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CURSO DE INSTALADORES

Capítulo III

Equipos Auxiliares (A)


Equipos Auxiliares para Iluminación
Las lámparas de descarga gaseosa requieren para su funcionamiento un equipo
complementario ya que el proceso de conducción eléctrica en avalancha, que se produce
en cada semiciclo, le confiere una característica de resistencia negativa que llevaría a la
destrucción inmediata de la lámpara por absorción de corriente ilimitada.

En la figura se puede apreciar la tensión de línea y la tensión de arco de una lámpara de


descarga. La tensión característica del arco de descarga es constante y prácticamente no
depende de la corriente que circula por él. Por lo tanto al ser la tensión de línea y de
arco fijas, la diferencia entre ambas deberá ser compensada por un elemento intermedio
colocado entre las mismas. Se lo deberá colocar en serie, lo cual evitará el crecimiento
brusco de corriente. Por otra parte deberá tener bajas pérdidas para no reducir el
rendimiento total del equipo. Lo más adecuado para respetar estos parámetros es
colocar una impedancia inductiva, a la cual llamamos “Balasto”.

Los Balastos, al ser elementos inductivos, provocan un atraso de la corriente con


respecto a la tensión, por lo cual, debemos basarnos de un “Capacitor” para corregir el
factor de potencia y lograr un alto cos φ.

Los tipos mas conocidos de lámparas fluorescentes requieren para su arranque,


condiciones de precalentamiento de sus filamentos y pulsos de alta tensión, lo que hace
necesaria la colocación de un tercer elemento al que llamamos “Arrancador”.

Como hemos tratado en el fascículo II del curso, las lámparas de alta intensidad de
descarga de sodio alta presión y mercurio halogenado necesitan de alta tensión para
producir el arranque. El elemento utilizado para tal fin es el “Ignitor”, que haciendo una
comparación, no se trata ni mas ni menos que de un arrancador para lámparas de alta
intensidad de descarga. A diferencia de los arrancadores convencionales para lámparas
fluorescentes, los ignitores están construidos electrónicamente.

Por lo tanto, como hemos visto, un equipo auxiliar para iluminación está compuesto de:

 Un Balasto: para evitar la destrucción de la lámpara producto de la alta absorción


de corriente

 Un Capacitor: para corregir el factor de potencia.

 Un Arrancador o Ignitor: el cual actuará solo o en combinación con el balasto, en


un primer momento, proporcionando una tensión suficiente como para dar lugar al
encendido de la lámpara.
Balastos
Un balasto es un dispositivo conectado al circuito entre la fuente de alimentación y una o
mas lámparas, que por medio de una impedancia inductiva, capacitiva o resistiva
utilizadas en forma separadas o en combinación, tiene por objeto limitar la corriente al
valor requerido por las lámparas conectadas a él.

Un Balasto debe cumplir las funciones y respetar los siguientes parámetros:

 Controlar la corriente de las lámparas manteniéndola dentro de los límites


aceptados por la misma, de tal forma que su potencia no sobrepase el valor
máximo admitido ni que sea tan baja como para que el flujo luminoso obtenido
quede por debajo del mínimo aceptable.

 Suministrar la tensión necesaria para lograr el arranque y mantener del arco de


descarga sin permitir su extinción.

 Proveer una corriente de operación sin deformación excesiva de su forma de onda,


de tal forma que el factor de cresta (valor de corriente pico / valor de corriente
eficaz) esté por debajo del tope admitido.

 El contenido armónico de la corriente de línea deberá estar acotado a los valores


de la norma correspondiente.

 Deberá ser una unidad de bajas pérdidas para lograr la mayor eficiencia en
Lúmenes por Watt de potencia consumida.

 La temperatura de funcionamiento del bobinado debe estar acotada a la


característica de la clase térmica de sus materiales aislantes.

Arrancadores
Un Arrancador es un elemento diferente del interruptor de alimentación que cierra y abre
el circuito a los efectos de provocar el arranque de la lámpara.

