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MUSEOS 81 Los museos y sus traslados. A propósito del Museo del Ejército I MÓNICA RUIZ BREMÓN
98 Los museos de Islandia I ISABEL M. GARCÍA FERNÁNDEZ
MUSEOGRAFÍA Y 107 El espacio del museo: la Colección Meschac Gaba o el Museo de Arte Africano
EXPOSICIONES Contemporáneo I ELISA POVEDANO MARRUGAT
ACTUALIDAD XX Museología y turismo: un desafío para los museos I LIC. NELLY DECAROLIS
XX Turismo cultural: el enfoque de itinerarios culturales como aporte para el desarrollo local
sustentable I EDGARDO J. VENTURINI
Revista de Museología I Edita: Asociación Española de Museólogos - Avda. Reyes Católicos, 6 28040 Madrid Tel. 91 543 09 17 I Dirección: Ana Carro Rossell, Mª José Cor-
tés Sádaba y Ana Velasco Rebollo I Comité científico: Martín Almagro Gorbea, Luis Alonso Fernández, Mikel Asensio, Amelia Baldeón, Carlos Baztán, Eduardo Folgueras,
Camila González, Francisca Hernández, Pedro Lavado, Jesús Pedro Lorente, José María Luzón, Francisco Javier Ramírez Perdiguero y Miguel Zugaza I Consejo asesor in-
ternacional: Bruce Craig, Rodrigo Gutiérrez Viñuales, Ricardo Viera I Coordinadora del nº de Argentina: Mª Laura Novas I Publicidad: AEM Tel. 91 543 09 17 I Diseño, Ma-
quetación e Impresión: Cyan, Proyectos y Producciones Editoriales, S.A. Tel. 91 530 05 04 I Depósito legal: M-8875-1994 I I.S.S.N: 1134-0576 I Reservados todos los de-
rechos, prohibida su reproducción total o parcial sin el consentimiento por escrito de los editores. Los editores no se hacen responsables de las opiniones vertidas en
los artículos publicados en esta revista.
MI IDEA DE MUSEO
Las casas de
Hace unos cuantos años tuve la suerte de vivir en París du-
rante un largo período de tiempo. Por las tardes visitaba los
museos de la ciudad —que por otra parte ya conocía—, has-
ta que agoté las exposiciones del Louvre, del Museo d’Orsay,
el Jeu de Paume, el Beaubourg, el Grand y Pétit Palais, el Mu-
seo de las Ciencias de la Villette, el Museo Guimet de Arte
Oriental. He de decir que pertenezco a ese tipo de personas
que aman los museos. Siempre encuentro en ellos una nue-
va pieza que admirar, una anécdota, un artista que descono-
cía, un aprendizaje que modifica mi conocimiento del mun-
do, que añade algo a la visión panorámica de la historia del
hombre y del arte que me sirve de sostén, en definitiva.
Cuando agoté los museos más conocidos, inicié un recorrido personal por otros menos visitados, de
Lola López Mondéjar tamaño más reducido. Museos que podríamos calificar de domésticos, que me descubrieron una
Escritora y Psicoanalista perspectiva distinta de determinados autores, de una época, de una vida.
Mi primer descubrimiento fue el Musée de la vie romantique, costoso de ver, pues su horario de apertura
es un galimatías imposible de memorizar, hasta que por fin conseguí llegar en el momento adecuado, a
la hora precisa, y pude admirarlo. La casa del pintor Ary Scheffer, donde acogía a sus amigos pintores, es-
critores y músicos como Georges Sand, Chopin, o Delacroix, es hoy una vivienda perfectamente conser-
vada, con su pequeño jardín y sus habitaciones, en la que se recrea hasta el mínimo detalle lo que fue la
vida parisina de los intelectuales de 1830. Descubrí las pinturas de Georges Sand, una vertiente que no
conocía de la escritora, y un boceto de una magnífica Medea de Delacroix, que ha sido muy importante en
mi vida. Además, me sentí una invitada de excepción en la intimidad de un grupo de artistas, en las en-
trañas del romanticismo. Cartas, partituras, objetos personales, opiniones, huellas de unos personajes
que he admirado por su obra, y que se manifestaban allí en su corporeidad física.
Prefiero los museos íntimos, de tamaño humano, que pretenden introducirnos en los entresijos de
una época a través de la vida de quienes la vivieron, a la magnitud apabullante de los grandes mu-
seos, a la reunión de piezas que no deja lugar para la curiosidad, sino que la satura al cabo de unas
pocas horas, porque no somos capaces de elaborar toda la información que su magnitud maneja. Y,
sin embargo, adoro el Louvre y su desorden olímpico. La laboriosa caminata que hemos de hacer
para reunir, al menos en nuestra cabeza, la obra dispersa de un solo pintor.
Soy contradictoria, me doy cuenta, porque hago de los museos mi propia casa. Visito el Prado con
relativa frecuencia, para admirar una vez y otra El perro de Goya, o El Triunfo de la muerte de Brue-
ghel el Viejo, y camino indiferente, dejando otras obras a mi derecha y a mi izquierda, para introdu-
cirme en las salas dedicadas a esos artistas y colocarme delante de sus cuadros hasta que los pies
aguantan.
Creo que he pasado una gran parte del tiempo de mis viajes visitando museos. Adoro la Morgan Li-
brary de Nueva York, porque me dan ganas de quedarme a comer, a cenar, a leer en su restaurante
abierto, tomando un té caliente que aleje el frío de las calles, ganas de repasar una vez y otra su fa-
bulosa colección de manuscritos, rodeada de ancianas neoyorquinas elegantes.
Pienso que el museo es una pieza imprescindible en la rica fisonomía de la ciudad. Suelo decir que
la literatura sirve para abrirnos las puertas de las casas, que aporta a nuestra visión del mundo
una mirada penetrante, pues nos introduce en las profundidades de los personajes, de tal modo
que, a menudo, creemos conocerles mejor a ellos que a quienes nos rodean. Los museos, para mí,
tienen una misión parecida: nos abren las puertas de las ciudades, de su historia, de la vida de
sus habitantes, de su pasado y de su presente. Detrás de la puerta de un museo hay una casa, un
enigma que está deseando ser resuelto. Son puertas que encierran una promesa de interpreta-
ción, una esperanza de sentido. Ven, entra en mis salas, visita las habitaciones de la historia, des-
cubre por ti mismo cómo era el mundo que te precedía, cómo será, quizás, el que te suceda; nos
invitan.
Mi idea de museo I 3
ENTREVISTA
Tras el cierre de su sede durante más de dos años por reformas arquitectónicas, el pasado 3 de
marzo reabrió sus puertas al público la Fundació Tàpies. Con motivo de esta reapertura, RdM en-
trevista a su directora, Laurence Rassel.
La Fundació Tàpies abrió sus puertas por primera geográficas, políticas, técnicas y culturales en las
vez en 1990, siendo una de las primeras fundacio- cuales ellos y ellas obran y son.
nes creadas por un artista, en torno a su vida, su
obra y al estudio y difusión del arte contemporáneo En consonancia con la herencia crítica y estética de
en general. Después de veinte años de funciona- Antoni Tàpies, las actividades y los proyectos tem-
miento. ¿Qué valoración pueden hacer de la trayec- porales de la Fundación (seminarios, exposiciones,
toria de esta institución? ciclos de cine y magnetoscopio, conciertos, publica-
ciones, etc.) ponen a dialogar prácticas artísticas
Este lugar se inscribe desde su creación en una his- complejas con la obra de Tàpies, que está siempre
toria ciudadana y artística, que va desde finales del presente en una de las salas de exposición; prácti-
siglo XIX al siglo XXI si se piensa en primer lugar en cas artísticas que se sitúan a menudo a parte de las
el edificio que ocupa la Fundación. Efectivamente, la historias oficiales y representan la posibilidad de un
propia arquitectura lleva la impronta del tiempo y de pensamiento crítico ante los acontecimientos de la
sus sucesivas transformaciones. En primer lugar, el cultura contemporánea.
Modernismo catalán y la historia industrial y edito-
rial de principios del siglo XX de la empresa editorial La Fundación ha adquirido, en veinte años de existen-
Montaner y Simon, obra del arquitecto Lluís Domé- cia, un prestigio internacional gracias al trabajo de Ma-
nech i Montaner. Después, el esplendor de los años nuel Borja-Villel y Nuria Enguita Mayo. Podría citar en-
ochenta y las obras de renovación a cargo de los ar- tre los numerosos proyectos de artistas nacionales o
quitectos Roser Amadó y Lluís Doménech Girbau de extranjeros realizados, desde las primeras vanguar-
cara a la apertura de 1990, en una ciudad sacudida dias históricas hasta artistas contemporáneos de
por una gran actividad preolímpica. los que se ha producido su primera gran exposición
monográfica: Louise Bourgeois, Brassaï, Marcel Bro-
El momento histórico en el que surgió la Fundación odthaers, Lygia Clark, James Coleman, Merce Cunning-
determinó también el cuadro conceptual desde el ham, Jon Mikel Euba, Hans Meter Feldmann, Fluxus,
que se definieron las líneas de programación. En la Dan Graham, Renée Green, Sanja Ivekovic, Asier
realidad local, la Fundación ha supuesto una contri- Jorn, Franz Kline, Sol Lewitt, Ana Mendieta, Lazlo Molí-
bución a la definición de un nuevo mapa cultural, en Nagy, Robert Motehrwell, Matt Mullican, Helio Oiticica,
pleno proceso de reorganización urbana de la ciu- Picabia, Pedro G. Romero, Isidoro Valcárcel-Meidna,
dad de Barcelona. Eulalia Valldosera, Krzysztof Wodiczko, los proyectos
Los límites del museo, Representaciones árabes con-
Una práctica artística articulada sobre la posibilidad temporáneas, Culturas de archivo y muchas otras…
de un pensamiento crítico sitúa sus referencias, sus
objetos en un contexto geopolítico. Ninguna prácti- El hecho de trabajar básicamente en la obra de un
ca es independiente de sus lugares, de su forma y único artista ¿supone un límite a su labor como mu-
por tanto de su técnica, de su época, de sus lazos seo o más bien, al contrario, permite llegar a pro-
con otros artistas, artes y situaciones. fundizar en aspectos a los que otros museos con
otro tipo de colecciones no llegan?
La Fundació Antoni Tàpies ha mostrado y trabajado
y mostrará y trabajará con artistas que interrogan so- Desde el momento que se redactaron los estatutos
bre los objetos artísticos, las condiciones económicas, de la Fundación en 1984, estos respondieron a la
Entrevista I 5
responsable de la selección de los artistas y las volver activos y visibles los lazos entre aquellos y
obras presentadas en escena en el marco de los es- aquellas que hacen uso de este tipo de institucio-
pectáculos Events. Propusimos, desde luego, obras nes: que quieren aprender, compartir, estudiar. El
de Antoni Tàpies y de Eulalia Valldosera. arte existe por su uso, su crítica, su situación en una
historia.
Publicamos, en primicia, la versión inglesa de la Me-
moria personal. Fragmento para una autobiografía7 Los espacios de proyecto en el mismo lugar de la
de Antoni Tàpies, seguida de versiones catalanas y Fundación, espacios de archivo o de formación es-
castellanas revisadas. Durante las obras, hemos lle- tán concebidos como “cocinas abiertas”, los muros
vado a cabo trabajos de investigación sobre la histo- se desplazan según los momentos que requieren
ria del edificio y de la editorial Montaner y Simón, más o menos intimidad.
que la Fundación ocupa.
Este proceso se hará sobre un principio de descen-
En el marco de participación de Antoni Tàpies en la tralización, de acceso abierto y de prácticas que
obra de Merce Cunnignham, organizamos también permiten las tecnologías de la información y la co-
una conferencia sobre el trabajo del escenógrafo8. municación, entre otras. Se trata desde luego de
Hemos organizado visitas guiadas de las obras de apoyarse en los mismos útiles, redes y prácticas
Antoni Tàpies que se encuentran en el espacio públi- para enriquecer el cuerpo académico, la visibilidad
co de la ciudad de Barcelona9, de la obra simbólica de la obra de Tàpies.
Núvol i cadira (1990), Homenaje a Picasso (1981), pa-
sando por la obra que se encuentra en la sala de re- ¿Creen que este cierre supondrá tener que recupe-
flexión (Sala de Reflexión, 1996) de la Universidad rar al público y el pulso de la actividad? ¿Cómo va-
Pompeu Fabra, las obras de Antoni Tàpies marcan loran las jornadas de puertas abiertas que tuvieron
las épocas. lugar a principios de marzo?
Breve ha sido para la Fundación el tiempo de inves- El público, los públicos, por el momento, están ahí.
tigaciones sobre su propia historia y la historia de Se ha mostrado numeroso e impaciente los prime-
Antoni Tàpies con el fin de abrirla más al público y ros días (9.000 visitantes en tres días). Las activida-
hemos reforzado además también nuestros lazos des, visitas guiadas que se dirigen y adaptan a todo
con otros actores culturales de la ciudad. tipo de público desde niños hasta personas mayo-
res, están siendo un éxito. Desde la música contem-
Uno de sus proyectos más novedosos es el denomi- poránea a la obra y las influencias de Antoni Tàpies,
nado Artes combinatorias ¿puede explicarnos en el público se entusiasma y encuentra su camino
qué consiste y cómo surgió la idea? hacia la Fundación. Nuestro objetivo es continuar
tejiendo lazos con diferentes públicos, diferentes
El fin de la Fundación es preservar y difundir los do- grupos, instituciones a través de actividades regula-
cumentos y los materiales más significativos sali- res y diversas, que acompañen a las exposiciones
dos de las prácticas del museo así como de los re- temporales y la visibilidad de la obra de Tàpies.
cursos educativos para facilitar la investigación y la
experimentación sobre el arte contemporáneo y ¿Qué otras actividades tienen previsto realizar
la obra de Antoni Tàpies. El objetivo del proyecto Ar- con motivo de la reapertura?
7 Presentación del libro de Antoni tes combinatorias (Lugar de educación, exposición
Tàpies A personal Memoir. e investigación) es el de poner al servicio de los vi- Hemos organizado visitas guiadas de las exposi-
Fragments for an Autobiography
(Complete Writings. Volume I) con
sitantes este fondo documental a través tanto de la ciones, talleres para niños, actividades escolares
la Dia Art Foundation de Beacon propia institución como de la plataforma web, así que han retomado intensamente su curso. Las
(DIA: Beacon, Riggio Galleries, como por la vía de nuevas producciones adaptadas exposiciones se han visto completadas por con-
en Nueva York, en septiembre a las redes digitales (producción de cápsulas audio- ciertos, encuentros, proyecciones de documenta-
de 2009.
8 Conferencia de Lluís Solà sobre visuales). les. Hemos comenzado también una serie de visi-
la trayectoria de Antoni Tàpies tas guiadas centradas en la historia de la editorial
como escenógrafo y sobre la El proyecto Artes combinatorias será una plataforma Montaner y Simón, y en la historia por lo tanto del
relación del artista con el teatro,
de trabajo colectivo y un espacio de relación con y edificio modernista concebido por Doménech i
en el Instituto del Teatro, en
noviembre de 2009. entre los visitantes, los investigadores y los colabo- Montaner10.
9 Antoni Tàpies y la esfera radores de la Fundación. Permitirá compartir, hacer
pública. Itinerario, accesible y actualizar los contenidos que el museo Este tipo de actividades diversificadas y utilizando
http://fundaciotapies.org/site/sp
genera en el ejercicio de sus funciones y actividades los recursos del edificio, de la obra de Antoni Tàpies,
ip.php?article6384
10 http://www.fundaciotapies.org/ desde su creación. Se trata de hacer a la vez visible de sus influencias y del arte contemporáneo, conti-
site/spip.php?article6393 los mecanismos de trabajo de un centro de arte y de nuarán más allá de la apertura.
6 I Entrevista
BOLETÍN SUSCRIPCIÓN FORMULARIO SUSCRIPCIÓN “REVISTA DE MUSEOLOGÍA”
Editada por la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MUSEÓLOGOS
NIF/CIF
Nombre
Apellidos
Profesión
Empresa
Dirección de envío
Población /CP
Provincia
País
E-mail
Teléfono
Fax
Forma de Pago
Autorizo a la Asociación Española de Museólogos, para que cargue los recibos que ha de li-
brarme, a partir de la fecha, en mi cuenta corriente, con titular:
Firma:
*Iñaki Díaz Balerdi Hace unos años, en un museo de cuyo nombre sí me acuerdo —pero que omitiré por razones de pura dis-
Tras su paso como conservador
creción y porque estas páginas pretenden cualquier cosa menos señalar con el dedo o culpabilizar a na-
por el Museo de Bellas Artes
de Álava, se incorporó al die—, se vivieron unos momentos entre curiosos y disparatados, con ocasión de un préstamo temporal
Departamento de Historia del Arte de obras de arte. Las obras, mayoritariamente pinturas, habían viajado a otro museo más o menos cer-
de la Universidad del País Vasco, cano a fin de ser exhibidas en una exposición y, al finalizar la misma, fueron devueltas a su lugar de ori-
donde es profesor titular. Autor
de distintas publicaciones sobre
gen. Volvieron en un camión que no contaba con los últimos adelantos en cuanto a transporte especiali-
arte prehispánico en Mesoamérica zado, aunque esto no resulta sorprendente habida cuenta de que muchos museos no manejan recursos
y sobre Museología. suficientes como para pagar camiones capitoné dotados de climatización, doble suspensión, triple fre-
nado de seguridad, cuádruple apertura retardada de las puertas y quíntuple chumacera de retroacción
helicoidal (es un decir). De todas maneras, en aquella circunstancia, alguien tuvo la sensata idea de po-
ner una amortiguación (una manta) entre cuadro y cuadro, no fuera que los vaivenes de la carretera da-
ñaran los lienzos a pesar de que iban sujetos de la mejor manera posible. El viaje se debió alargar —al-
gún imprevisto, tal vez—, el calor aumentó —fue a finales de verano— y, cuando por fin el camión llegó
a su destino, se descubrió que lo que se descargaba no eran los cuadros tal como habían salido del mu-
seo sino una rara mutación de los mismos en forma de cuadros peludos: el calor había reblandecido la
superficie pictórica y las mantas habían depositado sobre el barniz miles de pelillos, dejando la huella
incontestable de aquel efímero contacto en una suerte de combine painting o intervención irreverente
de la casualidad —o de la ignorancia, o de la mala suerte o de la negligencia— sobre unas venerables
piezas de museo.
La anécdota, que se saldó con un trabajoso proceso de restauración tras los pertinentes tiras y aflojas
con la compañía aseguradora, parecería impensable en los tiempos que corren, máxime si tenemos en
cuenta que progresivamente aumentan en nuestros museos los trabajadores —llámense técnicos, con-
servadores, encargados o como quiera que se denominen sus atribuciones y responsabilidades en los
contratos de trabajo— que han recibido una formación más o menos especializada en museología —otra
vez, llámense cursos de postgrado, masters, diplomaturas o especializaciones en diversos campos rela-
cionados con la conservación y difusión de bienes patrimoniales—. Y esto es así porque esa formación
—esas formaciones, pues el alcance y resultados de los distintos programas es variado y no siempre del
mismo nivel— cumple, por regla general, con el objetivo de dotar a quien la recibe de metodologías y
principios básicos para enfrentarse a los problemas que se puedan presentar en el desempeño cotidia-
no de la profesión.
Quien haya recibido formación especializada en museología difícilmente incurrirá en el error que derivó
en aquella disparatada colección de simpáticos cuadros peludos. Unos más y otros menos, la mayoría de
los programas instruye sobre los principios básicos para conseguir un buen embalaje —e impedir así que
bastidores y pinturas se rocen—, asegurar la inmovilidad de las piezas durante su transporte y controlar
las variaciones climáticas a fin de evitar nefastas oscilaciones de temperatura y humedad relativa. Que lue-
go esos principios sean aplicados o no, en función, por ejemplo, del presupuesto con el que se cuenta, es
otra historia, pero un repaso a programas y contenidos de cuantos cursos pueblan nuestra geografía nos
revelará de inmediato que un buen porcentaje de ellos toma como referencia, en cuanto a contenidos, las
directrices emanadas del ICOM —conceptos y temas básicos para la formación, recomendaciones del ICTOP
y de otros comités, Syllabus (ICTOP: 1989), etc.—.
Incluso quien no haya tenido la suerte de recibir un adiestramiento específico actuará las más de las ve-
ces de manera correcta, a poco que se deje guiar por la experiencia y el sentido común —aunque hace
ya muchos años apuntaba Raymond Singleton (1969) que la dirección de un museo y el cuidado apropiado
La falta de reconocimiento social, cuyas causas son variadas —escasa tradición de su especificidad
como profesión, acreditación de las competencias del profesional no regulada por títulos académicos
homologados, desconocimiento por parte del colectivo social de las tareas desempeñadas por los tra-
bajadores de un museo, etc.—, tendrá como consecuencia una valoración no muy equitativa a la hora
de juzgar lo que el museo hace o deja de hacer: los aciertos de sus técnicos se asumirán con natura-
lidad, sin que generen excesiva atención, mientras que sus errores —y todos los cometemos— susci-
tarán reacciones en cadena de marcada tendencia negativa. Incluso cuando esos errores no sean di-
rectamente imputables al colectivo profesional. Un museo puede pasar desapercibido durante largo
tiempo, por mucho que sus actividades sean sobresalientes, y generalmente eso es lo que les sucede
a casi todos los museos; pero en caso de que haya un robo o se descubra alguna práctica criticable,
el revuelo que se arma, los titulares de los periódicos y las trifulcas políticas se llevan a niveles extre-
mos y virulentos. Y lo que es peor: aunque el personal técnico no tenga ni arte ni parte en el proble-
ma, una sombra de duda sobre su competencia se extenderá sin remisión y le afectará de una u otra
forma.
Esta especie de doble rasero a la hora de valorar una práctica profesional va a multiplicar los efectos de
una patología muy propia de los tiempos actuales y que corre el riesgo de generalizarse en los museos,
como se ha generalizado en otros ámbitos laborales —enseñanza, empresa, transporte, etc.—: el estrés.
Que el museo es un lugar peculiar, incluso extraño, es algo que todo el mundo sabe. Y que ese tipo de
lugares son propensos a albergar conductas peculiares, incluso extrañas, resultaría lógico suponerlo. Aho-
ra bien, en el imaginario colectivo, si por algo se caracterizan los museos es por aparecer como lugares
asépticos, ordenados, tranquilos y, digámoslo, aburridos. Todo lo contrario, en principio, a una escenogra-
fía propensa al estrés. Y, sin embargo, éste existe. Y contra él, los cursos de formación especializada no ofre-
cen antídotos ni metodologías específicas.
Entonces, nos podríamos preguntar ¿para qué más NO preparan los cursos de especialización? En las pá-
ginas que siguen trataré brevemente de la formación y de lo que queda al margen de la formación. No
será un recuento detallado de materias y lagunas, ni lo que mencione aparecerá ordenado jerárquica-
mente, pero sí recordaré asuntos con los que el futuro profesional deberá bregar más a menudo de lo
que le gustaría. Y, lo que es peor, casi siempre sin tener a mano un vademécum para salir de dudas. Ade-
más, el desarrollo de mi argumentación, que será sintética y que, cuando menos, debería ser puntuali-
zada caso por caso, me permitirá hacer unas cuantas consideraciones sobre la deriva actual del mundo
de los museos, pues, no lo olvidemos, los programas de formación se adecuan —o al menos intentan
adecuarse— a las cambiantes necesidades de la profesión.
Decía que, por regla general, los profesionales de museos ponen lo mejor de sí en el desempeño de sus
funciones. A veces de forma exagerada o, cuando menos, de una manera que no se corresponde con lo
que serían las obligaciones “naturales” de la profesión. Hay una especie de verdad asumida en el mun-
do de los museos —y en el de la formación en museología— por la que se considera lo vocacional como
uno de los componentes esenciales del talante personal de quien aspira a desenvolverse por esos rum-
bos. Quien trabaje en un museo deberá poseer conocimientos técnicos, habilidades, talento, cultura, etc.
y, además, vocación. Parece como si el mundo del patrimonio aún fuera deudor —al menos teóricamente—
de una visión idealizada de la realidad, en virtud de la cual se exigirá un plus de dedicación y altruismo a
quien se dedique profesionalmente a la conservación o puesta en valor del mismo. Ahora bien, cuando se
analiza cómo se elaboran actualmente las estrategias en torno a los bienes patrimoniales es fácil darse
cuenta de que los parámetros utilizados son más pedestres —y hasta más bastardos— y de que, por re-
gla general, poco tienen que ver con planteamientos inocentes o idealismos bienintencionados: intere-
ses políticos, económicos o ideológicos, razones de oportunidad o de prestigio, búsqueda de rentabili-
dades de distinto alcance y naturaleza, todo cabe en los subterráneos de una operación museística o
patrimonial.
Opinión I 9
Aun así, parece natural exigir vocación. Ahora bien, confundir vocación —cuya importancia no seré yo
quien la niegue— con militancia o entrega absoluta es algo habitual, y así tenemos incontables ejemplos
de cómo unas deficientes condiciones laborales, un escaso apoyo por parte de patronos y/o responsa-
bles últimos de un museo, o bien una contumaz escasez presupuestaria, son situaciones que se equili-
bran por la entrega, energía y tiempo de un técnico que literalmente se multiplica, desempeña funciones
y realiza tareas a las que no estaba obligado (Díaz Balerdi: 1995). Es otra versión del doble rasero que
mencionaba líneas arriba. La vocación la podemos reivindicar, sí, pero sin pretender que el trabajador en
cuestión se convierta en un infatigable Proteo capaz de resolver cualquier situación en cualquier circuns-
tancia, sin perder la sonrisa y sin que desfallezca su ánimo. Asumir esa pretensión implica, además, eter-
nizar una de las viejas carencias de nuestras instituciones museísticas: la de personal, siempre escaso,
siempre agobiado.
Quien ha trabajado en un museo ha sentido más de una vez que lo que realmente parece importar es que
la inauguración se realice en la fecha prevista, que todo esté en orden y que las salas luzcan coquetue-
las y agradables. Que el responsable político de turno esté contento, vaya. Sabe que no debería ser así,
que sus responsabilidades son otras, que el destinatario de su trabajo no es un superior jerárquico sino
un público a cuyo servicio trabaja, pero al final lo que importa —y que además puede ser garantía de
continuidad de los programas en marcha o posibilidad de realizar nuevos proyectos— es algo tan senci-
llo como tener contento al jefe. Y para eso no preparan los cursos de especialización. Es, desde luego,
una habilidad, y en muchos casos una habilidad que requiere técnicas depuradas para alcanzar el éxito,
pero no es algo que se pueda transmitir. Sólo se puede adquirir. En argot se llama tener don de gentes
y, más precisamente, tener mano izquierda.
Enfrentarse a un reto de ese tipo implica el peligro de reconcentrarse excesivamente en lo que constitu-
ye el horizonte más inmediato, en el mundo intramuros al museo, y olvidarse de que éste no es una bur-
buja y de que existe el mundo exterior, con el cual debe interactuar. Las tendencias ensimismadas tam-
bién son viejas conocidas para quien se mueve por estas coordenadas, llegando en ocasiones a derivar
en alteraciones de la psique o en inclinaciones marcadamente fetichistas: la obsessio neurotica, magis-
tralmente descrita por Bernard Deloche (1985), en virtud de la cual el conservador acaba creyéndose el
auténtico propietario y único garante de ese objeto del cual sólo es un custodio o depositario. Y si se lle-
ga a esos extremos, no resultan descabelladas las palabras de Germain Bazin (1969: 279) cuando afir-
maba que de todas las instituciones del mundo moderno, afectadas por las consecuencias de la demo-
grafía demencial y los progresos técnicos acelerados de nuestro tiempo, los museos figuran entre las
más perturbadas. Incluso llegando a situaciones extremas, como la de Abraham van der Doort, conser-
vador de la colección del rey Carlos I de Inglaterra, quien no siendo capaz de encontrar una miniatura que
éste le requería, optó por ahorcarse (Bazin, 1969: 90).
Sin llegar a esos extremos, deberemos reconocer que los retos normales a los que se enfrenta un con-
servador de museos tampoco se despachan de un plumazo. Es cierto que en ese imaginario colectivo que
mencionaba antes trabajar en un museo equivale a desempeñar un oficio tranquilo y sin sobresaltos. Al
fin y al cabo, se piensa que el técnico o encargado de turno se limita a colocar unas piezas en un espa-
cio determinado, adjuntar a cada obra una ficha identificativa con sus datos básicos (eso, si tiene ganas
de trabajar) y dedicar el resto del tiempo a contemplar como los devotos visitantes deambulan entre
aquel muestrario de curiosidades —o de logros señeros del espíritu humano— dispuesto según una ló-
gica más o menos hermética. Es decir, se los ve —a los técnicos— como a unos seres privilegiados: ade-
más de cobrar un sueldo, realizan su trabajo en un entorno amigable, limpio, y gozan de las canonjías
propias del conocimiento superior. El ciudadano de a pie, que a veces se convierte en visitante de museos,
siempre —casi siempre— se siente en inferioridad de condiciones en esos auténticos templos del saber,
del conocimiento y de la elevación espiritual, pues piensa que el que sabe, y por tanto goza realmente
de las piezas expuestas, es otro: el experto, el conservador, el técnico, el director, personajes invisibles
pero investidos de autoridad para exponer unas obras, y ocultar otras, y para hacerlo de acuerdo con un
criterio cuyos arcanos le resultan ajenos.
Ahora bien, el trabajo en un museo no consiste exactamente en eso, o solamente en eso. Tras los basti-
dores hay toda una serie de actividades que tienen que ver con distintos campos del conocimiento, y que
también requieren de metodologías y habilidades específicas. Hay labores de investigación, conserva-
ción y difusión —por citar las archisabidas funciones de un museo— que implican conocimientos sobre
10 I Revista de Museología # 47
AL SER LOS CURSOS DE MUSEOLOGÍA CURSOS REGLADOS DE MANERA MUY LAXA —GENERALMENTE SE ENGLOBAN DENTRO DE ESE AM-
PLIO ABANICO DE OFERTAS DOCENTES ENMARCADAS EN LOS LLAMADOS “TÍTULOS PROPIOS”— EL NIVEL DE EXIGENCIA DE DICHOS TRA-
BAJOS ES DISPAR ENTRE UN CENTRO Y OTRO. ASÍ, NOS PODREMOS ENCONTRAR DESDE INVESTIGACIONES NOVEDOSAS O QUE APORTAN
UN PLUS DE CONOCIMIENTO HASTA AUTÉNTICAS RECENSIONES BIBLIOGRÁFICAS QUE SÓLO SIRVEN PARA CUBRIR EL EXPEDIENTE. ESO,
POR NO PENSAR EN LAS INFINITAS POSIBILIDADES QUE BRINDA INTERNET, CON LAS DIFICULTADES QUE CONLLEVA EL REMONTARSE AL
ORIGEN DE UN TEXTO BAJADO DE NO SE SABE DÓNDE.
disciplinas tan dispares como la física, la biología, la semiótica, el derecho, la psicología o la didáctica.
Evidentemente nadie puede ser un experto en todas esas materias a la vez, pero quien trabaje en un mu-
seo tarde o temprano se tendrá que enfrentar a situaciones para las que tendrá que emplear recursos to-
mados de unas y otras. Por decirlo en palabra de Tomislav Sola (1985) la profesión museística requerirá
de un profundo conocimiento de cuatro vectores básicos que se relacionan directamente con las colec-
ciones: el contexto general (el mundo alrededor del museo); el contexto de la acción (conjunto de posi-
bilidades que tiene el museo para actuar); el medio (recursos y metodologías idóneas para cumplir sus
objetivos); el público (en su opinión, el vector más importante). El cómo se articulan esos conocimientos
variará según las circunstancias, el lugar y el momento concretos. Cualquier valoración al respecto debe-
rá particularizarse, aunque si nos referimos a las anteriormente citadas funciones básicas del museo, ca-
bría deducir algunas constantes generalizadas.
También le serán de ayuda para la segunda función —la investigación— lo que haya podido investigar a
fin de completar el programa de formación, fundamentalmente el trabajo final que deberá ser juzgado y
aprobado para la obtención del correspondiente título. Aunque aquí se plantea un problema, esta vez de
índole académica. Al ser los cursos de museología cursos reglados de manera muy laxa —generalmente
se engloban dentro de ese amplio abanico de ofertas docentes enmarcadas en los llamados “títulos pro-
pios”— el nivel de exigencia de dichos trabajos es dispar entre un centro y otro. Así, nos podremos en-
contrar desde investigaciones novedosas o que aportan un plus de conocimiento hasta auténticas recen-
siones bibliográficas que sólo sirven para cubrir el expediente. Eso, por no pensar en las infinitas
posibilidades que brinda Internet, con las dificultades que conlleva el remontarse al origen de un texto
bajado de no se sabe dónde.
De todas maneras, tampoco hay que caer en el pesimismo. Como decía José Alcina Franch (1994), a in-
vestigar se aprende investigando. Y si uno trabaja en un museo, tarde o temprano tendrá que investigar
—aunque quizá no precisamente en los temas de su interés—. Investigará, sobre todo, en función de ex-
posiciones y otras actividades que se realicen, lo que en tiempos recientes ha generado un creciente cor-
pus documental en forma de catálogos, textos, etc., al que curiosa y significativamente se ha denomina-
do durante mucho tiempo “literatura gris”. Se da por supuesto que en los museos se investiga poco, y
Opinión I 11
EL MUSEO SE REIVINDICA EN LA RECTA FINAL DEL SIGLO XX Y COMIENZOS DEL XXI COMO HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN. ES MÁS, LA
COMUNICACIÓN PARECE CONVERTIRSE EN EL OBJETIVO ÚLTIMO DE CUALQUIER OPERACIÓN MUSEÍSTICA. SE ADQUIERE PARA COMUNICAR
LO ADQUIRIDO; SE CONSERVA PARA COMUNICAR LO CONSERVADO; SE EXHIBE PARA COMUNICAR NO SÓLO LAS PIEZAS EXHIBIDAS SINO
LOS CONOCIMIENTOS A ELLAS ASOCIADOS; SE ORGANIZAN PROGRAMAS DIDÁCTICOS PARA COMUNICAR ESOS MISMOS CONTENIDOS
PERO DE MANERA MÁS DIGERIBLE, MÁS FÁCILMENTE ASIMILABLE, ETC. LA COMUNICACIÓN SE TRANSMUTA EN IMPERATIVO CATEGÓRICO,
EN MEDIO Y FIN AL MISMO TIEMPO.
esto puede ser cierto o falso según los casos. Pero es que lo que se investiga —y, eventualmente, se pu-
blica— recibe el calificativo de “gris”. También los matices del gris son infinitos, pero, sin recurrir a argu-
mentaciones sofistas, cabe sospechar que se utilizan esas denominaciones valorativas porque todavía
no se ha asumido con todas sus consecuencias que el museo es —debe ser— un auténtico centro de in-
vestigación. Y no se ha asumido porque todavía sigue vigente el viejo divorcio entre el ámbito académi-
co/universitario, asumido como escenario privilegiado y casi único del pensamiento, de la reflexión, de
la investigación, y el ámbito museístico, considerado como un lugar de experimentación práctica caren-
te de la aureola de exquisitez y elevación espiritual del primero (Díaz Balerdi: 1994).
