiéndose en un complejo étnico con rasgos de diferentes
culturas, de ahí que quizá una de las teorías más aceptadas sea la del poblamiento Barí
de la hoya del Catatumbo como producto de la expansión de los Chibcha y resultado de
su choque y contracción ante la avanzada Caribe.
El pueblo Barí, ocupaba un extenso territorio venezolano desde Los Andes hasta
la Serranía del Perijá. En Colombia, sobre la Cordillera Oriental, límites con Venezuela
zona sur, exactamente en el área del Catatumbo se asentaron los Barí, en lo que hoy
conocemos como los valles de los ríos de Oro, Catatumbo, Caño Tomás, Caño Tigre,
Caño Martillo, Río Suroeste y Río Platanal. Las diferentes tribus que habitaron estos
territorios fueron los Brotarés, los Búrburas, los Turcuramas, los Chitareros, los Boquiní,
los Piritimas, los Aspasicas, los Curasicas, los Aratoques. Etc.
A esta lista de nombres hay que agregar los originados por las diversas
denominaciones dadas a los grupos de poblamiento indígena, tomadas por el uso de
gentilicios derivados de su origen o, por aspectos físicos o culturales causados en los
modos de contacto con los "blancos".
La creación del mundo, de los dioses, el origen del hombre, creando mitos y
leyendas, fue un momento histórico por el cual pasaron todas las comunidades
20
humanas, y una de las primeras formas para resolver y comprender los problemas.
Cada pueblo de la antigüedad tiene su sistema de creencias particulares, íntimamente
relacionado con su momento de desarrollo productivo, construyendo así su religión
ancestral. Una de las mejores formas de acercarnos al pensamiento, el espíritu y el
alma del Barí es conociendo su Cosmovisión. Sus mitos y leyendas.
Según los Barí su creación fue gracias a que Sabaseba trabajó como lo haría
cualquier Barí y cuando tuvo hambre recurrió a cortar piñas; de la primera piña que
parte sale un Barí hombre, de la segunda una mujer Baríra, y de la tercera un niño,
Bakurita, todos alegres. De estas mismas piñas surgen los primeros Ñatubai quienes
aprendieron la construcción del bohío y ocuparon distintos sitios según el territorio que
les fue asignado.
20
Nandu es el Saimadoyi quien en la prueba hecha por Sabaseba para ver quién lucía
más al colocarse un collar con plumas de tucán, se destacó por ser quien más brillaba.
Así Sabaseba le ordenó cumplir con el papel de sol ocupando el sitio de éste,
colocándose las plumas durante el día y quitándoselas en la noche. Chibaig es una
mujer perteneciente a los Saimadoyi y cumple la función de iluminar como luna por la
noche. Kassoso es quien enseña al Barí a construir el bohío; Ourundou, la caza y el
fuego; Nunschundou, la agricultura y la artesanía. Dabasosa, por último, es quien
enseña los cuidados de la mujer encinta y del recién nacido, así como los "secretos"
(iacucainas) para el uso de la droxara (tabaco).
Sabaseba, él organizó el mundo, estableció unos modelos y los Barí los siguen al
pie de la letra en su vida cotidiana y los otros espíritus, chimBarítas, pecosos, duendes,
etc., son entidades que conversan día a día con los ancianos-caciques, de cada una de
las actividades que desarrollan los Barí, ellos hablan con ellos o más bien le cantan
cada vez que necesitan pedirle permiso para cazar, pescar, sembrar la tierra, arrancar
un fruto, cortar un árbol, bañarse en el río, etc, explicándole además al espíritu las
razones que lo llevan a usar la naturaleza, alimentar la familia, construir un bohío, curar
a un enfermo, etc.
También para los Barí hay duendes, seres pequeñitos que permanecen en el
monte, en las cuevas, no son malos, son espíritus que están por ahí, rondando por el
monte y quieren establecer un buena relación con los Barí, sobre todo con los jóvenes y
los niños para que protejan la naturaleza, son pequeñitos, acuerpaditos y con el rostro
pintado según algunos jóvenes que los han visto y se les ha concedido permiso por
parte de los abuelos de la comunidad para hablar con ellos.
20
En general el Barí cree en toda la naturaleza y cada uno de los elementos, el
agua, la tierra, los arboles, los frutos, los animales, la lluvia, el aire, el sol, todo lo que se
mueve y por supuesto en la vida, no hay nada más preciado para los Barí que la vida y
todo lo que la naturaleza brinda para conservarla, porque todo lo que está sobre la
tierra lo hizo Sabaseba y tiene un espíritu, es por eso que todos los animales, objetos y
cosas poseen un alma. Algo así como un encargado de cuidar y conservar ese
elemento.
