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La evolución de la Teoría Crítica.

Reflexiones y digresiones sobre su vigencia


para una educación crítica

Paz Gimeno Lorente


Fedicaria-Aragón

pp. 37-55
Resumen
Este artículo pretende ser una pequeña muestra de aquellos principios de la Teoría Crítica de
la Escuela de Frankfurt que siguen siendo útiles para la comprensión del mundo actual y sirven
de referentes para una educación crítica. Se han incluido no sólo algunos planteamientos de los
primeros frankfurtianos sino también las tesis y nuevas categorías aportadas por las generaciones
posteriores del Instituto para la Investigación Social de Frankfurt, que han mantenido la herencia
de la primera Teoría Crítica.
Palabras clave: Teoría Crítica; Escuela de Frankfurt; Crítica ideológica; Acción comunicativa;
Acción creativa; Teoría del reconocimiento; Educación crítica.

Abstract
Evolution of Critical Theory. Reflections and digressions on its validity for critical education
This paper aims at providing a small sample of those principles of the Critical Theory of the
Frankfurt School that remain useful to understand the current world and that work as a referent for
critical education. The paper includes not only some of the theories of the first Frankfurt scholars,
but also the theses and new categories by the following generations in the Institute for Social Re-
search of Frankfurt, which have preserved the heritage of the first Critical Theory.
Keywords: Critical Theory; Frankfurt School; Ideological Criticism; Communicative Action;
Creative Action; Theory of Recognition; Critical Education.

“Quien se entrega plenamente al presente está para la Investigación Social de Frankfurt), a


condenado a responder constantemente ante he- partir de su regreso a Alemania, para ubi-
chos consumados. Por otra parte quien no puede
car en un marco topográfico-conceptual el
encontrar la fuerza para soñar no encontrará la
fuerza para luchar”. pensamiento de algunos autores que han
(Oskar Negt). mantenido una relación con la Teoría Críti-
ca a través de alguna colaboración directa o
indirecta con el Institut. No es mi pretensión
Introducción y exposición de que este rastreo sea algo exhaustivo y con-
intenciones temple todas aquellas manifestaciones que
pudieran ser consideradas bajo la cobertu-
Mi objetivo al elaborar este artículo es ra de teórico-críticas, porque entiendo que
doble. En primer lugar deseo presentar un ningún planteamiento teórico es unívoco y
breve esbozo de la evolución de la Teoría por tanto caben, y son legítimas, todas las
Crítica, desde la posición de la Escuela de interpretaciones posteriores que con sus
Frankfurt y su manifestación institucional consiguientes modificaciones los lectores de
en el Institut für Sozialsforschung (Instituto un texto puedan llevar a cabo.

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En segundo lugar propongo, sin ánimo chung de Frankfurt (Instituto para la Inves-
de sistematización, unas reflexiones sobre tigación Social).
algunas de sus tesis, primigenias y actuales, Evocando una breve historia del mismo
que siguen teniendo validez tanto para la desde el regreso de Adorno y Horkheimer a
comprensión de la vida social actual como Alemania tras el exilio en Estados Unidos1,
para fundamentar determinadas opciones hay que señalar que el Institut experimen-
educativas de carácter crítico. Reflexiones ta una gran diversidad en sus temáticas de
que, expuestas a modo de “aforismos” o di- investigación y publicaciones a partir de la
gresiones, puedan suscitar el pensamiento desaparición de Adorno, director del mismo
crítico del lector. desde su regreso hasta su fallecimiento en
1969. En estos años aunque Adorno cum-
pla el papel oficial de director –en opinión
Evolución del Institut für de Claussen–, es Horkheimer2 su “cerebro
Sozialsforschung político” quien pretende, a través de las in-
vestigaciones y estudios del Institut, encon-
Resulta difícil hacer una descripción trar una plasmación empírica de las tesis del
evolutiva de la Teoría Crítica desde aquel grupo en la vida del presente, ya que la Teo-
ensayo programático de Horkheimer en ría Crítica, en sus palabras, debe ser una teo-
1937 hasta hoy (Horkheimer, 1974). La difi- ría que mirando hacia el pasado aporte las
cultad estriba tanto en la propia definición claves explicativas de las miserias de la vida
de esta teoría como en la situación de dis- social del momento. Esta actitud caracteriza
persión de los autores que reclaman una de forma permanente a la Teoría Crítica: la
conexión conceptual con ella. No hay que renovación permanente de un pensamiento
olvidar que el origen filosófico de los pri- que se mantiene fiel a sí mismo en la bús-
meros autores de la Escuela de Frankfurt queda de una “verdad” que contiene la es-
reduce su difusión al ámbito académico de peranza utópica de una sociedad más justa
la filosofía. Solo posteriormente, y dado el y humana, pero que precisa transformarse,
carácter interdisciplinar y atípico de esta modificarse, para poder interpretar correc-
teoría, los sociólogos se hacen eco de ella, ta y críticamente los nuevos desafíos que la
aunque la Teoría Crítica no sea una teoría historia social va generando3.
fácilmente encuadrable dentro de su disci- El fallecimiento de Adorno, supone un
plina (Gómez, 2009). Así pues, no es senci- hito en la vida del Institut, y a su muerte
llo hacer un rastreo de esta teoría, lo que me se produce un intenso debate sobre quién
lleva a ceñirme al único enlace institucional va a cubrir su cátedra en la Universidad de
al que se adscribe: el Institut für Sozialsfor- Frankfurt. Se esperaba que su sucesor fuera

1 He omitido por conocida la primera época del Institut, desde 1924 y sus primeros años en Frankfurt hasta
1949, año en que regresan Adorno y Horkheimer a Alemania. Si se desea conocer esta época puede consul-
tarse el libro de Martin Jay (1974).
2 Horkheimer en aquellos momentos, y hasta su muerte en 1973, ocupa el puesto de rector de la Universidad
de Frankfurt.
3 Detlev Claussen, alumno de los seminarios de Adorno y Horkheimer en la década de los años 60 del siglo
pasado, miembro activo del SDS (Federación Socialista de Estudiantes Alemanes), biógrafo posterior de
Adorno y continuador a su manera de la tradición teórico-crítica frankfurtiana, explica que en el proceso
de recogida de información sobre la biografía de Adorno encontró en el Archivo-Horkheimer, abundante
material informativo sobre el golpe de estado en Irak de 1958, así como sobre la revolución china. Para
Horkheimer, explica Claussen, no se trataban de simples acontecimientos sociales, sino que los interpreta-
ba como casos paradigmáticos de lo que denominaban en el Institut como “revolución malograda” y, por
tanto, eran motivo de reflexión (Maiso, 2009). Claussen recogerá esta herencia y posteriormente se centrará
en el estudio de problemas sociales transnacionales buscando nuevas categorías críticas.

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Oskar Negt, asistente de Habermas en los se- asumida en los últimos años por Helmut Du-
minarios pero no es así y Negt se traslada a la biel y Axel Honneth, actual director, centran-
Universidad de Hännover, donde genera un do su actual programa de investigación en
círculo de trabajo que intenta desarrollar, de torno a un eje programático, “las paradojas
forma empírica, y ortodoxa, las tesis inicia- de la modernización capitalista”. Siguiendo
les de la primera Teoría Crítica. La dirección el criterio dialéctico adorniano a la hora de
del Institut es asumida por Ludwig von Frie- plantear tesis y antítesis, se pretende elaborar
deburg, codirector con Adorno, hasta 2001, un marco conceptual que interprete las trans-
centrando la investigación en temas como la formaciones socioestructurales que se están
relación entre los estudiantes y la política, el produciendo en las sociedades occidentales,
clima empresarial o la vejez, intentando com- cambios que pueden ser analizados desde la
prender y combatir los procesos de despoliti- doble faz de su progresión ética o de su regre-
zación, privatización y desideologización de sión. Las condiciones laborales, las relaciones
las jóvenes generaciones. Esto último le llevó de género, las condiciones de socialización
a involucrarse en cuestiones de política edu- de las nuevas generaciones en familias que
cativa llegando aceptar el cargo de ministro ya no responden a un modelo tradicional, la
de cultura del Land de Hessen en 19694. incorporación de las nuevas tecnologías al
Curiosamente el Institut apenas se invo- mundo de la cultura, etc., generan tenden-
lucra en la esfera educativa. Únicamente Os- cias paradójicas que son estudiadas desde
kar Negt desarrolla un proyecto escolar, la una perspectiva interdisciplinar (Horkhei-
Glocksee-Schule en Hännover, si bien algunos mer) entre sociólogos, juristas, historiadores,
planteamientos de la Escuela de Frankfurt filósofos y psicólogos del desarrollo.
son recogidos como filosofía educativa en Siguiendo estos criterios, las investiga-
un movimiento denominado genéricamente ciones de estos últimos años se agrupan en
como Pedagogía Crítica, como ejemplifica el torno a las siguientes temáticas:
Proyecto Marburgo, de Klafki5. 1. El cambio estructural de los procesos
Posteriormente Gerhard Schweppen- normativos de integración social, donde se
häusser genera otro grupo de investigación analizan críticamente las consecuencias de
en Lüneburg y retoma la publicación de la una irracional concepción de los principios
Zeitschrift für Kritische Theorie (Revista de Teo- de “rendimiento” y de “responsabilidad”,
ría Crítica) con la que pretende articular un estudiando también los espacios de interre-
foro de discusión donde se recupere el inte- lación cultural donde se confrontan las dife-
rés práctico de la Teoría Crítica de la Socie- rentes concepciones axiológicas y normati-
dad. Interés que Schweppenhäusser define vas sobre el mundo.
como el intento de reconstruir un marco teó- 2. La racionalidad capitalista y el mundo
rico global de las relaciones sociales que per- del trabajo, donde se analizan los cambios
mita la interpretación crítica de los hechos en las formas de relación entre empresario-
aislados, intentando aunar la investigación trabajador y cómo los principios de flexibi-
empírica, la crítica ideológica y la reflexión lidad y desregularización del libre mercado
filosófica6. han afectado negativamente a los trabaja-
Actualmente el Institut se mantiene en dores modificando sus vidas y alienando su
Frankfurt y la dirección del mismo ha sido pensamiento.