El arrancador para lámparas tubulares fluorescentes debe cumplir con las


siguientes funciones:

 Caldear los filamentos de la lámpara para lograr el arranque de la misma con la


mínima degradación de vida.

 Interactuar con el balasto a fin de generar los pulsos de alta tensión necesarios
para el arranque de la lámpara.
 En los casos más exigentes, cesar su funcionamiento ante una lámpara agotada.
Esta característica es propia de los arrancadores electrónicos.

Capacitores
Un capacitor es un dispositivo eléctrico que maneja una potencia reactiva capacitiva,
permitiendo compensar la potencia reactiva inductiva propia del balasto.

El capacitor como parte del equipo auxiliar debe cumplir las siguientes funciones:

 Conectado en paralelo a la red: Como corrector del factor de potencia para


compensar la potencia reactiva del conjunto balasto – lámpara.

 Conectado en serie al balasto: Como regulador de la corriente de lámpara,


logrando una mejor regulación de la potencia de lámpara frente a variaciones de
tensión de red.

Por lo tanto se deberá tener en cuenta:

 El valor adecuado para lograr la corriente de lámpara especificada, por lo que la


combinación balasto – capacitor debe ser apareada por el fabricante del balasto.

 Ser apto para la tensión de trabajo a la que va a ser sometido, dependiendo del
caso esta puede oscilar los 400 Volts.

Ignitores
Un ignitor es un dispositivo electrónico que provee por si mismo, o en combinación con
el balasto, las condiciones eléctricas apropiadas necesarias para el arranque de lámparas
de alta intensidad de descarga.

Un Ignitor para lámparas de alta intensidad de descarga debe cumplir con las
siguientes funciones:

 Producir pulsos de alta tensión para lograr el arranque de la lámpara.

 Cesar el funcionamiento luego del arranque de la lámpara.

 Reencender la lámpara al reconectarse la tensión de red.


BALASTOS - CLASIFICACIÓN

Balastos Tipo Serie

Este tipo de balasto de características inductivas, formado por una simple bobina con su
núcleo magnético correspondiente, es el comúnmente utilizado. Su conexión eléctrica se
realiza en serie a la lámpara. Posee un bajo factor de potencia, que puede ser corregido
agregando un capacitor en paralelo con la línea.

Una de las principales características que lo favorece es la economía y las dimensiones


reducidas, pero proporciona una pobre regulación de potencia frente a las variaciones de
tensión de red. Estas variaciones oscilan el 20% de potencia de lámpara frente a un
10% de variación de tensión de red. Esto hace que la vida de la lámpara se reduzca
considerablemente si la tensión de red aumenta más de un 5%. La corriente de arranque
es elevada respecto de la de funcionamiento, debiendo dimensionar los circuitos para
ese valor. Como conclusión obtenemos que este tipo de balastos es adecuado siempre y
cuando se mantengan las condiciones de estabilidad de tensión de alimentación.

Balasto Autotransformador

Cuando las redes de alimentación tienen una tensión inferior a 200 V, se hace necesario
proveer un sistema de elevación, utilizado para proveer la tensión necesaria para el
encendido de la lámpara. Este sistema puede ser simplemente un autotransformador y
una reactancia de choque, lo cual es eléctricamente correcto, pero muy costoso y
voluminoso.
Para esta función se utilizan balastos autotransformadores, formados por dos devanados
acoplados magnéticamente, incluso con Shunts entre ellos, para que además de elevar
la tensión para el encendido de la lámpara, realicen la función de controlar la intensidad
de la misma. Este tipo de balastos autotransformadores tienen una regulación de
potencia muy pequeña, de modo que una variación de tensión del 5% ocasiona
oscilaciones de potencia de lámpara en el orden del 12%. Además son balastos de bajo
factor de potencia y para corregir este, teniendo en cuenta la tensión de alimentación
(normalmente 110 o 125 V) se deben colocar capacitores de gran capacidad.

