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ESTRATEGIAS PREVENTIVAS DE LA POLICIA NACIONAL PARA ACCIDENTES DE TRÁNSITO EN

LA CIUDAD DE CHICLAYO EN EL AÑO 2019

SITUACION PROBLEMÁTICA

De acuerdo a CHANG, Margaret (2009) en el Informe de la Organización Mundial de la Salud


(OMS) sobre Seguridad Vial (1), es necesario destacar la importancia del transporte por carretera
o vía, que facilita el movimiento de bienes y personas, acerca el acceso a los empleos, los
mercados económicos, la educación, la recreación y la atención sanitaria; trayendo como
consecuencia el desarrollo a determinada zona; pero también a la par una “carga” para la salud
de las personas cuya incidencia es directa o indirecta a través de los “accidentes de transito”,
ante lo cual se acuñó el termino de carácter epidemiológico “siniestralidad”, que configura la
noción del número de accidentados por causales de tránsito, por población en un área
geográfica dada y en un tiempo determinado.

De acuerdo con la OMS para el año 2004 los accidentes de tránsito ocasionaron gran número de
victimas, equivalente al de las enfermedades transmisibles; indicándose que los “siniestros
viales” (bases o unidades funcionales de la siniestralidad) los mal llamados accidentes de
tránsito (2) han empezado a ocupar un lugar destacado en la agenda pública de muchos países.
El crecimiento del número de víctimas afectadas y, con éste, la sobre dimensión de ciertas
problemáticas relacionadas; muerte, discapacidad, desempleo, perdidas económicas,
saturación del sistema de salud, entre otras; han alertado sobre la necesidad de generar
intervenciones por parte del Estado. Esta problemática global, caracterizada por la Organización
Panamericana de la Salud como una "epidemia silenciosa" genera a nivel mundial más de 1,2
millones de muertes anuales, y 50 millones de lesiones, muchas de ellas irreversibles; afectando
principalmente a los jóvenes y sectores social y económicamente más vulnerados. La expresa
voluntad de intervenir sobre este fenómeno de magnitud ha propiciado un cambio en las
perspectivas de abordaje.

Cuando se habla de la falta de sensibilidad de la sociedad civil (3) ante el problema de la


inseguridad vial, quizá el punto de partida es que raramente se percibe como algo que
potencialmente nos afecte. Es una realidad que se contempla con un cierto distanciamiento (y
es obvia en nuestra Región Lambayeque, al no ser prácticamente tomada en cuenta ni siquiera
por los medios de prensa). No se considera un problema social, sino la suma de cierta cantidad
de problemas individuales. Sin duda, este enfoque es algo que carece de sentido. Como
decíamos, la percepción social de la inseguridad vial es escasa, pero habría que preguntarse
¿qué podemos hacer cada uno para conseguir que tal percepción cambie? Probablemente, lo
primero sea no aceptar esta faceta de la realidad como si fuera toda la realidad, es decir, que si
bien socialmente no se considera un grave problema, son mayoría las personas que actúan
consecuentemente con la idea (tal vez no interiorizada de forma racional) de que la circulación
es un fenómeno peligroso, y con su conducción prudente y responsable contribuyen a la
seguridad vial.

En segundo lugar, hay que tratar de conseguir estos cambios de percepción que estamos
reclamando, para que cualquier medida que afecte al conjunto de la población y que, por tanto,
suponga cualquier forma de sacrificio colectivo sea aceptada de buen grado por esta mayoría
prudente como algo que contribuirá a su propia seguridad. La idea es, pues, introducir entre la
sociedad y no sólo en los poderes públicos el principio de “tolerancia cero” respecto de las
conductas imprudentes, tal como se puede apreciar en el Decreto Supremo No 016 – 2009 –
MTC: Texto Único Ordenado del Reglamento Nacional de Transito – Código de Transito (4), lo
que en cierto modo comporta la exigencia a los poderes públicos que se nos proteja del daño
que pueden causarnos los otros.

En multitud de estudios sociológicos aparece el dato de que la mayoría de los conductores tiene
una alta opinión de sí mismos y muy mala respecto de los demás (pero a diferencia de estos
estudios nosotros verificaremos la tendencia a la siniestralidad a través de un test psicométrico;
de índole cuantitativo y referenciado en conjunto con un cuestionario abierto a los agentes de
tránsito); sin embargo, ello contrasta fuertemente con la tendencia a infravalorar el riesgo
generado por los otros. Ello exige una labor pedagógica que ponga en valor la importancia de
las actuaciones de prevención y concienciación emanadas de la propia sociedad (tal como lo es
nuestro Programa de Educación Vial, que tomara en cuenta los resultados de la presente
investigación para un rediseño de sus perspectivas); sean acciones individuales o por medio de
entidades o asociaciones comprometidas. Es decir, se trata de potenciar el papel de la propia
sociedad como prescriptor de seguridad vial.

