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‘’UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO’’

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA

ASIGNATURA: ARQUEOLOGÍA DEL VIEJO MUNDO


TÍTULO: ‘’EL IMPERIO ASIRIO: ESPACIO GEOGRÁFICO,
ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y MANIFESTACIONES
CULTURALES’’
Nº GRUPO: GRUPO Nº 5
FECHA DE EXPOSICIÓN: 15/05/2018
INTEGRANTES: ESPÍRITU JIMÉNEZ, KEVIN BRIAN
GARCÍA CÓRDOVA, DIANA
LEÓN ASMAT, MARGARITA YSABEL
SAAVEDRA RODRÍGUEZ, JHANET

TRUJILLO – PERÚ
2018
I.INTRODUCCIÓN

II. DESARROLLO TEMÁTICO

II.1. MARCO GEOGRÁFICO


El territorio que ocupó originariamente el Imperio Asirio estuvo ubicado en la zona norte
de la antigua Mesopotamia, entre los valles de los ríos Tigris y el Gran Zab, actualmente
Irak. Limitaba hacia el norte con una cadena montañosa llamada Montes Zagros, hacia
el sur con la región de Caldea, al este con la región de Media y por el oeste con el
desierto sirio. Su relieve es muy accidentado, especialmente en el noroeste, alternando
con los paisajes áridos a medida que nos vamos acercando al sur. Este tipo de relieve
marca las características climáticas, así como su vegetación en la cual se puede
observar en tres grandes unidades: la llanura mesopotámica, la zona alpina
septentrional y el escudo arábigo.

La llanura mesopotámica es el resultado de los aportes fluviales de las cuencas


hidrográficas de los ríos Tigris y Éufrates que nacen en las altas tierras de Armenia y
atraviesan los relieves que encierran por el sur a Anatolia, salen a la Jezirah, donde
forman amplias llanuras aluviales; la zona alpina septentrional, que se prolonga
directamente hacia Afganistán y el Beluchistán, donde queda finalmente detenida por
los montes que separan la llanura del Indo; y el escudo arábigo está situado al Sur,
forma una gran plataforma basculada hacia el noreste que desciende suavemente hacia
Mesopotamia y el golfo Pérsico. Este macizo está constituido por un basamento
precámbrico granitizado que aflora hacia el oeste, mientras que hacia el este queda
fosilizado por una cobertura sedimentaria, de areniscas y calizas especialmente
depositadas por sucesivas transgresiones marinas.

El clima en esta región se caracteriza por una falta de precipitaciones a excepción de


las laderas de los Montes Zagros donde se registran niveles pluviales por encima dc los
50 ms. La aridez de la zona se justifica por la oposición que forman los relieves de las
cadenas montañosas periféricas a la dirección de los vientos dominantes del oeste y
noroeste, descargando su humedad sobre Asía Menor. Las suaves colinas que Asiria
posee en su territorio recogían una vegetación nada despreciable gracias a las lluvias
frecuentes y regulares. Sus veranos son cálidos y secos mientras que los inviernos
frescos y lluviosos. Así mismo contenían determinadas rocas (alabastro y areniscas)
convirtiendo a la región en deficitaria en todo tipo de recursos naturales, teniendo que
importar de otras regiones geográficas madera y en especial metales preciosos en
grandes cantidades.

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II.2. CRONOLOGÍA
La historia de Asiria suele dividirse en tres periodos: El Antiguo Imperio Asirio (1814 a.C.
hasta 1365 a.C.), el Imperio Medio (1365 a.C. hasta 912 a.C.) y el Imperio Neoasirio
(912 a.C. hasta 612 a.C.). Se tienen pocos conocimientos del comienzo de la historia de
Asiria debido a la falta de documentación escrita. Los arqueólogos se han valido de la
‘’Lista Real Asiria’’ publicada por A.K. Grayson para determinar quiénes fueron los
gobernantes y cuánto duró su periodo. Así, sabemos de un periodo desde el 2150 a.C.
hasta el 1814 a.C. en el que gobernaron 17 reyes conocidos con el nombre de ‘’waklun’’
que moraban en tiendas de campaña –que refleja su origen nómada-; 9 reyes de los
cuales no se tiene más información que sus nombres, pero que en dicho lapso ocurrió
la invasión de amorritas en Mesopotamia; luego 4 reyes que gobernaron desde Assur,
la antigua capital, uno de los cuales, Kikkiya, se le atribuye la construcción de las
primeras murallas de la ciudad. A partir de ese entonces se inauguraría la dinastía de
Puzur-Assur, con 9 reyes consecutivos, desde el 2003 a.C. hasta el 1814 a.C. Puzur-
Assur fue el primer rey de esta dinastía que lleva su nombre, y su reinado coincidió con
el final de la III dinastía de Ur, lo que le permitió llevar una política expansionista con el
interés de someter toda la región norte de Mesopotamia. Como consecuencia de ello,
los siguientes reyes asirios estarían enfocados en una política expansionista hacia el
noroeste, ya que esta era una región muy rica en yacimientos minerales. Se tiene
registro de que los asirios establecieron rutas comerciales con las ciudades de la región
de Capadocia, estableciendo colonias como la ciudad de Kanis. Hacia el 1814 a.C.
emerge la figura de Shamshiadad I, un rey de origen amorreo, que inauguraría el periodo
conocido como Antiguo Imperio Asirio.