4 Sin embargo sus esfuerzos por promover una política educativa que favoreciera la igualdad de oportuni-
dades desató enconados conflictos y a los cinco años presentó su dimisión y las tendencias conservadoras
alemanas no tardaron en deshacer gran parte de su trabajo institucional (Maiso, 2010).
5 Para más información sobre esta recepción pedagógica véase Gimeno Lorente, 1995, pp. 565-693.
6 La Zeitschrift für Kritische Theorie está publicada por la editorial Zu Klampen y es editada por Schweppen-
häusser, desde el otoño de 1995, con unos artículos que responden a una temática central, otra sección más
breve sobre diversas temáticas y una tercera sección de recensiones.

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3. Las nuevas formas de familia y las En la denominada tercera generación


condiciones de socialización primaria que aparecen nombres como Axel Honneth (ac-
estas nuevas situaciones capitalistas crean tual director del Institut), Helmut Dubiel,
en la formación de las nuevas generacio- Hans Joas, Detlev Claussen, entre otros7.
nes, la destradicionalización del concepto Estos autores me han servido como re-
de familia y su desinstitucionalización, los ferencia para algunas de las reflexiones que
cambios de patrones en los roles de género dan cuerpo a este artículo. Reflexiones que
y entre los miembros de distintas generacio- deseo presentar a los lectores no como aser-
nes, etc. tos ni tesis, sino como “motivos” para exci-
4. La industria cultural y los efectos de tar su propio pensamiento crítico y desper-
los nuevos medios de comunicación. Aquí tar el debate como ejercicio práctico de una
se consideran las posibilidades y mermas comunicación libre de dominio.
que afectan a un concepto de cultura que se
ha convertido en un producto para el con-
sumo y donde la exhibición pública, la co- Reflexiones y digresiones en torno a
mercialización y la “falta de autenticidad” la Teoría Crítica
se han convertido en criterios para la expan-
sión de una cultura convertida en industria
(Adorno). La esterilidad de las clasificaciones en el
5. Las transformaciones del Estado del pensamiento crítico
Bienestar y de la democracia, la aparición
de movimientos sociales reivindicativos de La definición de Escuela de Frankfurt es
un espacio público y político, las nuevas una acepción arbitraria y ajena, incluso, para
concepciones de la sociedad civil, las crisis los miembros de la primera época del Insti-
de legitimación del Estado del Bienestar en tut. Leo Löwenthal, perteneciente al grupo
las sociedades occidentales, las crisis de una inicial, lo expone con toda sencillez: “Nun-
democracia socavada por los imperativos de ca llegué a pensar, nadie de entre nosotros
un capitalismo salvaje de libre mercado... llegó nunca a pensar, que sería confirmado
Dicho esto, como esquema topográfico y alguna vez por la supuesta gloria que se ha
de situación, diversos autores han recogido atribuido a todo el grupo de Frankfurt. Tam-
la herencia filosófica de la primera Teoría poco sé si esto me hace muy feliz. Ni siquie-
Crítica, quedando clasificados –de forma ra sé si esto mismo cuadra con mi fórmula
artificial y discutida, como señala Dubiel–, de que sencillamente esta sociedad es capaz
atendiendo a un criterio cronológico, como de integrarlo todo” (Dubiel, 1993, p. 58). Lo
miembros de la segunda y tercera genera- que les unía era, por una parte, la convicción
ción de la Escuela de Frankfurt. de que la expansión del fascismo era peor
En la segunda generación es Habermas que una guerra mundial y, por otra, la ac-
quien con su contribución teórica ha ocupado titud de valentía necesaria para trasladarse
el espacio principal, pero existen otros autores a América y construir allí una isla alemana
como Oskar Negt, Alfred Schmidt, Albrecht intelectual y radical. Lo que realmente fue
Wellmer, o Claus Offe (alumno de Haber- su nexo de unión –expresa Löwenthal– no
mas), que también han realizado sustanciosas fue la pertenencia al Institut8, sino el com-
aportaciones a la primera Teoría Crítica. partir algunas de las tesis centrales que se

7 Existen otros autores en el área de Centroamérica y Sudamérica que también podrían ser incorporados
a esta clasificación, incluso otros autores europeos que se encuentran próximos a la Teoría Crítica, pero
me ciño a la opinión de Helmut Dubiel y de Axel Honneth, simplemente por motivos prácticos. Tampoco
pretendo hacer un listado exhaustivo, por razones conceptuales que señalaré más adelante.
8 Por ejemplo, Benjamin nunca perteneció institucionalmente al Institut pero fue considerado como un
miembro real del grupo y cobró por sus colaboraciones en la Zeitschrift.

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planteaban en el consejo de redacción de la disciplinar; una valoración del pensamiento


Zeitschrift für Sozialsforschung. especulativo y abierto, sin trabas; el ejercicio
Por este motivo Dubiel opina que la de- y aplicación de un pensamiento dialéctico,
nominación de Escuela de Frankfurt no está concretado filosóficamente por Adorno en
muy justificada y distingue entre la historia Dialéctica Negativa; la incorporación de la in-
del Institut y la de la Teoría Crítica. El primero vestigación empírica a la especulación filosó-
surge en torno al círculo creado por Max Hor- fica como forma de contraste de las tesis crí-
kheimer y formado por Theodor W. Adorno, ticas; una concepción de la racionalidad hu-
Erich Fromm, Otto Kircheimer, Leo Löwen- mana que, aunque deformada en su realidad
thal, Herbert Marcuse, Franz Neumann y actual y por tanto objeto de crítica, mantiene
Friedrich Pollock, mientras que el concepto la tensión de posibilidad de una razón que
de teoría crítica es formulado por Horkhe- argumente y fundamente la necesidad de
imer en 1937 en un texto programático que justicia (crítica a la razón instrumental, críti-
aparece en el nº 6 de la Zeitschrift für Sozialfors- ca a la racionalidad sistémica, crítica a la pro-
chung. Por otra parte la mayor parte de la pro- pia Ilustración por su propia deformación).
ducción del grupo fue realizada en Estados Ni siquiera se podía hablar de una me-
Unidos, de manera que la denominación de todología de investigación explícita, dice
frankfurtiana ni siquiera está justificada como Löwenthal, sino que ésta fue más bien el
señal de ubicación local (Dubiel, 2000, p. 9). resultado de intensos debates internos en
Estos hechos suscitan la reflexión acerca el seno del grupo. Lo que se pretendía era
de que el encuadramiento de un autor en un encontrar explicaciones coherentes que acer-
determinado movimiento, o considerar sus taran a describir la realidad social en su tota-
pertenencias o adscripciones a un grupo, lidad. Se buscaba una teoría global de la vida
etc… es algo que carece de valor –en todo social, pero no entendida como algo sistemá-
caso podría ser considerado objeto de aná- tico, al estilo de las teorías de investigación
lisis sociocrítico respecto a la importancia o al uso, sino de un “enfoque afortunado que
significatividad de su pensamiento. Lo que permitiese iluminar todo el mecanismo de
de verdad resulta valioso es la capacidad la sociedad moderna” (Dubiel, 1993, p. 76).
de un pensamiento, de unas tesis concretas, Por eso no había en aquellos trabajos ningu-
para despertar la conciencia crítica de los na voluntad de sistema, “siendo así que por
lectores y para desvelar las injusticias ocul- ejemplo el estilo de Horkheimer, y también el
tas tras los velos de la “naturalización”. de Adorno, apuntaba más bien al aforismo”
La Teoría Crítica, añade Löwenthal, soste- (op. cit., p. 77). La Teoría Crítica no implicaba
nía algunos principios que eran mantenidos ningún canon reproducible sino tan solo un
de forma más o menos explícita por aquellas punto dinámico de una estructura histórica,
personas que participaron en la primera re- en línea con la tradición marxista de que la
vista (Zeitschrift für Sozialsforschung) o cola- humanidad debe plantearse aquellas tareas
boraron con el Institut. Estos se sintetizaban que es capaz de solucionar.
en un concepto de teoría, disidente con el Por otra parte estos mismos rasgos teó-
tradicional de su época, que centraba su va- ricos impiden que actualmente las investi-
lidez en sus efectos críticos, una concepción gaciones del Institut mantengan una políti-
de dicho conocimiento necesariamente inter- ca de investigación unitaria9, y, aunque los

9 Como decía Horkheimer, en su discurso inaugural, se trataba de organizar investigaciones sobre la base de
cuestionamientos filosóficos actuales, en los que se unieran sociólogos, filósofos, historiadores, economis-
tas, psicólogos, en una comunidad de trabajo duradera. El primer grupo de la Escuela de Frankfurt llevó
a la práctica este proyecto. Cada miembro abordaba la temática hacia la que sentía mayor inclinación: la
música o la sociología (Adorno), la literatura (Löwenthal), la psicología y el psicoanálisis (Fomm y Mar-
cuse), la política (Pollock), la economía política y la psicología política (Kircheimer y Neumann), o temas
diversos como los que interesaron a Benjamin…, pero todos ellos mantenían la tensión de ese “ser otro”
contenido en la sociedad, como marco crítico de sus estudios.