Balasto Autorregulador

El balasto autorregulador combina un autotransformador con un circuito regulador.


Debido a que una parte del bobinado primario es común con una parte del secundario,
su tamaño se reduce. Puesto que solo el bobinado secundario contribuye a una buena
regulación, el grado de ésta depende de la porción de tensión primaria acoplada al
secundario.

Este tipo de balasto ofrece las siguientes ventajas:

 Una buena regulación de corriente y potencia de lámpara, frente a variaciones de


tensión de alimentación (en el orden del 5% en potencia frente a variaciones de
tensión de red del 10%)

 Como consecuencia de lo anterior se obtiene un notable aumento de la vida de la


lámpara, lo que reduce los costos de mantenimiento de la instalación.

 La corriente de arranque en la red no es superior a la de funcionamiento en


régimen normal, por lo que los sistemas de protección y los conductores de
alimentación se pueden dimensionar para una corriente menor. Esto trae aparejado
un aumento de la seguridad en las protecciones del circuito, al corresponder sus
valores con los de funcionamiento en régimen permanente.
 La compensación del factor de potencia se mantiene por encima de 0.9
independientemente de la tensión de red.

 Debido a la gran estabilización que proporcionan estos balastos, la tensión de red a


la cual la lámpara se extingue, es baja. Esto permite mayores variaciones de la
tensión de alimentación, sin que se produzcan apagados de la lámpara.

Expectativa de Vida
Un balasto fabricado adecuadamente tendrá una expectativa de vida de
aproximadamente 10 años bajo condiciones normales de uso. En el caso de las lámparas
fluorescentes, la norma IRAM 2027 fija las condiciones de temperatura de ensayo para
asegurar esta expectativa de vida. El calor excesivo es el peor enemigo de la vida del
balasto. Los balastos son dispositivos electromecánicos que generan calor durante su
funcionamiento normal. Este calor debe ser disipado desde el interior del balasto hacia el
medio ambiente a través de la luminaria (artefacto). También el calor generado por la
lámpara debe ser disipado por la luminaria. Si tanto el calor producido por el balasto
como el de la lámpara no son disipados adecuadamente, se reducirá sustancialmente la
vida del balasto.

Un balasto está diseñado para trabajar a una temperatura de trabajo (Tw o Tt)
determinada, normalmente 120 ó 130 ºC. Operando de forma continua a esta
temperatura se obtiene una expectativa de vida de 10 años. Por cada 10 ºC que se
supere la temperatura de trabajo del balasto, se acorta su vida a la mitad. Del mismo
modo, una disminución de 10 ºC duplicará la vida del mismo.

Observar el siguiente gráfico:

Tw 120
Años de Servicio
Tw 130
100

20

10

1
80 90 100 110 120 130 140
Temperatura ºC

Para el caso de la recta de Tw = 120 ºC se puede esperar una vida de 10 años


trabajando al límite, o sea a 120 ºC. Es importante tener en cuenta que esta
temperatura se especifica para el bobinado del balasto, ya que es el lugar de circulación
de corriente y por ende donde se encuentra la mayor concentración de temperatura
soportada por el aislante del alambre. Es de esperar que si la carcaza exterior o la
laminación se encuentran a 120 ºC, la temperatura en el bobinado sea muy superior. Es
por eso que no basta con medir la temperatura del balasto colocando una termocupla en
la parte externa del mismo, sino que se debería medirse en el bobinado.
Cuando un balasto opera, circula una corriente que provoca un calentamiento del
mismo. Este incremento de temperatura que se produce desde el momento en que
empieza a circular corriente se llama ∆t y se define como el calentamiento propio del
balasto. El ∆t tarda aproximadamente 4 hs. hasta estabilizar su valor.