También hay espíritus malos como el "Dadibdu" quien causa la muerte por
enfermedad. Según la cultura Barí este espíritu toma de la muñeca a los hombres y se
apodera de su alma. Cuando esto sucede es mejor dejar morir en paz al enfermo y
abandonarlo. Pero hay un espíritu del mal más peligroso aún: es el llamado
"Daybagdodjira" encarnado en el hombre blanco. Él va a la Sierra del Barí a matar
hombres y mujeres, a robar sus objetos sagrados y a robar sus tierras. Este espíritu
nació cuando los Barí debieron luchar por su cultura contra los conquistadores
europeos.
Es por ello que el Barí asume ante la muerte una actitud resignada y estoica ya
que para ellos no es tan doloroso pues representa el reencuentro con Sabaseba: por
ejemplo, el rayo, el ahogamiento, la mordedura de serpiente, la peste, al fin y al cabo es
lo que establece e impone el ordenamiento de Sabaseba. Una vez muerto es
transportado en su hamaca a la selva en donde es consumido por los zamuros que
vienen del barun ashua con esta misión. Al parecer el diagnóstico y el tratamiento con
decisión personal, a partir del auto examen de los motivos que hayan podido causar la
enfermedad y de esta forma considerar la gravedad o no que pueda revestir y, por
tanto, su posible o imposible curación.
Dicho auto análisis se realiza a partir de los elementos de juicio que posea el
individuo por propia experiencia, por el conocimiento y manejo de la mitología y por la
capacidad de diagnóstico de la enfermedad. De aquel derivará su actitud ante ésta: si
es grave o mortal adoptará la extrema resignación ante su destino, aunque la muerte
tampoco es el fin de todas las cosas. Para el Barí, la muerte permite el paso a un
20
mundo nuevo lleno también de experiencias, diferentes a las de esta vida, pero rico y
novedoso.
CULTURA BARÍ
Los Barí aún conservan su propio idioma, el Baríara, lo que les permite
diferenciarse mejor de la población vecina de habla español. Son gentes muy
comunicativas entre sí, pasan largas horas de viva camaradería, en especial después
de la comida principal en las primeras horas de la noche, favorecida sobre todo cuando
se vive en comunidad en los bohíos. El interés por el idioma de los "blancos" existe en
la proporción en que se tiene interés en entrar en intercambio con ellos, de aceptar sus
parámetros en el ordenamiento de la vida.
La Asamblea
Los Barí no son muy dados a ritos y ceremonias pero aún en la actualidad
realizan una de las actividades culturales que tiene quizá, el mayor de los significados
para el pueblo Barí y es esperada por toda la comunidad con gran expectativa, LA
ASAMBLEA, vestigio del antiguo canto de la flecha o las fiestas de la flecha. Dos veces
al año se reúnen en una de las 23 comunidades y durante diez días las máximas
autoridades del pueblo Barí, El Concejo Autónomo de Caciques, representado por los
caciques de cada una de las 23 comunidades, representantes de sus diferentes
20
instituciones como AsocBarí la entidad encargada de representar a la comunidad Barí
con el exterior.
El trabajo comunal es dirigido por uno o dos hombres que tienen los
conocimientos necesarios para evitar accidentes ya sea en el corte de los árboles o en
el control del fuego. El trabajo se hace en tiempos escalonados trabajando el pedazo de
bosque que corresponde y tumbando cuando así lo juzguen conveniente, según su
distribución del tiempo. El corte es efectuado por el hogar: y la siembra exclusivamente
por los hombres. Comprende aproximadamente doce a veinte meses, tiempo durante el
cual maduran los vástagos; estos son cuidados por las mujeres. Una vez en
20
producción, los campos son cosechados y mantenidos por cada uno de los "hogares"
durante el tiempo de permanencia en la vivienda, de diez a quince años según las
calidades del suelo.
Vida Barí.
20
En efecto, el Barí muy temprano, con la alborada sale del bohío en busca de la presa
en una primera faena corta de caza, el recorrido es breve: dos o tres horas en ir y
volver. Esta incursión responde a comportamientos bien conocidos por los Barí, de los
hábitos diurnos de los pequeños mamíferos que pasan la noche en sus cuevas e inician
el día en búsqueda de agua y hierba fresca que localizan precisamente en sus huertas
o en caños vecinos a donde acuden estos en su espera. Al regresar al bohío con sus
presas, se disponen a la primera comida.
