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iperecerat Mas» Els, ‘a divina, Liev consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y subi6 con ellos a un monte alto para rezar. Mientras orae ba, Jesis se transfigurd. Su rostro se hizo brrillante como) el sol sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve, ‘Aparecieron Moisés y- Elias, con rostros. majestuosos, 9 hablaban con él ‘Ante 5a vista, los apéstoles quedaron asombrados: Pedro no pudo contenerse y dijo: Seflor, (qué bien se es ‘aguit Si quieres, haremos tres tiendas, una para t, of para Moisés y otra para Elias, No habia acabado de ha blar, cuando una nube los envolvis y se escuché una vo que decia: Este es mi Hijo predilecto,jescichenlo! Al oft ‘esa vor, los apdstoles cayeron por tierra, temblando. n2 Tandon ss manos paso de Jess,» cantaban: Hosa! sils se acere6 a ellos, los too6 y les dijo: Levdntense, no teman, Los apéstoles levantaron la eara y no vieron sino 4 Jess. La visién celestial habia desaparccido, La transfiguracién nos hace comprender la accion de la ‘gracia en el alma. Con la gracia ti te ywelves divinamente ‘hermoso, eres hijo de Dios, templo del Esplrita Santo. No esrayas, con el pecado, exa obra maravilosa de bondad 43. ENTRADA TRIUNFAL DE. EN JERUSALEN Se acercaban 10s ultimos dias de vida de Jestis, y lp quiso entrar triunfalmente en Jerusalén. Se acereé a la 13 SUS ciudad y cuando llegé al monte de los Olivos, dijo a los ula cor su pollino,suéltenlos y uiganmelos. es dice: yPor qué los sultan®, contest: El Se- for los necesita nadie se opondrd. En efecto, ah 4i6, Loe apsstoles levaron fa burrita a esis, pusieron fs mantos bee ella y Jess mont6, El pueblo, al fue Jesislogaba, corié a su encuentro se formd uf ran cortej, que seguia adelante y attis del Salvador. Al paso de Jesis, muchos extendian sus mantos, otros cor {aban ramos de drboles y los colocaban como un tapete én el camino; todos gritaban: (Hosanna al Hijo de Dac ‘id! Bendito el que viene en nombre del Seior,hosanna fn lo mis allo de fos celos! Tambien los niftos se unlan 4 os adultos, gritando- (Hosanna al Hijo de David! Par recordar la entrada tniunfal de Jessen Jerusae én, la aksiainstituyé la procesin del Domingo de Rar mes, cuando se bendicen los ramos y las. palmas Rinde también td honor y reverencia a desis, como los nites de Jerusalén, sobre todo cuando, alguien blasfeme diga algo contra Dios: di, por ejemplo, jbendlo yal sea Dios! 44, INSTITUCION DE LA El "ARISTIA Los fatiseos. envidiosos, viendo que Jests obraba mt hos milagros y que el pueblo corria detris de él, res vieron matatlo. Fl pérfido Judas Iscariote lesayud, present6 a los Sumos Sacerdotes y a los fariseos y rometi6 entregarles 9 Jests por una suma de diner Los fariseos quedaron contentes y le ftecieron 30 mont das de_plata Mientras tanto, Jess mandé a Pedro ya Juan a J rusalén para preparar la cena pascual, en la que se 0 14 esis Rb ana tlle > eld ts pes ao aoe. al cordero sin mancha, simbolo del Salvador. Les dij: Vayan y encontrarin un hombre Hlevando una vasija con agua; siganlo y cuindo legue a casa diganle: el Maestro 1ios mand preparar el cordero pascual en tu ca sai él es mostraré una sala con muebles: preparen-la ce- na all. Los apdstoles fueron y encontraron todo como les habia dicho Jestis y prepararon la cena pascual. Por la noche vino Jesis con sus apéstoles y se sent6 a la me- sa, Mientras cenaban, et divino Maestro dijo angustia Uno de ustedes me va a traicionar, Los apéstoles, aterra~ «dos, se miraron y todos preguntaron: ;Acaso seré yo, Se flor? También Judas, fingiéndose inovente de wn crimen ‘an grande, tavo la desfachatez de preguntar: ,Acaso seré 175 ‘yo, Seftor? Jess Ie hizo comprender que sabia todo, perd G1 no se arrepinti, Cuando terminaron la cena, Jess se‘levant6, se ci una toalla, ech agua en un platén y se arrodil pas Ta lavarles los pies a tos apdstoles, Pedro se optso, pera} Tests le dijo: Si yo no te lavo los pies, no tendras part