Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
9
I. MALA HIGIENE
1. DEFINICION:
Es cuando no se tiene un buen lavado en la zona íntima ya que muchos
tienen ideas erróneas en cuanto como debe ser un buen lavado. Quiere decir
si no se tiene una buena higiene no solo traerá como consecuencia varios
tipos de infecciones sino también vendrá acompañada de varios factores
como: mal olor, flujo vaginal, entre otros, la higiene intima debe ser una rutina
diaria para todas las personas ya que mantendrá su zona intima limpia. (1)
Realizar una higiene intima completa y adecuada es uno de los aspectos más
importantes para prevenir la aparición de episodios recurrentes de cistitis, la
mayoría de las infecciones urinarias, como la cistitis se producen por
contaminación fecal.
La deficiente higienización del recto puede conllevar el traspaso de gérmenes
desde el recto hasta la zona vaginal y vesical propiciando la colonización
bacteriana de la vagina, la uretra y por último la vejiga por parte de bacterias
de escherichia coli, responsable de la aparición de tres de cada cuatro
episodios de infecciones urinarias de repetición en mujeres. En cuanto a la
eliminación de la orina a través de la uretra femenina la defecación debe ser
completa posteriormente la limpieza debe realizarse de adelante hacia atrás
evitando de esta manera el traslado de gérmenes desde el recto y el no hacia
los aparatos reproductor y urinario de la mujer. (9)
2. EPIDEMIOLOGÍA.
El ginecólogo quiteño, afirma que con una higiene íntima correcta previene
en un 90% las infecciones genitales que llegan a tener un efecto negativo en
el cuello uterino, lo que aumenta las probabilidades del contagio. Los factores
que contribuyen a la aparición de vulvovaginitis son: falta de higiene diaria,
10
limpieza inadecuada con el papel de atrás hacia delante, uso de materiales
sintéticos en la zona genital, uso de jabón perfumado, etc. El principal
abordaje para la vulvovaginitis incluye una mejora de la higiene perianal. Se
considera que un 90% de las mujeres padece algún tipo de vaginitis a lo largo
de su vida. En la vulvovaginitis o Infección de la vulva y la vagina, el 68%
están relacionados con bacterias coliformes como E. Coli. El principal
reservorio de coliformes es el tracto gastrointestinal por lo que a través de
una higiene incorrecta pueden acceder a la zona vulvovaginal mediante el
arrastre mecánico desde el ano. Otra infección es la vaginosis bacteriana,
caracterizada por un desorden del ecosistema vaginal. Ésta tiene una
prevalencia que oscila entre el 10-40%. La infección por Cándida, la segunda
causa de consulta ginecológica después de la vulvovaginitis bacteriana, con
una prevalencia del 34% de una muestra de 171 pacientes, guardando
relación con la incorrecta higiene intima. (3)
Las infecciones del tracto urinario constituyen una de las enfermedades
infecciosas más comunes a nivel mundial afectando principalmente a las
mujeres, debido al tamaño de la uretra y la distancia existente entre el colon
y la apertura uretral que es mucho más corta que en los hombres. Estas
infecciones varían según la edad, sexo, actividad sexual y es frecuente en
mujeres embarazadas. Las infecciones de vías urinarias afectan al 20% de
las mujeres entre 20 y 40 años,
Las ITU no constituyen únicamente un problema clínico, sino también
involucra una repercusión económica, debido a los altos costos de los
tratamientos a los que estarían sometidos los pacientes que no fueron
diagnosticados a tiempo y desarrollaron enfermedades secundarias. La
presencia de una bacteriuria asintomática no tratada puede ocasionar
problemas serios como el desarrollo de una pielonefritis. Aumenta el riesgo
de bacteriemia en el 15 al 20% y de sepsis en el 2 al 12% de los casos.
