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…La gente no sabe nada de las metáforas. Es una palabra que se vende bien, porque tiene buena
presencia. «Metáfora»: cualquier analfabeto puede darse cuenta de que viene del griego. Algo
alocadas, esas etimologías de pacotilla; pura pacotilla, la verdad: cuando uno conoce la
espantosa polisemia de la preposición meta y las neutralidades factótum del verbo phero,
deberíamos, si actuamos de buena fe, concluir que la palabra «metáfora» significa cualquier
cosa...
Amélie Nothomb, Higiene del asesino.
1. Introducción
Como se sabe, el concepto de metáfora, sobre todo a partir del modelo cognitivo
elaborado por Lakoff y Johnson (1980), ha rebasado los estrechos límites que correspondían
al tropo tradicional para irrumpir tanto en el lenguaje común u ordinario como en las demás
variedades especializadas de la lengua. Desde esta perspectiva, por la que ya no se considera a
la metáfora como mera figura retórica sino como un mecanismo cognitivo que impregna el
pensamiento y la lengua, su estudio puede ayudarnos no sólo a entender la propia naturaleza
de ésta, sino incluso los procesos complejos que operan en el trasvase que se da en la
traducción. Y el lenguaje específico de la economía, al igual que el de otras disciplinas o
profesiones, no se sustrae a estas posibilidades que abre la semántica cognitiva. En efecto, una
mayor comprensión de esos esquemas abstractos o metáforas conceptuales en torno a los que
se agrupan las expresiones metafóricas de mayor recurrencia en los textos específicos de la
actividad económico-financiera, al facilitar la comprensión de fenómenos a menudo
complejos, no sólo posibilita la inteligibilidad de la conceptualización sino también la
adquisición de esa terminología especializada y su traducción a otra lengua.
En esta misma línea, si partimos del hecho de que la expresión metafórica no es sino la
concreción lingüística de ese esquema abstracto y general denominado metáfora conceptual,
resultará mucho más fácil analizar y valorar el léxico metafórico concreto, y en ocasiones
complejo, con que tan a menudo se topa el traductor. Pues al conocer mejor ese mecanismo
cognitivo que hace que desde un dominio origen se proyecten conceptos a un dominio meta,
que es el que se concibe de forma metafórica, resultará mucho más fácil captar el sentido
auténtico, por no hablar de la función, de esas metáforas así como su cohesión y coherencia
en el texto en que aparecen. De este modo, el traductor podrá profundizar hasta niveles hasta
hoy insospechados en la naturaleza del conjunto metafórico sobre el que se articula el texto de
partida, lo que le será de gran utilidad a la hora de trasladarlo a la otra lengua. En ese sentido,
cualquier reflexión sobre las coincidencias o divergencias entre el tesoro metafórico de dos
lenguas no puede sino redundar en beneficio de la calidad de la traducción.
En las páginas que siguen, se parte de un reducido corpus de expresiones metafóricas
del alemán económico-empresarial y de sus formas españolas equivalentes1. Las muestras
proceden fundamentalmente de varias revistas de divulgación del mundo de las finanzas y la
empresa. Como se verá a continuación, las metáforas conceptuales aquí expuestas –a pesar de
que no se ha considerado la frecuencia de las expresiones metafóricas- son bastante
representativas de las que se suelen utilizar en general en las disciplinas y actividades
frecuentemente asociadas con el área de la economía. Esto es al menos lo que se colige del
hecho de que aún siendo necesariamente reducida la muestra, las expresiones metafóricas
seleccionadas son realizaciones o concreciones de las metáforas conceptuales más productivas
de esta ciencia, a saber, LOS FENÓMENOS ECONÓMICOS SON FENÓMENOS
METEOROLÓGICOS, LA ECONOMÍA ES LA NATURALEZA, LA ECONOMÍA ES UN
FLUÍDO/AGUA, LA ECONOMÍA ES UN MEDIO DE TRANSPORTE, LA ECONOMÍA
ES UN COMBATE, LA ECONOMÍA ES UNA PERSONA/UN PACIENTE y LA
ECONOMÍA ES LA SALUD2.
LOS FENÓMENOS ECONÓMICOS SON FENÓMENOS METEOROLÓGICOS
(1) Die Prognosen sehen Europas Währung im Aufwind. (Börse online: 58-59)
(2) Firmen, die schnell wachsen verdienen eine Bewertungsprämie (Der Aktionär: 88-
89)
(3) ...steigt der innere Wert des Put auf zehn (Euro am Sonntag: 32)
(4) ... wenn der Wert des Basisobjektes sinkt (Euro am Sonntag: 32)
(5) ... nachdem bereits im vergangenen Jahr der Gewinn dramatisch geschrumpft war
(Handelsblatt: 30)
(6) Fällt der Kurs des Basisobjekts auf 90... (Euro am Sonntag: 32).
En efecto, como se puede observar, los verbos sinken (“bajar, hundirse”), schrumpfen
(“disminuir, reducir”) y fallen (“caer”)8 componen una verdadera mina a la hora de
caracterizar situaciones económicas.
