BAC Concorde, mejor conocido únicamente como "Concorde". Este modelo fue importantísimo para la historia de la aviación, pues se destacó por identificar a los pocos aviones supersónicos del planeta que han realizado vuelos comerciales. La primera vez que se llegó a hablar de una idea como esta fue en la década de los 50s, y se planteó como una innovación realmente llamativa. Si bien los diseños estuvieron listos a principios de los 60s, el altísimo coste de llevar a cabo el proyecto terminó demorándolo unos cuantos años más. Así, el primer Concorde fue terminado en 1968 y estuvo disponible para el público a partir de 1976. Esto, con el trabajo conjunto de Francia y Reino Unido, quienes adquirieron 20 unidades en total. El Concorde era todo un monstruo de la velocidad. Era capaz de alcanzar el Mach 2,02; es decir, 2.140 km/h, más del doble de cualquier avión comercial. Con esto, era capaz de hacer vuelos entre Nueva York y París en solo tres horas y media. No obstante, los aviones Concorde nunca terminaron de convencer como opción comercial y vieron su fin en el año 2003. Una de las principales razones fue la prohibición de los vuelos sobre tierra al ser tan extremadamente ruidoso aún a la gran altura en la que se desplaza un avión. También se le sumaba el hecho del aparatoso accidente del año 2000 que dejó más de 100 muertos y la baja cantidad de gente que volaba en avión después de los atentados del 11 de septiembre. Finalmente se hicieron demasiado costosos de mantener, pues consumían cantidades insostenibles de combustible. Desde entonces la idea de los vuelos supersónicos comerciales ha estado sepultada. Sin embargo, puede que no sea así por mucho tiempo, pues numerosos emprendimientos quieren revivir el proyecto.