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EXÉGESIS: ACERCAMIENTOS A UNA INTERPRETACIÓN

(Y CÓMO HACER UN COMENTARIO DE TEXTO)

Las distintas aproximaciones a un texto bíblico pueden estar relacionadas íntimamente con la
finalidad que el lector busca tras la lectura. En este sentido, un texto bíblico, como se ha mencionado en
otras oportunidades, presenta tantas interpretaciones como lecturas se hagan. En oportunidades anteriores,
se pudo observar de qué manera es posible reconocer determinados tipos de textos bíblicos y los órdenes
discursivos a los que pertenecen; así, se ha insistido también en que reconocer estas características permite
al lector realizar un análisis preciso bajo métodos más adecuados. En esta ocasión, los acercamientos hacia
la exégesis (algo próximo a una interpretación) serán realizados en base a lo que más adelante podrá
permitir al lector redactar un comentario de texto.

1. La exégesis: etimología y aproximaciones a una definición


La exégesis (del griego ἐξήγησις [exéguesis], de ἐξηγέομαι [exegueomai], ‘explicar’) tiene como
significado literal “extraer” 1. Se trata de un concepto que se relaciona a una interpretación crítica y
exhaustiva de un texto, en particular de índole religiosa, como el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia,
el Talmud, el Corán, etc. El que realiza este análisis de interpretación es llamado exégeta. La exégesis, en
términos formales, ya puede significar “extraer el significado de un texto dado”, y se contrapone al término
eiségesis, que significa “insertar las interpretaciones personales en un texto dado”. En este sentido, la
exégesis revisa los textos de manera objetiva, mientas que la eiségesis implica una visión mucho más
subjetiva.

El proceso de exégesis tradicional cumple con los siguientes requisitos 2:

 Analizar palabras significativas en el texto dentro en el marco de la traducción;


 Realizar un examen del contexto general histórico y cultural;
 Confirmar los límites de un pasaje; y, finalmente,
 Hacer un examen del contexto dentro del texto.

Lo importante, en todo caso, es que el exégeta no busca saber cuáles son o no los libros auténticos
ni si su autoría es o no dudosa. Sin embargo, lo que sí se toma en consideración es que los textos tengan un

1Goñi Zubieta, Carlos (2009). Firmado, Dios. Exégesis razonable de la Biblia. Madrid: Ariel.
2 Se pueden encontrar más detalles acerca de las reglas de la exégesis, tipología de textos bíblicos y demás en la página
https://web.archive.org/web/20051123100313/http://www.godward.org/archives/BS%20Notes/Basic%20rules%20for%20N
T%20exegesis.htm. El material publicado está en inglés originalmente.
testimonio que concurra a la historia y tengan autoridad eclesiástica; esto es, saber que pertenecen al Canon
de las Sagradas Escrituras.

2. El sentido de las cosas en la exégesis


En sentido extenso, la Verdad es la que realmente se transmite dentro de las Sagradas Escrituras.
Lo importante es distinguir entre el sentido y el significado que tiene una palabra. Un diccionario
especializado nos puede ayudar en la mayoría de los casos, pero siempre se debe tomar en cuenta que una
palabra no siempre tendrá el mismo significado en cualquier sitio que se encuentre. Dependerá del
contexto en que se encuentre que una palabra tenga un significado en un determinado pasaje: la definición
de una palabra tiene un posible significado, pero el sentido o significado verdadero sólo lo determina el
contexto en que se presenta. Si se toma en cuenta que la Biblia tiene por autor a Dios, y que es Dios el
Señor soberano de todas las cosas, la Verdad no sólo se va a manifestar a través de las palabras, sino que
también pueden presentarse en las cosas externas; por esta razón, se comprende que exista un sentido literal y
un sentido típico para la interpretación de las cosas 3.

a). Sentido literal: Es el sentido que presenta la verdad real, verdadera e inmediatamente pretendida
por su autor. El sentido literal deseado por el autor es diferenciada por la verdad que transmite
cualquier acomodación. Por otro lado, este sentido se limita al significado inmediato que pretende
el escritor del texto, de modo que presenta la verdad expresada por él; y es que el sentido literal no
es una adaptación basada en analogías o similitudes, ni una simple inferencia sino el tipo de
significado que el autor quiere expresar sin más detalle.

b). Sentido típico: Se basa en una relación figurativa de las personas, objetos u eventos bíblicos como
la verdad. A veces, el sentido típico es también llamado “sentido espiritual”, o “místico”, debido a
su naturaleza recóndita, alegórica.