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proyectos de investigación sigan teniendo mativo de denuncia de todos aquellos fenó-


como objeto de crítica los conflictos deriva- menos sociales que sean fruto de una razón
dos de un mundo donde el capitalismo se ha distorsionada.
entronizado como única forma de organiza- Como explica Löwenthal, la Teoría Crí-
ción, a diferencia de los primeros teóricos de tica era también una reflexión permanente
la Escuela de Frankfurt, ya no se pretende sobre las relaciones entre teoría y praxis,
la elaboración de una teoría unitaria, pues sin encorsetar esta reflexión en una meto-
la diversidad de problemas (desigualdad dología determinada, aunque admitía que
extrema de la riqueza, movimientos migra- existían dos supuestos compartidos: la im-
torios masivos, conflictos en las relaciones posibilidad de definir lo que se podría hacer
laborales, conflictivas relaciones del hombre en libertad pero sí la de denunciar lo que
con la naturaleza…) no permite que puedan acaece cuando no hay libertad, y la crítica
ser analizados bajo un único modelo, por lo a la dialéctica hegeliana, considerada como
que la categoría de totalidad deja de ser un una postura teórica sin salida pues la sínte-
referente válido. Por tanto, dice Dubiel, sólo sis sólo la pueden llevar a cabo los sujetos en
cabe hablar de la “organización de un espa- su propia vida (Adorno la identificaba con
cio de reflexión colectiva en la que se elabo- “reconciliación” y “mimesis”).
ren las perspectivas de diversas disciplinas Esta postura frente a la relación teoría-
y de diversas generaciones de científicos, praxis fue motivo de crítica hacia este pri-
en el horizonte de cuestionamientos críticos mer grupo, a quien se le acusaba de haberse
realizados en común” (Dubiel, 2000, p. 89)10. desvinculado de la praxis, pero Löwenthal
Desde sus orígenes la Teoría Crítica fue se justifica diciendo que fue la praxis la que
una respuesta de rechazo al fascismo polí- abandonó a la teoría, como demostró el
tico y a su correlato económico el capitalis- rumbo adoptado por el Partido Comunista
mo monopolista que la primera generación en la Unión Soviética así como la ausencia
frankfurtiana veía como un fenómeno en del potencial revolucionario del proletaria-
expansión de carácter universal y que ya do, constatado en sus investigaciones tanto
comenzaba a reflejarse en otros países eu- en Alemania como en Estados Unidos. Lo
ropeos y en otros lugares del mundo. Esta que se denominaba proletariado –expresa
amenaza dio lugar a la formulación de una Löwenthal– se convirtió en un grupo pe-
Filosofía de la Historia de carácter negativo queño-burgués, únicamente interesado en
por lo que la historia del desarrollo huma- el mantenimiento de su status quo (Dubiel,
no y las relaciones de trabajo eran interpre- 1993, p. 60). Pero, a pesar del desencanto
tadas como una regresión humana. De ahí práctico, esto no supuso un abandono de su
que una de las tesis centrales de la Dialéc- preocupación por comprender las conexio-
tica de la Ilustración fuera la consideración nes entre teoría y praxis, pues todos los pro-
de una naturaleza que se vuelve contra sí blemas investigados –entendían– estaban
misma, amparada por una razón deformada determinados por intereses históricos con-
que, desprovista de su base natural, se iden- cretos, lo que exigía una permanente rein-
tifica a sí misma de forma instrumental11. terpretación.
Esta concepción marca su huella en la Teoría Por ello, con estos mimbres conceptua-
Crítica actual manteniendo el principio nor- les y metodológicos sería absurdo y erró-

10 Este sería, a mi juicio, el referente para un grupo como el de Fedicaria, plataforma de pensamiento crí-
tico en torno a la educación, del que formo parte, que transciende los marcos habituales de producción
de pensamiento en España y que, como sucedía con aquellos primeros frankfurtianos, mantiene plena
independencia y libertad tanto en el pensamiento como en su financiación. Para conocer su pensamiento
puede accederse a los diferentes números de la revista Con-Ciencia Social, vehículo de expresión pública
de este grupo o bien en la página: www.fedicaria.org.
11 El supuesto que subyacía a esta tesis era que la racionalidad humana, genuina, constituía esa base natural,
cuya finalidad es la preservación de la especie humana.

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neo mantener clasificaciones incluyentes o tales. Perfecto, si el receptor del mensaje


excluyentes respecto a la Teoría Crítica. Lo no se hace más preguntas y sobreentiende
que sí puede afirmarse es que determina- el contenido del mensaje según sus propios
das obras, tesis, planteamientos… están en valores. Pero si se pregunta cuál es el con-
su misma línea pues comparten algunos de cepto de pensamiento crítico al que se refie-
aquellos supuestos básicos, antropológicos re nos encontramos con una respuesta que
o filosóficos que trascienden el momento de alude exclusivamente al proceso cognitivo
la investigación. que sigue un pensamiento discriminador
de diversas opciones. El pensamiento crítico
consiste en saber analizar y evaluar ideas. Y
La interesada desvitalización de la crítica ahora viene el núcleo gordiano del mensaje:
¿cuáles son los criterios con los que se eva-
Ni la crítica social ni ningún pensamien- luarán las ideas? Y esta pregunta ya no tie-
to que reivindique para sí el calificativo de ne respuesta. La debe poner el receptor del
crítico poseen un significado unívoco. Ne- mensaje. Bien, pues esta es la cuestión cen-
cesitan estar enmarcados dentro de un pa- tral. Cuando aquí hablamos de pensamiento
radigma teórico-social y, por tanto, de unos crítico, cuando en la Teoría Crítica se habla-
principios sociales y éticos que les propor- ba de crítica, los criterios eran explícitos y
cionen un sentido preciso. Dar por sentado aludían sistemáticamente a unos ideales de
tales supuestos es un error que permite el justicia y libertad y a una denuncia de un
uso manipulador de este adjetivo. En una estado de cosas que no cumplía tales condi-
gran parte buscando legitimación a deter- ciones. Hablar de pensamiento crítico como
minadas acciones que, en términos adornia- si se tratara de una mera competencia cog-
nos, son “afirmativas”. nitiva o un proceso intelectual es una forma
Esta fagocitación de la crítica por parte de de devaluar el contenido realmente crítico
un pensamiento conservador –y antitético social al que se refería la Teoría Crítica.
con su carácter “negativo” y dialéctico– po- Esto nos lleva a la observación inicial:
demos encontrarla en algunos movimientos una mera consideración falsamente neutral
educativos, que se presentan bajo el adjetivo de la capacidad para la crítica, considerán-
de “críticos” para encontrar la aquiescencia dola como un simple instrumento al ser-
de quien no se ha planteado nunca la esen- vicio del usuario, es una forma sibilina de
cia profunda de la crítica. Como ejemplo desmontar la potencia transformadora que
sencillo sirve el movimiento de desarrollo exige el pensamiento crítico cuando se pone
del pensamiento crítico que propone Robert al servicio de la causa de la justicia y la li-
Swartz. Este profesor emérito de la Univer- bertad para todos (no sólo para unos pocos
sidad de Massachussets, filósofo de forma- elegidos). Este es un sencillo ejemplo de lo
ción, forma parte del Centro Nacional para que Horkheimer denunciaría como el abuso
la Enseñanza del Pensamiento (dependiente de una razón instrumental.
del MIT de Boston)12. Hasta aquí, nada que El pensamiento crítico, si de verdad lo
objetar. Pero cuando se bucea en sus plan- es, nunca podrá ser sistematizado en forma
teamientos y objetivos se encuentran algu- de programa escolar, pero sí puede ser con-
nos equívocos, como la identificación del siderado como un referente para compren-
pensamiento creativo con el pensamiento der, valorar y orientar la enseñanza escolar
crítico. Entre sus objetivos se señala que los y el contenido del currículo. A pensar crí-
estudiantes desarrollen hábitos de pensa- ticamente se aprende y se enseña, pero las
miento útiles en su vida diaria, a la vez que vías para su logro son múltiples y dispares.
se hacen conscientes de sus procesos men- El pensamiento crítico, como decía Adorno,

12 Véase en internet: Centro nacional para la enseñanza del pensamiento (National Center for Teaching Thinking)
donde aparece la información sobre este Centro y sus planteamientos.

