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ARTÍCULO DE opinión

La Medicina Basada en la Evidencia: ¿mejoró la


medicina que practicamos y enseñamos?
Evidence-based Medicine: has it improved the medicine we
practice and teach?

Luis Huicho1,2,3, Nilton Yhuri Carreazo4,5, Carlos Gonzales3


1
Universidad Peruana Cayetano Heredia. 2 Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 3 Instituto Nacional de Salud del Niño.
4
Escuela de Medicina, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. 5 Hospital de Emergencias Pediátricas.

Resumen
En los últimos años la práctica y la enseñanza médica han incorporado en forma progresiva y creciente el concepto de medicina
basada en la evidencia (MBE). La misma se define como la utilización de la mejor evidencia proveniente de la investigación clínica
para la toma de decisiones en el manejo del paciente individual. Esta propuesta de cambio en la manera de practicar y enseñar
la medicina clínica es, en parte, consecuencia del vertiginoso avance de la investigación científica, particularmente en las últimas
décadas, aunque el costo creciente involucrado en la atención de los pacientes ha jugado también un rol importante en su desarrollo
y consolidación.
La MBE implica la integración de la preparación y experiencia del médico con la mejor evidencia clínica externa accesible, proveniente
de la investigación sistemática, proporcionando una visión más crítica en la toma de decisiones clínicas, para ofrecer atención de
calidad óptima al paciente, evitando errores en cada una de las diferentes etapas del proceso de diagnóstico y tratamiento.
En ausencia de información recolectada sistemáticamente, no es fácil llegar a una conclusión sobre los efectos de la MBE en la
práctica y la enseñanza de la medicina en nuestro medio. Sin duda contamos hoy con mayor evidencia científica, incluyendo aquella
relacionada a los problemas de salud infantil, y también se ha producido un avance vertiginoso en la tecnología que nos permite
acceder a dicha información en tiempo real, a la cabecera del paciente. Sin embargo, si deseamos de veras lograr una mejor medicina,
basada en la ciencia y en el respeto a la salud como un derecho que nos asiste a todos, hay necesidad de romper definitivamente
con el paradigma predominante de una medicina jerárquica, poco dada a la discusión y a la justificación de las decisiones clínicas,
de aprovechar la mejora sustancial ocurrida en el acceso a la evidencia disponible, y de mostrar mayor disposición a compartir
amigable y respetuosamente dicha justificación con nuestros pacientes. Del mismo modo, hay la necesidad imperiosa de promover la
investigación, la creatividad y el espíritu crítico en todos los niveles de la educación, para contribuir a la evidencia global que permita
que la medicina clínica y la salud pública continúen avanzando.
Palabras clave: Medicina basada en la evidencia, enseñanza, práctica, medicina.
Abstract
The concept of evidence-based medicine (EBM) has been increasingly incorporated in medicine practice and teaching. In the clinical
arena it is defined as the use of the best available scientific evidence coming from clinical research for decision-making purposes,
when facing individual patients. This paradigm change in the way medicine is taught and practiced has been due in part to the
accelerated progress in scientific research, particularly in the last few decades, albeit the increasing costs involved in care of patients
also played an important role in its development and consolidation.
EBM involves integration of clinical expertise with the available external evidence, and provides a more critical approach to clinical
problems, reducing error probabilities in different phases of the clinical process.
It is not easy to reach a definitive conclusion about its impact on teaching and practice of medicine in our setting, due to the lack of
systematic impact research in this area. At global level, we undoubtedly have available greater scientific evidence now, including the
child health field. These scenarios, along with the amazing technological advances we are witnessing allow us to use relevant bedside
clinical information. However, if we are really looking for a better medicine based on sound information but also on genuine respect to
health as a basic human right, we should intensify our efforts to break once and for all with the paradigm of an authoritarian medicine,
suspicious of any dissent, and reluctant to justify adequately any clinical decision made. We should additionally take advantage of the
highly improved access to scientific information, and we should be willing to share such justifications with our patients in a friendly and
respectful way. Similarly, we badly need to actively promote research, creativity and critical thinking at all educational levels, so we can
make a real and significant contribution to the advancement of clinical medicine and public health.
