Está en la página 1de 2

Sin hijo, ni árbol, ni libro ¿Quién lo ayuda a ir al cielo?

, por favor
¿Quién puede asegurarle la otra vida?
Silvio Rodríguez
Apiádense del hombre que no tuvo
Ni hijo, ni árbol, ni libro.
¿Quién lo ayuda a ir al cielo?, por favor
¿Quién puede asegurarle la otra vida? Sé quién pasó la vida maldiciendo
Apiádense del hombre que no tuvo Recorriendo en silencio viejas calles
Ni hijo, ni árbol, ni libro. De mujer en mujer como un mendigo
Sin hijo, ni árbol, ni libro
Sé quién pasó la vida maldiciendo Sin hijo, ni árbol, ni libro.
Recorriendo en silencio viejas calles
De mujer en mujer como un mendigo Los hombres sin historia son la historia
Sin hijo, ni árbol, ni libro Grano a grano se forman largas playas
Sin hijo, ni árbol, ni libro. Y luego viene el viento y las revuelve
Borrando las pisadas y los nombres
Los hombres sin historia son la historia Sin hijo, ni árbol, ni libro.
Grano a grano se forman largas playas
Y luego viene el viento y las revuelve Quiero un día saber que un guardaparques
Borrando las pisadas y los nombres Se sentaba cansado en algún banco
Sin hijo, ni árbol, ni libro. Pobre hombre de arena, campesino
Borracho de las sombras de mi calle
Quiero un día saber que un guardaparques Sin hijo, ni árbol, ni libro.
Se sentaba cansado en algún banco
Pobre hombre de arena, campesino Díganlo…
Borracho de las sombras de mi calle
Sin hijo, ni árbol, ni libro.
Díganlo…

EVANGELIO
SEGÚN
SAN MATEO
Sin hijo, ni árbol, ni libro
Silvio Rodríguez En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Tenga cuidado de no
practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los
vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial. vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.

Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como
lo hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los lo hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los
alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa.
Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo
que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre,
que ve lo secreto, te lo recompensará. que ve lo secreto, te lo recompensará.

Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas,
para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su
recompensa. Tú, en cambio, cuando vaya a orar, entra en tu cuarto, recompensa. Tú, en cambio, cuando vaya a orar, entra en tu cuarto,
cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu
Padre, que ve lo secreto, te compensará. Padre, que ve lo secreto, te compensará.

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas
que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que
están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para
que no sepa la gente que estás ayunando, si no tu Padre, que está en lo que no sepa la gente que estás ayunando, si no tu Padre, que está en lo
secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará». secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará»

EVANGELIO
SEGÚN
SAN MATEO
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Tenga cuidado de no

También podría gustarte