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1.1.

Bases teóricas
1.1.1. Concepto General de la anemia
Según (Mayo Clinic, 2019) La anemia es una afección
que se caracteriza por la falta de suficientes glóbulos
rojos sanos para transportar un nivel adecuado de
oxígeno a los tejidos del cuerpo. Si tienes anemia, es
probable que te sientas cansado y fatigado.
Hay muchas formas de anemia, cada una con causas
diferentes. La anemia puede ser temporal o
prolongada, y puede variar entre leve y grave. Los
tratamientos para la anemia varían desde la toma de
suplementos hasta la realización de procedimientos
médicos. Es posible que puedas evitar algunos tipos
de anemia si sigues una dieta saludable y variada.

La anemia es la disminución del volumen de los hematíes de la


concentración de hemoglobina por debajo de los valores que existen en
los niños sanos. Funcionalmente la anemia se compensa aumentando el
gasto cardiaco y la extracción de oxigeno por los tejidos y desviando el
flujo sanguíneo hacia los órganos y tejidos vitales.

Se han utilizado diferentes criterios para la definición de anemia en las


últimas décadas, como por ejemplo el número de hematíes o el nivel de
hematocrito. Pero, sin lugar a dudas, el más utilizado se basa en los
valores de hemoglobina. Se consideran como anemia aquellas
situaciones en las que los niveles de hemoglobina en la sangre sean
inferiores a 13g/dl en varones y a 12 g/dl en mujeres
1.1.2. Historia

Según (Solis & Montes, 2019) La anemia es


una entidad nosológica de gran importancia en las
personas mayores. Su prevalencia es alta, y su
incidencia se incrementa con la edad, especialmente
en los mayores de 85 años, segmento de la población
que, recordemos, es el que proporcionalmente más
va a crecer en las próximas décadas. Puede interferir
en el funcionamiento de varios órganos y sistemas,
relacionándose con un aumento de la morbilidad, la
mortalidad y del déficit funcional (1, 2).

Por todos estos factores, la anemia puede ser


considerada como una de las patologías «típicas» en
el paciente geriátrico. Es, además, una enfermedad
potencialmente reversible, por lo que, en la gran
mayoría de los casos, estará justificada la realización
de las pruebas diagnósticas necesarias para filiar su
etiología y tratarse de forma precisa.

La anemia es definida como la disminución de la hemoglobina en los glóbulos


rojos o eritrocitos circulantes en la sangre en relación con un valor establecido
como adecuado por la Organización Mundial de la Salud según edad y sexo. Es
considerada una enfermedad, aunque en algunos casos no es evidente la
presencia de síntomas por lo cual se podría deducir que la anemia es una
enfermedad un tanto silenciosa.

Según (Hernández, 2019) La anemia se define como


una reducción de la concentración de la hemoglobina
o de la masa global de hematíes en la sangre
periférica por debajo de los niveles considerados
normales para una determinada edad, sexo y altura
sobre el nivel del mar. Las anemias no son una
entidad específica, sino una consecuencia de un
proceso patológico subyacente de muy variables
causas y naturaleza. Globalmente, constituyen un
motivo de consulta frecuente en la consulta
pediátrica.