Keywords: Evidence based medicine, teaching, practice, medicine.
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Introducción Luego intentaremos, desde nues- co del análisis de los hechos reales, ve-
tra perspectiva particular, una suerte rificados por la experiencia. Según esta
En las mismas páginas de Anales de la de evaluación de la MBE, tanto en el última, los hechos aparecen solamente
Facultad de Medicina, uno de nosotros ámbito global como, especialmente, luego de realizar observaciones exactas
escribió, hace ya una década y media, dentro del contexto local. Anticipamos de los tratamientos, definir las enfer-
una suerte de presentación en la so- que no será en realidad una evaluación medades, conocer su historia natural
ciedad científica local, de la Medicina rigurosa, sino más bien la expresión de y los efectos de los tratamientos (4). El
Basada en Evidencias (1). Así fue como nuestras particulares vivencias y por lo método defendido era, pues, el de las
la denominamos, pues la expresión se tanto no reclamaremos ningún mensa- llamadas ‘ciencias empíricas’, fundado
nos antojaba más eufónica, comparada je de generalización, pues podría haber, en la observación y descripción de un
con otras opciones. En este artículo la con igual o mayor legitimidad, otras objeto de conocimiento (en este caso,
llamaremos por su nombre más popular perspectivas, diferentes de la nuestra. la enfermedad y no el enfermo), el cual
y seguramente correcto desde la pers- Finalmente, daremos una mirada rápi- es pensado como ajeno al observador
pectiva gramatical: Medicina Basada da a su influencia en la epidemiología y (en este caso, el médico), y sobre el cual
en la Evidencia (MBE), so riesgo que en la salud pública. este último debe emitir un juicio racio-
no se entienda de lo que hablamos si nal y neutral, desprovisto de toda subje-
persistimos en usar el antiguo de nues- tividad (4). Se sostenía en consecuencia
tra preferencia. Breve recuento histórico que el médico debía ser un científico
En aquel artículo se intentó presen- neutral con habilidades clínicas, edu-
Es importante considerar el contexto cado y consolidado en la concepción
tar un panorama más o menos objetivo histórico en el que se originó y se de-
de la MBE, aunque sin ocultar nuestro de que el conocimiento científico sola-
sarrolló la MBE, para tener una mejor mente puede surgir a través del método
entusiasmo por una novedad que a comprensión de su naturaleza, de su
nuestro juicio resultaba atractiva, en científico. Estos presupuestos quedaron
filosofía, de sus objetivos y de sus pro- en la base de la formación médica, in-
un ambiente universitario más bien puestas.
algo apagado y, por lo menos desde la corporándose formalmente las ciencias
percepción del autor, escaso en la ebu- Buscar sus orígenes en corrientes básicas al curriculum médico en la pri-
llición de ideas que uno esperaría de positivistas que propugnaban la ense- mera mitad del siglo veinte (4).
una institución académica. Así pues, al ñanza y la práctica de la medicina como Sin embargo, la concepción de la
mismo tiempo que se trataba de expo- una disciplina científica parece cobrar medicina como un arte, cuyas decisio-
ner balanceadamente lo que parecían sentido, si aceptamos que la MBE tie- nes no podían ni debían estar someti-
las promesas y las ventajas de la MBE ne como aspecto fundamental que toda das a reglas rígidas, no desapareció ni
por un lado y sus limitaciones y riesgos decisión clínica tenga un sustento cien- mucho menos, aunque el debate for-
potenciales por otra parte, nos pareció tífico sólido. mal hubiese tenido un balance positi-
importante escribir con entusiasmo Según sus propios proponentes, vo para la concepción positivista. Para
sobre esta propuesta provocadora, que la MBE tuvo sus orígenes a mediados constatar ello, bastaría con echar una
reclamaba ser un nuevo paradigma de del siglo XIX, en París (2), época en la mirada a la enseñanza y práctica co-
enseñanza y práctica de la medicina que el positivismo como filosofía, que tidianas de la medicina clínica, en las
clínica. propugnaba la aplicación del método que la libertad clínica -entendida como
científico como fuente de cualquier la libertad de los clínicos de hacer lo
Transcurrido un período más o me-
conocimiento válido, cobró renovada que en su opinión constituye lo mejor
nos largo desde aquel llamado a un de-
influencia. Dentro de este contexto, para los pacientes, sin consultarle a na-
bate saludable de lo que representaba la
no resulta sorprendente que se hubiese die, ni siquiera al paciente y a sus seres
MBE dentro las aulas de la universidad
producido un debate filosófico y epis- queridos, ni rendirles cuentas de tales
y a evaluar su real potencial (1), parece
temológico entre los defensores de la decisiones- constituye todavía una de
prudente ahora hacer una pausa y dar
medicina como arte y la medicina como sus características medulares, lo que
una mirada hacia atrás, a modo de ba-
ciencia. Por una parte, estaban quienes explica la gran heterogeneidad de los
lance.