Antiguo Imperio Asirio

Este primer imperio asirio comprende desde los años 1814 a.C. hasta el 1365 a.C.,
siendo su primer gobernante el rey Shamshiadad I (1814 a.C.- 1781 a.C.). Bajo su
mandato Asiria fue dividida en provincias, al frente de las cuales se encontraba un
gobernador con una compleja red de funcionarios. Se sabe también que este monarca
inspeccionaba personalmente las provincias, promoviendo así los servicios de
cancillería y de correo, además reorganizó las instituciones militares. Con la muerte de
Shamshiadad I prosigue un periodo de decadencia económica y política de Asiria, que
caería en el control del vecino reino de Mitani. Este periodo coincidiría con el surgimiento
de la figura de Hammurabi en Babilonia. Desde 1781 a.C. hasta el 1365 a.C.
gobernarían 37 reyes en Asiria, pero bajo el poder del reino de Mitani.

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Imperio Medio Asirio

Este periodo comprende desde el 1365 a.C. hasta el 912 a.C. Entre el 1365 a.C. y 1330
a.C. gobernó Ashur-uballit I, quien bajo su mandado Asiria volvería a ser un imperio. Él
llevaría a cabo una larga lucha contra el reino de Mitani para recuperar la autonomía de
Asiria. Otras figuras relevantes serían Adad-Nirari (1307 a.C. – 1275 a.C.), Salmanasar
I (1274 a.C. – 1244 a.C.) y Tukulti-Ninurta I (1244 a.C. -1208 a.C.) quien consiguió
incorporar la región de Arrapha, por la cual pasaban rutas comerciales que se dirigían a
la llanura irania. Estos gobernantes se caracterizaron por llevar a cabo una política de
terror hacia los territorios enemigos con el fin de evitar posibles revueltas en los países
dominados y exigir el pago de tributos en forma de materias primas que hacían falta en
Asiria. Con esta política, la guerra se convirtió en un sistema de recaudación de
impuestos para el Estado, que sería un sello distintivo de los futuros gobernantes asirios.
Al final del reinado de Tukulti-Ninurta I, Asiria había expandido sus dominios hacia el
círculo montañoso comprendido entre el río Zab y el Éufrates, asegurándose de esta
manera el aprovisionamiento de recursos de estaño como de cobre, y el acceso a las
vías de comunicación con la meseta irania. Bajo este gobierno también Asiria sufriría
asedios por parte de los hititas, y su territorio quedaría reducido al tamaño originario.
Entre el año 1073 y 1056 a.C. gobernaría Tiglat-Pileser I, quien volvería a catapultar a
Asiria como una potencial militar, ya que conquistó 42 países entre los ríos Zab inferior
y el mar Mediterráneo. Se sabe además, que en este periodo gobernaron 26 reyes.

