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En busca de la Tierra

2.0
23 de noviembre de 2015: La nave espacial Kepler, de la NASA, es una prolífica cazadora de
planetas ubicados fuera de nuestro sistema solar. Desde su lanzamiento, que se llevó a cabo en
el año 2009, Kepler ha confirmado más de 1.000 de estos exoplanetas y ha catalogado miles de
más planetas candidatos. La colección incluye planetas con densidades mayores que la del
hierro y menores que la del poliestireno extruido; planetas más pequeños que Mercurio y más
grandes que Júpiter, planetas con un Sol, dos soles ¡e incluso cuatro soles!
La cantidad y variedad de exoplanetas es emocionante para los investigadores pero, de cierta
manera, la colección deja algo que desear. La gente común, al igual que los científicos, comparte
el deseo de hallar un tipo de mundo en particular (un mundo como la Tierra) que nos hable
como no pueden hacerlo los “Júpiter calientes” y los múltiples sistemas de estrellas.

Anhelamos un mundo cuya existencia nos diga: “No estamos solos”.

Kepler acaba de encontrar al análogo más cercano al sistema Tierra-Sol.

En julio de 2015, la NASA anunció el descubrimiento de Kepler-452b, un exoplaneta algo más


grande que 1½ vez el ancho de la Tierra, el cual orbita una estrella de tipo G2 similar a nuestro
propio Sol. Y es más, la órbita de Kepler-452b está ubicada en la “Zona Ricitos de Oro”
(“Goldilocks Zone”, en idioma inglés) de su sistema estelar, donde la temperatura es justo la
adecuada para que exista agua líquida. También se la conoce como la “zona habitable” porque,
para que exista la vida tal como la conocemos, es necesario que haya agua.
“Podemos pensar en Kepler-452b como un primo más viejo y más grande de la Tierra”, señala
Jon Jenkins, del Centro de Investigaciones Ames (Ames Research Center, en idioma inglés), de
la NASA, quien dirigió el equipo que descubrió a Kepler-452b. “Es alucinante pensar que este
planeta ha pasado 6 mil millones de años en la zona habitable de su estrella; más tiempo que la
Tierra. Esa es una significativa oportunidad para que surja la vida si se dan todos los
componentes y condiciones necesarios para que exista la vida en este planeta”.
Kepler-452b no es el primer exoplaneta que se descubrió en una zona habitable. En efecto,
alrededor de una docena de esos mundos, de este tamaño, han sido descubiertos hasta el
momento; es decir, de 10 a 15 planetas entre la mitad y el doble del diámetro de la Tierra,
según cómo se defina la zona habitable y teniendo en cuenta algunas dudas en los tamaños de
los planetas medidos.

Entre esa docena, Kepler-452b es el que más dispara la imaginación porque es el análogo más
cercano al sistema Tierra-Sol que se ha descubierto hasta la fecha: un planeta apenas un poco
más grande que una vez y media el diámetro de la Tierra orbitando la zona habitable de una
estrella muy parecida a nuestro propio Sol.

En Kepler-452b, un año dura 385 días, apenas unas pocas semanas más que un año en la
Tierra. El planeta está ubicado solo un 5 por ciento más lejos de su estrella madre que lo que la
Tierra está del Sol. Esta distancia extra se encuentra mitigada por luz solar extra. La estrella
madre de Kepler-452b es un 20 por ciento más brillante y tiene un diámetro que es un 10 por
ciento más grande que el Sol. Las similitudes son, por cierto, destacables.

John Grunsfeld, un administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA,


en las oficinas centrales de la entidad, ubicadas en Washington, DC., afirma: “Este emocionante
resultado nos lleva un paso más cerca para hallar una Tierra 2.0”.

Kepler-452b susurra la posibilidad de que no estemos solos. ¿Cuánto tiempo más pasará antes
de que gritemos un nuevo descubrimiento?

Para obtener actualizaciones sobre la caza de planetas, manténgase conectado con


ciencia.nasa.gov.

Créditos y Contactos
Traducción al Español: Angela Atadía de
Borghetti
Autor: Ferris Molina Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: A

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