entendían al médico como un artista, llamados actos médicos (5). Esta liber-
Por fuerza, debemos hacer primero que debía confiar en su intuición y en tad clínica, cuestionada cada vez más
un brevísimo recorrido histórico y ade- su «sentimiento» médico al atender a abiertamente desde dentro de la medi-
más un recuento sobre lo que se propu- un paciente (3). Por la otra, se encon- cina y desde fuera de ella (5), se funda
so como identidad de la MBE, cuando traban quienes propugnaban que la me- en la convicción de que el paciente, en
fue lanzada como un nuevo paradigma, dicina fuera considerada una ciencia y tanto ser humano, es diverso y que tal
así como lo que ofrecía, en tanto nove- por tanto defendían la necesidad de en- diversidad no puede ser reducida a ci-
dosa filosofía y propuesta pragmática. señar y practicar la medicina en el mar- fras exactas y a recetas inflexibles.

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El concepto de MBE cuajó formal- En el ámbito de las políticas públi- por los ensayos clínicos aleatorios, en
mente en la Universidad de McMaster, cas, el movimiento de la MBE también particular para identificar las interven-
Canadá, a comienzos de la década 1990- fue cobrando una infuencia progresiva. ciones terapéuticas efectivas o aquellas
1999 (6). Aun cuando se afirme explí- Un evento particularmente ilustrativo no efectivas o incluso nocivas, si bien se
citamente que el objetivo primario de de este proceso es el reconocimiento de aclaró explícitamente que el tipo de es-
la MBE no es la contención de costos, la necesidad de un adecuado sustento tudio más adecuado dependía del pro-
este factor tuvo sin duda una influencia científico en el diseño y aplicación de blema clínico particular que se deseaba
importante en su desarrollo conceptual decisiones clínicas y de salud pública. enfrentar (por ejemplo, de diagnóstico,
y en su consolidación, en un contexto Este concepto fue recogido en el Reino de tratamiento, o de pronóstico, por
en el que la atención de los pacientes Unido a raíz del informe de un comité citar algunos de los problemas clínicos
tenía implicancias presupuestarias cada ad hoc sobre Ciencia y Tecnología, que que cotidianamente se nos presenta en
vez más dramáticas para los propios planteó la necesidad de readecuar el el contacto con los pacientes).
pacientes y para los sistemas de salud. sistema de salud inglés. Así, se generó,
Ya en la década de los 80s, el médico en 1991, la estrategia nacional ingle- Evolución de la MBE
inglés Archie Cochrane había publica- sa de investigación y desarrollo, cuyo
objetivo es basarse en la investigación Como toda innovación que se pre-
do un ensayo en el que resaltaba níti-
como fuente de información relevante cie de tal, la aparición y desarrollo de
damente la preocupación por los costos
que guíe las políticas de salud, la prác- la MBE generó una fuerte polémica
crecientes implicados en la medicina
tica clínica y la toma de decisiones para entre sus defensores y sus detractores.
clínica, lo que ponía al sistema de salud Constituía para los primeros un nuevo
la gestión de servicios (8).