Los centros de comercio y acopio están situados a más de dos días de camino,
la escasa y pobre vida campesina de sus alrededores aún no está totalmente en
contradicción con la vida tradicional de los Barí. No obstante, poco a poco se han ido
interesando por el cultivo comercial o la cría de animales. Es usual que los más jóvenes
las hayan asimilado en sus idas y venidas de una finca a otra donde eventualmente se
alquilan por un salario y van a repetirlo en sus zonas de selva, lo cual conlleva el
20
inconveniente de permitir el acercamiento de la vida campesina y el asentamiento de
colonos en sus cercanías, con la consiguiente pérdida de territorios de caza.
Es de gran interés observar cómo algunos indígenas, sobre todo en los de mayor
edad, pero también algunos jóvenes prefieren continuar su vida tradicional sin mostrar
interés por el circulante, ni por el tipo de trabajo que ofrece paga. El “blanco” juzga esta
actitud como resultado de la pereza, máxime si permanece en el bohío elaborando
flechas o descansando de sus faenas de caza. En estas condiciones el indígena
desarrolla su vida tradicional de auto-subsistencia, privándose de artículos de consumo
como pilas, ropas, aceite o sal, continuando sus hábitos ancestrales.
En el contexto de su vida social cada niño Barí es recibido al nacer por la abuela,
por la madre de la madre o una "hermana" de ella, generalmente ya de edad. El parto
se produce en cuclillas, junto a una fuente de agua muy cerca del asentamiento. Una
vez culminado el nacimiento la madre regresa a la casa y se acuesta en la hamaca.
Hasta los cinco años el individuo puede o no poseer nombre o este puede o no ser
extensivo hasta la iniciación como adulto. Este nombre es transitorio y tiene extensivo
hasta la iniciación como adulto.
20
niñez, existan o no sus padres, el individuo 55 varón o hembra es asumido como hijo de
todos los adultos, "hermanos" de éstos o sus aliados en el caso de las mujeres. Este
fenómeno garantiza la supervivencia de los menores.
Cuando llega a adulto, el joven viaja a donde algún familiar en un bohío lejano
donde algún pariente o "hermano", en caso de no existir una relación directa y clara con
algún miembro de la casa mencionada se realiza un pacto de hermandad. Una vez allí
debe probar su habilidad ya sea como cazador o pescador y si tiene perspectivas de
recibir mujer en edad púber, accede a ella mediante un pacto de flecha llamado
okyibara, cuya ritual es desconocido por ser secreto. Una vez formado su propio hogar
este individuo proveniente de un bohío lejano puede pactar con otros de la misma
manera como lo hizo con quien le entregó su mujer.
Sistema De Parentesco
20
Existe además una extensión de la categoría de hermandad a los individuos que
por alguna circunstancia pierden a sus padres y por ende su referente de parentesco,
circunstancia que obliga a ser adoptados sin mediar lazos de sangre. A partir de estas
características, los miembros de una comunidad local se dividen en dos categorías: los
SAGDOYIRA, quienes son asimilados a hermanos en cuyo interior es prohibida la
cohabitación sexual y comprende los consanguíneos inmediatos (padre, madre,
hermanos, 98 hermanas e hijos).
Los OBYIBARA, comprende los afines, esto es, aquellos entre quienes se han
cedido o recibido mujeres. De esta manera se reconocen entre sí como aliados. Si dos
grupos cambian mujeres, el aliado de un aliado es un pariente, así como el pariente de
un pariente; el pariente de un aliado es un aliado, lo mismo que el aliado de un pariente.
Sabaseba entregó la sabiduría a los Saddou, los ancianos, por eso ellos
transmiten oralmente el pensamiento propio de la cultura Barí, de generación en
generación, a hijos, nietos y en general a la comunidad. Este proceso es la columna
vertebral de la educación Barí. Por ello, para el pueblo Barí los primeros y más
venerados maestros son los ancianos, más que los padres y los profesores son los
verdaderos guías que les trasmiten a las nuevas generaciones, la sabiduría ancestral
de la cultura Barí.
20
Las ancianas se llevan a las niñas a las chagras, los lugares de cultivo, y
mientras arrancan la yuca o bajan el plátano les enseñan a través de historias normas
de comportamiento y el mundo de la mujer Barí. También son los encargados de
inculcarles el respeto entre ellos mismos, a la familia, a sus tradiciones, a la mujer, a los
animales, a los ríos y a la naturaleza. Dicen los ancianos Barí que: para conocerse
verdaderamente como persona lo primero que hay que reconocer son los errores, es
por eso que ellos en su ancestral sabiduría le muestran a niños y jóvenes los errores
que cometen sin juzgarlos porque no se consideran las personas indicadas para eso si
no para guiarlos a ser mejores.