¿Y qué decir de la difusión, la tercera gran función del museo? Si nos fiamos de proclamas, propósitos e
intenciones, concluiremos que el museo se reivindica en la recta final del siglo XX y comienzos del XXI
como herramienta de comunicación. Es más, la comunicación parece convertirse en el objetivo último de
cualquier operación museística. Se adquiere para comunicar lo adquirido; se conserva para comunicar lo
conservado; se exhibe para comunicar no sólo las piezas exhibidas sino los conocimientos a ellas aso-
ciados; se organizan programas didácticos para comunicar esos mismos contenidos pero de manera más
digerible, más fácilmente asimilable, etc. La comunicación se transmuta en imperativo categórico, en me-
dio y fin al mismo tiempo.
Ahora bien, si nos atenemos a la inteligibilidad —o ininteligibilidad— de, por ejemplo, los lenguajes ex-
positivos, los resultados no son tan satisfactorios. El museo fue durante mucho tiempo escasamente en-
tendible para el común de los mortales. Y lo sigue siendo. En todo caso, es superficialmente entendible,
lo que implica quedarse en el nivel de lo sensorial, de lo básicamente perceptivo, de lo curioso, lo que
puede derivar en un simplismo reductor que recurre a la vieja cantinela de “esto me gusta” y “aquello
no” como último elemento de valoración y juicio. Por la falta de preparación del visitante, se dirá. Sí. Pero
también por la incapacidad de los conservadores para transmitir todo lo que las piezas atesoran como
potencial informativo, expresivo o alegórico. Y esa incapacidad, que muchas veces, sobre todo en los mu-
seos de arte, es consecuencia del convencimiento de que la pieza habla por sí sola, desemboca en exhi-
biciones donde, casi por deferencia, se acompaña a las piezas de exiguas fichas identificativas que las
más de las veces no sirven para casi nada.
En el fondo, los conservadores “hablan” para sus iguales: les cuadran perfectamente las palabras que
Joseba Zulaika (1997: 235) dedica a los arquitectos cuando dice que al igual que sucede en otras profe-
siones, el discurso de la arquitectura como profesión excluye al no especialista; es un discurso autóno-
mo en el que los expertos asumen que deben dar cuentas sólo a otros expertos. Y los cursos de museo-
logía ¿preparan buenos comunicadores —cuando a veces sospechamos que ni siquiera lo hacen las
facultades de Ciencias de la Información—? A tenor de los resultados creo que no, y me temo que la co-
municación, en el sentido de “hablar” para el no experto, sigue siendo una de las asignaturas pendien-
tes (de museos y de cursos de formación).
Hasta ahora me he referido a lo que tradicionalmente se han considerado funciones básicas del museo.
El panorama se complica si echamos un vistazo a lo que podríamos denominar funciones emergentes o
cambios experimentados en el papel del museo en la sociedad y en los modos de funcionamiento del
mismo. En la reunión del ICTOP (Comité Internacional para la Formación del Personal) de Nueva Delhi
(2002) se tomaron en consideración los acelerados —y a veces enloquecidos— cambios del mundo ac-
tual y se apuntaron siete asuntos sobre los que los planes de formación deberían trabajar en adelante.
Eran las siguientes: 1) globalización y sus consecuencias: desarrollo sostenible, comercialización de mu-
seos y recursos patrimoniales, audiencias emergentes, aplicaciones tecnológicas; 2) transparencia de la
12 I Revista de Museología # 47
información; 3) enseñanza basada en la demanda social; 4) adecuación de la enseñanza a las posibilidades
del mercado de trabajo; 5) reconocimiento de la cualificación profesional; 6) importancia de los intercambios
internacionales; y 7) capacidad de cambio ante nuevas demandas (cursos cortos y formación continua).
No me detendré en los mismos, aunque me parece bastante claro que por estas latitudes se ha reflexio-
nado y discutido poco sobre tales asuntos. Quizá porque, como apunta Josep Ballart (2003: 12), el mu-
seo ha sido secuestrado en España por economistas, arquitectos, políticos y administradores públicos.
También por la juventud de nuestros planes de formación (apenas treinta años desde los primeros). Y
también por el acelerado proceso de transformación de los propios museos y de los perfiles profesiona-
les de quienes en ellos trabajan. Si los museos cambian, también cambian —o deberían cambiar— las
estrategias formativas, asunto que se debate por ahí desde hace tiempo y que, sin duda se seguirá de-
batiendo en el futuro (textos, propuestas, cuestionarios, resoluciones, abstracts, etc. pueden consultar-
se en la página web del ICTOP: www.city.ac.uk/ictop).
Patrick J. Boylan (2001), hasta hace poco presidente del ICTOP, presentó una comunicación en la Asam-
blea General del ICOM en Barcelona, cuyo título ya resultaba revelador: “A Revolution in Museum Mana-
gement requires a Revolution in Museum Professional Education and Training”. Revelador porque apun-
taba a una auténtica sustitución de lo que han sido las funciones tradicionales del museo por un nuevo
concepto, el management —que se podría traducir por dirección, administración o gestión—, lo que im-
plica también la sustitución del clásico conservador de museos por especialistas en otras áreas, funda-
mentalmente en gestión, administración y servicios al público. Si durante largos años todo en el museo
parecía girar en torno a la mística de la conservación —luego llegaría el vendaval didáctico o, más tarde
aún, la eclosión “comunicativa”—, ahora todo parece remitirse al absolutismo de la gestión. Hacía tiem-
po que los conservadores se habían concienciado de la importancia del visitante y, en mayor o menor me-
dida, se había intentado corregir el rumbo del museo para dar al público un protagonismo que hasta en-
tonces nunca había resultado real ni efectivo. Pues bien, sin que hubiera tiempo para completar esa
urgente tarea ni para consolidar estrategias operativas al respecto, una nueva obsesión, de marcado ca-
rácter economicista, lo impregna todo, transmutando el museo en un nuevo apéndice empresarial de la
sociedad de consumo (Macdonald: 1993). La gestionitis se instaló hace años en nuestras vidas —todo
es susceptible de ser gestionado, venían a decir los nuevos chamanes de la sociedad post-industrial, los
gestores—: pues bien, esa misma gestionitis se ha instalado en los museos.
El cambio venía de lejos. Keneth Hudson (1998) desgranaba en un clarificador artículo algunos elemen-
tos claves para entender la evolución de los museos en los últimos cincuenta años: entre otros citaba la
identificación del destinatario de las actividades del museo como “cliente”, la inserción del museo en un
mercado competitivo del ocio, la exigencia de investigaciones sobre ese mercado, la consideración del
museo como una empresa, la preocupación por el número de visitantes, la necesidad del marketing, etc.,
asuntos todos ellos directamente relacionados con la nueva palabra-talismán de uso universal: gestión.
Si antes había que saber conservar y exponer para trabajar en un museo, ahora lo que se necesita son
técnicos multicompetentes capaces de gestionar una compleja maquinaria inserta en los circuitos del
consumo. O, por decirlo de manera más moderada y con palabras de Juan Ignacio Vidarte (2002), geren-
te del museo Guggenheim Bilbao, los tres aspectos fundamentales del museo (son): contenido, conti-
nente y el modelo de gestión.
Esta deriva del museo obliga a replantearse el objetivo último de los cursos de formación, no nos lleve-
mos a engaño. Incluso, tal como se están poniendo las cosas y en vista de los requisitos que, cada vez
más, se exigen a quien pretenda acceder a un puesto de trabajo en un museo (no sólo conocimientos so-
bre las colecciones o técnicas museográficas, sino también sobre cultura participativa, trabajo en equi-
po, comunicación, negociación, liderazgo, mercado —de obras y de clientes—, marketing, etc., etc.) ca-
bría preguntarse si los estudios de museología no se deberían integrar —o convertir en una
especialización más— de los archifamosos MBA (másteres en administración de empresas). Al fin y al
cabo, ahí sí que te enseñan, sobre todo si la matrícula es carísima y las prácticas están concertadas con
las mejores empresas del país, a moverte en la jungla neoliberal, que es la que marca las pautas de nues-
tras vidas y, desde luego, de nuestros museos.
Incluso si el profesional realiza tareas exclusivamente museísticas notará el zarpazo de las nuevas exigen-
cias. La más importante de ellas, la cuantificación sistemática de sus labores. Cuantificación de clientes,
Opinión I 13
es decir, de destinatarios de sus actividades; cuantificación económica, no vaya a ser que los presupues-
tos se disparen y haya que hacer milagros financieros o recuperar el espíritu militante que mencionaba
antes; cuantificación en la venta directa de productos, entradas, tienda, librería y restaurante, así como
generación de recursos indirectos (hostelería, transporte, servicios, etc.); cuantificación de actividades,
sean expositivas, didácticas, de intercambio, propagandísticas o de cualquier otra naturaleza; cuantifi-
cación de publicaciones, al margen de su calidad o pertinencia; cuantificaciones de apariciones en los
medios de comunicación; cuantificación, cuantificación, cuantificación. Todo se cuantifica, en virtud de
un cierto papanatismo que tiene su apoyo referencial en un difuso concepto de productividad. Si las ci-
fras no resultan abultadas, una sombra de sospecha se extiende como el aceite: fracaso, incumplimien-
to de objetivos, incapacidad del personal técnico, falta de imaginación, error en los planteamientos, en
fin, juicios de valor que pueden hundir al más pintado, si no en la depresión, sí en el estrés.
Juicios de valor sumarísimos, además, pues la capacidad de defensa ante los mismos es prácticamente
nula. Y de esa mecánica enloquecida, que no acaba de entender que la cuantificación en sí no demues-
tra nada, o casi nada, participan todos los eslabones de la cadena museística. Los patronos (llámense
políticos, sponsors, miembros del patronato, etc.), pues deben dar cuentas, a poder ser en forma de ci-
fras, balances, ratios o porcentajes, de la empresa en cuestión —el museo— y demostrar su viabilidad y
rentabilidad. Los medios de comunicación, alertas a cualquier veleidad que prometa sangre o escánda-
lo, máxime en una época caracterizada por el amarillismo y la basura (des)informativa. La sociedad, que
sigue mirando a los museos con desconfianza y lejanía y no acaba de ver clara su utilidad (otra historia
sería preguntarse por qué es esto así). Finalmente, los técnicos del museo, quienes, conscientes de que
la batalla está perdida de antemano, optan por el silencio ante las críticas o, mejor, por multiplicar enfe-
brecidamente sus actividades, sin sopesar efectos perniciosos como la saturación (lean un programa de
cualquier museo de pro y quedarán mareados de la cantidad de cosas que ofertan —en una dinámica
muy parecida a la de las grandes superficies comerciales—) o la subcontratación de personal —en for-
ma de alumnos en prácticas o contratos en precario— que a veces rozan lo fraudulento.
Llegados a este punto casi dan ganas de entregarse a un inquietante ataque de nervios o de recluirse en
un mutismo pesimista. Pero nada de eso. En primer lugar porque las cosas están como están —o, al me-
nos, yo las veo así—, pero eso no quiere decir que tengan que seguir así sine die. Evidentemente, los cur-
sos de especialización en museología no preparan, no pueden preparar, para enfrentarse a esos proble-
mas contextuales generadores de presión y estrés. Ser capaz de hacerles frente dependerá de la
personalidad de cada uno, así como de las habilidades adquiridas tanto en contextos formativos como
en las prácticas. Aquí, todo hay que decirlo, nos encontramos con uno de los grandes handicaps del pa-
norama. El asunto de las prácticas nunca acaba de resolverse —al menos, en un gran porcentaje de pro-
gramas—. Prácticas auténticas, continuadas, que permitan al alumno un contacto veraz con la vida coti-
diana del museo en todas sus dimensiones y no se reduzcan a responsabilidades del más bajo nivel o a
tareas cercanas a lo mecánico. Y prácticas remuneradas, por supuesto: quien trabaja (y los alumnos en
prácticas en museos lo hacen, y mucho) tiene derecho a un salario y no a convertirse en mano de obra
que llena los enormes huecos que las plantillas propias son incapaces de llenar.
Las prácticas, evidentemente, implican más trabajo para el técnico que las tutoriza (lo que deberá ser
tenido en cuenta por responsables y directores, y no ser visto como una mera ayudantía de tipo chi-
co/a para todo), pero es algo a lo que obliga la deontología profesional (ICOM: 2002) y la manera más
eficaz de encauzar el trabajo de los futuros especialistas. Algunos pensarán que soy un pesado, que
siempre repito lo mismo, pero es que desde que escribí mi primer artículo sobre formación profesio-
nal en museología, allá por 1987, las cosas sólo han mejorado puntual y aleatoriamente y, en general,
seguimos en un escenario carente de regulación y que se mueve más por impulsos de buena voluntad
que por estrategias rigurosas y operativas. La responsabilidad es —debe ser— compartida. Museos,
administraciones, universidades, asociaciones profesionales, todos juntos y de manera complementa-
ria, deberían articular mecanismos que normalizaran la situación y regularan un panorama caótico y
carente de la más mínima coordinación. Pero no lo hacen: vean, si no, la oportunidad perdida con Bo-
lonia (el espacio educativo común europeo). Ese era el momento de ponerse a trabajar juntos, pero,
salvo excepciones, cada uno ha tirado de su carro olvidándose de los demás. Más de lo mismo: las
universidades —cada universidad— por su lado, los museos por el suyo y las instancias políticas,
desaparecidas en combate (claro que si hubieran impulsado alguna iniciativa, habrían sido tachadas
de intervencionistas).
14 I Revista de Museología # 47
CHIROGRAPHI DECIPERET GULOSUS MATRIMONII. CAESAR SATIS FRUGALITER IMPUTAT FRAGILIS ORATORI, QUAMQUAM CATHEDRAS
PRAEMUNIET QUINQUENNALIS CONCUBINE, ETIAM PESSIMUS ADFABILIS CATELLI AMPUTAT AUGUSTUS, IAM CAESAR IOCARI OCTAVIUS,
ETIAM OPTIMUS PERSPICAX CONCUBINE IMPUTAT AGRICOLAE. ORATORI CONUBIUM SANTET CATHEDRAS. MATRIMONII IMPUTAT ADFA-
BILIS FIDUCIA
En segundo lugar, porque se impone una reflexión en profundidad sobre el modelo —o los modelos—
de museo que queremos y, consecuentemente sobre los programas de formación. Llevamos mucho
tiempo avanzando a velocidades muy aceleradas, algo lógico si tenemos en cuenta el enorme esfuer-
zo que ha costado el proceso de equiparación, incluso de homologación, con el entorno europeo en el
campo de la cultura y de los museos a partir de comienzos de la transición. Es más, de alguna mane-
ra seguimos los pasos de la propia Europa, donde también se dio un período de enfebrecida natalidad
y creación de enclaves museísticos y lugares patrimoniales. Pero también es lógico pararse a pensar
de vez en cuando y evaluar éxitos y fracasos. Sé que esto es algo difícilmente asumible por nuestros
responsables políticos: es más fácil inaugurar museos y más museos, multiplicar el número de activi-
dades o abrazar el frenesí de una mecánica de tintes competitivos entre instituciones (y a veces den-
tro de las mismas instituciones), en virtud de la cual lo importante no es cómo se hacen las cosas sino
cuántas se hacen. Pero a la larga, el modelo de crecimiento de los últimos años es insostenible. O, si
no, corremos el riesgo de perpetuar un sistema desequilibrado en el que algunos museos reciben los
parabienes financieros y la atención mediática, mientras otros, la mayoría, apenas llegan a final de
mes, desempeñando sus labores de manera precaria mientras continúan siendo instituciones anóni-
mas, distantes y alejadas del colectivo social.
En tercer lugar, porque cada vez se oyen más voces alertando sobre los peligros de considerar al museo
como un eslabón más de los circuitos de ocio y de juzgarlos según los más pedestres baremos de renta-
bilidad/beneficios o por el dudoso rasero de la espectacularidad y el simulacro. Como decía Glenn D.
Lowry (2004), aceptar esa dinámica enloquecida entraña un gran riesgo:
Competir no contra otros museos, sino contra la industria del espectáculo. Una lucha en la que los
museos no pueden ganar. El entretenimiento tiene que ver con la diversión, con distraer al sujeto
y hacerlo pensar en otra cosa. Los museos deben relacionarse con la educación y con la experien-
cia. Su supervivencia dependerá de su capacidad de diferenciarse, distinguiéndose del espectá-
culo. De que puedan dejar bien claro que son parte del mundo de la cultura y que las obras de arte
son objetos poderosos, que preservan sentimientos e ideas que son únicos y que no pueden ser
experimentados en otros ámbitos.
En cuarto lugar, porque los propios museos —y las gentes que en ellos trabajan— han demostrado en
otras ocasiones capacidad de cambio y voluntad de adecuarse a nuevos retos sociales, aunque a veces
hayan pecado de lentitud o se hayan mostrado remolones ante situaciones que les sobrepasaban. Hoy
ya nadie defiende el modelo conservacionista heredero del legado decimonónico, donde se primaba el
objeto y se consideraba al sujeto —al público— como una presencia ineludible pero a la que poco caso
se hacía. Quizá todavía falta que el museo —y su personal— se asuma como un auténtico mediador en-
tre la obra y el visitante. Y mediar significa establecer una relación lo más enriquecedora posible entre
dos sujetos competentes —quienes organizan el museo y quienes acuden a él—, y hacerlo asumiendo
que las competencias del público son dispares y que abundan más los visitantes no expertos que los ex-
pertos. Eso implica huir de elitismos mal entendidos, articular discursos en los que tengan cabida la crí-
tica, la evaluación y, si es el caso, la rectificación, y procurar que lo ofertado genere unas interrelaciones
que trasciendan de la mera percepción visual y del respeto entre pacato y distante, que es lo que prima
hoy en nuestros museos.
¿Y los cursos de formación? Quizá no formen —no puedan formar— sobre múltiples desafíos que van más
allá de lo puramente técnico. Desafíos, ya lo hemos visto, que pueden ser generadores de estrés, presión
o hastío. Pero incluso si ése es el caso, nada mejor que actuar con profesionalidad ante el problema. Ahí
Opinión I 15
debe radicar el objetivo último de los cursos: formar técnicos especializados. Incluso, si me apuran, for-
mar gestores —aunque vacunándolos contra la gestionitis indiscriminada—. Pero sobre todo, formar per-
sonas que, además, sean capaces de plantearse como primer dilema el papel del museo en la sociedad y
su propio papel como profesionales especializados. Capaces de ir más allá de la resolución de problemas
técnicos en el desempeño de su profesión. Capaces de inventar caminos que hagan más viables y más
operativos a los museos. Capaces de hacerlos más inteligibles, más cercanos, más abiertos. Capaces de
posicionarse y de defender un proyecto aun a costa de padecer presiones y sufrir estrés, que lo sufrirán.
De lo contrario, seguiremos condenados a intentar preparar a los futuros profesionales para hacer las co-
sas lo mejor posible y, sobre todo, para contentar al jefe.
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16 I Revista de Museología # 47
Entre el entusiasmo y la inestabilidad: el vaivén diario
de las educadoras de museos
ENERITZ LÓPEZ MARTÍNEZ*
eneritzlop@hotmail.com
18 I Revista de Museología # 47
trabajo es su contacto directo con el público, pudiendo así recoger sus demandas, sus visiones, sus pre-
ferencias y responderlas. Este trato continuo con los usuarios hace que sean las primeras en identificar
las barreras que mantienen al público alejado del museo y son capaces de identificar los problemas sub-
yacentes, convertirlos en retos e improvisar soluciones (Munley, 1999, en Anderson, 2004). Claramente
han hecho los museos más sensibles a los intereses y necesidades de los visitantes, desarrollado vehí-
culos interpretativos, exposiciones y programas para todo tipo de públicos.
Las educadoras de sala pueden desarrollar, implementar, evaluar y supervisar programas educativos
para facilitar el acceso del público a las colecciones (Van Mensch, 1989), aunque generalmente en nues-
tro contexto, su trabajo queda reducido a la ejecución, mientras que el diseño y evaluación son cometi-
do de gestores o coordinadores. Por ello “son consideradas profesionales funcionales, a veces dedica-
das al hacer, otras conocedoras de estrategias para la instrucción y la psicología educativa, el marketing
y las relaciones públicas” (Padró, 2005a). Así, aunque su función está revalorizándose, aún luchan por
ser escuchadas y no acaban de tomar una posición “de poder” dentro de las instituciones en las que tra-
bajan. Además, su perfil profesional en los museos españoles está aún “poco definido y no gozan de nin-
gún reconocimiento oficial” (Hernández, 1994:268). De hecho, actualmente uno de sus mayores retos, es
demostrar que ellas, junto con los visitantes, los comisarios, y el resto del personal del museo, están in-
volucradas en un proyecto común de construcción de significado (Roberts, 1997).
“La mayoría de los profesionales que están trabajando cara a cara con el público desde los museos no
tiene o tiene muy pocas nociones sobre educación artística, y éste es un problema muy serio. Otro pro-
blema: ¿cómo se accede a ser ‘educadora de museo’?, ¿se accede mediante una oposición, por medio
de un contrato, o basta un currículum que demuestre haber trabajado antes en otros museos?, ¿cómo
se elige a los directores de los departamentos de educación?, ¿provienen de otros departamentos y re-
calan en este, o son profesionales altamente cualificados, especialistas en esta materia y no en otras?”
(Acaso, 2007:78).
Según una investigación realizada en una veintena de museos y centros de arte españoles, la mayoría del
personal que se dedica a labores educativas proviene de la carrera de Historia del Arte y, en menor medi-
da, también de Historia o Geografía, titulaciones que no incluyen ninguna materia relacionada con la pe-
dagogía (Mesías, 2008). Aunque peligrosamente común, esta situación no deja de ser contradictoria.
“¿Cuántos especialistas en, pongamos por caso, psicología o didáctica trabajan en nuestros muse-
os? ¿Qué conocimientos tienen los que bregan todos los días con el público acerca de etapas de
aprendizaje, psicología de la percepción o procesos cognitivos? ¿Qué saben sobre el público, so-
bre sus anhelos, sobre sus expectativas? ¿Cómo se comportan ante los imprevistos o las pregun-
tas a las que no saben responder? ¿En qué medida participan en la planificación de las actividades
del museo y en su materialización —por ejemplo en el montaje y elaboración de recursos auxilia-
res de la exposición?” (Díaz, 2008: 145-146).
Desde la práctica se pone de manifiesto que la formación continua de las educadoras en nuestros museos
es limitada, lo que les lleva a no tener herramientas para manejar muchas situaciones cotidianas. Estas
personas —quienes mantienen una positiva actitud de aprendices constantes— deben formarse una vez
ya en la práctica asistiendo a cursos, jornadas, congresos o siendo autodidactas. Este sobreesfuerzo re-
fleja, además de su voluntad por desarrollarse intelectualmente, el compromiso que tienen con su acti-
vidad. Además, al formarse en base a sus inquietudes y motivaciones puntuales, se crea una cierta des-
orientación y falta de cohesión en sus planteamientos.
Por otro lado, está bastante extendida y legitimada la idea de que la profesión de educadora debe apren-
11 Fragmento de una “carta al
derse solamente desde la experiencia, lo que resta peso a sus reivindicaciones laborales y pone cortapi- director” del periódico El País
sas a sus expectativas de formación continua. Ellas mismas comprueban cómo día a día van desarrollan- (febrero 2005) por Antonio
do con más soltura y confianza su trabajo, aprendiendo directamente de los retos diarios y por ello Gómez Rijo.
12 He traducido “empowering
valoran enormemente su aprendizaje experiencial. No obstante, son conscientes de que su profesión no profession” como “profesión que
puede ser aprendida sólo desde la práctica y, aunque “saben que muchas de las cosas que mejor se han les autorice”.
Opinión I 19
enseñado no se podían programar en un papel o ser preconcebidas dentro de un determinado sistema”
(Ayuste et al., 2005: 77), reconocen que el conocimiento adquirido a través de la experiencia es insufi-
ciente para satisfacer las demandas profesionales.
Siguiendo la idea de que “la práctica profesional en ocupaciones como la educación está basada más en
el sentido común, la intuición y la experiencia recolectada, que en una base de conocimiento formaliza-
do” (Bennet y Hockenstad, 1973, en Hoyle y John, 1995:8), en los museos “la acción educativa se con-
vierte en la puesta en escena del saber acumulado por la práctica y la experiencia” (Ayuste et al., 2005:
78). Esta concepción entiende que ser educadora es algo vocacional, una labor que se hace por afición
o altruismo. Por ello, al formar a las educadoras no se cuestionan sus suposiciones ni experiencias pre-
vias, obviando que a través de ellas dan significado a su experiencia y enmarcan e intentan resolver sus
problemas relacionados con la enseñanza. Por ello, se debería promover la reflexión sobre su práctica,
ya que así podrían darle sentido a su experiencia y generar un conocimiento útil y significativo localiza-
do en su trabajo. Éste sería el primer paso para convertirse en creadoras de conocimiento en relación con
la enseñanza y el aprendizaje (Schön, 1992), dejando así de consumir conocimientos producidos por
otros. Paralelamente sería necesario que responsables de departamentos educativos y directores insti-
tucionales, recapacitaran sobre qué política educativa quieren potenciar y sobre su papel en el fomento
de una praxis educativa contextualizada, crítica y en sintonía con las necesidades y propuestas de las
propias educadoras. Sin embargo, aún hoy la autorreflexión y el diálogo en esta línea brillan por su au-
sencia en la mayoría de nuestros museos.
Además de reflexionar, para que las educadoras trabajen de forma autónoma es imprescindible su for-
mación continua y diversificada. Ésta debería partir de ellas mismas pero, para conectarse con teorías y
13 Término tomado de Antonio evitar seguir construyendo su identidad profesional la subordinación, la Universidad debería crear un es-
Gramsci (1891-1937) quien pacio de reflexión e intercambio donde pudieran forjar sus conocimientos y relaciones. Museos y univer-
argumentó que “todos los
hombres son intelectuales,
sidades deberían apostar conjuntamente por la formación de intelectuales orgánicas13, con poder, visi-
aunque no todos los hombres bilidad, responsabilidad y comprometidas con la generación de conocimiento y la revisión del significado
ejerzan en la sociedad la función recolectado por el sistema del arte, de los museos y por otros sistemas culturales (Padró, 2005b). Así se
de los intelectuales”. Gramsci
prefería a los “intelectuales podría minimizar la falta de “autorización” a las educadoras artísticas que existe desde la academia y
orgánicos”, aquellos que se contribuir a que se legitimen sus saberes y se consideren válidas sus experiencias para la construcción
identificaban abiertamente con del campo de estudio.
una clase oprimida, compartían
sus intereses y trabajaban en su
favor (Sardar y Van Loon, 2005). Otro factor que afecta a la profesión es su abandono temprano, justificado en que tácitamente es una
20 I Revista de Museología # 47
labor para jóvenes recién licenciadas. La mayoría de las educadoras de museos, debido al carácter
inestable, informal e infravalorado de su labor, no se ven en ese puesto a largo plazo. Esta extendi-
da idea hace que conciban su trabajo como algo transitorio, mientras se preparan para otros pues-
tos que les proporcionen más estabilidad contractual y reconocimientos, como el de comisario o el
de profesor.
“(…) como el personal del museo siempre es exiguo, se recurre a la contratación sistemática de una
mano de obra abundante, barata y desprotegida (…) Becarios, contratados temporales, trabajadores
eventuales… La lista es amplia. El poder obtiene beneficios: se olvida de asuntos como la estabilidad
14 La externalización consiste en
laboral, las cotizaciones sociales, las reivindicaciones salariales, el reciclaje y la formación continua del contratar a terceros la realización
personal; paga, por supuesto, salarios más bajos; y consigue, en apariencia, resultados equiparables de funciones de apoyo que la
a los que podría lograr con un equipo más especializado y estable” (Díaz, 2008:28). institución o empresa no
consideradas fundamentales.
Por ejemplo, en el MACBA y La
Estas situaciones son cada vez más usuales porque, en la economía-red actual (Rifkin, 2000) la externa- Pedrera (Barcelona), entre otros
lización está a la orden del día14, por lo que las educadoras se conciben a sí mismas teniendo poco o nin- museos y centros culturales, las
educadoras son subcontratadas
gún poder y estando subordinadas a otros profesionales. Justamente para permitir que tengan más pre- mediante la empresa Serveis
sencia institucional y cuenten con herramientas para construir su profesión, no se debería fomentar la Educatius Ciut’art S.L.
Opinión I 21
formación de educadoras repetidoras de discursos y transmisoras de conocimientos. Contrariamente, se
debe apostar por la formación de educadoras entendidas como profesionales reflexivas (Schön, 1998),
cuyo desarrollo profesional no se centre sólo en la práctica, sino también en la reflexión y crítica respecto a
su propia acción. Esto nos lleva a ver a la educadora como docente, gestora, investigadora, interpretadora,
una intelectual crítica (Padró, 2005a), siendo su papel el de facilitadora, enredadora, provocadora de inter-
ferencias y relaciones (Agirre, 2006).
Basándome en lo observado durante mis proyectos de investigación, puedo decir que la profesión de edu-
cadora de museo, además de marginada, sigue estando indefinida y hay pocos criterios comunes que unan
a las que desarrollan esta labor. Por ello creo que para comenzar a ser entendidas como instigadoras y cons-
tructoras de significado en colaboración con los públicos, sería importante, en primer lugar, romper las ba-
rreras entre producir, transmitir y consumir15 arte, aportando nuevas visiones al hecho educativo relacionado
con la práctica artística. Mientras esto no sea así, su función se relacionará con la reproducción, el entrete-
nimiento o el acercamiento al gran público de unos conceptos artísticos complejos.
15 Pablo Martínez hizo esta
reflexión durante su conferencia
titulada “Sobre la participación de Precisamente ésta es la noción que prima en nuestro contexto, viendo frecuentemente a la educadora
los públicos en la configuración de como transmisora o traductora de conceptos complicados a un lenguaje más accesible. Visto así, los ras-
actividades del MNCARS” en las gos más destacados de su perfil profesional son las habilidades comunicativas, interpersonales y la ca-
15ª Jornadas DEAC (La Coruña,
octubre 2008). pacidad de entretener, ser amable y convertir la visita al museo en algo lúdico y ameno para los visitan-
16 Información tomada del tes, valorando por encima de todo que demuestre “pasión por su oficio”16. En este sentido es urgente
artículo: Duran, E. (2005)
¿Educador/a = superman/woman?,
hacer hincapié en su competencia y formación como base para dotar a su trabajo de validez social y pres-
publicado por la “Asociación de tigio. En contraposición a esta concepción generalizada, durante mis investigaciones he aprendido que
Museólogos de Cataluña” en su las educadoras no siempre reproducen sumisa y automáticamente contenidos generados por otros, sino
boletín online “Zona Pública” No.
1, consultable en:
que su trabajo requiere investigación, reflexión y preparación intelectual continua. Ya en el informe Exce-
http://www.museologia.org/docs/ llence and Equity: Education and the public dimensions of museums17, se planteaba la necesidad de profesio-
documents/zp/zp1/duran_zp1.es. nalizar el trabajo de las educadoras, considerándolas investigadoras, gestoras y facilitadoras de la di-
pdf (última consulta:25/11/ 2009)
17 Para saber más sobre este
mensión pública de los museos. Por ello, creo que deben ser muy conscientes de la importancia de su
informe, —publicado en 1992 por profesión y hacer frente a faltas de consideración, huyendo de posturas de queja o victimización.
la Asociación Americana de
Museos-, ver: http://www.aam—
us.org/sp/exc-eq.cfm (última Una vía para obtener seguridad laboral y reconocimiento sería crear redes de educadoras de museos que
consulta: 25/11/2009) funcionaran como asociaciones con el objetivo de compartir información, organizar eventos de forma-
22 I Revista de Museología # 47
ción, ofrecer asesoramiento, apoyo y, en fin, ir posibilitando la construcción de una base para fraguar la
profesión. Así, el de educadoras de museos dejaría de ser un colectivo fragmentado18, promoviendo fo-
ros de encuentro y promocionando publicaciones especializadas. Centrándome en su rol, es primordial
partir de que hacer educación no consiste sólo en organizar visitas para escolares sino que también in-
cluye programar, publicar, negociar. Por ello, pienso que al desarrollar su perfil profesional, habría que
destacar su conocimiento y comprensión de las posibilidades del museo como lugar de aprendizaje (no
obviando su contexto) y de las diferentes formas en las que la gente aprende. Además, tener habilidades
de gestión, trabajar en equipo y tener presentes cuestiones de acceso (físico, intelectual, social y emo-
cional) al contenido del museo, son aspectos imprescindibles que se deben considerar. En resumen,
empatía, comunicación y actitud social son cualidades importantes para cualquier labor educativa (Her-
nández, 2007).
Entre los rasgos que el ICOM19 enumera como imprescindibles para contribuir a la profesionalización de
las educadoras, destaca la necesidad de que ellas mismas hagan aportaciones (publicaciones, comuni-
caciones) al campo de estudio. Para su crecimiento profesional deben no sólo controlar la práctica sino
también conocer planteamientos teóricos al respecto y contribuir al desarrollo del área, es decir, inves-
tigar, escribir y publicar a partir de sus experiencias. Resalta también el ICOM como características de
las educadoras su curiosidad intelectual, su iniciativa, automotivación, flexibilidad y su capacidad de li- 18 Generalmente en nuestro
derazgo. Paralelamente se considera importante su respeto por la ética en el trabajo, sus habilidades contexto actual la precariedad
de gestión y de resolución de problemas. También se subraya como fundamental un buen conocimien- laboral impide a las educadoras
desplazarse y por lo tanto
to de la comunidad donde está el museo y tener recursos para trabajar con ella. Para situarse profesio- raramente se conecta con otros
nalmente, es también importante conocer la historia de la educación en museos y las distintas concep- profesionales de su ámbito,
ciones que se manejan en el campo, con la finalidad de formarse su propio criterio y saber elaborar desarrollando su carrera
mayormente en solitario. A pesar
propuestas adaptadas a realidades específicas. Respecto a su actividad, deberían tener libertad de acción de ello, es evidente que éste es
y poder crecer en equipos multidisciplinares. Para ello, sería conveniente que desde los museos se un trabajo muy envolvente y
llevado a cabo por personas
apostara por la consolidación de equipos educativos propios, en vez de dejar estas tareas en manos de
realmente interesadas en el tema
empresas externas que no fomentan la especialización del personal sino que persiguen la temporalidad y que se implican
y el bajo coste. verdaderamente en su faena.