3. El comentario de texto
Después que se ha revisado un texto, se puede hacer un ejercicio de comentario, en el que es
posible establecer vínculos y caracterizaciones. Redactar un comentario de texto, muchas veces, implica la
interpretación del texto que se está revisando a propósito de distintos detalles que se desean destacar. Sin
embargo, aunque este tipo de escritos permite dar pie a la subjetividad, no se debe recurrir a frases como
“Me ha gustado mucho este texto, me encuentro en completo acuerdo con el autor cuando dice…”. En

3 Para detalles más precisos, se presenta la página http://ec.aciprensa.com/wiki/Ex%C3%A9gesis_b%C3%ADblica.


cualquier caso, el comentario pretende más bien analizar desde un punto de vista crítico las ideas expuestas
en el texto; reforzar las tesis (ideas principales) expuestas por el autor con argumentos propios o refutar las
ideas del texto a partir de las nuestras; relacionar el tema con otros temas y con otros autores que lo hayan
tratado también; y/o relacionar el texto con lecturas, ensayos, películas,... que se hayan leído o visto y que
traten el mismo tema, desde el mismo o desde otro punto de vista.

Cuando se elabora un comentario crítico, se deben interpretar las distintas ideas del texto en
función de qué quiso decir el autor, si estamos o no de acuerdo con la idea y por qué; y analizar los
distintos argumentos que el autor presenta (¿de qué nos intenta convencer el autor? ¿Qué otros argumentos
pudo emplear?). Es posible que se elabore un esquema previo con las ideas fundamentales del texto que se
desea analizar para desarrollar el comentario crítico más concretamente, destacando las ideas que se hayan
encontrado como principales o interesantes. Lo ideal es presentar una estructura que presente un orden
que respete estas ideas que se hayan encontrado. Una estructura modelo puede ser la siguiente:

a). Introducción: En un párrafo, se puede iniciar el texto definiendo el tema que se presenta en el
texto a comentar, exponiendo de manera breve la postura del autor. Se puede plantear el tema
generalizando el asunto o bien partiendo de la particularización (vivencias personales,
comparaciones con cosas que se hayan visto).

b) La propuesta central: En un espacio que no debería ser mayor a un párrafo, se anuncia la


postura que como comentaristas presentamos. Lo que aquí se escriba dará coherencia al resto
del comentario: haremos explícita nuestra tesis teniendo en cuenta que puede estar acorde o no
con la postura del autor del texto que se está comentando.

c). Argumentación: Esta parte del comentario es la más extensa, y podría ocupar dos o más
párrafos, en las que se argumenta nuestra tesis y exponemos las razones que apoyan nuestra
posición. Estos argumentos podrían sostenerse con citas del texto que estamos revisando, pero
también pueden sustentarse con argumentos propios y originales o de otros autores; en este
último caso, se recurre a la cita directa o indirecta, respetando la autoría ajena que estamos
tomando prestada. La intención de este segmento del comentario es aportar nuevas
informaciones y no para repetir lo que ya el texto original nos dice.

d). Conclusiones: Para finalizar, podemos culminar el comentario de texto reforzando nuestra tesis
del segundo paso con aportes y reflexiones que conduzcan a nuevas investigaciones o
propuestas. Aquí se presenta nuestra madurez y personalidad.
Antes de iniciar la escritura de un comentario de texto, es importante tener claros algunos aspectos:

 En principio, es necesario que se haga una lectura exhaustiva del texto que se revisa, para
poder detallar y precisar cuáles son las ideas que se quieren resaltar en el comentario. Para
ello, la guía que se ha explicado en la primera sesión, “La lectura…”, puede servir como
modelo para ejecutar con eficiencia y eficacia este paso.
 También se puede recurrir a la lectura de otros materiales críticos que hayan revisado o
estudiado a profundidad el tema del texto a comentar: esto servirá para poder, más adelante,
sustentar las ideas que se desean aportar en los argumentos que apoyen o difieran del texto
que se revisa.
 Como se ha expresado en el paso C del comentario crítico, es obligatorio reconocer cuando
hemos tomado ideas de otros autores para sustentar nuestros argumentos. Para ello, se
recurre a las citas directas (textuales) o indirectas (parafraseadas). Cuando se hagan citas
directas, y menores a las 30 palabras, se colocará la frase o párrafo entre comillas dentro del
discurso corriente del comentario. En cambio, si supera las 30 palabras, se colocará esta cita
apartada, con un margen diferente al texto que se está realizando y una fuente un punto
menos que el texto que se escribe.

Por otro lado, es posible desarrollar los argumentos del comentario de texto haciendo citas
particulares o destacadas del texto en revisión para luego intentar explicarlas o detallarlas con precisión.
Estos argumentos definen también parte de la postura del intérprete que realiza este comentario de texto.

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