inglés en la encrucijada de reducir la paradigma en la forma de hacer medi-
gran variabilidad en las decisiones clí- cina y una filosofía de la práctica y la
nicas o enfrentar el incremento en los
El auge de la MBE docencia clínica (6,10). Ya no bastaba la
gastos solamente para constatar míni- experiencia sino que era obligatorio te-
mos resultados sanitarios (7). Cochrane Sin duda, la MBE ha cobrado auge des- ner evidencia científica para tomar de-
sugirió, dentro de una concepción evi- de su aparición formal, por lo menos así cisiones clínicas acertadas. Sus detrac-
dentemente positivista de la medicina ha ocurrido si echamos una mirada a la tores la consideraron una exageración,
que, tanto la variabilidad de la práctica evolución en la cantidad de artículos la “‘deshumanización’ de la medicina
clínica como la inflación, podían ser en los que se menciona esta expresión, con mucha ciencia y poco arte” (11-13),
controladas por la ciencia, poniendo desde antes de la proclamación de su el desconocimiento del valor de la ex-
particular enfasis en el potencial de la nacimiento formal (2), hasta nuestros periencia y los expertos. ¿Acaso no es
medicina experimental, es decir, de los días. suficientemente evidente que repitien-
ensayos clínicos controlados (7). El in- do tratamientos que han sido útiles a
terés por los estudios experimentales, Su Manifiesto otros enfermos, los próximos pacientes
en particular los ensayos clínicos, se similares se beneficiarán de igual for-
La MBE fue lanzada al mundo médico
explica por el desarrollo que este tipo ma? La experiencia propia o de otros
en forma de un manifiesto que procla-
de diseños tuvo durante el siglo veinte. más antiguos o más expertos era base
maba ser un nuevo paradigma de prác-
En 1917, se introdujeron las primeras suficientemente sólida para la toma de
tica y enseñanza de la medicina clínica.
experiencias con técnicas de doble cie- En palabras de sus proponentes, fue decisiones (11,13). Estas dos posturas son,
go y, en 1948, se realizaron los primeros presentada como el “uso concienzudo, sin duda, extremas, pues si basamos
estudios clínicos en los que se utilizó la explícito y juicioso de la mejor eviden- nuestras decisiones solo en evidencias
aleatorización de sujetos como carac- cia disponible para tomar decisiones científicas de alta calidad, la gran ma-
terística fundamental de los ensayos respecto de la atención individual de yoría de nuestros pacientes quedaría
clínicos. Después del desastre de la ta- los pacientes”. La práctica de la MBE, sin tratamiento, ya que por diversas
lidomida, en 1961, como medicamento se planteó, implica integrar la experien- razones no existen evidencias científi-
altamente teratogénico, que había sido cia clínica junto con la evidencia ex- cas de alta calidad respecto a muchas
aprobado sin una suficiente experimen- terna que proviene de la investigación de las decisiones clínicas que habitual-
tación clínica, se formalizó en los Esta- sistemática. De esta definición am- mente tomamos. Por otro lado, si solo
dos Unidos el uso de ensayos clínicos pliamente aceptada se desprendieron basáramos nuestras decisiones médicas
controlados como método para evaluar afirmaciones prescriptivas sobre cómo en experiencia previa quizás aún apli-
fármacos antes de hacerlos disponibles debe realizarse la toma de decisiones caríamos sangrías a los pacientes con
para su uso en sujetos humanos y antes médicas, basadas en ‘la mejor eviden- neumonía, como Louis, en 1835 (8), o
de incorporarlos a un registro nacional cia disponible’ (9). Se privilegió notable- lidocaína profiláctica a los pacientes
de drogas. mente el uso de la evidencia brindada con infarto al miocardio (14). El enorme

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volumen de la investigación clínica se- basado en ensayos clínicos y revisiones decisiones clínicas y compartirlas con
ría entonces un esfuerzo inútil. El sur- sistemáticas, en desmedro de una medi- sus pacientes. El vertiginoso avance
gimiento más bien apasionado y hasta cina que tuviese en cuenta el carácter del internet y los dispositivos electró-
algo estridente de la MBE en sus eta- individual de los pacientes. nicos como los teléfonos inteligentes,
pas iniciales, fue seguido de un período han puesto la información científica
De igual modo, se planteó el riesgo
más calmado y meditado, en el que, en a la cabecera del paciente, constitu-
de que la MBE se convirtiera en el per-
lugar de la condena a quienes no co- yendo todo un reto para los médicos
fecto instrumento para una contención
mulgaban con el ‘nuevo paradigma’, de mayor experiencia, cuando se ven
abusiva de costos por parte de los pres-
sus proponentes aceptaron, con alguna confrontados por médicos más jóvenes
tadores de salud.