19 Para saber más, consultar el
“Curricula Guideliness for
Por último, está claro que independientemente de la formación universitaria, buena parte de esta profe- Museum Professional
sión se aprende desde la práctica diaria y por ello en su aprendizaje influye no sólo su motivación sino Development” en:
http://www.museumstudies.si.ed
también el ambiente laboral, convirtiéndola en una profesión débil y dependiente. Para fortalecerla se- u/ICOM-ICTOP/comp.htm (última
ría fundamental la formación continua y de calidad de las educadoras, ofrecida por Universidades e ins- consulta: abril 2008)
Opinión I 23
tituciones museísticas. Concretamente deberían ser formadas como educadoras con ‘agencia’, es decir,
como profesionales capaces de generar proyectos que contradigan los discursos hegemónicos e inciten
a los públicos a participar. En nuestro contexto esto es aún poco habitual y por eso creo que valdría la
pena invertir esfuerzos en esta línea. Además, para llegar a una dignificación de esta profesión, es impor-
tante que las personas que se dedican a ello no se acomoden en posiciones supeditadas a la voluntad de
directores de museos o personal administrativo (que suelen reclaman sólo resultados cuantitativos) y que
se alejen de posiciones de autocompasión, demostrando el carácter intelectual de su labor. En este senti-
do, la educadora debería mostrarse y ser vista como un agente relevante en el museo y tener una remu-
neración y condiciones contractuales acordes a esta importancia. Con esas miras se deberían contratar
para desempeñar funciones educativas en los museos a personal competente, especializado, comprome-
tido y responsable.
Para contribuir a ello, los Departamentos de Educación han de plantearse hacer proyectos de investigación
(con o sin universidades colaboradoras) para validar, repensar, evaluar y recomendar sus prácticas20. Espe-
cialmente enriquecedores son los vínculos que se establecen entre personal de museos, investigadores, pro-
fesores, artistas y otros profesionales al trabajar en proyectos colaborativos, creando comunidades de apren-
dizaje. Además, deberían hacer un esfuerzo por organizar encuentros donde compartir experiencias y
discutir asuntos relacionados con sus prácticas, ya que presentando tanto proyectos fracasados como exito-
sos, escuchando las vivencias de otras personas e incluso mostrando discrepancias es posible aprender in-
tensamente. Por otro lado, también serían muy positivas las colaboraciones entre distintos museos, centros
de arte, escuelas, colectivos de artistas, universidades… para desarrollar programas conjuntos y específicos
que permitieran a los departamentos educativos ser abiertos, flexibles y complejos, evitando ofertar sola-
mente la visita única, estándar y cerrada, tendiendo así a la producción de experiencias en vez de objetos. En
este sentido, pienso que se deberían empezar a generalizar los proyectos de trabajo que entienden que el
aprendizaje ocurre a largo plazo. También sería interesante impulsar prácticas de comisariado educativo,
donde las educadoras sean las organizadoras de exposiciones con carácter divulgativo y reflexivo. Con este
tipo de políticas la educadora estaría siendo una verdadera generadora de debate, actuando como una me-
diadora crítica entre los públicos y la institución.
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de Zaragoza.
20 En este sentido quiero PADRÓ, C. (2003b) “Education in Spain: stories, perspectives and possibilities for change”. [texto sin publicar].
destacar que me parece muy PADRÓ, C. (2005a) “Educación en museos: representaciones y discursos”. En: Semedo, A. y Teixeira, J. (2005) (coord.) Museus,
positivo el hecho de que el discursos, representaçoes. (pp. 49-60) Oporto: Afrontamento.
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for Visual Arts (Norwich, ROBERTS, L. (1997) From knowledge to narrative. Educators and the changing museum. Washington y Londres: Smithsonian
Inglaterra) me hayan permitido Institution.
como investigadora en formación SARDAR, Z. Y VAN LOON, B. (2005) Estudios culturales para todos. Barcelona: Paidós.
observar y escribir sobre sus SCHÖN, D. (1992) La formación de profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las
trabajos en mi tesis doctoral, e
profesiones. Barcelona: Paidós.
incluso participar con ellos en la
SCHÖN, D. (1998) El profesional reflexivo. Cómo piensan los profesionales cuando actúan. Barcelona: Paidós.
reflexión sobre algunos de sus
proyectos.
VAN MENSCH, P. (ed.) (1989) Professionalising the muses. The museum profession in motion. Amsterdam: AHA Books Art History
24 I Revista de Museología # 47
Seminario Internacional sobre
la formación e investigación universitaria
en Museología en países de habla hispana
26 I Revista de Museología # 47
DOSSIER
formación de los técnicos y profesionales del área, panorama disímil, cuyo único denominador co-
en ambos países, haya debido evolucionar desde mún en Chile, parece ser el altísimo costo que re-
un carácter intuitivo y personal hacia una demanda presentan para el alumno el seguir alguno de esos
organizada del museo e instituciones afines que programas. Ya sea en pregrado, postgrado o for-
proyectan y visualizan las necedades de formación mación continua se observa una creciente orienta-
y capacitación de su capital humano. Esto, que es ción a la demanda y una suspensión de los progra-
aún un gran desafío pendiente, está siendo asumi- mas cuando estos no son “sustentables” para la
do crecientemente en Chile por la DIBAM (Dirección Casa de Estudios lo que hace que la tendencia del
de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile) que cu- encarecimiento se vea reforzada.
bre sólo el espectro de instituciones estatales.
La necesidad de una formación sistemática, de la
No debe ser interpretado lo anterior como una con- mano con una adecuada política de recursos huma-
sideración negativa hacia los profesionales que la- nos de las instituciones museales, plantea una de-
boran en nuestros museos. Sería interesante plante- manda de formación que debiera tener un correlato
ar a futuro un estudio que aborde la rica y compleja en nuestras Universidades. Sin embargo, se consta-
red de transferencia de conocimientos (socialización ta que en todas ellas la Museología no se dicta
y externalización de conocimiento tácito a conoci- como carrera, ni como postgrado y en muchas ni si-
miento explícito de acuerdo a Modelo SECI Nonaka quiera está presente como una asignatura específi-
et al 1995) que se dan en el interior de nuestros mu- ca, sino que se la estudia bajo otras denominacio-
seos y con la rica experiencia de pasantías desarro- nes o se inserta en el currículo de otras carreras del
llada en estos. Lo que se plantea es que la formación área humanística o de las Ciencias Sociales. La exis-
sistemática de los profesionales que trabajan en los tencia de una oferta de formación podrá elevar la
museos e instituciones afines no tiene un correlato gestión museística y hacer una adecuada salvaguar-
adecuado en los programas de formación y que esa da del patrimonio que se proyecte en el tiempo y en
brecha ha debido ser cubierta, y con particular éxito el tipo de bienes resguardados y que responda a
a nuestro juicio, por la iniciativa personal la que ade- una demanda cada vez más compleja y exigente
más y para cerrar un círculo poco esperanzador conforme se produce una mayor apreciación y visi-
cuenta con escasas retribuciones. bilidad del patrimonio cultural en ambos países.
28 I Revista de Museología # 47
EN 1968, SE EVIDENCIÓ LA CRÍTICA CARENCIA DE PERSONAL CON FORMACIÓN MUSEOLÓGICA, Y PARA SUBSANARLA SE CREÓ EL CENTRO
NACIONAL DE MUSEOLOGÍA DE CHILE QUE CON EL MISMO PERSONAL EXPERTO DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL FORMARÍA A LOS FU-
TUROS MUSEÓLOGOS. ESTE CENTRO, PIONERO EN AMÉRICA LATINA, IMPARTIÓ LA CARRERA DE TÉCNICO EN MUSEOLOGÍA EN TRES AÑOS
DE ESTUDIOS DE LOS QUE EGRESARON 99 PROFESIONALES. SE MANTUVO EN FUNCIONES HASTA EL AÑO 1973 Y CONTINÚA SIENDO HAS-
TA HOY EL INTENTO MÁS SERIO DE LA DIBAM POR FORMAR ESPECIALISTAS Y POR ENTREGAR SUS CONOCIMIENTOS DE FORMA SISTE-
MÁTICA.
resaltar sus especificidades y particulares desafí- iniciando la renovación de la exhibición del museo
os. Destacando siempre que el trabajo museológi- que se caracterizó por una gráfica innovadora y
co se sustenta en muchas ocasiones en una trama una forma dinámica y didáctica de entregar los
casi invisible de trasmisión del conocimiento y de contenidos, logrando equilibrar las funciones de
pasión y amor por lo que se hace en cada institu- investigación y educación.
ción y que constituye su invaluable capital de co-
nocimiento. En 1968, se evidenció la crítica carencia de perso-
nal con formación museológica, y para subsanarla
Museos y Museología en Chile se creó el Centro Nacional de Museología de Chile
que con el mismo personal experto del Museo de
En Chile, como en la gran mayoría de los países Historia Natural formaría a los futuros museólo-
de Latinoamérica, la Museología se desarrolló gos. Este Centro, pionero en América Latina, im-
como disciplina en una etapa posterior a la rea- partió la carrera de Técnico en Museología en tres
lización de exposiciones nacionales e incluso a años de estudios de los que egresaron 99 profe-
la instalación de los primeros museos. Antes de la sionales. Se mantuvo en funciones hasta el año
creación del primer museo en Chile, el Museo 1973 y continúa siendo hasta hoy el intento más
Nacional de Historia Natural, en 1830, ya se ha- serio de la DIBAM por formar especialistas y por
bían verificado en nuestro país, una serie de ini- entregar sus conocimientos de forma sistemática.
ciativas que apuntaban en la dirección del desa-
rrollo de los museos. Un hito fundamental en la evolución de la museolo-
gía en Chile, y en el mundo, lo constituye la llama-
Hacia el año 1830 el gobierno chileno contrató el da, Mesa de Santiago en 1972 que pretendió adap-
científico francés Claudio Gay, para hacerse cargo tar el museo como institución a los cambios
de explorar el país, publicar sus investigaciones y sociales, económicos y culturales que se están pro-
fundar un museo. duciendo en el mundo y, que, especialmente en las
zonas subdesarrolladas, constituían, y aún consti-
La primera gran exposición organizada en Chile tuyen, un reto a la Museología.
por erogación popular y con el patrimonio familiar
de los principales clanes de la frugal aristocracia En las conclusiones de esta Mesa se planteaba
chilena, fue la Exposición Histórica del Coloniaje, que el museo es “una institución al servicio de la
organizada por el Intendente de Santiago, Benja- sociedad” que debía responder a la necesidades
mín Vicuña Mackenna en el año 1873. de la comunidad, cooperar con la salvaguarda del
patrimonio y contra el tráfico ilícito y sobre todo
Esfuerzos posteriores darán origen al Museo His- que debido a la falta de personal en los museos
tórico Nacional, al Museo Nacional de Bellas Artes buscara, bajo los auspicios de UNESCO, reforzar
y en 1929 a la actual Dirección de Bibliotecas, Ar- los centros de formación de personal de museos
chivos y Museos de Chile-DIBAM. que existían ya en América Latina. Por la absoluta
vigencia de sus postulados, estos han sido reto-
A partir de allí y durante buena parte del siglo XX, mados con fuerza por ICOM-LAC (Alianza Regional
la DIBAM dirigirá la red de museos regionales, para América Latina y el Caribe del Consejo Inter-
nacionales y especializados que tuvieron un pro- nacional de Museos)
ceso discontinuo de sistematización hasta que
una figura fundamental comienza a desarrollar Formación museológica en Chile
una labor prolífica y fundacional. La Dra. Grete
Mostny (1914-1991) fue la primera impulsora de En Chile actualmente no existe la especialidad
la Museología en Chile. Se le debe la creación, en de museología en los programas de pregrado ni
1965, del primer Taller de Diseño Museográfico, de postgrado. Sin embargo, las dos universidades
Dossier I 29
AL DECIR DE DANIELA GARCÍA, PRESIDENTA ICOM EN BOLIVIA, “LAMENTABLEMENTE, EN BOLIVIA, NO EXISTE NINGUNA FORMACIÓN EN EL
ÁMBITO ACADÉMICO SOBRE MUSEOLOGÍA. EXISTEN ALGUNAS MATERIAS CON EL NOMBRE “MUSEOLOGÍA” EN CARRERAS COMO ADMINIS-
TRACIÓN TURÍSTICA Y RAMAS AFINES Y SE HAN DADO ALGUNOS CURSOS DE FORMACIÓN BÁSICA (MÁS BIEN DE INFORMACIÓN) EN INSTI-
TUCIONES CULTURALES PERO EN GENERAL ES MUY POBRE LO QUE SE HA AVANZADO”.
más importantes del país, ambas de carácter pú- La Pontificia Universidad Católica es también
blico, imparten cursos relacionados. También exis- una universidad pública del más alto prestigio
te una universidad privada, Internacional SEK, que en Chile. En el año 2009 no dictó, por razones de
imparte formación especializada, se la ha conside- demanda y financiamiento, los tres programas
rado en función de la orientación y permanencia que se habían dictado desde inicios del año
de sus programas. 2000; Licenciatura en Artes con mención en Res-
tauración, Diplomado en Administración Cultu-
La Universidad de Chile es la más antigua del país ral y Diplomado en Restauración y Conservación
y una de las dos más prestigiosas. En Pregrado Patrimonial. Sólo dicta asignaturas a través del
ofrece la Licenciatura en Artes con mención en Te- Programa de Formación Continua de la Facultad
oría e Historia del Arte cuyos egresados se desem- de Artes, que mantienen la alta calidad y rigu-
peñan de hecho en labores museológicas. rosidad, pero que no son conducentes a una
certificación habilitante y representan un des-
La Escuela de Postgrados de la Facultad de Artes de embolso mayor par quienes deseen tomarlos en
la Universidad de Chile ofrece el Curso de Especiali- esas condiciones.
zación en Postítulo en Restauración del Patrimonio
Mueble, el Magíster en Artes con mención en Teoría La Universidad Internacional SEK, ofrece a través
e Historia del Arte y el Magíster en Gestión Cultural. de su Facultad de Estudios del Patrimonio Cultu-
El postítulo en Restauración del Patrimonio mueble ral, las carreras de: Arqueología; Historia del Arte;
propone subsanar la carencia de especialistas en el Conservación y Restauración; Artes Visuales y Li-
área del resguardo del patrimonio mueble. Respon- cenciatura en Estudios Turísticos que incluyen
de a una formación renovada del campo de la res- asignaturas relacionadas y Museología.
tauración que desde los años setenta se transforma
en tendencia a nivel internacional. Museos y museología en Bolivia
El Magíster en Artes con mención en Teoría e His- En la Mesa Redonda de 1972: “El desarrollo y la
toria del Arte, que, entre otros objetivos persigue importancia de los museos en el mundo contem-
que sus egresados estén capacitados para la inte- poráneo”, organizada por la UNESCO y el Gobier-
gración a equipos de estudios interdisciplina- no de Chile, la participación boliviana estuvo a
rios incluye el ramo de Museología Aplicada. Sin cargo de la Dra. Teresa Gisbert de Mesa, Directora
embargo es necesario insistir que en el campo de del Museo Nacional de Arte, La Paz. Los acuerdos
los museos estatales la posesión de un grado aca- llegados en esta mesa permiten la creación de la
démico como Magíster no representa en sí misma Asociación Latinoamericana de Museología-ALAM,
una promoción o una incorporación a la rama en primer intento por coordinar y comunicar la muse-
estudio, sino sólo en el momento de postular a un ología del continente. Esta se constituye en cuatro
nuevo cargo en que ponderará de acuerdo a multi- cabeceras, Bolivia se encuentra en el área com-
tud de variables. En la empresa privada las políti- partida con Venezuela, Perú y Ecuador. Se tiene
cas de reclutamiento son al arbitrio de cada em- antecedentes de las actividades desarrolladas por
presa. ILAM a través de sus boletines de información que
circularon por la subregión Andina hasta el año
En esta Casa de Estudios se dicta también el Ma- 1977.
gíster en Gestión Cultural tiene una orientación
fundamentalmente económico administrativa y se Formación museológica en Bolivia
orienta más a la muy necesaria gestión de los mu-
seos como entidades que manejan fondos y patri- Al decir de Daniela García, Presidenta ICOM en Bo-
monio y que deben incrementarlo con creatividad livia, “lamentablemente, en Bolivia, no existe nin-
y eficiencia. guna formación en el ámbito académico sobre
30 I Revista de Museología # 47
Salas de exhibición del Museo Nacional de Arqueología, La Paz-Bolivia. Visita de Niños.
museología. Existen algunas materias con el nom- Similares consideraciones a las realizadas en el
bre “Museología” en carreras como Administra- caso de Chile, pueden hacerse respecto de la for-
ción Turística y ramas afines y se han dado algunos mación de profesionales de la Museología en
cursos de formación básica (más bien de informa- Bolivia. Su formación surge, en una inmensa ma-
ción) en instituciones culturales pero en general es yoría de las veces, del interés y necesidad per-
muy pobre lo que se ha avanzado”. sonales, y de su propio compromiso financiero,
muchas veces con apoyo de la cooperación in-
Agrega detalles sobre los programas de formación ternacional, y sus frutos enriquecen la práctica
vigentes relacionados con Museología: “en la Uni- museológica que determina que, en los hechos,
versidad Mayor de San Andrés de La Paz existe la nuestros museos funcionen como centros forma-
Carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Infor- dores informales pero muy relevantes de formación
mación que tiene dentro de su pensum académico museológica.
una materia semestral que se dicta en el primer
año con el nombre de Museología”. En la carrera La Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, en
existe la mención en Archivística y antiguamente las carreras de Arte y Arquitectura, incluye, para-
quisieron implementar una mención en Museolo- lelamente a los ramos de la especialidad, forma-
gía pero no prosperó, sin embargo tienen prevista ción en Teoría e Historia del Arte y la Arquitectu-
la modificación del currículo de estudios para el ra, Restauración, y, particularmente en la carrera
año 2010 y en ese proceso incluir la mención en de Artes, incluye el ramo en Organización y Ad-
Museología. ministración de Museos y Galerías.
En la Universidad Católica de La Paz, existe la Ca- Como es frecuente también en Chile, las carreras
rrera de Administración Turística y en ella dictan de Turismo también están acogiendo la formación
una materia semestral de Museología. En Bolivia Museológica dentro de su malla curricular, como
no existen institutos artísticos que dicten muse- es el caso de la Universidad Mayor Real y Pontifi-
ología. De hecho el único instituto reconocido es cia San Francisco Xavier, la que en su Facultad de
la Academia Nacional de Bellas Artes Hernando Humanidades, dicta Turismo, que incluye las asig-
Siles (La Paz) que da formación técnico medio en naturas de Historia del Arte, Manejo y Preserva-
Bellas Artes (Pintura, Escultura, Dibujo, Grabado, ción del Patrimonio Turístico pero que directamen-
etc.). te no habilita para el trabajo museológico dado
Dossier I 31
que el campo laboral definido es otro. Lo mismo
puede decirse de la Licenciatura en Turismo ofreci-
da por la Universidad Nur de La Paz.
Conclusiones
32 I Revista de Museología # 47
Fotografía del Seminario
de Museología que se dictó
en dependencias del Museo
Histórico Nacional para
profesionales chilenos
en el mes de mayo de 2008.
museos de Chile y Bolivia, deberán responder al Finalmente es importante resaltar que la carencia de
desafío de formalizar esta capacitación y/o forma- formación universitaria en el área de la Museología
ción, hacerla relevante y sistemática y reconocer no sólo priva a los países de profesionales con las
los grados de especialización de sus funcionarios. competencias requerido sino que afecta severamen-
Esto pasa necesariamente por fomentar el arraigo te lo relativo a la investigación, revisión del estado
de los especialistas en estas instituciones mediante actual de los conocimientos y elaboración proyectiva
políticas adecuadas de valoración de su Capital de horizontes disciplinares lo que empobrece la dis-
Humano y de su aporte a la comunidad. ciplina y la termina transformando en técnica.
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Dossier I 33
Panorama sobre los estudios de Museología
en Uruguay, Argentina y Paraguay
TOMÁS EZEQUIEL BONDONE*
*Tomás Ezequiel Bondone Introducción en estas tierras en los inicios de los ochenta el li-
Historiador del Arte, Catedrático bro de Aurora León El Museo Teoría praxis y uto-
y Museólogo. Miembro de ICOM.
Profesor del Programa “Educación No es fácil ofrecer un panorama comparativo so- pía, texto que, de la misma manera que ocurrió en
y Museos” de la Facultad de bre la historia y el estado actual de los estudios de España, abrió aquí nuevas puertas a profesores y
Filosofía y Humanidades de la museología en estos tres países del Cono Sur. La estudiantes, proponiendo otras reflexiones y nue-
Universidad Nacional de Córdoba
coyuntura regional en la materia ofrece una pers- vos marcos teóricos2.
y del ILAM Instituto
Latinoamericano de Museología. pectiva singular, ya que las escenas analizadas
Miembro de CAIA - Centro presentan realidades cuantitativas y cualitativas En los últimos años hemos asistido a un afanoso
Argentino de Investigadores de caracterizadas por evidentes contrastes. En estos deseo por la dotación de nuevos equipamientos
Arte. Vive y trabaja en Córdoba,
territorios la creación de museos fue relativamen- culturales, y un creciente interés y sensibilización
Argentina.
te temprana y ello al compás de la configuración por todo aquello que muestre valor patrimonial.
de sus respectivas identidades nacionales; pero el Así, en un plazo de tiempo relativamente corto, se
interés por la museología como disciplina científi- han creado nuevos museos de diversas tipologías,
ca y la enseñanza de la misma es mucho más re- situación que ha originado ciertos desajustes ante
1 La dictadura de Alfredo
ciente. Hasta mediados del siglo XX toda actividad una situación débil en cuanto a la profesionaliza-
Stroessner en Paraguay se
relacionada con la investigación y la reflexión teó- ción de los trabajadores dispuestos para ello. En
prolongó desde 1954 a 1989. La rica se realizó dentro de los museos mismos, cen- este “panorama de velocidades desequilibradas”
dictadura cívico-militar uruguaya trando su interés fundamentalmente en aspectos según palabras de Lidia Blanco3 surgen intentos
se extendió entre el 27 de junio
de 1973 y el 28 de febrero de referidos a la conservación. A partir de la segunda que conducen a la apertura de nuevos espacios
1985. En Argentina el llamado mitad del siglo XX ha existido una especie de di- de capacitación o de modernización de los ya exis-
“proceso de reorganización vorcio entre el mundo académico (universidades o tentes. Muchas instituciones tienden, asimismo, a
nacional” se inició con el golpe
militar del 24 de marzo de 1976 y instituciones superiores de formación) y el trabajo ofrecer soluciones “alternativas” en la forma de
se extendió hasta 10 de diciembre en los museos, salvo algunas excepciones como conferencias esporádicas, seminarios o cursos al-
de 1983. Este período estuvo por ejemplos la unidades dedicadas a la enseñan- tamente especializados, algunas veces con la co-
marcado por la prohibición de los
partidos políticos, la ilegalización za de las ciencias como la geología, la botánica o laboración de organismos como el ICOM, la OEI o
de los sindicatos y medios de la paleontología, que por medio de sus trabajos de a la AECID. Si bien esto es un aporte al campo de
prensa, y la persecución,
campo fueron equipando sus respectivas Cátedras la museología, contribuye poco a la consolidación
encarcelamiento y asesinato
de opositores a los regímenes. con colecciones y pequeños museos. de niveles de profesionalismo sostenibles en el
2 La versión que comenzó a tiempo.
circular por Sudamérica fue la Durante la década de los años setenta se produce
editada en Madrid por Cátedra
en 1982. A pesar de haber sido
una especie de parálisis improductiva en la región, Otro tema que no debería dejar de mencionar aquí
escrito hace ya más de 20 años, ya que en los tres países analizados llegaron a tiene que ver con las asignaciones presupuestarias
este texto, adscripto a una coincidir gobiernos dictatoriales que no auspicia- para que los museos y los centros dedicados a los
metodología propia de la historia
social del arte no ha acusado el ron el desarrollo educativo-cultural y por lo tanto estudios de museología puedan funcionar normal-
paso del tiempo. Para una los estudios sobre museología fueron muy esca- mente. En el caso argentino, los fondos del presu-
revisión de la teoría museológica sos1. Durante la década de los 80 con la reapertu- puesto general del Estado asignados a la Secretaría
en España ver: Marín Torres,
María Teresa “Territorio Jurásico: ra democrática se inicia una etapa que impulsó el de Cultura de la Nación representan un 0,17%,
de museología crítica e historia desarrollo de nuevas agendas de trabajo, espe- cuando la UNESCO recomienda invertir como míni-
del arte en España” en Lorente, cialmente en Argentina se crearon algunos centros mo el 1% de los recursos. Si tenemos en cuenta, por
Jesús Pedro (director) y Almazán,
David (coordinador): Museología dedicados a la enseñanza-aprendizaje de la muse- ejemplo, que la asignación presupuestaria de la
crítica y Arte contemporáneo. ología, dando respuesta a un panorama que co- ciudad de Buenos Aires para el área de Cultura es
Zaragoza, Prensa Universitaria
menzaba a expandirse. En líneas generales los pri- de 3,8%, las cifras sirven para formular la pregunta
de Zaragoza, 2003, pp. 27-50.
3 Aramburu, Nekane, Un lugar meros planes de estudio demostraban un carácter que alimenta la hipótesis de fondo: ¿es la cultura y
bajo el sol. Los espacios para las eminentemente práctico, algo que al correr del por ende los museos una política de Estado para
prácticas creativas actuales / tiempo fue enriquecido con la incorporación de di- los gobiernos de estos países?
Revisión y análisis. Buenos Aires,
Apuntes del CCEBA. Centro
seños curriculares que propiciaban la ponderación
Cultural de España en Buenos o la conceptualización de ciertos temas. En cuanto Dentro de esta realidad y tras el imperativo de
Aires, AECID, 2008; p. 9. a la incorporación de nuevas bibliografías aparece los valores y las circunstancias contemporáneas
Dossier I 35
supervisión del desarrollo de los cursos. El título
que otorga esta escuela oficial es el de “Técnico
Nacional Superior en Museología Histórica”
36 I Revista de Museología # 47
En el interior de Argentina existen algunas ofertas
de estudios como por ejemplo la Escuela Supe-
rior de Museología dependiente del Ayuntamiento
de Rosario, que desde 1984 realiza capacitación en
el área implementando una carrera presencial, en-
cuadrada en las normativas establecidas por el
ROIS (Reglamento Orgánico Institutos Superiores
de la Provincia de Santa Fe), que al cabo de tres
años otorga el título de Conservador de Museos
con alcances e incumbencia en la jurisdicción na-
cional.
Dossier I 37
está distribuida irregularmente por todo el territo-
rio: la mayor parte de los paraguayos viven en la
región oriental, en Asunción, la capital, así como
en las grandes ciudades cercanas a Argentina y
Brasil al sur y al este o en el Gran Chaco, que re-
presenta cerca del 60% del territorio, donde vive
menos del 2% de la población. Aunque no existen
en el país centros dedicados a la formación en mu-
seología, surgieron en los últimos años valiosas
instancias que trabajan en la promoción de la dis-
ciplina estructurando formulas inéditas o diversos
emprendimientos, como las actuaciones que des-
de el seno del Comité paraguayo del ICOM ha lle-
vado a cabo Alejandra Peña en cuanto a la capaci-
tación de personal.
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REDONDO, Alicia: “Y al volver la vista atrás… Un trazo de historia” en Umbral 2000 - Segunda época - La Plata, Departamento Impre-
7 Un artículo revelador sobre
siones de la Dirección General de Cultura y Educación, 1996, pp. 8-11.
“El caso Museo del Barro” fue
publicado Por Ticio Escobar en:
Bellido Gant, María Luisa (ed.),
Aprendiendo de Latinoamérica.
El museo como protagonista.
Gijón, Trea, 2007.
38 I Revista de Museología # 47
Capacitación Museológica en América Central
y el Caribe 1
Según el Consejo Internacional de Museos (ICOM) Entre los problemas que se pueden detectar en las 1 Algunas de las ideas expuestas
en este artículo han sido
y el Comité Internacional de Capacitación de Per- instituciones museísticas de América Latina se en- presentadas de manera más
sonal (ICTOP), la mayoría de los museos dentro de cuentran, de acuerdo con la directora del Instituto La- amplia en ponencias y otros
la región latinoamericana no cuentan con el perso- tinoamericano de museos, Georgina DeCarli (2006), artículos relacionados con el tema
de la museología crítica y la
nal especializado requerido en el campo de la mu- los siguientes: capacitación.
seología. Muchos de los profesionales de las insti- 2 Correo electrónico:
tuciones poseen una formación muy específica en • Museos con pocos profesionales en el campo de onavarro@una.ac.cr
una de las áreas afines a la museología (por ejem- la museología (sin formación museológica). 3 Deseo agradecer a la Licenciada
plo poseen un nivel terciario en las disciplinas afines • Los y las profesionales que trabajan en las insti- Georgina DeCarli y a la M.A.
Christina Tsagaraki del Instituto
al museo), pero carecen de la formación integral re- tuciones museísticas poseen un nivel terciario en Latinoamericano de Museos
querida para enfrentar los nuevos desafíos. Esto se otras disciplinas. (ILAM) por compartir la
información y el conocimiento
debe a que la oferta de capacitación de la región • Ausencia de una política de capacitación tanto que ellas poseen sobre la
es más a nivel museográfico que museológico nacionales como dentro de las instituciones mu- situación de los museos en
(Fernández, 1999), por lo que, aun en este nivel, seológicas. América Central, así como la base
de datos del ILAM. De igual
hay una deficiencia en cuanto a la formación ínte- • En muy pocas instituciones existe un presupues- manera deseo agradecer al
gra del personal. Es decir, se especializa en un as- to para capacitación. Si alguno(a) de los(as) tra- profesor Humberto Figueroa del
pecto determinado, pero no se le introduce dentro bajadores(as) entra en un programa de capacita- Museo de Arte de la Universidad
de Puerto Rico, recinto de Cayey,
de la perspectiva holística del trabajo museológi- ción en muchos casos es a título personal. por compartir también su
co, especialmente en lo referente a la proyección • En algunos países los títulos en museología no conocimiento de los programas
institucional hacia la comunidad a la que sirven. están contemplados dentro de las categorías de impartidos en Puerto Rico.
Desgraciadamente las páginas
servicios profesionales. web de varias de las
A lo largo de los años se ha ido mostrando como universidades puertorriqueñas
evidente que el sector museístico de América Latina A esta lista podemos adjuntar cuestiones tales como: tienen información muy somera
con respecto a los contenidos y
está compuesto por personas de una gran pasión y los niveles desiguales de calidad en la formación uni- filosofía de los cursos que
sacrificio no sólo por el patrimonio sino también por versitaria y para-universitaria; asimismo parece ser imparten.
que hay una cantidad insuficiente de ofertas asequi- presupuestos de las instituciones del gobierno v.
bles en términos de costo y accesibilidad para los y gr., los ingresos de los museos, en algunos países,
las trabajadores de las instituciones museísticas, van directo a un fondo común del Estado y este se
y por último la falta de apoyo institucional a la capa- encarga de hacer la distribución; falta de personal y
citación. cuando se tiene no siempre posee una capacitación
idónea para las tareas museísticas; a esto se une el
Las instituciones museísticas y la capacitación hecho de que la mayoría de las direcciones de insti-
en América Central y el Caribe tuciones museísticas son puestos políticos y en con-
secuencia tales instituciones terminan con directo-
La situación de las instituciones museísticas en la res(as) sin los conocimientos necesarios o al menos
región centroamericana y del Caribe varía de país básicos para la buena dirección; además para traba-
en país y de región en región, sin embargo, en to- jar en una institución museística no se necesita ser
das ellas es constante la carencia de personal ca- museólogo y en concordancia a dichas instituciones
pacitado y de recursos financieros para solventar no se les obliga a tener profesionales del campo. A
sus necesidades, de políticas de administración esto se suma que en la región que nos ocupa no
pública y presupuestaria que les impide hacer uso existe un sistema de acreditación de instituciones
directo de los dineros recaudados por algún even- museológicas.
to especial o exhibición temporal.
