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CENTRO DE TRATAMIENTO PSIQUIATRICO PARA JÓVENES

SORDOS CON TRASTORNOS EMOCIONALES

Un estudio sobre los trastornos mentales en la juventud sorda es llevado


a cabo mediante la presentación de datos en una muestra de 58 niños y
adolescentes sordos que eran pacientes de la “Academia Tampa By”, un
centro de tratamiento tanto para niños sordos como oyentes con serios
trastornos psicológicos. Estos 58 pacientes fueron comparados con una
muestra de 168 pacientes oyentes sobre variables claves como la
admisión de síntomas, diagnósticos, el abuso de sustancias,
comportamientos agresivos y violentos, y el abuso sexual. Un hallazgo
sorprendente y significativo fue que todos los niños sordos admitieron
haber sufrido fuertes indicios de abuso sexual a la edad de 12 años o
antes. Un 85% de los niños sordos dieron indicaciones fuertes y
conformadas de abuso sexual. Una lista y breve descripción sobre los
servicios de los centros de cuidado para la juventud sorda en Estados
Unidos y Canadá revisada. Sólo 8 centros fueron encontrados que
facilitaban servicios especializados para jóvenes sordos. De estos 8,
sólo la “Academia Nacional de Sordos” de Mount Dora en Florida,
facilita salud metal exclusiva y cuidado residencial a personas sordas.

Basada en las más recientes encuestas nacionales hay sólo 8


centros residenciales de tratamiento para niños y adolescentes sordos
en Estados Unidos y Canadá (Morton y Christensen, 2000). Sólo uno de
estos centros está especializado en niños sordos. El resto de centros
aceptan tanto a la juventud sorda como no sorda. En algunos casos,
estos centros sólo proporcionan un número limitado de servicios de
interpretación y no tienen otros gastos dedicados a la sordera. En otras
unidades forma parte del personal, un trabajador social o psicólogo con
experiencia y conocimiento de la lengua de signos. En algunos casos un
miembro en la recepción de la residencia está aprendiendo lengua de
signos o tiene un rudimentario conocimiento de ésta.

Esta carencia de servicios está en agudo contraste con lo que los


estudios indican sobre la prevalencia de trastornos emocionales en la
juventud sorda. Un estudio más a fondo con una amplia muestra de
sordos fue realizado por Schlesinger y Meadow (1972). Evaluaron 516
jóvenes sordos en edad escolar y encontraron que 60 (11,6%) estaban
severamente trastornados y necesitaban ayuda psiquiátrica. Esto
superaba cinco veces el ratio para niños oyentes del mismo Estado. En
un estudio más amplio, pero menos profundo, basándose en las
calificaciones de los profesores, Gentile y McCarthy (1973) encontraron
que el 18,9% de los niños sordos tenía problemas emocionales y de
conducta. En un estudio de niños sordos ingleses, Graham y Rutter
(1968) observaron que el 15,4% tenía trastornos psiquiátricos, en
comparación con el 6,6% de los jóvenes oyentes. Estos estudios y otros
varían enormemente en los criterios utilizados para indicar la
psicopatología, las muestras estudiadas, y la metodología.

Existen serias dudas sobre la validez de muchas de las


investigaciones. Sin embargo, existe un acuerdo general en la mayoría
de las investigaciones en que los trastornos emocionales serios están
presentes entre el 8% y el 22% de los niños sordos, en comparación con
el 2% y el 10% de los niños de la población general.

Varias razones son dadas para una mayor permanencia de la


enfermedad mental seria entre los niños sordos. Una es que muchas de
las causas de la sordera también causan daño cerebral. Estas
alteraciones neurológicas en consecuencia ponen a los niños sordos en
riesgo de enfermedad mental. Otra fuente importante son los problemas
de comunicación inherentes a la sordera, que a menudo se ven
agravados por las metodologías educativas inadecuadas. Un tercer
factor seria la gran diferencia entre el número de abusos sexuales
ocurridos en la juventud sorda, en relación con otros niños.

Existe un considerable material que documenta el hecho de que, a


causa de factores culturales y de comunicación, los pacientes sordos
con trastornos mentales requieren servicios altamente especializados
de salud metal. Es imposible determinar a partir de los datos
proporcionados en el estudio de Morton y Christensen (2000), cuántos
de los ocho programas que se indican proporcionan los servicios
especializados que estos niños necesitan. Lo que pudimos determinar,
es que como mucho había uno.

El presente artículo incluye la descripción de un programa de un


Centro de Tratamiento para adolescentes sordos, que fue un esfuerzo
colaborativo entre una Agencia de servicios a sordos (La Institución
Nacional de Salud Mental en Sordera) donde el autor principal ejerce de
director de los servicios psicológicos y de un Centro de tratamiento (La
Academia Tampa Bay).

Características del Diagnóstico y del tratamiento de la muestra de


la población

Los datos para este estudio fueron recogidos durante 1998 y1999. La
investigación compara el estado psicológico de los 58 jóvenes sordos
leales a un centro de atención residencial, a la de 168 jóvenes oyentes
en el mismo programa residencial. Este tipo de datos descriptivo
empírico tiene la intención de contribuir a la creciente cantidad de
información clínica y las opciones de tratamiento disponibles para
responder a las necesidades de salud mental de los jóvenes sordos que
sufren de trastornos psiquiátricos.