La falta de conocimiento y la no aplicación de hábitos de higiene íntima
adecuados, así como una infraestructura sanitaria deficiente favorecen a la
aparición de enfermedades del aparato urinario. (2)
11
3. CONSECUENCIAS
Se puede adquirir cualquier tipo de infección sino se tiene una buena higiene
en consecuencia puede ser:
12
II. INFECCION DEL TRACTO URINARIO
1. DEFINICIÓN
2. Epidemiología
Las infecciones urinarias son muy frecuentes en las mujeres, con mucha
frecuencia causan una extensión de la infección, o incluso una lesión renal
irreversible. La mayor parte de las infecciones es causada por una clase de
bacterias, Escherichia coli (E. coli) en un 80% de los casos. En el año 2007,
en Estados Unidos, hubo 8,6 millones de consultas médicas por infección de
vías urinarias, el 84% de mujeres. Las mujeres jóvenes que mantienen
relaciones sexuales tienen aproximadamente 0,7 episodios de cistitis por
persona-año, y según un estudio poblacional, cerca del 10% de mujeres
13
postmenopáusicas afirmaron haber tenido un episodio de infección del tracto
urinario en el año. Se calcula que el 50-60% de las mujeres adultas tendrá al
menos un episodio en su 30 vida. Las infecciones de vías urinarias
representan actualmente una de las patologías de mayor incidencia en el
sexo femenino, en un estudio realizado con una población de 142 mujeres se
encontró que prevalencia de infecciones urinarias el 43,65% son mujeres
jóvenes de 20 a 29 años de edad que tienen vida sexual activa. En el factor
sociocultural el 72,54% mantiene una higiene incorrecta. (3)
3. FACTORES DE RIESGO
Se definen como situaciones que hacen que un individuo sea vulnerable para
padecer una enfermedad o en otros casos, donde la enfermedad ya está
presente, estos factores la vuelven más virulenta. En caso de ITU, se
clasifican en tres situaciones. Primero, las alteraciones al libre flujo que
incluyen daños orgánicos (reflujo vesicoureteral, Instrumentación), procesos
obstructivos (tumores, litiasis vesical), alteraciones funcionales (embarazo,
disfunción vesical) y problemas estructurales (malformaciones,
complicaciones postcirugía.) Segundo se hallan los procesos predisponentes
y/o agravantes como: la edad avanzada, sexo, diabetes mellitus,
hospitalizaciones repetidas, insuficiencia renal crónica, dos o más ITU en
menos de un año e inmunosupresión. Los procesos predisponentes sociales
son el tercer grupo, incluyendo una vida sexual activa, uso reciente de
diafragma uterino o espermicidas, sexo anal asociado en el mismo acto a
sexo vaginal, cambio constante de parejas sexuales, entre otras. Los factores
de riesgo que con frecuencia se encuentran asociados a ITU son:
o Edad: Las ITU se presentan en todos los grupos etareos con mayor
frecuencia en pacientes de sexo femenino con edad entre 20 y 56 años,
Aproximadamente 3% de las niñas prepuberales han presentado una ITU.
Su prevalencia está íntimamente relacionada con la vida sexual activa que
alcanza su mayor porcentaje durante la segunda y cuarta década de vida.
Su frecuencia aumenta con la edad, debido a un deterioro considerable
de las defensas naturales del organismo frente a procesos infecciosos.
14
o Sexo: Las infecciones del tracto urinario son más frecuentes en mujeres
que en hombres debido a diferencias anatómicas, como la cortedad de la
uretra y su cercanía con el ano lo que facilita la colonización ascendente
de los microorganismos para producir infección. El 60 a 80 % de las
mujeres presentará por lo menos una infección del tracto urinario a lo largo
de su vida. La inmensa mayoría de las infecciones sintomáticas agudas
se dan en mujeres jóvenes. La bacteriuria asintomática es más frecuente
en los ancianos, sean hombres o mujeres.
