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Hacia Una Educación Renovada
Hacia Una Educación Renovada
Desde hace muchos años en la sociedad colombiana que es la que nos compete
en estas líneas podríamos hablar en respuesta a la pregunta que nos acongoja si
existe una relación entre educación practica y la literatura, sí, claro que existe, pues
en términos académicos sería prácticamente impensable pensar la educación como
tal sin la literatura en todos los niveles de formación hasta el más “alto” por así
decirlo, podemos hablar desde la complejidad y la pedagogía que más se asemeja
o más entra a tener relevancia en la sociedad colombiana no es otra que la
pedagogía del caos entendamos esto desde un punto de vista no nefasto si no más
fenomenológico, se ha creído por mucho tiempo que la escuela es la encargada de
enseñar el canon literario, de darle a los estudiantes la base para que luego puedan
construir sus propias lecturas. Parece entonces que la labor del maestro de literatura
es proporcionar un manual con aquellos textos y autores que han sobrevivido el
tiempo, así estos puedan no decirles mucho a sus jóvenes estudiantes, por estar
situados en contextos disímiles a su día a día. Se convierte así el ejercicio de la
literatura en la repetición de partes de la narración o de contar sílabas para
reconocer la métrica y la rima. En muchos casos este tipo de praxis del lenguaje
parece desestimulante y no propicia la lectura de los propios clásicos, sino que en
cambio genera el alejamiento total del joven hacia la lectura, no solo de lo literario,
sino también de otro tipo de textos, a este otro tipo textos podemos referirnos al
nivel de complejidad y caos así bien dicho que genera el encontrarse con lo que se
dice en la red como se aprende con ella, de ella pero siempre con la dirección de
un profesor, la pedagogía practica o educación practica permite que este sea un
hecho no desfasado si no que se encuentre en esta relación de la emancipación del
querer leer y enterarse a través de esta práctica sobre lo que se aprende
El caos y la complejidad dos visiones que pueden ser unificadas o entendidas casi
de la misma manera, las cuales están en auge desde la década de los 90 alrededor
del mundo, entendiendo por caos desde “el discurso mítico-religioso, vino a
significar lo opuesto a orden. Según las cosmogonías griegas el caos es el estado
en que se encuentra la materia, antes de la existencia del mundo tal como lo
conocemos, y del que surgirán las fuerzas organizadores del universo, del cosmos
(orden, para los griegos)”1, así pues se entiende el caos como una
contraproducentica de lo lineal, y la teoría de la complejidad pueden ser descrita
como. “la tendencia científica dominante surgida en la década de 1990, un aporte
capaz de explicar cualquier sistema complejo en función de unas pocas reglas
(Lewin 1992), O de acometer los problemas inabordables de la ciencia social; un
saber a la altura de los tiempos, una genuina nueva ciencia (Merry 1995)” (Reynoso,
2006, p.4)
1
http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=48&from=action=search%7Cby=C
problema para los gobiernos locales, “En la vida cotidiana y en el hombre o la mujer
del común la creatividad está casi ausente y es allí donde se tornaría más
generadora de alternativas, más fecunda en variaciones y por tanto más peligrosa
para una mecánica social que insiste en funcionar de maneras predeterminadas”
Rubio, p.6.
Aquí nos ceñimos muy a punto a las ideas Jordi Planella quien entiende la
educación como un arte con un echo de artesanía, dejando a un lado la idea de
reproducción de educadores y alumnos, un infame legado que de a poco a
desgarrado de la realidad a la mayoría de las prácticas educativas, esencialmente
las conectadas con la formación de docentes, en lo cual se vuelve un círculo vicioso
en la relación de maestro-alumno y futuros maestros. Ahora bien al caminar la
escuela, entendida como aquel lugar de formación, es puramente perceptible la
incursión del habitus en la escuela comprendiéndolo desde la visión de Bourdieu,
son los modos de acción/pensar originados por la posición ocupada en un campo,
donde el sujeto se alimenta de la estructura, aprende socialmente las acciones que
puede realizar en el campo, en este sentido los sujetos se amoblan al contexto, los
cuerpos se “líquidizan”, “los sólidos conforman su forma y persisten en el tiempo:
duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente:
fluyen, como la desregulación, la flexibilización”(Bauman, 2004), desde esta idea, el
cuerpo, los sujetos y por supuesto la educación se transforma,
De la misma forma, en el ámbito académico, los cambios culturales y
sociales se han visto permeados por alumnos que adquieren saberes
propios, porque «frente al maestro que sabe recitar muy bien su lección, hoy
se sienta un estudiante que por ósmosis con el medioambiente comunicativo,
se involucren otros lenguajes, saberes y escrituras que circulan por la red»
(Martín-Barbero, 2003, p. 5), instando a la innovación por parte de las
instituciones educativas en cuanto a la forma de orientar el conocimiento y
organizar las actividades de enseñanza. (Cabrales, 2017, p.15-16)
Para llegar a una Escuela “otra”, todos los actores del acto educativo, debemos
reflexionar cómo la Escuela ha perpetuado la relación del sistema mundo moderno
(Wallerstein, 1999), es decir, la división entre los países de primer orden y los del
tercer mundo, entre los que estaría Colombia. Entonces es labor de los actores
romper con esas estructuras de reproducción y darle la posibilidad a los jóvenes de
poder pensarse desde otras posturas, de reconocer que existen “otros” y, sobre
todo, que él mismo hace parte de la alteridad, negada en muchas ocasiones -casi
en todas- por los discursos que circulan a través de los conocimientos que emergen
de los centros de poder.