La falta de personal capacitado en las funciones
En una de las publicaciones de la Red Centroame- museológicas y la poca relación de estas con la
ricana de Museos titulada Museos Centroamerica- comunidad, históricamente han sido consecuen-
nos. Aportes para una oferta pertinente se dice cia de una falta de opciones de formación profe-
que el problema de la falta de protagonismo de los sional acorde con sus necesidades; a esto se une
museos centroamericanos está ligado a “…proble- la inexistencia de programas de capacitación con-
mas de orden estructural que los museos enfren- tinua, que pudieran mitigar esta situación en los
tan y que no les permite responder eficientemente museos de la región; las formas en que se organi-
a los rápidos cambios de la sociedad” (VV.AA., zan las instituciones museísticas dentro del orga-
2007:9). Uno de estos “problemas estructurales” nigrama del Estado en algunos de los países.
es la falta de capacitación de los y las profesiona-
les que trabajan en ellos. Por ejemplo, en algunos países los museos estatales
se manejan y administran de una manera muy ver-
En este sentido y a nuestro entender y parecer, uno tical y centralizada, concentrando a los y las espe-
de los problemas básicos referentes a la falta de ca- cialistas en Ministerios, Direcciones de Cultura o
pacitación4 del personal de las instituciones museís- Museos Nacionales, es responsabilidad de estas ins-
ticas es, como se mencionó más arriba, la ausencia tituciones centrales el ocuparse de las otras institu-
de políticas de capacitación tanto a nivel nacional ciones museísticas. Esto se puede ejemplificar con el
como institucional, así como las políticas adminis- caso de Honduras, aquí el Instituto Nacional de
trativas extremadamente verticales con que algunos Arqueología e Historia se encarga de conservar y
países del área regulan a las instituciones museísti- registrar los objetos, diseñar las exhibiciones per-
cas. Tal situación, creemos, tiene su origen en las ra- manentes y temporales, dejando poca libertad a los
íces históricas de dichas instituciones en la región; si museos. Los y las funcionarias de estos museos son,
hemos de ser sinceros, la cultura no siempre ha sido en este sentido, considerados como administrado-
aspecto importante en la financiación estatal. Mu- res(as) (i. e., tienen solo función administrativa y no
4 Nos centraremos aquí solo en la chas instituciones han luchado durante años con va- museológica); dentro de este marco el Estado contra-
cuestión de la capacitación y rias situaciones problemáticas: presupuestos que ta profesionales con perfil administrativo. En Nicara-
dejaremos los otros problemas
mencionados para discusión en no les dan la posibilidad de ampliar ofertas de ma- gua sucede algo similar, el Museo Nacional se encarga
otro artículo. nera periódica; políticas estatales de manejos de de todo lo referente a los aspectos arqueológicos, de
40 I Revista de Museología # 47
EN AMÉRICA CENTRAL Y EL CARIBE LA CAPACITACIÓN HA ESTADO LIGADA A INSTITUCIONES DE MÉXICO, EE.UU. Y ESPAÑA SIN EMBARGO, EN
AÑOS RECIENTES HAN SURGIDO ALGUNAS PROPUESTAS DENTRO DE LA REGIÓN, UNAS RELACIONADAS CON PROGRAMAS ESPECÍFICA-
MENTE ORIENTADOS A LA ENSEÑANZA DE LA MUSEOLOGÍA Y OTROS COMO PARTE DE CURRÍCULOS EN CARRERAS RELACIONADAS CON LA
GESTIÓN CULTURAL, EL TURISMO CULTURAL Y TEMAS AFINES.
igual manera el manejo de la información y los pro- que ha ofrecido cursos en lo que podemos deno-
cesos no es in situ; se repite aquí el modelo de con- minar museología ha sido la AECI. A estas dos op-
centración y centralización de las funciones. En mu- ciones se unen los cursos virtuales y presenciales
chos casos si se contrata personal “técnico” (v. gr., ofrecidos por el Instituto Latinoamericano de Mu-
conservadores(as), restauradores(as), museógra- seos en gran variedad de temáticas museológicas;
fos(as) o documentalistas, éstos(as) pasan al orga- los temas van desde museología teórica, la crea-
nismo central y no a los museos, el personal que sí ción de un museo pasando por la interpretación
llega al museo son lo de limpieza y seguridad. del patrimonio y el diseño y montaje de exhibicio-
nes hasta el tema de museo y públicos con nece-
Como se puede notar, los y las profesionales de di- sidades especiales.
chas instituciones, administradores(as) si se quie-
re, requieren de capacitaciones cortas que versen Como se puede ver existen instituciones que traba-
sobre la naturaleza de las instituciones museísti- jan en el ámbito de la capacitación del personal de
cas y sus funciones para poder responder a la de- museos empero, en su gran mayoría, la oferta acadé-
manda de administrar no sólo un museo moderno mica está orientada a formar cuadros profesionales
y exitoso sino pertinente. Asimismo se requiere un en áreas específicas del trabajo de las instituciones
cambio en las políticas de contratación, en las po- museísticas como la conservación —restauración—,
líticas de organización y manejo de las institucio- la museografía (el diseño y montaje de exhibiciones)
nes museísticas tanto desde el punto de vista mu- y registro y documentación, entre otras5. Al tener
seológico como financiero y administrativo. este énfasis, el enfoque de la actividad de los profe-
sionales de museo se concentra en la colección y el
A nivel de capacitación la región ha estado ligada espacio que encierran las cuatro paredes del edificio.
históricamente a varios centros de capacitación pro- Además, todas estas ofertas académicas son en su
fesional en áreas específicas como museografía, totalidad de tipo presencial, por lo que están en su
conservación y restauración. En el caso específico de mayoría circunscritas a sus países.
Costa Rica, así como en varios países de la región,
los primeros esfuerzos de capacitación profesional Algunas de las ofertas de capacitación
estuvieron ligados a las becas y estudios de profe- museológica en América Central y el Caribe
sionales de museos en la connotada Escuela Nacio-
nal de Conservación, Restauración y Museografía Como se ha explicado más arriba en América Cen-
Manuel del Castillo Negrete (ENCRyM) de México. tral y el Caribe la capacitación ha estado ligada a
Durante las décadas de los años setenta y ochenta instituciones de México, EE.UU. y España sin em-
varios profesionales de Centro América se capacita- bargo, en años recientes han surgido algunas pro-
ron en dicha Escuela y su influencia puede ser vista puestas dentro de la región, unas relacionadas
en muchas de las exhibiciones que aún quedan de la con programas específicamente orientados a la
época en los museos Centroamericanos. enseñanza de la museología y otros como parte
de currículos en carreras relacionadas con la ges-
De igual manera la región ha estado ligada a insti- tión cultural, el turismo cultural y temas afines.
tuciones de los EE.UU. como el Instituto Getty y el
Instituto Smithsoniano, en ellas los y las profesio- Dentro de los varios programas universitarios que
nales de la región participaron en pasantías que contienen la museología como materia o como tema
los y las pusieron en contacto con otras formas y principal están los programas de Costa Rica (una op-
prácticas del quehacer museístico. A estas institu- ción) Cuba (una opción) y Puerto Rico (tres opcio-
ciones se les ha unido en años recientes la Agen- nes); en general, los programas que tienen a la mu-
cia Española de Cooperación Internacional (AECI) seología como uno de sus cursos o materia la 5 En la actualidad la ENCRyM ha
que no sólo ha brindado cursos in situ sino que presentan en relación con las otras actividades del ampliado su oferta para incluir la
también ofrece becas y pasantías. De estas tres la museo y en algunos casos casi como por compromiso. Museología.
Dossier I 41
FIGURA 1. EJES TEMÁTICOS Y ESTRUCTURA Y ÁREAS COGNOSCITIVAS MVM. (FUENTE: DOCUMENTO OFICIAL DEL PROGRAMA DE MUSEOLOGÍA, 1998).
MÓDULOS Teoría
Teoría
Práctica
Práctica
Metodología
Metodología
I II III IV V
Los programas de capacitación museológica que fundamentales para la protección y difusión del
se presentan a continuación muestran una serie patrimonio cultural y natural).
de diferencias que pueden ser debidas a los dife-
rentes entornos en los que se desarrollan (v. gr., la El programa de la MVM consta de cinco módulos te-
tradición museística del país, la existencia de una máticos de tres meses cada uno: “Museología y pa-
voluntad institucional para la capacitación, el es- trimonio”, “Administración de Colecciones”, “Comu-
tudio y el análisis de la situación de los museos y nicación y Difusión del Patrimonio”, “Gestión Social
sus profesionales). del Patrimonio y Desarrollo Sostenible” y “Sistemati-
zación y Propuesta de Estrategias de Proyectos de
En Costa Rica se halla la Maestría Virtual (MVM) en Reactivación Patrimonial para el Desarrollo Sosteni-
Museología de la Universidad Nacional que se inicia ble”; al finalizar los módulos cada estudiante debe
en el año 2004 y está adscrita a la Escuela de Socio- desarrollar un trabajo final de graduación.
logía; la Maestría surge del convenio de coopera-
ción entre la Universidad y el programa MHO de la Cada uno de estos módulos es una unidad de apren-
Organización Holandesa para la Cooperación Inter- dizaje concebida como un conjunto de temas y ac-
nacional en Educación Superior (NUFFIC) y la Rein- tividades de aprendizaje articulados por unos ejes
wardt Academy. Dentro de su personal la MVM temáticos comunes: el análisis holístico de la ac-
cuenta con cinco especialistas en museología gra- ción de las instituciones museísticas mediante un
duados en diferentes Universidades (EE.UU., Países trabajo interdisciplinario y la reactivación y pues-
Bajos y España) así como especialistas en educa- ta en valor del patrimonio para la sostenibilidad.
ción, gestión de proyectos y sociología. En vista de que los y las estudiantes estudian des-
de sus países de origen y se mantienen en sus ins-
Como su nombre lo indica, la MVM es un programa tituciones, cada módulo exigen que las activida-
virtual (i. e., educación a distancia mediada por des, tareas y trabajo final estén relacionadas con
tecnología) y en consecuencia los y las estudian- las actividades de los y las estudiantes en sus ins-
tes del programa no necesitan abandonar su país tituciones. Lo que se busca con esto es que al
para obtener el título de maestría. Como su docu- tiempo que el o la profesional se capacita, la insti-
mento de fundación lo estipula el enfoque museo- tución para la que labora también se beneficie con
lógico surge de la Agenda para la Acción producto su aprendizaje.
de la I Cumbre Hemisférica de Museos: “Museos y
Comunidades Sostenibles”, celebrada en San José Los módulos se articulan sobre tres áreas cognos-
(VV.AA., 1998: 31); de ella toman las ideas que se citivas: una teórico-conceptual, otra metodológi-
han de implementar en el desarrollo del currículo co-técnica y una práctico-investigativa. La siguien-
(v. gr., las nociones del desarrollo sostenible, la te tabla ejemplifica la relación de la estructura de
cultura como base de este desarrollo y el hecho de las áreas cognoscitivas y los temas quedan de la
que las instituciones museísticas son herramientas siguiente manera:
42 I Revista de Museología # 47
TABLA 1. ÁREAS COGNOSCITIVAS Y MÓDULOS DE LA MVM (FUENTE: DOCUMENTO OFICIAL DEL PROGRAMA DE MUSEOLOGÍA, 1998)
El primer módulo tiene un carácter integrador, cons- módulo buscan dar al estudiante los fundamentos
tituye la base teórica sobre la que se sustentan los teórico-metodológicos para que pueda desarrollar
módulos siguientes; permite introducir y poner en la administración de colecciones (conservación, pre-
perspectiva la actividad museológica desde el pun- vención restauración) y la comunicación (diseño de
to de vista teórico, desarrollando además la rela- exhibiciones, estudios de público y educación no for-
ción de esta con los fenómenos sociológicos de mal) del patrimonio. Los dos últimos módulos estu-
construcción del patrimonio. El segundo y tercer dian la función social del museo y su necesidad de
Dossier I 43
LA OTRA OFERTA DE CURSOS EN EL CARIBE PROVIENE DEL CENTRO NACIONAL DE CONSERVACIÓN, RESTAURACIÓN Y MUSEOLOGÍA (CENCREM)
Y LA CÁTEDRA REGIONAL DE CIENCIAS DE LA CONSERVACIÓN INTEGRAL DE LOS BIENES CULTURALES Y NATURALES PARA AMÉRICA LATINA Y EL
CARIBE UNESCO (CRECI) DE CUBA; ESTA INSTITUCIÓN FUNDADA EN 1995 BUSCA DESARROLLAR LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES DE
AQUELLOS(AS) PROFESIONALES RELACIONADOS CON EL PATRIMONIO DESARROLLEN LAS HABILIDADES Y LOS CONOCIMIENTOS NECESA-
RIOS PARA LA ATENCIÓN Y EL MANEJO DEL PATRIMONIO CULTURAL Y LA CONSERVACIÓN INTEGRAL.
unir el quehacer de éste; el quinto módulo permite de los museos del estado” (Figueroa, CP: 17-11-
al estudiante aplicar todo el conocimiento teórico- 2009). Dentro del personal docente de la UPR se
metodológico-práctico adquirido anteriormente e encuentran especialistas en historia del arte, di-
implementarlo en el desarrollo de una propuesta de rectores de museos.
estrategia o proyecto.
La otra oferta de cursos en el Caribe proviene del
En Puerto Rico existen en la actualidad tres cen- Centro Nacional de Conservación, Restauración y
tros de nivel universitario que imparten cursos de Museología (CENCREM) y la Cátedra Regional de
museología a saber: la Universidad del Turabo en Ciencias de la Conservación Integral de los Bienes
Caguas. El tema de la museología se estudia den- Culturales y Naturales para América Latina y el Caribe
tro del programa de Maestría en Administración de UNESCO (CRECI) de Cuba; esta institución fundada
las Artes y es un programa presencial, los y las es- en 1995 busca desarrollar las competencias profe-
tudiantes adquieren conocimientos en museolo- sionales de aquellos(as) profesionales relacionados
gía junto a los de administración y mercadeo de con el patrimonio desarrollen las habilidades y los
las artes. La museología no constituye una mate- conocimientos necesarios para la atención y el ma-
ria del currículo sino que forma parte de otras, en nejo del patrimonio cultural y la conservación inte-
este sentido parece ser que no es tema central. gral. El CENCREM imparte cursos tanto presenciales
Esta Universidad complementa su propuesta con como a distancia y su énfasis está en los cursos de
talleres y seminarios sobre temas de registro, mu- restauración, conservación y ofrece las modalida-
seografía y manejo de colecciones impartidos du- des de maestría, diplomado, cursos, talleres o con-
rante el verano gracias a un convenio con el Insti- ferencias, cursos de habilitación.
tuto Smithsoniano.
Los cursos regulares del CENCREM-CRECI contem-
La segunda institución que ofrece cursos relacio- plan la Cátedra de Bienes Inmuebles y Patrimonio
nados con la museología es la Caribbean Univer- Intangible que se enfoca en el tema de la restau-
sity que es de carácter privado; esta universidad ración, rehabilitación y conservación de los bienes
ofrece en su recinto de Bayamón una Maestría en inmuebles, aspectos relacionados con la interven-
Artes en Educación con especialidad en Museolo- ción de inmuebles, arqueología, cursos cuyo tema
gía, Archivística e Historia del Arte. La Universidad es el patrimonio cubano. En esta Cátedra esta el
de Puerto Rico en su recinto de Río Piedras ofrece curso “Enfoque metodológico sobre el patrimonio
una Maestría en Gestión y Administración Cultural, cultural inmaterial y los museos” también cursos
dentro de ella existe un curso de introducción a la sobre cultura e identidad, antropología lingüísti-
museología que estudia desde el punto de vista ca. La Cátedra de Bienes Muebles y Museología en
histórico el coleccionismo, el museo, el tema del el área de museología y museografía ofrece los
valor y significación de los objetos así como el pa- cursos:
pel de los(as) curadores(as) y el público. El énfasis
de la maestría está en el aspecto de la gestión y la • “Museografía” que busca que los y las participan-
museología es simplemente un tema más además tes actualicen los conocimientos básicos para la
de no ser obligatorio. Además de esta materia organización museográfica en los museos.
electiva se ofrece también otro curso electivo so- • “De la teoría a la praxis del museo. El nuevo mu-
bre gestión del patrimonio y turismo cultural. En seo” cuyo objetivo es la actualización de conoci-
el pasado el profesor Humberto Figueroa ofreció el mientos relacionados con “la contextualización
curso de museología donde analizó “los temas de histórica y práctica del museo como instrumen-
la nueva museología, el desarrollo histórico de los to al servicio de la comunidad y el patrimonio”.
museos en el plano internacional, algunos ejem- En este curso se estudia al museo como instru-
plos latinoamericanos, y enfatizando en el reto de mento de desarrollo social y cultural al servicio
evaluar y proponer salidas al reto de renovación de la sociedad, la evolución e historia del museo,
44 I Revista de Museología # 47
las diferentes tipologías de museos y las funcio- Tomando como punto de partida la museología
nes museológicas. crítica6, el contexto socio-político y la situación de
• “Sistema de Documentación en los Museos (SDM)” las instituciones museísticas más arriba reseña-
dirigido a museólogos, conservadores, restaura- das es que creemos que la enseñanza de la museo-
dores y directores(as) de museo. Su objetivo es logía en general debería contener los siguientes
la actualización de conocimientos. aspectos:
• “El museo: sus conceptos, definiciones y usos”
que va dirigido a museólogos, conservadores, • Elemento teórico: un fuerte contenido teórico
restauradores y directores(as) de museo. En este donde se contextualice no sólo históricamente
curso se estudia el desarrollo y evolución del co- sino también política, social y económicamente a
leccionismo en Cuba, la museología como ciencia, las instituciones museológicas. Un componente
definiciones de museos, nueva museología, eco- histórico teórico que permita entender el presen-
museología, ética, conservación preventiva y te- te a través del estudio del pasado de las institu-
mas afines, la exposición museológica. ciones para así develar no sólo el imaginario so-
cial detrás de ellas sino también el conjunto de
Como se puede notar la teoría museológica como representaciones sociales que operacionalizan
tal no se ve en un curso o taller sino que está dis- tal imaginario. Asimismo, dicho conocimiento teó-
tribuida en varios cursos, si bien se estudia el rico-histórico ha de servir como elemento inte-
tema del coleccionismo, esto se hace desde una grador de los diferentes campos relacionados
perspectiva local; se discuten solo dos formas de con el quehacer museológico (la documentación,
teoría y práctica museológica (i. e., la nueva museo- la administración de colecciones, la conserva-
logía y la ecomuseología). ción, etc.).
• Profundización en las disciplinas afines necesa-
La cuestión de la teoría museológica y la rias para una mejor relación con la comunidad a
capacitación museológica que se necesita la que sirven. En este sentido se deben desarro-
llar de manera más consistente temas como la
Una revisión de la producción teórica en América comunicación educativa (como parte integral del
Latina muestra un desarrollo de una teoría museo- currículo y no como materia optativa); temas
lógica que si bien toma de las ideas llegadas prin- de psicología (v. gr., psicología social y las dife-
cipalmente de Europa, ha sabido incorporar los rentes psicologías específicas); temas de edu-
desarrollos teóricos surgidos de las experiencias cación inclusiva y las diferentes pedagogías re- 6 La idea de una museología
autóctonas (por ejemplo los museos comunita- lacionadas con el museo (desde la museología crítica no es nueva, ha estado
presente desde la década de los
rios, los museos productivos, etc.). crítica se privilegia el constructivismo como setenta en la Academia Reinwardt
de los Países Bajos, y hasta el
momento no presenta principios
FIGURA 2. ELEMENTOS BÁSICOS DE LA ENSEÑANZA MUSEOLÓGICA doctrinales específicos (Lorente,
2006: 231-243). La idea de
museología crítica que
empleamos en este artículo está
basada en los principios
doctrinales de la filosofía crítica
establecida por Theodore Adorno
ELEMENTO TEÓRICO y Max Horkheimer. Así cuando
decimos “museología crítica” nos
referimos a una teoría que
propone que tanto la museología
tradicional como sus principios
básicos (v. gr., musealidad) son
un producto de la sociedad en las
cuales son creados, es decir,
definidos por el contexto
histórico, político y económico en
el cual los museólogos y los
museos están inmersos. En este
sentido, el marco conceptual va
PROFUNDIZACIÓN EN LAS más allá del establecido por las
MUSEOLOGÍA COMPROMETIDA DISCIPLINAS AFINES NECESARIAS ciencias de la información para
PARA UNA MEJOR RELACIÓN proponer un enfoque histórico-
CON LA COMUNIDAD dialéctico de la relación entre los
CON LA COMUNIDAD A LA QUE seres humanos y su realidad. Es
SIRVEN decir, la museología crítica va más
allá del aspecto comunicacional
de los objetos y las instituciones
para analizar las determinaciones
históricas de esta cualidad.
Dossier I 45
herramienta educativa así como la pedagogía institución museística). Se debe promover desde
crítica) y que busquen fomentar el pensamiento los centros de capacitación la lucha por el reconoci-
crítico en los y las visitantes. Por último, se deben miento de la profesión en los sistemas de servicio
tratar de presentar al estudiante los aspectos rela- civil de todos los países del área.
cionados con las diferentes estrategias museo-
gráficas y escenográficas (v. gr., museografía di- Los elementos arriba mencionados no son todos los
dáctica, museografía interactiva) tendentes a que se deben cambiar o implementar; aun queda el
establecer un vínculo entre la institución y la co- problema de la falta de políticas de capacitación en
munidad. las instituciones que redunda en la imposibilidad de
• Museología comprometida con la comunidad: se los y las profesionales para optar por los estudios
debe promover un enfoque que responda a la rea- de especialización a nivel de maestría o incluso de
lidad social y económica de América Latina. En licenciatura. Aunado a esta situación se tiene la no
este sentido, se debe inculcar en los y las estu- obligatoriedad de tener museólogos(as) de planta
diantes no sólo el compromiso social sino también en las instituciones; el aspecto político de la dirigen-
se les debe capacitar para que puedan trabajar cia de las instituciones que afecta el quehacer diario
con las comunidades en estrategias de valoración de ellas; es por esto que se plantea como necesario
y difusión del patrimonio. el estudio de las condiciones socio-históricas de la
creación y acción de las instituciones museísticas
La incorporación de estos elementos en los diferen- dentro del currículo de una carrera de museología
tes currículos de estudios ayudará a las institucio- para así poder entender sus problemas de gestión.
nes museísticas a potenciar su acción en las comu-
nidades y las convertirá no sólo en resguardos del Nos queda también por decidir el tipo de título que
patrimonio y la memoria sino en agentes de cambio se requiere o el tipo de capacitación que la región
en las comunidades. Asimismo es de vital importan- necesita, de ahí la importancia de analizar el perfil
cia que se desarrollen planes de capacitación que académico de los y las trabajadoras de las institu-
estén acordes no sólo con las necesidades propias ciones museísticas; sin embargo, como hemos vis-
de los museos, sino con el entorno socio-político y to, una mirada más cercana al cómo trabajan los
económico en el cual están inmersos. Empero, estos museos de América Central7 nos muestra que el pro-
cambios serán de poca ayuda si no se efectúan me- blema de la capacitación y de los museos empieza
joras en las políticas estatales con respecto a la or- en otro lugar.
ganización y a la financiación de las instituciones
museísticas; es aquí donde se hace importante la En conclusión, creemos que la capacitación debe
acción conjunta de los y las profesionales de las ins- abarcar desde los talleres de actualización, pasantí-
tituciones museísticas que deben abogar por el re- as y diplomados hasta maestrías y doctorados; y en
conocimiento de la museología como profesión, por cada una de estas actividades académicas se debe
la necesidad de que toda institución museológica promover la necesidad de la búsqueda de profesio-
tenga un profesional en el campo museológico (nun- nalización. Creemos que esto es posible porque a lo
ca vemos que a un(a) artista se le nombre Ministro largo de América Central y el Caribe las instituciones
de Economía pero sí que a un administrador o algu- museísticas, como en todo el resto del mundo, es-
na persona “ligada a la cultura” —o a algún polí- tán llenas de profesionales con amor y pasión por su
tico(a)— y por ende con “amplio conocimiento del trabajo, por el patrimonio y la memoria de sus res-
campo” sea nombrado como Director(a) de una pectivas naciones.
Bibliografía
DECARLI, G. (2006): “Eduquémonos para educar: panorama latinoamericano sobre iniciativas de formación”, Ponencia presentada en el Se-
minario Latinoamericano: Museos, Educación y Juventud, Museo Nacional de Colombia, Bogotá, 16 -18 de Noviembre de 2006.
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7 Me referiré sólo al caso de res, S.A., Guatemala.
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realidad que más conozco. Hofmann, R. (ed.), Museos: Guía para la Excelencia, Comité Internacional de Museos (ICR), México: 48-67.
46 I Revista de Museología # 47
Los estudios de museología en México:
una reflexión
GABRIELA GIL VERENZUELA*
Organización de Estados Americanos, OEA, cuyo (1972-1978), y posteriormente de los cursos de Mu-
propósito fue organizar el Curso Interamericano seografía Aplicada (1987-1993) y Especialización
de Restauración de Bienes Culturales4 y el Curso Museográfica (1994-1997), todos ellos realiza-
Interamericano de Capacitación Museográfica5, dos en la ENCRyM.
ambos realizados en los talleres de Río Churu-
busco. Witker opina que desde ese entonces han sido dos
las grandes tendencias sobre las que se han perfila-
Según Rodrigo Witker6, no es sino hasta media- do los diseños de las estructuras formativas en el
dos de los años sesenta que comienzan a impar- ámbito de los museos en México. Una que toma a la
tirse los primeros estudios formales en materia museografía como el eje fundamental de acción, y
de museos en México a través de los Cursos In- otra en la que predomina el aspecto museológico,
teramericanos de Capacitación Museográfica cada una con sus propias particularidades.
Dossier I 49
Escuela Nacional de
Conservación, Restauración
y Museografía “Manuel
del Castillo Negrete”.
México D.F.
Foto: Gabriela Gil.
Hasta aquí el breve recorrido histórico con el ante- Dentro del primer enfoque se inserta la ENCRyM,
cedente de los inicios de los estudios en museos en que desde sus inicios se ha dedicado a dos áreas
México, estudios cuyo fin principal era la formación, fundamentales:
capacitación y especialización del personal que la-
boraba en museos, específicamente en el área de • La conservación y restauración de los bienes cul-
museografía; la museología vendría después… turales.
• La formación en museología y museografía al
Actualidad. Enfoques en la enseñanza servicio del patrimonio cultural.
de la museología en México
Dentro de esta última se encuentran los dos pro-
Si bien el INAH fue el punto de partida, aún hoy si- gramas académicos que integran el Posgrado en
gue siendo un espacio fundamental para el estudio Museología: la Maestría en Museología y la Espe-
de los museos en México. La formación académica de cialidad en Museografía, cada uno con objetivos
la museología en el país se caracteriza por dirigir distintos que buscan alcanzar la formación inte-
sus estudios de posgrado hacia dos enfoques gral en el ámbito de los museos.
principales:
La Maestría en Museología inicia en 1978 y es el
1. Posgrados cuyos objetivos y planes curriculares primer programa de posgrado en estudios de
se dirigen hacia la preservación, estudio y difusión Museos en México. Con ella comienza el proce-
del Patrimonio Cultural, teniendo a los museos so formal de concebir a la museología como ac-
como ejes fundamentales. (ENCRyM y Universi- tividad académica para consolidar la profesio-
dad Iberoamericana de Puebla, UIA.) nalización de los cuadros técnicos que trabajan
2. Posgrados cuyos objetivos y planes de estudios en los principales museos del país. La primera
están enfocados hacia la relación de los museos etapa va de 1978 a 1983, posteriormente se cie-
y el arte. (Centro de Arte Mexicano, CAM y Casa rra unos años y reabre en 1997 con nuevo plan
Lamm.) curricular.
50 I Revista de Museología # 47
En la actualidad, la Maestría en Museología está de grado. La estructura curricular de la Maestría en Casa Lamm. Patio interior.
orientada a la formación integral de profesionales Museología está pensada para realizarse en cua-
a través del estudio de la Museología como ciencia tro semestres, en donde se incluye, además de las
aplicada en función de la preservación y difusión asignaturas mencionadas, un año de prácticas
del patrimonio cultural. Se inserta en el campo de profesionales basadas en el trabajo y la vincula-
los museos a través de una perspectiva multidisci- ción del aula con la realidad de los museos, así
plinaria que pone de manifiesto su relación con como la modalidad de elegir tres asignaturas opta-
otras áreas del conocimiento como la educación, tivas a partir del tercer semestre, que amplíen los
la comunicación y la gestión cultural. Dentro de intereses propios de cada alumno.
sus objetivos principales destacan: impartir pro-
gramas orientados hacia la reflexión crítica y el El segundo programa académico que surge en la
mejoramiento de las relaciones entre los bienes primera década del siglo XXI y que se dirige hacia
culturales, los espacios museísticos y los visitan- la preservación, estudio y difusión del patrimonio
tes; fomentar la formación de especialistas en mu- cultural, es la Maestría en Gestión del Patrimonio Cul-
seología que puedan insertarse en las diversas tural que está adscrita al Departamento de Arte,
instituciones nacionales e internacionales y des- Diseño y Arquitectura de la Universidad Iberoame-
arrollar perfiles profesionales para planear, reali- ricana Puebla.
zar y evaluar proyectos museológicos.
En la revisión de los estudios de museología en
La reciente actualización del plan de estudios, im- México que en 2008 realiza Rodrigo Witker para el
plantado a partir de 2008, contempla 14 asignaturas Seminario Permanente de Museología en América
que abarcan: museología, museografía, curaduría, Latina7, él expone que este es un programa que
coleccionismo, preservación patrimonial, comunica- sin estar al 100% centrado en contenidos museo-
ción educativa, gestión de proyectos culturales y cua- lógicos, es una propuesta que diversifica, pero al
tro seminarios de investigación orientados hacia la mismo tiempo complementa y hace más amplio
7 Witker. Op. Cit. Pág. 7.
producción del conocimiento para realizar una tesis el objeto de estudio. La definición de su objetivo
Dossier I 51
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52 I Revista de Museología # 47
México. En palabras de Witker Barra, los objetivos
del Diplomado en Diseño y Gestión de Exposicio-
nes de la BUAP han girado en torno a la capaci-
tación de grupos de trabajo en temas referidos a
la preservación del patrimonio cultural mexica-
no, para actualizar y mejorar los conocimientos y
las técnicas que se emplean actualmente para la
gestión, difusión, diseño, turismo y promoción
de los bienes culturales que lo integran.
Seminarios
Ya mencionaba la importancia que han tomado en
los últimos años los espacios formativos como los
diplomados. Pero sobre todo, los seminarios de in-
vestigación y reflexión alrededor de la museología
se han convertido en espacios académicos muy so-
corridos. Citaré tres ejemplos que están vigentes. El
primero es el Seminario Internacional de Museos,
SIM, de la Universidad Iberoamericana, UIA, en su
plantel de Santa Fe; el segundo, el Seminario de In-
vestigación Museológica, SIM, gestado desde la Di- en Museos, hoy tenga un espacio de reflexión alre-
rección General de Divulgación de la Ciencia de la dedor de los museos que no está vinculado con su
Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, propio programa académico: recordemos que la
y el de más reciente creación, el Seminario Perma- Maestría en Museos de la UIA cerró en 2004. Sin
nente de Museología en América Latina de la Escue- embargo, se agradece la posibilidad de contar con
la Nacional de Conservación, Restauración y Muse- un espacio para establecer vínculos con otras ins-
ografía “Manuel del Castillo Negrete”, ENCRyM, del tituciones culturales.
INAH.
Por su parte el SIM de la UNAM, se define como
En su presentación para la tercera convocatoria en “un espacio de análisis que sirve para intercambiar
el 2008, encontramos que el SIM de la UIA: “está conocimientos y experiencias sobre diversos te-
dirigido a directores, gestores culturales, curado- mas de museos a través de la divulgación de in-
res y demás profesionales relacionados con el fun- vestigaciones y trabajos de vanguardia10”.
cionamiento de los museos de América Latina que
deseen perfeccionar capacidades, actualizar cono- Para cada sesión, una vez al mes, se invita a un es-
cimientos y ampliar perspectivas para establecer pecialista que esté realizando alguna investiga-
vínculos con otras instituciones culturales9”. ción sobre museos para que dé a conocer sus
avances. El SIM de la UNAM abre un espacio de re-
Si bien esta definición del SIM alude al funciona- flexión alrededor de la museología y disciplinas
miento de la museología en América Latina, pocas afines que se vinculan principalmente con la divul-
veces hemos tenido la oportunidad de escuchar gación del conocimiento científico. Muestra de
reflexiones sobre el significado de América Latina este diálogo constante es la reciente publicación
en el desarrollo museológico de nuestra región. Aportes a la museología mexicana, que vio la luz
Sin mayor trascendencia crítica, en el SIM se han en 2009 y recoge un buen número de las sesiones
8 Witker. Op. Cit. Pág. 4.
presentado casos aislados sobre algunos espacios realizadas durante ese seminario permanente.
9 http://www.uia.mx/sim/2008/
museísticos. En este sentido, llama la atención
presentacion.html
que una institución académica de tanto prestigio El más reciente de los espacios en modalidad de se- 10 http://simuseo.blogspot.com/
como la UIA, iniciadora en el ámbito de la educa- minario es el Seminario Permanente de Museología 11 http://ixtlanenlinea.com/
ción privada de una opción de estudio de posgrado en América Latina11. Iniciado en noviembre de 2008 encrym/
Dossier I 53
EL SEMINARIO PERMANENTE DE MUSEOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA TIENE COMO OBJETIVO GENERAL OFRECER A TODOS AQUELLOS INVO-
LUCRADOS E INTERESADOS EN EL QUEHACER MUSEOLÓGICO LATINOAMERICANO UN ESPACIO PARA CONSTRUIR UN DEBATE QUE A TRA-
VÉS DE MÚLTIPLES PERSPECTIVAS PERMITA AVANZAR EN EL CONOCIMIENTO DE LA ESPECIALIDAD.
54 I Revista de Museología # 47
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Bibliografía
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Dossier I 55
Los estudios en Museología en las universidades
colombianas y venezolanas
DIEGO SALCEDO FIDALGO*
En el siguiente escrito se expondrá una reseña sobre latinoamericanos en la década de los setenta, con el
lo que concierne a la realidad colombiana y venezola- gran auge de la industria cultural y el fenómeno de la
na, es decir una aproximación al desarrollo de la for- globalización. Las actividades iniciadas realizan su
mación en museología en las universidades donde se desarrollo en las capitales y las aproximaciones so-
desarrollan programas en esta área del conocimien- bre los cursos y estudios en museología parten de
to. Es importante aclarar que por la amplitud del iniciativas del estado. En Venezuela los primeros pa-
tema, el estudio que se realizó está enfocado a la his- sos se dan a partir de una necesidad: la de formar re-
toria del desarrollo de la museología en particular en cursos humanos para los museos. Existen para ese
las regiones locales y centralizadas de las capitales, momento setenta y dos museos en todo el país. La
es decir Bogotá y Caracas. De igual forma los dos paí- iniciativa surge de la Galería de Arte Nacional bajo
ses plantean problemas y rumbos que pueden pare- la dirección del artista plástico Manuel Espinosa.
cer similares pero que corresponden a realidades
culturales, históricas y geográficas diferentes. El proceso se hace en dos partes: la primera envian-
do personal al exterior, a institutos especializados
En una primera parte se expondrá un panorama his- para su formación, en segunda instancia organizan-
tórico, los antecedentes más significativos, del surgi- do talleres y cursos dictados por especialistas de or-
miento de los estudios de museología en los dos pa- ganismos internacionales como el ICOM y el ICCROM.
íses. Esto consiste en un mapeo de esta realidad en Las primeras áreas que recibieron este nuevo grupo
la que se expondrán al final los principales progra- de profesionales fueron las de conservación y regis-
mas de estudio de pregrado y posgrado. En segunda tro de colecciones, esta estrategia de formación pro-
instancia se hará una presentación de lo que he veni- siguió hasta 1985. En 1986 se realiza la creación del
do desarrollando en el marco del seminario “Institu- CONAC, Dirección Sectorial de Museos del Consejo
ciones artísticas, circuitos y globalización”, diseñado Nacional de la Cultura, este organismo estableció
y organizado con el profesor Elkin Rubiano1 para la como una de sus políticas rectoras y como parte
Maestría de Estética e Historia del Arte de la Univer- de la formulación de Recurso Humano, un programa
sidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Esta propuesta de formación del mismo para las instituciones muse-
pone en manifiesto el estatus cambiante del museo ísticas del país. Desde este momento esta dirección
1 Profesor Asociado en relación a su estudio, sus funciones y fundamen- asumió la responsabilidad de formar el personal de
del Departamento de tos sociales y culturales. los museos, a través de su programa de Formación
Humanidades de la de Recursos Humanos. El centro tiene como objetivo
Universidad Jorge Tadeo
Lozano de Bogotá. Sus áreas
Los estudios de museología en el contexto primordial, desde su fecha de creación hasta hoy, la
de trabajo se concentran en venezolano formación de personal para los museos nacionales a
la teoría estética, la crítica través de cursos de diferentes niveles, básico, inter-
cultural y las sociologías La formación de la museología en el contexto ve- medio y especializado. Los cursos se diseñaron de
urbana y del arte. nezolano surge como en la mayoría de los países la siguiente manera: Cursos Básicos de Inventario y
Conservación de Colecciones (1986); Curso Regional de este proyecto es Armando Cagliardi con otros pro-
de Administración de Museos, organizado conjunta- fesionales nacionales y extranjeros.
mente con el ICOM, ICOFOM, UCV (1986); Curso Bási-
co de Información Museística, Conservación, Docu- El siguiente paso fue contactar a las diferentes uni-
mentación y Patrimonio (1990-1992); Curso para la versidades del país para configurar el pensum de es-
creación de Centros de Información y Documentación tudios y darle el carácter académico. Por la experien-
(1993); Curso para la creación de un Centro de Inves- cia en la educación semi- presencial y a distancia, La
tigación en Museos (1994); Curso “La Exposición y el Universidad Nacional Experimental Francisco de Mi-
Proceso Museográfico en los Museos” (1995); Taller randa (Coro, Edo. Falcón) se interesó en la propuesta,
de Restauración de Tallas Policromadas (1995); Cur- se comenzó a preparar el diseño curricular que per-
so “La Exposición y el Proceso Educativo en los Mu- mitiría que profesionales de los museos de todo el
seos” (1996-1997); Talleres sobre el Proceso Educa- país pudieran realizar la formación sin dejar sus acti-
tivo en los Museos (1998); Curso sobre “Diseño de vidades ni su lugar de residencia.