15
o Diabetes: mujeres con diabetes gestacional son los más propensos de
padecer ITU, debido a que sus niveles de glicemia superan el umbral
renal, traduciéndose en una glucosuria, la cual favorece el desarrollo
bacteriano. En México, en el año 2014 la prevalencia de ITU en personas
diabéticas fue del 17%, afectando al 6,5% del total de hombres diabéticos
y 22,8% del total de mujeres diabéticas.
17
mayor cantidad de humedad en la zona siendo un ambiente para la
proliferación de bacterias. (3)
4. SIGNOS Y SÍNTOMAS
Orina turbia oscura, con mal olor o sanguinolenta Fiebre baja (no toda
persona tendrá fiebre) Generalmente la fiebre se presenta en las
infecciones urinarias altas
sensación de dolor o ardor al orinar
sensación de necesidad imperiosa de orinar, pero no poder hacerlo
Presión o calambres en la parte inferior del abdomen (por lo general en
la mitad) o en la espalda
Sensación de necesidad de orinar más a menudo que lo habitual, incluso
poco después de haberlo hecho
En caso de infecciones urinarias altas los síntomas pueden incluir:
Fiebre
Escalofríos y temblores o sudores nocturnos
sensación de malestar general
Dolor de costado, en la espalda o la ingle
Cambios mentales o confusión (en las personas ancianas, estos
síntomas a menudo son los únicos signos de una infección urinaria)
Náuseas y vómitos
Dolor abdominal intenso (algunas veces) (5)
18
5.2. Cultivo de las bacterias de las vías urinarias en un laboratorio. A
continuación de los análisis de laboratorio, a veces se realiza un cultivo
de orina. Este análisis le revela al médico qué bacterias están causando
la infección y qué medicamentos serán los más efectivos.
5.3. Creación de imágenes de la vía urinaria. las infecciones que has
tenido con frecuencia pueden ser causadas por una anormalidad en las
vías urinarias, puede pedirte una ecografía, una exploración por
tomografía computarizada o resonancia magnética. Para estos
procedimientos, también es probable que utilicen un tinte de contraste
para que resalten las estructuras de las vías urinarias.
5.4. Uso de un endoscopio para observar el interior de la vejiga. Si tienes
infecciones urinarias recurrentes, el médico puede realizar una
cistoscopia mediante un tubo largo y delgado provisto de una lente
(cistoscopio) para ver dentro de la uretra y la vejiga. El cistoscopio se
introduce en la uretra y pasa hasta la vejiga. (6)
6. TRATAMIENTO:
Generalmente, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para las
infecciones de las vías urinarias. Los medicamentos que te receten y el
tiempo de uso dependen de tu estado de salud y del tipo de bacterias que se
encuentren en la orina.
6.1. Infección simple
Los medicamentos que suelen recomendarse para las infecciones
urinarias simples comprenden:
Fosfomicina (Monurol)
Ciprofloxacina (Cipro)
Levofloxacina (Levaquin)
Cefalexina (Keflex)
Ceftriaxona (Rocephin)
19
Azitromicina (Zithromax, Zmax)
20
Las infecciones de las vías urinarias pueden ser dolorosas, pero puedes
tomar medidas para aliviar el malestar hasta que los antibióticos traten la
infección. Sigue estos consejos:
Bebe mucha agua. El agua ayuda a diluir la orina y expulsar las bacterias.
Evita las bebidas que puedan irritar la vejiga. Evita el café, el alcohol y
los refrescos que contengan jugos de cítricos o cafeína hasta que la
infección haya desaparecido. Pueden irritar la vejiga y tienden a agravar
la necesidad frecuente o imperiosa de orinar.
Usa una compresa térmica. Aplica una compresa térmica tibia (no
caliente) sobre el abdomen para reducir al mínimo la presión o la molestia
en la vejiga.
7. COMPLICACIÓNES
21
Riesgo elevado en las mujeres embarazadas de dar a luz un bebé de bajo
peso al nacer o prematuro.