reticencia, que la MBE no descalificaba o incluso por estudiantes, a condición
en modo alguno el uso del conocimien- No parece que se haya concreta- que se promueva, se aliente y se premie
to de las ciencias básicas o incluso de do sistemáticamente ninguno de los la discusión basada en la demostración
otros tipos de evidencia no experimen- riesgos mencionados. Por el contrario, explícita del sustento de las decisiones
tal y que consideraba como ingrediente la práctica y la enseñanza de la MBE, clínicas. El reto mayor, por lo menos en
básico las circunstancias, los sentimien- teniendo en cuenta que además de la nuestro medio, es la necesidad de un
tos y las opiniones de los pacientes en la evidencia científica es fundamental te- cambio radical de actitud por parte de la
toma de decisiones clínicas adecuadas ner en cuenta la opinión y las circuns- comunidad médica, que debe atreverse
y aceptables. Paralelamente, hubo un tancias de los pacientes, ha demostrado a dejar el espíritu jerárquico que privi-
incremento sustancial en el número de tener un potencial enorme para permi- legia la longevidad y el autoritarismo
estudios metodológicamente sólidos y tir que el proceso de toma de decisiones en desmedro de la discusión abierta de
aplicables a diversas circunstancias, en clínicas sea más democrático. Ha abier- los problemas clínicos. De otra forma,
múltiples áreas de la medicina clínica y, to la posibilidad de que los alumnos y aún cuando se disponga de la informa-
posteriormente, también en los campos los profesionales más jóvenes cuestio- ción y de los instrumentos tecnológicos
de la epidemiología y la salud pública, nen lo que dicen y hacen los mayores y necesarios, continuaremos sumidos en
así como de los estudios que buscaban los expertos, y que estos últimos se vean la enseñanza y la práctica de una me-
demostrar que, en efecto, la práctica y obligados a justificar sus decisiones. Ha dicina en la que los médicos continúen
la enseñanza de la MBE resultaban en permitido, además, que se consoliden tomando decisiones clínicas sin mayor
una medicina más eficiente. las opciones diagnósticas o terapéuti- justificación, aunque la exigencia por
cas con adecuado sustento científico, parte de los pacientes de saber las ra-
no importando su costo, demostrando zones de una decisión médica que com-
Sus promesas que muchas veces el mejor tratamien- pete a sus vidas, es cada vez mayor, con
to no es el más barato. Sin duda, una toda razón.
La MBE ofreció una medicina clínica práctica clínica de este tipo conducirá
más eficiente, entendida como la toma eventualmente a una medicina más efi-
de decisiones clínicas correctas más ciente, que obtenga menores resultados El escenario local
certera que la resultante de la mera con menores costos, pero esta es otra
experiencia clínica. ¿Habrá logrado en historia, diferente de aquella en la que ¿Qué ha cambiado en nuestro medio?
efecto esta promesa? se pretende ahorrar recursos negando a Un discurso casi rutinario repetido en
los pacientes las mejores opciones para nuestros establecimientos de salud es la
su salud. importancia de contar con guías clíni-
Sus limitaciones y riesgos cas basadas en evidencias para que las
potenciales decisiones clínicas sean menos arbitra-
¿El paraíso prometido? rias. Sin embargo, se puede constatar
Entre las voces que se alzaron en abier- cada día que persiste una gran hetero-
ta oposición a la MBE o expresando du- Lo que se puede constatar cuando se geneidad en dichas decisiones clínicas.