Para desarrollar los aspectos más focales de la problemática instalada en nuestra región
referente a la “seguridad vial” y la “siniestralidad” debemos tomar los datos estadísticos
proporcionados por la Unidad Estadística de la II Región Policial de Lambayeque, entre los años
2007 al 2009 en primera instancia por ser los más contemporáneos y por corresponder al
periodo en el que se promulgaron varias normas para la reducción de los accidentes de tránsito,
caso específico el Plan Tolerancia Cero, el Nuevo Código de Tránsito entre otros, indicándose
que en el periodo mencionado se han registrado un total de 1,821 accidentes de tránsito en
Lambayeque, en los cuales fallecieron un total de 281 personas y 2,339 personas resultaron
heridas (en proporción acumulada, es decir se puede apreciar que a pesar de la normatividad
existente aun el índice de siniestralidad es alto). Con el agregado que el accidente de tránsito en
Lambayeque sigue siendo un problema latente, toda vez que se encuentra entre los cinco
departamentos con la mayor incidencia, presentando el 8% de los accidentes registrados en el
país.

A su vez la causa principal de la ocurrencia de los accidentes de tránsito es el macrofactor


humano, con el 91.7% de los casos, un 5.5% se debe a fallas presentadas en los vehículos y solo
el 1.4% a problemas de la vía. De lo anteriormente indicado se desprende que el núcleo del
“accidente” o “siniestro vial” recae sobre el factor humano, el cual queda constituido por el
conductor, el peatón y los pasajeros, al considerarlos como los principales responsables de los
accidentes y especialmente el conductor; es así que el 48.6% se debe a imprudencia del
conductor, el 24.6% a exceso de velocidad, el 9.1% a ebriedad del conductor, el 8.9% a
imprudencia del peatón y sólo el 0.5% a la imprudencia del pasajero (5). A esto debe agregarse,
que si analizamos los accidentes desde el punto de vista de ubicación territorial; del total de
accidentes que se han presentado en el periodo evaluado 2007-2009, el 78.1% (1,422
accidentes) se ha producido en la provincia de Chiclayo, el 19.5% (356 accidentes) en la Provincia
de Lambayeque y sólo el 2.2% (43 accidentes) en la Provincia de Ferreñafe, lo que nos indica que
la situación de los accidentes de tránsito en la provincia de Chiclayo es la más crítica de la Región.
En el respectivo análisis epidemiológico (este indicador de siniestralidad es tratado desde el
punto de vista de las Ciencias de la Salud, disciplina de la Salud Ocupacional como un indicador
de corte epidemiológico – demográfico) el factor humano en el año 2009 se incrementó al 95%,
siendo su “etiología” o causalidad: la imprudencia del conductor el 52.2%, el exceso de
velocidad el 24.6%, la ebriedad del conductor el 7.0%, la imprudencia del peatón el 10.7% y la
imprudencia del pasajero sólo el 0.5%.

Esta situación, nos permite concluir que los accidentes de tránsito representan actualmente un
problema de primer orden en nuestra sociedad regional y que, a pesar de las acciones
emprendidas al respecto, continúa sin llegar a resolverse. Resulta realmente complejo encontrar
los motivos por los cuales no se consigue reducir el número de accidentes, sin embargo, este
hecho puede obedecer a numerosas razones, como a los aspectos intrínsecos a nuestra propia
cultura, insuficientes inversiones, o bien por una inadecuada formación de los profesionales
encargados de la educación vial, entre otras. En cualquier caso, no podemos obviar que los
accidentes de tránsito suponen un importante costo en nuestra región, especialmente en
cuanto al cobro de vidas humanas, pero, además, derivado de los accidentes de tránsito,
también es necesario considerar otro tipo de costos tales como los costos sociales y los costos
económicos. Es en esta medida que nuestra tesis se halla encaminada, a promover estrategias
preventivas de la policía nacional para accidentes de tránsito en la ciudad de Chiclayo en el año
2019, para lo cual siendo una propuesta debe de nutrirse de los resultados de un proceso de
investigación que proveerá de los insumos al ser demostrada la acción directa, física y tangible
de los efectos benéficos que trae consigo la Prevención y Control de la seguridad vial.

PROBLEMA CIENTIFICO

¿Serán efectivas las estrategias preventivas de la policía nacional para accidentes de tránsito en
la ciudad de Chiclayo en el año 2019?

OBJETIVO GENERAL

Determinar la efectividad de las estrategias preventivas de la policía nacional para accidentes


de tránsito en la ciudad de Chiclayo en el año 2019

OBJETIVOS ESPECIFICOS

1. Identificar las estrategias que emplea la policía nacional para prevenir los accidentes de
tránsito en la ciudad de Chiclayo en el año 2019
2. Conocer la frecuencia y causas de los accidentes de tránsito en la ciudad de Chiclayo en
el año 2019
3. Calcular el grado de efectividad de las estrategias preventivas de la policía nacional para
accidentes de tránsito en la ciudad de Chiclayo en el año 2019

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