eonmigo. Entonces Pedro le dijo: Sefior, si asi es, Kavame fo s5lo Tos pies, sino también las manos y la cabeza Tess: El que estd limpio, no necesita sino que le lave pies: ustedes estén limpios, pero no todos. Jess dijo fo todos estaban limpios, porque entre ellos se enconini ba el perverso Judas, que tenia ef alma manchada por 176 Después de lavatles los pies a los apéstoles, el Seftor tomé el pan, dio gracias al Padre. lo partié y lo distribu- y6 entre los apéstoles, diciendo: Tomem y coman: exto es imi cuerpo. Después tom el ciliz con el vino y 36 lo dio, diciendo: Tamen y beban todos de él, porque este es el cd- liz de mi sangre, que serd derramada por ustedes » por mie chos para el pertin de los pecados. Hagan esto en memoria nla ‘En aquella noche esis instituyé dos sacramentos: La Bucaristia y el Sacerdocio, Instituy6 la Eucaritia cam- biando el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre; insti tuy6 el sacramento del Orden dando @ Tos apéstoles, y en. tllos a todos los sacerdotes, et poder divino de hacer la ‘misma cosa, es decir, de cambiar el pan en el Cuerpo de ‘Jess, y el vino en su Sangre. Mientras sus enemigos tra~ Imaban sti muerte, él dejaba a los hombres el mejor rega- fo que podia haccrles: les dejaba a sf mismo, insttuyendo la Sagrada Eucaristia, Jesis no dejé nunca’ de amara‘ pero al final de su vida nos dej6 la mejor prueba de st EI Jueves Santo celebramos la institucion de la Sagra~ da Euearistia y el Sacerdocio catélico, _ 2¥ ti amas a Jesis? Recibelo frecuentemente con el co- razin generoso y ot alma limpia, al menos de pecado mor- tal 45, JESUS EN EL HUERTO DE GETSEMANI Después de la cena, Jestis se entretavo todavia con los ‘apbstoles, haciéndoles las tltimas recomendaciones frando por ellos. Dijo también: Fsta noche todos ustedes fhe abandonarin, Pedro,contesté: Aunque todos te aban donen, yo jamas te abandonaré, irfa: contigo hasta la muerte, Y Jesis: En verdad te digo, antes que el gallo Cante dos veces, ti me habris negado tres veces 7 Ende Jos eres torments quo esperatan Después sald Jestis del Cendeulo y, en compafia de los apéstoles. se Tue como de costumbre al huerto de Gesemani, a donde se retiraba para orar. El Sefor entr6 al huerto y dijo a los apJstoles: Quédense aqui y no se uerman. Se aparté un poco con Pedro, Santiago ¥ Juan, y les dijo: Me siento morir de tristeza’ quédense aqui y velen conmigo. Se adelants un poco més, solo, y Ueno de ltisleza se atrodillé y rex6, Vio entonces los atroces tor- ‘mentos que lo esperaban; vio el corain de su Madee Santisima atrayesado por el dotor, vio los pecados de to- dos los hombres; vio las almas que se condenarian a pe- Sar del sacrficio de su vida por salvarlas. Como hombre, Se asustd ante esta visiOn, tembl6, sudé sangre y devia: 18 Judes be yo sal did ‘Sah Macs! Padre mio, si es posible, aparta de mi este céliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. En esa angustia tan te- ‘ible, bused un poco de Gnimo en sus apéstoles, pero es- tos dormian. Les dijo: Velen y oren para no caer en ten tacién; pero ellos siguieron durmiendo, mientras él segui Suftiendo atrozmente. Los apdstoles no le ayudaron en ada al Sefor, pero si vino un dngel del cielo a animarloy ‘en ese doloroso. momento. Ya cl traidor, Judas, se acercaba, Jestis fue por terce- ra ver donde los apdstoles y les dijo: Levintense, el trai dor esté cerca, Y he aqui que llega Judas en compafia de luna gran turba armada con espadas_ palos, enviada pot Tos prineipes de los sacerdotes y por los ancianas del pue~ 79 blo. Judas les habla dado antes una sefal,diciendo: Pon | an preso al que yo bese, Se acercé, pues, a Jests, y Jeo sis le dijo: Amigo, ja qué viniste? Por respuesta Judas le dio un beso y Io salud6: ;Salve, Maestro! Jess le dijos Judas, ‘con un beso me traicionas? Y dirigiéndose ala ture ba, afadié: Y ustedes, ;2 quign buscan? Le contestaront iA Jess de Nazaret! Pues bien, soy yo, les dijo: Tan Pronto pronuncié estas palabras, todos cayeron por