Está en la página 1de 7

COMERCIO INTERNACIONAL EN LOS DIFERENTES PAÍSES

POR: PORTAFOLIO DICIEMBRE 06 DE 2019 - 07:27 P.M.

Hace poco más de 20 años, el 30 de noviembre de 1999, tuvo lugar la conocida como
Batalla de Seattle, en la que unas 40.000 personas representaron en su máxima
expresión el movimiento antiglobalización, la cual pretendía torpedear el desarrollo de
la Organización Mundial del Comercio (OMC), que Estados Unidos y muchos otros
países habían creado tan solo cuatro años antes.

(Lea: Colombia, con la necesidad de replantear sus exportaciones)

Ese día en la ciudad del noroeste de Estados Unidos se celebraba la Tercera


Conferencia Ministerial, el máximo órgano de decisión de la organización que, desde
entonces, ha servido como juez y árbitro del comercio internacional. Ahora, de manera
muy distinta al protagonismo que tuvo el gobierno de Bill Clinton para el nacimiento y
promoción de la OMC, la administración de Donald Trump parece resuelta a certificar la
hora de su muerte y cambiar para siempre el sistema tal como lo conocemos.

(Lea: Colombia enfrenta 868 medidas globales que golpean su comercio)

Y es que este organismo está bajo una grave e inminente amenaza. En estos
momentos, todavía no está confirmado que la OMC tendrá el presupuesto que necesita
para desarrollar sus funciones, mientras que el Órgano de Apelación, el principal
estamento en donde se solucionan las disputas comerciales entre los países, está a
cuatro días de quedar totalmente inoperativo.

Esto, a pesar de que durante esta semana se logró un acuerdo parcial para aprobar las
finanzas del organismo. “La OMC aprobó preliminarmente el presupuesto sin la objeción
de Estados Unidos, por lo que parece que el problema puede llegar a resolverse, aunque
no lo sabremos hasta la próxima semana. La cuestión de los nombramientos del Órgano
de Apelación no se resolverá antes del 10 de diciembre, aunque es algo que ya se
esperaba”, explica William Reinsch, asesor sénior del Centro de Estudios Estratégicos
Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).

En concreto, Estados Unidos ha venido bloqueando el nombramiento de nuevos jueces


para esta rama, la cual en estos momentos cuenta con tres miembros, el mínimo para
operar según las normas de la misma OMC. El problema es que uno de ellos dejará el
puesto desde el martes próximo, por lo que quedarán tan solo dos magistrados.

Esto, por supuesto, será un duro golpe para el organismo y su relevancia a escala
mundial. “La función de adjudicación de la OMC tendría una muerte lenta sin un Órgano
de Apelación o un presupuesto, las cuales quedarían muy limitadas, pues las dos
funciones principales restantes que seguirían funcionando son las negociaciones y la
investigación”, apunta Raj Bhala, profesor distinguido de derecho internacional de la
Universidad de Kansas.

No obstante, la crisis del comercio internacional se puede considerar que ya ha


trascendido a la supervivencia o no de la OMC, pues que en estos momentos, sobreviva
o no la organización, la manera de hacer intercambios entre los países, muy
seguramente, no volverá a ser la misma.

“La guerra comercial entre los Estados Unidos y China ya está cambiando el sistema de
comercio internacional tal y como lo conocemos, pues se trata de un pulso de gran
importancia que se está librando al margen de la OMC”, afirma Ángel Saz-Carranza,
director de EsadeGeo-Center for Global Economy and Geopolitics, en Madrid.

De hecho, no solo los expertos señalan este punto de inflexión para los intercambios
mundiales, sino que los mismos actores del interior de la industria son conscientes de
que el tablero de juego en el que van a tener que competir ya es totalmente distinto.
Para Javier Díaz, presidente de Analdex, el gremio de los exportadores en Colombia,
“creo que inevitablemente el sistema de comercio que conocemos no va a sobrevivir,
pues el multilateralismo está herido de muerte.

La reforma de la OMC propuesta por Europa no se ha logrado materializar, en particular


la posibilidad de darle los dientes de los que hoy carece para hacer cumplir las reglas y
los acuerdos a los que han llegado los países”. Además, como agrega el funcionario,
esto supone un mayor golpe para economías pequeñas como la de Colombia.

“Para los países pequeños como el nuestro, un sistema multilateral resulta benéfico en
especial para la resolución de diferencias. El que los conflictos comerciales se puedan
dirimir en derecho y no por la fuerza resulta fundamental”.
Muchos de los expertos, de hecho, se han aventurado al afirmar que el comercio
internacional está volviendo una vez más a la ‘ley de la selva’ o ‘el poder del más fuerte’,
es decir, un nuevo paradigma en el que el que tenga más influencia o capacidad de
presión será capaz de hacer valer sus intereses en detrimento de los países más débiles
del mundo.