Exposiciones” (1999-2000).
A continuación se exponen los programas de forma-
Este primer paso hacia el desarrollo de estructuras y ción en museología que se han creado y desarrollado
elementos teóricos, metodológicos y técnicos en la en Venezuela.
formación de museólogos en Venezuela, subrayan el
deseo de construcción de archivos y de otros lugares La formación de la museología
de la memoria “no como depósitos pasivos de obje- en las universidades venezolanas
tos y documentos sino como elementos presentes
del pasado2”. Pregrado
Licenciatura en Museología e Historia del Arte. Uni-
Paralelamente a este proceso hacia 1991 se fijó un versidad José María Vargas
plan formativo de Directores de Museos con el Líneas de investigación en Historia del Arte y Museología
propósito de examinar las dificultades principales Historia del Arte: Arte Venezolano (Época Colonial,
sobre los fundamentos de la museología venezola- Época Republicana, Arte Contemporáneo) y el Colec-
na. De estos encuentros surgieron experiencias sig- cionismo Privado en Venezuela.
nificativas, entre las más importantes se encuentran: Museología: Coleccionismo Público (Historia de los
el V Encuentro de Directores de Museos, donde se Museos de Venezuela), Tendencias de la Nueva Mu-
trabajaron los temas relativos a la Gerencia en los seología, Políticas Culturales en Venezuela, Registro
Museos (1993); el VI Encuentro de Directores de Mu- e Inventario de colecciones.
seos, el cual abordó la Gerencia de los Recursos Actualmente la escuela tiene 23 alumnos inscritos
Humanos (1994), y el VII Encuentro de Directores de y se han graduado hasta ahora 68 alumnos.
Museos planteó el problema del Museo y del Públi-
co (1995). Finalmente en 1998, conjuntamente con Licenciatura en Artes: Mención Museología. Universi-
especialistas de diferentes museos españoles se dad Cecilio Acosta. Maracaibo
discutió acerca de la proyección del museo de cara Finalidad: formar un profesional en la Museología
al tercer milenio. con los conocimientos básicos sobre los procesos
científicos y gerenciales dentro del ámbito de desa-
En 1993 la Dirección de Museos, emprendió un pro- rrollo dentro de las artes visuales y la cultura.
yecto macro el de crear un Instituto de Museología Pertenece a la Facultad de Artes y Música de la Uni-
Conservación con el cargo de formar recursos huma- versidad
nos. Se crea el Centro de Documentación e informa-
ción de Museos (CEDIM). Paralelamente se diseña Postgrado 2 Pierre Nora, Los lugares de
una maestría que responda a las necesidades del Maestría de Museología. Universidad Nacional Expe- la memoria, Ediciones Trilce,
país con un enfoque latinoamericano. El encargado rimental Francisco de Miranda 2008.
Dossier I 57
“La licenciatura de la Universidad José María
Vargas se relaciona con el segmento arte y la
mayoría de sus egresados ocupan puestos
claves en las áreas de registro e inventario de
colecciones y en Conservación preventiva en
los museos nacionales de arte.
Los egresados de la Universidad Cecilio Acos-
ta están conectados con el área de arte y sus
egresados están trabajando en las áreas de
difusión en museos y centros artísticos.
La especialidad de la Universidad Central está
enfocada en relación a la arquitectura de mu-
seos y la museografía, también con énfasis en
museos de arte.
La maestría de la Universidad Francisco de
Miranda se ha centrado en relación a la inter-
disciplinariedad de la museología como ciencia
y analizando los procesos desde las diferen-
tes tipologías museísticas.
La investigación se perfila hacia la educación
y gestión.”3
58 I Revista de Museología # 47
específicamente por la División de Desarrollo Cultu- “El Centro de Documentación de la Escuela Nacional
ral, seminarios y talleres sobre desarrollo y promo- de Restauración, Conservación y Museología no al-
ción cultural en los que participaron algunos de los canzó a reunir el material bibliográfico suficiente
museos del país. A partir del año 1977 y hasta 1980 para el apoyo a la materia que sobre museología se
Colcultura organizó y realizó importantes eventos na- dictaba en el transcurso de la carrera. El Centro de
cionales e internacionales en el campo de la museo- Documentación del Museo Nacional, aunque avanzó
logía. de manera importante antes de la liquidación de
Colcultura, realmente consolidó desde 1997 la ad-
La Conferencia Intergubernamental de la Unesco so- quisición sostenida de materiales bibliográficos y
bre Políticas Culturales en América Latina y el Caribe hemerográficos. Tampoco existió una política clara
que se realizó en 1978, propuso la creación de una de adquisiciones bibliográficas en los temas de la
escuela de Museología en Bogotá con proyección a la museología, la museografía, la investigación y cura-
subregión andina. Se acogió esta propuesta por la ya duría museal y la educación museal.”6
existencia del Centro Nacional de Restauración, Con-
servación y Museología. La nueva escuela se llamó Por último en 1992, el Sistema Nacional de Cultura
“Escuela Nacional de Restauración, Conservación y asignó unas determinadas misiones al Museo Nacio-
Museología” con una carrera profesional de restaura- nal, entre ellas la de la gestión y administración de la
dor de diez semestres, en la cual el espacio dedicado Red nacional de Museos, la cual adelantó con esca-
a la Museología se reducía a una materia, con una sos recursos humanos y financieros. En los años ve-
intensidad mínima. A pesar de la recomendación de nideros la Red Nacional de Museos produjo la Pro-
la Unesco, por crear una carrera de formación en mu- puesta de Apoyo a los Museos Regionales y editó y
seología, sólo se adelantó la formación profesional publicó Manual de Montaje de Exposiciones. El paso
en conservación y restauración. Nunca pudo desarro- siguiente fue realizar una relación que diera cuenta
llarse un programa académico especializado en mu- del número existente de museos en Colombia ya que
seología, habiéndose reducido la capacitación en esta ninguna institución pública ni privada conocía con
área a cursos y seminarios. precisión la existencia de los museos en el territorio
nacional. Se diseñó y llevó a cabo el proyecto Direc-
En 1979 el Proyecto de Desarrollo Cultural PNUD/ torio de Museos de Colombia, como primera etapa
Unesco, realizó un estudio “Los museos en Colom- hacia la constitución de la Red Nacional de Museos.
bia: diagnóstico de la situación actual”. Este estu-
dio estuvo basado en una encuesta que pese a Este primer Directorio agrupó la información de 325
los problemas que presentó en la tramitación de los museos en actividad, la de 36 museos en proceso de
formularios, reveló la realidad de los museos del creación y arrojó la información parcial sobre 35 enti-
país a fines de los años setenta. Durante los años dades reconocidas por la Unesco como entidades co-
1979 y 1980, la Secretaría Ejecutiva del Convenio nexas. En agosto de 1997, luego de la creación del
Andrés Bello (SECAB) y el Instituto Italo-Latinoame- Ministerio de Cultura, se asignó una ley (Ley 397 de
ricano (IILA), desarrollaron en Bogotá cursos regio- 1997) donde se consignaron las responsabilidades
nales de museología, que convocaron al conjunto del Estado con los museos.
de países de América Latina, estos cursos continua-
ron realizándose en diferentes regiones del país En la década de 2000 la museografía que se ha reali-
hasta 1984. En este año la División de Museos es zado en Colombia ha tenido un desarrollo y evolución
eliminada del organigrama de Colcultura lo cual importante procedente de la labor que han desarro-
plantea un problema para el apoyo y el desarrollo llado durante estos últimos años en particular, el Mu-
de los museos en el país ya que sus funciones no seo Nacional de Colombia, el Museo de Antioquia,
fueron asignadas a ningún otro organismo. La inesta- las Salas de Exposición de la Biblioteca Luis Ángel
bilidad en la campo de políticas culturales en el Arango, el Museo del Oro, las nuevas salas del Ban-
país y la desinformación en el área de la museología co de la República en la llamada “Manzana Cultural”,
hacen que el apoyo a dichas actividades decaiga de el Museo de la Universidad de Antioquia y los muse-
forma considerable. Durante la década de los no- os de la Universidad Nacional.
venta con la creación del Ministerio de Cultura y la
desaparición de Colcultura, se le asignó al Museo Las entidades como la Organización de Estados Inter-
Nacional de Colombia las funciones que el Estado americanos (OEI), el Instituto Distrital de Cultura y Tu-
6 Universidad Externado
Colombiano debe cumplir en cuanto a los museos. rismo (IDCT) de Bogotá y la Asociación Colombiana
de Colombia, Facultad de
Sobre esta realidad cito lo mencionado en el párra- de Museos (ACOM). Estudios del Patrimonio
fo del documento presentado para la acreditación Cultural, Propuesta del
del programa de pregrado en Museología de la Uni- Asimismo, la Universidad Nacional de Colombia, El programa de Museología,
versidad Externado de Colombia: Externado de Colombia, y la Universidad Jorge Tadeo Bogotá, 2005.
Dossier I 59
LA MAESTRÍA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA TIENE COMO PROPÓSITO LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES QUE CUBRAN EL
VACÍO EXISTENTE EN LA FORMACIÓN DE MUSEÓLOGOS. SE HA CENTRADO EN LA INVESTIGACIÓN CRÍTICA DE LA GESTIÓN DE LOS RECUR-
SOS CULTURALES DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA.
Lozano de Bogotá han desarrollado cursos y progra- Universidad Jorge Tadeo Lozano
mas que se exponen a continuación. Departamento de Humanidades
Maestría en Estética e Historia del Arte
La formación de la museología Líneas de investigación:
en las universidades colombianas Estética y filosofía del Arte Contemporáneo
Historiografía del Arte
Pregrado Teoría de la Arquitectura
Universidad Externado de Colombia Sociología del Arte
Facultad de Estudios del Patrimonio
Pregrado en Museología Conclusiones
Carrera de Conservación y Restauración de Bienes Las perspectivas actuales en estudios relacionados
Muebles con la museología en Colombia constan de un pre-
Carrera de Museología grado en museología, una maestría en Museo y Ges-
Carrera de Arqueología tión del patrimonio y otros dos programas con líneas
Primer programa académico en Museología en Co- de investigación en esta disciplina. La licenciatura de
lombia, lanzado en septiembre de 2006. la Universidad Externado de Colombia no ha obteni-
do aún su primera promoción, se espera que en el
Universidad Jorge Tadeo Lozano transcurso de estos años fortalezca y adelante un
Departamento de Humanidades programa administrativo al interior de la Facultad de
Pregrado en Historia del Arte Estudios del patrimonio que le permite afianzar y de-
Se compromete con la formación profesional terminar las líneas de enfoque en museología en la
que cualifique la participación y el ejercicio de la que pretende formar profesionales. Esta Facultad por
disciplina en circuitos académicos, creativos, de su lado tiene otras dos carreras la de arqueología y
diseño y gestión de políticas culturales y artísti- Restauración de Bienes muebles, los estudiantes de
cas, y de recuperación, conservación y genera- las tres carreras cursan en conjunto una fundamenta-
ción de patrimonio cultural y artístico a nivel na- ción básica durante los tres primeros años. Los egre-
cional. sado de la Carrera de Restauración de Bienes Mue-
bles tienen una visibilidad en los puestos de trabajo
Universidad Nacional de Colombia en las áreas de registro e inventario de colecciones
Facultad de Artes y en Conservación preventiva en los museos del Mi-
Maestría en Museo y Gestión del patrimonio nisterio de Cultura del país.
Objetivos:
La maestría de la Universidad Nacional de Colombia
• Cubrir el déficit de formación existente en Colom- tiene como propósito la formación de profesionales
bia en el ámbito de la museología y disciplinas que cubran el vacío existente en la formación de mu-
afines. seólogos. Se ha centrado en la investigación crítica
• Promover altos estándares de calidad en la forma- de la gestión de los recursos culturales de la socie-
ción profesional en beneficio de las personas que dad colombiana.
se preparan para trabajar o ya trabajan en museos
o entidades relacionadas. En lo que se refiere a los dos programas alternos, el
• Potenciar la investigación desde la Universidad, pregrado en Historia del arte y la Maestría en Estéti-
con la colaboración de instituciones museales ca e Historia del arte, ponen en manifiesto el carácter
de Colombia y en el exterior, en el ámbito de la transdisciplinario de la museología y sus diversas po-
museología orientada hacia la crítica, mejoramien- sibilidades de aproximación. En lo que se refiere a la
to y la gestión de los recursos culturales con el ob- línea de museología se han desarrollado seminarios
jetivo de responder a las demandas actuales de la y ejercicios prácticos que reflexionan sobre esta área
sociedad. de conocimiento y sus aplicaciones, particularmente
60 I Revista de Museología # 47
Seminario-taller “Circuitos,
instituciones y globalización
del arte”, 2009.
la de la crítica museológica y curatorial. La Maestría a la museología, por la visibilidad que esta disciplina
cumplió un año en curso y los estudiantes inscritos ha cobrado en el contexto de la industria cultural. Es
vienen de formaciones académicas y profesionales. así que áreas como las artes, la arquitectura y el dise-
Entre ellas: diseño gráfico, arquitectura, filosofía, his- ño han ido integrando los currículos de museología
toria. Esto ha permitido un diálogo transversal sobre dentro de los programas ofrecidos. Este es el caso de
las realidad museológica en los contextos locales. la Universidad Jorge Tadeo Lozano con sus progra-
Esta reflexión se expondrá en la última parte de este mas de maestría en Estética e Historia del arte y de
escrito. pregrado en Historia del Arte. A su vez la Institución
cuenta con tres museos, el Museo del Mar, el Museo
Por último y como recomendación, es importante de Artes Visuales y la Casa Museo Lleras.
potenciar y desarrollar la capacidad teórica, meto-
dológica y técnica de los programas mencionados El seminario “Circuitos artísticos, instituciones y glo-
con el fin de aplicarlos a la práctica museística local balización” se inscribe en el segundo semestre de la
y nacional. Maestría en Estética e Historia del Arte y tiene como
propósito la reflexión sobre el quehacer museístico
Asimismo, es necesario por parte de las entidades dentro de perspectivas espaciales y temporales no
públicas encargadas de la formación y profesionali- tradicionales. De esta forma desde el año 2007, he
zación de recursos humanos para los museos, garan- venido desarrollando un proyecto que pretende pro-
tizar la formulación y ejecución de proyectos de apo- ducir y crear nuevos espacios expositivos que cues-
yo Para que esto sea posible es importante por un tionen nociones tales como el tiempo, el espacio, la
lado formulándolos y ejecutándolos proyectos. identidad y la cultura con el propósito de abrir espa-
cio académico reflexivo y crítico en el campo museo-
Reflexiones sobre la práctica museológica: lógico. Sobre esto cito la justificación del seminario
Seminario-taller Circuitos, instituciones con el animo de ilustrar este propósito.
y globalización del arte
“Si con la autonomía del arte y la estética re-
Las consideraciones en torno a la formación en mu- sultaban claras las fronteras dicotómicas como
seología y sobre la realidad de los museos ha cobra- arte y cultura, arte superior y arte inferior, hoy
do cada vez más importancia en el ámbito colombia- el asunto resulta menos claro: la hibrida-
no. Tanto las instituciones universitarias y educativas ción, el kitsch, las manifestaciones creativas
públicas y privadas han adelantado cursos y diseña- naïf, entre otros fenómenos, ponen en evi-
do talleres dentro de los currículos de carreras afines dencia que las fronteras del mundo del arte
Dossier I 61
clásica del creador ampliando su definición:
el género, la raza, la elección sexual median
la definición de la noción creativa trayendo al
centro del debate el concepto de cultura. De
modo que desde esta perspectiva el ‘arte’ se-
ría un tipo de producción simbólico, una prác-
tica cultural. En este contexto las nociones de
pluralidad, nomadismo, alteridad y globaliza-
ción resultan cruciales para pensar el arte hoy
en día”.7
62 I Revista de Museología # 47
y desaciertos, cuya determinación es una decisión
del visitante.
Bibliografía
CAGLIARDI, Armando, ponencia para el seminario permanente de museología en América Latina, México, noviembre de 2008.
Artículos publicados en Internet bajo el título “Museo de Venezuela” http://museosdevenezuela.org/index.shtml
HAXTHAUSEN, Charles W., The Two Art Histories, The museum and the University, Clark Art Institute, Massachusettts, 2002.
HUYSSEN, Andreas, “Escapar de la Amnesia: los museos como medio de masas”, en En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en
tiempos de globalización. México, Fondo de Cultura Económica, 2002.
MOORE, Kevin, La gestión del museo, Ediciones Trea, Gijón, España, 1998.
RAMÍREZ, Mari Carmen, “Brokering Identities” en Thinking about Exhibitions, London, 1996. 9 Objetivos de los trabajos
Universidad Externado de Colombia, Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural, Propuesta del programa de Museología, Bogotá, 2005. entregados por los
estudiantes de Maestría en
Estética e Historia del Arte
en el marco del Seminario
Seminario-taller Circuitos,
instituciones y globalización
del arte.
Dossier I 63
La Museología y la formación de sus profesionales:
una mirada desde Perú y Ecuador
LUIS REPETTO MÁLAGA
* Luis Orlando Repetto Málaga Introducción de visitantes ni que sean capaces de generar los su-
Administrador con maestría en
ficientes recursos como para autofinanciarse. Ha
museológica en la Escuela de
Conservación Restauración y La necesidad de promover la formación de profesio- sido común en Latinoamérica ver los grandes muse-
Museografía Manuel del Castillo nales de museos en Latinoamérica es un fenómeno os nacionales como espacios casi sagrados en los
Negrete en México. Presidente del bastante reciente. Los museos en nuestra región se que el escaso público imperaba tanto como la au-
ICOM-LAC Organización Regional
han desarrollado durante años con más intuición que sencia de voluntades políticas para destacar la im-
para América Latina y el Caribe
del Consejo Internacional de método y han partido tradicionalmente, de iniciativas portancia de estas instituciones salvo algunas
Museos. Director del Museo estatales. El Museo Nacional del Perú —actualmente excepciones. La prioridad se centraba en la labor
de Artes y Tradiciones Populares conocido como Museo Nacional de Arqueología, científica: la investigación, conservación y restaura-
del Instituto Riva Agüero de la
Pontificia Universidad Católica
Antropología e Historia— fue fundado al inicio de ción de los bienes culturales, alcanzando en muchos
del Perú. Director de Galerías nuestra república en 1822. Los grandes museos na- casos, un alto know-how en estos campos.
y Proyectos Especiales del Centro cionales latinoamericanos cumplieron un papel im-
Cultural de la Pontificia portante en las recién creadas repúblicas, en tanto se En la actualidad, las cosas han variado, pero aún fal-
Universidad Católica del Perú.
Coordinador General de la Red
convertían en espacios de reafirmación de la identi- ta mucho camino por recorrer. Es evidente que la in-
Iberoamericana de Gestión dad nacional que presentaban públicamente y por fluencia de lo que ha venido pasando en los museos
y Valoración de Cementerios primera vez, el patrimonio cultural prehispánico. europeos como en los norteamericanos y en la in-
Patrimoniales. vestigación académica respecto a la gestión y la mu-
Ha publicado los libros: Guía de
Teatro Municipales; Inventario
Siendo una región tradicionalmente con severos seología en los últimos treinta años, tiene relación
de Monumentos Históricos en problemas económicos, la inversión en museos directa con estos cambios en la realidad de los mu-
Lima; Arte Popular del Perú, entre —y en cultura en general— nunca ha sido una prio- seos latinoamericanos. Sería importante sin embar-
otros. ridad estatal. Tampoco tener los museos abarrotados go, que esta región fuera capaz de vivir y comprender
Museo de Artes
y Tradiciones Populares
del Instituto Riva-Aguero
de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, Lima-Perú.
Exposición \ “Tejiendo un
Olvido”.
su propio proceso y adoptar las nuevas tenden- incluyendo visiones sobre la gastronomía, lo indus-
cias, siempre y cuando le sean válidas y aplicables a trial, lo funerario, lo artístico, lo “preformativo” en-
su propia realidad. tre otros. Los museos latinoamericanos han ingresado
también en la lógica de generar ingresos priorizan-
Asimismo, apreciamos que en esta región, la idea do servicios complementarios a la esencia de un
del rol del personal de un museo está más cerca al museo como son las tiendas de souvenirs, los res-
fortalecimiento de identidad de los pueblos que de taurantes, los espectáculos entre otros servicios,
convertirlos en expertos de campos diversos para la que también requieren nuevos tipos de personal.
promoción y difusión del patrimonio cultural y natu-
ral. A pesar de ello ya coexisten en varios países Alcances sobre el rol de un museo
latinoamericanos museos estatales —ya sean de vo-
cación nacional o municipal— con museos privados, Si regresamos a la idea que los museos se deben al
que se manejan bajo lógicas de autosostenibilidad y público, el aspecto más importante es cómo hacer
nuevas propuestas museológicas. El turismo cultu- para que la gente los visite y para ello debemos
ral también está transformando la visión para gene- echar mano de una gestión eficiente. Porque son
rar nuevos ingresos económicos, un público impor- muchos los lugares con los que el museo debe com-
tante es el turista al que se le debe atraer y muchas petir para atraer público. Y es más difícil si pensa-
veces, competir por él. mos que lo que ofrece no es algo tangible, ni algo
que se pueda llevar a casa. Ofrece ideas, emociones
Otro cambio importante se está dando en las te- y sentimientos. En este contexto la gestión de muse-
máticas que abordan los museos, pasando de lo os y la formación profesional se convierten en un
histórico-arqueológico a temas más contemporáneos, proceso que nos facilita tomar decisiones adecuadas
Dossier I 65
LA FORMACIÓN PROFESIONAL SE TORNA INDISPENSABLE EN LOS TIEMPOS ACTUALES PARA ATENDER LAS NECESIDADES CADA VEZ MÁS
APREMIANTES DE LAS NUEVAS PROPUESTAS MUSEOLÓGICAS. EN AMÉRICA LATINA Y ESPECIALMENTE EN LOS PAÍSES ANDINOS LA FOR-
MACIÓN PROFESIONAL ES UN TEMA DE GRAN TRASCENDENCIA PARA PROMOVER NUEVOS ESPECIALISTAS.
y a su vez nos lleva a ser coherentes con la misión y Otro punto importante es el museo como memoria.
objetivos que nos hemos trazado, sean éstos cuáles La memoria en su sentido de facultad de reproduc-
fueran. Pero sobre todo, y si eso es lo que buscamos, ción de los gestos aprendidos es uno de los pilares
nos permitirá llenar nuestras salas de gente. de la existencia humana, nos remite paralela o si-
multáneamente a la capacidad de recordar, al con-
La museología en cuanto a disciplina nos permite la junto de los recuerdos y al lugar o los lugares donde
relación con los medios de comunicación como ex- éstos quedan asentados.
presión del lenguaje de los museos, la museografía
contemporánea se ha sofisticado y utiliza muchos La memoria y la importancia de la preservación son
recursos para mostrar los objetos sin competencias, temas que deben centrar nuestras investigaciones y
exhibiéndolos en las mejores condiciones. La ciencia proyectos. Un pueblo sin memoria está condenado
del museo, del continente y del contenido nos per- al “olvido”, entendido como la falta de todo, puesto
mite acercarnos a la gestión como una propuesta co- que sin ella no sería factible la conservación de co-
herente de participación en los distintos momentos nocimientos para transmitir formas de cultura. Al no
del museo de manera integral para enfrentar el futuro poder hacerlo no tendríamos identidad y no podría-
con optimismo. Sin embargo no excluye la inde- mos reconocernos como parte de un todo y, final-
pendencia en cuanto a la especialización de los mu- mente, no podríamos relacionarnos con el mundo
seos, su organización y evolución. que nos rodea. La memoria colectiva es tan decisiva
para la vida social como lo es la memoria indivi-
La formación profesional se torna indispensable en dual para cada uno de nosotros. Es primordial en-
los tiempos actuales para atender las necesidades tonces trabajar para la revalorización de la memoria,
cada vez más apremiantes de las nuevas propuestas vista como una herramienta inherente al ser huma-
museológicas. En América Latina y especialmente en no que le permite conservar en el tiempo y para el
los países andinos la formación profesional es un futuro expresiones de la identidad colectiva de du-
tema de gran trascendencia para promover nuevos ración cíclica o efímera en algunos casos. Y en ese
especialistas. Existen nuevos proyectos museológi- sentido, el museo es el espacio donde la memoria
cos en nuestro continente y en especial en la zona se conserva.
norte del Perú que están vinculados a museos que
están siendo especialmente construidos para aten- Existen diversas experiencias de la preservación,
der las necesidades culturales de su entorno y de la apropiación y uso de la memoria a través de aproxi-
región, en una realidad cada vez más estrecha entre maciones sociales de patrimonio arqueológico que
el turismo y cultura o el turismo cultural. refuerzan las identidades, como sería el caso de la
creación del Museo de Leymebamba en la región
En las universidades del interior del país tanto en el Amazonas (Perú), con el apoyo de organismos forá-
Perú como en Ecuador no existe la carrera profesio- neos, y que ha significado un despertar de la memo-
nal de museólogo, la mayoría de estos proyectos ria que se encontraba latente entre los habitantes
están liderados por arqueólogos, historiadores o co- del lugar, y a la par ha reafirmado su identidad como
municadores, en muy pocos casos por museólogos. descendientes de una cultura poseedora de cere-
monias, tradiciones orales y conocimientos propios
En el Perú, el turismo es una política de Estado que que se estaban perdiendo.
permite un acercamiento y una relación cada vez
mas estrecha entre turismo y patrimonio. En las Es- El uso de las herramientas de la memoria en el Perú
cuelas de Formación Turística tanto a nivel universi- también puede encontrarse en el trabajo que la Co-
tario como en los institutos se lleva la materia de misión de la Verdad y de la Reconciliación ha reali-
museología que en la mayoría de los casos es dicta- zado entre los pueblos que fueron víctimas de la
da por historiadores del arte o simplemente historia- violencia terrorista de Sendero Luminoso. Estas po-
dores y en algunos casos por arqueólogos. blaciones, mediante la transmisión oral de sus
66 I Revista de Museología # 47
Museo de Cao,
La Libertad-Perú.
vivencias y conocimientos durante esos años, han los Cuadernos Museología con aportes de especia-
demostrado que tras el aparente estancamiento y la listas peruanos y de otras partes del mundo. En
posible desaparición de muchas tradiciones existe 1989 se editaron los resultados del Primer Encuen-
una continuidad, que les ha permitido inclusive con- tro Nacional de Directores de Museos centrado en la
vertir los hechos que se produjeron durante las dos temática “Museos, regionalización y desarrollo”, or-
décadas de violencia en parte de sus vivencias y re- ganizado por el Instituto Nacional de Cultura y el
laciones, que los actores sociales han sabido con- Ministerio de Educación. En dicho encuentro se
servar para transmitírsela a las próximas genera- plantearon unos lineamientos de política museoló-
ciones. Actualmente, el proyecto del Lugar de la gica, una red nacional de museos y las funciones de
Memoria, liderado por el escritor Mario Vargas los museos.
Llosa, intentará recogerá todos estos testimonios
generando una visión crítica e integradora de una Un importante aporte también fue generado en los
época muy dolorosa para el Perú. mismos años por Roger Ravines quien a través de
Los museos del Perú, breve historia y guía, ofreció
Referencias bibliográficas reflexiones en torno a las colecciones, los museos
arqueológicos y la historia de los museos en el Perú.
En el caso del Perú, en 1986 Alfonso Castrillón Vizca- De allí, tuvimos que esperar hasta el año 2000 en
rra publicó Museo Peruano: utopía y realidad, cons- que se publicaron las ponencias del Encuentro Lati-
tituyéndose durante muchos años en un texto vincu- noamericano “Museos, Patrimonio y Turismo Cultu-
lado directamente con la temática de la realidad de ral” que se organizó en Trujillo con el ICOM Perú y el
los museos en el Perú. En el año 1989 el Museo del ICOM Bolivia.
Banco Central de Reserva del Perú y la Dirección Ge-
neral del Museo Nacional editó el Inventario de Tér- El año 2007 Gustavo Buntinx publica un ensayo titu-
minos para Museos de Luis Repetto y Cecilia Bákula, lado: Lo impuro y lo contaminado como parte de un
especie de glosario que permitió uniformizar el len- catálogo vinculado a una exposición realizada en
guaje de los trabajadores de museos. Valencia-España con la participación de Micromu-
seo. Proyecto alternativo para la nueva museología
En 1987, el Museo de Arte Popular del Instituto Riva- en el Perú donde presenta un análisis contemporá-
Aguero de la Pontificia Universidad Católica publicó neo del vacío museal, la museotopía y otros textos
Dossier I 67
Museo de Sitio Huaca
Rajada-Sipan,
Lamabayeque-Perú.
que contextualizan la realidad de los museos de arte Los museos del norte delimitan una diferencia muy
contemporáneo en nuestro país a partir de esta inno- grande con los antiguos museos nacionales y con la
vadora propuesta de Micromuseo (al fondo hay sitio). tradición museológica del sur peruano (caso Cusco,
por ejemplo). En el norte se prioriza la modernidad
El Instituto Nacional de Cultura publicó en noviembre y tecnología de punta del edificio, al mismo tiempo
de 2009 el Glosario de Términos Artísticos y Museo- que se busca presentar el patrimonio de la forma
gráficos, (se desconoce su circulación y distribución). más atractiva posible, no dejando de lado la investi-
gación científica y la necesidad de conservación. A
La situación de los museos y la formación pesar de ello, aún encontramos museos bastante
académica en museología en el Perú abandonados, con museografías propias de los
años sesenta y cuyos públicos son bastante limita-
En el caso del Perú, la gran mayoría de museos esta- dos en diversidad y cantidad.
tales siguen languideciendo a la espera de iniciati-
vas que modernicen su forma y su fondo. Sin embar- Mención aparte merece el Museo de Arte de Lima
go, hay casos interesantes de museos de gestión (MALI) y el Museo Contemporáneo de Lima (MAC),
local e intervención privada que están transforman- ambos de iniciativa y fondos privados. El primero se
do la museografía en el Perú y se están convirtiendo ha convertido en una referencia sudamericana por
en atractivos educativos, culturales y turísticos, nos la calidad de sus exposiciones, la ampliación cons-
referimos a los museos que forman parte de la Ruta tante de sus espacios y la formación que ofrece a los
Moche —una ruta de turismo arqueológico— o que profesionales del rubro a través de seminarios y
quedan cerca de dicho circuito: Museo Tumbas Rea- talleres que si bien se centran en la gestión cultural,
les de Sipán, el Museo de Sitio de Huaca Rajada- también ha integrado temas de museología, mu-
Sipán, el Museo de Túcume, el Museo Nacional de seografía, exposiciones y conservación. El segundo,
Sicán, el Museo Brunnig, el Museo de Cao en el el MAC, que podría haberse convertido en un espacio
Complejo Arqueológico El Brujo, éste último de muy líder del arte contemporáneo, no termina de despe-
reciente creación. Todos estos museos han sido gar por una serie de conflictos políticos que lo han
construidos gracias al esfuerzo de la cooperación marcado desde su inicio.
internacional y la empresa privada peruana. En esta
línea también se encuentra el Museo Nacional de Sin embargo, existen otras iniciativas en el interior
Chavín de Huántar (Ancash) el nuevo Museo de las del país ligadas al tema del arte contemporáneo
Huacas del Sol y de la Luna. como el caso de Trujillo que posee el Museo de Arte
68 I Revista de Museología # 47
EN RELACIÓN A LA FORMACIÓN ACADÉMICA EN MUSEOLOGÍA EN EL PERÚ, PODEMOS DECIR QUE NO HA IDO DE LA MANO CON LA EXPE-
RIENCIA DE SUS FUNCIONARIOS NI CON LA RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL QUE TIENE EL PAÍS Y
QUE REQUIERE SER RESGUARDADO DE MANERA PROFESIONAL. A PESAR DEL ENORME CONOCIMIENTO ALCANZADO Y EL ALTO NIVEL DE
SUS PROFESIONALES, NO EXISTE UNA ESCUELA QUE HAYA GENERADO PENSAMIENTO CRÍTICO ENTORNO AL ROL Y CONTENIDO DE UN MU-
SEO. EN ESE SENTIDO, PERÚ Y ECUADOR SE ENCUENTRAN EN UNA ESPECIE DE NUEVO AMANECER, PERO SIN LOS AVANCES ADECUADOS.
Contemporáneo, por voluntad de su gestor, el pintor En 1987 se crea el Comité Peruano del ICOM y a tra-
Gerardo Chávez; el Museo de Arte Contemporáneo vés de esta instancia se celebraron una serie de con-
de Arequipa en una antigua estación ferroviaria; el venios que permitieron la participación de diversos
Museo de Arte Moderno en las instalaciones de la profesionales no solo de nuestra región latinoame-
Municipalidad de Cusco, son casos excepcionales ricana sino también de Europa. El ICOM PERU cum-
dentro de la evolución de los museos en el Perú, los ple una importante misión aunándose a los nuevos
tres ejemplos citados son esfuerzos diversos que postulados de la museología contemporánea y esti-
vienen de la empresa privada o de la iniciativa mu- mulando la capacitación profesional que tiene una
nicipal. convocatoria relevante.