ties Mia, El Sefior dej6 que se levantaran y dijo: Si me buscan 4 mi, dejen libres & mis apSstoles. Dich esto, se dej6 por Wer preso. Al ver esto, Pedro, desenvainé la’ espada que Hlevaba consigo, dio un golpe muy fuerte y le cortd la ‘orcja a un tal Maleo, siervo del Sumo Sacerdote. Jest fe fordend a Pedro que colocari la espada en la vain, Je peu 86 In orcja a Malco, la curd completamente y se dei6 amarrar y levar a Jeruselén, Todos fos apdstoles huyes Las apésoles no rezaron y abandonaron a Jesis. En las fentaciones, reza y Dios te. ayudar 46, JESUS ANTE EL TRIBUNAL DE CAIFAS: Amarrado como un malhechor, Jess fue levado ante el Sumo Stcerdote Caifis, que estaba reunido con los octores y los ancianos, quienes formaban el tribunal que iba a juzgar a Jess, Caiffis, que queria ver condenade a esis fuera como fuera, hizo ir muchos testigos falsos: Pero estos se contradecian entre si. Sin embargo, esis ‘allaba, Caifés se levant6 y dijo a Jess: Te conjuro en hombre de Dios vivo: dime, jeres 16 el Cristo, Hijo de Dios? Ai ser preguntado en nombre de su divino Padre, desis contest: $i, Io soy, y ustedes me verin sentado 4 la derecha del Padre y venir sobre las nubes de los ci fos. Ante esta respuesta, Caifis rasgé sus vestiduras y dic 180 Cats red vesuras» do ‘Excacharon” ebayer! Micra sucedia todo esto en a sat dl ibunal,en rt ue tector cup ol oe 4o conozco! Hacia frio, y Pedro se arrimé a una hogue- 2 que los soldados habian encendido para calentarse. tra sierva nots su presencia y dijo: También estaba e5- te con Jess Nazareno. Pedro juré que no lo conocia, Después de una hora mas o menos, un eufado de Malco Se acereé al fuego, vio a Pedro y dijo: También ti se- ‘Buias a Jess; te vi en el huerto con él. Pedro se asust6 Jud y jurd, imprec6 para hacer creet que no conocia a ‘esis. {Pobre Pedro! En ese instante cant6 el gall. Ei tonces se acord6 de las palabras de Jesis: Antes que el gallo cante dos veces, tu me habrés negado tres veecs. Inmediatamente después pas6 Jesis entre los soldados y 182 ‘miré a Pedro. Este comprendié cl gran mal que habia ‘cometido al renegar de'Jestis y salid fuera Morando amargamente. Si Pedro no hubiera estado en compatta de los enemi- ‘gos de Jess, no habria renegado de él En las ocasiones Peligrosas nose manticnen ni los buenos propésitos. Acuérdate de esto! 47, JESUS ANTE PILATO Al dia siguiente por la mafiana, Jess fue levado, a la presencia de Pilato y acusado como engafiador del pueblo, malhechor y revolucionario que pretendia. ser rey. Pilato interrogé a Jesis, reconocié su inocencia y que los sumos sacerdotes y los Fariseos querian conde- rnarlo s610 por envidia. Los jefes de los sacerdotes insis- ‘Heron, diciendo: Si, sf es un embustero y subleva al pue- bblo, comenzando por Galilea hasta Jerusalen. Pilato, sabiendo que Jesis era de Galila, lo envid a Herodes que en esos dias estaba en Jerusalén. Herodes tenia muchos descos de conocer al Seiior, porque habia ‘do hablar mucho de él. Querfa vero hacer milagros: Cuando Jo tuvo en su presencia le hizo muchas pregun- tas, pero Jesiis no le contesté ini una patabra, porque Herodes era un hombre deshonesto. Entonces lo. trat6 como si fuera un loco y, vestido de blanco, como se fcostumbraba hacer con los locos en ese tiempo, lo de- volvié a Pilato, jCudntas humillaciones tuvo que suftir ‘Jess al tener que pasar por entre las multitudes que hhabian acudido a Jerusalén para la fiesta de Pascual Muchos se habrin burlado de él al verlo yestido como foco, rodeado por la multitud exaltada contra él y ama~ ‘ado como un malheckor! Pilato, teniéndolo nuevamen- te delante de si, repiio al pueblo y a los sacerdotes que 183 ei Plate o presets al pace,» de: {He ag lhe! 41 lo consideraba inocente » que tampoco Herodes lo ha- bia condenado; luego afladié: Estamos en las fiestas de Pascua, y todos los afios con esta ocasidn le concedo la libertad a algtin prisionero, al que ustedes escojan.

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