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es mucho más que un procedimiento cog- entroniza de forma subrepticia en criterio de


nitivo, es una actitud vital ante la sociedad. referencia.
Pensar críticamente implica modificar nues- Adorno es consciente de la dificultad
tro pensamiento desde una información ri- metodológica de aprehender la realidad
gurosa sobre los valores sociales sobre los social como totalidad, tanto desde la pers-
que se tejen nuestras vidas, información pectiva normativa como desde la empírica,
que unida a una reflexión ética nos permita pero en su experiencia investigadora tam-
adoptar una perspectiva divergente y trans- bién había vivido la reducción del conoci-
formadora de la realidad que nos rodea. miento racional a su versión instrumental,
concepción que era aprovechada por el fas-
cismo para justificar su alianza con el capi-
¿De qué crítica estamos hablando? talismo. Adorno se refugia en el pensamien-
to especulativo y se plantea que la realidad
El proyecto crítico de Horkheimer supo- “auténtica” sólo se abre al sujeto consciente
nía el desarrollo de una teoría de la socie- de una forma polémica y contradictoria y
dad como una teoría –donde se considera la que, únicamente, señalando las ruinas de
“sociedad” como “totalidad”– dirigida a las la sociedad pueden encontrarse las huellas
fuerzas progresistas de la humanidad, con de la esperanza de una realidad más justa.
el fin de acelerar una evolución que debería En contra de la esperanza de Kant, Hegel o
conducir a una sociedad sin explotación. Su Marx de que la implantación de la razón era
orientación normativa residía en la esperanza aunque históricamente contingente algo in-
de un “posible ser-otro”, posibilidad que se evitable13, Adorno manifiesta un pesimismo
identificaba con “ser racional”. Horkheimer respecto a esa racionalidad y cree que sólo
creía inevitable una conexión entre filoso- un proyecto social crítico puede sacar a la
fía y conocimiento científico para poder luz la esperanza en ese “ser-otro”. Por esa
sacar a la luz las contradicciones y abusos razón va abandonando las tesis lukacsianas
que se dan en la realidad social. Por ello de- acerca del proletariado como clase social
nunciaba que la ciencia había degenerado portadora de la conciencia crítica, tras la de-
en una selectividad del conocimiento que, cepción obtenida de las investigaciones lle-
abordando la realidad sólo desde una pers- vadas a cabo sobre las condiciones de vida
pectiva parcial y reduccionista, conducía a y orientaciones valorativas de los obreros
una imagen irracional de la realidad social, (Fromm, 1937-1938)14 o sobre los vínculos
obviando las relaciones dinámicas que se existentes entre el concepto de autoridad y
dan entre los diferentes ámbitos objetuales familia (Horkheimer, 1936). Esta les lleva,
del conocimiento. En esta crítica alude es- tanto a Horkheimer como a él, a ubicar la
pecíficamente a la imbricación, velada por conciencia crítica no ya en una clase social
estos planteamientos, de la ciencia y la eco- sino en el propio pensamiento reflexivo. El
nomía. La ciencia, el saber, dice Horkheimer, productor y destinatario de la crítica –dice
se convierte en mercancía y la economía se Horkheimer en Teoría tradicional y teoría críti-

13 Esta idea de racionalidad como proyecto donde las patologías sociales son fruto de una carencia de ra-
cionalidad, procede de la filosofía política de Hegel. Este, en su Filosofía del Derecho, había establecido un
vínculo entre el progreso histórico y la ética. En su diagnóstico sobre la época Hegel apreciaba la domi-
nancia de unos sistemas de pensamiento e ideologías que impedían la “eticidad” ya lograda, dando lugar
a síntomas de pérdida de sentido. Hegel estaba convencido de que estas patologías sociales eran fruto de
la incapacidad de las sociedades para expresar un potencial racional ya establecido en sus instituciones y
prácticas cotidianas (Honneth, 2005, pp. 448-449).
14 La mayoría de los obreros y empleados entrevistados presentaban una gran carencia de reflexión crítica
apoyando, incluso, las posturas autoritarias fascistas. Véase: Fromm, E.: Arbeiter und Angestellte am Vora-
bend des Dritten Reiches. Eine sozialpsychologische Untersuchung, Stuttgart, 1980 (citado en Honneth, 2009, p.
46, cita a pie de página nº 40 y sin publicar cuando se elaboró el estudio).

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La evolución de la Teoría Crítica. Reflexiones y digresiones sobre su vigencia para una educación crítica

ca (1937)– no es el proletariado sino aquellos como valores y dificultando de esa manera


hombres marcados por las experiencias de su cuestionamiento crítico.
alienación y sensibilizados, a través de la Ahora bien, de lo que Horkheimer y
educación, para detectar las discrepancias Adorno hablaban no era de un simple plan-
entre el mundo real y el posible y que son teamiento epistémico en cuanto que un fenó-
capaces de resistirse frente a las estrategias meno o un objeto de estudio deban ser abor-
manipuladoras de los nuevos medios de co- dados desde todas las perspectivas de cono-
municación (la nueva industria de la cultu- cimiento posibles para llegar a aprehender
ra). El objeto de la crítica deberá ser, por tan- su complejidad. No, esto no es suficiente. De
to, todas las relaciones irracionales cargadas lo que ellos hablaban –y lo que nos interesa
de autoritarismo, explotación y desigual- como profesores a la hora de abordar el currí-
dad. Esta perspectiva de la crítica coloca los culo escolar como medio transmisor de una
factores de la “superestructura” en un lugar cultura– es de que todo conocimiento social,
prioritario a la hora de denunciar los abusos referido a cualquier fenómeno o hecho, tiene
del poder y la explotación. tras de sí una cosmovisión donde los aspec-
A día de hoy estas concepciones de críti- tos normativos juegan un papel esencial que
ca social mantienen toda su vigencia. el investigador crítico debe sacar a la luz. Y
Recapitulando sobre las posiciones de para ello debe utilizar ese saber hermenéuti-
Horkheimer en cuanto a su denuncia de un co, reflexivo, intuitivo, al que aludía Adorno,
conocimiento especializado e instrumen- así como la comprensión de un referente so-
talizado por intereses de poder, podemos cial que siendo como es, con sus injusticias y
encontrar en los momentos actuales una contradicciones, contiene la esperanza de un
situación, que, a pesar de las variaciones “ser-otro”, como apoyaba Horkheimer.
formales, apuntan al mismo objeto de críti- Pero la pluralidad cultural en la que
ca. El sistema económico, que dada la com- vivimos, los frecuentes cambios políticos,
plejidad social iniciada en el siglo XX se ha las crisis económicas, la diversidad de mo-
hecho autónomo (Weber), se ha legitimado vimientos sociales de emancipación y pro-
a sí mismo apoyándose en una disciplina testa… hacen difícil apreciar ese atisbo de
académica que no ha dudado en asumir racionalidad (ética) en la vida social que nos
una cosmovisión ultraliberal para justifi- permita mantener la tensión y la esperanza
car sus tesis. La búsqueda de una especia- en ese “ser-otro” y en la posibilidad de una
lización de la disciplina le ha permitido sociedad más justa. Esta situación compleja
romper las amarras conceptuales con otros hace muy difícil plantear una vía para la crí-
ámbitos del saber, derivando en un conoci- tica con el objetivo de lograr ese fin.
miento aparentemente independiente que, Axel Honneth (miembro de la tercera ge-
tras una pantalla de especialización, oculta neración del Institut) señala que los diferen-
su conexión con los principios normativos, tes proyectos de crítica y los movimientos
antropológicos y sociales en los que se fun- de protesta actuales se apoyan en el pensa-
damenta. A partir de este momento la eco- miento de que es posible una sociedad más
nomía como sistema legitimado por el cono- racional, y de que esta racionalidad ha que-
cimiento académico, genera unos modelos dado desfigurada por un sistema capitalista
de acción, que obvian implícitamente los que ha deformado las relaciones sociales,
criterios normativos que pudieran derivarse tergiversando ese concepto de razón ética
de ellos. Sus principios rectores: la eficacia en el que todavía creen aquellos que protes-
a la hora de la obtención de beneficios, la tan. Por ello la Teoría Crítica, dice Honneth,
rentabilidad de los sistemas de producción tiene que resguardar el potencial explosivo
o de acción política, la justificación de que la y transformador de esa idea, superando y
riqueza de unos pocos deriva en el beneficio aglutinando los proyectos de crítica y de exi-
de todos… se convierten en valores que co- gencia de ética de carácter local y situacional
lonizan el mundo de la vida social y se intro- (Honneth, 2005, p. 446).
ducen de forma subrepticia en los esquemas Honneth asume la tesis de que es el pro-
de significado de la gente, naturalizándose pio sistema capitalista quien no solo contri-