Imperio Neoasirio

Entre el 912 y 891 a.C. gobernaría en Asiria Adad-nirari II, iniciándose con él el periodo
conocido como Imperio Neoasirio. Bajo su gobierno, Asiria volvió a renacer, gracias a
su política expansiva y a la reorganización interna del Estado. Con él se gestaron las
bases de la definitiva afirmación política y económica del país. Este gobernante llevó a
cabo una serie de cambios en el ejército, al imponer de nuevo la guerra de asedio,
abandonada desde hacía bastante tiempo. Con sus éxitos el ejército asirio se transformó
en un agente de recaudación de impuestos, que sostendría el estilo de vida lujoso de
sus gobernantes. Su sucesor, Assurnasirpal II gobernaría entre el 883 y 859 a.C., y
seguiría la misma política expansionista con el fin de recaudar impuestos de los países
sometidos. Bajo su reinado comienza a realizarse una política intencionada que tenía
sus principios en el terror. Sus ‘’Anales Reales’’ relatan todo un abanico de crueldades,
cometidas por su ejército sobre el enemigo de turno. La política expansionista de Asiria
hacia Occidente, iniciada por Assurnasirpal II, se vio reforzada por su sucesor,
Salmanasar III (859-824 a.C.), quien a lo largo de su reinado realizó numerosas

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expediciones a Siria y Cilicia. Al igual que para Assurnasirpal II, de Salmanasar III
tenemos detalladas relaciones de sus expediciones, como en el que se encuentra el
Obelisco Negro y el Monolito de Kurh. Bajo el reinado de Salmanasar III todas las tierras
que quedaron sometidas estuvieron sujetas a tributo y reducidas a la condición de
estados vasallos, pero manteniendo su autonomía interna y sus propios reyes. Este
sistema, sería seguido por los soberanos asirios hasta el reinado de Sargón II (721-705
a.C.). Este último trasladó la capital a una nueva ciudad, Dur-Sarrukin, alcanzando a
través de sus expediciones militares lugares todavía no visitados, como era el caso de
la capital del reino de Israel, Samaria, deportando a su población a otros lugares del
Imperio. Igualmente sometió a países y regiones tan alejadas como el mismo Elam y
parte de Egipto. Luego ascendería al gobierno Senaquerib (704-681 a.C.), quien en su
campaña del año 701 a.C. contra el reino de Judá se llevó a cabo el asedio de su capital,
Jerusalén. Bajo su gobierno se produjo también la destrucción de Babilonia. Su sucesor,
Assarhaddón (680-669 a.C.), condujo sus ejércitos hasta el delta del Nilo, llegando hasta
la ciudad de Menfis. Bajo Assurbanipal II (669-630 a.C.), Asiria alcanzó su máximo
poder y expansión, llegando sus ejércitos hasta la frontera con Nubia, al sur de Egipto.
Igualmente, lograron acceder hasta Lidia, en Asia Menor, y por vez primera, la ciudad
fenicia de Tiro fue anexionada al Imperio asirio.

El fin de Asiria

Asiria desaparecería al ser invadida por babilonios y medos tras un pacto de alianza. La
primera ciudad asiria en sucumbir fue Assur en el 614 a.C.; a continuación vendría
Nínive en el 612 a.C. Su último monarca, Assur-uballit II, fue un general que trasladó la
capital a Harrán, ciudad que sería destruida en el 610 a.C. Assur-uballit II fue derrotado
cerca de la ciudad de Karkemish en el 605 a.C., concluyendo con esta fecha la
desaparición de Asiria como Imperio.

II.3. APARATO MILITAR


Entre los siglos XV y XII a.C. las guerras en Mesopotamia y Egipto habían sido
sometidas a reglas precisas que impidiesen tener desastrosas consecuencias. Así, una
de las reglas consistía en que las ciudades tomadas no debían ser destruidas ni debían
ser asesinadas en masa las poblaciones, otra consistía en sustituir el saqueo por el pago
de una contribución de guerra. Pero los asirios desconocieron estas reglas y llevaron a
cabo una política expansionista basada en el terror, una guerra total como elemento
esencial para la edificación de su imperio. Los asirios atacaban por sorpresa a sus
enemigos, utilizaban las relaciones diplomáticas como sistemas de espionaje, y dotaron
a su ejército de un potente armamento ofensivo y defensivo.

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Los asirios construyeron las primeras torres de asedio de la historia, introdujeron el
ariete, que era una máquina que era guiada con grandes cuerdas por soldados, y poseía
un gran tope de piedra que demolía fácilmente los ladrillos de adobe de las murallas;
mejoraron los carros de guerra, organizaron una disciplinada infantería y caballería, con
lo que se hicieron prácticamente invencibles. Su poderío militar se basaba en sus
arqueros; las flechas tenían puntas de hierro, y podían alcanzar una distancia de 650 m.

