Está en la página 1de 82
eros interrogantes se abron hoy fests a las sempre ‘compleas rlocones entre ol Estado y Is sociedni. Fragmentacion social ruptura de os azo comunitarios 4, en defi, detintas formas de malestar asoman en un Conterto en l que el Estado ha abdiado de sus funclanes re ‘tladoras,restringlendo ls polices péblicas a su minima ex. Breién Peo precisamente por ello es menererreplantear a ‘agenda piblicay examinar las diversas modaldades de later. vencin enol mbit social y las nuevas coordenadas que van ela mano de cambios sacloconémicesestructuraes. Este libro analiza la Interencin del Estado en el bit so- lal, por un lado pasando revista a su construccién Nstécea en la que se destaca la nfvencia del pensamiento de Thomas Hobbes, Jeremy Bentham y Michel Fuca y por aro aten- onde alas cuestiones socials de la mis etrictaactuadad. {La aparicén de nucras demandas hacia ls insttuciones y de meas problematcas -precarizaclin labora, velncia urba- a, drogaiccin, deltos ecoligens, entre otros revela la Insufclenca de as herramintas clisicas do intervencié. Por ‘lo, 2 pari de Ia experiencia on ol dea del trabajo socal, ‘ero establelendo puentes con otros campos disciptnaios ‘come la medicina ola picooga, este bro apuesta a nuevas formas deinervncion en o social que contemplen I artcu- lacis entre el Estado, of mercado y las mdalidades actuals ‘que asume la cldadania, ‘lrode J. Carballeds, magistor en Trabsj Social, es docente ‘en a Universidad de Buenos fires, la Unhersidad Nacional de {x Plata y la Universidad Nacional de Entre Rios, Se desempe- fi como invetgador unlverstaro yes consutory valundor proyectos sociales. Ha publcadodversos articles en revs- ‘tas espocialzadas, y entre sus libros se cuentan La farmaco- ‘dopondencia en América latina (1998) y Del desorden de los ‘euerpos af ondon de la sociedad (2000) — TRAMAS SOCIALES ‘Mfredo J, Carballeda LA INTERVENCION EN LO SOCIAL LA 5 INTERVENCIO EN LO SOCIAL Exclusion e integracién en, los nuevos escenarios sociales Alfredo J. Carballeda LA INTERVENCION EN LO SOCIAL ‘TRAMAS SOCIALES Directora de coleccsn: Lie. iene Gajman 24. HL Lejarraga (comp.) Desarroll del nto en contexte 25, G. Kessler Dalit, esas y juventud 26, V. Ruiz 7 . Las organizacionescomunitavias gestin sociada 27, M. Mueci Prisoprfilase quirirgica 28. T, Puig Se acab la diversi 29, FE Ekias La adopiém de nor como custién sil 30, A. Melillo; E, Sudrez Ojeda y D. Rodriguez Resiliencia ysubjeivided 31. E-Pantelides Varonesltinoamericanas 32, S.De Piero Onganizaciones de la sociedad cit 33, Le Schvarstein y L. Leopold (comps) ‘Trabajo ysubjetvidad “dose ei oman mera neszas nee. Ser inerrato 8 uate itn Jo ceo oc, pa far ene 0s Seon cos» snsterspin oma LA INTERVENCION EN LO SOCIAL Exclusion e integracion en los nuevos escenarios sociales ALFREDO J. CARBALLEDA ” PAIDOS. Buenos Ares Barcelona México INDICE cubits de Ouao Mach —_. gba gab an arse salen) P00 wren sooth lcalanl Capitulo 1. Laintervencisn en lo social los oxigenes Bt ‘yu sentido So 1s Loe iniios mas ees de TE interven coma Los aatire jaridicos des hioria ne) Pasadoy presente de la intervenisn en fo soa Ta latencia de os dsc er soocnt Sat dee pean Capitulo 2. Crisis, nuevos escenaros e intervencién ETE flo social : fo 3S Toe nactor escenario de elo social eens 95 (© 20 dn a eons Inuervencn y modemidad ae? tral Pin SAIC yTatanka S.A ras einterencdin ea fo soa 39 Dam 68, Boos ee ‘Una mieada geneaigien oe a mai ereiaralgldnco ae rave emancipacdne intervenida eno soa ‘Tiepsibeargntnacmar ‘lana del Tabs Soil “Modemidic:ntervencign y manicnto Crisis de la modemiade inrervencion en io soil Elimpacode la rss en la eslera dl Estado-nacin Algunasconsideracines yenerles sobre a Titervendin en lo socal oy de hehe pita peiee Lay 11.29, Tyr Arges omc Artin eee ST ptulo 3. Fragmentacin, exclusion yciudadaniat ‘nuevos interrogantes para Ia intervencién en fo socal a 63 leslie delo sora! 6 [a irpein dele moos formas de a exchsiog Taide dele cudadanas 0 Alfredo J. Carballeda ‘mervensin en oscil ¥ comprentiin son ” TE imerveacén en lo soy constuccion de conoiento ernr Criss del Estado, rss de as pica [El problema dela wld de as pectas sociales ene 87 pital 4. Laiterven6i6n nnnnnnnnnaenen Ts imcersencicn yl eerenes maneras de comprender Te problemaiea def integrin nrmnnnnes Lainterencén elo soil como proceso mennssna 93 TCalntervencign dese una perspeativa sea en Cleoneepto de eomanidad non 95 Alguns aportes facials procedimients de Thimenenci desde diferentes campos de siber on 101 103 107 |Alpunasenstonesnsromentls ‘Alfunar splicaiones dela intervencin emf socal Capfala 5, La intervencin en espacios microsociles 113, Tin incervenid en to sol espacios miosis. El aso dl abajo social comaniario sane IB El Gagnénieocormaitario a el canociient deo local Dla ntervencion en comunidad mnunnsnnnnn 16 ‘La tineracén como inicio de a inervenion nomad nn 180 Hac or eset de abajo comgniafio s ry Captato 6. a peesentacon de las nuevas euestiones Noalesy ln intervenciin eno 308. 3s Lr interencion en fo social yl padecimiento sujet S38 Er impo de la nuera cues socal y ls problems Tras actuals el aso de eogaticln wenn M7 La lmerencn en Tosi en fa robles de incon por VIF ylaconsrucién de problemas soles 015% : 159 A Patricia, mi espoa, y a Juan Marte, ‘mi bij, quienes todos ls dias bacen que cri sea posible. PROLOGO Eseribr una introduccién aun testo es siempre un desi- fio 2 todas lows se puede pecar por exeeso 0 por defecto, y cen todo eiso no deja de sot una deferencia especial toda vez {que el autor elige a su prloguista. En mi cas constcuye una vertiente mis deun proceso de amistad que,a pesar de laasis- ‘ematicidad, hemos procurado enriquecer, escuchando con ceptos yvisones sabre un quehacer que nos une: la preten sn, desde determinades conocimientos, de partcipar en la cconsuccién de un mundo distin, CConoet a Alfedo en ls Facultad de Medicina, donde a= bos trabajos por mis de diez afios en el Fondo de Ayuda “Toxicoldgica (FAT). En esa época él buscaba otra manera de entender y afrontar la perspeciva de su futuro profesional. ela persona que posteriormente me #=- frescariadichos mis de ota épocs, con quien compartir a ‘misma inguietud (en bisqueda yejercicio)respecto de la 30- ‘edad, produjo aproximaciones para el entendimiento de lo social en forma continvay divers, Lay una miltancia en el eerccio del entendimiento: el intereambio que enriquece el binomio alurnno-profesor y «que suele ~en los buenos esos~ devenir en una sntesis que ‘se perpetia en otras instancas, sobre todo en temas convo~ antes. Ese fue el caso de la consagracicn de Carblleda a 0 pravs y hoy es lo que enmarca su perspectiva en las purica- lares condiciones que nos tocan vivir. ” Alberto Calabrese ‘A Alfredo Carballeda le preocupa la remanida “erisis de 1a moderna’, pero la concibe como un proceso que per= ‘mite nuevos horizontes desde donde es posible entenderls, incluso desde otro enguaje, La tarea de comprension est Dlece origenes (verdaderos anclajes) para entender el fen6= ‘meno de la modernidad como texto y contexto. Revision ~aque de esto se trata~ de fo que escé dado; desconstrueci6n y propuesta de nueva estructuracién, Una perspectiva seme= jante, que a un tiempo cuestiona y propone un cambio, es propia de la naturaleza humana, ainque los hombres se em- pefien en desconocerls, defendiendo un saber que les impi- de mirase a sf mismos. De abi que, yen especial para alguien en quien lo hists- rico es una perspeciva que influye en lo cotidiano la his ‘queda de nuevos espacos es un acontecer natural que le per rite captar origenes y concatenar acontecimientos. Las diversas lectus, debidamente tamizadas, iluminan tuna prcica que hace posible una nuews forma de razona~ mento sobre lo cotidiano, en la que el escarecimiento permi- te salirse de los estrechos preconceptos que l hacen funcio- ral Sin dada, esto constituye una nueva manera de resistencia alo dado ~molde condicionante-, alas aplicaciones que tien dena perperuar lo establecido 0 aceptar al mundo como he- cho consumado, nronces cabe preguntarse:zqué es To que motiva al aa tora emprender este recorrdo? Dirla que esa bisqueda da- ta de un tiempo anterior, cuando muchos de sus colegss de profesidn compartan vn mismo interrogante: el papel que les abe como “aliviadores” de las miltpls carencias del sis: ‘ema. Flos hoy se enfrentan a la angustia impuesta de wn ‘mundo en el eval los referentestraicionales han perdido su eficacia. En efecto, frente a dsyuntivas simplstas que culpa 2 los protagonists primarios (el causante 0 su medio inme- diato), se pueden entrever las verdaderas causs en la pérdi- da de referentes tales como el Estado, as insttuciones 0 ls carasvsiles de la exeibildad: politicos, jueces, mediadares 2 religiosos profesionales. Todos adolesen de una inconsi- tencia pertnaz par el hombre medio, nerédlo inckiso de su propia perspectiva como cidadano, “Ante esa situacia, a ntervencin en lo social es incon- sistent y debe a su vex para no resulta pee del deterio- ro recrear nuevas formas deitervencin, preven ques settudwadizional no tenesustato y, porto tanto, debe re- plantcare seo ‘qu surge la udad de wn tee que puede desplizarse i= pidamente desde ffrialdad del estableido har I edad ue se procra constr Elandliss enbralos datos deta ci= sis, dando cuenta de las dials pero sin perder de visa ins psibles solucones, y esublee wn proceso descubriendo nuevos dmbitos,definiendoprardadesybrndando oporsa- nidades a pare de ees que ovientan la interencin como ptca de reconstccién Liga mirada, rerea vncloe del conocinienoy divas pris Encuentra coincident ‘erdisciplinaras «partir de diseursos que no pueden persist en caminosdapesos. ‘Algo importante: recomponer la sliaridad orgice y smecinica, en érminos de F. Durkheim, implica una unin sms durader.Valorizr el mieroespaci como espacio posi- le de conciencia y perenencia, mediante propaesas sim- les, pero frmes, que tengan en cuenta ef factor histo. Signearel hoy para el mafian, pero pari de un ayer re conocido, Inorporar el principio de a creativity del ue= go, amo arene y poten de aman de La inquetd intleemal del autor, sumads sus préctcas Inboraes, le permite plntear aquellos temas que, como punta del iceberg, epresentan as profandsseontradicciones eoxiiana que él eanoce bien: no provenen de “Dagelos” ‘extaios sino que son prodtos del marasmo en el cuales tin sums ls fenémenos soils. st, a drogaiecidn ol Sida no Son analizados como caus, sino como rsuleados gue “ingieren” toa I fla de este extado de coe. B Alberto Calabrese Ensintesis, qué nos propone el auror? Entender pars no sorprendemas, busear adccuadamente, sustentar el trabajo de investgaciGn en determinados pensadores que iumninan este trinsto, proponer acciones inteligentes ~porque re= crean propuestis y vinculos~ y dar une nueva fuerza @ una vieja trea, ‘Alivir un desencuentro no es ir en bésqueda de Is ho- meostsis; por el eontrario, es intentar rearmar un tjido pa~ acl crecimiento, Los actoressocisles pueden se protagonis- 13s, y quienes asumen el trabajo socal pueden replantear sw hrizoate. Retomar el sentido de la intervencién en lo social 5 volver al eamino del protagonismo, lo eual concieme en primer lugar alos destinataios de una prictica de interven cin, pero en realidad abarea mucho més: incluye a todos anus qu onssentemene apes lds del om ALaExTO CaLannese CAPITULO 1 La intervencién en lo soci los origenes y su sentido Los inicios ‘Unia mirada hacia I interoncn en lo soil desde su cons tren historia permite aeceder a diferentes vis para s ‘comprensin y explicacin. Por un lado, la intervencion se vincula al origen de la denominada “cvestién social". Este punta implica wna necesaria revision de los orfgenes del pen- samiento moderno. En este aspect la ntervencion en lo social manifesta una importante influencia del pensamiento de Thomas Hobbes, (1588-1679), en especial por el hecho de que desde sus obras comienzaainsturstse a vsin contractulista del sociedad, ‘fin de terminar con el “estado de guerra natural”. Esta situa- cin reflej el clima de una época de transicion de lo antiguo flo modemo, dentro de una ssmacisn eoofictiva en lo poli- ‘ico, La resokicidn de Hobbes a este problema ser “arte po- der al scberano para lograt la paz” Esta solucdn implica Ia legada de I paz. a cambio de una cesin inevitable y definiiva de soberania por parte de quienes pcan o contratan,soslayindose Ia existencia de un conficto previo que quedard ocalto, pero que reaparecers en los mi igenes de la rocién consitida “sociedad”, © quedaré ltente, bj ls nociones de “probleme soil” o “anormalidad” s Aled J. Carbaleds La sociedad, en el pensamiento de Thomas Hobbes, es la negacién del estado de naruraleza. Silos hombres “pac- tan” para franquear ef paso del staus naturals 2 una socie~ dad civil, deben entregarse a un Leviatin (soberano repre- sentado mediante la figura de un monstruo nombrado en fa Biblia), en el cual Estado y sociedad coinciden. No casual- mente Leviatin es el nombre del Estado, lo que pone de ‘manifesto que la visin de la politica y la sociedad de Tho ‘mas Hobbes estfatravesada en forma relevante por st no~ cid del Estado. Desde la perspectva de Hobbes, en el pacto de sujectin (pactin subjetions) los hombees delegan su soberanfa a un rmonarcs, quien 4 cambio les resttuye el derecho a la via. En ese momento, crucial en la historia de a ciencia polities, se funda el absolutism, pero a partir de ese establecimien- to también se comienzan a construir las formas para “lo- grat” Ia por, pars cohesionar aquello que se presentaba co~ imo salvaje y andrquico luego de la “retirada” de Dios det ‘mundo de los hombres. Pero exe instante de ereacién marca algo mis sutil la fundacin de las formas para lorarlacohesién en el terreno de la par, aleanzada luego del pacto de sujecidn, es tambign el momento de construccién de los insrumentos de coer cin que se relacionarin con los bordes, los mangenes de ese contrto, en defnitiva con aquellos que quedaron fuera de Ta contienda, los derrotados de una determinada coyuntur. Al fin, serin ésts quienes recibirsn ls més puras formas de Ia intervencin que imponen de manera significaiva el aco individual de entregar soberania a otro que detenta poder (en tanto conosimiente), para Gnalizar el estado de guerra natural” ylogra la integracin de aquello que se estaba fan- ‘dando y se habia comenzado a designar como sociedad. "Thomas Hobbes ofrece a Occidente una de ls primeras respuesta posibles a la pregunta del origen de ls sociedad y Ge las nuevas formas de ejerici del poder, con nuevos fun potismo. La iberead de los antiguos, segtin Constant, era independencia de las cudades griegas, pero no la indepen dencia dl individuo. Constant ve en el Estado a un “opo- niente ala ibertad®, Todo esto puede leese como una espe- cie de desffo a ls revoluciones, en