Otro valor que interviene es la temperatura ambiente Ta. Por consiguiente sobre el
balasto aparece la suma de dos temperaturas, el calentamiento propio ∆t y la
temperatura ambiente Ta.
La suma de estos dos valores no debe superar la temperatura de trabajo Tw o Tt.

Por lo tanto:

∆t + Ta < Tw

Veamos un ejemplo:

Temperatura de trabajo del balasto (Tw) = 105 ºC



Calentamiento Propio del Balasto (∆t) = 55 ºC

Margen disponible para temperatura ambiente


en la instalación (Ta) = 50 ºC

Luminaria
La elección de la luminaria, incluyendo la forma de montaje, materiales del cielorraso y
la temperatura ambiente esperada en el local de instalación, son parámetros
determinantes del funcionamiento del balasto y por lo tanto de su vida útil.
Si el balasto se adosa internamente a la parte metálica de la luminaria y esta tiene
contacto con el exterior, habrá una correcta disipación del calor. Cuando se cumple esta
condición, los balastos fabricados con buena tecnología y siguiendo la Norma IRAM
pueden tolerar una temperatura de hasta 50 ºC en su entorno (alojamiento). En general
la temperatura de la caja o superficie exterior del balasto no debe superar los 85 ºC.
Hay que prestar especial cuidado cuando la luminaria elegida para alojar el balasto sea
de tipo hermética, ya que en este caso se requiere un balasto especialmente diseñado,
sobre todo si este no puede conducir el calor hacia el exterior (Ejemplo: artefactos
estanco).

Cuando se elige instalar balastos en el exterior, ya sea fijados en una pared o alojados
en un gabinete, hay que buscar también la mejor condición de enfriamiento. En el
primer caso, es recomendable que los balastos se posicionen con su eje longitudinal
perpendicular al suelo y que su espaciamiento entre caras longitudinales sea de por lo
menos un ancho como mínimo, siendo preferible si el lugar lo permite, dos anchos. De
este modo se puede asegurar una circulación natural de aire entre ellos. Para balastos
fijados en gabinetes, es preferible que se disponga de una circulación de aire forzada o
utilizar balastos para alta temperatura.

Observar el siguiente dibujo:


PARED

2 ANCHOS

SUELO

Precauciones con el Montaje de Rapid Start


Cuando los balastos de arranque rápido (Rapid Start) deban instalarse lejos de las
lámparas, la caída de tensión en los cables que alimentan los filamentos no debe ser
excesiva. Es importante tener en cuenta que los conductores sean de una sección
adecuada respecto del largo, evitando incrementar demasiado su resistencia. Otro de los
parámetros a tener en cuenta son los contactos de los zócalos con las lámparas, estos
deben permanecer limpios y libres de óxido así también como el resto de los terminales
de conexión. El hecho de no tener en cuenta este tipo de precauciones, puede originar
un calentamiento insuficiente de los cátodos y por ende la lámpara no encenderá. Por
este motivo se exige que la resistencia de los conductores de cada cátodo, teniendo en
cuenta la resistencia de contacto de los zócalos y los bornes del balasto, sea inferior a
0.5 Ω.

Lámpara

Balasto Max 0.5 Ω

Precauciones con las Instalaciones

El balasto es un componente que forma parte de un sistema de iluminación. Este


sistema está compuesto por:

 Luminaria
 Lámpara
 Balasto
A este sistema se le aplicará una tensión y se espera lograr una buena iluminación con
un rendimiento adecuado de todas las partes. Para lograr este objetivo, se deberá elegir
tanto el balasto como la luminaria y se tendrá en cuenta la temperatura ambiente, la
posición del cielorraso y la forma de montaje.
En general las luminarias son instaladas cercanas al techo de los lugares a iluminar y es
sabido que en casi todos los casos ese es el lugar con el aire más cálido. Cuando la
luminaria está adosada al cielorraso, se pierde una buena parte de la capacidad para
liberar calor del balasto. Cuando la luminaria está suspendida del cielorraso, se tiene en
general, una mejor condición de temperatura de trabajo para el balasto que en el caso
anterior. El caso mas complejo es el de las luminarias embutidas en el cielorraso, sobre
todo si la temperatura ambiente es elevada. Sin embargo este tipo de montaje se suele
utilizar en oficinas o locales comerciales donde se dispone de aire acondicionado.
De todos modos conviene asegurarse de la temperatura existente en el cielorraso
armado y la losa, así también como de la correcta circulación de aire en el lugar. Si se
prevé una temperatura superior a los 50 ºC es conveniente recurrir a balastos diseñados
para altas temperaturas.

