Un discípulo pregunta: Maestro, ¿hasta qué punto debo tomar en cuenta
los consejos y la opinión de los demás?
Este le responde: Hijo, los consejos siempre debes considerarlos, aunque
sea para desecharlos, porque son la expresión de la experiencia ajena. En cuanto a las opiniones, nunca las consideres porque sólo expresan los intereses del que los da. A todo lo que venga de otro, declaraciones, opiniones, consejos, primero pásalos por el filtro de la razón y luego por el de tus propios intereses; en seguida, puedes usarlos o no.