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Propuesta para implementar un plan de acción psicosocial

Las acciones deben aportar al bienestar emocional: desde la regulación emocional.


El cáncer es una enfermedad que genera impactos relevantes en el individuo que lo padece,
tales como trastornos físicos, los cuales son propios de los tratamientos médicos que el mismo
cuerpo recibe, implica también cambio emocional que involucra aspectos personales, familiares
y ambientales de la persona. El paciente oncológico suele ser una persona más vulnerable
emocionalmente, pues sus pensamientos se centran en el transcurso, evolución de su enfermedad,
implicaciones del cáncer en su vida, adaptación a su nueva experiencia, tratamientos etc.
“Estados emocionales negativos que afectan el funcionamiento del sistema inmunológico, el
sistema endocrino-metabólico y en general, de todas las funciones fisiológicas (Martín, 2005)
citado por Piqueras Rodríguez, J.A; Martínez González, A.E; Ramos Linares, V; Rivero Burón,
R; García López, L. J; Oblitas Guadalupe, L. A.
Es así como la regulación emocional es un pilar importante en pacientes con cualquier tipo de
cáncer, en un primer momento debe haber un proceso adaptativo en donde la primer pregunta
que se hace el paciente es ¿Por qué a mí?, experimenta sentimientos de miedo, temor,
inseguridad, a medida que el mismo cuerpo va respondiendo a los tratamientos y medicamentos,
las emociones del individuo se van calmando, llegando a tener sensaciones de tranquilidad y
calma, dicho lo anterior, el apoyo familiar y del entorno social más cercano cumplen un papel
fundamental, el afrontamiento positivo hace que el ajuste emocional sea evidente, la empatía y
el acogimiento entre personal médico y paciente, así como el conocimiento verdadero de la
patología padecida, hacen que el individuo sea consciente de lo que su cuerpo va a recibir y los
posibles efectos secundarios que esto puede generar.
Desarrollo de las dimensiones de la inteligencia emocional
Se puede decir que generar a medida que el nivel de optimismo aumenta en el paciente,
instintivamente se va a ver reflejado en el mejoramiento de su salud y bienestar, la calidad de
vida de igual manera influye en la reducción de la tensión psicológica que la misma patología
genera, eliminar la negatividad y pesimismo son vitales, ya que estos se asocian a la presencia de
episodios depresivos durante cualquier tratamiento oncológico, tal y como lo expresa en este
sentido, algunos autores sostienen que las emociones positivas potencian la salud, mientras que
las emociones negativas tienden a disminuirla (Fernández-Abascal y Palmero, 1999) citado por
Piqueras Rodríguez, J.A; Martínez González, A.E; Ramos Linares, V; Rivero Burón, R; García
López, L. J; Oblitas Guadalupe, L. A.
“La habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad para
acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para comprender
emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para regular las emociones promoviendo
un crecimiento emocional e intelectual” (Mayer & salovey, 1997) citado por Fernández berrocal,
P, & extremera pacheco, N (2005),es decir que el desarrollo de las dimensiones de la inteligencia
emocional es la capacidad que se tiene para poder controlar las emociones, expresarlas de una
forma asertiva, controlar impulsos y poder así regular el estado de ánimo.
Pautas para estimular las funciones cerebrales superiores.

