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23 de noviembre de 2015: La nave espacial Kepler, de la NASA, es una prolífica cazadora de
planetas ubicados fuera de nuestro sistema solar. Desde su lanzamiento, que se llevó a cabo en
el año 2009, Kepler ha confirmado más de 1.000 de estos exoplanetas y ha catalogado miles de
más planetas candidatos. La colección incluye planetas con densidades mayores que la del
hierro y menores que la del poliestireno extruido; planetas más pequeños que Mercurio y más
grandes que Júpiter, planetas con un Sol, dos soles ¡e incluso cuatro soles!
La cantidad y variedad de exoplanetas es emocionante para los investigadores pero, de cierta
manera, la colección deja algo que desear. La gente común, al igual que los científicos, comparte
el deseo de hallar un tipo de mundo en particular (un mundo como la Tierra) que nos hable
como no pueden hacerlo los “Júpiter calientes” y los múltiples sistemas de estrellas.
Entre esa docena, Kepler-452b es el que más dispara la imaginación porque es el análogo más
cercano al sistema Tierra-Sol que se ha descubierto hasta la fecha: un planeta apenas un poco
más grande que una vez y media el diámetro de la Tierra orbitando la zona habitable de una
estrella muy parecida a nuestro propio Sol.
En Kepler-452b, un año dura 385 días, apenas unas pocas semanas más que un año en la
Tierra. El planeta está ubicado solo un 5 por ciento más lejos de su estrella madre que lo que la
Tierra está del Sol. Esta distancia extra se encuentra mitigada por luz solar extra. La estrella
madre de Kepler-452b es un 20 por ciento más brillante y tiene un diámetro que es un 10 por
ciento más grande que el Sol. Las similitudes son, por cierto, destacables.
Kepler-452b susurra la posibilidad de que no estemos solos. ¿Cuánto tiempo más pasará antes
de que gritemos un nuevo descubrimiento?
Créditos y Contactos
Traducción al Español: Angela Atadía de
Borghetti
Autor: Ferris Molina Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: A