Nuestra Escuela ha llegado a perpetuar esta forma de ver el mundo; por ello, no es
de extrañar que “La característica de muchos países latinoamericanos ha sido la
implantación de modelos educativos de origen foráneo, funcionales en los contextos
educativos específicos de su concepción, pero absolutamente extraños a las
necesidades y condiciones particulares de las comunidades locales” (Libreros,
2002, p.9). Muestra de ello es que en la escuela competitiva países como el nuestro
han importado modelos pedagógicos como las competencias y comenzaron a
plantear desde los noventas estándares curriculares para homogeneizar los
procesos de enseñanza-aprendizaje de la población.
El propio desarrollo de las competencias permite una formación llevada a cabo por
procesos, en el sentido que si la escuela es un proceso en otras palabras por
niveles, el nivel de formación en competencias se debe de llevar a la par, se debe
formar procesualmente en el respeto de la pluralidad, todo por niveles, el respeto
ideológico se debe de ir enseñando a medida que avancen a nivel cognitivo para
que puedan interpretar de una mejor el manera su labor en el mundo como seres
colaboradores.
Así mismo esta vertiente académica y pedagógica tiene algunas cuestiones que
manejar como lo es el movimiento de la diversidad Entendamos el reconocimiento
de la diversidad como la interpretación de la pluralidad de la diferencia permitiendo
así que por medio de las competencias se logre llegar a un conocimiento continuo
de que la diversidad se encuentra en todo el entorno social en el que nos movemos
y es necesario para “sobrevivir” y permitir la sobrevivencia de la comunidad. Del
mismo modo, permite, formar para la ciudadana claro de hecho es tema de gran
relevancia hoy en día el ser ciudadanos que implica, reconociendo al sujeto social,
como un sujeto histórico que construye su historia y que tiene la capacidad de
transformar su realidad, “un ser que experimenta en un mundo” como lo menciona
la filosofía. Un sujeto habitante permeado por el concepto de cuerpo y el
sentimiento, en donde se pone en evidencia que el concepto de ciudadano no está
sujeto a tan solo la acción social y el ejercicio del poder, sino también a la vivencia
corporal y emocional de la vida, que ayuda a la construcción socio espacial de la
ciudad.
La sensibilidad como primer gran punto de abordaje nos permite definirla como “la
facultad de las personas de estar en relación con el mundo” (García, 2009. p.20) ,
la experiencia esta cruzada por la sensibilidad la cual en si misma permite la
recolección de las más especiales para su yo, esta experiencia da la posibilidad de
mirar y enfrentarse al mundo tal y como es sin miedo y plantarse de una manera
más consiente, más que un conocimiento de sí mismo la razón sensible se refiere
a un pensar por medio de la pasión, de la emoción, el ENTUSIASMO, un “espíritu
interrogador”, salir de la institucionalización del aula, el encarcelamiento con el
profesor que no escucha.
Ahora bien si vemos más allá y nos ponemos a pensar en si sobre una pedagogía
que sea netamente colombiana o la que más se amolde a las necesidades teniendo
como presente y entendiendo lo discutido anteriormente es necesario decir que el
modelo que mas toma fuerza es el modelo de escuela nueva pero vuelve y juega
¿de dónde es ese modelo? “La Escuela Nueva, también conocida por diferentes
autores como Escuela Activa, "Nueva Educación" o incluso "Educación Nueva", es
un movimiento pedagógico surgido a finales del siglo XIX.” 2 Así pues, se entiende
por pedagogía critica, aquella que permite una reconstrucción constante del
conocimiento mediante la pregunta, en otras palabras el docente enseña a
interrogar, a la dialogicidad y el enfrentamiento a las capitulaciones ideologías
propuestas en la sociedad, “La Pedagogía Crítica ha comenzado a proporcionar una
teoría radical y un análisis de la escuela, y al mismo tiempo añade nuevos avances
en la teoría social y desarrolla nuevas categorías de investigación y nuevas
metodologías.” (Mclaren P); así mismo es primordial preguntarnos como docentes
hombres y mujeres, ¿que se pretende educar y cómo hacerlo?, esta pregunta cala
a la perfección en la postura de la pedagogía critica pues si entendemos la re-
flexibilidad de la pregunta como principal eje moderador del modelo crítico, el
docente también debe de indagarse así mismo mediante la experiencia social que
recae en él, de igual modo es entendida como la “Teoría que propone a través de
la práctica, que los estudiantes alcanzan una conciencia crítica dentro de su
sociedad.” Los estudiantes son el eje central de la educación y no el docente, es
necesario reconocer al docente como la persona guía de los contenidos académicos
y no al encargado de meter una cantidad de información en una bóveda vacía
(educación bancaria), así pues es primordial enseñar en las posiciones dialógicas
del mismo modo que enseñar a ser curiosos la revolución de la pregunta.
2
https://www.ecured.cu/La_escuela_nueva
BORDIEAU, P. (1979). La distinción. Criterio y bases sociales del gusto. ISBN 0-
674-21277-0.