tanto éstas ponian en crisis la formas de gobierno pero no lograban desaricular Ja omnipotencia del Estado. Estas consideraciones lo llevan « plantear que la libertad no se garantiza ni siquiera a tr Lsintercencn en lo social los origeesy5u sentido -vés de una limitacin de los poderes. Para Constant, la lic beread se expresa en ls esferas donde no existe ninguna in- jerencia del Estado ola politics, postulaciin que lo induce ‘interragarse acerca del papel del Estado y emo puede és- ce garantioar la libertad, Lolferad de ls mderosepeesena seams exes dela c= tind humana, panda ply bj el amparo de a ier a= "de, cnegras ernment deren egorin delaras (Gora 198) De esta manera, Constant, siguiendo el camino de Mon- tesquien,asciaba [a iberead moderna con el seatimiento de seguridad. Pero no debe esistir voluntad legislative que se Jntroducea en la esfera del individuo, Ast, se eonsruye una visiGn de lo pablico como un pequetio teritorio que se n= frenta a lo privado eargado de atriburos que definen un ho- izonte sin Kites. A su ver, y siguiendo a Botana, es post ble vineula el pensamiento de Constant al de Adam Smith, relacionando el pasado con la conguistay los tiempos mo- demos con el progreso que tre el comercio. En definiiva, lo que se plantea es una puja entre la libertad civil ya liber= tad politica. Esta ilkima es vista como carguda de inseguri= dad. De ali sarge otrs forma de construir la necesidad de a intervencin, ahora para ordenar Ia sociedad, custodiar el orden y prevenir desbordes, como los prodiueides por la Re- volucién Francesa Esta discusén alrededor de la soberanis tendré lugar con mayor énfisis en Europa continental, en especial en Francia, y ambiga tendri su impacto singular en el Rio de Ia Plats, La creulacin de Ins diferentes ideas polticas du- iglo XIX y la influencia de los postulados de la TTustracién, la experiencia de Inglaterra y la naciente demo- cxacia en los Estados Unidos también impactan signifiati- vamnte en la Argentina, En el plano de Ia intervencién en To socal en este pa se construyen nuevos dispostivos ose recrean antiguos 2 Are 9. Carballeda ‘ exconamos ne mane de dominar mao gue ero ninero tk hones es poe ccd poner de to fo que estén si de- ‘Redon a fade cua n cx no dello a mpenon qu se quiere foe de ceconmos de sven, des reamed eas ceunsances devi, de mado guc nid otra cap “orpecr fas deen, indus gue en medio de et dor ese un naranento ay en rstamento moyen trap elgoenos pan api (ena, 1788, Las disciplinas que se resignifican en ese momento de la historia deben estar atentas a las posibilidades de cambio, sobre todo a aquellos casos de deformaciones o retrocesos, para asi intervenir, corrigiendo desde el cuerpo, el alma (mente) 0 el contexto, De esta forma, la intervencin en lo Social surgité en relacign con diferentes planos: en la detec- tin de lo “anormal” y sa claiicacién; en la aplcacién de formas de disciplinamiento y por tltimo en Is articulacion de ambas para dar ona sefial ala sociedad, en definitva para teonstrir en forma permanente a ese “otro” sobre el cual se intervended ‘As os origenes de la intervencin en lo socal se relacio- ran com la Tastraci, en especial con la orientaciin pedagé= fica de ésta, lo que impulssri una mecamorfosis de los discur~ Ss, las pricticasy las instituciones en téminos de transicin Inala algo que es definide como nuevo y, por ende, como me- jor que lo anterior, ue connota ataso y barbaric. En sus inicios yen parte embign en Ta actualidad, las pricticas que intervienen en lo socal poseen una impronta pedagézica, por exanto procuran que ese “otro” aprehenda I moderniad. A saver, la acend de “lo moderno” implica aentrarse en territorios desconocidos para iluminarlos, tat ‘er para reconocer en ellos, através de una bsqueda a veces Alesesperada, os propios origenes de una civilizacén que se consderé a sf misma la espide de la historia univers “La ilea de que larazén “lumina” se impone ala cultura ‘como el intento de incorporar la razén a lo cotidiano, ce- trando las puerta al origen, al pasado ya la historiidad del fujeto, pensando solo en faneién del futuro y de-una soci Fa La intervencn en a social lr origens 10 setido bilidad construda en forma artifical. Asi, la intervencién clabora sus primeros “contratos, proponiendo desde la pe- done el resem se enecrra con iinet fo Socal expedient en ela ona npiana de etor ‘ceiccimirtsen vid coin En leas de Amis latina especialmente en dcx da de 1980 ls consecuencia de los eambios esrptos so harin patents: a el valor de a esoraciones pica dismine neces de mates rims por pte eos piss ens se inrementan las deudas neta, tod lo ual provoes un fre aumento de as desiguadades yuna périida de presencia en el mundo en trmines de elev Sa pol, en especial a paride a scumulacion de poder condi, enolic y mili dels pies indus tos lo Estas Unidos Filment, lor cambios oiidosen Tos Simos aos planter nase de problemas ue sea convenient mens Sonar En pine del sa de Benes ages ss incerdune el ahcamiento dels pln plies to petite var qe pola exten en el faa 0 nel propio preset de eri os bits que aud ten En Amc tina en eect ena Argentine ar do aes como constr dela sociedad. Ate st achice demo, la ers no slo se presen desde una perspec tae sin también sinbdlic, dado el importante papel Que el Esa habia desempetad en ls cositucion de a ientiad nacional increment dt desenplc reel deseo sila lel Estados imi lid ats de desemplo, que por cet toesaka ena Agena, el bj inte mbes en do hie, epee come ei de sacalaiény ” Alfredo J. Carbaleda construc de denidades. La aplcasén d oa ec ‘Rites eben mpl un fe ope ala sje, d- weyie lta del mercado avis 3s toda soit eam en cmpetv logue poco ase cP Ehret. Amd en exons seis en el Wate oues forma de diciboctn dea queaqoe se {Dim mmacho menos ean Nose dene datos dela exe (ere eaves del ings js en el paso tome equ seen hy. Mite geen Se sguen generand mis y mayors es paces Jenin sal El cen def extsin 20 voice sete es denon era” sino a= Tieees elton de a soteiad, yg gens se encventan tier dele inson no pen ear euros de ante Sa Ta enn en cstny exon se mantis BER dl wae ena vie condi, expend {hn fama de incertae y bin dee pao de Side nes del epi de finial. Pogo, en “inst mena de xcstn bene en forma r= sr ad panancs dl opel respec dl wabjo y Cho ood “eco” y "Usain fra ta Port partes staniones dx" seraplin on spn org aterorment govaan de cera 50" Stet proyecton den de a scead expeslnente en Cee promacn socal ode mantnimist un B= ceed em A hn suid nies ctegreacones sean desde a precarad hava tas, paso por valnerbiidad Tape ad ena esteem exe fendnen de empl, Po efempl, a esi de apr eae ea sera yu rlcon cern eon aspen when y con a inceriarbre qo ean propecia ‘Kluot wabj, en tanto contrccin de lo cosian, Sb de semi, 2a vee qe se transformant ls fEumar soi que lo ode. Ean aces por s- Aine dende masa mejorar cl ngesn ata dels prodnc- 50 (Criss nuetosexenavasentervencin en lo sca cin y el presentsmo que desde formas onganizativas 0 co- lectivas. Estas circunstancias marcan signifiativos procesos Ae ndividuaizacin, El empleo habia servido como factor de estructuracin de la cotdianidad, en espacio y tiempo, a trax ‘és de laconsttucin de formas asociatvas en muchos casos con impacto en la comunidad, especialmente en los denomi= nados “bartios obreros’. Hoy, esa vida cotidiana se encuen- ‘ra alterada dentro de la variable tiempo, porque el mismo ya zo se organiza en funcin de la producciin al estilo del mo= elo keynesiano dela eoonomis, (Ocra via de entrada remite ala fragmentacin de a socie~ dad, Una de las formas actules de padecimiento se relacio- na con la incertidumbre que se suma a la sensacin de falta de pertenencia 2 un todo (social). La crise taj como conse ‘vencia Ia pérdida de espacios de sacialzacin y la erisis de sentido de muchos de ells (por ejemplo, la escuela) a ex- presin mas clara de ello es fundamentalmente la uptura de Iazos sociales, la conformacidn de relaciones sociales efime= ris y de espacios de encuentro y socibilidad novedosos que plain nterogames y qui nuevas pose pra En definicva, la demanda hacia la imervencién en lo so- Gal en la actualidad pasa por wna serie de viets y nuevas cvestiones que a waelven a vincular als “problemitica de la integracin’. E fin del siglo XIX y los tltimos aos del siglo ‘XX tienen una serie de puntos en comtin, como son la p= ida de imagenes toalzadors, la fragmentacign dela socie~ ad y la crisis del liberalismo. La obra de ciertos pensadores se fines de siglo XIX, como Max Weber y Emile Durkheim, ddenuncia su preocupacidn por estos problemas. Lo mismo ‘curre con la tradcién socalista de las ciencias sociales, en especial con Ia obra de Antonio Gramsci, y,en el cao del Psicoanilisis, eon la nocién de “malstar cn la cultura” que desartolla Sigmund Freud, Por otra parte, algunos autores mencionan la dificultad de acceso alo socal: este campo se ha tornado “opaco” (J a Aifedo J. Carbaleda cows, con una serie de implica que muesran grandes cambice en principio en relcgn con la desis. Tan tien cambin las formas de diferencia. Las ieencs Aejeon de ser exables,e decade Gene garantrada So pormanenci indefinia en un gsr dentro def sociedad ‘Amin tempo, existe un gran difclad para deo far lo aco de la vida coin, expecilent presen fase un mundo cambiate en fotea vl y einer en una cana e aspects, At, lassi de Ineetdum- te se aproina a lade pri de prtncaciay de Men dha. pr esol tansmsin de pas y codicacianes de generic en gencracion se Wiehe, Geramente, MOY a= the. Esa conjuncign Ge dfclades se acrecenaen ata Slade as fereniaciones-epeialete a pre desuiones de aia, sumada slo expuetosneiormen- te genera un périd de a homogenedad deus poblco- nes donde diseamente se aplianaccions desde aera dil Eso ys intervene or aon ol goa arn ei dad ipiqen la presencia de iro dean Je et fos y rma, oes ala cris de ei yd = presenacen Deshi qos cigs ean emer seados En dcerminades grupos scales, Estas Gronencs mare fn era reins de xpi oan oh oa opel que genean intercambiny repeals, en de st, lgares consracores de socialzacién eden The scenario es un gan genetador de ineegrial en unt enorme gama de sspectos que trina produced terse de no perenenci un gat, una clr, xe fai por eto lad, generals palin de narvosmodos de easton de I ented en forma efiners, desde pe- cos conertos que requeren den “tro hora ean- Atouao neguvamente- que pernit eafimaridentdades oa épocs se carsctrza porn ocsstencia ise gure, contador dea acepaién de eras forms delo de fleece con una forte ducriminai,especanene hacia 2 (Criss, muces exenara ¢interencn en bo social los extratos, los extranjeros, eteétera, simplemente hacia los desposeidos que deambulan por las ciudades llevando, de alin modo, un mensaje de alerea que incomoda alos in~ cluides porque, tl ver les sugiere que es posible estar de ese" lado. La relacién entre la denominada globalizacin y la vida cotidiana trae como consecuencia una serie de nuevos pro- Dlemas que se transforma en interrogantes para la interven= cin. Pero, en definitiva, la globaliaciin vuelve homogéneo al sector del capital y cada vez més heterogénea y extras ala sociedad, la que se expresa en mis y nueva fragmentaciones Los medios de comunicacin afectan diferentes sspectos de Ia vida eotdiana, Por un lado, la existencia de distintas agendas medistices implica que se ordenan de alguna forma los temas de discusén y conversacidn que se ratarin en un determinado espacio de tiempo. Los medios muestan una especie de “desocislizacién’ en el mareo de una sociedad que paulatinamente se fue privatizando e individualizando en los ‘iimos veinte aos. Las privatizaciones no son sélo heches econdmicos, tam Dign se ubian fuetemente en la esfer de lo cultural van mis alli de la entrega de empresas del Estado al sector privado trascienden la vide cosiiana. Un ejemplo dela desocaliacin 1 dea intromisin de lo pblico en la exfea de lo privado po- ria werse en los reality sym, donde cada persona frente al te= levisor presencia el especiculo de su propos padecimientase incersdumbres, Pareciera que estos fendmenos de cambio implican la aparicidn de nuevas formas de malestar.Algunos autores (Fi= touss, Rosanvallon) los plantean mediante el ermnino “ma Testa idenciaio", Por ilkimo, el surgimiento de nuevas formas de discipli= namiento dentro de Ia sociedad, vinculadas especialmente a la I6giea del mereado, hacen que muchos dispositive elisi- cos de la intervencidn dejen de ser funcionaes a la sociedad actual. Algunos autores, entre ellos Gilles Deleuze, plantean, 3 Aired J. Carbaleda aque se est operando un passje de la sociedad discplinada a Jas sociedades de control, donde el marketing se presenta co- ‘mo un nuevo instrumento de control social. Ya no serla ne- cezaria la aplicacin de la dscplina desde “afuera” sino que ‘este nuevo modelo de sociedad implica esencialmente “anto- clisciplina”, Este paaje puede observarse en las nuevas for- mas de elacién que se instauran en la esfea del tabajo. Pe- ro, ademnés, en estas formas de la autodisciplina persist la necesidad de “pertenecer” a nuevas formas constractivas de Ia dentidad, que en el caso de los jovenes y en otros grupos sociales ge relacona con sus pautas de consumo. De este mo- do se generan nucras formas de relacién con los objets, y tos adquieren un fuerte valor simbslico, transformindose fen *previibles” y menos inciertos IE] impacto de la crisis en la esfera del Bstado-nacin En ls esfera del Estado-nacin a expresion dea crisis se observa en la credibilidad del Estado en tanto instancia de representaciéa y legiimidad, La pérdida de estos stibutos, ‘otrora consituivas del Estado, muestra difcultdes en lo ‘que atafe especialmente alas instinacones que intervienen fen lo soci. EI mercado “compite" com la democraci, v de alguna form la pone en jaque, especialmente restringiendo Ta nocign de eivdadania, El mercado no garantia la iguaad, entonces suegen res- triceiones en la ciudadaniasy el acceso a los recursos Bisicos de bienestar que antes eran provists pore] Estado, o mini- ‘mamente asegurados por éste, dependeré de la inserci6n de cada persons en el mercado, Insereién que se presenta en ge~ neral plagada de inceridumbr. As, l salud, lv educacién y la vivienda se mercansilizany pierden el sentido socal que antes les prodigaba el Estado-nacion, situacién que se ata ralizaen este nucvo lugar. La omnipresencia del mercado en detrimento del Estado termina, de alguna manera, deslegiti= 56 Criss, muons exenavase intervene en lo sal mando la democraci y ls instiucionestpicas del Estado de [Bienestar que an hoy se mantienen. Por otra parte, la constitucén de los Estados nacionales inmplicd, durante el surgimiento dela modernidad en Améri- a, una forma de descoloniacin. Ast, independenca era s- ‘nénima de libertad. Pero los procesos de independenciaafri- anos, por ejemplo, demostraron en las