Conviene recordar que las tensiones de red superiores a las del diseño del balasto,
producirán un incremento de la temperatura de trabajo, reduciendo su vida útil.

Para asegurarse de una máxima vida útil es conveniente que tanto el fabricante de
luminarias como el proyectista requieran la información técnica necesaria para analizar
en detalle los proyectos de iluminación.

Es muy importante la forma de montaje del balasto dentro de la luminaria. El balasto en


funcionamiento es una fuente de calor. Por lo tanto el balasto debe ser fijado a la
superficie metálica de la luminaria para permitir una adecuada disipación. La luminaria
deberá estar diseñada para permitir una buena evacuación del calor. La instalación de
luminarias en locales, cuya temperatura ambiente es superior a la de diseño de la
luminaria, puede crear serios problemas de temperatura para el balasto.

Tensión de Línea
La tensión de línea no solo puede afectar la vida del balasto, sino también la salida
luminosa y la vida de la lámpara. Operar una instalación con una tensión mas baja que
la nominal, generalmente no trae efectos tan serios sobre la vida del balasto, sin
embargo, encender lámparas a bajas tensiones puede ocasionar daños en los
dispositivos de encendido, acortando su vida y reduciendo la salida luminosa. Tensiones
más altas que las nominales acortan la vida del balasto y de la lámpara debido a un
aumento en la generación de calor.

Los fabricantes de balastos especifican sus productos para una variación de tensión de
línea del +/- 5 al 10% de acuerdo con el tipo de lámpara. Pero esto se refiere a sus
características eléctricas y no a sus características térmicas. Aplicando una tensión
superior a la nominal, la temperatura del balasto aumenta y por lo tanto su vida se
acorta. Resultados de ensayos realizados en una combinación balasto – luminaria,
demuestran que por cada Volt de aumento en la tensión de alimentación, la temperatura
propia del balasto aumenta 0.8 ºC.

Por otra parte debemos colocar la reactancia a la red con polaridad adecuada (fase y
neutro). Esto es necesario para que la tensión que aparezca en uno de los extremos de
la lámpara sea máxima y facilite el encendido.
Frecuencia de Línea
También la frecuencia de línea tiene su influencia. El valor de la impedancia del balasto
depende de la frecuencia de red y por eso deben emplearse balastos adaptados a la
frecuencia disponible. En este tema hay que separar los balastos según sean de tipo
inductivo o capacitivo.

 Balastos Inductivos: Si la frecuencia disminuye, aumenta la corriente de lámpara.


Si la frecuencia aumenta, disminuye la corriente de lámpara.

 Balastos Capacitivos: Si la frecuencia disminuye, disminuye la corriente de lámpara.


Si la frecuencia aumenta, aumenta la corriente de lámpara.

Recordar !!!

Mayor Corriente >> Mayor Temperatura >> Menor Vida Útil

Lámparas Agotadas
Cuando se diseñan balastos para una lámpara con arrancador o ignitor hay que tomar
precauciones para el caso en que la lámpara esté agotada o llegue al final de su vida
útil. Bajo esta condición, la corriente que circula es casi el doble de la que corresponde al
funcionamiento normal y el arrancador intenta continuamente encender la lámpara hasta
que deja de funcionar o se pone en cortocircuito. En esta situación el balasto envejece
rápidamente y puede llegar a destruirse. De ser observado este fenómeno, se debe
cambiar la lámpara rápidamente.