Síndrome séptico, una complicación de las infecciones que puede poner
en riesgo la vida, especialmente si la infección se extiende hacia arriba,
más allá de las vías urinarias, hasta los riñones. (6)
22
8. PREVENCIÓN
La infección del tracto urinario (ITU) es uno de los padecimientos más
frecuentes del ser humano, desde sus primeros días hasta la senectud. Su
prevalencia en ambos sexos y en los distintos grupos de edad es variable.
En los tres primeros meses de vida la ITU es más frecuente en los varones
debido a alteraciones estructurales como la presencia de válvulas uretrales
posteriores. Este hecho prueba que un obstáculo que se oponga a la
eliminación de la orina, provocando su retención en cualquier segmento de la
vía, constituye un factor predisponente para la infección.
A partir de esa edad la ITU es más frecuente en niñas debido a una causa
funcional, el reflujo de orina por incompetencia de las válvulas
vesicoureterales, que suele corregirse espontáneamente con la pubertad. Si
la infección no se controla las bacterias responsables pueden alcanzar por
vía intraluminar la pelvis renal y los riñones en desarrollo, ocasionando
múltiples episodios de pielonefritis que originan cicatrices renales y,
consecuentemente, insuficiencia renal crónica.
Aproximadamente desde los 15 a los 50 años la ITU es prácticamente
inexistente en el hombre, mientras que en la mujer tiene una prevalencia que
puede alcanzar hasta el 3% de la población. La actividad sexual es un factor
importante de riesgo en estos casos. En ambos sexos, a partir de los 50 años,
las modificaciones anatómicas (hipertrofia prostática en el hombre) y
fisiológicas (menopausia en la mujer) predisponen a la ITU, a veces crónica,
y frecuentemente asintomática o tolerada local y sistémicamente hasta el
punto de ser considerada por algunos una consecuencia normal del
envejecimiento que, en la mayoría de los casos, no precisa tratamiento
antibacteriano.
Resulta curioso que este panorama de morbilidad no ha variado en los
últimos 2.000 años, y llama también la atención los escasos logros en la
prevención de la ITU en todas las edades, y particularmente en las mujeres
jóvenes, a pesar de los grandes progresos médicos de las últimas décadas.
Parece necesario llevar a cabo un planteamiento acerca de la posibilidad de
aplicar medidas preventivas, si no para erradicar, al menos para reducir
significativamente el número de episodios anuales de cistitis que sufren
23
algunas de esas mujeres con los consiguientes trastornos personales y
laborales derivados. Además, en este importante grupo poblacional la
frecuencia de ITU se incrementa durante el embarazo y supone un riesgo
para la madre (pielonefritis, preeclampsia, eclampsia, hipertensión) y para el
feto (prematuridad, bajo peso al nacer, muerte perinatal).
La primera y más obvia medida preventiva es la confirmación de que nos
encontramos ante un enfermo, infantil o adulto, hombre o mujer, que padece
ITU. Esto no es tan sencillo en ocasiones, sobre todo en la infancia y la vejez,
cuando el cuadro clínico puede no ser muy expresivo, con escasos signos y
síntomas que apunten al aparato urinario como asiento de la infección 4.
Ahora bien, posiblemente la instauración de medidas higiénico-dietéticas sea
la base fundamental de una prevención eficaz. Las principales medidas de
cambio de comportamiento son:
24
CONCLUSIÓNES
De acuerdo a la información obtenida se llega a las siguientes
conclusiones.
Los factores de riesgo es un incorrecto aseo íntima. Muchas personas descuidan
su higiene personal especialmente la higiene íntima debido a que no son
conscientes de todos los riesgos que corren.
25
RECOMENDACIONES
26
GLOSARIO
27
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
http://www.elsevier.es/es-revista-actas-urologicas-espanolas-292-
articulo-la-infeccion-urinaria-su-prevencion-S0210480611002294.
29
ANEXOS
30
ANEXO N°1
31
ANEXO N°2
32