La anemia es también un trastorno en la sangre muy común en Estados Unidos,


es necesario el hierro para producir la hemoglobina, puesto que la mayoría de
las personas que sufren anemia tiene un déficit de hierro.
1.1.3. Clasificación
Si bien es cierto, existen muchos tipos de anemias, cada uno con su
propia causa. Pero se podría clasificar a las anemias en dos, tanto por su
etiología y morfología, cada uno de estos tipos está caracterizado por una
causa similar; que vendría a ser la deficiencia de hierro o de determinadas
vitaminas, muchas veces también la pérdida de sangre o hemorragias del
cuerpo son síntomas probables de un tipo de anemia, en la mayoría de
casos las personas sufren un tipo de anemia por una cuestión hereditaria,
sin embargo la aparición de la anemia también es por el efecto secundario
de un medicamento.
1.1.3.1. Clasificación etiológica
1.1.3.1.1. Anemias hipoproliferativas
Este tipo de anemias son cuadros hipoproliferativos, dado que cursan
con hiperplasia eritroide limitada y con disminución de la EPO y de la
capacidad de respuesta de la medula ósea.
Según (W. Adamson, 2019) las anemias
hipoproliferativas son las anemias más comunes y en
la clínica, y la ferropriva es el tipo más común, seguida
de la anemia por inflamación. Esta anemia guarda
relación en parte con un metabolismo anómalo del
hierro. Las anemias que acompañan la insuficiencia
renal, la inflamación, el cáncer y los estados
hipometabólicos se caracterizan por una respuesta
subóptima de la eritropoyetina a la anemia.
1.1.3.1.2. Anemias hemolíticas
La anemia hemolítica consiste en la destrucción del eritrocito a nivel
intravascular o extravascular. Las anemias hemolíticas intravasculares
pueden ser por anticuerpos propios del individuo contra un antígeno
alógeno (reacción transfusional) o en forma rara un autoanticuerpo
(anemia hemolítica de Landsteiner). Las anemias hemolíticas
extravasculares son por defecto de membrana del eritrocito, por
alteraciones de las cadenas de hemoglobina, por defectos enzimáticos
y también por procesos autoinmunitarios.
Según (Ortiz , Mendez, Garcia, Ramirez , & Gonzalez,
2019) La afección conocida como anemia hemolítica
autoinmunitaria es un trastorno poco común, causado
por autoanticuerpos dirigidos contra hematíes
propios. Se llama anemia hemolítica autoinmunitaria
primaria (50%) en la ausencia de una enfermedad
subyacente o secundaria cuando se relaciona con
síndromes linfoproliferativos (20%), enfermedades
autoinmunitarias (20%), infecciones y tumores.

En las anemias hemolíticas se produce una reducción de la vida media


de los hematíes por destrucción erotrocitaria anormalmente elevada.
La medula ósea intenta compensarla aumentando la producción
eritroide. Además se produce la disminución de la heptoglobina al ser
rápidamente depurada por el sistema mononuclear fagocitico
Según (Gonzales Garcia, 2019) La hemólisis puede ser crónica, de
predominio extravascular, o aguda, de predominio intravascular.
1.1.3.1.3. Anemia por hemorragias
La anemia debida a una hemorragia abundante se produce cuando la
pérdida de glóbulos rojos es superior a su producción. Cuando se
pierde sangre, el cuerpo absorbe agua rápidamente de los tejidos
hacia el torrente sanguíneo con el fin de mantener los vasos llenos.
Como resultado, la sangre se diluye y el hematocrito se reduce. Los
síntomas de la anemia pueden ser graves.
1.1.3.2. Clasificación morfológica
1.1.3.2.1. Anemias microcíticas
La anemia microcíticas son las más frecuentes en la población
pediátrica. Es un término genérico para cualquier de anemia
caracterizada por glóbulos rojos pequeños. Esta anemia por lo general
es frecuente en la población infantil y en las personas de tercera edad.
Según (Sevilla Navarro, 2019) En pediatría, la mayor
parte de las veces la anemia es microcítica (tabla I),
es decir, tiene un volumen corpuscular medio de los
hematíes menor de lo normal. En este tipo de anemia,
con gran frecuencia se alcanza el diagnóstico
simplemente con una buena historia clínica,
exploración física y algún estudio analítico no
excesivamente sofisticado.
1.1.3.2.2. Anemias normociticas
En estas anemias el VCM – el tamaño de los glóbulos rojos – es normal
entre 80 y 100. La anemia hemolítica, aplásica o por inflamación
medular y hemorragia aguda pertenecen a este grupo. La anemia
secundaria por enfermedad crónica puede ser tanto normocítica como
microcítica. La anemia normocítica es una afección de salud que
principalmente está caracterizada por la ausencia de glóbulos rojos en
el organismo, si bien su apariencia y tamaño sean normales, la
cantidad es inferior a la necesaria. Este padecimiento se relaciona
generalmente con enfermedades crónicas renales, de la médula ósea
o hemorragias profusas.
Según (Solis & Montes, 2019) La anemia normocítica
normocrómica crónica es la más frecuente en el
anciano. En algunas series supera el 75% del total, y
en un porcentaje relativamente importante de casos
no es posible diagnosticarla etiológicamente con
seguridad. Se trata, normalmente, de situaciones en
las que no hay un déficit de productos necesarios para
la producción de hematíes, aunque a veces coexiste
con los mismos.