La política del terror se convirtió en su medio de conquista; los asirios asesinaban a los
gobernantes de los países sometidos, ejecutaban en masa a las poblaciones y a los
prisioneros los torturaban hasta la muerte, incluso se les arrancaba la piel para ser
pegadas en los muros de las ciudades, que luego serían destruidas por completo,
incluso quemando sus árboles y sembríos. Los asirios además, llevaron a cabo una
política de deportación de los pueblos destruidos que servían como mano de obra
esclava en las ciudades asirias, y reasentaban colonias asirias en las ciudades de los
pueblos sometidos.

II.4. ECONOMÍA
La economía asiria se sustentaba en tres principales actividades: la agricultura, la
ganadería y el comercio. La agricultura se basaba en el aprovechamiento de las tierras
fértiles del Norte de Mesopotamia, la mayoría en plantaciones de vid, olivo, palmeras
datileras de las que se extraían jugos para preparar bebidas y fibras para la industria
textil. Y se encontraban alrededor de las ciudades de Arbeles y Nínive. La Ganadería
era una de las actividades económicas principales en Asiria. Se daba la cría de ganado
vacuno, caprino, ovino y porcino, y posteriormente con la llegada de los indoeuropeos
se agregó la cría de caballos. La actividad comercial fue muy activa ya que controlaban
las rutas de comercio marítimo y terrestre con el Lejano Oriente.

Además, una gran fuente de ingresos para los asirios fue las tributaciones de sus
vecinos a cambio de respetar y mantener sus fronteras e independencia, estableciendo
una especie de “Cámara de Comercio” llamada Karum en donde se regulaban las
actividades mercantiles. El Karum se encargaba de resolver los posibles litigios, fijar los
tipos de intereses y concedía los préstamos, esta cámara contaba con unos fondos
considerables obtenidos a través de impuestos, contribución por parte de los miembros,
inversiones, porcentajes de operaciones comerciales o tasa de actuación de las
comisiones oficiales. Su principal organización era la existencia de una estructura
piramidal cuyo centro residía en la Capital Asiria.

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II.5. RELIGIÓN
El dios principal de Asiria era Assur, que un principio es considerado como el Dios de la
vida vegetal y divinidad menor de carácter local, pero al convertirse Asiria en un imperio
militar los sacerdotes Asirios lo transforman como en el “Dios de todos los Dioses”,
representado como un guerrero armado con espada, con expresión dura, agresiva que
con el tiempo se convertirá en la posterior justificación de todas las acciones, ya que
todo era mandato por Assur y todo era hecho en su nombre. Y como diosa principal
tenían a Isthar, divinidad del amor, la fecundidad y la guerra, también conocida como la
“Primera entre los Dioses”, “Señora de los pueblos” o “Reina del cielo y la tierra’’.

También existían dioses menores, como las divinidades babilónicas de Anu, el dios del
cielo. Era considerado en un principio el dios principal pero fue sustituido por Enlil.
Estaba representado por una estrella o más frecuentemente a partir de la época cassita
mediante una corona de siete pares de cuernos propia de los grandes dioses y su centro
de culto era en la antigua ciudad de Uruk. Enlil, también era considerado el creador de
la humanidad, sus poderes fueron variando con la evolución histórica. Se le consideraba
unido a la Diosa Ninlil y algunos de los dios principales más conocidos eran sus hijos.
Su centro de culto era en Nippur, casa de la montaña cuyo templo le estaba consagrado.
Bel, que en un principio era deidad atribuida al dios sumerio Enlil y más tarde esta forma
de cortesía se utilizó para designar a Marduk .Y algunos de los textos bíblicos utilizan la
expresión para referirse a Marduk cuando anunciaron su derrota y humillación como
divinidad opresora de Israel. Y también se adoraba a Shamash, el dios Sol. Se trataba
de la divinidad del orden y de la ley quien se le atribuye la entrega de Hammurabi, el
primer código de leyes. Se lo representaba con un disco solar de ocho puntas o
mediante una figura masculina de la cual surgían llamas de los hombros. Pero
posteriormente se le atribuyo como símbolo de una balanza con el aparece
representado en la constelación Libra.

La religión Asiria a comparación de las demás no tenía una visión optimista, ni tampoco
una vida eterna sino que vivían con temor permanente incluso con temor hacia los malos
espíritus temiéndole a la muerte que consideraban era una penumbra en la que de
ningún modo se era feliz.