Concluyendo el presente modelo, consignamos un segundo ejemplo en el que la
economía está sujeta a las leyes meteorológicas con la expresión das trübe Klima (“mal
tiempo”) para aludir a circunstancias negativas en los mercados financieros.
LA ECONOMÍA ES LA NATURALEZA
(9) Der Euro ist ein zartes Pflänzchen, das noch lange braucht, bis es sich mit dem
Dollar messen kann. (Börse online: 58-59)
(10) Nur ein Siebtel eines Eisbergs schaut aus dem Wasser. Bei Fondsgebühren ist die
Quote der sichtbaren Kosten zwar höher, ... (Wirtschaftswoche: 188)
LA ECONOMÍA ES UN FLUIDO/AGUA
Esta metáfora conceptual es, sin lugar a dudas, una de las más importantes en el
lenguaje de la economía (Liebert, 1992: 193; Baldauf 1997: 201; Jäkel, 1997: 208 y sigs.),
impregnando varias parcelas del ámbito económico y proporcionando una amplia serie de
expresiones metafóricas. Con el término Ebbe (“marea baja”) el autor identifica la citada
marea con la carencia de los fondos –en un tono más coloquial “estar sin blanca”– que están
destinados a cubrir el pago de las pensiones.
(12) Bei den zehn führenden Automobilherstellern erhöhte sich die Finanzverschuldung
seit Ende 1999 und rund 100 Mrd. $, während das Geschäft nahezu stagnierte...
(Handelsblatt: 15)
(13) Mit dem DCF-Modell, [...], flie t in die Unternehmensbewertung die komplette
Zukunft mit ein, ... (DMEuro: 88-89)
LA ECONOMÍA ES UN MEDIO DE TRANSPORTE
LA ECONOMÍA ES UNA PERSONA11
No es ninguna novedad sostener que nos hallamos ante una de las metáforas
conceptuales básicas (Jäkel, 1997: 217 y sigs.), no sólo de la lengua común sino también del
discurso económico. En efecto, la descripción de cuestiones económicas en términos del
cuerpo humano constituye una fuente tan tradicional (Henderson, 1982: 149) como copiosa de
expresiones metafóricas. Prueba de ello son el verbo leiden (“sufrir”) y el adjetivo schwach
(“débil”) que asocian los procesos económicos con situaciones físicas del ser humano. Como
podemos comprobar, la identificación de numerosos aspectos económicos con el ser humano
se explica en los mismos términos con los que se hace referencia al estado físico de una
persona. En esta tesitura, cabe citar otra metáfora conceptual que se acoplaría sin paliativos a
las expresiones metafóricas enunciadas y responde a LA ECONOMÍA ES UN PACIENTE
(Jäkel, 1997: 220).
(26) Wer ausschlielich mit Schwergewichten handelt, häuft weniger Kosten an als
jemand, der in marktenge Aktien investiert. (Wirtschaftswoche: 188)
(27) Die Kosten seien die „Achillesferse“ der deutschen Banken... (Handelsblatt: 30)
Prosiguiendo con más exponentes relativos al cuerpo humano, debemos registrar otras
muestras en las que se intentan describir los valores bursátiles por medio del término
Schwergewicht (“peso pesado”). Por otro lado, se identifica Achillesferse (“el talón de
Aquiles”) con los gastos -lo más vulnerable- de las entidades bancarias alemanas,
produciéndose una correspondencia total entre el alemán y el español.
LA ECONOMÍA ES LA SALUD
(31) Gegen den Mitgliederschwund hatte die Ministerin gleich ein Rezept parat: "Ich
schlage vor, dass wir die Versicherungspflichtgrenze ändern, ... (Finanz€n: 93-95)
En virtud de todas las muestras que ilustran nuestro tema, y antes de pasar a las
conclusiones, consideramos imprescindible señalar que la agrupación de las metáforas
obedece a criterios de afinidad con la economía. Así pues, es obvio que algunas de las
muestras aquí aducidas pueden suscitar cierta polémica a la hora de inscribirlas o no en el
sector de la economía.
4. A modo de conclusión
Resulta innegable que para el lingüista o el estudioso de la lengua los nuevos enfoques
han supuesto una mayor comprensión de la naturaleza de las metáforas y los mecanismos de
su producción, desbrozándoles el camino hacia tipologías de la metáfora más fundamentadas
que las tradicionales. Y como ya ocurrió con el desarrollo de propuestas y modelos
lingüísticos anteriores, estos avances en la comprensión de un componente tan importante del
texto como es el metafórico, no podían dejar de incidir en los métodos y las técnicas que se
utilizan en la traducción.
En lo relativo al análisis y al cotejo de los ejemplos, éste ha resultado de gran utilidad
puesto que:
a) pone de relieve como una larga serie de conceptos económicos se construyen
mediante modelos metafóricos;
b) facilita la comprensión de algunos conceptos más complejos por partir de conceptos
conocidos y más básicos, sobre todo cuando se trata de la proyección de conceptos de
dominios de la experiencia física a otros de naturaleza más abstracta;
c) depara recursos mnemotécnicos muy valiosos a la hora de adquirir una terminología,
en ocasiones, de carácter técnico;
d) proporciona una herramienta más, pero muy valiosa, para crear y evaluar
traducciones y composiciones de alemán económico-empresarial, sobre todo, en lo que
concierne a esa calidad estilística que también, y cada vez más, se demanda por las revistas
especializadas.