Si bien es cierto que el cáncer es una enfermedad en donde gran parte del cuerpo sufre
cambios y deterioro ya sea por la misma patología o por el tratamiento al que sea expuesto el
paciente, dependiendo del procedimiento puede ser más perjudicial en unos lugares que en
otros dependiendo de su exposición o área donde se recibe este.
Hablando de tratamientos con radioterapia o quimioterapia y dependiendo de las dosis que
sean aplicadas, puede haber afectaciones en la memoria, percepción, en algunos casos del
lenguaje, según señala Basuela, Herreras (2007) citado por Binotti P, Spina D, et al/ (2009) “El
funcionamiento ejecutivo incluye habilidades vinculadas a la planificación, flexibilidad,
monitorización, inhibición, autorregulación, fluencia verbal y habilidades visuespaciales”, es
decir que las funciones cerebrales son importantes para asegurar el buen funcionamiento del
cerebro y generar en el individuo calidad de vida a través de su intervención para atenuar o
disminuir su deterioro, es así como su estimulación podría hacerse por medio de ejercicios
cognitivos, que se manejan con estrategias que mejoran la eficacia de estas funciones, algunos
de ellos pueden ser en la visualización de objetos en determinado orden y mencionarlos o
escribirlos en ese mismo orden, realización de lecturas y comprensión de la misma, escribir
palabras y organizar oraciones gramaticales, en fin, hay muchas formas de estimular las
funciones cerebrales.

Pautas para el afrontamiento de la enfermedad

El cáncer se puede intervenir de “diferentes formas de intervención psicológica, que pueden


clasificarse de la siguiente manera: intervenciones educativo-informativas, intervenciones
conductuales, intervenciones psicoterapéuticas…” Piqueras Rodríguez, J.A; Martínez
González, A.E; Ramos Linares, V; Rivero Burón, R; García López, L. J; Oblitas Guadalupe, L.
A., dicho de otra forma cada una ellas ayuda a la reducción de la ansiedad que genera la
primera etapa de esta patología, reducción del estrés y control de los efectos secundarios que
causa su tratamiento, acompañamiento constante, apoyo emocional.

Estrategias para favorecer el bienestar

Meditación, relajación, técnicas de respiración, “ existe un creciente interés en la actualidad


por implementar técnicas y programas de meditación en relación a enfermedades crónicas
y factores psicofisiológicos. Como principales enfermedades se han estudiado los efectos
respecto al cáncer”. (Carlson y Garland, 2005; Tacón, 2004) citado por Gutiérrez, Sánchez G
(2011), siendo lo anterior prácticas que pueden ser usadas para el mejoramiento de funciones,
disminución de angustia que genera el padecer una enfermedad crónica como lo es el cáncer,
tal y como es expresado “Ahora bien, efectos psicosociales beneficiosos de las técnicas y
programas de meditación y mindfullness se han evaluado en particular en el estado de ánimo,
indicadores de calidad de vida (QOL en sus siglas en inglés) y bienestar psicológico…”
(Brown y Ryan, 2003; Ahmadi, 2010) citado por Gutiérrez, Sánchez G (2011)

Compartir con la persona entrevistada este plan y devolver el análisis realizado en el “Paso 3-
Vulnerabilidad de individuos y comunidades desde la neurociencia social”, como aporte del
estudiante al Bienestar del participante: incluir una foto de este ejercicio final de realimentación,
de cada participante en la entrega grupal.

Referencias Bibliográficas

FERNÁNDEZ BERROCAL, Pablo, & EXTREMERA PACHECO, Natalio (2005). La

Inteligencia Emocional y la educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey.

Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19(3), Disponible en:

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=274/27411927005

Gutiérrez, G. S. (2011). Meditación, mindfulness y sus efectos biopsicosociales. Revisión de

literatura. Revista electrónica de psicología Iztacala, 14(2), 26-32.

Paola Binotti; Dianela Spina; María Laura de la Barrera; Danilo Donolo (2009). Revista

Chilena de Neuropsicología, Vol. 4, Nº. 2, 2009, págs. 119-126, Disponible en

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5745529

Piqueras Rodríguez, José Antonio; Martínez González, Agustín Ernesto; Ramos Linares,

Victoriano; Rivero Burón, Raúl; García López, Luis Joaquín; Oblitas Guadalupe, Luis Armando

ANSIEDAD, DEPRESIÓN Y SALUD Suma Psicológica, vol. 15, núm. 1, marzo, 2008, pp. 43-

73Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia. Recuperado de

https://www.redalyc.org/pdf/1342/134212604002.pdf

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