tltimas décadas que, al mantenerse los soportes dela colaniacién, la independen- cia no necesariamente es sinénimo de libertad y benestar. nll déeada de 1980, en América latina y otros pees del mundo s nici una etapa de democratizacion, En principio, el Estado cumplié el papel de garante de ess transcién, CComplida esa etapa, yal pender el Estado gran parte de sus auribuciones de intervencin en lo social, pirde también su legitimidad por haberse trnsformado -mis que en un me~ tliador- en tun escenario donde disintos grupos de poder econémico pujan entre sen el seno de la sociedad a Ia ver (que intenta garantzarreglas de juego que lo superan y que se relacionan con los aspectos macroeconémicos. ‘Algunos autores, como Ghéhenno, plantean wna nvev serie de inconvenientes de ls Estados-nacidn vinculadosa la planetariacin dela agenda mundial y los efectos econdmi= 0s dela globalizacién. De es forma, se resignifican oves- ‘iones elementaes de los Estados-nacidn, como las nociones de terstoro, soberana, fonteras, crecimiento demogrifico, "valor" de los habitanes del terrtorio. Pareciera que en la sctwalidad na importa tanto a euestin del terrtorio sino el acceso alas redes de comunicaci 0 las formas de produc- cin rentables que trasvasan las fonteras de los Estados y «que responden ala ligica del costo y el benefico, facitando cl desarrollo de grandes empresas que son incluso mas pode rosa, en muchos casos, que los propios Estados-nacién. [Estas transformacione, vistas desde a esfera del Estado, Implican un fuerce impacto en sus instituciones sanitaras, educatvas,judiciles, eteétera, las cules se manejan apa- rentemente con tna ligiea mis vineulada alas formas de ss Aledo J. Carbaleda prodiuceién del keynesianismo, organizando aparatos buro- triticos que muchas veces son percibidos como carentes de “centido’, tanto por los sujetos de la intervencién en lo so- ial come por aquellos que la evan adelante. Como conse- tvencia, aparecen las organizaciones de la sociedad civil las {que se presentan como noevas mediadoras y desde donde Surgen formas de intervencién novedosas. De todas formas, las posiilidades de sustentabilidad de estas organizaciones son bastante complejas y en muchos casos sobreviven gra- ‘cas a subsidios del Estado que, fnalmente, terminan trans- formindase en deuda externa. ‘A su vex, la aparicidn de nuevas problemitcas sociales, como la violencia urbana, la drogadicci6n, os delitos eco Togicos, las infecciones por VIF, etécera, casionan a las instituciones recientes dificltades para dar respuesta de- bdo, en part, ala insufciencia de recursos. A estas cues- tones podria agregaree también que, en este escenario, los problemas clésieos que se presentaban ala instiuciones y btros dispositivos para la intervencidn son percibidos como ‘nuevos aunque sean antiguos. As por ejemplo, el alcoho~ lism, la violencia familiar o a tuberculosis demuestran la necesidad de muevas formas de intervencin diferentes de las de antaio. EE] discurso politico se toma homogéneo, la politica pare~ ciera transformarse mis en una cuestiOn de imagen 0 de agenda mediftca que de ideals o de diferentes formas dein- terpretacin y comprensin de los problemas dela sociedad, asociadas a Tot grandes relatos explicativos. Tal vez de surja el cuidado en los diseursos, Iz voluntad de no confron- tackdn, la apericién del pragmatismo como virtad,eteéera. Gobernar equvale a “gestionar" y se privlega la efciencia, sin que se determinen con claridad ls metas que se preten- Gen aleanza, mis al de las econdmicas 0 gerencales. La propaganda electoral se transforma en publicidad y bisque= a de formas de comunicacién que respondan a las deman- ddas de Ia agenda y el curso de las encuestas v6 Oris, nuevo exenariaeentervencin en lo sal sa ers mls pas impair ima relevant en la representa jngtinacton de os E> tados-naci6n. — i well or in pesentramos na ree ina dela de- imran en Arent, deeramos sel, pies a far ae la geercion dol 0 ipl la pasion de ua "emocraci de noes, donde sabres os etre rane dl pas ego pss wana democrat ton inerrumda inate ces por sce oles de Ena yen lor sinos aloe os entostranos con tl denocraci de opin en I call meio dese pet an papel fandanena Algunas consideraciones generales sobre la intervencién en lo social hoy ‘Una posible via de entradas I situacin actual de la in- tervencién en lo social puede contemplar “los escenarios de Ja intervencidn’. La palabra “escenario” implica certs ten= ddencias y cambios conceptusles dentro de las cienciassocia- les, que pueden ser wiles en la medida en que sea posible tuna apropiacién de ellos para la intervencidn en lo social En otras palabras, la nocida de escenario remite a algo par= ticular: es cambjance y también puede mudar dentro de'una misma trama, es decir, dentro de un mismo guidn; de este ‘modo, la intervencin en lo socal se transforma en una he- rramienta de trabajo, en tanto pueda definir una secuencia de acciones, pero especialmente un horizonte. Ahora bien, cada visién de la intervencién en lo social conlieva una serie de inerrogantes y de nuevos aports. Dentro de un escenario hay actores que ejecutan los pa peles segtin el uid, pero que tienen cierto (nuevo) protago- nismo y una posibilidad de eambiar la tama que general= rene es producto de la imeraccin entre actor, papel y e=- cenari. En este aspeeto, la visién del “otra” plants la nece- a Aledo J. Carbaleda sided de nuevos acercamientos donde Ia palabra de Ete, su cotiianidad y su historicidad sugieren caminos posibles en la direccién de la intervencidn en lo socal Dicha intervencidn, observada desde uma perspecivatea- tral y en especial desde el teatro isabeino, nos permive des- cubrir que el actor sea transformado en wna figura impor= tante, ya que de su desenvolvimiento -y no sélo del guidn— vvana surgi la tramay el desenlace de la obra. No oeureia lo ‘mismo en la tragedia griega, donde “las eartas estaban tira- das desde el principio” y el pape de los actores no era mis ‘que tna funcién o tol preestablecdo que signaba Ia obra en ls medida en que era splicado, desplegando, en definitive, 1o {que ya se prenuncaba en el Primer Acto los hombres, en tanto actores, son agut slo Sjuguetes de los doses. La utilizacin de la nocién de “escenario” implica tam- bign certareconocimiento de a heterogeneidad delo social, ya que lo que ante s consideraba homogéneo, en tanto "es- ‘enario” previsible donde se suponia que se expresaba lo 90- cial, era earacterizado mediante el establecimiento de relax cones eausiles yuna fuerte tendencia a construir enunciados igenerales, En otras palabras, el actor era un *beneficiario", su papel era su “rol” y el guidn representaba la normatividad dela sociedad, de acuerdo con laconcepcién occidental y he- igeménica de *normnal y patolégico™. El escenario era st ‘mundo socil, no sv contesto; un mundo social construido segin variables, tasas eindicadores que empiricamente sig- aban comporcmientos. “Tal ver las formas de sociabilidad eran visas solamente desde esta concepcin. Es decir, la sociabilidad, en tanto re- lacisn social, lzo socal, intercambio 0 reciprocidad, tena, antes de la emergencia de as nociones de escenarios, actores, popees, una direeeién univorao universal. Planteado de ot ‘modo; las relaciones sociales eran entendidas a parti de pa- rimetros universalmente esablecidos como normales © pa- tolégivos desde diferentes toris sociales ovisionesrecorta~ das de das, que determinaban en definitiva quiénesestaban se Criss, nose ecenarieeintervenion em l scat en coniliciones de integra el sistema y quiénes debian ser adaptados para ingresar a é ‘Acmualmente existen tendencias dentro del campo del ‘Trabsjo Social y de otras disciplnas que intentan compren- der y expicar el escenario de la intervencién desde Ia pers- pectiva del ator, su presentacién, su vida cotiiana, pero que stenden especiimente al mado como étos fueron construi- dos partir de ls papeles quest ls asignaron desde la fari- lia las instixuciones 0 la sociedad. ‘La cuestion de a “constraceién” de Ia subjedvided remi- teauna serie de diseusiones que se remontan a prinipios de los afios sesenta, cusndo comienza a evstionarse que el len~ gaje sea un medio, una instancia que se interpone entre la realidad y el yo, para considerarlo capaz de construe tanto el yo como la realidad. ‘Aceptat estas hipétess implica renunciar a los enunciados _generles, pero fundamentalmente implica una necesidad de faoeso al singulridad, nos del acta, sno también de pa- pel y del exenario. Es por eso que algunos autores llaman a teas cuesiones, cuando se relacionan con la comunidad, ef “eso local”, Pero, también en concordancia eon el concep~ to de “construccn de problemas sociales", para algunos au- ores, como Remi Lenois, este tema no slo designa el nuewo ‘objeto de eso de a sociologia sno también las dftultades ique encuentra un investigador frente a su objeto de estudio. ‘También Murray Edelman, ens libro La consi del epes- séeulo politica, pone el acento en aquello que se construye co- smo problema socal especialmente desde el panto de vista dis- cursivo, Por shimo, Guillermo O'Donnell ubica la construc- cn de problemas sociales dentro de la agenda plea, Por otra part, el acceso a la singularidad implica en prin- cipio un gio signifcaivo para la intervencién: ya no intere= saria slo lo que *sabresale” sino eémo se construye aquello ‘que emerge en una entrevist, en una asamblea, en un craba- jo gropal, comunitario, etctera. Pero esa mirada sobre lo fque emerge exige dejar de describir lo social para intentar 2 Aifedo J. Corbaleda analizarlo e intexpretarlo, no solo desde una perspectva “ge~ neral de lo local”, sino desde su relacin con la intervencién cen lo social, en la medida en que ésta construe y desconstra~ ye la vsiin que la sociedad tiene de los problemas sociales ‘mientras acta sobre ellos. ‘Volviendo a fa cuestin de Tos escenaros, es posible acor- ar queen ellos podemos encontrar insripcones singules ‘queel conocimienro de ésas puede trocar inevitablemente una ‘mirada descriptive por una mirada interpretativa, En otras pa= labras: permite aleanzar una concepeié de lo social, espect- ficamente dentro del wabgjo social, una vsién de la cuestién socal como algo construido a través de representaciones,sin- Dolos, signos, eater, wisién que en definiiva intenta com- reader y explica los padecimientos de los sujetos que reco- rren a ls servicios sociales, y desde ali drledieccin ala in rervencin. Desde tna perspectiva, si se quire, epistemoligca, estos cambios implican dejar de lado los enunciados generales al ‘estilo de las ciencias naturales. Como plantea C. Geert: osx 20 scares eines eyes coma de Hole on frat, tome lt de Velo ways de mecirce crn a de Davin So or meio deconsrusone como lis de Burl, Weber 0 Fes Enis ssteeos dl mundo concep en que viens oni, Toselinsesolas procs (Gee 1983) En defintiva, enero dela intervencin en lo social se pus den plantear dos spos de horizontes: aque que se vincua a, sostnimiento de la constrcciGn contractual dela sociedad, y quel que se relaciona con la construc de a sociedad des de as relacones, los vnc y los lazos sociales. Seguin la primera opcin, ¢s posible que I ntervencin se vincule al dsciplinamiento a partic de una agenda temética precaneebida que pane en escena una serie de problemas s0- tiales. En este caso, alo largo de la historia e deposits y orient enérgicumente la mirada hacia ls cuestiones que po- dian *potencialmente” atentar contra la integracién social Cris, nuevo eenaias eintercencin en a scial desde una perspectva normativa. De este modo, la dreecin de a intervencin se “ata” a una agenda temaica que en ge- neralsevincula alos intereses de los sectores sociales domi~ nantes de determinada sociedad. En el easo dela Argentina de principios del siglo XX, gran parte de los disposiivos de Ia inervencién en lo social se relacionaron con la bisqueda de una cohesidn que intentabs diseiplinar a los sectoes in- imigrantes ya las poblaciones desposeias que no cumplan ‘cn los ideale del modelo de pais que proponfa la denomi nada generacin del 80, En ofras palabras, la preocupacién de a intervencidn consista en eliminar del horizonce la ame~ raza dela anomia social. De ahi I aplicacén de modalidades normatiis de intrvencién que se transformaron ripida- rente en mecanismos de excasin y disciplinamiento para grupos sociales predeterminados. En la segunda perspectva se plantea que lo social ~entan- to cuestin scil- se construye en forma discursva y extra- iscusiva, lo cul produce como resultado imaginaros soda~ les. En consecuencis, la incervencidn necesita acceder a los cxpacios microtocales donde se construye la cotidianidad de Tos sujets sobre los cuales interviene. Fsta mirada necesaria ‘la vida cotdiana presupone, en principio, que lo socal se or- guniza en términos de simbolos cargos de sgnificades, que In identidad de lor sujets se construye en émbitos de inter- cambio yreciprocdad, y que lo social se explca desde fo sin~ gular De ext forma, el acceso a lo macrosocial se construye desde ese otro" que se transforma en protagonistayno en un ‘objeto de itervencién. A su vez sila onganizacin de la vi- a social es enteuidn en términos simbélios, el anlisis y la interven en lo socal se orentan hacia la bisqueda desig- nifcados (acontecimientos, imigenes, expresiones, acciones, teeters). En defnitiva, los signifieados estén inscriptos, se pouria decir, en un testo que es necessro descifar, y dese el ‘cual el barrio, la vvienday las instraciones pueden se leidos o CAPITULO 3 Fragmentacién, exclusin y ciudadania: nuevos interrogantes para la intervencién en lo social Elesullido de lo social Desde fines del siglo XIX, el Estado se present6 ance la sociedad como un gran instrumento de reparacin y cohe~ sién social. En este marco comienzan a desarollarse dspo- sikivos de intervenein gue apuntan ala contribucion del sc- to, en tanto sujeto, individuo eiudadano al funcionarien- to Gel “todo social”. Desde esta perspectiva, el Fstado se constituy6 como un fuerte constructor, 0 por lo menos Sos- tenedor, de identdades de diferentes grupos sociales y co- rmunitarios, Distintos autores sitian el surgimiento de las ciencias sociales y en especal de la socologfa en esta etapa, justamente a partir de la “bisqueda del Iza social perdido", de ahi que planteen que a aparcién dela sociologia denun~ cia la falta de su objeto, es deci, el lazo social y, en definiti- la sociedad, En los paises ltinoamericanos, el Estado es el constructor de fa nacin; en otras palabras, la nacién lo precede y genera también una manera de cohesién que con- vivid con el Esado, a veces en forma armnica, otras den- ‘ode un marco de contlito y contradiccién. Segrin Max Weber, la pérdida de lzo socal se debe a la raclonalizaidn dela vida Socal, originada en le grandes pro- fear racionaler que habrian