El Museo del Mar y del Desierto en la comunidad de Se han dictado cursos de Museología y Técnicas
Ite al sur del Perú en la región Tacna se convierte en Museográficas por la arquitecta Yani Herreman,
el primer museo de frontera del país con las más mo- Estudios de Público con la licenciada Graciela Smil-
dernas técnicas en su construcción y su innovadora chuck, o talleres y seminarios sobre iluminación o
museografía. Museo de iniciativa municipal que me- arquitectura de museos con la participación de Jean
rece destacarse frente al a realidad de los museos Jaques Ezrati o el arquitecto Carlos Baztán. También
estatales. el ICOM PERU promovió la participación de expertos
para cursos de museología con la doctora Tereza
En relación a la formación académica en museología Scheiner del ICOM Brasil o la participación de exper-
en el Perú, podemos decir que no ha ido de la mano tos cubanos como Moraima Clavijo Colom y Adrián
con la experiencia de sus funcionarios ni con la res- García Lebroc entre otros.
ponsabilidad de la administración del patrimonio
cultural que tiene el país y que requiere ser resguar- En cada uno de estos seminarios, talleres y ciclos de
dado de manera profesional. A pesar del enorme conferencias se contó con gran cantidad de público
conocimiento alcanzado y el alto nivel de sus profe- interesado no sólo en estos aspectos y no sólo pro-
sionales, no existe una escuela que haya generado venientes de la ciudad de Lima sino en muchos ca-
pensamiento crítico entorno al rol y contenido de un sos se incorporaron trabajadores de museos del in-
museo. En ese sentido, Perú y Ecuador se encuen- terior del país y en mas de una ocasión se propició la
tran en una especie de nuevo amanecer, pero sin los participación de estos expertos en ciudades del in-
avances adecuados. terior.
En el Perú si bien la formación en museología como La formación académica en gestión cultural, que si
pre-grado no existe todavía, se han venido realizando bien no se relaciona con la museología directamen-
esfuerzos desde la década de los noventa, para gene- te pero sí con la gestión de un museo, ha avanzan-
rar alternativas de cambio. En muchos casos la te- do significativamente en Perú de forma constante.
oría museológica se ha aprendido mediante la ac- De hecho, se cuenta con un referente en pregrado y
ción, por profesionales vinculados al campo de la es la carrera ofrecida por la Universidad de Piura,
cultura, como historiadores, arqueólogos, historiado- donde se puede vincular la gestión con el tema mu-
res del arte, artistas plásticos, arquitectos, comunica- seológico y el desarrollo de proyectos de interpreta-
dores y diseñadores, quienes han venido ela- ción patrimonial (centros de interpretación, museos
borando en algunos casos de forma empírica las de sitio y ecomuseos).
propuestas para el desarrollo de la actividad. De he-
cho, en la década de los setenta y ochenta se dictaron En julio de 2005 se convocó a un Taller de Museolo-
cursos y talleres referentes a museos, museología, gía con el subtema de La Voz Indígena en los Museos
museografía y conservación de bienes de muse- organizado por el Smithsonian Nacional Museum of
os con el aporte institucional del PNUD durante la the American Indian con la Universidad Nacional de
gestión de Silvio Mutal, sobre todo en temas vincu- San Antonio Abad de Cusco en las instalaciones del
lados a la conservación de textiles y museografía. Museo Inka. Esta experiencia permitió la participación
Dossier I 69
de las comunidades indígenas de Chincheros y Raq- museos que propongan un autosostenimiento a tra-
chi orientándose la temática hacia la inclusión de los vés del marketing y las comunicaciones.
museos comunitarios y los espacios museográficos.
Por su lado el ICOM-Perú, es una institución que ha
Un hito importante fue el I Congreso Nacional de contado con épocas más o menos activas, siempre
Museología y Museos (abril de 2008), desarrollado se ha preocupado por la capacitación y especializa-
por la Asociación de Museólogos e Intérpretes del ción de los profesionales de los museos y ha inten-
Patrimonio y Gestores Culturales del Perú (AMIG tado estar en línea con las nuevas tendencias prove-
Perú), el Instituto Nacional de Cultura, AECID, la OEI nientes de Europa y Norteamérica. Asimismo, ha
y Prom Perú. Gestionado por AMIG Perú, convocó a generado encuentros, seminarios y talleres con pro-
profesionales vinculados al tema a presentar la rea- fesionales de los museos de todo el país.
lidad del quehacer museológico en el Perú, para
compartir experiencias y proyectos y generar discu- La situación de los museos y la formación
siones entre los profesionales del sector. académica en museología en Ecuador
70 I Revista de Museología # 47
LA CAPACITACIÓN PROFESIONAL SE HA DADO DESDE VARIAS INSTITUCIONES, ALGUNAS VINCULADAS A LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA A
TRAVÉS DEL INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL, LA OFICINA REGIONAL DE UNESCO, EL CONVENIO ANDRÉS BELLO, LA ALCALDÍA DE
QUITO O EL ICOM ECUADOR QUE PERMANENTEMENTE ESTÁ BRINDANDO CURSOS Y TALLERES, REUNIONES INTERNACIONALES, BIENALES
Y OTROS TIPOS DE ACTIVIDADES CULTURALES.
Cuenca entre otras también les ha permitido generar como objetivo que los egresados sean capaces de
museos para el rico patrimonio cultural ecuatoriano realizar exposiciones: creativas, innovadoras, artísti-
sobre todo arqueológico. La capacitación profesio- cas, lúdicas, las cuales pueden ser permanentes,
nal se ha dado desde varias instituciones, algunas temporales, itinerantes, monográficas, artísticas,
vinculadas a la administración publica a través del históricas, de diferentes temáticas, y que sean de
Instituto de Patrimonio Cultural, la oficina regional gran trascendencia para el área cultural, además
de UNESCO, el Convenio Andrés Bello, la Alcaldía de de aquellas que componen las nuevas manifestacio-
Quito o el ICOM Ecuador que permanentemente está nes artísticas. Dichas exposiciones deberán realizarse
brindando cursos y talleres, reuniones internaciona- con eficiencia comunicativa del objeto y el artista, di-
les, bienales y otros tipos de actividades culturales. señando estrategias lúdicas, educativas y críticas,
comprometiéndose con los distintos objetos, expre-
En relación a la formación en museología, Ecuador siones, situaciones, ideas y acontecimientos.
tiene algunas propuestas interesantes de analizar. La
Licenciatura en Restauración y Museología ofrecida En Ecuador también se ofrece la carrera de Restaura-
por la Universidad Tecnológica Equinoccial del Ecua- ción de Obras de Arte, por el Instituto Superior Tec-
dor, por ejemplo, tiene como objetivo formar profe- nológico “Galileo”. Aunque no directamente, de al-
sionales altamente competentes, calificados y capa- guna forma está ligada a la formación museológica,
citados para realizar la restauración y museología, de en tanto ofrece conocimientos teóricos y prácticos
los bienes culturales muebles, que consiste en el para que el profesional intervenga el patrimonio y lo
análisis y diagnóstico-pronóstico para su conserva- proteja.
ción preventiva, su restauración y puesta en valor en
los museos, galerías, centros de interpretación y Las demás ofertas formativas que se ofrecen en
otras instituciones de los bienes patrimoniales artís- Ecuador están relacionadas a los estudios culturales
ticos. y las políticas culturales, son especializaciones de
postgrado más teóricas que no abordan específica-
La Maestría en Curaduría del Arte ofrecida por la mente ni la museología ni la gestión pura y dura de
misma universidad pero a nivel postgrado, tiene un museo.
Dossier I 71
Los estudios de museología en las universidades
españolas
JESÚS-PEDRO LORENTE*
*Jesús-Pedro Lorente
Profesor de Museología en la
Universidad de Zaragoza y En España, las enseñanzas ofertadas en relación con la museología han estado prioritariamen-
profesor invitado en varios te enfocadas a la formación profesional de futuros facultativos de museos. Por supuesto, en el
postgrados de Museología en respectivo programa de estudios nunca han faltado algunas consideraciones básicas sobre ter-
España y en universidades minología, teoría e historia de los museos; pero se trataba habitualmente de una parte intro-
extranjeras. Entre sus
publicaciones cabe destacar, por
ductoria, tras la cual los alumnos habían de pasar en seguida a aprender cuestiones prácticas
su relación con este tema de la sobre conservación, documentación, didáctica u otras tareas museísticas.
formación, su artículo “School
trip: comparing three museum
studies courses in France, the UK
and Italy”, Museums Journal, nº 5,
1993, p. 32-34. Dirección
La relativamente reciente inclusión de estos cursos años y volverse a ofertar. Por eso, sin renunciar a
electrónica: JPL@unizar.es de formación en nuestras universidades no ha su- ofrecer aquí una cartografía de las especialidades
puesto un cambio de enfoque sustancial, por lo que museológicas que han ido desarrollándose en algu-
no resulta sorprendente que durante mucho tiempo nos centros, el planteamiento de este artículo es
la museología fuese considerada como una ciencia más bien diacrónico: no tiene por mero objeto pu-
aplicada, no como una disciplina más, entre las im- blicitar las especificidades de nuestros programas
partidas en nuestros campus. Pero el contexto aca- de estudios, sino más bien reflexionar sobre la evo-
démico ha ido consolidando los estudios superiores lución que nos ha llevado hasta aquí y los dilemas
de museología a todos los niveles, desde meras que se nos plantean cara al futuro.
asignaturas optativas en determinadas carreras
universitarias, a los estudios de postgrado, inclu- Primeras tentativas frustradas de llevar
yendo másteres y tesis doctorales. Ya no es sólo la formación museológica a la Universidad
una formación ofertada a potenciales profesionales
de museos, sino que en las universidades españo- Tradicionalmente, la formación de los profesionales
las enseñamos e investigamos sobre museos y mu- de museos se ha desarrollado en los propios museos,
seología porque su estudio interesa en los Depar- pero esto no siempre garantiza unos estándares
tamentos de Historia, Arqueología, Historia del educativos homogéneos, no sólo en cuestiones teó-
Arte, Historia de la Ciencia, Biblioteconomía, etc. In- ricas sino incluso en el adiestramiento práctico, por
cluso ha habido plazas de profesores titulares o ca- lo que tarde o temprano en cada país han ido encar-
tedráticos que han salido a concurso con el perfil de gando también de este cometido diferentes instan-
“Museología”, si bien ésta todavía no ha sido reco- cias oficiales. En España la primera de este tipo fue
nocida oficialmente en nuestro país como un área la Escuela Superior de Diplomática, fundada en
de conocimiento diferenciada. Actualmente, con la 1856, para formar archiveros, bibliotecarios u otros
reforma derivada de la adaptación al Espacio Euro- profesionales del patrimonio; en función de esa ins-
peo de Educación Superior derivada de los Planes trucción recibida, se les reconoció como funciona-
de Bolonia, la oferta de estudios museológicos en rios una categoría destacada al crearse en 1858 el
las universidades españolas se ha extendido y di- Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios,
versificado tanto que resulta complicado trazar un que unos años más tarde se denominó Cuerpo de
mapa geográfico de la Museología en las universi- Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios —este últi-
dades españolas. mo término englobaba a todos los que gestionaban
los demás bienes del patrimonio histórico, incluidos
Como se verá, es posible precisar cuando se empe- los conservados en museos, y hasta 1932 no se cre-
zó a impartir un máster; pero no siempre se puede aría un estamento subalterno con una denomina-
determinar con exactitud si ha dejado de existir, ción más específica: el Cuerpo Auxiliar de Archivos,
porque estos títulos de postgrado pueden activarse Bibliotecas y Museos—.
unos años y otros no, en función de que tengan su-
ficientes alumnos matriculados o de otros paráme- Un Real Decreto de 1900 suprimió aquella Escue-
tros, e incluso pueden permanecer latentes muchos la Diplomática —que nada tiene que ver con la
Investigación y experiencias I 73
A PARTIR DE ENTONCES, MUCHAS LICENCIATURAS EN HISTORIA O HISTORIA DEL ARTE CREARÁN UNA ASIGNATURA OPTATIVA CUATRIMES-
TRAL DE SEIS CRÉDITOS DENOMINADA “MUSEOLOGÍA” O “MUSEOLOGÍA Y MUSEOGRAFÍA”, LO CUAL VA A SUPONER UN GRAN AVANCE
PARA ESTA DISCIPLINA, PUES YA NO SÓLO SERÁ ESTUDIADA POR QUIENES PRETENDAN TRABAJAR EN UN MUSEO, SINO EN GENERAL POR
MUCHOS QUE SIMPLEMENTE DESEAN UNA BUENA FORMACIÓN GENERAL HISTÓRICA E HISTÓRICO-ARTÍSTICA —MAL PODRÍA ENTENDER-
SE EL ARTE Y LA CULTURA DE LA EDAD CONTEMPORÁNEA SIN CONSIDERAR LOS MUSEOS U OTRAS INSTITUCIONES E INSTANCIAS DE ME-
DIACIÓN ENTRE LOS CREADORES Y EL PÚBLICO
74 I Revista de Museología # 47
de Arquitectura (CSA). Ahora se llama Centro Su-
perior de Edificación (CSE), y oferta un Máster en
Diseño y Gestión de Exposiciones que, durante al-
gún tiempo, fue un título conjuntamente impartido
por la Universidad San Pablo CEU y desde hace
tres años depende de la Universidad Europea de
Madrid.
Investigación y experiencias I 75
OTRA FORMA INNOVADORA DE TENDER PUENTES ENTRE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y LA REALIDAD MUSEÍSTICA PROFESIONAL QUE
SE EXPERIMENTÓ EN EL NUEVO SIGLO FUE LA IMPARTICIÓN DE UN POSTGRADO EN UN MUSEO UNIVERSITARIO. AUNQUE EN OTROS PAÍ-
SES ESTO ES UNA PRAXIS MUY ESTABLECIDA —BASTE RECORDAR LOS YA CITADOS CURSOS DE PAUL J. SACH EN EL FOGG MUSEUM DE LA
UNIVERSIDAD DE HARVARD— EN ESPAÑA NO SE HABÍA PODIDO IMPLANTAR ESA SOLUCIÓN POR EL ESCASO DESARROLLO DE NUESTROS
MUSEOS UNIVERSITARIOS, SALVO ALGUNA RARA EXCEPCIÓN COMO EL MUSEO DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE (MUA).
María del Mar Villafranca Jiménez. Afortunadamen- la colaboración de Asociación Española de Museólo-
te, quienes la han sucedido en el cargo no han ceja- gos, cuya presidenta, Ana Carro Rossell, actuó como
do en su apoyo financiero a este máster, ni han pre- coordinadora del título, figurando como director el
tendido trasladarlo o reproducirlo en su respectiva catedrático de Historia del Arte Francisco Javier de la
ciudad de origen. Lo cierto es que, como los concur- Plaza. En este caso, lo más reseñable es que, debido
sos-oposición para plazas en museos de la Junta de al patrocinio de la Fundación Carolina a través de
Andalucía suelen reproducir el temario de este más- unas cuantiosas becas, cursaron dicho postgrado
ter y habitualmente sus tribunales suelen formarlos abundantes alumnos latinoamericanos, muchos de
profesores del mismo, se ha convertido en uno de ellos destacados profesionales de museos.
los más demandados, sobre todo por quienes aspi-
ran a hacer carrera profesional en los museos públi- Otra forma innovadora de tender puentes entre la
cos andaluces. Otra de las muestras de la influencia formación universitaria y la realidad museística pro-
en la sociedad andaluza de esta titulación es que al- fesional que se experimentó en el nuevo siglo fue la
gunos egresados en 2009 fundaron la muy activa impartición de un postgrado en un museo universi-
Asociación de Museólogos y Museógrafos de Anda- tario. Aunque en otros países esto es una praxis muy
lucía. establecida —baste recordar los ya citados cursos
de Paul J. Sach en el Fogg Museum de la Universidad
Por cierto, también hay casos de lo contrario, es de- de Harvard— en España no se había podido implan-
cir, nuevos postgrados creados por asociaciones tar esa solución por el escaso desarrollo de nuestros
profesionales, de lo cual son buena prueba dos museos universitarios, salvo alguna rara excepción
ejemplos que surgieron en el cambio de siglo. En como el Museo de la Universidad de Alicante (MUA),
primer lugar el Diploma de Especialización: Educa- que fue precisamente donde se creó en 2004 un
dor de Museos y Centros Afines, ofertado desde el Postgrado Especialista en Museología de Arte Con-
2000 por la Universidad de Gerona, en colaboración temporáneo. El nombre escogido parece indicar una
con la Associació de Museòlegs de Catalunya (ACM, gran especialización; pero al no haber estudios de
fundada en 1995) y el Museu Nacional d’ Art de Historia del Arte en la Universidad de Alicante en re-
Catalunya, dirigido entonces por el profesor Eduard alidad funcionaba como una introducción al arte
Carbonell, aunque la responsable del título era An- contemporáneo y a los estudios museológicos, lo
drea García Sastre, jefa del DEAC en dicho museo. cual garantizó una gran demanda durante las tres
No estuvo activo mucho tiempo, y ha sido sustitui- convocatorias en que estuvo activo. A pesar de lo
do por un máster de Gestión Cultural Local; pero cual, tras la marcha del MUA de los profesores Anto-
mientras tanto la plantilla de profesorado vinculado nio Ramos Hidalgo y José Luis Martínez Meseguer,
a la docencia e investigación museológica se ha que dirigían este título, el nuevo equipo del museo
consolidado en dicho campus, entre ellos el profe- decidió no seguir ofertando dichos estudios. Es po-
sor Gabriel Alcalde Gurt, actual director del Institut sible que los vuelvan a activar en el futuro, pero en
Català de Recerca en Patrimoni Cultural. Quizá en todo caso su denominación posiblemente inspiró
parte aquel máster para educadores de museos se otro postgrado más reciente, y también muy deman-
vio afectado por la competencia del máster en Mu- dado, como es el Máster de Arte, Museología y Críti-
seografía Didáctica creado en 2001 por el grupo ca Contemporáneos, instaurado en la Universidad
DIDPATRI del Taller de Proyectos de la Universidad de Santiago de Compostela en 2007 por los profeso-
de Barcelona, a partir de los precedentes ya señala- res del Departamento de Historia del Arte María Lui-
dos en dicho campus, que tenía la ventaja de ser en sa Sobrino Manzanares, y Federico López Silvestre,
buena parte no asistencial. Tampoco fue muy longe- con parecidos planteamientos, pues no tratan sobre
vo, pues estuvo activo desde 2001 a 2006, el Más- todo tipo de museos, sino que se centran exclusiva-
ter de Museología de la Universidad de Valladolid, mente en los de arte y, sobre todo, en los de arte
promovido por la Fundación Carolina, la Junta de contemporáneo, pero la museología es sólo una sec-
Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid, con ción del plan de estudios, que también otorga un
76 I Revista de Museología # 47
Profesores y alumnos del Seminario.
desarrollo similar a cuestiones conceptuales de arte a distancia, en los que sólo una pequeña parte del
contemporáneo y de crítica. programa se imparte en forma presencial, mientras
que la mayoría del aprendizaje se realiza en casa
Esta idea de fusionar museología con otros estu- por Internet, en el horario que convenga. Obvia-
dios afines, preludio de lo que sería tan habitual en mente, esto resulta de especial interés para quien
la siguiente etapa, fue alentada por el Real Decreto ya trabaja en el sector y por tanto no tiene tanta ne-
56/2005 sobre los estudios universitarios de postgra- cesidad de realizar prácticas para tomar primer con-
do, donde se establecía que los programas de más- tacto con la realidad del oficio, sino que su proble-
ter tendrían entre 600 y 1.200 horas docentes y que ma es un horario laboral no siempre compatible
estarían dedicados a la formación avanzada, de ca- con la asistencia a clases. Esta solución parece ideal
rácter especializado o multidisciplinar. Mal se podía para facilitar la educación continua y el aggiorna-
pretender una especialización avanzada en una dis- mento profesional, abriendo un nuevo filón de
ciplina que oficialmente nunca ha sido reconocida alumnos que en seguida supieron explotar en la
como tal en España, así que no es de extrañar que Universidad de Barcelona con la creación del Insti-
los estudios sobre museos se planteasen como un tut for LifeLongLearning (IL3). Este centro, entre
cóctel multidisciplinar. Esta apuesta miscelánea, otras titulaciones, oferta desde 2005, bajo la direc-
también se puso en práctica en la Universidad de ción del profesor Joan Santacana, un Máster on-line
Castilla-La Mancha, cuando en 2005 se instauró el profesionalizante en Museografía Interactiva y
Máster de Museología, en su Facultad de Huma- Didáctica —heredero del creado en 2001 con el tí-
nidades en Toledo, dirigido por la profesora Palma tulo de Museografía Didáctica, que ya se ofrecía
Martínez-Burgos García. Porque podía cursarse virtualmente—, al que añadieron un Postgrado en
como tal o como parte de un máster más amplio, Estrategias y Recursos en Museografía Interactiva, y
que desde 2008 tiene la denominación genérica un Postgrado en Desarrollo y Aplicaciones en Muse-
Máster en Cultura y Patrimonio, con dos módulos, ografía Interactiva. Pero pronto le surgió la compe-
uno de los cuales es “Museología y documentación tencia por parte de otro instituto especializado en
en museos”; aunque a la vez se ha apostado por enseñanza on-line, el “Portal de las Humanidades”
una especialización rotativa, que unos años hace de Liceus, S.L., que en colaboración con la Escuela
más hincapié en el patrimonio archivístico y docu- Superior de Arquitectura de la Universidad de Alca-
mental, otros en los museos, etc. lá de Henares oferta desde 2006 el Máster en Museo-
logía y Museos, dirigido por el profesor Javier Rive-
Por último, la novedad que marcó el punto culmi- ra Blanco, y también un curso de Iniciación a la
nante de la proliferación de los estudios museológi- Museología, que coincide con el temario habitual
cos de postgrado en España fue la aparición de títulos de las oposiciones a museos.
Investigación y experiencias I 77
SI LO MIRAMOS POR EL LADO BUENO, PODEMOS FELICITARNOS DE QUE AHORA SE ENSEÑE EN TANTOS SITIOS MUSEOLOGÍA, YA QUE SIEM-
PRE HAY UNA PARTE DEL PROGRAMA QUE VERSA SOBRE MUSEOS. LOS MÁS PESIMISTAS, EN CAMBIO, VEN LA ACTUAL SITUACIÓN COMO
UN RIESGO PARA LA SUPERVIVENCIA DE LOS TÍTULOS DE POSTGRADO ESPECIALIZADOS EN MUSEOLOGÍA, QUE CUENTAN CON TANTAS TI-
TULACIONES COMPETIDORAS CUYO ATRACTIVO ES QUE NO SÓLO PUEDEN ABRIR PUERTAS AL TRABAJO EN MUSEOS O CENTROS DE EXPO-
SICIÓN, SINO TAMBIÉN EN ARCHIVOS, BIBLIOTECAS, TEATROS U OTRAS INSTITUCIONES CULTURALES.
78 I Revista de Museología # 47
“máster oficial” en cambio tiene el refrendo de ha-
ber sido aprobado por el Ministerio de Educación
—lo que facilita su homologación en el extranjero,
o la inclusión en programas internacionales
como Erasmus Mundus— y además la matrícula
tiene un precio más atractivo, pues las tasas son
bajas y existen más becas de los poderes públicos.
Pero esa competitividad económica suele llevar
aparejada en muchas de nuestras universidades
una gran limitación en la docencia por parte de
profesionales externos, de manera que quienes
imparten muchas clases son profesores de la pro-
pia universidad, que a menudo no cobran ningún
extra salarial por esas enseñanzas de postgrado.
Esto no deja de tener consecuencias en el nivel de
especialización y experimentalidad ofrecido, que
es lo que arguyen los coordinadores de prestigio-
sos “títulos propios” para no promover su conver-
sión en másteres oficiales, pues es la amplia parti-
cipación como docentes invitados de abundantes
profesionales de museos y en general de todo tipo
de expertos ajenos a la propia universidad concer-
nida lo que pone en valor esos estudios. Pero en
esta época de tanta oferta de títulos universitarios
los alumnos captados van a la baja, y sólo los máste-
res históricos que contaban con importantes sub-
venciones han podido sobrevivir en activo: aun-
que la actual crisis económica está poniendo en
apuros el nivel de subvenciones recibidas. Expositivos. Así pues, vuelve a aparecer otra forma Público asistente.
de rivalidad, con apuestas más especializadas, que
De esta manera han conseguido sobrevivir en Anda- es también la escogida por la Universidad Poli-
lucía el Máster de Museología de la Universidad de técnica de Cataluña con su Máster en El Espacio ex-
Granada, y en Aragón el Máster en Museos: Educación positivo en el ámbito de la museografía creativa
y Comunicación de la Universidad de Zaragoza, en (antes Máster en Arquitectura, Arte y Espacio Efíme-
la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación ro: del espacio público al museo).
de Huesca. Pero en Castilla-León lleva años sin acti-
varse el Máster de Museología de la Universidad de Como se ve, sigue vigente la doble apuesta bien
Valladolid, y en Castilla-La Mancha el Máster de Mu- por una gran especialización, sobre todo en cues-
seología de la Facultad de Ciencias Humanas de To- tiones museográficas o educativas, o bien por una
ledo se ha desdibujado dentro de unos estudios de mayor amplitud, integrando la museología con la
postgrado sobre Cultura y Patrimonio en los que la gestión del patrimonio. Dos vías bien representa-
parte museológica es muy reducida. En Cataluña, das en la Universidad de Valencia respectivamente
de los muchos títulos de postgrado que llegó a crear por el Diploma en Educación Artística y Museos del
la Universidad de Barcelona, sólo sobrevive en acti- Institut Universitari de la Creativitat i Innovacions
vo el de Museografia Interactiva del IL3, que por ser Educatives, o el Diploma en Manifestaciones Cultu-
una enseñanza a distancia tiene gran captación de rales, Museos, Exposiciones Científicas, Marketing
alumnos. Aunque en esto les hace dura competen- y Comunicación, impartido online por la Fundació
cia la Universitat Oberta de Catalunya con sus títu- Universitat-Empresa y el Departamento de Historia
los de gestión cultural, o el máster oficial interuni- de la Ciencia. En Galicia, como queda dicho, ambas
versitario on-line en gestión cultural, en el que se tendencias aparecen conjugadas con éxito en el
han unido la Universitat de Girona y la Universitat Máster en Arte, Museología y Crítica Contemporá-
de les Illes Balears. Por otro lado, la Escola Superior de nea, de la Universidad de Santiago de Compostela.
Disseny de Barcelona —adscrita a la Universidad de En el resto de España las mayores novedades son en
Vic— ofrece también un Postgrado en Comisariado Canarias el Máster oficial en Museología y Gestión
y Prácticas Culturales en Arte y Nuevos Medios, ade- Cultural iniciado en 2008 por la Universidad de La
más de un Diploma de Postgrado en Dirección de Laguna, bajo la dirección del profesor Fernando Es-
Proyectos Expositivos o Diseño y Nuevos Formatos tévez González, y en la Comunidad de Murcia desde
Investigación y experiencias I 79
2009 el Máster en Educación y Museos: patrimonio, oferta, pues además del veterano Curso Especiali-
identidad y mediación cultural, dirigido por la profe- zado de Museología del Instituto Superior de Estu-
sora Rosa María Hervás. De nuevo unas titulaciones dios Profesionales CEU, o del Máster en Diseño y
muy representaciones de las dos vías antes mencio- Gestión de Exposiciones de la Universidad Europea
nadas. de Madrid, cuya dirección ha dejado Juan Carlos
Rico en manos de Jesús Moreno Martínez, existen
Ambas están también muy en boga en los centros también en el Instituto Superior de Arte-IART un di-
de la Comunidad de Madrid. La especialización mu- ploma de postgrado y un máster en Museografía
seográfica ha seguido viva en la Facultad de Bellas y Gestión de Exposiciones, mientras que el Istituto
Artes de la Universidad Complutense, pero con aña- Europeo di Design, en el Istituto Italiano di Cultura,
dido énfasis en la conservación y restauración, que ofrece un Máster en Diseño de Espacios Expositivos
es la especialidad de la profesora Isabel García Fer- y la Universidad Antonio Nebrija tiene un Máster ofi-
nández, quien dirige desde 2007 el Máster oficial en cial en Pedagogía de Museos.
Bienes Culturales: Conservación Preventiva y Expo-
sición del Patrimonio Cultural; aunque de nuevo Quizá a toda esta oferta haya que sumar pronto, si
con un rival en la Facultad de Filosofía y Letras, que se materializa uno de los múltiples rumores que cir-
es el Máster oficial en Estudios Avanzados en Muse- culan sobre los usos que el Ministerio de Cultura
os y Patrimonio Histórico-Artístico, dirigido por el pretende dar al Casón del Buen Retiro, un centro de
profesor Fernando Checa (parece que ahora van a formación equivalente a la École du Louvre, que se
crear un nuevo máster conjuntamente). Pero en la llamaría “Escuela del Prado” o algo así. En todo
vecina Escuela Técnica Superior de Arquitectura, de caso, es obvio que este panorama aquí reflejado co-
la Universidad Politécnica de Madrid se oferta un rresponde a un momento de grandes cambios. Es-
Curso de Especialización en Instalaciones Efímeras peremos que —con ellos o a pesar de ellos— las
dirigido por el profesor Juan Pablo Rodríguez Frade, universidades españolas sigan aumentando su
mientras que en la Universidad de Alcalá, además prestigio entre los museólogos de Europa y Latinoa-
de los citados cursos de iniciación a la Museología, mérica, que sin duda constituyen los dos ejes de
y el Máster en Museología on-line organizados por nuestra presencia en el contexto internacional. Oja-
la empresa Liceus, existe en la Escuela de Arte y An- lá quienes lean este artículo dentro de unos años
tigüedades un titulo de Experto en Gestión y Mon- tengan la impresión de que la Belle Époque de la
taje de Exposiciones. Ahora bien, son sobre todo las museología en España no terminó a principios del si-
universidades privadas las que han multiplicado la glo XXI.
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SINGLETON, R. H. “Museum training: status and development”, Museum International, Vol. 39 nº 4, 1987, p. 220 - 224. Aquel ejemplar de
la revista del ICOM estuvo dedicado a la formación, por lo que son muchos los artículos que nos interesan, tanto los generalistas como
los más específicos, aunque no se incluyó ninguno sobre formación en España o países hispanohablantes.
TASSARA, P., “Formación de postgrado en España en el ámbito de los museos”, Boletín del Patrimonio Histórico Andaluz, 3, 2001, 25-38.
80 I Revista de Museología # 47
MUSEOS
En este artículo se presentan una serie de casos recientes de traslados, parciales o totales, tem-
porales o definitivos, de museos en el mundo occidental. Nos servirán para valorar algunos de
los aspectos que han caracterizado el traslado del Museo del Ejército de Madrid a Toledo, sin
duda un ejemplo llamativo por haberse concentrado en él prácticamente toda la casuística que
puede presentarse en un traslado de este tipo. En efecto, hemos asistido a un traslado total de
una institución museística a una ciudad distinta de la que lo acogía y con la intervención de va-
rias administraciones; que ha necesitado de la rehabilitación de un edificio histórico de carácter
muy marcado para su adaptación a un nuevo uso; que ha exigido el estudio de una zona muy
fértil arqueológicamente hablando; que ha supuesto la construcción de un edificio de nueva
planta que incorporase todos los servicios mínimos requeridos por un museo de nuestro tiem-
po; y que ha generado el movimiento de unos abundantes fondos de las más diversas tipolo-
gías, tras haberse realizado sobre ellos los oportunos trabajos de documentación, investigación
y restauración. Y todo ello con la finalidad última de presentarse ante nosotros con un nuevo
discurso museológico: el de la historia militar de España.