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La evolución de la Teoría Crítica. Reflexiones y digresiones sobre su vigencia para una educación crítica

buye a crear situaciones de tremenda des- Todas las interpretaciones sobre las for-
igualdad e injusticia sino que ha deformado mas patológicas de una razón desfigurada,
la comprensión de la racionalidad, eliminan- incluyendo a los herederos de la Teoría Crí-
do sus momentos éticos, y dejándola redu- tica en su tercera generación, comparten la
cida a una mera forma instrumental de ob- crítica del capitalismo como forma de orga-
tención de beneficios. Esta tesis se apoya en nización social en la que predominan prác-
la observación sociológica de la ausencia de ticas y modos de pensar que bloquean una
queja y réplica en muchos sujetos que sufren forma de racionalidad que integre lo instru-
estas malas prácticas. Honneth explica esta mental con lo ético.
pasividad por el hecho de que es el mismo Pero ¿de qué capitalismo hablamos y cuál
sistema capitalista quien con una justifica- es su núcleo ideológico frente al que reaccio-
ción, aparentemente racional, de sus prácti- nan críticamente, una tras otra, las diversas
cas llega a convencer a los individuos de que generaciones de la Teoría Crítica? Pues de
éstas, por injustas que sean, son necesarias un capitalismo desbocado que ha roto las
para evitar males mayores, o inevitables por amarras jurídicas que a partir de la Segun-
ser “más racionales”. Honneth entiende que da Guerra, en el s. XX, impuso un modelo
tal engaño (cosificación, alienación, coloni- político, denominado Estado Social o del
zación del mundo de la vida…, dirían otros Bienestar. Este modelo consiguió embridar
autores) sólo puede ser desvelado mediante temporalmente, en algunas sociedades euro-
el análisis empírico de lo que sucede, demos- peas y norteamericanas, un sistema econó-
trando públicamente las injusticias para que mico que contiene en sí mismo el germen del
las personas que sufran la opresión puedan conflicto, y ¿quizá? de su propia destrucción.
poner en cuestión aquellas falsas explicacio- Amparado ideológicamente por un enfoque
nes que, bajo la cobertura de una lógica que desviado del primigenio liberalismo, recla-
esconde los principios normativos en los que ma una y otra vez una libertad de acción que
se apoya, pretendan justificar la desigualdad busca legitimidad en un modelo democráti-
creciente, la ausencia de libertad, el domi- co, todavía muy imperfecto, y va abriendo
nio... Desde los primeros autores de la Teoría camino a un planteamiento de “libre merca-
Crítica, dice Honneth, hubo acuerdo acerca do”, sustentado por unos valores neolibera-
de que la deformación de la razón debía ana- les que combinan estratégicamente la tradi-
lizarse en un marco sociológico. Ya Marx le ción liberal con la comunitaria, y que calan
había dado la vuelta al concepto de razón en los significados y el lenguaje del mundo
hegeliano señalando que la praxis social, en de la vida de la población general, dejando
la que los sujetos luchan por mejorar las con- inermes para la crítica a muchos ciudadanos
diciones de la reproducción material, debía que no acaban de entender las “razones” que
apoyarse no en las coacciones internas del es- pretenden justificar la creciente desigualdad
píritu sino en procesos de aprendizaje orien- y las injusticias derivadas de ésta.
tados por una ciencia empírica que justifica- A este capitalismo salvaje es al que se
ra la realización de una racionalidad íntegra oponen una y otra vez, las voces de la Teo-
(con criterios éticos). Ahora bien, los autores ría Crítica. Sus planteamientos de denuncia
de la Teoría Crítica llegan a la conclusión apuntan a ese “ser-otro” de una sociedad
–fusionando a Marx y a Weber, como hace civil consciente y crítica capaz de generar
Habermas– de que dicho potencial racional unas formas de comunicación sensibles a
del hombre siempre se desarrolla en forma cualquier intromisión de dominio que pue-
de conflictos por el monopolio del conoci- da originarse a través de sus canales. Así
miento y del poder. Por ello, la realización de Habermas, evitando caer en fundamentalis-
la razón hegeliana debe ser entendida como mos normativos, reclama unas instituciones
un proceso de aprendizaje multifacético y sociales y unas formas de interacción huma-
conflictivo en el que el conocimiento se abre na que, bajo la cobertura del principio de
camino aportando mejores soluciones a los igualdad, desbloqueen, vez por vez, las vías
problemas y en contra de la resistencia de los que interrumpen el logro de la justicia y li-
grupos de poder (Honneth, op. cit., p. 457). bertad para todos.

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La evolución de la Teoría Crítica. Reflexiones y digresiones sobre su vigencia para una educación crítica

Nuevas categorías para la crítica ideológi- que describe los plexos funcionales que han
ca del capitalismo tenido lugar en periodos históricos concre-
tos y la segunda atañe a la autorreflexión
El modelo de investigación teórico-críti- necesaria que permite elaborar criterios nor-
co que se propone en el Institut a partir de mativos que ponen en cuestión las descrip-
la segunda generación plantea que deben ciones anteriores, señalando los elementos
tenerse en cuenta los rasgos sociohistóricos de injusticia y dominio que han escapado al
específicos de esta época: el entrelazamien- análisis social, con la finalidad de marcar la
to de la política y la economía donde prima vía para una praxis política que transforme
ésta última; un interés por la emancipación las instituciones sociales existentes (Bonss,
y el reconocimiento que no sólo afecta a 2005, pp. 68-69).
cuestiones económicas (aunque no puedan Esta distinción conduce a un modelo de
dejarse atrás); y un destinatario de la crítica investigación social que no puede quedarse
que ya no es una “clase social”15 sino cual- en la simple descripción de los fenómenos
quier ser humano consciente de las viola- sino que debe buscar también una praxis
ciones de la autonomía y la libertad que se transformadora de los sujetos investigados
producen en el mundo. y del propio investigador. En el ámbito de
La interconexión de estos rasgos socia- la investigación de los fenómenos escolares
les deben motivar a la búsqueda de nuevas y educativos el investigador deberá situarse
categorías analíticas que, manteniendo la como observador participante y los sujetos
lucidez de la primera época, puedan dar sobre los que se investiga deberán parti-
respuesta a los nuevos problemas sociales a cipar tanto en la interpretación crítica del
los que nos enfrentamos. Habermas y Hon- fenómeno como en su propia autocompren-
neth aportan nuevas categorías a la investi- sión. Sin extenderme en esta propuesta, por
gación crítica. motivos de espacio, la sugerencia es clara:
Habermas ubica esta conciencia crítica una investigación crítica, sobre el mundo
sobre el plano empírico del mundo de la social y educativo, debe desencadenar, ade-
vida donde se reflejan los momentos inva- más de un nuevo conocimiento, la concien-
sores de la esfera económica. Por ello, con- cia crítica de todos los implicados en ella
sidera que las peores crisis sociales no son (Habermas, 1988).
las del sistema económico o político sino Y en esta conexión de teoría y praxis
las crisis de legitimación e identidad, que surgen algunas cuestiones que Honneth
afectan al ámbito sociocultural. Las crisis de considera que no han sido suficientemente
identidad surgen de la discrepancia entre investigadas dentro de un marco teórico-
unos objetivos políticos que no cumplen con crítico. Se refiere a los motivos por los que
las expectativas de una mejora material y de los individuos, a pesar de conocer las cir-
justicia en la vida social. Esta discrepancia se cunstancias injustas que enmarcan sus vi-
expresa en sentimientos morales de frustra- das, no experimentan una reacción frente
ción, de crisis subjetivas en las historias de a ellas. Para Honneth esta es una cuestión
vida, de indignación frente a las crecientes relevante. Con excepción de las teorías de
desigualdades económicas o de derechos, Foucault que plantean el presupuesto de la
etc… (Habermas, 1989). crítica como transformación de la relación
Al adoptar un paradigma comunicativo del individuo consigo mismo, los análisis
en su enfoque de una teoría social crítica, sociales actuales no indagan las causas de
Habermas introduce una división en la com- por qué algunos individuos no reaccionan
prensión de la crítica que en la primera ge- protestando frente al dominio y aceptan re-
neración quedaba oscurecida: la diferencia signadamente las situaciones de injusticia.
entre la crítica inmanente y la crítica norma- Para estudiar este fenómeno de alienación
tiva. La primera es tarea de una teoría social y la posibilidad se superarlo habría que re-