roto el “encanto msigio del man a Alfred J. Cebaleda do ercand el fandamento yas bases de a ena mover tu scone leapealamo (Weber, 190), Weber desao- T's ou vez noién de *dsenanto” como eto de os process de moderna, rareando algnss eens Ste pueden sees pars pena a ntervenign ea lo saci dee pespectnynpropi derisain ela soiad ce ue aputncn Solas debra he no som ms feel ann de un fz sail que ma perder Tsotucin oes ata de zs scale emer en pare del Estado guin st contin y se present eapeiaente como un repador de estas cena en dl me del Cepiasma, De et form satis a dircign que it ferent nn socal aba did aosantes es, f= Tanarla ches scl que yn less scr mate ia por el eontat soi Tel cas del Esado de Bienes, también este una signin singular en Armia lan yg eso formé en un imporante motor de ls econom Ba a ats- Ii na el stad, en ene constr eparaae Sel sch implica nase de consecsenian Ta primers de els ereacona con la emda I Esa dos eanstnay como an fore contr de enaes Imei diferentes formas de interven. Des Ta er presets, por ejemplo se otoraby Se qulers wn sen- Wao dremel eau, ya qu teas co propio el tuba desnenimienta del soi Ea Argent {Tiga que en cts ps de Ania ana, un wabsjidor Se Cine efor Peron as tl Fn yatalmente pads, 0 de Feces [rgetinmn noes slo un jor sin ues aad se Tacoma con el esto dels mci de modo qe a ser Gia bora eva a un props por lo menos dbl e+ tat a sopersivencaycontbuir aun proyecto nacional Tas meds dl Exado de Biensor mplcsron una nore ean de lo pblico, generandoWenidades en Gitrenes modaiades nacional, eepecalmente la a Fragmentacin, exclusion ycndadenta ceducatva. Tambin podria agregaree la euestién de la vie vienda social. Los planes de viviendas estatales permitian (que un cierto grupo de personas habitara en un lugar defi- ido; es dece, desde el Estado se conformaron, por lo me- nos a partir del acceso ala vivienda, nueva formas de socia- bilidad que implicaron nuevas modalidades de construecién dell identidad [A su ver, aparecieron formas consivativas de la identidad sreneradas y/o sostenidas desde el propio Estado. Otras sur- sieron como forma de mediacin entre el capital y el eraba- jo. Los sindieatos, por ejemplo, generaton, ademés de las ‘modalidades de mediacin gremial, nuevas formas de socia- bilidad como los barrios obreros, el turismo socal, eteétera, Paalelament, la ntervencin del Estado en la economi ademas de una mejor distibucin de la rigueza yuna cons ‘erable disminucidn de ls desigualdades, gener, por ejem= plo, mediante el apoyo a las industiasTocsles, formas de constuccin delazosyredes sociales que iban mas all del lve sgt de trabajo. Oto dato, que surge como consecuencia de lo expuesto, se relaciona con la sindcalzaci ereciente en al= unos pases, lo cual signifi wn elemento mis de socabili- dade integracin en tanto constiucin de identiades. En términos de ‘calidad de vida, principalmente a partir del “pleno empleo" ~hay que tener en cuenta que en a Ar- sgentna el empleo representa el principal acceso a los dere chos socales-, el Estado de Bienestar también fue signfica- tivamente redistibutivo, ademés de ser el nico “frend” que ‘avo el capitalismo para sus tasas de ganancas, De all que al= ‘gunos autores, cuando se refieren al Estado de Bienestary a su spogeo, hablan de los “treinta gloriogos afc” en los que fue posible articular un modo de regulacién con un régimen, de acumulacidn, ‘A partir de los afios setenta los indicadores econémicos ‘omignzan a marear el inicio de una nueva etapa y el ingre- s0 a una severa ersis econémica donde, en erminos gene~ rales, se conjugan ls difcolades del "fordistao" eon una 6 Aifede 3. Carbaleda Aisminucdn en el eecment dela tsa de ganancia. Esa crisis incipient desempoltars law rece liberals que fabian sido opacada por la crisis de los Bos wei, eceas Guevelrerinaapliase, ahora pesentadas ea un nuevo for {hac denominado neolberalimo", qu esultémscroay Saaje que el que o precede. “Qari del irupelon del neoliberatsmo ye “achie nent" de los Estadownaci, nucas de eas formas de Consvcin de ema olen a near a. A or ejemplo los tatjadres que comparan en la fibre fran pane dela vida cotdan yl veel aio o el sind St, hoy compart el ere dela fuente de aaj las fds’ un mereado labora donde posblemente no encven- tren lar, stuacin que adeelor blige competi pose subsisencia, Deese modo lend constiida dl tae tejador que en machos aos saves diferentes gnerado- nts hoy se encoun en risen un proce de desing Sid, todalidd que inplcapadeiniento tanto para aque ue ued fers como pars el que todavia xt den, ded qu a evopen del merado en a vidacotiina transforma en tment compstvs lon epaios de bas jor donde ances habia cooperacin hoy exe a pu pore Jorare mantenere en el posto detrabso, oerament pre odes por la inceradumbre el fcr. Tn cosecuencs,jnt cone Esato de Binet des- recs tmbien uno dels dspostien ms leases pra {isin la incermbre en wc. Al mismo tempo, los Exade-nacin Genen grandes di- Seales pars eum con sus mandsosfnsconals, lo tu impli un aumento dela ride eid de sy desu instuiones, yuna creceneieladenlarepesn- tun dequenes las igen A coenaede ovent stride produ I econesin ‘Socreproucv de porgors ye ce wn ural pr dl tal olny oka std Seder 6 si de Bena y ano con Ds gndes eer sole de spoyo (Bes, 192). os ragmontain,exlsin yciudadanta De esta forma, si bien eambia el sentido del Estado-n in, sobreviven las demandas divigidas a. Y estas evestio- nes atravesan en forma signifcaiva las instiuciones desde donde se intervene en lo scil, porque el Estado ya no esté ten condiciones de cummplir con los enunciados generales que extipulaban sus “funciones consttucionales”. El papel del Bs- tado, entonces, queda reducida al terreno fiscal, la promo- cin de los equilbrios macroeconémicos y a la apertura y competiividad de la economia (Garcia Delgado, 1994) Si para el Tereer Mundo el siglo XIX signifies la cons- truccn de los Estadoe-nacién como simbolo de moderni- ad y descolonizacién, ademas de independencia, en Is ac- tualidad estos logros se encuentran limitados 0, de hecho, faertemente recortados en forma violena,explicita w ocala Mis ain, los paises aficanos que lograron su independencia cen el transcurso del siglo XX ingresaron de manera ini ri- pida a formas de neocolonialismo, en euyo marco la idea de Independencia ve desliga de alguna forma de la de bienestar Por otro lado, a partir de a década de 1980 la vuelta ala democraci, luego de lagas y singrientas dictaduras militares cen América latina, se expres6 en "democracias de mercado”, ‘que en la actualdad han acarreado fuertes desgualdades so- ciales, ya que la exstencia de ciudadanos se relaciona con la insercin de las personas en el mercado, lo cual genera enor- mes desiguadaes y, paradojeamente, “eiudadantasrestringi- as” que recuerdan los ideales del penssmienta doctrinaria francés 02 Benjamin Constancy elplaneo de la necesdad del voto restrngido o censtar; en dfinitiva, remiten ala génesis histrica de la desigualdady a la reaeién que éta gener: Ia Revolueidn Frances y ss declamacin de la igaldad de los indvdios en tanto ciudadsnos. Por otra pate los Estaos-nacion del Tereer Mundo hoy se enfrentan con importante dificultades de financiamiento Aebido al peso de su deuda externa, cuyo pago es tan improba~ ble que parecira que es mis importante el mantenimiento det cendevdamiento que el pagoen simismo, lo cual agrega nuevos @ Afede J. Carbaleda condicionanentor los Estados. a utstones, por spe to, impacan en a ifcents efor del Eseadosaci. En ‘amino da interven en lo sod, compen elfen tent clboracén ya gen de is pllies soils, pe rose pot afinma que a nfuencia mis ure saber en {i plano de dtctn dea riguees Jeno des cede dks peri, dane mean et fora peopel tele deci, vlneratiliad y preceded sci, De ee Inodo la puja entre mere y emoca se presen como fendmeno preocpane,y oto reukado pares que tmerado wana sobre Gra genera nueva desig. Porta pare el Estado-nacion también ener, en este csunnto mundial acta, con la resignfacon da Socin de ero, Enel contro del moderidad l= tritro se relaconabs con i onaninain econdmica Jel tspuc. Ea ota palabras, ests el territoriompicaba contenc ls riqueaseconnies qu te pone. Por ota parte la cuesion de la crac dentro de as ciudades frerece una mirada pate que ser etomadaenel explo provimo. Agu! adlantaremor que, por ejemplo, Mardin Barberosnen gua elie nes cp. sada pra ail el capital yd os automésies. Ase ‘ez, Francesc Tanoci plates que la clad pede se pen ‘nds dene la prspecvn de low nos, ya ques una ciudad Cs accesible y habitable para lloy ost pra todo Ta importancia de lanai de expacioy de teritorio se vine afarevlucign industrial y al modo Keynesian de roviccn, En a scrulidad parties ser nis importante {ltmanjo dels redes de informacion y crac del ex pial, qe priten qu ais pues concur en a ebo- Tacign dean produto para que cada componente sea pro dino al menor como. Tso, sunado ala asociacin de los Estados en bloques como el Nafta l Mercosur of Connidad Econéien B= >. ingaurs una tendenia 2 une la mone, pero, emis, el desl de poiteas que we expresin en ver ders recrtes la autonomia de los Estados. Fragmentaiin,exlusin ycadadanie En un uo produco-inbol dela Indu dee primera tad el siglo XX ls materi pia ereen dt 30 40% dl or En un componente dela indus de infarc, prot sinbtion de nacs espns 15 (Ghana, 189), Este “nuevo" valor impuesto a las materiae primas influ- ye en forma significatva en los Estados-nacion de los paises periféticos, generando més inconvenientes, ahora en funcion de ls posbilidades de entrada de divisus, En definitva, nvevamente esta crisis de los Estados-na- cin se expres en pare en us instcuciones, ena perdida de legitimidad, no slo de étas sino eambin de las discipinas 0 Drécticis que intervienen en ellas. Un ejemplo lo constirayen las instcuciones donde persisten vieja y aniguas logicas de administracn que ensran en permanente conficto con las sdemandas que legan desde el afera® institiconal, lo que sumenta el descreimiento en ella, su vez, entre los bene= ficiarios hstricos se observan nuevos perfles poblacionales relacionados con sectores medios empobrecidos y la dernan- dda de los grupos excluidos de la sociedad en siruaciones de ‘exiremo padecimiento, Por otra parte, dentro de la esfera de instituciones isias ‘om la familia, reproduce el problema de I legtimidad y la representacin como consecuencia de ls nuevas caracteris- ticas de éta' En Ia actualdad, se observa una “vuelta” de las politicas del Estado (an “Estado acivador") hacia I esfera de Ja familia pero desde una nueva concepeisn de és, mucho ids abieray deslgada de los ideales de a modernidad, La fi nila se presenta como un elemento de cohesidn de a socie- dad, y en este mareo la intervencin se orienta en forma dife- rent ya que no iia a buscar *disfancionalidades” sino mis bien elementos que aporten al sostén de la familia teniendo 1 Ve deal eos wma qu roping nara La Ic caren ae dee min ce deo ensndy mpc, ep AAV, Lf alien mes Bros Aes, Uae Neal de Be iE Eda, 0, ° Aledo J. Carbaleda cen cuenta sus nuevas carateristicasy su relacin con el resto Ge la sociedad en tanto solidficacin delazos sociales. Schroe~ ‘der, por su parte, destacael papel de ls comunidad: einer es aan mos sce alone {oe aan sine eprint = tetace sri apn’ ue polis nn ga = Sec Lasoednd niu no pine a echn e e- ‘ite uit io que set opm gu anes a esos tan efi ca coouaad ebro, 200) Asus vi cera ingens coma ec brio pobres ses coven seprads pot barre [tc omrnsiens mere ita dees Conflanes©inerdumbre, De exe modo, may toca de egansisn por ade react ene eto por Ceiare de un “oo” cay diferencia en determinads mo- ‘bens prvoea dani nga y emer. ine errno del pole, fnertcion de ier ses tre como consecvencinun elemento de sospecha zene ‘Sun aca co acd, ques sa 4 deseontanes tn conto al papel el Estado, queya no puede cumplicon Stn mandatos fandacinales El srace el ers se presenta co una pila cnt propone os mo- Sel resulcorios de rps dja Estado sin po Slides de moseatse ent Ia sociedad en teminos iar de marketing dado que en 80 "compete {cco a empress nena puede poscionarse en fora frente o favorable Por or prea accin ssl praia, Ls empre= sescomfenan interven oscil ya queen Snes pueden sist un inrerent eh fis vets ama Crores qu inet nae oil iene elastin avo prsenca en I sociedad En om plane forint Ucn ahs ee sida abe poo de fool eonorbeneici, es des dl ered, Lasein po- fice dade el stad pores a agi def = 0 Fragmentacii, exclusiinycndadenta pres, pero la adscripcin de esa nuevs forma de racionali- dad hace que el Estado nuevamente no pueda cumplit con el ‘mandato recibido y entre en contradieeién con sus aspectos fandacionales, Surge, entonces, cieta homogeneidad en el dscurso po- Iiico: se vuelve celoso de la imagen, el pragmatismo es pre- sentado como una virtud, se hace hincapié en la eficiencia, ctcétera. La propaganda clecoral se transforma en publi dad. As el politico “comuniea”,y la tarea de goberna se re- duce a Yadministrar*. De esta forma, el gobiemo pertenece ahora alos “éenicos", quienes también son vsualizados en el espacio de I erisis de representacin y legtimidad, En fin, en el marco de la complejarelacin entre Estado y mercado es posible observar la existencia de importantes cambios en las esferas del Estado y de la sociedad, asf como también en la vinculaci6n entre ambas. En a esfera dela po- lisa el fn del siglo XX, a igual que el fin del siglo XIX, pa- recieran coincdir en una misina cuestgn la problematics de Ia imtegracin, Lo que sobresale en ambos cantexos es I iden de pérdida dela totldad que habia sido constrida alrededor del merci- do como regulador de las relaciones sociales. Tampoco la po- Ihicaestaria resoviendo esta cuestén sino que, mis bien, la ‘estarfa tornando ms eompleja. Por ejemplo, el predominio el costo-beneficio en el campo dela polities transforma mi- chas veces a accin socal como modaldad de intervencién en ‘un instrumento mezquino, generado, através de prictias de sometimiento mis fragmentacin que integracion social. Coincidentemente, anto en el Estado como en la socie= dad la sensacin es que éss “no existe”, y reaparece como posiildad de respuesta el pensamienco tis ligado al subje~ tivismo, al comprensivismo; en definitia, ala bisqueda dela singularidad que se habia perdido o habia quedado disuelta en poblaciones construidas en forma homogénea ‘oy tambin esa singularidad se exprest en la visin de la ‘comunidad como un todo que se cohesiona através dela cul- " Aledo J. Carbaleda ura y Ja construcein o reeuperacin de identidades. En su texto *Torges y la comunidad”, haciendo referencia aun re- favo e Jorge Lais Borges, Emilio de Tpola plants algenas de gestion pana Sinan como comer sedan ena Tena ings acetate Hacia Snes del siglo XIX resuenan y siguen planteando inertogantes tres autores: Kerl Marx, Max Weber y Frie~ dich Nietzsche. Sus preguntas pueden relacionarse de alin nodo con el intento de explcar el origen de las dificoltades dela libertad humana: para el primero ser Ia alienaci6ns pa~ tae segundo, la racionalidad y la vida meta, y para el l- timo, lt moral? La iupcién de las nuevas formas de la exch Ta caida de las eiudadani ‘Los econtecimientos ocuridos en los sikimos aos abren ‘una serie de nuevos interrogantes para ls ciencis sociales y Tas disciplinas que intervene en lo social En principio, los nuevos debates, en especial dentro de la cesfera de las politcas sociales y el Estado, se orientan en gran parte hacia ss nociones de “encusin” y de “cudadani”, y Tuestan un plano de andisis que puede ser interesante para Ia itervencin en lo social 2. ene Foe Mil: ebm dl jin oa rl Fe sudo Aves Ur), Madi La Pe, 97 Fragmontaié,exluio y cudadanie Los cambios ocurridos en la sociedad nos permiten ob- servar tambien la emergencia de nuevas probleméticas, rela- cionadas con la excusin, los procesos de precarizacién y ‘vulnerabilidad. En pocas palabras a sociedad se torna pro- sgresivamente mie desigusl,y este desigualdades se mulipli- can en diferentes esferas y aspectos, y son cada ver mis dif ciles de captar mediance las formas clisicas de intervencin. 