Las dos causas más importantes de este tipo de anemias son los
trastornos crónicos y la anemia por insuficiencia renal. El problema de
la insuficiencia renal se altera con el envejecimiento. La causa de esta
problemática es la disminución en la producción de eritropoyetina.
Aunque también se produce un acortamiento de la vida media del
hematíe.

1.1.3.2.3. Anemias macrocíticas


Existen varias causas que provocan macrocitosis, es un término
generalizado que incluye a un grupo de anemias caracterizadas por
eritrocitos
Según (Montes & Gonzales, 2019) La macrocitosis y
las anemias macrocíticas constituyen un problema
asistencial frecuente. Las principales causas de
macrocitosis pueden agruparse en dos grandes
grupos: las anemias megaloblásticas, producidas por
un defecto en la síntesis de ADN, siendo las causas
más frecuentes los déficits adquiridos de vitamina
B12 y/o ácido fólico y algunos fármacos, y las no
megaloblásticas.

Las causas más frecuentes son el consumo de alcohol, la hepatopatía, la


reticulosis y el hipotiroidismo. El tratamiento de las anemias macrocíticas incluye
tres aspectos; el tratamiento etiológico, el tratamiento de soporte que incluye
fundamentalmente las transfusiones, y el tratamiento sustitutivo en caso de que
exista un déficit.

1.1.4. Características
La anemia es una condición que, por lo regular, es signo de otro
padecimiento o de una mala salud. Se diagnostica cuando el cuerpo de
una persona no posee los suficientes glóbulos rojos sanos, o bien
suficiente hemoglobina.
Se reconocen varios tipos de anemias
- Anemia por deficiencia de hierro o anemia ferropenica (es la causa
más común, es un tipo de anemia microcitica).
- Anemia falciforme (se caracteriza por la forma rígida y curva de los
glóbulos rojos que les impide pasar por los vasos sanguíneos mas
estrechos).
- Anemia por deficiencia de vitamina B12 (se desarrolla si existe una
deficiencia de la vitamina B12 en la dieta).
- Anemia por deficiencia de folato (la disminución de la cantidad de
erotricitos se debe a la falta de ácido fólico en la dieta).
- Anemia por enfermedad crónica. (Se produce cuando la persona
padece una enfermedad crónica, como VIH/SIDA, cáncer y colitis
ulcerativa).
- Anemia hemolítica. En este tipo, los glóbulos rojos mueren antes de
cumplir su período de vida habitual (alrededor de 120 días).
- Anemia aplásica. Se padece cuando la médula ósea no produce
suficientes eritrocitos y plaquetas. Es una anemia normocítica.
- Anemia perniciosa. En esta, disminuyen los eritrocitos porque el
cuerpo no absorbe bien la vitamina B12.

Los síntomas que padecen las personas enfermas son; cansancio y


debilidad, piel pálida, somnolencia, mareos, dificultad para concentrarse,
lengua agrietada o enrojecida, latidos del corazón rápidos o irregulares,
dificultad para respirar, dolor de pecho, falta de aire, manos y pies fríos o
entumecidos, falta de aire, dolor de pecho, antojo de alimentos extraños
e irritabilidad.

Existen tres causas principales por los cuales se empieza a formar esta
enfermedad y son la falta de producción de glóbulos rojos, pérdida de
sangre y aumento de la rapidez con la que se destruyen los glóbulos rojos.

Esta enfermedad ataca a la población infantil, en el mundo existen 293


millones de niños menores de 5 años con anemia, que representan
alrededor del 47% de niños en países de medianos y bajos ingresos. Esta
enfermedad seria causada por la deficiencia de hierro, sin embargo, la
anemia también responde a otras cusas.