15 Entendida como categoría marxista, definida en el siglo XIX.

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currir a la psicología social apoyada en una ello si las medidas institucionales (políti-
filosofía moral, piensa Honneth. cas, jurídicas, económicas…) no van acom-
En esa búsqueda de motivación eman- pañadas de razones que puedan compartir
cipatoria, la primera y segunda generación los ciudadanos, éstas suelen ser rechazadas.
de la Teoría Crítica hallaron respuesta en las Pero ¿qué está sucediendo cuando a pesar
tesis nucleares del psicoanálisis de Freud, del incumplimiento de esta expectativa de
donde éste enlazaba con la psicología moral: reconocimiento, como criterio de justicia, los
todo sujeto, consideran, es por principio un ciudadanos siguen sin expresar su repulsa?
sujeto escindido, desgarrado (a causa de las Pues que tales individuos, diría Honneth,
condiciones sociales, añadirán Adorno, Hor- no están dejando aflorar a su conciencia el
kheimer, Habermas…), pero, gracias a un auténtico sentimiento de sufrimiento que
interés intrínseco al ser humano por ampliar tales injusticias les deberían despertar por-
su libertad interior, aquel posee la capacidad que carecen de la formación y sensibilidad
de superar ese desgarramiento (sufrimiento) necesaria para poder experimentarlo. Y aquí
a través de su capacidad reflexiva. entra en juego el mecanismo de la reflexión
Todos los autores de la Teoría Crítica proporcionado por una teoría que se descri-
hablan del sufrimiento moral, subjetivo y be como crítica y los procesos de formación
objetivo, desde diferentes perspectivas y en el aprendizaje de la crítica ideológica.
con variaciones en sus análisis. Así, Ador- Estos procesos de formación no afectan
no dice en Dialéctica Negativa que “el factor sólo a los aspectos cognitivos de la crítica
somático le anuncia al conocimiento que no social, sino a los afectivos. Apela a los senti-
debe haber sufrimiento, que las cosas deben mientos de los sujetos para sentirse solidarios
cambiar” (Adorno, 1984, p. 204). Esta idea con las injusticias ajenas; apela a la concien-
desemboca en la tesis antropológica de que cia moral de empatía para poder experimen-
los sujetos humanos no pueden comportar- tar el sufrimiento ajeno como propio; apela
se con indiferencia ante una restricción de al desarrollo de un equilibrio emocional que
sus facultades racionales porque su auto- permita establecer interacciones equilibradas
rrealización está ligada al presupuesto de la con los otros, en un plano de igualdad, sin
acción cooperativa de su razón, no pudien- dominio ni violencia…, es decir, democráti-
do evitar un sufrimiento psíquico por ello cas. Y todo esto puede ser aprendido y ense-
(Honneth, 2009, p. 48). Esta tesis le sirve a la ñado en muchos lugares, ciertamente, pero
Teoría Crítica para establecer una conexión la institución escolar tiene en esta tarea una
directa entre teoría y praxis. función clave. No solo la de proporcionar el
Honneth añade a lo anterior que la tarea mecanismo afectivo sino la de establecer el
desveladora de la Teoría Crítica debe apo- enlace entre la información-cognición con las
yarse en criterios normativos explícitos que actitudes morales de compasión, solidaridad
superen la contextualidad de los conflictos y responsabilidad. Pero para ello habría que
y que den soporte a las reclamaciones de empezar a pensar y planificar una escuela di-
justicia. Esta tarea se apoya en un principio ferente a la que hoy tenemos…
básico de la Psicología moral: la necesidad
del ser humano de sentirse reconocido por
los demás para poder construir de una for- La necesidad de una nueva “sociedad civil
ma equilibrada su propia identidad16. Hon- crítica”
neth plantea que toda sociedad exige justifi-
caciones sobre el cumplimiento o violación Helmut Dubiel, miembro de la tercera
de esa expectativa profunda, aunque éstas generación del Institut, propone un nuevo
tengan formalizaciones diferentes según el concepto de sociedad civil que puede resul-
contexto cultural en que se producen; por tar interesante tanto para la comprensión de

16 Este concepto procede del Interaccionismo simbólico de G. H. Mead y Honneth lo desarrolla hasta conver-
tirlo en una teoría del reconocimiento recíproco (Honneth, 2007).

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La evolución de la Teoría Crítica. Reflexiones y digresiones sobre su vigencia para una educación crítica

las sociedades democráticas actuales como tos de resignación, alienación y cosificación


servir de referente a la hora de plantear una que la ideología capitalista provoca como
tarea educativa crítica con las nuevas gene- de los movimientos de rechazo, rebeldía y
raciones. Este término define a un conjunto lucha por lograr una sociedad democrática,
de ciudadanos, más o menos organizados, apoyada en los principios de justicia y liber-
que son capaces de articular argumenta- tad, pero cree que ésta ya no puede aportar
damente unas opiniones en un espacio pú- certezas apoyadas en una filosofía de la his-
blico para reclamar una transformación en toria sino que su tarea debe orientarse a la
las instituciones sociales y en las concepcio- formación de los ciudadanos en procesos de
nes del pensamiento dominante. Este autor comunicación libres que posibiliten la crea-
considera que el concepto de “sociedad ci- ción de “espacios públicos democráticos”
vil” es más normativo que empírico ya que, (Dubiel, 2000, p. 103).
por principio, no excluye a nadie. Resulta Esta confrontación dialéctica nos con-
evidente que tal concepción es poco válida duce a otra categoría elaborada por Oskar
como categoría sociológica, y difícilmente Negt (segunda generación frankfurtiana),
definible empíricamente, pero tiene un gran concretamente a la oposición entre “espacio
valor a la hora de enfocar la formación de público burgués” y “espacio público prole-
los ciudadanos. tario”18. Esta categoría dialéctica propuesta
El problema reside en la evaluación de por Negt a finales de los años setenta del si-
los movimientos sociales que reivindican glo pasado, como respuesta a una situación
algo, ya que aquí se plantea la necesidad contextual, sigue manteniendo validez en
de elaborar criterios normativos acerca de estos momentos de una nueva crisis capita-
la legitimidad de tales reivindicaciones. En lista. El espacio público donde se desarrolla
este sentido Honneth, en coherencia con sus una sociedad civil, explica, es un espacio
tesis, propone el criterio del derecho al re- simbólico de confrontación política donde
conocimiento como instrumento para inter- se contraponen los intereses, fundamen-
pretar la validez ética de una reclamación, tados en teorías económicas o políticas, de
pero Dubiel considera que las reivindicacio- quienes ostentan el poder con el bien común
nes son tan diversas y que el sufrimiento de de todos los ciudadanos que no participan
los sujetos tiene manifestaciones tan dife- en las redes de decisión. Este espacio públi-
rentes y plurales que no es posible utilizar co está definido y acaparado por los medios
un solo criterio de validez. Este autor pone de comunicación de masas quienes también
el acento en la dialéctica de la vida social y están imbricados en las redes de poder a las
por ello muestra su desacuerdo con algunos que dicen vigilar, pero de las que dependen
de los planteamientos teleológicos negati- en su financiación. Estos medios tienen un
vos de la primera generación de la Escuela gran poder para crear opiniones que en su
de Frankfurt17. Dice que la Teoría Crítica mayor parte están atrapadas por la ideolo-
debe ser consciente tanto de los movimien- gía de los poderosos19. Estos medios juegan

17 Dubiel cree que las posturas de Adorno y Horkheimer eran en ocasiones muy ambiguas pues no expli-
citaban si los momentos de dominio, que denunciaban, eran el punto de partida para hacerles frente o el
punto de llegada al que irremediablemente la humanidad había arribado.
18 La dualidad entre espacio público burgués y proletario, opina Dubiel, no puede ser interpretado en clave
de diferencias de clase. Él opina que la sociedad civil es un lugar de pluralidad axiológica y de conflictos
donde existen miles de espacios públicos, pero sin que tal diversificación pueda acotarse empíricamente. En
Estados Unidos la sociedad civil queda definida por el concepto de people y no tiene el referente hegeliano
o marxista de burgués. Se refiere más bien a la idea de ciudadano que abarca a todos los individuos de una
sociedad por marcadas que sean sus diferencias y conflictos comunicativos (Dubiel, 2000, pp. 145-146).
19 Sobre el análisis de las relaciones entre los medios de comunicación y las redes de poder, véase el intere-
sante estudio realizado por Manuel Castells (2009).

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con las estrategias de “aparente veracidad al que se incorporan los niños y jóvenes, ésta
informativa” o con la inclusión de opiniones debería tener como objetivo prioritario de la
de “expertos”, que hacen difícil la resisten- educación obligatoria la formación de ciu-
cia de la ciudadanía a su aceptación. dadanos en estas formas de vida democrá-
Pero es aquí donde reside el interés de ticas. Una formación cuya responsabilidad
la propuesta de Negt de crear un espacio de recae en todas las instituciones democráti-
oposición: aquellos que están siendo objeto cas pero que la escuela debería abanderar.
de explotación, los que han perdido su tra- Mas la práctica escolar no ratifica este
bajo por los errores financieros de unos suje- “deber ser”. Para lograr esta finalidad ha-
tos que no asumen ninguna responsabilidad bría que contar con la ilustración crítica de
y aún salen fortalecidos de la situación críti- los agentes educativos, desde los políticos
ca a la que han contribuido, los funcionarios que deciden sobre sus aspectos estructu-
que están siendo utilizados como chivos ex- rales, pasando por los agentes intermedios
piatorios de una burocracia sobredimensio- que deciden sobre su organización (admi-
nada, los discapacitados, ancianos, enfermos nistración local) hasta los docentes. Y este
y dependientes que están siendo pospuestos planteamiento parece conducir a un círcu-
a los intereses del “mercado, etc., etc., es de- lo cerrado, pues los agentes que enseñan
cir, todos aquellos que están presos de una y educan son miembros integrados en una
ideología y unas decisiones políticas y eco- cultura poco proclive a la crítica fundada y,
nómicas que sólo protegen a quienes más en demasiadas ocasiones, carecen de instru-
tienen, deben organizarse y salir al espacio mentos para enseñar a pensar críticamente.
público, a la calle, a las urnas y alzar su voz
de reclamo. Pero para ello necesitan infor-
mación veraz que les permita argumentar, Búsqueda de nuevas categorías críticas,
dar razones que son fundamentalmente de búsqueda de cambio
carácter ético, más que económico, así como
haber desarrollado una sensibilidad moral Para romper este círculo, Hans Joas
y una actitud de solidaridad, esto es, tienen (miembro de la tercera generación del Ins-
que exigir una política que recoja lo que titut) nos ofrece una nueva categoría que
nunca debió perder, ser una actividad regu- puede aportar alguna posibilidad para la
ladora de la vida pública al servicio del bien apertura de vías críticas. Se trata del con-
común, de la mayoría, y con el criterio ético cepto de “acción creativa”. Este autor, si-
de defensa de los más débiles. guiendo la estela del pragmatismo, funda-
La dialéctica de generar momentos de mentalmente de G. H. Mead, aboga por un
oposición en la sociedad civil coloca, según concepto de creatividad que tiene lugar en
Dubiel, a la crítica en el plano de una praxis la acción cotidiana de los actores sociales.
centrada en las discusiones del espacio pú- Esta vida diaria sorprende con situaciones
blico, entendidas en clave democrática. Es inesperadas ante las que las certezas, los sig-
decir, el referente normativo que sustenta la nificados al uso (el sentido común) se vuel-
idea de democracia debe aplicarse a todas ven inoperantes. Esta falta de certidumbre
las formas de vida, desde la esfera privada induce a los actores/agentes a buscar so-
(relaciones interpersonales, familiares, de luciones nuevas, pero esta búsqueda, dado
amistad…) hasta la esfera de la empresa y la el carácter “situado” de la acción, conlleva
economía (consejos de administración don- la interacción y el diálogo con los otros im-
de los trabajadores tengan la misma capaci- plicados en la modificación de contextos de
dad decisoria que los socios capitalistas) y acción institucional. La idea de sociedad
por supuesto, la esfera política (Dubiel, 2000, que se deriva de esta situación es la de un
pp. 109-110), y todas estas interrelaciones de- colectivo en permanente redefinición cuyos
ben estar regidas por el referente de la igual- límites son más laxos de los que buena parte
dad de derechos y de autonomía individual. de la sociología contemporánea pensaba, es
Y volviendo la vista a la escuela como lu- decir, una sociedad dominada por una plu-
gar de socialización, primer espacio público ralidad de proyectos sociales que compiten