Es decir, un sistema claramente debilitado y en el que la incertidumbre va a ser la nueva


normalidad. De acuerdo con Saz-Carranza, “vamos a tener un comercio internacional
más débil, con una única instancia de resolución de disputas (los Grupos Especiales,
como primera instancia), y perderemos un órgano que permitiría matizar y tener en
cuenta si los países estaban acatando las decisiones o no.

Se plantea un escenario de menos certidumbre y más agresivo, en línea con la senda


que ya hemos observado en los últimos años, que nos lleva gradualmente hacia un
sistema de relaciones comerciales internacionales basado en el poder y no tanto en las
instituciones y en las reglas”.

SI HAY OMC, ¿ENTONCES QUÉ?

Sin perder de vista la incertidumbre alrededor de qué pueda pasar finalmente con la
OMC, pues cabe mencionar que aún puede lograrse un acuerdo para mantenerla
operando, hay diversas teorías sobre qué tipo de estructuras pueden empezar a regir a
partir de ahora en el comercio.

Por un lado, para Saz-Carranza, del EsadeGeo, “veremos la creación y el fortalecimiento


de instituciones parciales, alternativas a la OMC, así como una creciente regulación de
los flujos de inversión extranjera. Los nuevos tratados comerciales van a ser distintos a
los que estábamos acostumbrados y tendrán condicionantes distintos. Además, la
gobernanza basada en tarifas se queda obsoleta, y las cuestiones sociolaborales y
medioambientales seguirán cobrando importancia”.

Pero esta no es la única opción, pues también existe la posibilidad de que se alcance
un punto medio. En opinión de Reinsch, “creo que habrá más acuerdos plurilaterales
como el Acuerdo de Contratación Pública, donde los beneficios se otorgan solo a los
países que firman, y no a todos”.
Por su parte, Robert Gulotty, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago,
apunta a otra opción. “La OMC sin un proceso de apelación podría funcionar como el
GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) anterior a la Ronda
de Uruguay. En ese momento, los estados no tenían un ‘derecho a un panel’, en cambio,
cualquier miembro podría bloquear una decisión, incluso si se consideraban violados los
compromisos.

En cierto sentido, esto sería una reversión a ese mundo, ya que cualquier estado que
pierda una decisión podría apelar, y esa apelación quedaría estancada. Eso sí, la
experiencia del GATT fue que la cooperación no era imposible, solo significaba que los
estados tendrían que tomar represalias por su cuenta, fuera del sistema”.

Y también hay quienes se muestran más optimistas en cuanto al funcionamiento y


relevancia futura de la OMC, incluso paralizada. Nelson Wiseman, profesor de Ciencia
Política de la Universidad de Toronto, considera que “la OMC no desaparecerá a pesar
de que su funcionalidad puede ser limitada, pues la mayoría de los países seguirán
cumpliendo con las normas establecidas. Creo que la mayor parte del mundo está
tratando de esperar al fin de la presidencia de Trump para que llegue una administración
normal”.

Asimismo, Bhala, de la Universidad de Kansas, agrega la idea de que la OMC seguirá


existiendo como un foro de negociación. “De igual manera, la función de investigación
persistirá, pero quién necesita la OMC para informes de investigación comercial, cuando
ya existan otras organizaciones”.

Por último, Díaz, presidente del gremio exportador de Colombia, cree que en algún
momento el comercio mundial tendrá una rehabilitación y se volverá a articular un
sistema. “La magnitud de las pérdidas llevará en un futuro a que se intente restablecer
un esquema multilateral”.

MUNDO DE BLOQUES

Si bien la globalización actual apunta a que haya una apertura más completa de los
países y del comercio internacional, que destruya las barreras de cada economía y
priorice el mercado mundial, muchos de los expertos creen que, precisamente, el nuevo
paradigma de los intercambios se va a centrar en una mayor regionalización de las
transacciones y en la construcción de más bloques concretos.
Uno de ellos, incluso, podría estar ligado con la situación actual, protagonizada por la
guerra comercial entre las dos principales potencias mundiales.

“Aunque no estoy seguro de que esto suceda finalmente, podemos entrar en una era en
la que Estados Unidos y China anclan dos grandes bloques comerciales”, asegura
Wiseman, de la Universidad de Toronto, aunque, eso sí, se muestra optimista al decir
que “aunque el comercio internacional se ha desacelerado, no preveo un colapso
completo en el sistema de comercio internacional, incluso si se produce una profunda
recesión. La globalización es irreversible, se puede limitar solo en los bordes”.

Sumado a esto, Julian Ku, profesor de la Universidad de Hofstra y experto en resolución


de disputas, apunta hacia esa construcción de bloques, aunque manteniendo la
apertura.

“Creo que el mundo se verá más regionalizado en el futuro, aunque seguirá siendo un
sistema comercial relativamente global en comparación, por ejemplo, con la mayor parte
del siglo XX. Pero la idea de que un comercio más libre y de globalización es inevitable
ya no es plausible en ninguna parte del mundo en estos días”, resalta.