1.1.5. Incidencia en el ser humano


En el Perú, la anemia es un grave problema de salud pública que afecta
al 35,6% de niños entre 6 y 59 meses de edad (8). La tendencia de la
prevalencia de anemia en este grupo de edad ha sido variable en los
últimos 10 años. Si bien se produjo una reducción de 10,6 puntos
porcentuales entre el año 2005 (46,2%) (9) y el año 2014, cuando se
analiza el periodo 2011–2014 se observa un aumento de 4,9 puntos (10)
(prevalencia de 30,7% el año 2011). En niños menores de 1 año, la
situación es más grave, pues la prevalencia para el año 2014 fue de
60,7% en niños de 6 a 8 meses y de 63,1% en niños entre 9 y 11 meses
(8). Además de los efectos deletéreos de la anemia en la salud, también
se ha documentado su impacto económico en la sociedad peruana, así
Alcázar estimó que para 2010 la anemia costó aproximadamente unos
2777 millones de nuevos soles, un 0,62% del PBI, donde la mayor parte
de este costo fue ocasionado por los efectos en la edad adulta de la
pérdida cognitiva a temprana edad (11).
En un estudio realizado en Lima (12) en el año 2007, se determinó que el
12,7% de niños de 24 a 59 meses tenían anemia; de este total solo el 39%
de los casos era anemia ferropénica. Esto sugiere que una importante
proporción de la anemia tendría otras causas.

Según (Organizacion Mundial de la Salud, 2019) La


anemia afecta en todo el mundo a 1620 millones de
personas (IC95%: 1500 a 1740 millones), lo que
corresponde al 24,8% de la población (IC95%: 22,9%
a 26,7%). La máxima prevalencia se da en los niños
en edad preescolar (47,4%, IC95%: 45,7% a 49,1%),
y la mínima en los varones (12,7%, IC95%: 8,6% a
16,9%). No obstante, el grupo de población que
cuenta con el máximo número de personas afectadas
es el de las mujeres no embarazadas (468,4 millones,
IC95%: 446,2 a 490,6 millones).
Grupo de Prevalencia de la anemia Población afectada
población

El porciento 95% CI Número (en 95% CI


millones)
Niños de edad 47.4 45.7-49.1 293 283-303
preescolar
Niños de edad 25.4 19.9-30.9 305 238-371
escolar
Embarazadas 41.8 39.9-43.8 56 54-59

Mujeres no 30.2 28.7-31.6 468 446-491


embarazadas
Varones 12.7 8.6-16.9 260 175-345

Ancianos 23.9 18.3-29.4 164 126-202

Población total 24.8 22.9-26.7 1620 1500-1740

Alarmante. En el Perú, la anemia sigue siendo un grave problema de salud


pública, pues 4 de cada 10 (44.4%) niños de 6 a 35 meses la padecen,
según los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar
(Endes) realizada durante el primer semestre de 2017, siendo el combate
contra esta afección una de las principales metas pendientes del
Ejecutivo.
Estos resultados muestran algo preocupante: que la cifra de infantes con
este mal no se ha reducido respecto al 2016 (43,6%) y al 2015 (43,5%).
(Ver cuadro)
Cabe indicar que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
cuando la anemia en niños menores de 5 años es superior al 40% en el
promedio nacional, estamos ante un problema de salud pública. En el
Perú, durante los últimos diez años, la proporción de anemia ha sido
mayor al 40%.

La alta prevalencia de anemia entre las niñas y los niños de 6 a 8 meses


de edad (59,2%) podría estar relacionada con las reservas de hierro
formadas durante la gestación y el momento del parto. Asimismo, el bajo
peso al nacer (inferior a 2500 gr), el nacimiento prematuro (antes de las
37 semanas de gestación) y el embarazo adolescente son condiciones de
riesgo que podrían favorecer la prevalencia de anemia en niños menores
de 12 meses de edad. A ello se suma que la tercera parte de las mujeres
embarazadas tienen anemia (29,6%), cifra que se ha mantenido en los
últimos cinco años.