'Al mismo tiempo, se enmarean dentro de una *eadena de acontecimientos” que muchas veces se presentan como “sin sentido”, pero que poseen como comin denorsinador el au- ‘mento consecuente de a inequidad en relacin con el aces0 41los Bienes elementales de los que depende l supervivencia cotidiana dentro de un marco de gran hererogeneidad social ‘Uno de los datos mas importintes relacionados com ls pric= ticasprofesionales que actlan dentro de la esfera del Estado, las ONG e, inclso, el sector privado muestra que se esti trabajando con wna Composicidn socal fuertemente hetero= sgénea y en un proceso de precaizacin y caida -real 0 po- tencial- cai permanente, que también implica la exstencia dde nuevas formas sociales de padecimiento, Por ejemplo, en las prictcas de los trabajadores sociales en hospitals psiquitricos, hoy es posible observar a relacién entre la precarzicion y los problemas de salud mental. Un trabajo de invesigacicn realizado en un hospital de emmergen- clas psiquistrias de la ciudad de Buenos Aires plantea el sic {iente aso en relacién con las ssuaiones de afd” ‘Uno de osc ein AL vr 48 a eed inten de signa ner pre de sak esd oe dee dee 18 stor en en bata cao enplen tino perde cl empl or el red ns, Pons a aes sopra Se resp quetand a cro destin Alper epee Se a de feciotia av nno ban incre Word Inet. Lo lg dio det, po como bro eh a fii ‘Bree enc, yee thar en fren event omen ddr abate. En exe hoped, su hij de 6 aos va ie ‘ome pro co aati de ay en serene ae Sen A, hoe un ona endl Senco de Consloios xenon {Tn en may de ee ato yen i sterol de an a Airedo J. Cabal ison cons qe einepesd como intent de mii. Hn Feo alfngial ic Lessee danse ca Di ‘in ineain rcs ponds coecon Eta con esd xs (Doings y Cale, 17. [La inflaencia de la precarizacin sobre la wbjetvidad ain rn ha sido estadiada a fondo, pero revea a exstencia de pue~ vos impacts en la subjetividad de ls process sociales. Estos ieneran nuevos interrogantes hacia las diferentes discplinas. La desfiguracin de a imagen del ya catdo Estado Benefactor, ddevenido segin algunos autores en Estado postsocial (Garcia Delgado, 1994), hasta su mutacién en un organismo precari- ‘axl, mestran las difcukades de éteen tanto garante de de~ rechos sociales, como el acceso a la salud la educacin, la vie vienda ola seguridad, Mis an, en la acraldad es posible ob- serv dficultades en términos de garanizar la supervivencia ‘den nimero cada ver mayor de excluidos sociales. La nocin de cudadania no escapa a este context de cri- sis. La aplicacin de modelos econémicos que se expresan en tuna creciente desocupacién produce cera difcutad concep- tual, ya que la signiticaion de ciudadaniaen este siglo,yenes+ pecial a partir de la aplcacién de modelos de tipo keynesiano fen Is economia, se relacionaba con leyes sociales ligadas a fa ‘esfera del trabjo,y se vinclaba al eoncepto que esoca el Es- tado de Bienestar con la necesidad de mejorar la ealidad eco- _némica de sus habitantes para una mayor produecin con ba- jas tase de desempleo. A su vez, es posible observar a pari de fas diferentes modalidades discursivs existentes en nuestra so- eda, una cierta tendencia ala naturalizacin de la exclusion, lo que implicaria un detesioo sigifiativo de la nocién de ciudadania, Ta exchsién, una vee naturalizada implica embié I ime pronta de fuertesconstracciones desde lo simbélico sobre los svjetos més desporeidos,y esta crcunstancia trae muevasfor- mas de estigmatizacin y eonstraccin de “tiqueras sociales” a grupos y comunidades. En este aspect se presetan interro- gntes definidos para la intervencin en lo social, que mues- Fragmentacii, exclusiény ciudadania tran en principio la necesidad de trabajar esas construccones simblicasen “ambos méegenes" de la exclusin. En otras pa~ Inbras si un excluido se eonstruy socialmente segin una es- crategia que naturaliza su condicién, actuard seg esa cons- truccin, es deci a margen de lo que llamamos sociedad. De cesta manera es poible que constuya nuevas formas de scia- bilidad que s expresan de modo consecuente con los padeci~ rentos sociales de ese sector, y con la necesidad cotidiana de sobrevivie de la forma ms elemental Estas circunstancias de~ terminan ls elabonicin de cigosy formas de identidad fuer- temente vlitiles, eon una marcada pérdida de espacios de so- aliracién ol constiucinefimera de ésos. De esta form, la ‘ocin de chudadani se presenea quebracia y hasta sin sentido. Por otra parte se generan innumerables mecanismos de invsibilidad de la exclusién social, segsin los cuales parece reafrmars la “no eristencia” de los exeluidos sociales. Estos smecanismos abarean desde la vida cotidiana, en la cual se po= Arie afirmar que "se ve" Ia exlusin pero que no se la regis- ta, hasta expresiones estadisticas que acultan los niveles de subempleo, desempleo o enmasceran la exstencia de exclui= dor sociales mediante programas sociales que apenas con- templan porcentsjesfafimos del problema. Ademés, entre estos ciudadanos hay cada ver ms sujetos indacumentados, ya sea por el aumento del subregistzoo, secillamente, por. ‘que no tienen dinero para aeualiza su documentacin y van perdiendo incluso desde el punto de vista formal sa condi= cin de ciudadancs, Amos “Iidos", incluids y exeluidos, muestra la necesi= ad de una revisén dela intervencidn, que inluiia tanto la claboracion de politica sociales como el “caso” -emblema de I singuaridad-, pasando por las instiuciones y sus difex rentesdispositivos de abordsje de la cestin social, En definitva, los excuidos estin ai, frente a los otros, ‘ranstando como espectos, sombras que creulan por Is cia: dad de a inclusin buseando ~cuando se puede legar al cen- ‘ro- formas de supervivenca Arde J. Covbaleda De este modo, ambos grupos -incluidos y excluidos~ se encuentran inevitablemente, pero ese encuentro implica una fuerte deshuranizacén en tanto no se reconoce aun seme- jnte en los ojos de ese “nuevo otro". Quizis el sentido dela Violencia urbana se relacione en parte con esta crisis. ‘Uno de los horizontes de la intervencin en lo social se relacionajustamente con esto: hacer visible aquelo que dife= rentes velo, misaras o inceridumbres no dejan ver, tal vez porque esa vsualizcin implica el remor a estar de ese ot10 Jado, producto de la sumatoria de inseguridadese inguieto- des, Por es0 no alcanza con la mera voluntad de saber 0 con Ta inguietud de “ver", sino que hacen fala dispositivos que scerquen o que sencillamente recuerden la condicin huma- za de unos y oxo. Desde un diflogo necesario ca la cienca politica, la no- ‘idm de ciudadania porta na via histércay social para revi- sar el present y "ver" ls desigueldades desde diferentes as- pectos. Si bien en la modernidad, a partir dela constiucion ‘de los Estdos-nacin, el Estado Se presenta como la garan- tia del bien comin, en lo primeros tiempos de Eta, e “bien comiin® se relacionaba com la libertad de comerco. Este era sindnimo de paz. En este context, junto con Ia burgucsia ‘como nueva case social aparecen ls nociones de individvo, ‘cudadano y opinién publica, El sujeto pasa a ser el centro de Ta cuestién, Asi a nocin de libertad implica también trans- formacion, Asa vez se ingress 2 una época de objetivaciin de fas relaciones sociales, que ratifica el contractuaismo. Pero Jas cuestiones relacionadas con la nocin de ciudadanfa tie~ nen expresin especialmente en elcerreno donde se disputa Ia dea de iberad; un eampo de batalla atravesado por innu- ‘merables pujas, encomtronazos yluchas de interests, en espe- Gal lego de la Revolucin Francesa, En principio, surge la pregunta alrededor del limite dela libertad y la custodia de ésta. Si a libertad es un derecho pautado en el contato socal, lo que otorga ese derecho es Ia ciudadan‘a, Ser ciudadano implica ser libre por fuera dela 6 Pragmentacin,exlusiin ycndadania csfera dl Estado, de ahi el origen de la eonstruccidn del concepto de dignidad. Pero a partir dela solucicn estado- céntrica (donde el Estado interviene activamente en la eco- rnomfa y en la resolucién de la euestién social) al problema ela integracin, hacia fines del siglo XIX los derechos que se vincolan ala ciudadania comienzan a ampliase. Secuen- cialment, se podria afirmar que se va de los derechos civi- les alos politicos de al a los sociale, En la actalidad se Ihabla de derechos difasos o de “euarta generacin” (dere- chos de género, medio ambiente, del consumo), y es la- _mativo que la aparicidn de estos éltimos coincidacoa la pé- dda de los derechos sociales Al fnaliaar la Segunda Guerra Mundial, la Declaracién Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (1948) acrualzs la deelaracién fundacional de la Revolucién Frances, incluyendo derechos sociales. En defntiva, la no- cin de ciudadani se relaciona con la aparcin de los Fsta- dos de Bienes, yen especial con los derechos sociales. La Jgualdadseré entonces una “igualdad social” tics, y el Estado se consttuye en garante de los derechos so- ales, Justamence es esa concepcién de ciudadansa la que se restringe en consonancia con Ia caida del Estado de Bienes- tar, esa part esencal del reclamo de la poblacién al actual stado-nacién, que se mucstra cada vex més imposbiltado pra responder a las demandas de esa natraleza, "Estos cambios implicaron la ampliacidn de los sistemas de seguros en la Europa de posguerra y a aparicidn de la rocién de derechos sociales en América latina, en especial fen la Argentina, con un fuerte impacto en la subjetvidad de Is poblacin, Intervencién en lo social y comprensién A parte de estos datos surgen algunas preguntas, en espe cial con respect a las précticas de intervencién en lo social 7 Aledo J. Cabaleda ‘Una de ells se refere alas posbilidades de comprension y ex- plicaciGn de és frente ala presencia de nuevos aconteci= Inientos, especialmente a través de a neoesidad de reconsruir ‘ revzar las formas de entender lo socal. En otras palabras: 25 vilido oil el conocimiento acerca de as probleméticas, Sociales que se viene construyendo en los thtimos afos? Una proximacién posible consiste en revisar el trabajo soca, don- dese integra una sere de aspects vinculades aa itervencién ‘eno social y expecialmente un gran despliegve de profesiona- Tes de este campo que intervienen concretamente en el tat rmicnto de a cutstin social, ques despliogsshora en un aue- ‘yo escenario, con los condicionamientas ya marcatos. Desde una mirada histrica, el wabajo social se fund® a partir de aproximaciones hacia lo macrosocial, y una pers- pectiva tedrica influenciada en parte por el pensamiento de Emile Durkheim, en especial su preocupacin por el orden social". Bn este aspect “lo socal" no es una sua de inivi- ‘ualidades sino un todo donde ls partes deben sr solidarias, tnienras que la fuente de fa solidaridad es la moral, prodive- to de la medida def hombre Aor int sostnacn ss in inven del orden nt SENo pu, ues rsizre nage rogresvamente, «melo gue ‘Tome se Sev por encima de ls ens prt cals ae, para “spas des xe fran, saad, ater [9 patie e (Shura naunlee aque eens ovo mando dede cul do ‘nines mundo second (Dae, 189), Orden, progreso y ra26n son, de alguna manera, ls ele= ‘mentos Fundacionales cave del trabajo social y de la inter- vencién en lo social hacia fines del siglo XIX. La razén es el Ingar desde donde se esuablece una interrelacidn entre la ace ‘ibn de los hombres y el sentido de! mundo. Siconierar al tbo scl un inc, eden nto gue Ente eseticn de I reid salen el gue dances, ios, ‘rene orm de condnea, agents de incevenin,pblaener ‘Side []debesamos ining is coniiones que eon pale w Fragmentacin, exsin y diudadonta 1 spr, De hecho el wae soil prepone I exten Je un tipasio epeciicn de interven, un epas epcament su ‘Sono paral astengoetaimieno de lor problemas cles que ‘krrnnnoe generat con el zl de epaco social Vly ‘Avaes Ur, 197), La mirada hacia lo macrosoeial se puede relacionar, en paree, con la necesidad de constivuir poblaciones homogé- reas en la perspectva de aplicar acciones de “reparacion de fractaras sociales, llevadas adelance desde el siglo XIX, con antecedentes ene siglo XVI Siguiendo a Pierre Ronsan- vallon, se podea plantear que el arigen de lis primeras ac- ciones del Estado en cuanto & la conformacién de poblacio- nes homogéneas se produce dentro del marco del nacimien- to de ls modernida, a partir del pasaje de la sociedad tra- dicional, en la cual el vineulo social se pereibfa como mate~ ral a sociedad moderna, En la idea de separacin de la naturaleza, que es presentada por Thomas Hobbes como estado de guerra permanente, la sociedad moderna busca conformar ozs formas de relaci6n que, a partic dl siglo XVI, se asentarin en e] contrat. El vinculo socal seré,en- tonces, voluntari y artifical. Miraheau, siguiendo a Adam Smith, planteara que la prevsién es la segunda providencia {el género humano y, a partir del siglo XVI, Leibniz pro- pondri la necesdad del seguro social como inecanismo de Justicia Rosanvallon, 1996). De esta manera, Hobbes ding que el Estado es un regula- dor de a incertidumbre que se desprende de lo divino 0 brenatursl,y debe ser por lo menos planteada en términos ‘matemticos o probabilsticos, lo que dari origen ala nocién < “euestdn Socal". En este aspecto, el nacimienco de l ac~ cin socal moderna en terminos de intervencin tiene una Tuerte marea hobbesiana: de alguna manera se entrometen cn filigranahistérica dela intervencin en lo socal impor ‘antes naciones que van desde la conocda frase “El hombre {el lobo del hombre”, hasta la natualizacin de ls d sgealdades, psando por la necesidad de “delegar la sobera- ” Alfiedo J. Carblleda nia” en otra que se encargari de “ordenar” el