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Los secretos de la mente millonaria, de T. Harv Eker
(https://amzn.to/2MT9z3E)
Harv no vivió una niñez perfecta. Hijo de inmigrantes, se vio obligado a trabajar
desde los 13 años, precisamente por los problemas económicos en la familia.
No terminó sus estudios universitarios, cambió muchas veces de trabajo y
lanzó muchos negocios. Finalmente, después de innumerables intentos,
encontró el éxito cuando abrió una tienda de productos de cuidado personal y
ejercicio.
En dos años y medio, Harv logró crear una cadena de tiendas que vendió a una
gran corporación, y con los frutos de la venta Harv consiguió el sueño de su
vida: convertirse en millonario. La historia no termina aquí, en apenas un par de
años, Harv regresó al mismo lugar donde empezó todo. Una serie de malas
decisiones y pésima administración lo llevó otra vez a la bancarrota.
Harv se prometió volver a ser millonario y ayudar en su camino a todo aquel que
tuviera como meta alcanzar la independencia económica. Con Los Secretos de
la Mente Millonaria (https://amzn.to/2MT9z3E) lo sigue haciendo.
Puedes ser muy bueno en lo que haces y ganar grandes sumas de dinero, pero
si no tienes la mentalidad correcta, tarde o temprano lo volverás a perder todo,
tal y como Harv lo experimentó.
Las personas millonarias piensan muy diferente al resto del mundo, ellos
están comprometidos con alcanzar lo que quieren. No es un sueño nada más,
ellos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para conseguirlo. Es parte
de su subconsciente, imaginar que pueden alcanzarlo. Lo saben, lo sienten y
consideran que es únicamente una cuestión de tiempo.
Las personas pobres a menudo piensan que la gente rica es superficial, muy
ambiciosa y vacía, que a lo largo de su carrera se han corrompido o hecho daño,
porque el dinero es perverso y no existe una forma legítima de conseguirlo. Una
vez más, estos son pensamientos y sentimientos incrustados en nuestra
cabeza desde pequeños, no somos responsables de ellos, pero sí de
cambiarlos.
Imagina qué puedes hacer si eres rico en todos sentidos, qué beneficios puedes
brindar a tu familia, tu comunidad o el mundo. Si no estás preparado para recibir
mucha riqueza, difícilmente la podrás generar. Si eso pasa nunca estarás a la
altura para administrarla, y lejos de causar el bien, puedes generar más estrés
del que ya tienes.
1. La gente rica crea su vida, la gente pobre piensa que la vida le sucede
2. La gente rica juega para ganar, la gente pobre juega para no perder
3. La gente rica está comprometida a ser rica, la gente pobre sueña con ser
rica
4. La gente rica piensa en grande, la gente pobre piensa en pequeño
5. La gente rica ve las oportunidades, la gente pobre ve los obstáculos
6. La gente rica tiene como modelo a otra gente rica y próspera, la gente
pobre rechaza a la gente rica.
7. La gente rica se relaciona con gente más exitosa y próspera que ellos, la
gente pobre se relaciona con personas negativas y fracasadas.
8. La gente rica se promociona a ella misma, la gente pobre se apena de lo
que hace y no le gusta hablar sobre su trabajo y sus habilidades.
9. La gente rica se sobrepone a sus problemas, la gente pobre se hace chica
ante sus problemas.
10. Los ricos siempre están abiertos a la crítica y son excelente receptores, los
pobres son malos en recibir opiniones sobre su trabajo.
11. Los ricos prefieren cobrar por resultados, los pobres siempre quieren
cobrar por el tiempo trabajado.
12. Los ricos intentan quedarse con todas las opciones, los pobres piensan
tomar una u otra.
13. Los ricos se concentran en acumular riqueza de varias maneras, los pobres
se concentran en un sueldo.
14. La gente rica es buena administradora, la gente pobre administra mal su
dinero.
15. Los ricos hacen que el dinero trabaje para ellos, los pobres trabajan por
dinero.
16. Los ricos no se detienen a pesar del miedo, lo pobres se detienen por el
miedo.
17. Los ricos aprenden, crecen y comparten constantemente, los pobres
piensan que saben todo, pero tienen mala suerte.
T Harv Eker, autor de “Los Secretos de la Mente Millonaria”
Conclusiones
T Harv Eker propone que nuestra relación con el dinero y la generación de
riqueza está predeterminada por factores ajenos a nosotros. Son nuestros
padres y la influencia que recibimos desde pequeños lo que determina en gran
medida nuestra vida financiera en la edad adulta.
Si nuestros padres eran ahorradores, buenos administradores e inversionistas,
es mucho más probable que tenemos una situación relajada hoy en día. Pero,
por el contrario, si la situación económica en nuestros primeros años de vida
fue dolorosa, conflictiva y cuesta arriba, tendremos que trabajar mucho más en
ello para corregirla.
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