El pueblo Barí sabe que debe prepararse, que debe seguir aprendiendo y
capacitándose, para poder, no solo vivir en armonía con el mundo occidental, sino para
mejorar la calidad de vida de su gente. Desde una educación cultural de característica
oral, donde los padres, caciques y sadojis instruyen a los niños y jóvenes en el arte de
sobrevivir y convivir en y con la selva, enriquecida por normas y principios morales de
respeto, destreza competitiva, compromiso con la naturaleza y prohibiciones, donde no
hay juez ni castigo, donde la naturaleza y sus espíritus son los encargados de
sancionar al Barí que obre mal.
Hoy, el reto para los Barí, es encontrar el equilibrio entre un mundo globalizado,
occidentalizado y el Barí. Las nuevas generaciones de los Barí tiene alguna formación
en el sistema de educación formal de la sociedad blanca, además, los procesos
misioneros están acompañados de su amplio espacio para la labor de enseñanza en las
nuevas creencias y valores, cambiando los antiguos collares de caninos silvestres que
20
portan los niños para llegar a ser buenos cazadores, por medallas de la virgen, realizan
oficios religiosos, disponen casamientos y catequizan en especial a los niños. En
Catalaura tienen escuela diurna con cartillas bilingües y salones de clase, así como
instrucción para adultos.
LA LENGUA BARÍ
El Baríara existe de forma oral pues hasta ahora se están realizando los estudios
para poder identificar con claridad las vocales y consonantes propias para su adecuada
escritura. En este momento se está tratando de escribir como se pronuncia. Por ello, el
eje transversal de la educación Barí es el territorio y el lenguaje, ellos saben que sin
territorio y sin su lengua materna, el Baríara, no son nada, la tierra es la que les da todo
y su lengua les permite ser Barí.
20
VIVIENDA BARÍ
El área central del bohío está ocupada por los fogones y es el principal centro de
reunión de las mujeres, vedado para los hombres. Ellos solo pueden circular en donde
se encuentran las hamacas y las flechas. La distribución interior del bohío, que es
núcleo sociopolítico, responde a las reglas de organización social. El jefe del bohío es el
ñatubai, el segundo es el abyiyibai, el tercero el ibaibaibai y ocupan en orden el bohío a
partir de la izquierda de la puerta de entrada. Para cada Barí, los otros Barí conocidos
son parientes o aliados. Los matrimonios se establecen entre aliados y son prohibidos
entre parientes.
En el bohío se busca que cada familia se ubique de manera que los vecinos sean
aliados del hombre y parientes de la mujer. Los extranjeros son recibidos como
parientes. Tendencias en sus viviendas: son variadas, se distinguen las nucleadas,
donde una familia vive su mundo como que estuviera con todos pero igualmente solos;
técnicas artesanales en sus construcciones con utilización de palma en sus cubiertas y
rodeadas en madera en formas aserradas sobre piso en tierra regularmente. Las hay
con piso en cemento requemado, con cerramiento en tabla y cubierta en zinc; dos
espacios la conforman y uno de ellos para la pareja con sus hijos si los tienen.
20
de la hoja de palma, la hechura de nudos para el amarre de las vigas, asimismo la
colocación de los maderos iníciales con sus respectivos significantes se desvanece.
Los Barí han desarrollado un comportamiento adecuado a esta condición que les
permite vivir entre sí, hombres, mujeres y niños con total respeto a su status y con la
independencia a que cada familia tiene derecho. La ubicación dentro de la casa
responde al siguiente orden: el Ñatubai con su familia ocupa el primer sitio, a la
izquierda de la puerta de entrada; el segundo, ibaibaibai, se sitúa de primero a la
derecha; el tercero, abyiyibai, al lado del ñatubai, seguidamente las demás familias,
según la distribución ordenada por el Ñatubai.
20
CONCLUSIÓN
Los Barí son un pueblo con una cultura en la que las relaciones interpersonales
alcanzaron un equilibrio excepcional entre lo individual y lo comunitario. Son el pueblo
de la rectitud ética, la armonía con a madre tierra y las sonrisas. Este pueblo
excepcional está amenazado.
20
BIBLIOGRAFÍA
PÁEZ, DAVID Y COL. 2009. “MUNDO BARÍ Un pueblo que se niega a desaparecer”.
Colección particular de Escena Cero Televisión. www.escenacerotv.com
ASOCBARI – CECOIN – OXFAM. 2009. “Informe final sobre territorio tradicional del
Pueblo Indígena Bari, Región del Catatumbo, Norte de Santander”. Colombia.
20