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por imponerse y que dan lugar a conflictos, Este modelo de “acción creativa” abre
desacuerdos y dominio, en sintonía con el la puerta a la acción crítica al partir del su-
pensamiento trágico de Nietzsche pero que puesto de la capacidad psicológico-social
enlaza con las esperanzas de Horkheimer, que tienen los actores sociales para respon-
Adorno, Habermas, Honneth… y otros, que der de forma nueva a los problemas y retos
encuentran en las oquedades y fisuras de que les plantea una situación determinada
estas situaciones, nuevos proyectos y fines que nunca es igual a otra anterior, lo que les
orientados a una racionalidad preñada de impele a revisar las rutinas y hábitos con los
ética, de lucha por la justicia y la libertad. que actuaban cotidianamente (Farfán, 1999,
Pues bien, tales supuestos son una vía abier- p. 56). Si cada contexto es creador de posi-
ta para una institución como la escolar que, bilidades inexploradas podemos favorecer
en demasiadas ocasiones, parece no poder situaciones donde se ensayen acciones crí-
salir de ese contexto situado en una racio- ticas, donde los alumnos puedan poner en
nalidad instrumental, que ha entronizado contacto las visiones oficiales o dominantes
el valor del beneficio económico en sintonía con perspectivas alternativas y las familias
con la “ideología” capitalista. puedan experimentar experiencias demo-
Así pues, la posibilidad de pensar en cráticas al traspasar el umbral del centro es-
esa “acción creativa” de Joas nos induce a colar de sus hijos.
buscar esas fisuras del sistema, económico Esta categoría, apoyada en una filosofía
e ideológico, que se “impone” también en pragmatista, nos abre también el horizonte
la escuela. Y esta categoría nos fuerza a dar racional de la escuela ya que, como seña-
una vuelta de tuerca a nuestra capacidad de la Joas, el pragmatismo no se apoya en un
pensar y actuar para introducir brechas crí- planteamiento meramente utilitarista sin
ticas tanto en el currículo escolar como en considerar las consecuencias éticas de las
las formas didácticas, procurando enseñar a soluciones que aportan los agentes sociales,
los estudiantes no sólo a buscar información tal como se le ha criticado de forma arbitra-
sino a interpretarla y cuestionarla desde cri- ria. Por el contrario, el éxito o acierto de una
terios de crítica social20. Y en la organización acción tiene como criterio de validez que
escolar también podrían abrirse soluciones las consecuencias derivadas de las mismas
creativas, como dice Joas, desde utilizar la sean moralmente aceptables de forma inter-
expresión pública y escrita que permiten subjetiva (Joas, 1998, pp. 292-293). Por ello,
hoy las nuevas tecnologías (blogs, redes so- si introducimos en la escuela una forma de
ciales…) hasta poner en marcha una organi- acción orientada a la solución práctica de los
zación asamblearia donde todos los agentes problemas cotidianos desde esta filosofía,
educativos junto con los estudiantes pudie- podremos introducir brechas críticas en esa
ran tomar decisiones ensayando y apren- racionalidad instrumental que tan frecuen-
diendo los procedimientos de una raciona- temente rige sus acciones.
lidad crítica, denunciando las interacciones En realidad, la espontaneidad y diversi-
comunicativas que encubren coacción o do- dad de las situaciones escolares que exigen
minio, tomando decisiones sobre la vida es- una inmediatez en las respuestas, donde la
colar que antepongan los valores sociales de interacción humana es una característica ha-
la inclusión, la igualdad, la solidaridad…, y bitual de sus actividades, responde más a la
posponiendo la tarea de obtener títulos aca- categoría de acción creativa que a la de ac-
démicos o la acumulación de conocimientos ción instrumental, por mucha planificación
orientados al beneficio personal. consciente que hagan los profesores de sus

20 Aprovechando las numerosas fuentes de las que disponemos, ¿por qué no enseñar a los alumnos a buscar
distintas interpretaciones y visiones de un mismo hecho y debatir con ellos los valores sociales y éticos
que las sustentan? ¿O enseñarles que los argumentos no son meros instrumentos formales sino que aluden
a contenidos éticos que hay que explicitar? ¿O evaluarles sobre sus competencias para el juicio razonado
y crítico y no sobre la cantidad de información recordada?

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acciones. Los profesores tienen que habérse- donde se dirimen las luchas por el poder y
las en la vida escolar con múltiples situacio- el feroz ejercicio del dominio simbólico, y
nes donde no sirven las respuestas planifi- la educación es precisamente un campo de
cadas ni las rutinas y ante las cuales deben batalla donde se aprecian con bastante clari-
utilizar su imaginación y creatividad para dad las luchas ideológicas de poder.
desempeñar su profesión docente, lo que les Si ponemos nuestra mirada crítica en
obliga a actuar como “agentes creativos”. los discursos oficiales y extraoficiales en
Evidentemente esta categoría de acción torno a la educación tendremos que poner
por sí sola no es suficiente para entender la atención tanto en los significados (conte-
el entramado institucional de la escuela, ni nidos, mensajes) que se expresan como en
para abordar la comprensión de todas las los procesos comunicativos donde se gene-
situaciones que en ella se producen ni la in- ran y por los que circulan estos mensajes y,
tervención de sus miembros en ellas. Para por supuesto, en los principios implícitos
eso podemos recurrir a otra categoría crítica bajo cuya cobertura se elaboran. Asimismo
sobre la acción humana que se centra en la habría que fijarse en lo que no se dice, en
“interacción lingüística” y completa esta vi- lo que no “cuenta”. Para ello los principios
sión: la “acción comunicativa” que plantea procedimentales que definen a la categoría
Habermas (1987). de “acción comunicativa” habermasiana
pueden servirnos de guía21.
La imprescindible crítica a la comunica- La educación, en este momento de exa-
ción: un camino a recorrer cerbación de la ideología capitalista, ha
quedado instrumentalizada como arma
El salto reflexivo que nos plantea Haber- arrojadiza en los medios de comunicación.
mas al pasar de una teoría de la acción te- Apliquemos, en un somero ejemplo de sus
leológica a otra que se mueve dentro de un posibilidades, estos principios guía:
paradigma comunicativo nos abre al análi- – Sobre el proceso comunicativo. En los mo-
sis de la comunicación humana. La mayor mentos que estamos viviendo en nuestro
parte de las acciones que se desarrollan en país donde la educación es para algunos po-
la escuela se producen en el plano de la in- líticos una cuestión de “gasto por recortar”,
teracción verbal. En la escuela se habla mu- sus discursos se centran unidireccionalmen-
cho y el modo de interaccionar verbalmente te en la justificación, sin argumentos, de la
ya es una forma de acción. Habermas llama inevitabilidad del recorte educativo para re-
la atención sobre estos procesos comunica- ducir el déficit económico. Pero (y aquí sur-
tivos donde quedan subsumidos tanto los ge el momento dialéctico y de interés crítico)
intereses derivados de una racionalidad ins- ante el rechazo social de los votantes (pues
trumental como los de una razón práctica y a esa categoría ha quedado reducido el
tras los que se esconden los intereses psico- concepto de ciudadano) los representantes
lógicos de dominio, los valores centrados en políticos inician una ronda de interlocucio-
la productividad y rentabilidad económica, nes con los afectados que no es tal sino una
pero, también, los valores de justicia, liber- simple farsa de lo que debería ser un cauce
tad y dignidad humana. En una sociedad de participación ciudadana en una sociedad
como la actual, mal denominada de la infor- realmente democrática. En estas reuniones22
mación, es en el plano de la comunicación no existe diálogo, ni simetría interactiva, ni

21 Para conocer con más detalle los criterios de la “acción comunicativa” aplicados al ámbito escolar, véase
Gimeno Lorente, 2009.
22 Recordemos el plante de los rectores de universidad al ministro de educación, Wert, por haber excluido
del tema de la reunión los temas relacionados con los recortes presupuestarios, o las reuniones mantenidas
con representantes de padres o profesores por algunas Consejerías de Educación, como en Aragón, para
explicar el motivo de estos recortes…