Según una tablilla encontrada en las excavaciones hechas en Nínive, el número de


Dioses podría llegar a los 2500 entre principales, secundarios y seres semi divinos.
Estas divinidades Asirias eran de figura antropomórfica considerados conceptualmente
inmortales aunque también estaban expuestos a la causa de muerte. Los asirios
también creían espíritus, que estaban a disposición de los dioses, y podían ser benignos

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o malignos. Su función principal era proteger o castigar a los hombres, y cuando lo
hacían se caracterizaban por ser crueles.

II.6. MANIFESTACIONES CULTURALES


II.6.1. ESCRITURA
Los asirios hablaban el idioma acadio, pero con su variante asiria. Adoptaron la escritura
cuneiforme que anteriormente habían desarrollado los sumerios. El principal legado que
dejaron los asirios fue la creación de la Biblioteca de Asurbanipal, construida en la
ciudad de Nínive. Esta biblioteca consistía en una colección de tablas hechas por arcilla,
de escritura fina, apretada por ambos lados y la cual llego a reunir hasta 22 000 tablillas
encontradas bajo los escombros del palacio real en Nínive. Gracias a estas tablillas se
pudo descifra la escritura cuneiforme asiria y al mismo tiempo permitió conocer los
temas más diversos como la gramática, diccionarios, listas oficiales de ciudades,
tratados de matemáticas y astronomía ,libros de magia ,religión, ciencias ,arte, literatura
entre otras. Una de las obras más famosas de la biblioteca es el Poema de Gilgamesh,
obra narrativa más antigua de la humanidad así como también el Poema de la creación
y Poema babilónico Enuma Elis.

Entre los temas de interés encontramos: La medicina, de la cual los conocimientos sobre
esta ciencia en babilonia y asiria han sido en su mayoría obtenidas por 800 tablillas en
las cuales se encuentran mezclados textos médicos, exorcismos, encantamientos y
plegarias usados con métodos terapéuticos. Los textos sobre astronomía y astrología:
Eran de gran importancia como lo reflejaban las tablillas donde se encuentran los
registros, observaciones astronómicas y predicciones del periodo. Religión: Se muestra
tablillas que contienen información sobre el panteón mesopotámico reflejando 2 500
divinidades. Diccionario: Tabletas que contienen dicciones completos de palabras
Sumerias y sus Significados Asirios.

Así mismo la biblioteca de Asurbanipal estaba muy bien organizada, tenía su propia
fábrica de tablillas, un horno para coserlas, su escritura era de modo uniforme - preciso,
y estaba ordenadas en series de acuerdo al tema. Una de las aportaciones importante
en esta organización fue la del Colofón que servía para identificar las obras, su
catalogación y localización. Era colocado al final, constaba de un título que venía hacer
la primera frase y además figuraba el número de tabletas.

II.6.2. ARQUITECTURA
Para esta sección nos centraremos en la descripción de las cuatro principales ciudades
asirias, que fueron sus capitales en orden cronológico: Assur, Nimrud, Dur-Sharrukin
(actual Khorsabad), y Nínive.

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Assur, fundada en el III milenio antes de Cristo. Adquirió gran importancia desde los
siglos XIV al IX a.C., cuando fue la primera capital del imperio asirio. Assur fue también
la capital religiosa asiria y el lugar de coronación y entierro de sus reyes. Los restos
excavados de los edificios públicos y residenciales de Assur proporcionan una
destacada trayectoria de la evolución de la construcción de la práctica del período
sumerio y acadio a través del imperio asirio. La antigua ciudad de Asur se encuentra a
390 km al norte de Bagdad. El asentamiento fue fundado en la orilla occidental del Tigris.
Los restos excavados consisten en depósitos arqueológicos superpuestos, el más
antiguo de la época sumeria del Dinástico Temprano (a principios de III milenio a.C.), a
continuación, los períodos acadios y III, seguido por el Antiguo, Medio y Neo-asirio (que
termina a mediados del I milenio a.C.) y por último, el período helenístico y de los reyes
árabes de Hatra.

Estructuralmente, la ciudad de Assur se dividió en dos partes: la ciudad vieja (acadio


libbi-ali, el corazón de la ciudad), que es la parte norte y más grande de Assur, y la nueva
ciudad que se construyó alrededor de mediados del segundo milenio antes de Cristo.