estado de gue- ‘ra natural", Serd Rousseau quien plantearé en Dic sobre cl erigen dele deigualdad entre ls bombres que es la sociedad Ia que genera desigualdades, sentenci que lo conviereen un precursor de Ia “desnaturlizacion" dela desigualdad “Ahora bien, estas nociones provenientes de Hobbes remix ten de alguna maners a Ia intervencin, en especial desde la perspectiva que atravesar todas las dseplinas que intervie~ nen en lo social, que reeutririn una y otra vez, de wna otra forma, solicit a exe otra que se presenta como sujeto de ln intervencién que “delegue su soberania", ya sea en ef mé- Aico, el pedagogo, el psicslogo o ef trabajador social. Por otra parce, el seguro social seria casi un sustiuto 0 refuerz0 fel contra social, ya que “produce los mismos efectos de aglomeracin y proteccién" (Ronsanvallon, 1996) En la modernidad, entonces, exstiian tres formas de percibir el vineulo social el contrto, el seguro y el mere do. Mediante esas insancias de cohesin comenzarin a constirse poblaciones homogéneas sobre ls cuales se apli= carin ls primerasacciones del Estado desde la perspectiva de la prevsin. En definitiva, Jo social es entendido como ‘un espacio, un Tuga, ligado a la nocién durkheiminiana de solidaridad: obj interven on medi de previ protein i fevcleno dels classy el no tnt en err del team rinepo del gals oun en nombre de midi, dei neces de rconce alo aids drechoy oe el fs alton, see epi dela aberaia Varela rarer Uri toon, Es conocido el testo de Karl Mare que hace referencia a ests cuestiones desde un punto de vista critica, pero perci- 2. EL ey Pras ya eos po pn” say 10 % Pragmentacén, excusny ciudadania biendo la exstncia de un “movimiento” relacionado con “reforms sociales” desde la efera del Eseado yasociando los antecedentes con Napalesn y el deeeto de “suprsién de la smendicidad”. ‘Ms alla de la rstica, la constcusin de los Estados en la modemidad se relacionard también con el surgimiento de diferentes disposiswos de tipo institucional y de pricicas {que serin funcionales a ése. Fs decir era necesario eonsti~ ‘ur a esas poblaciones como tales, y posteriormente clasif- cits, Desde esta perspecivs, los tabsjos de Michel Fo ‘aul, Jacques Donzelot y Robert Castel referidos ala insti~ ‘uci psiquitrcs, I minoridady “sociedad disiplinad estan la emergencia de nuevos saberes y prctcas acerca de lo “social-recientemente consttuido", en el marco de la rmovdernidad.* ‘Ahora bien, esta “fandacidn de lo sosal" como “disposi- tivo de reparacién’, previn clasiicacién de poblaciones, se apoya enna mirada alo macrosocal ~desde donde se plan- tea ls problemitica de Ia integrcion-, especialmente a las poblaciones problema sobre las cuales se acraed desde Ia es- fera del Estado. La preocupacin por Ia cohesion del todo es un tema recurrene dels nacientesciencas sociales del siglo XIX y dels ciencias politica ‘Una mirada hacia la pricica del trabajo social, por ejem- plo, en zelacién con sus modalidades de registro, muestra la presencia de la idea de clasificacién de poblaciones afin de ‘ubicarlas dentro de marcos homogénees sobre los cuales se determinara la administracin de recarsos. Pero esta homo- sgeneidad “construida” ~inventaéa, dirt Foucaule- ya no es tal. Los procesos de precirizaida, empobrecimiento y vul- nerabilidad, fuertemente relacionados con las formas de acuumulaci capitalist, es decir, con los aspectos macroeeo 4, Vln ML Fass (1968 com. 9. Dest (997 y R Cael a Aude J. Carbaleds ndmios de la euestin social, se singularizan,en forma he- terogénea. Desde esta perspectia, el saber acumulado por Ia prictica del trabajo social desde la intervencin centrada ‘enna visidn de poblaciones homogéneas, comienza a tener ‘otro tipo de valides, por lo menos desde wna perspectiva prictica. Pero, por otra parte, implica una importante acu- ‘mulacién de conocimiento en funcién dela construc de ‘nuevas formas de intervencidn en lo socal. De este modo, el trabajo social ha acumulado una forma de saber que podria relacionarse con lo “microsocial no ho- ‘mogéneo", saber que ee adquirida al acercaree ala vida co- tidiana de los sujetos sobre los cuales acta, pero que ain no ba sido claramente sistematizado u organizado. Tal vez la impronta del denominado *paradigma subjedvist", pro- sducto dela necesidad de aproximarse de diferentes maneras 4 la singulaidad de los nuevos padecimientos sociales, ha- yy comenzado a abrir otras puerta en el edificio dela pro- fesion, ‘Lo mismo puede observarse en los nuevos aportes en el ‘campo de las ciencias sociales, como los que plantea Cifford Geert en “El estado de lo local". Bswe aor se refiere a es- 1s cuesiones como “la refiguracidn del pensamien socal y tata de explicario desde lo que denomina “giro cultura” ‘Pero es sprosimacién alo interpretativo-cualtativ implica- ria algunos cambios en cuanto a paradigms vigentes, mti- ces sciplinares, teeters, Este fendinen podria ser led des- de la perspeciva de “obstsculo epictemoldgien” que plantea ‘Gaston Bachelard’ En este punto losinconvenientesestarian cen la adscripcin a una w otra teora socal o forma de com prender lo social, que impediia“reconocer” lo nuevo. 5. ence denalad por Gao Buchel eign mci mov rpor dle based pa dl ea de cme or “Bsmotieanlsaiplo aerecn el ery ene ls pec Ses (cine poet serene © predipne oe ‘Ss amin soap 5 677 de cocoa aon dee 2 Fragmentacin, exclusin y cudadenia Desde una perspectiva que pone el acento en Is escritara en las ciencias sociales, autores como Geertz plantean la exs- ‘encia de una “mezcla de géneros, que sefa la consecuencia de nuevas formas de comprender fo social, vnculadas a nue- vas formas de conocimiento y nuevos posicionamientos para “leer” lo social. Des lo metodol6gieo, ests cambios impli- ‘can cierarenuncia a la elaboracin de enunciados generale, {que remiten al origen de las ciencas sociales y a so preter sim de dar respuesta alos interroguntes acerca de lo social, ala manera de hs cienciss de la naturale, De ahf la importancia de lo local, lo singular, Io mieroso- cial, dentro de la intervencién en lo socal. Ea este aspecto, a mirada alo mierosocial no implica dejar de lado lo macr socal sino incentar construe un mareo metodoligia que permita dar euenta de la singularidad, y que pueda esencal- mente desarrolar dispositivos de intervencién que aproxi- men posbilidades de respuesta en un mundo fierremente fagmentado. De ahi la importancia que cobran nuevamente los esmios de caso la elaboracin de historias sociales, aho~ radesde una mirada biogrifcao de historia de vis. ‘Asa vez, esta perspectiva implica entender la organiaa~ cin simbalica de la vida socal. Desde un punto de vist que se acerea al pensamiento de Max Weber, Alfred Schutz y, en parte, ala Escuela Antropoldgiea de Chicago, entre otros, se intentariaelaborar o cransformar les diferentes dispostivos de intervencién en relaci6n con el “sentido de la accibn", En defincva, esas euestiones se rlacionan con la intervencién {que intenta constrir sv horizate alrededor de la “proble- stica de a integracién", y que pone el acento en una trea rms cercana a los lazos sociales y la posibilidad de reconsti= tciin de ést08* Asimismo, en lo que Geertz denomina “mezcla de géne- res” tambign Se destacan los eambios y desplazamientos en by construccisn de las analogis: se suttuyen las metifors re= (Bos sera sje en cp sige, ae Aledo J. Carbaleda lacionadas con la mectnica por apelaciones al lengusjetea- tral, entre las que resaltan las palabras “teatro”, “drama”, juego", “actor”, “papel”. "Estos cambios implican wna apelacin ala singularidad aque permite comprender yexplcar la construcci6n del mun~ ddo de los sujetos de la interveneiGn como aporterelevante para ls misma. La tendencia a observa, analizary estudiar lo microsocial fen relacin con Ia intervencién implia nuevas formas de proximacin a ls cuestién socal, donde el protagonisa es el propio actor y su singuaridad, el mayor aporte A su we e8- te cambio permite un acceso diferente alo macrosocal aho~ tr desde la cotidianidad e historia del sueto, Ia familia, et grupo o la comunidad. La intervencién en lo social y la construccién de conocimiento (Ouro interrogante surge de adea de que el trabajo social posee un cierta tip de conocimiento acerca de la vida coti- tana de los sujetos sobre los que intervene, entendiendo "Vida cotiiana® como wn espacio donde se Tlevan adelante procesos mediante los cuales se constrayen y se alimentan Simbolizaciones.’ Por exo la forma de aplicacin de ese cono~ ianiento puede dar diferentes sentdos al intervencién, En ‘tras palabra, de acuerdo con el marco conceptual que sus- tente la intervencidn, la vida cotidianatendté diferente *va~ lor" en eérminos de intervencisn, Enlaactualidad, yen los diferentes campos de aein det trabajo soci, se puede observar que las modaldades lisicas 1 Lancia devia qu seinen ee eo ovine dee aon de Goer nan Gein qo enenien ain ein eco eid sno noma delecmprenin dl mandy delbeoen et ‘catuts prion 2 an tin stern yon sesso” al, 1979 a Fragmontacin,eslusiny cieddania de registro e intervencién no aleanzan pars dar cuenta de lo (que esti ocurriendo en el sujeto a familia, etcétera, que se presenta demandando a intervencin, yest exige una trans- formacién, en especial a partic de las caracteristicas hetero- igéncas de las poblaciones sobre las cuales se interviene. En teste aspecto se comienzan a observar modialdades de re- istzo, si se quiere, novedosis* Este es wn tema importante, ‘y8 que ls formas de registro se relacionan diectamente com {a pricica, Es decir, determinada prictia posiblemente vaya ‘corresponderse con determinada forma de registro.’ En es- te aspecto, es interesante el aporte de C. Geertz, en Elantro- pslag come astro el texta de M. Hamimersiey y . Atkinson, Exnografi. Pero mas alli de la cvestin del registro, el Trabajo Social citi intervinienda de hecho desde ess nvcvas perspecivs, bien ain en ernsicién con la vsiéa anterior relacionada con la conformacién de poblaciones homogéneas. neste aspeeto, Rosanvallonresefia los cambios ocuridos cen el RMI francés (Renta Minima de Invercién), donde, partir de la necesidad de acceder a lo singular de los procesos {de precsrizacin provocados por el desempleo, se coments a ‘wabajar con lo que este autor denomina “monograias scia- Jes", que apuntan a eseudiar la tayectoria de cada sujto en ‘evantoasu proceso de precarizacién (Rosanvallon, 1995) Es ‘a perspectvs, que se presenta como novedosa, puede scr tl siempre y cuando no implique una pérdila de visign de lo macro y de los procesos econsmico-poiticos determinantes de a exclusisn. El Trabajo Social, por spurte, ba tenido una slender inccne pia Glog Avery Homi! Tara {S) dnde adr Se reir eran tne rents dela (St) has an nacaedo irae gun seep pede ut Hleenerario de or sneer cats on dal "Lae pcos ‘ecies des tren en sno: pec Merge #10, Ba can ser derelict % Alfeda J. Carballeds ‘radicin muy importante en la pritiea de vsualiza lo mic ‘rosocil -en trminos de Gofiman— Ena prctia del Trabajo Social y la atencién de pacien- tes drogodependientes, de pacientes extemos con trastornos mentales, de menores, o ante la irupeiOn de problemsticas relacionadas con el sida, el peril de demanda requiere nue~ ‘vas formas de intervencién que arsiulen, en tanto cuestién socal, los aspects cuantiativos y eualtativs de ét Crisis del Estado, crisis de las précticas tra euesin rlevante se vineula al impacto dela esis el Estado en la propia pritica del trabajo social. Un pri- ‘mer aspecto a tener en cuenta es que em el caso dela Argen- tina, la insercin estatal de los trabajadores sociales y de profesonales de otras disiplinas es mayoritaria. Pero ade- ‘ns, el impacto de la erisis del Estado en Is esfera de Ia in- tervencién en lo social se relacions con los importantes ‘cambios en la “visi del problema social” desde las insina- cones donde se acta, ya que éta se ha desprendido de los criterios del Estado Benefactor y sus enunciados universais- tas, y la administracién de recursos ha comenzado a tenet ‘otrsssignificaiones (rlacién can el clenteismo politico, ‘eseaiey,incertidumbre eon respecto a su continuidad, dudas acerca de su calidad, etcétera).” En este aspect, la prietica del erabjo social y de las disciplinas que intevienen en lo social se corren de sus postulados clisicos 0 fandacionales, xy que han comenzado a ser resigificadas de hecho, 2 par- tir dela propia crisis del Estado de Bienestr el ingresoa un 10. emt the rtd on Tabi meme ded ee ry bm dre pda pre Cont de Donte Ie Foi de Ta Socal de UNE (Uniersad Nicol de Ene Ets 6 Fragmentacin,exlusin y cudadanta Estado postsocial y la aplicacién de nuevos erterios en la claboracin de poltcas sociales, En otas palabras, ance la eriss del Estado Benefactor, los recursos que se administraban no s6lo han disminuido sino aque han cambiado de sentido. Es posible pensar que ya no tienen la misma valider “contractual” que cvando feeron ‘reads. En esa linea de andlisis, el “recurso” pierde vali- ddez como tal, en especial desde el punco de vista simbélico y ‘como instramento de integracin de lo social; es dei, pier de su impronts hobessiana “Tada este proceso influye en forma signficativa en la mi- rada de los sujetos sobre las prctcas que tienen lugar den- ‘tro de las insttuciones de stlud, minoridad, etcétera; es de- tuciones, la agenda de politicaspiblias, los meds de comu- nicacidn, eter. En definitv, de la wsibn de ial” que una sociedad tiene. En efecto, la intervencisn en lo socal implica una direc cin definida desde la emanda o la construccin de éta, en reacidn con la denominada “euestin social”. Por otra par~ te, la intervencién implica la existencia de una autoridad: quien intervene lo hace porque ext legitimado a partir det econocimiento del ejrcicio de un derecho, o porgue hay un ‘stato que reglamenta su gestién, de modo que la interven cin se estariaaurorizandoas{ misma, a partir de unstatusle~ sil constitu. La intervencin también implica I eucidacion de los da tos complejos de una sitacién o acontecimiento, en tanto 8 Afirde J. Cabaleda aproximacién desde un marco comprensivo explicativo de ea sitacin o,sencillamente en tanto bisqueda de una se- tevencialigica que dé sentido a lo que se presenta como de- manda y a su vez plantee ls posibilidad de respuesta partir de determinados dispositivos para la accidn. En otras pala- bras, intervenir implica la construceidn de una Logica del acontecimiento fandante dela demanda desde cierto mareo tedrico o campo de saber. En este sentido la ntervencién desencadena una serie de expectativas y consecuencias fvertemente ligadas ala cons- trvecidn simbslia ya as representaciones de quien ests terviniendo, De esta forma, una modalidad de intervencin se vinculaa un determinado marco conceptual que, ligado a tuna serie de aportes ters y empiricos relacionados con el contest, genera "formas tipieas” de interven, En