Los museos siempre han sufrido traslados. Desde el mismas sea de una gran diversidad. Si a esto añadi-
gran MOMA de Nueva York hasta el más pequeño mos otros factores relacionados con el lugar de des-
museo monográfico local. Lo mismo que sus colec- tino del museo, tales como el proceso de creación y
ciones: desde las del Ermitage de San Petersburgo construcción de un nuevo edificio para albergarlo, o
hasta cualquier colección privada de arte. Para me- la operación siempre arriesgada de adecuación de
jorar sus instalaciones y con ellas las condiciones en uno antiguo —ya sea hospital, convento, iglesia,
las que conservar sus fondos, para ampliar su super- palacio…— que no había sido creado en origen, ni
ficie —y, en consecuencia, los servicios y actividades tan siquiera pensado, como museo, tendremos ante
ofrecidos al público— o bien —y esto no debería ne- nosotros un panorama ciertamente preocupante
cesariamente citarse en último lugar—, simplemen- para el que deba afrontarlo. Finalmente, puede ocu-
te por mejorar su imagen, una imagen que importa rrir que haya que poner de acuerdo a distintas admi-
hoy, y mucho, a la sociedad en la que se imbrican. nistraciones para llevar a cabo el proyecto, y, en
todo caso, habrá que saber concitar todo tipo de in-
De hecho, si buceáramos en la historia de los muse- tereses, particulares y generales, para ello. Sin duda
os de todo el mundo, nos encontraríamos con mu- esta última circunstancia estará siempre presente
chos más casos de los que imaginamos cuya trayec- en la génesis de cualquier proyecto museístico, sea
toria sido un lento y complejo peregrinar desde un éste de la envergadura que sea.
primer edificio en el que se gestó el embrión de
un proyecto museístico a otra u otras sedes, con el Pues bien, a panoramas como éste se han venido
consiguiente riesgo —pues esto es lo que verdade- enfrentando las administraciones públicas y mu-
ramente debe importarnos— del trasiego de sus co- chos profesionales del sector privado en todos los
lecciones. Resulta una obviedad decir que cuanto momentos de la historia de los museos y en distin-
más completo sea ese traslado más complejo será el tos lugares del mundo. Con mayor o menor éxito en
proceso y más exitoso el resultado. Esto, entendido función de su capacidad y de las condiciones con-
en varios sentidos: que el movimiento comprometa cretas contra las que han tenido que luchar. Toman-
a la totalidad de la institución, incluyendo tanto los do como centro de nuestra atención el caso muy re-
fondos que custodia como los servicios que el mu- ciente del traslado del Museo del Ejército vamos a
seo ofrece; que el volumen de las colecciones que se señalar algunos ejemplos de otros traslados que
vean afectadas sea considerable y que la tipología, nos han parecido significativos por primar en ellos
materiales, técnicas, dimensiones, etc., de las uno o varios de los factores arriba citados. Bien
entendido que no se trata de comparar casos reales, fondos del Museo de San Telmo en San Sebastián
ejercicio que no tendría sentido por ser todos ellos se recogieron en 2007 en el Convento de Santa Te-
distintos, sino de observar y reflexionar sobre las resa, donde permanecerán hasta que finalicen las
soluciones adoptadas, sin duda las mejores ante obras de remodelación, previstas para 2010. En
cada reto planteado por cada situación concreta1. El 2009, el antiguo Museo Nacional de Escultura de
objetivo, que la experiencia acumulada sea la mejor Valladolid, hoy Museo Nacional Colegio de San Gre-
escuela para futuras actuaciones. gorio, tuvo que acomodar su colección permanente
en el cercano Palacio de Villena mientras se refor-
Traslados coyunturales maba su sede principal, que hoy da nombre a este
museo. Y así otros muchos, que no creemos necesa-
A menudo, el traslado de un museo viene provoca- rio citar por no hacer esta relación tediosa.
do por la necesidad de acometer obras en su sede,
muchas veces ubicado en un edificio que, a su anti- En algún caso se pueden mantener los fondos o par-
güedad, suma el problema de no haber sido conce- te de ellos dentro del propio museo mientras se rea-
bido para un uso museístico. En tal caso sólo se lizan las obras de acondicionamiento. Será cuando
trasladarán los fondos durante el tiempo que dure éstas no afecten nada más que a una parte del in-
la reforma y, en algunas ocasiones, ni siquiera hará mueble o cuando el edificio conste de unas áreas
falta, o será sólo parcial, el desplazamiento tempo- especialmente adecuadas para evitar los movimien-
ral de parte o la totalidad del personal y servicios tos externos, siempre un riesgo para las coleccio-
que hacen posible su funcionamiento. Pero estos nes. Tal fue el caso recientísimo de las obras de re-
traslados, que podemos denominar coyunturales, modelación del Museo Romántico, hoy Museo
no suponen el traslado de un museo en sentido es- Nacional del Romanticismo, en las que se emplea-
tricto, por lo que merecen un tratamiento aparte ron algunas salas del museo como almacén de trán-
que los diferencie del caso del Museo del Ejército. sito. Por ejemplo, la pintura de caballete se instaló
en peines especialmente diseñados para ellas en
Los traslados coyunturales suelen requerir, en reali- las antiguas salas de Exposiciones Temporales, lo
dad, dos movimientos, uno de recogida y otro de que libró a buena parte de la colección de dos tras-
reinstalación, el primero hacia un almacén externo lados externos.
antes de iniciar las obras y el segundo desde el mis-
mo hasta el lugar de origen, cuando éste se encuen- Un caso muy reciente y de gran interés por la combi-
tre ya en condiciones de volver a acoger los fondos. nación de movimientos internos y externos fue el
Podríamos citar numerosos ejemplos de traslados traslado, en 2008, de las colecciones del Museo Ar-
de colecciones bastante cercanos en el tiempo. En queológico Nacional (MAN), un verdadero hito en su
nuestro país, el Museo de la Fundación Lázaro Gal- trayectoria histórica. Fue ocasionado por la necesa-
diano de Madrid, con sus 12.646 fondos de pintura ria reforma de la sede del museo en la calle Serrano
1 Parte de la información
y escultura, mobiliario, artes decorativas, numismá- de Madrid, un edificio construido a mediados del si-
vertida en estas líneas ha
sido obtenida de algunas tica, textiles, armas, etc., hubo de ser desalojado en glo XIX (el museo fue creado en 1867 por la reina Isa-
de las personas que el año 2001 para proceder a una reforma integral del bel II) y que no sólo había compartido solar, sino
participaron en los trabajos edificio, reinaugurado en 2004. En 2008, a causa también los mismos problemas de falta de espacio
que aquí se relatan, por lo de las obras de rehabilitación en su sede del Palacio de con otra de las grandes instituciones culturales de
que es obligado agradecerles
su generosidad, entre otros, la Aduana, se llevaron a cabo tres traslados de 1.380 nuestro país, la Biblioteca Nacional, con la que linda.
a Blanca Padilla (Ministerio obras de escultura, pintura y artes decorativas del Pero la reforma del MAN, que se cree podrá estar ter-
de Cultura), Fernando Fontes Museo de Málaga, hasta su regreso al mismo lugar minada en 2011, no se limitará a las obras en la sede,
(MAN), Sergio Vidal (ARQVA),
Paola Miniero (Museo dei
en un plazo de tres meses. El Museo de El Greco en sino que supondrá una total redefinición de la insti-
Campi Flegrei), Col. Toledo fue obligado a cerrar y trasladar sus coleccio- tución que, entre otros cambios, cuando abra de
Rodríguez Fonseca y Col. Luis nes por las obras de acondicionamiento emprendi- nuevo sus puertas habrá cambiado su nombre por el
de la Chica (MUE). das en 2007 en su sede. Por su parte, los 17.000 de Museo Nacional de Arqueología. El número de
82 I Revista de Museología # 47
EL ÉXITO DE LA COMBINACIÓN ENTRE ARTE Y TÉCNICA FUE TAL QUE HIZO QUE, EN 2005, SE DECIDIERA QUE LA CENTRAL MONTEMARTINI
PASARA A SER UNA MÁS DE LAS SEDES PERMANENTES DE LOS MUSEOS CAPITOLINOS Y CONCRETAMENTE SE DEDICARA A LAS PIEZAS QUE
ANTIGUAMENTE SE EXPONÍAN EN EL LLAMADO MUSEO NUEVO. CON ESTO NO SÓLO SE ALIGERABA LA EXPOSICIÓN EN LA SEDE PRINCIPAL,
SINO QUE SE REORGANIZABA SEGÚN CRITERIOS TEMÁTICOS Y CRONOLÓGICOS UNA DE LAS COLECCIONES DE ARQUEOLOGÍA ROMANA
MÁS IMPORTANTES DE ITALIA. UN INGENTE ESFUERZO DE COORDINACIÓN HIZO POSIBLE ESTE AMBICIOSO PLAN, QUE SUPUSO HASTA
TRES MOVIMIENTOS SUCESIVOS DE GRAN PARTE DE LOS FONDOS.
fondos del museo es apabullante: supera el millón de colecciones cerradas y bien definidas que, al ser
trescientos mil objetos, lo que hace que la gestión de desplazadas de un museo a otro pudieron insertar-
las colecciones y, en particular, el control de movi- se en un nuevo discurso museológico sin apenas in-
mientos, resulte muy compleja. Con motivo de la re- terrumpirlo o alterarlo. Por ejemplo, la colección de
forma se decidió desalojar y recuperar para el museo armaduras antiguas que se exhibían en el Museo
más del 50% del espacio total de los almacenes, que de la Torre de Londres, recientemente trasladada al
estaba ocupado por tan sólo 3.046 obras, clasifica- Royal Armouries Museum en Leeds (Yorkshire, In-
das como de “gran formato”. En esta categoría se en- glaterra), un museo monográfico especializado en
contraban, en efecto, aquellos fondos que no podían historia militar, sin duda un marco más acorde para
ser desplazados por dos personas ni ubicados en la difusión de este tipo de patrimonio y que, ade-
cajas ni compactos, tales como artesonados, reta- más, gozaba, para garantizar su mejor conserva-
blos, sarcófagos, arcos, muebles, maquetas, lápidas, ción, de unas espléndidas condiciones en el seno de
esculturas, mosaicos… Se sumaron a estas 3.046 pie- un edificio moderno.
zas la copiosa biblioteca del centro y una serie de ex-
posiciones temporales ya embaladas y preparadas En contraposición a este tipo de traslados menores
para su transporte y se llevaron a dos almacenes del tenemos una apuesta atrevida, cabe incluso decir
Ministerio de Cultura convenientemente acondicio- que arriesgada: la decisión de separar las ingentes
nados, uno para materiales orgánicos y otro para in- colecciones de los Museos Capitolinos, a raíz y como
orgánicos, en Alcalá de Henares. La combinación de consecuencia de las obras de reacondicionamiento
movimientos externos de la colección con otros inter- que se acometieron en sus tres sedes de la colina del
nos dentro de la propia sede han convertido este Capitolio en Roma: el Museo Nuevo, el Palacio de los
traslado en una operación de gran complejidad, apo- Conservadores y el Brazo Nuevo. La decisión, toma-
yada en una exhaustiva documentación interna y ex- da en 1996, acabaría sirviendo de modelo para otras
terna y en un trabajo coordinado entre el personal del actuaciones dentro y fuera de Italia. De resultas de
museo y la empresa encargada del transporte. Las ella fueron seleccionadas un millar de esculturas
piezas, antes de su embalaje, recibían el correspon- para exponerlas, en un principio de forma temporal,
diente estudio técnico y, en su caso, la intervención en un entorno inesperado: la antigua central eléctrica
previa necesaria para el transporte. Todos los movi- de Montemartini, un icono del patrimonio industrial
mientos culminaron en el plazo de ocho meses, entre romano que fue convenientemente acondicionado
septiembre de 2008 y abril de 2009. Una vez que cul- y, en consecuencia, recuperado. Con esta solución
mine la reforma del MAN podrán regresar a su sede temporal se pretendía dar continuidad al disfrute pú-
todas o parte de las obras que se trasladaron fuera blico de tantas obras maestras de la Antigüedad Clá-
de sus muros, salvo que se decidiese, en sintonía con sica que, de otra manera, iban a quedar ocultas al
estrategias similares en otros grandes museos euro- público durante un largo período de tiempo. El éxito
peos, que permaneciesen en los que ya se vienen de- de la combinación entre arte y técnica fue tal que
nominando, por parte de los registros de los museos, hizo que, en 2005, se decidiera que la Central Mon-
“almacenes externos2”. temartini pasara a ser una más de las sedes perma-
nentes de los Museos Capitolinos y concretamente 2 Es ésta la solución
Traslados parciales y creación de nuevos museos se dedicara a las piezas que antiguamente se expo- adoptada, entre otros,
nían en el llamado Museo Nuevo. Con esto no sólo se por el Museo Histórico
Para ilustrar el tema de los traslados parciales de co- aligeraba la exposición en la sede principal, sino que Alemán, con 750.000 fondos
(E. Michelsen,
lecciones hemos escogido, en primer lugar, algunos se reorganizaba según criterios temáticos y cronoló- “Almacenamiento externo
ejemplos que supusieron una radical reordenación gicos una de las colecciones de arqueología romana en el Deutsches Historisches
de fondos por parte del titular de un museo, trans- más importantes de Italia. Un ingente esfuerzo de Museum, ¿un golpe de
formando, en gran medida, a la propia institución. A coordinación hizo posible este ambicioso plan, que suerte?”, Actas de la
V Conferencia Internacional
diferencia de éstos, podrían citarse también casos supuso hasta tres movimientos sucesivos de gran de Registros de Museos,
de traslados poco “traumáticos”, esto es, traslados parte de los fondos. Madrid, 2006, 150 ss.).
Museos I 83
LA POLÍTICA DE DISPERSIÓN ORDENADA DE LOS FONDOS DE UN MUSEO MEDIANTE ESTAS REORDENACIONES O POR MEDIO DEL ESTABLE-
CIMIENTO DE DEPÓSITOS A LARGO PLAZO, SUFICIENTEMENTE PRACTICADA Y SANCIONADA POR LA TRADICIÓN, PODRÍA ACABAR SIENDO
SUSTITUIDA POR OTRA TENDENCIA, INTRODUCIDA EN EUROPA A FINALES DEL SIGLO PASADO: LA CREACIÓN DE SUCURSALES E INCLUSO
DE FRANQUICIAS MUSEÍSTICAS, QUE EN ESPAÑA CONOCIMOS A RAÍZ DE LA INAUGURACIÓN DEL MUSEO GUGGENHEIM EN BILBAO EN
1997.
84 I Revista de Museología # 47
ESTOS TRASLADOS DE COLECCIONES GENERAN, DE FACTO, NUEVOS MUSEOS, PERO EL HECHO DE CONSERVAR EL NOMBRE ORIGINAL DE LA
INSTITUCIÓN MATRIZ ES GRANDE DESDE EL PUNTO DE VISTA FORMAL. NOS QUIERE INDICAR QUE SE TRATA DEL MISMO PROYECTO, AUNQUE
ÉSTE SE HAYA VISTO MODIFICADO SUSTANCIALMENTE POR EL PASO DEL TIEMPO Y LOS NUEVOS CONDICIONANTES SOCIO-ECONÓMICOS.
sede del Ermitage en Amsterdam gozaba ya de una Empezaremos por referirnos, por lo que supuso el
dirección independiente. También en Ferrara se proyecto en el panorama museístico español de los
abrió otra filial y está prevista una más en Vilnius, Li- años ochenta, al actual Museo Nacional Centro de
tuania. Arte Reina Sofía, en el que además se reúnen ele-
mentos de muy diversa índole, ya que los cambios
En puridad, estos traslados de colecciones generan, sufridos por la institución a lo largo del tiempo no
de facto, nuevos museos, pero el hecho de conser- sólo se han referido a un traslado físico de sede. El
var el nombre original de la institución matriz es recién nacido Centro de Arte Reina Sofía, creado en
grande desde el punto de vista formal. Nos quiere in- 1986, pasó a convertirse, en 1988, en Museo Nacio-
dicar que se trata del mismo proyecto, aunque éste nal Centro de Arte Reina Sofía. Esta fusión suponía
se haya visto modificado sustancialmente por el incorporar al mismo una colección permanente,
paso del tiempo y los nuevos condicionantes socio- cuyo núcleo principal fueron los fondos del antiguo
económicos. Museo de Arte Moderno, situado en la Ciudad Uni-
versitaria de Madrid. Fueron aproximadamente unos
Por el contrario, aunque puede que alimentados por 13.000 fondos de pintura y escultura los que se tras-
las mismas circunstancias —los pocos recursos, el vasaron hasta el antiguo hospital levantado por Sa-
poco espacio…—, se siguen dando continuamente batini en Atocha a lo largo de dos meses y medio,
casos de creación de nuevos proyectos museísticos, culminando el proceso más tarde con el traslado a
con el correspondiente trasvase de colecciones a la nueva sede de la obra de Pablo Picasso, Guer-
una nueva sede. Pueden ilustrarse con varios ejem- nica, custodiada desde su llegada a España en el
plos, dentro y fuera de nuestro país. Casón del Buen Retiro. Por el contrario, con ser
Museos I 85
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importantes, los traslados de obra que originó la el MNATP y el MH, no sólo cronológicamente —des-
construcción entre 2002 y 2005 de un nuevo edificio de la Edad Media hasta el Mundo Contemporáneo—,
—obra de Jean Nouvel— anexo al antiguo hospital sino también conceptual y científicamente hablando.
sede del primer museo, deben ser considerados mo- Así, la visión etnológica original seguirá siendo la
vimientos internos. principal, aunque se incorporarán al discurso museo-
lógico contenidos propios de la arqueología y otras
Otro magnífico ejemplo de traslado provocado por la ciencias sociales.
creación de un nuevo museo lo constituyen no uno,
sino dos grandes museos franceses: el Museo du Al contrario que en el caso anterior, la sede del Mu-
Quai Branly y el Musée des Civilisations de l’Europe CEM se buscó fuera de París, en la ciudad de Marse-
et de la Mediterranée (MuCEM). En efecto, ambos lla. Bajo la batuta del Ministerio de Cultura y Comu-
fueron la solución a los problemas planteados por la nicación a través de la Direction des Musées de
indefinición e inadecuación actual de dos antiguos France, que delegó la realización del proyecto en la
museos de etnología y antropología cultural: el Mu- Entidad Pública EMOC, participaron en este proyec-
sée de l’Homme y el Musée National des Arts et Tra- to, de gran calado para la ciudad y la región, tanto
ditions Populaires (MNATP). administraciones locales (la ciudad de Marsella),
como regionales (el Conseil Général des Bouches du
Al Museo du Quai Branly fueron asignados 267.417 Rhône y la Régión Provence-Alpes-Côte d’Azur), ade-
objetos, 20.000 de ellos procedentes del antiguo más de otros organismos como la Entidad Pública
MNATP y 250.000 del Musée de l’Homme. Con un to- Euromediterránea, el Puerto Autónomo de Marsella
tal de 40.000 m2 —en realidad se extiende a lo largo y la propia Unión Europea.
de cuatro edificios y 18.000 m2 de jardines—, su nue-
va sede fue ideada por el arquitecto Jean Nouvel. Las El museo, cuya inauguración íntegra está prevista
obras se iniciaron en 2001 y el museo se abrió, entre para 2012, ocupa ya, desde 2003, un edificio históri-
la expectación y la polémica, en 2006. Los espacios co rehabilitado, el Fuerte de San Juan, además de un
destinados a exposición permanente ocupan 6.500 m2 edificio de nueva planta a la entrada del puerto de
y 2.000 m2 los de las temporales. Completan este Marsella, el malecón J4-Espace Saint Jean, obra
museo un gran auditorio, una sala de proyección, de Rudy Riccioti. El Centro de Conservación del MuCEM
una biblioteca, mediateca y fonoteca, además de una se encuentra en un edificio aparte, también realiza-
librería y dos restaurantes. do ex novo, en esta ocasión por Corinne Vezzoni. De
sus 10.000 m2 de superficie útil, 7.000 están destina-
Muy relacionado con el Museo du Quai Branly se en- dos a almacenes organizados por tipo de material.
cuentra el más reciente caso del Musée des Civilisa- Un tercio de los mismos, destinado a fondos de gran
tions de l’Europe et de la Mediterranée (MuCEM). tamaño como vehículos y gran maquinaria agrícola,
Nació también como una nueva institución a la que tienen alturas de hasta seis metros. La importancia
se asignaron tanto los fondos europeos y en espe- de este centro de conservación radica en que sólo a
cial franceses del Musée National des Arts et Tradi- raíz de su construcción se pudo cerrar el MNATP, en
tions Populaires (MNATP) (a su vez heredero, desde 2005, y poner en marcha un meticuloso protocolo de
1937, de las colecciones francesas reunidas en el an- trabajos para el traslado de las colecciones. Este
tiguo museo “etnológico” del Trocadero), como, a protocolo es conocido en la museología del país ve-
partir de 2005, las colecciones del Departamento de cino como chantier des collections, que podríamos
Europa del Musée de l’Homme que no habían sido traducir tanto como “taller” pero también como
trasladadas al Museo du Quai Branly. “puesta a punto” de las colecciones. Concebido por
Christiane Naffah, tenía el doble objetivo de hacer
En este caso, la decisión fue tomada en 2000 y aún un balance científico y sanitario de las colecciones y
no se ha visto realizada por completo. Pero ha supues- preparar concienzudamente la estrategia de su tras-
to ampliar los contenidos de los museos originarios, lado a Marsella. Para ello se creó un equipo básico
86 I Revista de Museología # 47
EL MINISTERIO DE CULTURA ESPAÑOL, A TRAVÉS DE SU DIRECCIÓN GENERAL DE BELLAS ARTES, DECIDIÓ LA REORDENACIÓN DEL PATRI-
MONIO ETNOLÓGICO ADSCRITO ACTUALMENTE AL MUSEO DEL TRAJE Y CENTRO DE INVESTIGACIÓN DEL PATRIMONIO ETNOLÓGICO (CIPE),
EN MADRID, CREANDO UN NUEVO MUSEO NACIONAL DE ETNOGRAFÍA EN TERUEL. ELLO SUPONDRÁ EL TRASLADO DE UNAS 200.000 PIE-
ZAS, LA MAYOR PARTE DE LAS COLECCIONES ESTATALES DE CARÁCTER ETNOGRÁFICO QUE, A SU VEZ HABÍAN SIDO ASIGNADAS AL MT-CIPE
EN 2004 A PARTIR DE LAS COLECCIONES DEL MALOGRADO MUSEO DEL PUEBLO ESPAÑOL.
de 13 personas que verificaba cada objeto, sus datos útil—, el proceso de traslado resultará, sin duda,
y fotografía, antes de que éste pasara al registro in- del mayor interés como experiencia en movimiento de
formático con su correspondiente código de barras. colecciones.
En la cadena de operaciones que se estableció, cada
pieza era después tratada y preparada para su em- Traslados íntegros
balado y transporte, ya fuera mediante una limpieza
ligera, consolidación o, en su caso, restauración. El Finalmente veremos cómo en otros casos la institu-
orden de trabajo que se decidió emplear fue de tipo ción puede sufrir un traslado íntegro a otra sede,
práctico, por lo que no se procedía a partir de inven- siendo lo más frecuente, aunque no la única situa-
tarios, si no de los propios objetos, según el lugar de ción, que el traslado tenga lugar dentro de la misma
almacenamiento, su categoría, material, etc. Sólo ciudad. En esto puede considerarse excepcional el
gracias a la puesta en marcha de este ejemplar pro- traslado del Museo del Ejército, que iniciará una
tocolo de trabajo fue posible un control exhaus- nueva vida en otra ciudad, no demasiado lejana en
tivo y rápido sobre los 370.000 objetos que debían el espacio pero sí muy distinta a la que lo vio nacer.
ser trasladados a Marsella: 100.000 estampas, Recordemos, en cambio, que el MuCEM o el futuro
6.250 dibujos etnográficos, 850 carteles, 350 pintu- Museo Nacional de Etnografía deben ser contempla-
ras, 480.000 fotografías, 140.000 postales, 70.000 dos, en puridad, como ejemplos de creación de nue-
partituras musicales, 70.000 fonogramas, 80.000 li- vos museos.
bros, 3.000 títulos de periódicos y otro material de
archivo audiovisual. Para tratar sobre traslados íntegros de museos bien
podemos comenzar con el ejemplo del Museo de
Para terminar con estos ejemplos no podemos dejar Arte Moderno Nueva York (MOMA). Este icono de la
de citar el proyecto, apenas esbozado aún, de crea- modernidad ha llegado a trasladarse hasta en cuatro
ción, en España, de un nuevo Museo de Etnogra- ocasiones, desde 1929, fecha de su creación, hasta
fía. De forma muy similar al de los citados ejemplos la actualidad. La última vez, en 2006.
italianos y franceses, el Ministerio de Cultura espa-
ñol, a través de su Dirección General de Bellas Ar- La colección del MOMA la constituyen hoy unas
tes, decidió la reordenación del patrimonio etno- 150.000 obras de pintura, escultura, dibujos, foto-
lógico adscrito actualmente al Museo del Traje y grafías, maquetas, grabados y diseño arquitectóni-
Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico co, pero su acelerado ritmo de aumento hicieron
(CIPE), en Madrid, creando un nuevo Museo Nacio- conveniente plantear ya en los años noventa otro
nal de Etnografía en Teruel. Ello supondrá el trasla- cambio de sede. Un nuevo edificio de 58.000 m2, di-
do de unas 200.000 piezas, la mayor parte de las señado por Yoshio Taniguchi dotó al museo de un
colecciones estatales de carácter etnográfico que, a 66% más de espacios para la exposición. Ello supuso
su vez habían sido asignadas al MT-CIPE en 2004 el cierre de la sede de Manhattan en 2002 y, mien-
a partir de las colecciones del malogrado Museo del tras se terminaba de acondicionar la nueva sede, el
Pueblo Español. montaje de una breve exposición de sus obras
maestras en el barrio de Queens. La obra se llevó a
Se trata pues de la creación de un nuevo museo cabo en un tiempo récord de cuatro años, durante
mediante la reordenación de unas colecciones y no los cuales hubo que comprar un edificio, demolerlo,
de un traslado propiamente dicho e íntegro de una construir uno nuevo y modificar el antiguo, además
institución museística. No obstante, por sus carac- de comprar y transformar una fábrica en Queens, pri-
terísticas, inversión prevista y dimensiones — mero para servir a la exposición temporal, después
200.000 piezas, 26 millones de euros de inversión como taller y depósito externo del museo.
plurianual por parte del Ministerio de Cultura, un
edificio de nueva creación con más de 12.450 me- En Estados Unidos se han trasladado algunos otros
tros cuadrados construidos y 9.200 de superficie museos, si bien no con tanta frecuencia que los
Museos I 87
EN ESTADOS UNIDOS SE HAN TRASLADADO ALGUNOS OTROS MUSEOS, SI BIEN NO CON TANTA FRECUENCIA QUE LOS EUROPEOS, PUES EL
PRINCIPAL FACTOR QUE LOS SUELE PROVOCAR, LA FALTA DE ESPACIO Y LA INADECUACIÓN DE LOS EDIFICIOS, NO ESTÁ ENTRE LOS PRINCI-
PALES PROBLEMAS DE LA MAYORÍA DE LOS GRANDES MUSEOS AMERICANOS. SUS SEDES SUELEN SER DE CREACIÓN MÁS MODERNA QUE
MUCHOS MUSEOS EUROPEOS Y, AL MENOS ALGUNAS DE ELLAS, AUNQUE OBSOLETAS EN MUCHOS ASPECTOS DESPUÉS DE MÁS DE UN
SIGLO DE VIDA, CUENTAN CON LA VENTAJA DE QUE YA FUERON CREADAS EN ORIGEN PARA ACOGER UN MUSEO.
88 I Revista de Museología # 47
PERO LA FASE MÁS ESPECTACULAR FUE, SIN DUDA, LA DEL TRANSPORTE DE LA COLECCIÓN, QUE SE REALIZÓ POR MEDIO DEL PROCEDI-
MIENTO DISEÑADO POR EL INGENIERO C. SAMBAS, UN SISTEMA DE TRES GRÚAS COLOCADAS ENTRE EL EDIFICIO DE ORIGEN Y EL DE DES-
TINO QUE SALVABAN LOS 70 METROS DE DIFERENCIA DE NIVEL DE ESE ESCARPADO FARALLÓN ROCOSO SOBRE LA LLANURA ÁTICA QUE ES
LA ACRÓPOLIS DE ATENAS. EL NÚMERO TOTAL DE PIEZAS TRANSPORTADAS MEDIANTE ESE INGENIOSO SISTEMA, NECESARIO CUANDO EL
EXPLANAMIENTO DEL RECORRIDO PARA EL TRANSPORTE EN VEHÍCULOS ERA DE TODO PUNTO INVIABLE, FUE DE 355 OBJETOS, EL TOTAL DE
LA COLECCIÓN DEL MUSEO,
Museos I 89
EL MUSEO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA DE CARTAGENA ES TAMBIÉN UN EJEMPLO MUY RECIENTE DE TRASLADO ÍNTEGRO.
EN OTOÑO DE 2008 EL MUSEO NO SÓLO CAMBIÓ DE SEDE SINO QUE SE PRESENTÓ A LA OPINIÓN PÚBLICA CON UN NUEVO PLAN MUSEO-
LÓGICO MÁS CENTRADO EN LA INVESTIGACIÓN Y LA DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO SUBACUÁTICO Y CON UNA MUSEOGRAFÍA MODERNA, IM-
PACTANTE Y QUE SE ADAPTABA PERFECTAMENTE A LA SUGESTIÓN QUE RODEA AL MEDIO SUBACUÁTICO.
Granada se desplazaron tan sólo un kilómetro, des- se trataba de objetos tales como 13 colmillos de
de el antiguo museo hasta alcanzar el Palacio de elefante fenicios procedentes del yacimiento
Carlos V, donde se inauguró su nueva sede en enero submarino del Bajo de la Campana, en la Manga
de 2008. Se movieron 120 obras, trasladadas en dos del Mar Menor, o como los restos del casco de ma-
semanas a pesar de no estar exento de complejidad dera del llamado “barco 1”, fenicio, procedente de
el proceso por la limitación de horarios y las dificul- Mazarrón, uno de cuyos fragmentos alcanzaba los
tades de los accesos. También ha conocido un tras- 5 metros de longitud. Tanto el embalaje y el trans-
lado íntegro, aún sin culminar, el Museo Provincial porte de estos materiales tan delicados como su
de Prehistoria de Santander, convertido desde prin- llegada y reubicación en la nueva sede debía estar
cipios de 2009 en Museo de Prehistoria y Arqueolo- precedida por todas las medidas que garantizaran
gía de Cantabria y cuyas colecciones, antes de ser su preservación.
instaladas en su futura nueva sede, han sido trasla-
dadas desde el Palacio de Puerto Chico, en el que Otros museos españoles, de titularidad municipal o
estaban ubicadas desde 1941, hasta el Mercado del privados, no son tan poco una excepción en lo que a
Este. Se trata de una colección compuesta por 1.200 traslados se refiere. Así, está previsto que el Museo
fondos museográficos y 18.000 bibliográficos, cuyo Quiñones de León traslade su millar de fondos de
movimiento se calculó tendría lugar en 45 días. pintura antes de 2010 a un edificio del casco históri-
co de la ciudad de Vigo. O que el museo arqueoló-
El Museo Nacional de Arqueología Subacuática de gico dedicado a la ciudad de Pollentia, instalado
Cartagena es también un ejemplo muy reciente de hasta la fecha en el antiguo hospitalet del pueblo de
traslado íntegro. En otoño de 2008 el museo no sólo Alcudia, en Menorca, sea igualmente reinstalado en
cambió de sede sino que se presentó a la opinión un edificio conectado con las excavaciones arqueo-
pública con un nuevo plan museológico más centra- lógicas de la antigua ciudad romana. Y así, un largo
do en la investigación y la difusión del patrimonio etcétera.
subacuático y con una museografía moderna, im-
pactante y que se adaptaba perfectamente a la El traslado del Museo del Ejército
sugestión que rodea al medio subacuático. Sus co-
lecciones, junto con las de la biblioteca y archivo, Llegados a este punto conviene ofrecer un breve
fueron trasladadas de forma discontinua a lo largo resumen de lo que ha significado el traslado del
de unos tres meses, procediendo los envíos de la an- Museo del Ejército, si bien el tema se ha tratado
tigua sede del museo en el Dique de Navidad y de con exhaustividad en algunas publicaciones que
unos almacenes de la Autoridad Portuaria de Carta- abajo se citan. El museo empezó a mover sus fon-
gena. El nuevo edificio era obra de Guillermo Váz- dos en abril de 2008 en dirección a un edificio co-
quez Consuegra. Situado en el Muelle Alfonso XII, nocido y en el que ya existía, abierta al público,
fue entregado en enero de 2008. Si se tuviera que una colección de historia militar: la Sección Dele-
caracterizar este traslado no destacaríamos en él el gada del propio Museo del Ejército en Toledo. Iba
número global de fondos —unos 700, a los que se a una ciudad próxima a Madrid y, sin embargo, la
añadía un número indefinido procedente de excava- lejanía era grande en muchos aspectos, ya que la
ciones arqueológicas aún sin estudiar—, sino la ne- manera de entender la exposición y el tratamiento
cesidad de programar su reubicación tanto en los es- de sus fondos debía de cambiar radicalmente.
pacios de la colección permanente como en los dos Esto suponía, por definición, la necesidad de ela-
almacenes previstos dentro del nuevo museo. Un borar un nuevo y radicalmente distinto discurso
tercer factor a tener en cuenta a lo largo de todo el museológico. Además, como en todos los proyec-
proceso del traslado fue el de la extrema fragilidad tos de índole cultural, existían en el traslado impli-
de los fondos de naturaleza orgánica que requirie- caciones económicas, sociales, políticas y territo-
ron la correspondiente restauración y consolidación riales y no sólo estrictamente técnicas. En fin, en
previa al movimiento. Ha de tenerse en cuenta que su caso estaban presentes todos los factores a los
90 I Revista de Museología # 47
que hemos hecho antes referencia, susceptibles Se trataba de la llamada Sección Delegada del Museo Vista aérea del Museo
de darse en la casuística de traslados de museos. del Ejército en el Alcázar de Toledo, creada en 1979. del Ejército. Toledo.
Los precedentes más remotos del actual Museo del Aunque es incuestionable que a la hora del trasla-
Ejército son bien conocidos: se encuentran en el Real do fue decisiva la necesidad de incorporar su anti-
Museo Militar, creado en 1803, durante el reinado de gua sede del Palacio del Buen Retiro a la amplia-
Carlos IV, por Manuel Godoy. Desde su emplaza- ción del Museo Nacional del Prado, era también
miento original en el Palacio de Monteleón fue tras- una necesidad insoslayable corregir las grandes
ladado en 1816, a causa del estado ruinoso del edifi- carencias que la sede tradicional del Museo del
cio tras la Guerra de la Independencia, al Palacio de Ejército contemplaba para conservar y exponer
Buenavista y, en 1841, al Palacio del Buen Retiro. Fue unas colecciones de su categoría. En cuanto a la
esta última una decisión del General Espartero, re- idoneidad del edificio escogido para nueva sede,
gente durante la minoría de edad de la Reina Isabel II. se resume en su consideración de edificio emble-
Desde entonces hasta nuestros días, el museo, lla- mático en la Historia de España, que ya recibía un
mado “del Ejército” desde 1940, se intentó trasladar importante número de visitantes, pero también en
en dos ocasiones anteriores al Alcázar de Toledo, la la inexistencia de una alternativa adecuada y via-
primera en 1929, la segunda en 1969. Sin embargo, ble en Madrid. A estas razones de carácter prácti-
el Alcázar ya funcionaba parcialmente como museo, co se ha sumado la tendencia, mantenida por los
albergando sus nueve salas cerca de siete mil fondos. sucesivos Gobiernos, de reforzar la presencia de
5 En el proyecto intervinieron Excavaciones en el solar del futuro Museo del Ejército, Toledo (Foto: José de la Dehesa).
numerosas empresas. La
dirección y ejecución de las
obras del nuevo edificio, museos Nacionales en distintas Comunidades Au- Acuerdo, su íntegra financiación y contratación5. A
que corrió a cargo de la UTE tónomas. partir de ese mismo año de 2002 la coordinación de
constituida por D. Francisco
Fernández-Longoria, D. todos los esfuerzos se dejó en manos de un Comi-
Dionisio Hernández Gil y el Pero la trascendencia del proyecto es también gran- sionado-Jefe6.
equipo de diseño “Macua de desde un punto de vista estrictamente museísti-
García Ramos”. En cuanto a
co: en el Alcázar de Toledo se ha pretendido hacer un De forma paralela a la puesta en marcha de la nueva
la redacción del diseño y
dirección de la ejecución de Museo del siglo XXI que no sólo atesorase coleccio- sede, entre el año 1998 y 2005 se llevaba a cabo en
la Museografía, ha estado en nes y recuerdos de personajes ilustres, sino, sobre Madrid el Plan de Conservación Preventiva Integral
manos de La UTE constituida todo, que explique la Historia Militar de España. de los fondos del Museo del Ejército, una ambiciosa
por D. Ignacio Vicens,
D. Manuel Estrada de Diseño
puesta al día de las colecciones, a nivel documental,
Gráfico, S.L., e Ingeniería Tomada la decisión en 1996 por parte del propio Pre- de conservación y restauración, para su traslado a
Cultural, S.A. La ejecución sidente de Gobierno, en 1997 se firmó el Acuerdo en- Toledo. Sin embargo, el primer movimiento de colec-
de la Museografía se debe tre el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Edu- ciones se tuvo que realizar en sentido inverso al de-
a Empresa General de
Producciones y Diseño, S.A.,
cación y Cultura sobre el traslado y financiación del finitivo: se trataba de desplazar los 7.000 fondos del
(GPD) y la consolidación de Museo del Ejército (en 2003 se amplió con un Acuer- Alcázar (la conocida como “operación desalojo”) en-
los restos arqueológicos do Complementario) y en 1999 ya se pudo presentar tre 2002 y 2003, a un almacén intermedio de la Es-
ha sido obra de Empresa en el Alcázar el Anteproyecto del nuevo museo. A cuela Politécnica del Ejército en Madrid y a la Acade-
Conservación del Patrimonio
Artístico (CPA). La empresa partir de 2002 se comenzó a trabajar en la participa- mia de Infantería en Toledo. En 2002 se cerraron las
encargada del transporte ción concreta de cada uno de los dos Ministerios y salas del Alcázar a la visita pública y en 2005 le llegó
ha sido SIT Transportes en la delimitación de las cantidades a aportar por el turno a la colección permanente del Museo del
Internacionales. cada uno. Así, la obra de rehabilitación del edificio Ejército en Madrid, si bien en éste siguió funcionando
6 Orden Ministerial 124/2002,
de 7 de junio, por la que se histórico se efectuó a través del Servicio Militar de su sala de exposiciones temporales hasta 2007. El
crea la figura del Comisionado Construcciones, Organismo Autónomo del Ministe- movimiento de fondos para la Exposición Permanen-
Jefe del Programa Nuevo rio de Defensa. Por su parte, la construcción del nue- te se inició el día 1 de septiembre de 2007 y finalizó
Museo del Ejército. Este papel vo edificio, ubicado bajo la Plaza de Armas del Alcá- el 30 de junio de 2009.
ha sido desempeñado hasta
la fecha por los GD J. Faura zar, ha sido supervisada y aprobada por la Gerencia
Martín, Zorzo Ferrer y L. J. de Infraestructuras y Equipamientos de Educación y Por su envergadura, el proyecto se desarrolló en tres
Sánchez Noailles. Cultura, Departamento al que competía, según el fases: la obra nueva o Fase I supuso un total de
92 I Revista de Museología # 47
14.995 m2 construidos (10.450 útiles, comprendien- En efecto, la remoción de los 50.000 m3 en el solar
do salas de exposiciones temporales, almacenes, ta- hoy ocupado por el nuevo edificio puso al descubier-
lleres, oficinas y otros espacios). Por su parte, la to dos murallas musulmanas omeyas del siglo VIII y
obra de rehabilitación del Alcázar o Fase II totaliza siglo XI; un conjunto de estructuras aterrazadas con-
19.250 m2 construidos, con 14.000 útiles. Una ter- figurando un jardín y mirador islámico del siglo X; es-
cera Fase se ha centrado en la Rehabilitación de la tructuras con suelo hidráulico de posible origen
Plaza del Ángel y los Jardines Renacentistas. romano y numerosos silos en roca con materiales
tardorromanos e islámicos. Gran parte de ellos for-
En el solar destinado al nuevo edificio, las catas re- man hoy parte de la visita al museo, haciendo de
alizadas en 1998 y la posterior excavación arqueoló- puente entre el nuevo y el viejo edificio.
gica de 1999 pusieron al descubierto significativos
restos históricos a los que más adelante se añadi- Por lo que respecta a las obras en el Alcázar, éstas
rían los aparecidos en la Parata Norte del Alcázar de fueron asumidas por el Ministerio de Defensa en
los Austrias. Estos indicios, testimonio de la historia 2001. Las obras dieron comienzo oficial en 2002 y
militar de Toledo durante los siglos VII al XIV fueron finalizaron en 2005. Con todo, aún quedaban mu-
incorporarlos al discurso del museo, previa consoli- chos puntos por tratar, como el de la necesaria ur-
dación y puesta en valor. Ello supuso, necesaria- banización externa del Alcázar y la adecuación de
mente, la revisión de la práctica totalidad del Ante- accesos al nuevo edificio, que se acordó con el
proyecto de la Fase I. Así, los proyectos de las Fases Ayuntamiento de Toledo en 2007; la iluminación y
I y II fueron aprobados definitivamente en 2000 y seguridad; la rehabilitación del Monumento al Án-
la ejecución de las obras del nuevo edificio se inició gel del Alcázar y de los jardines renacentistas; o la
en 2003, finalizando en 2007 y siendo entregado en reparación de las cubiertas del Alcázar, realizadas
2008. entre 2008 y 2009.