Las principales características de la ciudad ahora visibles en el lugar, consisten en


restos arquitectónicos: el zigurat y el gran templo del dios Assur, el doble templo de Anu
y Adad, el templo de Ishtar, la diosa sumeria del amor y de la guerra, el Antiguo Palacio,
con sus tumbas reales y varias viviendas en muchas partes de la ciudad. La ciudad
estaba rodeada por una doble pared con varias puertas y un gran foso. La mayoría de
los edificios de la ciudad fueron construidos con adobe, con ladrillos secados al sol, con
cimientos de piedra de cantera o piedra labrada, en función del periodo. Objetos
artísticos y partes de restos arquitectónicos de la ciudad son en la actualidad exhibidos
en los principales museos del mundo.

En cuanto a la arquitectura civil, el Palacio Viejo consistió en una construcción compleja


muchas veces reconstruida y alterada, alcanzando grandes proporciones. Su planta,
ligeramente trapezoidal (110,50 por 112 por 98,30 por 98,10 m) comprendía diez patios,
a cuyo alrededor se distribuían 162 estancias. De las mansiones de carácter privado,
que se levantaron sobre todo en torno al templo, sólo han llegado escasísimos restos.
Su característica común era el tener un gran patio central rodeado de habitaciones.

Cuando a finales del siglo XIX a. C. Shamshi-Adad I logró apoderarse de Assur y


convertir tal reino en un verdadero Imperio, coetáneo al de Hammurabi de Babilonia, se
construyeron en la ciudad varios templos en honor de las principales divinidades, al
tiempo que se restauraba la torre escalonada de Enlil y se completaba con nuevos
aposentos el Templo de Assur. Asimismo, a Shamshi-Adad I se debió la construcción

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de un gran edificio religioso, junto con su correspondiente zigurat, en Karana. El templo,
levantado sobre una terraza, era de planta cuadrada (46 m de lado) y constaba de
vestíbulo, patio, antecella y cella, con estancias laterales, todo ello dispuesto de acuerdo
con un eje axial. La antecella estaba decorada con relieves de piedra. Una escalera
interior, dispuesta en ángulo, permitía el acceso al tejado, desde el que se llegaba al
zigurat (probablemente de cinco pisos) que se situó en la parte trasera del templo. Era
una mole de adobes con una cámara abovedada central, que quedó bloqueada tras el
acabado del edificio.

Nimrud, conocida como Kalkhu por los asirios, y como Calaj o Kalakh en la Biblia, está
situada junto al río Tigris, a unos 30 km al sudeste de Mosul (en el actual Irak). Sus
restos arqueológicos fueron dinamitados por el Daesh en los primeros meses del 2015,
haciéndola desaparecer La ciudad fue fundada por el rey Salmanasar I en el siglo XIII
a. C. en la confluencia del Tigris con el río Pequeño Zab, como un pequeño centro
administrativo sin gran importancia, hasta que el rey Asurnasirpal II decidió construir allí
su nueva capital. Según una célebre inscripción del rey hallada en las ruinas de la ciudad
en 1951 conocida como la ‘’Estela del banquete’’ para la construcción de la ciudad se
utilizaron a millares de trabajadores que tuvieron que nivelar una extensión de 360
hectáreas, construir una muralla de 7,5 km de largo y una altura de unos 15 metros, y
un canal (al que se llamó «portador de la abundancia») procedente del río Zab, para
irrigar la llanura de los alrededores. Cuando finalizó la construcción en el año 879 a. C.,
se celebró un banquete que duró diez días y al que asistieron 47 000 invitados, 16 000
habitantes, 5000 invitados extranjeros, y 1500 dignatarios del estado.

Los restos arqueológicos de Nimrud fueron excavados por Austen Henry Layard entre
1845 y 1851, quien identificó erróneamente la ciudad como la antigua Nínive. Las
excavaciones fueron continuadas por Max Mallowan entre 1949 y 1957, y por David
Oates entre 1958 y 1962. Layard extrajo una gran cantidad de esculturas de toros alados
y relieves que hoy se encuentran en el Museo Británico, así como el «obelisco negro»
de Salmanasar III, un bloque de alabastro oscuro terminado en escalones, como un
Zigurat en miniatura, con relieves en sus lados que conmemoran las victorias del rey.
La mayoría de las excavaciones se realizaron en el área de la ciudadela, una extensión
de veinte hectáreas en el interior de la ciudad, rodeada de un muro de unos ocho metros
de altura. Se ha identificado el palacio de Asurnasirpal II o ‘’Palacio del noroeste’’ para
los arqueólogos, se restauró y se convirtió en un museo (ahora destruido) con fines
turísticos, el palacio de Samanasar III y el de Tiglath-Pileser III. Los muros de las
habitaciones de estos palacios, realizados en piedra, estaban cubiertos por relieves
pintados de colores, disponiéndose enormes toros o leones alados con cabeza humana

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a los lados de las puertas de acceso cuya finalidad era impresionar a los dignatarios
extranjeros mostrando el poder de los reyes de Asiria.