Si se trata de un balasto diseñado para una lámpara sin arrancador (Rapid Start) la
condición de la lámpara agotada puede producir las siguientes situaciones:

 La lámpara no enciende, pero el transformador alimenta los cátodos, bajo esta


condición los extremos del tubo pueden verse con luminosidad rojiza.

 Puede ocurrir que el recubrimiento emisor de uno de los extremos del cátodo esté
agotado. Por lo que la lámpara enciende, pero circula mayor corriente en un solo
semiciclo (ver efecto rectificador, capítulo II del curso). El balasto bajo estas
condiciones, calienta excesivamente producto de la corriente continua. Bajo estas
condiciones puede observarse un parpadeo continuo de la lámpara.

Ayuda de Arranque
Para favorecer el encendido de las lámparas Rapid Start, que funcionan con los equipos
destinados a tal fin, se debe utilizar una cinta metálica puesta a tierra, colocada a lo
largo del tubo y a una distancia del mismo no mayor de 13 mm. Normalmente esta
ayuda suele ser la misma luminaria sobre la cual va montada la lámpara.
También es muy importante respetar la polaridad (fase – neutro) en la bornera de
alimentación del balasto.

Zumbido
Los balastos son componentes magnéticos formados por laminaciones de hierro. Estas
son delgadas láminas sobre las cuales se bobina un arrollamiento de cobre. Como el
campo magnético alrededor del bobinado se contrae y expande durante cada ciclo
eléctrico, las laminaciones se atraen y repelen unas a otras y debido a este proceso
vibran. Estas vibraciones del núcleo son las que provocan el zumbido.

Este ruido se manifiesta en dos formas:

 Un sonido con una frecuencia de 100 ciclos por segundo. Esta es la causa mas
frecuente de zumbido.

 Un sonido con una frecuencia de 1000 ciclos por segundo o mas, producto de las
elevadas armónicas de la corriente de red.

El ruido generado por el balasto es afectado por factores internos y externos al mismo.
Los factores internos inherentes al balasto dependen de su diseño y construcción. Para
disminuir los problemas de zumbidos se deben diseñar los balastos con flujo magnético
bajo. Esto ocasiona que la sección de laminación aumente, por lo tanto los balastos con
bajo porcentaje de laminación, trabajando con alta inducción, son los más propensos a
este tipo de inconvenientes. Por otra parte las laminaciones deben ser perfectamente
cortadas e impregnadas. Este último método es de suma importancia y es aconsejable
utilizar balastos impregnados al vacío, para garantizar que la resina de impregnación
penetre en todo el volumen del balasto sin dejar espacios libres que den origen a las
vibraciones.
Los balastos para lámparas de mayor potencia producen mas ruido que aquellos
utilizados para menor potencia, ya que el nivel de zumbido es función de la potencia
electromagnética involucrada. Pero, en compensación de esto, serán necesarias menos
lámparas de mayor potencia para lograr el mismo nivel luminoso. El constante desarrollo
tecnológico en balastos muestra significativos progresos en la supresión del ruido.

Con respecto al tema del zumbido la norma IRAM no especifica restricciones, lo mismo
ocurre con la mayoría de las normas internacionales. Por lo tanto, si bien el sello IRAM
garantiza el cumplimiento de una gran cantidad de parámetros, nada asegura con
respecto al zumbido. A partir de allí, para tener la seguridad de no encontrarse con este
tema, cuando se elige un balasto, además del sello IRAM, se debe tener en cuenta la
confiabilidad del diseño y construcción.
Así como hemos definido las causas internas que pueden generar zumbido en
los balastos, también existen una cantidad de parámetros externos que pueden
ocasionar este inconveniente:

 Montaje inadecuado del balasto dentro de la luminaria. Se recomienda utilizar todos


los agujeros de montaje del balasto para fijarlo a la luminaria.