Por otro lado, como se ha podido comprobar, en gran parte de los casos estudiados las
metáforas se mantienen sin variación alguna en la traducción al español. Sin embargo, no
siempre existe una equivalencia directa, encontrándonos con ejemplos en los que se
manifiesta una clara pérdida de significado en la lengua meta.
Notas
1
Deseamos hacer constancia de que este trabajo no se ha realizado con fines estadísticos, puesto que la
transcripción de todos los ejemplos hallados en nuestro corpus junto a su traducción responde a un
estudio más ambicioso que rebasaría con creces los límites de espacio reservado para esta
contribución. De todos modos, estimamos que la selección de las muestras consignadas goza de cierto
carácter representativo y puede considerarse como significativa del alemán económico-empresarial.
2
Seguimos la convención de escribir las metáforas conceptuales en mayúsculas.
3
Aquí cobra importancia la figura de Weinrich, considerado por varios estudiosos (vid. Liebert, 1992:
86 y sig.; Jäkel, 1997: 132 y sigs.; Geck, 2003: 57 y sigs.) uno de los pioneros en el estudio de la
metáfora por tratar a ésta como un “fenómeno de naturaleza cognitiva”. Weinrich (1976: 282) también
dio fe de la existencia de metáforas referidas al mundo de las finanzas (Finanzmetaphern) en un
capítulo íntegro dedicado a las metáforas de la moneda (Weinrich, 1976: 276-290).
4
La noción de la corporeización -la experiencia "corporeizada" (embodied experience)- representa uno
de los puntos más sólidos de la semántica cognitiva. Para obtener una visión general sobre la
corporeización del lenguaje remitimos a los trabajos de Lakoff (1987) y Johnson (1987).
5
En este punto distinguimos entre metáfora conceptual y expresión metafórica (Cuenca y Hilferty,
1999: 100). La metáfora conceptual es un esquema abstracto que opera en el pensamiento y se
entiende como la proyección (mapping) de un campo conceptual a otro (Lakoff, 1993: 203), mientras
que la expresión metafórica es la concreción lingüística de los esquemas generales y abstractos que
facilita la metáfora conceptual, es decir, las mismas palabras de la metáfora.
6
Entiéndase, a grandes rasgos, por "fraseologismo" o “unidad fraseológica” la combinación de al
menos dos o más componentes con significado unitario que se caracteriza por su estabilidad y su
idiomaticidad. Para una información más detallada sobre este asunto son, entre otras, referencias
obligadas las publicaciones de Burger (2003), Fleischer (1997), Palm (1997) y Corpas (1997).
7
Frente a la opinión de Nida (1964) que defiende la intraducibilidad de la metáfora.
8
Asimismo, registramos la expresión Kurssturz (normalmente en alusión a la caída de alguna moneda
o de la bolsa), a pesar de constituir una ligera variante con respecto a los ejemplos anteriores por
tratarse de un término sustantivado que deriva del infinitivo stürzen ("caer, precipitarse"). Para obtener
más detalles sobre la metáfora en términos compuestos, véase Burger (2003: 86).
9
También damos cuenta de la extendida expresión de Schuldenberg, cuya traducción literal "montaña
de deudas" puede registrarse bajo la metáfora conceptual enunciada y con el referido ejemplo de
Kostenlawine ("alud o avalancha de gastos"). En sintonía con esta última muestra, también suele ser
una práctica muy difundida utilizar en el discurso económico metáforas que puedan convertirse en
accidentes o catástrofes naturales como ya ha quedado patente con Kostenlawine y -en menor grado-
con el verbo stagnieren ("estancar") que analizaremos más adelante.
10
Véase a este respecto la metáfora conceptual LA ECONOMÍA ES UNA PLANTA que propone Jäkel
(1997: 214 y sigs.).
11
Con respecto a la división tripartita de las metáforas conceptuales, Lakoff y Johnson (1986)
subrayan la personificación como uno de los casos más obvios de metáforas ontológicas, es decir, el
objeto se especifica como persona. Se trata de un tipo de metáfora muy usual y nos aporta una gama
ciertamente extensa de expresiones metafóricas.
12
Aunque no vinculado al lenguaje de la economía, nos comenta Geck (2002: 39) que: “En general, se
constata una conceptualización muy parecida en alemán y español. Las diferencias residen muchas
veces en el "relleno", es decir que encontramos la misma metáfora conceptual en ambos idiomas, pero
a partir de ella se crean expresiones lingüísticas diferentes”. Si bien es verdad que no debe parecer tan
sorprendente la coincidencia metafórica, habida cuenta de que, salvando las distancias, no se trata de
dos culturas tan distanciadas como pudieran ser, por citar un ejemplo, la oriental con respecto a la
occidental.
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