Dur-Sharrukin, literalmente, "La fortaleza de Sargón", fue una ciudad amurallada


ordenada construir en 713 a. C. por Sargón II, como capital de Asiria. Pasó a ser la
capital del reino en 717 a. C. En el lugar, situado 15 km al noreste de Mosul y 20 km al
norte de Nínive, se encuentra la actual villa de Khorsabad, en Irak, zona habitada por el
pueblo asirio. La ciudad tenía unas dimensiones aproximadas de 1760 × 1635 metros
(fue la capital más pequeña de Asiria). La longitud de los muros era de 16280 unidades
asirias, cifra que correspondía con el valor numérico del nombre de Sargón. Las tierras
de alrededor se cultivaron con olivos, en un intento de paliar el déficit de aceite de Asiria.
La ciudad fue colonizada en parte con prisioneros de guerra y deportados bajo control
de oficiales asirios que debían asegurarse que éstos eran suficientemente respetuosos
con los dioses y el rey. Las obras de construcción duraron diez años. La ciudad se rodeó
con una muralla defendida por 150 torres y contaba con ocho puertas. En el sector norte
se edificó una ciudadela sobre una plataforma de entre 14 y 18 metros, que contenía un
zigurat y un grandioso templo con seis santuarios, además del palacio real, un complejo
conjunto de patios, salones y almacenes, con más de doscientas dependencias. El
palacio estaba totalmente revestido de mármol y relieves en piedra y bronce. La puerta
principal del palacio estaba protegida por "el héroe del león" -posiblemente
representación de Gilgamesh- entre parejas de toros antropomorfos alados (Lamassu).
El palacio se comunicaba con el templo de Nabu mediante un viaducto. Además, había
otras edificaciones religiosas dedicadas a los diferentes dioses y otras edificaciones
civiles para residencia de dignatarios. A la muerte de Sargón II, su hijo Senaquerib
trasladó la capital a Nínive, más al sur.

Y por último tenemos a Nínive. Actualmente sus restos se encuentran junto a la ciudad
de Mosul (Irak), a un kilómetro de la orilla oriental del río Tigris, conocida como Nieve
en la Biblia. En cuanto a su situación geográfica, podemos observar, que Nínive se
hallaba junto los ríos Tigris y Josr, lo que databa a la ciudad de unas ricas y fértiles
tierras idóneas para el cultivo. Todo esto unido a que estaba junto a una ruta comercial
entre Mesopotamia, Siria y Anatolia, hizo del enclave un lugar idóneo para establecer
una ciudad. En ella se encontraba el ‘’Palacio sin rival’’, que tenía entre quince y
dieciocho puertas, cada una dedicada a una deidad. Senaquerib lo construyó encima de
una mansión anterior, que ordenó derruir y sobre la que elevó una extensa terraza. El
palacio alcanzó un esplendor legendario, aunque no se ha conservado integro, tenía a
menos setenta habitaciones y tres mil metros de decoración mural. Fue el palacio más

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grande y lujoso de cuantos construyeron los reyes asirios, de ahí a que Senaquerib lo
bautizara como el “Palacio sin rival”.

El elemento más llamativo de los palacios, eran los relieves que adornaban las paredes.
En ellos se plasmaban desde escenas de vida cotidiana y paisajes hasta batallas
sangrientas o ceremonias religiosas. Todos los relieves, enaltecían al rey en el
cumplimiento de sus funciones como monarca: defensor del pueblo, constructor, gran
guerrero encargado de defender y ampliar límites de la propiedad divina y vicario de su
dios Assur.

