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El movimiento obrero y la inmigración: Las tres grandes fracciones del movimiento obrero

estaban enfrentadas. Socialistas, anarquistas y comunistas y, más tarde laboristas, círculos


obreros católicos y las organizaciones creadas por Irigoyen para “nacionalizar” al
movimiento obrero. A raíz del triunfo de la revolución rusa de 1917, un año antes, se funda
el Partido Socialista Internacional, y luego, una de sus ramas se transformó en Partido
Comunista. El partido socialista ya existía. En 1905, Alfredo Palacios fue el primer
diputado socialista de América. La primera guerra mundial: 1914–1918. Pero ese año fue
también el año del fin de la gran guerra, como se conoce a la primera guerra mundial.
Muchos argentinos festejaron ruidosamente el triunfo de los aliados y aprovecharon para
repudiar al gobierno por haberse mantenido neutral. Efectivamente, la UCR en el gobierno
no acepto intervenir en ese conflicto a pesar de las presiones de los conservadores y
algunos radicales de su ala más conservadora y de las presiones de EEUU y (luego de un
apoyo a la neutralidad, de Gran Bretaña) Pero eso lo voy a mencionar después, anticipando
que Irigoyen, primero estuvo a favor de la intervención (1914/16) y en contra cuando llegó
al gobierno. Esta ambigüedad especulativa fue una característica de Yrigoyen sín que esto
signifique un comentario descalificante de su gestión en general. El caudillo radical tenía
varios frentes abiertos. A Fines de junio de 1914, los diarios argentinos daban cuenta del
asesinato del heredero del Imperio Austrohúngaro y su esposa, en la ciudad de Sarajevo. Lo
que entonces parecía un hecho más en los conflictos de la región de los Balcanes, pronto
desencadenó el enfrentamiento que hoy conocemos como la Primera Guerra Mundial y que
sus contemporáneos llamaron la Gran Guerra. A cien años de esos acontecimientos,
mencionemos el impacto de la contienda en la Argentina, que por entonces vivía el tránsito
entre el régimen conservador y el primer gobierno radical de Hipólito Yrigoyen. La
minuciosa investigación de autores como Ramón Tarruella permite comprender un
momento clave de la historia argentina, que marcó el curso del siglo XX. 47 Entre otros
aspectos, 1914 recorre: Los debates en torno a la neutralidad de nuestro país. Las polémicas
en la opinión pública y los partidos políticos. La intensa actividad de las colectividades de
inmigrantes europeos y las penurias económicas como resultado del conflicto. Cómo se
informaba y se formaba opinión, por medio de corresponsales como Leopoldo Lugones y
Roberto Payró, entre otros destacados escritores. Las limitaciones del modelo agro–
exportador vigente. La declinación de Gran Bretaña y la creciente influencia de Estados
Unidos como potencia mundial. Neutralidad de Argentina En La Primera Guerra Mundial
La guerra y Argentina: La participación de Estados Unidos en el conflicto se hizo cada vez
más importante. Cientos de miles de hombres, pertrechos de guerra, abastecimientos de
todo tipo, dinero, afluían en grandes cantidades a Europa. No se limitaba a esto la ayuda
norteamericana. Wilson procuró desde un primer momento arrastrar al conflicto a los países
que estaban bajo esfera de influencia de Estados Unidos. Brasil fue el primero en declarar
la guerra a Alemania, en octubre de 1917. Luego le seguirían Guatemala, Nicaragua, Haití,
Honduras… hasta Uruguay rompió relaciones con las potencias centrales. La presión sobre
Argentina fue grande. Sin embargo, la posición neutralista se mantenía firme desde el
comienzo de la guerra. El gobierno radical que había asumido el poder el 12 de octubre de
1916, con la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen, reafirmó la neutralidad argentina.
¡En los primeros años de la guerra, esta posición había sido apoyada por los británicos, para
quienes Argentina era una fuente fundamental! de abastecimientos. La situación cambió en
1917: la guerra submarina sin restricciones suponía un grave peligro para el comercio con
Gran Bretaña. El hundimiento del vapor “Monte Protegido”, que navegaba con bandera
argentina, levantó un coro de protesta en el país. ¡No era para menos! Los primeros años de
la guerra habían reportado fabulosas ganancias a la oligarquía agro–ganadera. En 1916, la
suma del valor de las exportaciones superó los quinientos millones de pesos. No era
cuestión de que los submarinos alemanes hicieran fracasar el negocio. La oligarquía
vociferó exigiendo la ruptura de relaciones diplomáticas con los Imperios Centrales pero
operaba en sentido contrario. La opinión pública se dividió en rupturistas y neutralistas. A
los que defendían la neutralidad, pronto se los acusó de “germanófilos” (en la segunda
guerra mundial se les diría nazi–fascistas). El presidente Yrigoyen estaba incluido en esta
calificación. ¿Quiénes eran unos y otros, neutralistas y rupturistas? – Los primeros
representaban a la débil burguesía nacional que ascendía al poder político en la persona de
Yrigoyen. Eran los pequeños industriales, los dueños de talleres, todos aquellos que
comenzaban su carrera de empresarios o se beneficiaban por el papel de “protec- 48
cionismo objetivo” que desempeñaba la guerra. En ese sentido, su neutralismo conjugaba