un trabajo de investigacién realizado en la Universi- dad Nacional de La Plata se desarolla la posblidd de api ‘acién de la nocin de *modelo” para logear una aprosima- cin mds exacts alas formas de intervencin: ‘Ui forma poled sai y anise de as prices qu ean den- to del emp de de oe de saci de ncn de nel, Der etapersesa prin aborlaetatolos onde {or epiemlion de emia, come 2 ign as ins mw era deren profsna ender contests esi tor moments hice arbre 0, 199) En definitive, la intervencién es un procedimiento que seta y hace actua, que produce expectaivas y consecuen das, Asi, la intervencién implica una inscripeién en ese “otro” sobre el cual se interviene, quien a su vee genera una “area” en la instiacin y desencadena una serie de spo ‘Estas caracterisicas de ls intervencin implican una serie de interrogantes. En principio, desde una vision foucaulia~ ry las preguntas girarian alrededor de quin tiene poder pa ra impulsar la intervene, o, desde otra perspectva, quién La interven pga I intervencin oa quién ambos (profesional y sujeto de Ia intervencién) deben rendir cuentas. [La intervencién implica un contrato, en tanto determi- rns con precisin un conjunto de regls pricica relaciona- das con ella. De ahi que la intervencién sea un proceso fuertemente atravesado por las euestiones anteriormente smencionadas. Pero, en definitiva, qué debe hacerse desde la interven cin, en especial desde las expectatvas sociales que ésta ge- nera? La intervencion supone alguna forma de busqueda de respuestss a interrogantes eminentemente sociales; por lo tanto, deberia producir modificciones en relacién con la ceestin puntuil en que es lanad si, nuevamen te aparece [a delimitacin de un terrtoro, el espacio o la- gar dela cuestén socal. Bn est aspect, la noc de teri- torio que plantes Michel Foucault puede ser til, en tanto demarcacién politi: *Territorio es sin dude una nocién _geogrifics, pero es en primer lugar una nociénjuridico-po- Iitea: lo que ¢ controlado por un cierto tipo de poder Foucaule, 1980), De esta forma, el lugar de la intervencién se transforma en tersiorio, es dect, un espacio juridico, que habla del lex ‘gitimidad deta intercencibn, ¥ politico, gue marca la “agenda” ‘donde se eomstrayen diferente arpecios de la euestién sca La intervencién desde una perspectiva asentada ‘en el concepto de comunidad En principio, y ecomando la visién eereana Ja nocién de ‘comunidad, la intervencién se apoys en una serie de evestio- nes que es necesaro precisa. La primera de elas remite alo social, construccin que puede presentarse como discursva y ‘que genera sujetos de conocimiento, En términos de cotidia~ nidad, lo social se consteuyea partir de imaginarios socials, de representaciones, que generan diferentes impactos en a Aifedo J. Carbaleda singularidad de cada grupo, barvio o sujeto. Desde la pers- ppectiva de los imaginarios sociales, imaginario no es séla imagen de”, sino una creacién incesante, indeterminada porgae e¢atravesada por lo psicolégico, lo social y lo hist= Fico que, en definitvs, impactaen el orden de lo real. ‘A.su vez, la nocién de “representaca’ se relaciona con ‘un conjunta de conceptos, percepciones,signifcados yact- tudes que os individuos de un grupo comparten en relacién conellos mismos ycon los fenmenos del mundo que los cr- ceunda. Asu ve, eas representaciones se resignifcan en una serie de espacios microociales que tenen eoma comin de- ‘pominador ala vids ctidian, Por otra part, la vsin de To social como algo consttui- do de la vide catidiana exige consderse la construcsién de incereambios reciprocidades dentro de un grupo, familia, barrio, ecétera. Asi se intenta comprender y explicar Io so- cial desde la singulsridad, centralizando la mirads en los pro- ios actoes, ‘As vee, desde esta perspectiva, la vida socal es organi- zal en términos de simbolos, que adquieren significado se~ ‘gin la representacin de quienes construyen y recrean el ‘mundo en que viven, el que a su vez estécondisionado por influencise macrosociales que se resignifcarin dentro del or- den de lo sea, en trminos lacanianor. Desde una visién cercana a la fenomenologia de Ed~ smund Husserl y de Alfred Schitz, la “aecin” seria la uni- dad de la sociedad. La acciGn se centra en el anlisisylaex- periencia personal de los individuos. De esta forma, la“ver~ dad” de Is vide social se encuentra en la subjetvided de sus participantes. Perspectivas fils6ticas como las mencionadas revelan la necesdad de aproximarce a ls subjeividad de ete "otro" que se presenta en e teritorio dela intervencién, 2 través de una serie de interrogantes, que van desde emo construye st ‘mundo a e6mo le da sentido, pasando por edo lo explics. Es posble, entonces, acceder a una “expliccidn” de I vida % La intervencn sol que vic en imo nino en is exprenis i ‘ids por el indvido, Peto experienc scl ret set, Cn defies, comontar Por part, a snbio impact en I ef el syjeo desde una fra particle el orden de oval En xe ssp, est relic ene To snl y lore puede ter entenids de dor maners diferent: part de wna om cxpion ation, y en xe neo steel edo em Gia,y dese nave pst, mediate lata caea Ievoaidad aj apr dela memoria, AS la -redc. cin eis” permit a teonstrccon dl mundo de ‘Speiends ent lens “rps de sent, fener Gin de sentido, horontes de sen peas, tempor Iesytemttion Walenta 197) Desdelabissds de ccs ia soja, lo gue re sukade es juego dears entre Io Grenes des f= presentacons ory lo smb, eto que ve denomina "regio y te se vin genes nteroes que son coms, sind ys resin, En def see coerrsonrlcin cnn complejo de imigenes qo ree deny dan orn wo nr inprestn Las nbaiaiones sean een a trv des meiciones ete sujton, en tn epacoseo ques compart: La socal ina tna comanida que ete yw seen veh de snbols muy tos De est fom pecan apart de ls foal Cones de Alfred Shit es pole pera a onside Iaimrsbjeia En exe pec ent we sere de at Giones entre divs ures gue reiberon nen del permanent enomeolic, como Meren-Pony, Soe, enero Dern en gure lo que saree es onde” rain de lo uti. En dfn experienc sol Se conszuye en gran parte dentro de ete juego, de modo que I conden humana prenpone a redo yen Se otro, Las eric de at personas eth eddy or los moor de pensar y sent qu se tans wees Ae os ton sciles n Alfredo J. Carballeda La tntenencén, plmeada desde ete lag lis una actts based desis eh is ions, se Sen gees, expesion aconeriniemos qe en de seis temaayen lo coudno, Aconteimenton qe de lu- Mnunerascinsrben enn tet: al at, ave, tin eee rec come dee teeter cen queen dina eniena un orden fanaa, Reremente acalo por ls ingusiad de Toten ibn reiben ls densinsripones. itaporenc linea ene epee yea sinitad spon una nee ad a ln ene ncn sounlesy a ube. Desde losin de mori, a separa de as sions de invido y soda arc oa ua sei de ‘eters de ipo eoptenolgi, Indu ysocedad fiom Nira pesentados cro pares nid [cg aoe tts par del ilo XX seinen con tru nba de pons tacos € tercones ene ron Uno de son intenos er qe Hes dean, por empl, pico sce Ts mpderild endian er presetado como o site’ soci colo “exten En pene, tosin de bj dn dl campo dea enc Gina no epron desu nani. Per lo Saco, le bjs no pode ser pal en forma azCra naw pled acess sda psy en trina, pret eumin de sings. Dew oa pen vrei a quremetooloy se ace neces atc FeSeragotsguc sopra sos de nero. De Mo ql examina cove, por vn ao, lc Crea de wnt ere de moines intern “devi SSP a soc endian ports, suge lanes deo Tar lcimenién scl dl steal Desde n pereui de la dsaliain, ee exmino imple deemed squlo que una honogenedda- etic conte cabors oct Deno de er ws La intervencin ead sbso poste halla valiosos apts en lot eros de Catovnds sobre a “lucien ere” en la isin de Ia dsconsrucién de Derrida yen lands geealgico fv ppone Mice Fovenl Ls mentn soci, dl aujero imple, por su pare, I bisqueds de crterios tlrefeencale que permitenpestr de ot modo ae paracdn artic ene ndvdvo y sociedad En defini, lon ston construen denied on un juego de arieulacin de os ordenes magna, smbélcoy real En esas condiciones ex pole pensar a denominaa intrubjeciiad ole divers manfeaciones dl padec- mien sobjetvo aso al atrvesunento de lo fel lo Que we presents come demands cl constant ace inter- ‘encloa onl soc ‘at wea Menta dl eos conse en ep cioiempo donde lo singult se encuentra con lo oletvo, con lo dee, com ls ote, El horonts del interven Ci en lo soil, en rela con a problematic de I inte frei, et feremente gaol entday vnc aS ‘ea formas de entender y epic I storia In car. "Apart de que la socicad “contra” problemas soc les leo den nervencin medina es construc en vida coins, dade marco comprenivo explcatvo ae le dar forma a 9 padecinicto. Pero > juan denzo de ea cotidanidad donde econsuyen os sigufict- dos atrveadon por elements del orden de Tora y defo Simblico enmarados en miro y macodicusos que rte ‘ican I terse, qu, en est set, inplican pro- ‘eso de ans que inet comprendery expla es t= Colaclones, Es a onda ee encoeneneructorda en Sirens aspects yvlones de lguna manera eare la intervencén en oso, por ose hace necro comprens deryexplicr los apecor eget dea vias cin tervenir buscando tansformacions en defini, cons seh in pri del arcmin ge omen ” Alfeed J. Carbaleda Desde este punto de vists, resulta necesario define y abordat la nocion de identidad, ya que la intervencidn en lo Social se lig ala idea de “comunidad”. En defnitiva, la di- reecidn de la intervencién se orienta hacia laeuestin de la ‘dentidad como un elemento articulador de la problemstica dela integracin, Ast, laidentidad desde una perspectivaso- tial se expresaen forma contextual, 0 sea, se insribe en un fscenatio que tiene una serie de connotaciones: es terito- rial, Lingbistes, familiar, historia, religiosa, etoéera, La Jdentidad se construye en la interacci6n, en Ta influencia tutus, en el espacio de la vide eotidiana se elabora dentro de un “sistema” de simbolos. Por eso se relaciona con una serie de significaciones que barcan el trabajo, a vivenda, la ‘lod etétera. As también se crea una posicidn o mirada en Felacion con las necesidades sociale y su impacto en la co= tidianidad. La vida cotidiana implies en parte na sere de relaciones informales que se esablecen entre vecinos, amigos, patien~ tes, con el objeto de construe intereambios y reciprocida- des, Por ejemplo, en los trabajos de E. Goffman, la mirada ‘la vide cotidiana se apoya en laimportania de ls interac: tones que se constirayen en este imbito. Los trabajos de es- te ator intentan desribir las reglas queen diferentes épo~ ‘as controlan lsineeracciones dela vida eotiiana. A su vez, sta puede ser entendida desde las significaciones (Geertz, 1994), como procesos de produccién yreproduecién del or den vigente (Agnes Heller) 0 como cultura de presentacién ‘en los trabajos (Goffman). En defiitva, se crata de relacio- nes informales que se construyen en la interaccién daria, justamente es dentro del universo de lo simbilico donde es- tas relaciones adquieren signifcacin. Ess relaciones son veh{colos de intereambios simbélico, los euales comprenden Ia dxponibildad efetiva del otro, la recreacin del vinulo, el sustento de la pertenencis el for talecimiento de laidentidad, Ia reconstruccin de imteraceio- nes, el rearmado de relaciones, la memoria etcetera. 100 La intercencn ‘As a intervencin se consruye desde Ia produc ye desde la producion reprodaccién coins de vids socal explcnada are ermaiplesexresione de cus socal Par uo in tervencn qe se orients una vende lo social desde la peripectiva cominicia, el aeceso al singuaridd impie tna mirada hac Tos lo soles como elementos fran tes deen Algunos aportes hacia los procedimientos dela intervencién desde diferentes campos de saber En ainervencin eno soil fo que sobre es pre- sencia de rton Es dec titers mpc ana ‘nay, ques ecoran deo de lo qu se denomina ce Shin social y pose una firma Yun sna qu se consttiyen de manera htreo-ocal, come forma de er pres de diferentes store soils. Eros reli fran are el nla sigificatvo de os sj ge ean erin N ve ran Bena conscetn ray sna de agus gues pe Sera como probe, Sen Gere srl porta ena mismos claves par su intrpetacin Lesrelton son meio ena nerencn por iferenes insrumentin, st como tabi por disinas categoria de andl, Bs constrain de los sos que recurs tervencin inca oa sere de enesonte ques nero Aerarar En rin que dessa inervencin se epre ten scones scptnasmosvconesy as itenones Ge lor dems lor enemas inten bjtion eres acti coorinamentey dono de tn univero soe Eston intens de sproximicin lo sabe pstitan secede termina cgi de is po venientes dels elena acl, En princpioy cl pease tena de Mar Weber puede seri date una perspective metadligica porque permite pense consec'én dec 101 Alfoede J. Carbaleda tegorias de anslisi ya direcciénen que se realizar la inter- vvencién. Como antecedent, la escuela historicsta alemana fealiza algunos aportes entre los cuales cabe destacar ef planteo de Dilthey sobre la diferencia entre las ciencas hi trico-socialesy las cieneas de la naturaleza as primers se relacionan con un objeto que les es propio y las segundas ‘con un objeto que les es externo. En este marco surgen las hhociones de erlelen (expresién) y versthen (comprension, Se plante, entonces, la posbilidad de construccin de cate~ gorias dentro de las ciencias hstrico-sociales,traduciendo fn términos abstractos ls formas estructurales de la vida. Las eategorias, segin ls concibe Dilthey tienen valor, sig- nificado y fin; desde una manfestacién determinada por la historia legun hasta el esprit de los hombres que las cla- boraron, De ah que verstebea implica introspeccién. Por ‘tea part, lag cieneias naturales expresan une relaciin de ‘eaustefecto que permite construr un sistema de leyes uni- versales desde la expicacin, En sintesis, el aporte del pen- Samiento de Dilthey implica una relacién de comprensin (eersteben), en tanto conexién, de la Historia y las Ciencias Sociales. Para Dilthey, comprensin y explcacin e presentan co- smo pares anitcivos, Weber, infu en parte por el histori= tdsmo y el romanteisino, atari de articular y unificar los dos coneeptos. Desde la nocidn de racionalidad, ratard de ‘nvestigar conexiones de sentido tomando como base la ra~ cionalidad con acuerdo a fines TLos aportes metodolégicos de Max Weber en relaciéa coma intervencin en lo soca faciltan a definiciin del and- Tisis, la construceién de planos de andlisis que integren by comprensin y la explieacién, la incorporacion dela racions~ Tidad y el logro de Ia autonomia dela cencias sociales Para Weber, explicacia y comprensién no son contraic= torias. La explicacién es una parte, un momento del ails, ‘noes ut fin en sf misma, y require la contastacién empiti= a, que implies la existencia de una cadena eausal que puede we La interven estar presente 0 no. Por otra parte, la comprensién implica ‘un acceso a a singularidad, en tanto incorpora la racionalidad propia de cada indviduo. Fs