 Características resonantes del techo, piso, paredes y muebles.

 Luminaria mal diseñada, con partes sueltas o flojas, difusores sin soporte
compacto.

 Tensión de línea elevada, esto provoca un aumento en la inducción del balasto

El nivel de ruido ambiente es un factor importante a tener en cuenta, pues resulta obvio
que el zumbido producido por un balasto es más importante en una biblioteca que en
una tienda. Sin embargo nuevamente queda de manifiesto la importancia de la calidad
del balasto y de la luminaria como componentes del sistema de iluminación. Si se trata
de la iluminación en una biblioteca o locales que requieran silencio absoluto, el zumbido
puede ser intolerable y se debe prestar sumo cuidado a este parámetro.
Interferencias Radioeléctricas
Bajo ciertas circunstancias, los tubos fluorescentes, emiten radiaciones que producen
interferencias en los receptores de radio, especialmente en la banda de onda media.
La fuente de interferencia es normalmente el punto del cátodo por el cual entra la
corriente de la descarga (punto caliente del cátodo). Las tensiones de alta frecuencia
generadas allí, emiten radiaciones que causan interferencias directas cuando son
captadas por la antena de algún receptor. También se puede transmitir interferencias a
través de los cables de alimentación.

En el primer caso, se pueden adoptar las siguientes medidas:

 Teniendo en cuenta que el punto caliente del cátodo está normalmente próximo a
uno de los soportes del filamento, se puede tratar de reducir las interferencias
haciendo variar la posición de este punto caliente invirtiendo la posición de los
filamentos del tubo.

 Revisar los contactos de los zócalos con los extremos del tubo, ya que un contacto
defectuoso puede ser causa de interferencias.

 Hacia el final de la vida útil de la lámpara el punto caliente del cátodo se hace
errático a lo largo de la longitud del mismo, debido a la pérdida del material emisor.
El único remedio en este caso es reemplazar la lámpara. También pueden
encontrarse tubos nuevos con una fuerte emisión de interferencias, debiendo ser
igualmente sustituidos.

 Las lámparas tipo Rapid Start en donde los filamentos permanecen continuamente
calientes, producen por lo general menos radiointerferencias que las lámparas Pre
Heat de arranque con arrancador.

 Si se producen interferencias en los receptores de radio o televisión por utilizar una


antena interior, la solución es sustituir esta antena por una de uso exterior
conectada mediante un cable debidamente blindado.

En el segundo caso se pueden adoptar las siguientes medidas:

 Si la interferencia se ocasiona a través de la línea de alimentación, se puede colocar


un capacitor de 0.01 µF entre los extremos de la lámpara o instalar en la conexión
a red del artefacto receptor un filtro de línea. Observar que algunos arrancadores,
por este motivo, ya traen incorporado el capacitor, el cual permanece conectado a
los extremos de la lámpara de forma continua.

Efecto Estroboscópico
El arco de una lámpara que funciona a 50 Hz se extingue 100 veces por segundo. Debido
a la persistencia de las imágenes en la retina del ojo humano, resulta que un objeto que
se mueve continuamente puede parecer que lo haga en forma intermitente.
Por otra parte el poder integrador del ojo humano no nos permite darnos cuenta de que
nuestra pupila abre y cierra 100 veces por segundo tratando de adaptarse a esa
variación luminosa del arco, lo que nos produce un cansancio visual a lo largo del día y
mas notable aun en las oficinas o lugares bajo la continua exposición a este tipo de luz.
Para corregirlo se pueden utilizar dos métodos:

1) Balastos conexión Two Lamp, donde los puntos de extinción de una lámpara no
coinciden con los de la otra, evitando el cruce por cero de la forma de onda de red
en las dos lámparas simultáneamente.

2) Conexión de los artefactos a fases distintas, debido al defasaje que existe entre
ellas.

Fin del tercer fascículo

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