II.6.3. ESCULTURA
En su escultura los relieves asirios conservan su poder de asombrar pero lo que más
impacta es su escala, ya que cubren los muros con grandes escenas o con procedentes
de todos los grandes palacios asirios que emociona su exquisitez de los detalles
ornamentales, el diseño dibujístico de sus formas y su talla pulimentada y plana
conmociona la solemnidad de sus ceremonias o el drama que viven hombres y animales
en las escenas narrativas. Entre ellas tenemos:

La Cacería de Arzubanipal, una de las representaciones en la que se logra apreciar al


rey como cazador y el dolor de los animales cazados que representa la época victoriana
con una actitud sentimental hacia los animales salvajes considerando a los emperadores
asirios como seres que ejercían la brutalidad hacia los animales moribundos en el de
las víctimas trágicas y perseguidas.

Los toros alados fueron grandes figuras que estaban llenas de significado para los
antiguos habitantes del Oriente Medio se creía que estos toros con cabeza de hombre
ahuyentaban a los espíritus malignos como a los enemigos, eran representados
generalmente en parejas situados uno a cada lado de la entrada como vigilantes de los
principales centros y su cuerpo representaba la fuerza del animal, sus alas la velocidad
de las aves y su cabeza la inteligencia humana.

El obelisco Negro de Salminasar III, es una piedra caliza de color negro Neo-Asiria, su
escultura era de bajo relieve de Nimrud, en el norte de Irak, esta escultura viene a ser
la conmemoración de los hechos del Rey Salmanasar III. Este obelisco muestra las
primeras escenas de protocolo y la segunda escenas de guerra. Salmanasar III narrando
con relieves figurados y adecuados textos sus empresas militares aludiendo a los
principales hechos de los años del reinado del monarca asirio, conocidos por otras
fuentes.

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El genio Alado se muestra en El reinado de Asurnasirpal II (883-859 a.C.) cuya época
marca el primer gran florecimiento del arte figurativo neoasiro, como testimonia la
decoración de su monumental Palacio Real en el extremo noroccidental de la Acrópolis
Nimrud.
Este relieve proviene de la sala I del palacio y pertenece a lápidas dedicadas a la
temática mítico-simbólica de la adoración del Árbol Sagrado, símbolo de la realeza
portadora de fecundidad y de vida en donde el genio protector tiene el cuerpo de un
hombre con una larga cabellera que cae sobre los hombros y acaba en bucles como la
barba lleva además un tocado adornado con dos pares de cuernos estilizados, símbolo
divino, y una larga vestidura con volantes, tiene los pies desnudos y de los hombros
nacen dos grandes alas de águila bien moldeadas y finamente detalladas.

II.6.4. ORFEBRERÍA
La orfebrería fue muy abundante y suntuosa en dicho imperio aunque no haya llegado
a su esplendor. Se sostiene que los reyes o magnates asirios utilizaban vajillas de Oro,
Plata además de dijes y adornos de inestimable precio,

EL PAZUZU

Es el rey de los demonios del viento, hijo del dios Hanbi en la mitología sumeria, asiria
y acadia. Para los sumerios, también representaba el viento del suroeste, que traía las
tormentas, y también el portador de la peste y las plagas, del delirio y de la fiebre.

LAMASHTU

Llamada también dimme (en la mitología sumeria) era un demonio femenino en la


mitología de los pueblos mesopotámicos. Era un demonio sumamente maligno, y por
tanto muy temido.se alimentaba de niños lactantes, a los que raptaba mientras
dormían sus madres para comerse su carne y beberse su sangre. También era
responsable de los abortos, que provocaba tocando siete veces el vientre de la madre
gestante, y de la muerte de los niños en la cuna. También eran sus potenciales
víctimas las madres y, ocasionalmente, hombres adultos a los que devoraba.

Era hija del dios an, y muy poderosa también por derecho propio. El único ser capaz
de actuar contra ella era pazuzu, su consorte. Por ello, para evitar su ataque, en los
niños recién nacidos y en sus madres se colocaban amuletos con la imagen de
pazuzu.

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Las coronas de la reina Naqia.

En este fragmento de relieve en bronce, recubierto inicialmente por una hoja de oro y
procedente del templo de Marduk en Babilonia, la reina Naqia lleva una corona
dentada y sostiene un espejo. Aparece representada al lado de su hijo Asarhadón,
cubierto por la tiara real y portador del cetro, en la postura de laban appi, un gesto de
plegaria y de humildad hacia los dioses que consistía en tocarse la nariz con un palito
o una flor.

III. CONCLUSIONES

IV. BIBLIOGRAFÍA

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V. ANEXOS

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