das y preocupaciones sobre las posibles pega una mirada a la vida cotidiana en Se advierte también que en realidad
influencias negativas que podría aca- los establecimientos donde se atiende hay una escasez dramática de centros
rrear su uso indiscriminado, estaban (y pacientes, es que no se ha alcanzado de excelencia en los que líderes recono-
todavía están) aquellas que alertaban el paraíso prometido ni mucho menos, cidos practiquen la MBE y constituyan
sobre el riesgo de convertir a la medici- pero dondequiera que se la practica con una fuente de inspiración para que esas
na en un quehacer rígido, atado a rece- entusiasmo y donde existen líderes res- experiencias se repliquen. Las condi-
tas en las que el paciente podía perder petados que la practiquen y la enseñen, ciones son inmejorables. No estamos
su identidad. Se pronosticaba que po- la MBE ha estimulado a generaciones sumidos ahora en un ambiente con ca-
día conducir a la dictadura de las guías de estudiantes y de médicos a preocu- rencias materiales, como era la regla en
clínicas y del paradigma experimental parse por justificar adecuadamente sus el pasado. El acceso a la información en

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tiempo real es incomparablemente ma- der a la pregunta sobre la eficacia o la tice of medicine. JAMA. 1992;268(17):2420-5.
yor. Lo que tenemos que vencer son las efectividad de una intervención y me- 7. Cochrane AL. Archie Cochrane in his own words.
trabas burocráticas que impiden lograr nos aún sobre los mecanismos a través Selections arranged from his 1972 introduction to
"Effectiveness and Efficiency: Random Reflections
una mayor calidad en la atención de los de los que funciona o no (21). Por otra on the Health Services" 1972. Controlled Clinical
pacientes y la inercia de practicar y en- parte, los ensayos clínicos en el campo Trials. 1989;10(4):428-33.
señar una medicina basada en nuestra 8. Pocock SJ. Clinical Trials — a practical approach.
de la epidemiología y la salud pública John Wiley & Sons, Chichester — New York — Bris-
experiencia cotidiana solamente. no siempre son factibles o pueden pre- bane — Toronto — Singapore 1983, 265 S.
sentar problemas éticos insalvables, y 9. Sackett DL. Clinical epidemiology: what, who, and
Tenemos todavía un problema adi- whither. J Clin Epidemiol. 2002;55(12):1161-6.
cional que enfrentar y vencer, cual es, entonces hay necesidad de perspecti- 10. Rosenberg W, Donald A. Evidence based medici-
el de no solamente consumir literatura vas alternativas, pero al mismo tiempo ne: an approach to clinical problem-solving. BMJ
científicamente sólidas y realistas (22). (Clinical Research Ed). 1995;310(6987):1122-6.
científica producida en otras latitudes, 11. Smith BH, Taylor RJ. Medicine--a healing or a dying
sino también producirla, a partir de art? Brit J Gen Pract. 1996;46(405):249-51.
nuestra experiencia clínica cotidia- 12. Glass RM. The patient-physician relationship.
Conclusiones JAMA focuses on the center of medicine. JAMA.
na (15-17) y, además por supuesto, a partir 1996;275(2):147-8.
de los esfuerzos y las experiencias que 13. Duclos HJ. Medicina basada en evidencias: ¿Una
Desde nuestra perspectiva, el balance estrategia que acerca o aleja de la Medicina Inter-
ocurren en la salud pública nacio- de la presencia de la MBE en nuestro na? Rev med Chile. 1999;127(11):1398-402.
nal  (18-20). Esta deuda de investigación 14. Antman EM, Lau J, Kupelnick B, Mosteller F, Chal-
medio es positivo. Sin embargo, requie-
la compartimos todos, en todos los mers TC. A comparison of results of meta-analyses
re todavía de un esfuerzo mayor para in- of randomized control trials and recommendations
niveles, desde el estado hasta las uni-
sertarse adecuadamente en los sistemas of clinical experts. Treatments for myocardial infarc-
versidades y los docentes y estudiantes. tion. JAMA. 1992;268(2):240-8.
de salud, tanto en la medicina clínica
Supone una concepción de universidad 15. Huicho L, Campos-Sanchez M, Alamo C. Metaanaly-
como en la salud pública. Sin duda. un sis of urine screening tests for determining the risk
radicalmente diferente de la que por
reto pendiente que debemos afrontar of urinary tract infection in children. Pediatr Infect
desgracia predomina todavía entre no- Dis J. 2002;21(1):1-11, 88.
con mayor entusiasmo y consistencia,
sotros. Supone mirar a la universidad 16. Carreazo NY, Bada CA, Chalco JP, Huicho L.