Con-Ciencia Social, nº 16 (2012) - 52 - pp. 37-55 / Paz Gimeno Lorente


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búsqueda de entendimiento. Lo que se pre- se habla de dinero, de recursos materiales,


tende es lavar la cara del político de turno de número de profesores, de rentabilidad
ante los medios de comunicación que serán de la educación. Los discursos, convertidos
los que posteriormente transmitirán el men- en arma arrojadiza entre quienes defienden
saje (La Consejera de educación se reúne con los el modelo económico vigente y quienes lo
afectados, familias y profesores, para hablar so- reprueban, coinciden en considerar la edu-
bre los recortes en educación, bla, bla, bla...). Lo cación como una inversión económica para
que estos medios no denuncian es el incum- el futuro del país. Este es el mensaje central.
plimiento pleno del procedimiento comuni- Al que se le pueden añadir matices, detalles
cativo. Los afectados son meros espectado- o manipulaciones discursivas para que no
res de una farsa que se presenta ante ellos, “quede feo” y se asocie con un descarado
ni siquiera son interlocutores… mercantilismo. Así los padres reclaman más
Ahora bien, dándole una vuelta dialécti- dinero para que la enseñanza pública siga
ca a la realidad “afirmativa”, como proponía siendo gratuita24, los profesores reclaman
Adorno, esta representación de un falso pro- más recursos materiales y humanos para
ceso comunicativo, señala a ese “ser-otro”, desempeñar su tarea, los alumnos piden
del que nos hablan los autores de la Teoría más dinero para becas y menos trabas para
Crítica. Apunta a ese modelo de racionali- la obtención de títulos (¿para qué, si no es para
dad comunicativa que Habermas describe. obtener un título, para lo que sirve la educación?)
El hecho de que quien ostenta el poder se mientras los políticos reclaman (sic) valores
sienta “coaccionado” ante el reclamo de los como el esfuerzo individual, la competitivi-
individuos23 y monte el engaño de hacer dad, la eficacia en el trabajo, la competencia
creer que está respetando un proceso de- laboral de los titulados… ¿Cómo interpretar
mocrático –que es el reflejo político de una esta diversidad de intereses?
racionalidad comunicativa– significa que Si buscamos respuesta en la Teoría Críti-
los principios de libertad, de igualdad y de ca nos encontramos, por una parte, con una
búsqueda real de entendimiento están en la concepción materialista de la sociedad que
base ética implícita de los afectados, en los siempre ha sido respaldada por sus autores:
valores soterrados de quienes protestan y el reparto equitativo de los recursos mate-
de quienes buscan imponerse. A veces, muy riales es una motivación para la acción so-
ocultos, cierto, pero están ahí. A ese supues- cial. Por otra, con el supuesto de que quienes
to antropológico aludían los autores de la tienen el poder procuran el control del pen-
tradición crítica, que ya señalé anteriormen- samiento colectivo, pues, como dice Castells
te en este mismo texto: a ese poso de racio- y apoya la psicología cognitiva, quienes
nalidad que el ser humano ha adquirido his- controlan las mentes controlan el poder. En
tóricamente y que le lleva a protestar ante el el caso que nos ocupa, los políticos respon-
dominio de la sinrazón. sables del sistema educativo inciden en el
– Sobre los contenidos de los que se habla. desarrollo de determinados valores sociales
Aquí la dialéctica del análisis amplía la ta- porque con ello pretenden ocultar la ausen-
rea. Por una parte está el análisis crítico de cia de argumentos éticos que justifiquen la
la ideología encubierta en los mensajes, por disminución de unos recursos materiales
otra el análisis de las seudo-razones con que ya se habían incorporado a la concep-
las que se pretende legitimar los mensajes. ción social de una justa redistribución y por-
Ante los discursos aparecidos en los medios que, además, al centrar las protestas en este
de comunicación hay que preguntarse: ¿de nivel, se bloquea el debate, realmente con-
qué se habla prioritariamente cuando se ha- flictivo, sobre cuáles deberían ser los fines
bla de educación? La respuesta no es difícil, de la educación. Quien desea imponer un

23 Aunque instrumentalmente lo que busque de forma inmediata sean sus votos…


24 Porque a esa sinonimia ha degenerado la categoría de “pública” (enseñanza pública = enseñanza gratuita).

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orden social y una cosmovisión conservado- y sobre los procesos interactivos en los que
ra sabe que necesita de la difusión de unos se produce nos dará la luz necesaria para
valores sociales acríticos que permitan man- distinguir el modelo de racionalidad con el
tener a la ciudadanía tranquila y aquiescen- que estamos construyendo nuestra vida so-
te ante las imposiciones de quienes manejan cial en general y la del sistema educativo en
el poder, y el saber, así como presentar sus particular. Y aquí reside la clave para enten-
decisiones como necesarias, inevitables, im- der los patrones de injusticia, desigualdad,
prescindibles… Y para intentar acallar vo- dominio… del totalitarismo ideológico que
ces, se adjudica a los profesores la categoría viene de la mano de un capitalismo que
jurídica de “autoridad”… ha devenido, como denunciaban Adorno y
Y como respaldo a estas reflexiones aten- Horkheimer en Dialéctica de la Ilustración, en
damos, como señala Viñao (2012), a los tér- lo contrario de la libertad.
minos y frases que se repiten una y otra vez Como explica Albrecht Wellmer (1999,
en los discursos de política educativa, en los pp. 36-37), –segunda generación de la Teoría
textos legales de la Administración, en los Crítica– la categoría de “acción comunicati-
medios de comunicación… pero también en va” no implica ningún idealismo epistemo-
las conversaciones cotidianas de las familias, lógico, pues las relaciones de explotación
en las salas de profesores, en las entrevistas económica o política que pueden rastrearse
entre los tutores y las familias…, donde po- y denunciarse a través de ella no quedan di-
dremos vislumbrar cómo de manera progre- luidas en meras incoherencias gramaticales
siva, como “una marea”, se va extendiendo o semánticas. Por ello la acción comunica-
un sistema ideológico de corte neoconserva- tiva como principio categorial nos permite
dor. Palabras, ¿son sólo palabras?: “libertad dar un paso hacia la praxis política y recla-
de los padres para elegir el centro escolar mar una democracia genuina. Sólo si todos
de sus hijos”, “lo público es ineficaz y caro, podemos hablar y decidir como iguales,
lo privado es más eficiente”, “la enseñanza podremos llegar a acuerdos justos. Y aun-
privada es un ejemplo de emprendedores que esto suene complicado en una sociedad
sociales que hay que apoyar” , “la enseñanza compleja y plural, podríamos empezar por
privada debe recibir fondos públicos porque nuestras escuelas, y empezar a entenderlas
responde a una demanda social”, “los objeti- y vivirlas desde el prisma de una comuni-
vos del currículo deben ser definidos como cación libre de dominio… Y ¡ojalá! estos
competencias”, “las familias y los alumnos sean los mimbres con los que se construyan
son los clientes del servicio escolar” “los los movimientos actuales de protesta en los
profesores no están suficientemente prepa- centros escolares25…
rados”, “los docentes que son funcionarios
son rácanos con su tiempo laboral”, “la re-
ducción del gasto en educación es un mal in- A modo de conclusión
evitable ante el desfase del déficit público”…
Viñao concluye: “La educación, en síntesis, Estamos viviendo unos momentos críti-
deviene en una mercancía en la que lo rele- cos, y no solo porque nos sintamos inermes
vante no es su valor de uso, sino de cambio frente a un poder económico que fagocita
(…). Un mercado más, abierto al beneficio a los débiles, sino porque estamos “huérfa-
privado y destinado a inculcar la ideología nos” de pensamiento crítico y de referentes
que lo sostiene” (Viñao, 2012). teóricos y éticos. No podemos obviar nuestra
Sobre todos estos significados hay que responsabilidad de colaborar –como inten-
aplicar el rodillo de la crítica ideológica. tamos desde Fedicaria– en el desarrollo de
Sólo una reflexión sobre el lenguaje, su uso ciudadanos críticos que tomen las riendas de

25 Denominados a fecha de entrega de este artículo como “marea verde” y sobre los que todavía no puede
hacerse un juicio crítico. Cuando el artículo salga a la luz dispondremos de más información.

Con-Ciencia Social, nº 16 (2012) - 54 - pp. 37-55 / Paz Gimeno Lorente


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la vida colectiva y que, en pleno ejercicio de HABERMAS, J. (1988). La lógica de las Ciencias So-
una corresponsabilidad solidaria con el res- ciales. Madrid: Tecnos.
to del mundo, luchen por una sociedad más HABERMAS, J. (1989). Problemas de legitimación en
justa y menos desigual. Para ello la Teoría el capitalismo tardío. Buenos Aires: Amorrortu.
Crítica sigue ofreciéndonos unos principios HOLDER, S. (2009-2010). Samuel Holder (2009-
de racionalidad ética y comunicativa que nos 2010). Descubriendo a Oskar Negt y a la co-
pueden orientar en la búsqueda permanen- rriente cálida de la Teoría Crítica. Transver-
te, y siempre inacabada, de ese “ser-otro”. sales, 17, 10. <http://www.trasversales.net/
t17sh.htm>. (Consultado el 2 de Agosto de
2012).
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