En el Perú existen programas de suplementación preventiva y de


tratamiento con hierro que se brindan a los niños, sin embargo, no hay
cambios sustanciales en la prevalencia de la anemia, lo que refuerza la
hipótesis de un origen diferente a la carencia de hierro en una proporción
importante de casos.
Según (Gobierno del Perú, 2019) Como este problema afecta a todo el
país, las injerencias sectoriales que impliquen intervenciones universales,
como las de los sectores Salud, Educación, Mujer y Poblaciones
Vulnerables y otros, se continuarán desarrollando para alcanzar la meta
nacional.
El gobierno del Perú plantea acabar con la anemia en las personas
afectadas, desarrollando programas de prevención, mediante la ayuda de
sectores de Salud, Educación, y Mujer.
Con estos criterios de priorización se seleccionaron 1226 distritos en las
26 regiones en las que está dividido el país. Las regiones con la mayor
cantidad de distritos son Áncash (122) y Lima Región (101). En el gráfico
7 se presenta el mapa distrital priorizado y el consolidado regional con el
total de distritos priorizados. Es importante mencionar que esta selección
no consideró la presencia actual de los programas sociales del MIDIS,
dado que su atención y reducción depende de varios sectores.
No obstante, la capacidad operativa y la experiencia del MIDIS, con sus
programas sociales JUNTOS y Cuna Más, permitirán llevar a cabo las
intervenciones de forma articulada con los demás sectores desde un
enfoque de gestión territorial en el ámbito local. En ese sentido, de los
1226 distritos priorizados, en los cuales existen 4903 establecimientos de
salud, 598 (48,8%) tienen intervención de
Cuna Más y 954 (77,8%) de JUNTOS; en tanto, 529 (43,1%) distritos
cuentan con ambos programas, lo que permitirá una mayor articulación
territorial para el desarrollo de las estrategias e intervenciones.
1.1.6. Prevenciones
1.1.6.1. Prevención primaria
El objetivo de la prevención primaria de la anemia es identificar a los
grupos de población que tienen más riesgo de padecerla y asegurar su
ingesta adecuada de hierro.
Los colectivos de mayor riesgo son las mujeres en edad fértil (por las
pérdidas menstruales), las embarazadas y los niños menores de 5 años.
1.1.6.1.1. Recomendaciones para la población en general

No está indicada la administración de preparados de hierro con fines


preventivos. Se debe informar específicamente que no hay evidencia del
beneficio del consumo de suplementos de hierro en mujeres en edad fértil.
Se debe fomentar una alimentación variada y equilibrada que garantice
una ingesta de todos los nutrientes esenciales. A las mujeres con dieta
baja en hierro se les recomienda el consumo de alimentos con alto
contenido en hierro.

1.1.6.1.2. Recomendaciones para las mujeres embarazadas

No existe evidencia clara de la eficacia del consumo general de


suplementos de hierro. Las indicaciones individuales a la embarazada,
tanto en el seguimiento del embarazo como en el puerperio, se
desarrollan en el Proceso Embarazo, Parto y Puerperio.

1.1.6.1.3. Recomendaciones para los niños menores de 5 años


- Alimentados exclusivamente con lactancia materna: no necesitan
suplementos de hierro (B).
- Alimentados con leche artificial: uso adecuado de los preparados para
lactantes, enriquecidos con hierro (B).
- No se aconseja el consumo de leche de cabra, vaca o soja antes de los
12 meses de edad.
- A los niños nacidos pretérmino, de bajo peso, se les debe dar un
suplemento de hierro oral en el primer año.
1.1.6.2. . Prevención secundaria
1.1.6.2.1. Recomendaciones para la población en general
No hay evidencia para recomendar o no análisis rutinarios de
detección de ferropenia en sujetos asintomáticos.
1.1.6.2.2. Recomendaciones para colectivos en situaciones de riesgo
.Mujeres en edad fértil, en situaciones de riesgo: menstruaciones
copiosas u otras pérdidas de sangre, baja ingesta de hierro o
diagnóstico previo de anemia.
- Tratamiento: 60-120 mg. Fe/día durante 2-3 meses y correcciones en
la dieta.
- Si a las 4 semanas la paciente no responde al tratamiento, a pesar
de un buen seguimiento, una dieta adecuada y ausencia de
enfermedad aguda, investigar las causas.
Niños menores de 5 años:
- Se aconseja el cribado de anemia en la población infantil de alto
riesgo. No hay evidencia para recomendar o no exámenes periódicos
en los niños con un examen inicial normal.
• Niños pertenecientes a familias en situación de desigualdad
socioeconómica y cultural: realizar controles entre los 9 y 12 meses de
edad, 6 meses después y anualmente hasta los 5 años.

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