es el de generar nuestra propia eviden- Audit of therapeutic interventions in inpatient chil-
como una institución donde se pro-
cia, pues no basta consumir la que se dren using two scores: are they evidence-based
mueva y se privilegie vigorosa, lúcida in developing countries? BMC Health Serv Res.
genera fuera de nuestras fronteras. Esto
y sostenidamente la generación activa 2004;4(1):40.
no ocurrirá, sin duda, si no se presta 17. Huicho L, Sanchez D, Contreras M, Paredes M,
y la discusión de conocimiento. Exige
real atención a la promoción de la in- Murga H, Chinchay L, et al. Occult blood and fecal
deshacernos de las ataduras de una vi- leukocytes as screening tests in childhood infectious
vestigación, del pensamiento crítico
sión francamente primitiva y anquilosa- diarrhea: an old problem revisited. Pediatr Infect Dis
y de la creatividad, desde etapas tem- J. 1993;12(6):474-7.
da, que todavía supone a la universidad
pranas de la vida y más tarde durante 18. Huicho L, Scherpbier RW, Nkowane AM, Victora
como un centro donde la investigación CG. How much does quality of child care vary
la vida universitaria. Por desgracia, la
es una curiosidad, casi un lujo. between health workers with differing durations
educación en todos sus niveles, todavía of training? An observational multicountry study.
está lejos de prestar genuina atención a Lancet. 2008;372(9642):910-6.
estos aspectos, cruciales, ya no siquiera 19. Huicho L, Miranda JJ, Diez-Canseco F, Lema C,
La dimensión de la salud para el desarrollo académico institucio-
Lescano AG, Lagarde M, et al. Job preferences
pública of nurses and midwives for taking up a rural job
nal y de la medicina como disciplina, in Peru: a discrete choice experiment. PloS one.
sino también y sobre todo, para el desa- 2012;7(12):e50315.
En el terreno de la epidemiología y la 20. Miranda JJ, Diez-Canseco F, Lema C, Lescano
salud pública, existe también un claro rrollo global de nuestra nación. AG, Lagarde M, Blaauw D, et al. Stated preferen-
consenso sobre la necesidad de promo- ces of doctors for choosing a job in rural areas
of Peru: a discrete choice experiment. PloS one.
ver la implementación de intervencio- 2012;7(12):e50567.
nes basadas en sólida evidencia cientí- Referencias bibliográficas 21. Victora CG, Habicht JP, Bryce J. Evidence-based pu-
fica. Sin embargo, todavía hay bastante blic health: moving beyond randomized trials. Ame-
1. Huicho L. La Medicina Basada en Evidencias como rican journal of public health. 2004;94(3):400-5.
controversia sobre los tipos de eviden- un Nuevo Paradigma de la Enseñanza y la Práctica 22. Victora CG, Black RE, Boerma JT, Bryce J. Measuring
cia que constituyen el estándar de oro de la Medicina. An Fac med. 1997;58(2):1-13. impact in the Millennium Development Goal era and
para problemas complejos que tienen 2. Sackett DL, Rosenberg WM, Gray JA, Haynes RB, beyond: a new approach to large-scale effectiveness
Richardson WS. Evidence based medicine: what it evaluations. Lancet. 2011;377(9759):85-95.
que ver con poblaciones y con sistemas is and what it isn't. BMJ. 1996;312(7023):71-2.
complejos como los sistemas de salud. 3. Gigerenzer G. Das Einmaleins der Skepsis [Berliner
En dicho escenario, en el que los fac- Taschenbuchverlag (BVT): Erste Auflage]: Berliner Los autores declaran que no existen conflictos de
Taschenbch Verlag; 2004. intereses.
tores contextuales tienen una influen- 4. Louis P. Recherche sur les effets de la Signée: De
cia decisiva, la cadena de causalidad es Mignaret; 1835.
5. Williams A. Health economics: the end of clinical Correspondencia:
más compleja que en el terreno clínico Luis Huicho
freedom? BMJ. 1988;297(6657):1183-6.
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sayos aleatorios no permiten respon- sed medicine. A new approach to teaching the prac- Correo electrónico: lhuicho@gmail.com.

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