con los sectores populares que veían al conflicto como una rivalidad ajena a sus intereses.
Los rupturistas, en cambio, eran los simpatizantes de Gran Bretaña y Francia, la vieja
oligarquía, los partidos tradicionales, la prensa “seria”. O sea, los beneficiarios de la
dependencia semi–colonial de Argentina. Los conocidos de siempre. A ellos se agregaron
un puñado de socialistas “amarillos” que componían el grupo parlamentario y la mayoría de
la dirección del Partido Socialista, funcional al liberalismo. Recordemos que Juan B Justo,
traductor del Capital de Marx, era librecambista. No es el momento de extendernos en este
aspecto, que pretendemos señalar meramente como parte del esquema de la guerra mundial
y sus consecuencias internacionales, en lo que respecta a nuestro país. Yrigoyen
permaneció fiel a su postura neutral hasta el fin de la guerra. Sólo cinco países
latinoamericanos no se ataron al carro de guerra de las potencias de la Entente: Paraguay,
Venezuela, México, El Salvador y Argentina. Algo más sobre el tema: Cuando Alemania
hunde el velero Oriana y el vapor Toro, se inician grandes manifestaciones que alcanzaron
entonces dimensiones poco vistas; las calles hervían de estribillos anti–germanos, y los
incidentes menudearon; en uno de ellos estuvo a punto de ser incendiada la imprenta de un
periódico alemán. Los partidarios de la ruptura alegaban que debíamos a Inglaterra el
progreso económico y a Francia buena parte de nuestra cultura, y había llegado el momento
de mostrar nuestro agradecimiento. Argumentaban, también, que una vez finalizada la
guerra con el triunfo de los aliados, el país quedaría aislado de la comunidad internacional.
Los neutralistas, por su parte, sostenían que las libertades que Inglaterra decía defender
eran harto discutibles, y acusaban a los rupturistas de hacer el juego a intereses que en nada
convenían a la Argentina. En agosto de 1917, ¡ante una manifestación! neutralista, Belisario
Roldan precisó bien ese concepto recordando que nuestro país carecía de flota propia y que
todos los barcos eran ingleses, pese a que llevaban a veces el pabellón, nacional porque
estaban matriculados aquí y para impedir que se los atacara. Por eso reclamó enérgicamente
que se prohibiera la salida con rumbo a la zona de guerra de “esas enormes supercherías
que se llaman barcos de cabotaje y que no conducen, ni representan, ni encarnan un ápice
de la soberanía argentina, por más que al tope de su mercantilismo a outrance flamee una
cosa que tenga los colores de nuestra enseña”. A la agitación, que no decrecía, se unieron en
determinado momento presiones diplomáticas nada sutiles. En julio de 1917 la escuadra
norteamericana que patrullaba el Atlántico puso proa a nuestros puertos, y el embajador
yanqui comunicó al gobierno que la flota ingresaría en Buenos Aires “incondicionalmente”.
Yrigoyen llamó entonces al representante estadounidense y le exigió borrar esa palabra de
la comunicación oficial, 49 y como éste se negara, el presidente le informó que en tales
condiciones el acceso de las naves no sería permitido. La firme respuesta elevó la tensión a
su grado máximo y motivó aceleradas consultas entre el diplomático y su Cancillería, que
le ordenó solicitar la entrada en calidad de “visita de cortesía”, con lo que se superó el
entredicho. Igualmente, firmes fueron las actitudes del gobierno nacional frente al
embajador inglés, que se manifestó públicamente en favor legisladores que propugnaban la
ruptura de laneutralidad y reclamación a Alemania por el hundimiento de las naves. La
Cancillería germana replicó que en los incidentes no debía verse “la menor falta de respeto
al noble pabellón de la República Argentina, ni de parte del gobierno alemán, ni de parte de
la marina imperial”. Guerra, reparto colonial, descolonización, neocolonialismo La decisión
de neutralidad, finalmente triunfante, estaba de acuerdo con la posición neocolonial de
Argentina frente a la guerra entre imperios que, precisamente, se disputaban el dominio del
mundo colonial. En algunas colonias africanas y asiáticas el fin de la guerra permitió el
surgimiento de movimientos de liberación e independencia embrionarios que solo se
concretaron más tarde, sobre todo después de la segunda guerra con un pico de auge en los
años sesenta. Pero, America Latina, era un campo de EEUU desde la doctrina Monroe y del
Destino Manifiesto De allí que la neutralidad debe interpretarse como el comienzo de una
rebelión o de resistencia contra el Imperio Británico y el creciente dominio hegemónico de
EEUU y sus reiteradas invasiones e intervenciones. Recordar: América para la Humanidad
de Saenz Peña B) La mayor parte de los homenajes y celebraciones del aniversario de la
Reforma Universitaria de 1918, que tuvo su origen en Córdoba, se centran en los cambios –
notables para su época– ocurridos en la vida universitaria. Este proceso de cambio tuvo
como protagonistas a una gran cantidad de actores provenientes de diferentes orígenes
políticos que abarcaban un arco tan extremo como socialistas y conservadores, pasando por,
demócratas, algunos comunistas, radicales, independientes, (¿?) etc. Fue un movimiento
multiforme que hizo eclosión en cierto momento y que luego tuvo efectos muy diferentes
según la trayectoria de los mismos protagonistas.

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