Museos I 93
LA INEXISTENCIA DE PROTOTIPOS EN EL MUNDO DE LOS MUSEOS HACE NECESARIO AFRONTAR INDIVIDUAL Y PARTICULARMENTE CADA
PROBLEMA A RESOLVER, EN ESTE CASO EL DE LOS TRASLADOS, HACIENDO MUY DIFÍCIL ESTABLECER LEYES GENERALES SOBRE EL MODO
ADECUADO DE LLEVARLOS A CABO. AHORA BIEN, EN LO CONCERNIENTE A TRASLADOS, EL CASO DEL MUSEO DEL EJÉRCITO SIN DUDA SERÁ
DE GRAN UTILIDAD FUTURA, PUES REÚNE PRÁCTICAMENTE TODAS LAS POSIBILIDADES, TODOS LOS INGREDIENTES QUE PUEDEN
PLANTEARSE EN LA TEORÍA Y EN LA PRÁCTICA DEL TRASLADO DE MUSEOS.
94 I Revista de Museología # 47
NO SUELE SER COMÚN LA REUNIÓN EN UNA MISMA COLECCIÓN DE OBJETOS TAN PROBLEMÁTICOS A LA HORA DE UN TRASLADO COMO
LOS TEXTILES O LAS MAQUETAS Y DE GRANDES PIEZAS DE ARMAMENTO PESADO, INCLUSO VEHÍCULOS. DE NUEVO HAY QUE CITAR, POR
SU VARIEDAD DE TIPOS, EL CASO DEL MUCEM DE MARSELLA COMO PARALELO MÁS PRÓXIMO, AUNQUE AÚN SIN INAUGURAR A LA HORA
DE REDACTAR ESTAS LÍNEAS, AL MUSEO DEL EJÉRCITO. EL MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL, POR SU PARTE, NOS PUEDE PROPORCIONAR
UN MAGNÍFICO EJEMPLO DEL MODO CORRECTO DE PLANIFICAR Y RESOLVER EL TRASLADO DE PIEZAS DE GRAN VOLUMEN Y PESO.
Por ello es de mayor utilidad destacar, más que el en todos los museos, que incluso se sirven de coyun-
número de fondos, el reto que supone la variedad ti- turas tales como la de la solicitud de préstamos para
pológica de las colecciones, que en este caso sólo es Exposiciones Temporales como medio y a veces úni-
asimilable con la que se produciría si se fusionaran co recurso para llevarlas a cabo. En otros, como vi-
los fondos de un museo histórico-arqueológico, otro mos en el caso del Museo Nacional de Arqueología
científico-técnico y otro de artes decorativas, y esto Subacuática de Cartagena, son de todo punto insos-
tanto por la cantidad de objetos como por la varie- layables. El Museo del Ejército ha conocido cada una
dad y fragilidad de los materiales y por las dimensio- de estas situaciones, habiéndose iniciado un ambi-
nes y peso de las piezas. Los fondos del Museo del cioso plan de restauración de textiles y otros materia-
Ejército presentan una gran variedad tipológica les orgánicos a partir de 2000. El tratamiento de las
que se refleja claramente en sus actuales seccio- colecciones más sensibles, como las de textiles, in-
nes: Armas, Bellas Artes, Epigrafía, Numismática y dumentaria y vexilología, se inició con mucha ante-
Filatelia, Enseñas, Equipo, Indumentaria, Insignias, rioridad a cualquier movimiento de piezas. Sólo ate-
Instrumentos, Manuscritos, Maquetas, Material Ferro- niéndonos a este aspecto, deberíamos valorar como
viario, Miniaturas, Modelos, Municiones, Arqueo- altamente beneficiosa, sin tener en cuenta cualquier
logía, Etnología, Patrimonio Industrial, Recuerdos, otro tipo de consideración, la decisión del traslado.
Varios y Vehículos. Cada una de estas secciones
requirió un tratamiento distinto a efectos del trasla- Por su parte, en este recorrido por la casuística de
do, reflejado en los documentos técnicos elaborados traslados recientes de museos, el Museo de la Acró-
con motivo de su contratación y en toda la estrategia polis nos ha servido de ejemplo de implantación de
que supuso el movimiento de las piezas. un edificio de nueva planta sobre una sensible zona
arqueológica que hubo de ser tenida en cuenta e in-
No suele ser común la reunión en una misma colec- corporada al nuevo museo, aún cuando la temática
ción de objetos tan problemáticos a la hora de un no coincidiera estrictamente con aquélla sobre la
traslado como los textiles o las maquetas y de gran- que se fundamentaba el discurso del nuevo proyec-
des piezas de armamento pesado, incluso vehícu- to. Es lo mismo que ocurre con el área arqueológica
los. De nuevo hay que citar, por su variedad de ti- descubierta en el solar sobre el que hoy se asienta el
pos, el caso del MuCEM de Marsella como paralelo Museo del Ejército y que permite conocer cuál fue la
más próximo, aunque aún sin inaugurar a la hora de evolución del lugar sobre el que se construyó el últi-
redactar estas líneas, al Museo del Ejército. El Mu- mo Alcázar. En ambos casos, el proceso de investi-
seo Arqueológico Nacional, por su parte, nos puede gación arqueológica supuso un considerable retraso
proporcionar un magnífico ejemplo del modo co- para el proyecto del museo. En Atenas, de cuatro
rrecto de planificar y resolver el traslado de piezas años. En Toledo algo menor —si no tenemos en
de gran volumen y peso. Tengamos en cuenta que el cuenta los trabajos de consolidación y puesta en va-
número de objetos movidos aquí no es tan significa- lor de los restos—, pues las primeras catas se abrie-
tivo como lo son sus dimensiones: las 3.046 piezas ron en 1998 y los trabajos arqueológicos se dieron
trasladadas fuera de sus muros —del total de por terminados en 2000.
1.360.216 que constituyen hoy las colecciones del
MAN— suponían más del 50% del volumen total de En lo que atañe a desplazamientos de museos com-
las que se encontraban ubicadas en sus almacenes. pletos, el cambio dentro de un mismo entorno
Por su parte, el Museo Nacional de Arqueología urbano y dependiendo de una sola Administración
Subacuática de Cartagena lo ha sido por la comple- (Museo de León, Museo de la Acrópolis, Museo de
jidad de desplazamiento de sus frágiles colecciones Cartagena…) es, como hemos visto, lo más habitual.
orgánicas. Sin embargo, hemos podido comprobar también
que la lejanía física no impide en ningún caso el tras-
La intervención previa sobre las piezas como condi- lado de un museo, como han demostrado el Musée
ción básica para un traslado es una práctica conocida du Quai Branly y el Museo dei Campi Flegrei y como,
Museos I 95
LA INTERVENCIÓN DE DIFERENTES ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Y AGENTES PARTICULARES EN CUALQUIER PROYECTO SUELE SER UN
FACTOR QUE INCIDE DIRECTAMENTE EN LA DILACIÓN DE LOS PLAZOS PREVISTOS EN INICIO. LOS EJEMPLOS CITADOS NOS MUESTRAN, EN
GENERAL, CASOS EN LOS QUE UNA ADMINISTRACIÓN O UN PARTICULAR, TITULAR DEL MUSEO, DECIDE Y PROMUEVE EL TRASLADO, SI BIEN
PUEDE BUSCAR Y NECESITAR EL APOYO Y LA COLABORACIÓN DE OTRAS O SIMPLEMENTE RECABAR LOS PERMISOS PERTINENTES DE ELLAS.
en un futuro, podremos ver a raíz del traslado del conversión en los Museos del Quai Branly de Paris y
Museo Nacional de Etnografía desde Madrid a Te- MuCEM de Marsella. En este sentido, la creación del
ruel. Este es, sin embargo, un factor que obviamen- Museo de Teruel no puede ser considerado más que
te viene a complicar y a retrasar la logística del trans- un proyecto de futuro.
porte. Pero más consecuencias tiene, sin duda, el
hecho de que el traslado no sea directo sino con es- Lógicamente, el proyecto del Museo del Ejército ha
calas intermedias, factor que también se produjo al tenido que cumplir no sólo con todos los reque-
inicio del proceso del traslado del Museo del Ejérci- rimientos y recomendaciones histórico-artísticas y
to. En efecto, en este caso se necesitó un primer va- funcionales y otras normativas tecnológicas de obli-
ciado y almacenamiento temporal de la colección gado cumplimiento, sino que se ampara en la nor-
que se exhibía en su Sección Delegada de Toledo mativa del Ministerio de Cultura sobre los Bienes de
para iniciar los trabajos de rehabilitación en el edifi- Interés Cultural propiedad del Estado, en la normati-
cio histórico. va y los requerimientos del Plan Especial del Casco
Histórico de Toledo (PECHT) y en la Ley de Ordena-
La intervención de diferentes administraciones pú- ción del Territorio y de la Actividad Urbanística de To-
blicas y agentes particulares en cualquier proyecto ledo. Pero, sobre todo, en él como en el Museo de
suele ser un factor que incide directamente en la di- la Acrópolis de Atenas, ha debido tenerse muy en
lación de los plazos previstos en inicio. Los ejemplos cuenta el hecho de su inserción dentro del casco ur-
citados nos muestran, en general, casos en los que bano de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
una administración o un particular, titular del mu-
seo, decide y promueve el traslado, si bien puede En cuanto a los plazos necesarios o en todo caso
buscar y necesitar el apoyo y la colaboración de convenientes para llevar a cabo el traslado de un
otras o simplemente recabar los permisos pertinen- museo, de los ejemplos citados se desprende que,
tes de ellas. En España, el departamento ministerial cuando se trata de desplazar colecciones museísti-
que tiene los medios, la experiencia y los técnicos cas, el tiempo de traslado propiamente dicho puede
para acometer este tipo de proyectos, además de variar en un rango amplísimo, que va desde las dos
ser titular de un buen número de los museos que he- semanas del Museo de Granada a los ocho meses
mos citado (Museo Arqueológico Nacional, Museo del Museo Arqueológico Nacional. Ahora bien, si se
de Bellas Artes de Granada, Museo Nacional del Ro- trata de desplazar toda una institución —con fon-
manticismo, Museo Nacional Colegio de San Gre- dos, personal y servicios— a un nuevo han de pre-
gorio…) es el Ministerio de Cultura. El traslado del verse, o un mínimo de 3 a 5 años para la construc-
Museo del Ejército fue decidido desde la propia Pre- ción de un nuevo edificio, como el diseñado para el
sidencia del Gobierno y provocado por la necesidad MOMA, o bien un plazo similar para la rehabilitación
de ampliación del Museo Nacional del Prado y el in- de uno antiguo. Es evidente que cuando hablamos de
terés por mejorar las condiciones en las que se en- rehabilitación arquitectónica, incluso de edificios
contraba la sede madrileña. Si bien fue propiciado que ya funcionaban como museos, se pueden nece-
en sus inicios por el Ministerio de Cultura, con el sitar meses de trabajo, como en la sede del Colegio
tiempo se ha ido convirtiendo en una apuesta com- San Gregorio de Valladolid, o años, como con el Pa-
pleja que ha requerido la intervención directa de su lacio de los Condes de la Puebla del Maestre, hoy
departamento titular, Defensa y el trabajo coordinado Museo Nacional del Romanticismo. Si el edificio o
de éste con otros departamentos ministeriales, parte de él debe adaptarse a unas funciones que
otras administraciones, como la autonómica y la lo- nunca conoció, la labor de los arquitectos será más
cal, y otros agentes públicos y privados. En este as- compleja y los tiempos se alargarán. En el Museo
pecto concreto de la participación de numerosos ni- Nacional Centro de Arte Reina Sofía, antiguo hospi-
veles de la Administración en un traslado museístico tal dieciochesco que iba a ser demolido antes de su
sólo conocemos, hasta la fecha, un ejemplo similar: adquisición por el Ministerio de Cultura, las obras
el cierre del Musée de l’Homme y el MNATP y su de acondicionamiento se prolongaron desde 1986 a
96 I Revista de Museología # 47
1991, sin tener en cuenta la ampliación de Nouvel, que ostenta la titularidad de un museo trata de lle-
llevada a cabo entre 2001 y 2005. El nuevo MOMA de var a cabo el proyecto de traslado de la manera más
Nueva York costó a sus responsables cuatro años adecuada a sus intereses, por lo que, aunque nos
de trabajos. pueden dar una idea de la envergadura de los pro-
yectos, quizás no tenga demasiado sentido recoger
También deberán emplearse unos meses, si no datos como los siguientes: que el Museo du Quai
años, si el solar resulta de interés arqueológico. Branly costó al Estado Francés 290 millones de dóla-
Este retraso puede acumularse sobre los anteriores res, el Museo Dalí de Florida 35 millones de dólares,
si, visto el interés de los restos, se precisa modificar el Museo de la Acrópolis ha superado los 129 millo-
el proyecto arquitectónico inicial para su acondicio- nes de euros previstos inicialmente y el traslado del
namiento. El Museo del Ejército, en el que concu- MOMA costó, en su día, 858 millones de dólares.
rren todos estos aspectos —desalojo de un museo,
rehabilitación de un edificio antiguo, creación de un El esfuerzo llevado a cabo por la Administración Ge-
edificio de nueva planta, excavaciones arqueológi- neral del Estado a través de los años en relación con
cas y acondicionamiento de los restos, además de el traslado del Museo del Ejército supera el realizado
las necesarias elaboraciones de un nuevo Plan Mu- en otros proyectos nacionales y se aproxima a casos
seológico y un Proyecto Museográfico9—, habrá ne- como el del MuCEM o Museo de la Acrópolis. Este
cesitado para su implantación definitiva en su nue- esfuerzo se puede cifrar hoy, aún cuando el proyec-
va sede un total de 13 años desde que se tomó la to no puede darse todavía por cerrado, en más de
decisión de llevarla a cabo. No nos atrevemos a afir- 102 millones euros, de los cuales casi un 75% ha co-
mar si esto es mucho o poco tiempo. En nuestra opi- rrido a cargo del Ministerio de Cultura y más del 25%
nión, el traslado total de un museo depende de tan- del Ministerio de Defensa10.
tos factores que cuando un proyecto finaliza es tan
atrevido afirmar que su duración ha sido excesiva Para terminar, queremos reiterar la idea expresada
como lo contrario. al inicio de estas líneas: que el traslado del Museo
del Ejército es un traslado más. Nunca servirá de pa-
Por último, los datos relativos a la inversión econó- radigma museológico, pues no habrá otros casos
mica que supone el traslado de un museo son, como iguales, como tampoco habrá un museo igual a él ni
los plazos, de poca utilidad para la comparación. Los en lo que atañe a sus colecciones, ni en trayectoria
datos económicos, cuando están disponibles, no histórica, ni tan siquiera como proyecto de futuro.
siempre contienen las mismas partidas y capítu- Sin embargo, habrá facilitado a todos sus partici-
los, por lo que hay proyectos aparentemente muy pantes y ofrecido a todos los interesados una copio-
“económicos” junto a otros que se engrosan, quizás sa y útil información para el futuro. Este será, sin
para obtener de ello un rédito político. Damos por duda, su mejor legado desde el punto de vista mu-
supuesto que cada administración o el particular seológico.
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ZEVI, F. et al (2008): Museo Archeologico dei Campi Flegrei. Castello di Baia, Electa, Napoli. 9 El Plan Museológico
se inició en el mes de enero
del año 2003 y finalizó en
octubre de 2004. El Proyecto
Museográfico fue presentado
en 2003 y su ejecución se
inició en 2007.
10 A fecha de 20 de octubre
de 2009, el coste exacto del
traslado del MUE ascendía
a 102.837.473 euros.
Museos I 97
Los museos de Islandia
ISABEL M. GARCÍA FERNÁNDEZ
Museos I 99
Museo Nacional de Islandia. El Museo Nacional de Islandia y restos arqueológicos rescatados van a parar al mu-
seo para su conservación y custodia. El museo tam-
El Museo Nacional se fundó el 24 de febrero de 1863, bién lleva a cabo proyectos de investigación arqueo-
aunque al principio se le llamó colección de antigüe- lógica en todo el país, algunos en cooperación con
dades. Para llevar a cabo el proyecto se nombró al otras instituciones como la universidad de Islandia,
bibliotecario Jón Árnason conservador de la colec- distintos museos y el Instituto de Arqueología.
ción islandesa. Pocos meses después fue autorizado
a contratar a otro conservador, a Sigur∂ur Gu∂munds- También lleva a cabo una intensa labor de investiga-
son ‘el pintor’, que fue el primero que promovió la ción sobre sus colecciones y en los campos de la ar-
creación de una colección de antigüedades en Islan- queología, historia del arte, historia, etnología e his-
dia. Islandia formaba parte de Dinamarca y hasta en- toria de la arquitectura8. Asimismo, la política del
tonces muchos objetos islandeses eran custodiados museo enfatiza la importancia de la investigación
en los museos daneses sobre el patrimonio cultural. Ha diseñado una base
de datos llamada Sapur, que no sólo gestiona la in-
En 1911 la institución pasa a denominarse Museo Na- formación de las colecciones —incluida la colección
cional de Islandia. Durante los primeros años sus más grande de documentos gráficos con más de
colecciones permanecieron distribuidas en varios cuatro millones—, sino también de los yacimientos
espacios cedidos en la catedral, el correccional, el arqueológicos y sitios históricos, haciéndola accesi-
parlamento, el banco nacional y finalmente en la bi- ble a todas los museos e instituciones culturales del
blioteca nacional (hoy la Casa de la Cultura), donde país, además del público en general a través de su
estuvo los últimos 40 años hasta que con motivo de web9.
la fundación de la República de Islandia en 1944, el
Parlamento islandés tomó la decisión de construir En cuanto a la educación, la apertura de la remodela-
un edificio para albergar el Museo Nacional como re- ción del museo ha permitido la organización de distin-
galo simbólico a la Nación. Se abrió el museo en tas actividades para los niños y adultos. Además de
1950, sesenta años más tarde, se reformó completa- las visitas guiadas y otros eventos puntuales, el mu-
8 Las colecciones cuentan con
mente para crear un museo totalmente adaptado a seo cuenta con el programa didáctico: Museum boxes
más de 300.000 objetos y la los nuevos estándares de comunicación, investiga- o cajas de museo, que contienen objetos e informa-
plantilla la conforman alrededor ción, conservación y educación. ción sobre la historia y aspectos destacados como la
de 60 personas. producción textil, alimentos y juegos. También cuenta
9 Todos los museos del país utiliza
esta base de datos, lo que hace
El museo centraliza la conservación y gestión del pa- con dos salas didácticas donde los visitantes pueden
más fácil la búsqueda y el trimonio cultural islandés, los programas de investi- experimentar y jugar con réplicas de muchos de los
intercambio de información. gación y los de difusión. Buena parte de los objetos objetos encontrados en la exposición.
Museos I 101
Museo de Árbær o Museo al Aire libre. Víkin- Museo Marítimo
decidió crear un parque público y un museo al aire li- muro que han quedado al descubierto también en los
bre con casas de valor histórico —muchas de ellas trabajos arqueológicos. Los objetos allí encontrados,
deshabitadas—, inaugurándose ese mismo verano. junto a otros que provienen de otras partes de la ciu-
dad, se exhiben para documentar las primeras eta-
Se reconstruyeron los edificios que componían la pas de su historia. Para su interpretación y recrea-
granja y se trasladaron otros; el primero fue la casa ción se utilizan medios multimedia muy variados y
del herrero en 1960 a la que siguieron otras 19 casas, efectivos que proporcionan abundante información
la mayoría procedente del centro de Reikiavik. Con y enriquecen la visita.
estos edificios se ha creado un pueblo con su plaza
y su terreno alrededor para disfrute de los visitantes. Víkin, museo marítimo
Se pueden visitar algunas casas, entre ellas, la anti-
gua granja en la que se ha recreado la forma de vida El museo marítimo abrió sus puertas en 2005 y
rural del siglo XIX y principios del XX. El museo tiene está ubicado en un entorno privilegiado en el
seis departamentos y el número de empleados ha puerto de Reikiavik, en el antiguo edificio de la
pasado de uno cuando se abrió, a catorce en la ac- compañía de pesqueros de arrastre. Su gestión es
tualidad. También el interés del museo ha ido cre- privada y tiene como objetivo dar a conocer la im-
ciendo como demuestra el progresivo aumento del portancia de la pesca como actividad económica
número de visitantes, sobre todo en época estival mostrando sus inicios y su evolución. La pesca,
cuando se pueden ver los animales domésticos y junto a las actividades e industrias asociadas, ha
disfrutar de la vida de la granja en todos sus ma- sido el motor de la economía islandesa durante
tices. décadas; solamente en las dos últimas generacio-
nes la economía se ha diversificado, aunque esta
Reikiavik 871±2 actividad sigue teniendo un peso apreciable. El
Un lugar histórico interesante que destacar es el de- museo cuenta con cinco salas de exposición don-
nominado 871±2 o la exposición del asentamiento de se aprende sobre las tradiciones de la pesca,
más antiguo de Reikiavik, justo en el centro de la ciu- sobre todo la del bacalao, y se cuentan los aspec-
dad. En 2001, en el transcurso de unas excavacio- tos relativos a la vida marítima desde 1900 hasta
nes, se descubrieron los primeros restos de pobla- la actualidad. Hay abundantes recreaciones histó-
ción de la ciudad, una casa que estuvo habitada del ricas que evocan diferentes contextos: el muelle
930 al año 1000 y que documenta las formas de vida de la ciudad y los barcos pesqueros, el ámbito do-
vikingas de los primeros pobladores. No obstante, méstico, la industria conservera… Parte de las ex-
se han encontrado restos más antiguos que datan posiciones se van a renovar y su apertura tendrá
aproximadamente del año 872, son restos de un lugar en el verano de 2010.
Museos I 103
Museo de Arte de Reykjavik. Hafnarhús.
educación, un bibliotecario, un editor y un responsa- lo diseñó el propio artista que le servía de casa y es-
ble de las relaciones públicas y publicaciones; ade- tudio, el arquitecto Mannfre∂ Vilhjálmsson diseñó la
más del personal de administración y servicios. ampliación que unió a la sede original. Hay un jardín
Destaca por su activa política de exposiciones de esculturas que rodea al museo en el que se expo-
temporales, tanto de artistas islandeses como inter- nen de manera permanente casi treinta esculturas
nacionales. del artista. El edificio del Hafnarhús se construyó
En la Galería Nacional también se conserva el legado entre 1932 y 1939 para oficinas y almacenes del
del pintor islandés Ásgrimur Jónsson (1876-1958), puerto y en esa época fue uno de los edificios más
uno de los pioneros del arte en Islandia que vivió de grandes del país. Margrét Har∂ardóttir y Steve Chris-
su profesión. De formación danesa volvió a Islandia ter rehabilitaron la parte del edificio que alberga el
en 1909, es conocido principalmente por sus paisa- museo respetando en lo posible la arquitectura ori-
jes y sus interpretaciones de las historias populares. ginal. Cuenta con seis galerías de exposición, un pa-
Dejó establecido que a su muerte sus obras y su tio y una sala de usos múltiples, además del restau-
casa-estudio pasaran a la nación islandesa. El lega- rante, la biblioteca y el almacén.
do constaba de más de seiscientos óleos y acuare-
las, más de mil dibujos y ciento cincuenta libros de La colección de los tres museos incluye las donacio-
apuntes. En 1960 se abrió un museo dedicado a él nes y legados de los artistas islandeses Jóhannes
en su casa. En 1988 la colección se ubicó en un De- S. Kjarval y Ásmundor Sveinsson, éste último tam-
partamento de la Galería Nacional y ahora su estu- bién donó su casa-estudio donde se ubica actual-
dio se ha cerrado al público. mente el museo dedicado a su figura y su obra. Tam-
bién Erró, artista islandés —aunque reside fuera de
Museo de Arte de Reikiavik este país—, donó en 1989 una importante colección
Es la institución dedicada a las artes visuales más de su obra al museo. Los tres museos exponen de
grande de Islandia. Bajo esta denominación se agru- manera permanente obra de estos tres artistas cada
pan tres museos de propiedad y gestión de la ciudad uno en la sede correspondiente, aunque las obras
de Reikiavik: el Kjarvalsstadir, que contiene la colec- van cambiando mostrando distintos aspectos y ma-
ción del pintor Jóhannes S. Kjarval (1885-1972), el tices del trabajo de estos artistas. Además de estas
11 Erró (1932, -) es en la actualidad Asmundarsafn que custodia las obras del escultor colecciones el museo posee una colección de arte
del artista islandés más Ásmundor Sveinsson (1893-1982) y el Hafnarhús moderno, sobre todo del siglo XIX, obras del depar-
reconocido. Fue uno de los donde se ubican las oficinas administrativas de las tamento de arquitectura y las esculturas al aire libre
primeros artistas islandeses en
participar en performances en los
tres sedes y contiene la colección del artista Erró que están repartidas por toda la ciudad, contabili-
años sesenta y fue el precursor (1932 -)11. Las arquitecturas de las tres sedes son re- zando unas quince mil obras de arte. La mayor par-
del vídeo arte en Islandia. Vive y señables, el Kjarvalsstadir se abrió en 1973, es un te de la colección se puede visitar y consultar en la
trabaja en París, Tailandia y edificio del arquitecto islandés Hannes Kr. Daví∂sson página web del museo.
España. Hasta el 9 de julio de
2010 se puede visitar en el Centro
y el primer edificio en Islandia específicamente dise-
Pompidou una exposición de sus ñado para la exposición de las artes visuales. El As- Los museos son muy activos presentando unas veinte
collages. mundarsafn se inauguró en 1983, el original edificio exposiciones temporales al año en los tres edificios,
Museos I 105
Museo del escultor Einar
Jónsson. con otros objetos relacionados con esta disciplina 1955. A seis de ellos se les ha dedicado su propio
que también custodia. museo que se ubica en la casa donde vivieron14.
El museo ofrece visitas guiadas y cursos a todos los Lamentablemente no podemos extendernos más, en
niveles, tiene su propio estudio que procesa copias el tintero nos queda un gran número de instituciones
para el museo y clientes y también asesora a empre- muy interesantes que nos ratifican en la afirmación de
sas y particulares sobre temas relacionados con la que Islandia es un pequeño gran país con un rico pa-
fotografía. Por otro lado, proporciona a los investiga- trimonio y destacables instituciones museísticas.
dores y profesionales los recursos necesarios para
su trabajo. El museo cuenta con dos pequeñas salas
de exposición y organiza alrededor de diez exposi- Bibliografía
ciones al año, bien en colaboración con otras institu-
ciones, o bien de manera independiente. Posee una MAGNUSSON, T. “Los museos de Islandia”, en El mundo de los mu-
zona de almacén especialmente diseñada para al- seos nórdicos, Museum, ICOM, nº 160 (Vol. XL, nº 4), París,
1988 pp. 177-179.
bergar la exposición permanente y cuenta con un ta- National Museum of Iceland. Making of a Nation. Heritage and
ller de restauración. History in Iceland. A Guide Book, Reikiavik, 2008.
SALMON, M. “Islandia mundo de fuego, tierra de hielo”, El Correo,
Otros museos muy interesantes también en Reikia- Unesco, Vol. V, nº 12, 1952, pp.7-11.
vik dedicados a la figura de un artista son los de los
escultores el Sigujón Olafssón (1908-1982), o el de Direcciones de interés
Einar Jónsson (1874-1954), primer escultor reconoci-
do que tuvo Islandia. Jónsson legó toda su obra a los www.culture.is
Museo Nacional de Islandia: www.natmus.is
islandeses con la condición de que se construyera Galería Nacional de Islandia: www.listasafn.is
un museo en su casa-estudio. Se abrió en 1923 y Museo de las Sagas: www.sagamuseum.is
contiene trescientas obras que documentan sesenta Museo de Árbær o Arbæjarsafn Reikiavik Museum (museo al
años de carrera artística. El museo es muy agradable aire libre): www.arbaejarsafn.is
Museo Reikiavik 871+2: www.reykjavik871.is
de visitar, ya que se ha instalado en el contexto ade- Víkin- Museo Marítimo: www.maritimemuseum.is
cuado para entender su vida y su obra, posee un Centro del Asentamiento: www.landnamssetur.is
jardín de esculturas de acceso libre que es uno de Museo de Arte de Reikiavik: www.artmuseum.is
los lugares más acogedores de la ciudad. Museo de Fotografía de Reikiavik: www.photomuseum.is
Museo Laxness: www.gljufrasteinn.is
Cada uno de sus espacios nos abre nuestra pers- para poder demostrar su estancia —haya sido cor-
pectiva a una dimensión diferente: la del artista y ta o larga— en dicha institución. Compras que po-
su percepción del museo, que nada tiene que ver drían hacerse en cualquier museo del mundo y
con el espacio tradicional de estos centros. Las ha- que solo se diferencian por el nombre de la enti-
bitaciones que presenta tienen todas títulos suge- dad que llevan impreso. Ese aspecto comercial y
3 Cada vez es más frecuente rentes, que nos hacen reflexionar: Draft Room (Ha- consumista que también nos lo recuerdan los bi-
sentirse en una sala de bitación del boceto); Architecture (Arquitectura), lletes con las caras de artistas como Picasso y
exposiciones como si Museum Shop (Tienda del Museo), Game Room otros, y que hablan del mercado del arte y que po-
hubiéramos entrado (Sala de juegos), Summer Collection (Colección de demos ver en esta muestra del museo de Gaba.
en territorio sagrado:
se prohíben los móviles, verano), Museum Restaurant (Restaurante del Mu- Precisamente la tienda del museo recalca esta
se prohíbe hacer fotos, seo), Music Room (Habitación de música), Art and idea del consumo del arte, de su venta y nos hace
se prohíbe apoyarse en las Religion (Arte y Religión), Marriage Room (Salón reflexionar sobre esta presentación de los museos
vitrinas, se prohíbe hablar… de bodas), Library (Biblioteca), Salon (Salón), Hu- tan cercana al merchandising. Su sala de juegos
Deja de ser un acto cultural,
y en cierta medida lúdico, manist Space (Espacio Humanista). nos invita a participar, a inmiscuirnos en los dife-
para convertirse en una rentes juegos que propone, es decir, la antítesis
“dictadura expositiva”. Esto Si pensamos en cada uno de estos títulos descu- del museo y de las salas de exposiciones en don-
no quiere decir que no haya
briremos un fuerte componente comercial —tien- de todo es prohibición3. Aquí se interactua con las
que comportarse
adecuadamente en las salas da del museo, sala de juegos, colección de verano, propuestas de Gaba. Incluso convierte su propia
de exposiciones y museos, restaurante del museo—, componente que está boda en una performance que se integra en el mu-
evidentemente sí, pero creciendo en los museos de forma exponencial y a seo con una sala expresa para este acontecimien-
no deben imponerse tan
ferozmente como se está
la vez consumista, también aumentando conside- to y todo lo que conlleva —recuerdos, reportaje
percibiendo en algunos rablemente entre los visitantes de los museos, fotográfico del casamiento, regalos nupciales,
lugares en la actualidad. que adquieren productos con la marca del museo etc.—.
Conclusiones
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