Y, además, el panorama que espera para los próximos años no es el más optimista.
“Creo que las esperanzas más idealistas de los partidarios del libre comercio se han
desvanecido en los últimos años. Creo que todos debemos estar preparados para un
sistema de comercio internacional mucho más restringido.

Aunque seguirá siendo muy abierto y globalizado, es poco probable que los niveles de
comercio internacional crezcan a nivel mundial. Sin embargo, veremos un mayor
crecimiento de las transacciones regionales, como en Asia, las Américas o África”, dice
Ku, de la Universidad de Hofstra, en Nueva York.

A fin de cuentas, en lo que todos los expertos parecen coincidir es que, realmente, el
sistema actual de comercio internacional ya ha cambiado para siempre, por lo que los
países, como ocurre en el caso de Colombia, tendrán que hacerse a la idea de que
tendrán que competir en un mundo en el que quizá las normas dejen de tener tanta
fuerza y las disputas se solucionen a la fuerza.
Por el momento, el comercio internacional está gravemente golpeado a causa de la
guerra comercial entre Estados Unidos y China, una gran disputa que está haciendo
que el crecimiento de los intercambios sea el menor desde hace años. Del final de esta
situación dependerá que se tome un camino o el otro.

NO ES EL ÚNICO PROBLEMA

Tal como explica el profesor Bhala, la amenaza a la OMC no es el único reto. “La crisis
central que enfrenta el sistema es una pérdida de fe de la mayoría de la población
mundial de que el libre comercio los ayuda, en lugar de simplemente enriquecer a los
privilegiados y, por lo tanto, exacerbar la desigualdad.

En resumen, se percibe que el sistema es plutocrático. A menos que esa perspectiva


cambie a través de una atención significativa a las preocupaciones de justicia social, el
riesgo de proteccionismo y, junto con él, el nacionalismo, empeorarán”.

LA GLOBALIZACIÓN RESISTE
La actualización de 2019 del Índice de Conectividad Global de DHL muestra el estado
del arte de los flujos internacionales con una ligera bajada en 2018, debido a los
menores flujos de capital frente a la estabilidad del comercio, información y personas.
Si bien, según explican sus autores no es un signo de declive de la globalización sino
de su evolución. A pesar de las tensiones geopolíticas, el GCI se ha mostrado fuerte,
pero los responsables de la política deberían ser más prudentes para no perturbar la
conectividad mundial.

El nuevo informe "DHL Global Connectedness Index 2019" que han publicado DHL y la
NYU Stern School of Business muestra que la contracción de los flujos internacionales
de capital provocó una ligera caída de la conectividad mundial en 2018. El Índice Global
de Conectividad DHL mide los acontecimientos en cuatro flujos internacionales de
capital, comercio, información y personas.

os Términos de Comercio Internacional (Incoterms) desde 1919 regulan la compraventa


internacional mediante once términos que conforman el conjunto útil de reglas o usos
comerciales que facilitan el comercio exterior y los intercambios transnacionales;
creados por la Cámara de Comercio Internacional (CCI) por un grupo redactor
conformado por expertos conocedores del comercio exterior y del mundo jurídico, de la
logística y aduanas, procedentes de la UE, Australia, China, EE. UU. y Turquía.
Los términos son revisados cada diez años, por lo que los del 2010 han sido renovados
y entrarán a regir a partir del 1.° de enero de 2020 conforme al texto de la publicación
ICC nº 723 EF. Y tienen el reconocimiento de aplicación tácita que de ellas hace la
Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de compraventa internacional
de mercaderías, o Convención de Viena 1980, suscrito por 89 países, entre ellos
Colombia.

Al disponer en su Artículo 9 que, las partes quedarán obligadas por cualquier uso en
que hayan convenido y práctica que hayan establecido entre ellas, y salvo pacto en
contrario, se considerará que han hecho tácitamente aplicable al contrato o a su
formación un uso del que tenían o debían haber tenido conocimiento y que, en el
comercio internacional, sea ampliamente conocido y regularmente observado por las
partes en contratos del mismo tipo en el tráfico mercantil de que se trate.

Los factores que han influido la tarea de actualización de los Incoterms son las
importantes transformaciones en el mundo del comercio tales como: el poder de China,
el crecimiento del transporte marítimo, los cambios en el comercio internacional por la
manera en que se intercambian los bienes y los servicios en especial por la fuerza del
e-commerce, así como por la necesidad de revaluar algunos términos en desuso.
BIBLIOGRAFÍA

interempresas.net/Logistica/Articulos/260990-La-globalizacion-resiste-a-las-tensiones-
del-comercio-internacional.html

https://www.portafolio.co/opinion/otros-columnistas-1/los-nuevos-terminos-de-
comercio-internacional-coyuntura-juan-rodriguez-munoz-535649

También podría gustarte