Descripciones de un Centro Residencial de Tratamiento

Un centro residencial de tratamiento es un centro especializado que


ofrece un entorno de convivencia las 24 horas, con servicios
terapéuticos psicológicos, educativos, sociales, recreacionales,
psiquiátricos y médicos para jóvenes con trastornos emocionales
severos. Los pacientes ingresados en este tipo de centros requieren una
protección estructural intensa y un tratamiento psicoterapéutico que no
se puede ofrecer a pacientes no internados. El nivel de atención
comparadolo con hospitales psiquiátricos de buena calidad, está
considerado justo por debajo en cuanto a la dedicación y estructura
ofrecida. La descripción de Swartwood de un joven corriente admitido
en una residencia de tratamiento (1990) sugiere claramente la
naturaleza de este tratamiento y las necesidades a las que atiendes.

Un niño con trastorno vive en un mundo el cual no es el mismo en


el que nosotros vivimos. Cuando nosotros estamos tristes, él está
desesperado. Cuando la reacción habitual es la ira, él se pierde en la
rabia incontrolable. Cuando estamos felices y contentos, él está
explosivamente extático. Cuando él teme, no es consciente del peligro o
tiene temores magnificados retirándose por completo en lugar de
enfrentarse a ellos.

Todos los jóvenes sordos y la gran mayoría de los pacientes


oyentes que ingresan en las instalaciones de la residencia de
tratamiento reciben intervención psicológica y psiquiátrica previa.
Normalmente los pacientes sordos que se describen en el presente
estudio habían recibido previamente intervenciones inapropiadas dentro
de un entorno inadecuado que no respondía a su cultura sorda y sus
necesidades lingüísticas. Estas experiencias de tratamiento anteriores
sirvieron para aumentar la frustración en los jóvenes sordos, y que
sientan desconfianza y miedo al llegar a un ambiente totalmente nuevo.
La intensidad de estas emociones, combinado con el historial
previo de un tratamiento inadecuado, es un aspecto importante del perfil
clínico que lleva a los jóvenes sordos a ser admitidos en el centro
residencial de tratamiento descrito en el presente estudio.

La filosofía del tratamiento en los programas de las residencias de


tratamiento efectivo se basa, en la creencia de que el cambio de
personalidad duradero se produce dentro de un entorno que fomenta las
relaciones terapéuticas intensas, en un ambiente donde los individuos
tienen preocupación por los demás. Los miembros del grupo no sólo son
responsables de sus objetivos personales, sino que también son
responsables de promover y fomentar el éxito de los demás. La creencia
en la importancia del medio es lo que distingue las instalaciones de las
residencias de tratamiento de los centros de crisis y los entornos de la
mayoría de los hospitalarios psiquiátricos. En estas instalaciones
residenciales se enfatiza en el poder y la responsabilidad que las
personas jóvenes tienen de influir en sus compañeros tanto positiva,
como negativamente. Se espera que esto comience a afectar los
patrones de la indefensión aprendida, en cuanto a los factores externes
que influyen en un más alto ratio en los asaltos y agresiones en mujeres
adolescentes sordas que en los hombres. Creemos que el mayor ratio de
agresión y asalto observados en pacientes sordos van en concordancia
con la hipótesis sobre la agresión en la frustración que derivan en gran
medida de la no inclusión cultural y de una miríada de problemas de
comunicación que experimentan los jóvenes sordos en sus entornos
domésticos. Aunque estudiamos que hay un ratio general
moderadamente más alto de agresión y asalto en la población sorda,
creemos que hay una menor ratio de agresión y asalto abusivo o
antisocial.

El factor clínico final en nuestra comparación de los pacientes


sordos y oyentes fue la presencia de abuso sexual donde había una
cantidad razonable de documentación fiable disponible. Lo que
encontramos fuera de lo común fueron los altos índices de abuso sexual,
tanto en los jóvenes sordos como en oyentes admitidos en la residencia
de tratamiento. El cien por ciento de los niños sordos habían
experimentado abusos sexuales en base a la información presentada en
su admisión. Los adolescentes sordos tenían un ratio de 85% de los
abusos sexuales como parte de su perfil clínico. Estos resultados son
comparables a los reportados por el Centro de Abuso Sexual Boys Town
Investigación hospital `. Los niños y adolescentes de audición eran
ambos 20 puntos porcentuales por debajo de sus compañeros sordos en
sus tasas de abuso sexual denunciados, unos ratios que todavía están
alarmantemente altos.

Instalaciones residenciales para el cuidado de los niños y adolecentes


sordos con trastornos emocionales disponibles

Para aquellos lectores que busquen una residencia para el cuidado de


jóvenes sordos con trastornos emocionales, el apéndice incluye el
nombre de este tipo de instalaciones publicado en la lista de Servicios
de Salud Mental para Personas Sordas: Un directorio de recursos,
además de una nueva instalación que no aparece en el directorio.
Hemos sido capaces de obtener información de primera mano sobre
esta nueva instalación, la Academia Nacional de Sordos. Para los demás
dependíamos de la información de los Servicios de Salud Mental para
Personas Sordas, que se reproduce en el apéndice con el permiso de los
autores.

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