en este juego de comprensin y explicacién donde surge la “imputacién de sentdas". Desde las conocidas conceprualizaciones de Weber que apuntan ala idea de que los hombres, para vive, necesitan imputar senti- dos 2 lo que hacen ¥ que solamente algunos aspects de los fendmenos individuals son dignos de ser conocides y slo ellos son objeto de explicacién aus, es posible pensar en la construceiin de categorias de ands, no sélo para entender lo socil 6 deserbirlo, sino para repensar Ia intervencin. En éste proceso emerge Ia idea de uniformidades asladas dentro de la multitud, que abre paso a la nocidin de los tipos ideales ve intentan constitur unformidades tpicas que se aproxi- ‘mana los canceptos o, en definiia,hipdtessinterpretativas ‘on una posible validacin empirics: se intenta dar eventa, Aesde lo individual, de los acontecimientos histrico-socales, acceder alo macrosocial desde lo micro en definitiva, desde Ja palabra del oto. Algunas cuestiones instrumentales El pensamiento de Weber plntes la necesidad de dstin- gir las determinaciones de lo histrico en lo individual y lo digno de ser conocido. A su ver, también plantea la necesi= ddad de enconcrar las causissignifiatvas que permiten re~ cortar el fenémeno que podrié ser tanta explicido como comprendido (por efemplo, I relacién entce las manitesta- ciones macrosociales dela violencia, su expresin en lo ur- bbano y su posible intromisién en la vida doméstca). De es- to se sigue, entonces, que desde las dos mas formas de expresin se pueden presentar demandas de intervencién en To social, Jo que implica una necesaia aproximacién a los componentes del acontecimiento que se intenta compren- der y la construceién de una *ligica del acontecimiento” 3 Afede J. Certallede aque genes la demands, La aprosimacin aa intervencisn, Tesi perpen, imple un proceso ques simple vi th puede scr perio como deindividualinni, cuando en reldadesunntento de aprosimaci lo macrsocilJs- Gros espacio mirosociles. Desie a perspec de ls tpos ideas de Max Weber, Ia caplecdn des ester de onda prespone wn sc ter nomolgio, un eonunto de wniforniadesepias que expresin un conportaniento que pede sr comprobat Ande empinc Estas pete ser cabo n formas tia alos concepts 2 ves de procdimientos J nae Sin de abt qe el resultado sean "ip el. Fe “tipo del continue spre deaqullunfomiades dela tonluca de los hambre gus etn cages Je sentido. Fas peavetes uniformidads, emplicamente compra, se Expresan en ls tp dan, de odo quel eomprensn (Getcen) ped el prs analry extula I oncta toma “asin voc in Wee In “accn sxe” se constraye en la m= da enue Erase exuene sbjeromene felcone de tmodointeniooal on el umportniene de oo sbamos dessin comuniara cuando a eon humans et elcio> ada de ua nets sbjea Gzda de sen, com ls ce ‘ros seres hun), Un in ronal ais aun Fn est re ‘hlecon ba en ened. Lar expects de wa aca dal ‘Seosscreshuanoy apa eagle rl seman de ns manera ‘bjecrment anal, pede ears ene acho de qo pe Somespers de lov aa sed dada de signa, con Wso av= Tends pots (Web, 1980 ‘Weber insste en que en la sociedad exsten fundamental- mente los individuos y los significados, entendidos en un sentido puramente subjetivo,sgnificados que los individuos atibuyen a sus seciones ya las de otros indviduos con los cuales interactan. Para Weber, lo social no tiene exstencia por sf mismo. Baten solamente los inividyos, en tanto suetos. 08 La interven [Gonscustemente prt a solo compensa el panto de pane soa as repeseotcane de loans bo ranan soe com to rela, son en principio perfectonte"ranmpuener Esa ‘rnsparenci es ay ten opie por racoalad defies (Zertruniy eyo prec Gemplo esl meseado. Agen roe. ‘cearireuita sree costing spn er idles «pesos norma. Talo lo uss ee rel lela ‘ional de coo Bnei En ven i anal con a fin froyeso eno dean el hn mami quero pe ‘ar else perfcamente easarente prgu st anes ne ier on precamentcompeenle pr alg caeraor x ‘ero, Alibre racnalady wampacenc tin nee nen ip Peli, 1995), En simi, dade pensamienn de Max Weber post De acnder al onsrtcin de sgicadsen lester dl sujet, Dees forma unenoque de pe inrpresio de de a peapectiva de interven, impli f inqueda de Imovaciones no decay nent el economy {dln dela lpia debs primers, Las motvacone Se relaonan eon ners odicrconey, sn prune leo soi en tm constucin de eipaies ner cambios. As amigas ppeer sociales pueden st ene tidos come un lenge, tn gramitin socal que depende de un grupo de sjetondeteminados, donde se eonseuyen Signifeado. Exe entendimiento requere una nec re fsa aeddor ds prodacenesdcusvs hs pet tis scien Es on plsbyrequeearal la elon discus del mun sol cons constuction social deen incon (Charter, 199) spose pensar que atid frente que consle- ramos proleta sacl pute sr sara al gia ceiag ene olen ono ncia de espe Sigiado del sesn, de las motacones, par debit direccién de la intervencitn a Sein a excel ce, ons idologi ls frzs soca- less presiones plies a gue le dan send ses, sends dos motacones. Estas ccsones también mee? tran a necosdad de refevona sobre los aeons ws Aledo J. Carbaleda histricos que acompafaron el desarollo de ls ciencias so- ales durante el siglo XX. {a iupn dl nacional ye sso win de stale ‘moira eeotar ana ex se cern Sl ej. a te Tis alse nfo gue Georges Hatley encomsnancin con WBen- fomin ys ankeranoy nonin felines oma la eat foie del camo (ares Uri 1997) De esta forma, los ciemifios sociales ertcos comenza- ron a indagat la subjtivida,y wilizaroa el psicoandlisis par ‘a construir una aproximacin a lo interpretativ, Si snl a igi fond de as imaintos yelreedoras profucconsinlecses de Weigh il E Glnan,L.Cooe, Joes sellogs cscs orcaercno, reser ear gc ee Uitede pote ues le conga yor de a scianes {oles a dzminslin por odo el euerpo sca de sista sores ue est en fargo os 0 slo ean de dexrmine= {is Hneraes cn deers oyunu pte ambi, ‘Sie tna perpen del atirsnay dal nase pease Ineneen etna mio de lo renenes demerios (arate Un, 197 Desde el comprensivisma se alters el orden de Is eausa- lidades (ls efectos pueden estar antes que ls causss), por lo cual los fendmenos histérico-sociales se presentan como ‘complejo y se admite la gran dficultad para acceder al to- do. De ahi la nccesidad de eaptar variables relevantes, com= portamientos, interelaciones. En definitive, acceder al mundo del oto, al modo como lo interpreta, comprende y explica, Asi, el comprensivismo eambia la nocién de ezusali- «dad por la de “eonexiones causales", que no son leyes ni fenunciados generals sino lo que constituye la imputacién {de sents Ia acein socal en términos de Weber. Las concsiones causales implican constelaciones indivi- Avalesehistdricas de cusas que conducen al ferémeno como resultado, El fin ya no es el conacimiento de las eau, sino tl medio que falta el acceso a I impuracién de sentidos. 106 La inverencin Asa ver, sein G. Simmel, noes posible comprender la sociedad sin tener en eventa Is exstencia de una serie de mo ‘vimientos que separan 0 acercan diferentes consteaciones. Es deci, toda sociedad vive en “acto” pulsiones que alejan 0 acercan a grupos, personas etcéter. La sociedad es posible ‘través del azo social en tanto aecinreciproca, ‘Adem, la consstencia de ls laos sociales depende de una serie de “regiones” de significacién con reglas de perti- nencia, Estas timas estin circunscripss por ls interaccio~ res. En definitvs, no exist la sociedad sin aciones reipro- fas, Y e563 teciprocidad lo que se constituye como desafio para la incervencion en lo social. Desde esta perspectiva, se ‘puede aoveder a uns visiGn dindmica de la sociedad que se vinculsen gran parte ala caractefsticasculrrales. Ts posible pensar, entonces, una relaci entre comuni- dda y cultura por fuera de parimetcosesiticos. En otras pa Tabras a existencia de eddigos ysanciones es ot fuente de rnirada para la intervencién en lo socal Este sistema de co- Uiffcaciones abarea diferentes eseras que inluyen fo religio- 50,10 mora, la ley ylas costumbres, mientras que las sancio- nes pueden ser suprasocales (provenientes de la religion), sociales, de aplicacén de fueres o surgidas en laesfera de lt couleurs Algunas aplicaciones de la intervencién en lo social Desde una demands construida 4 partir de la violencia doméstia es posible, por ejemplo, intentar construir una 1b- igca del acontecimiento que convogue la intervencin. Des- de alli se construyen determinadas eategoris de andliss. En principio, desde Ie expliacidn y la bisqueda de “eoneriones, causes”. ‘De esta forma, una demanda como la mencionada puede relacionarse con Ia pérdida de reciprocidades¢intercambios de as reluciones vinculares de los tiembros aectados. Asi Aledo J. Carbaleda ‘nism, son miiiples las motivaciones que deben ser consi- Ueradis: la emergencia del matrfocaismo (como forma de alkeracin de papelesy funciones dentro de una unidad do~ ‘méstiea; Ia eafda © pérdida de grandes relatos expliativos (que implican una posible construccién de nuevas esferas de cexplicacién para cada incegrante de un grupo familiar; el Jmpacto de la crisis econémica (con su carga de inceridum- ‘bre e inquietud; dificultades para recoificar lo nuevo co- ‘mo incierto la implosid de lo paterno masculino; Ia crisis de las instancias sociales de contencién; el deterioro de los vinculos slidarios;interrogantes como *zLa violencia pue- de ser una forma de lengusje a es un fenémeno nuevo que cobsruye?”, En definitiv, se presents una serie de cucstones que im- plican la necesidad de nuevas formas de aproximacign al de- ‘manda que comienza a constrir la intervencin. En otra pa- Jabra, auevamente se intenta un aproximacin a lo socal desde fa bisqueda dela comprensién y explicacion de los ac- toresen el escenario de sa vida cotidiana, De esta forma, ls relatos que se presentan se recortanal~ rededor de lo que cada momento histérico propane camo problema socal. Bsos relatos forman parte del nicleosigni- Fieativo de ese sujeto que demanda atencién,y de ellos de~ ppenden la conseuccicn real y simblics de aquello que es presentado como problem ‘As, desde la intervencidn surgen diferentes aproximacio- nes ala mista cuestiin: el rlato que surge de una historia social en un hospital psguidtrico 0 general, la naracién de Tas dffcultades y posibilidades organizaivas de un barrio 0 ‘comunidad, ls necesidades sociales, etter En defnitiva el rlato posee un plano material y uno sim Délico que se manifiestan en la demanda. Esta se construye ‘en forma histérico-social, es Ia expres de los crores So= Gales. Tado este proceso es mediado por una determinada miodalidad de intervencign y por categorias de anisis que se ‘van constrayendo en forma permanente 108 La intrcencién La intervenciéa en lo social se construye de este modo ‘como wa dispositive que intenta articular Io real eon lo sub- jevivo, através de lo imaginaioy lo simblio. ¥ en esta ar- ticulacin es preciso interrogese: como se construyen esos Jrdenes?, zcdino se actslizan?, fo6mo se eransmiten?, y e5- pecialmente gedmo se meditizan? ‘Una experiencia Nevada adelance a través de un progra~ ma de auroconseruccién de vviendss y ayuda muruaiustea lo que acabamos de exponer: _Linfomacin neces pts airlos caterer ela ences o-r cuit raster gino components de le single “hdd loa ntrnees [ee moment no debe er nen {ilocos rls de peers pr pared ls mole dose mayors en © ete ara poder secede al PE. Too fo ‘snr, Me eoyrefrend amen neces de et pe ‘ot lie yess eran, lias elec dees veias ‘Shcorpors [al posse de utoconaucoin de endo ore ‘ised pda aa, Par pode ogra es near apr Sela sabjetvidad de os posble stoners ycomena po Fen algos components dey nals (Ria 200) (Otra exestin signficativa de la intervencién en lo social se reliciona con la recuperacin de solidaridades. ‘Lanocin de soidaridad posiiltarepensar algunas cues- siones relevantes de la intervencin, desde donde se intenta problematizar una serie de conceptos queen definiivaremi= ten ala idea global de soldaridad. De esta forma, las nocio- res de igualdad, identided, pertenenci, presencia, origen, ‘etcétera, se relacionan con la problemstics de la imtegracion cen el sentido de la refundacién de solidaridades. De modo ‘que resulta necesaria dejar de lado algunos presupuestos de tipo dicotsmico como salud y enfermedad, ya que desde la perspectiva del integracin, la no dicotomis de arsbos con- ‘cxptos implica una forma diferente de posicionamiento fren tea esos temas, vineuléndolos ala historia, a singulridad y el contest, En definitive, le oposicion entre salud y enfer~ edad no es mis que una “construccién”, al igual que otras 108 Afedo J. Corallea {que remiten a I separacin entre sujeto y objeto, individu Y sociedad, interioridad y exterioridad, instancas que al se ppararse se proponen como eategorias ahistricas y asociales, ‘atificando una supuests “universalidad” ‘Algunas veces la presencia de la demianda desde la insti- tucién o desde el “caso social” insta a pensar Ia interven cién desde una perspectiva eercana al comprensivismo. En principio, diremos que el acontecimieato que funda la in- {ervencidn a partir de la demanda puede ser leido desde las rmotivaciones que determinan el sentido de la accidn. Este proceso es atravesado por pautas calrurales que a veces dan venta de las dificulades actuses para la cransmisién de ‘cidigos y experiencia, especialmente a partir de la cada de los grandes relatos contenedores. Fsto puede mostrar cier- to grado de complejidad en tanto se incorpora una cultura que puede ser propia. Desde esta perspectva, la mirada desde Ia intervenciGn en lo social se puede orientar en el sentido de la accin a partir de la imputacién de sentidos jque da forma ala demanda. Tntervenir también implica ineerrogarse sobre las ircuns- tancias, consrucciones 0 acontecimientos que se intesponen entre sujetoe identidad, Tal vez el camino mis retevante de la invervencin consist en aproximarse a esas euestiones a partir de una separacn entre ssjeto e historia en una socie~ dad que se presents como fragmentada. Felix Guattari apor~ ‘una visin interesante de las potencialidades de este dispo~ Sitvo. Se pregunta: ate sm spoils dee itervencin os mrgenes res de feiss de lost fos jars de ental os ta [hors scaler Par deena es neces qe se apespongas Stuns de dren Gene yn solamente acrsos de eorctn ever sino antiga “mcrae” mio nos albus eb Tire el clan de hw oid J. Ela, eomsise en rca [-}. en hae tors en donee segin sp pine de CCnsertidds ele qe se omuniqun tnmvrabnente os none (Gate, 9). 0 La imtercencn En defnitiva, la intervencin en lo social implica una ne~ ‘cesara articulain entre la subjtividad y los procesoscolee- tivos con un horizonte predeterminade: el de la problemst- ‘a dela integracin. Este proceso es accesible a través dela inmerpretaciin del acontecimiento, el andlisis y el registro. Pog ilkimo,laintervencin en lo social expresa Ia necesidad de tna biisqueda, de una construccién, de una modalidad dliscursiva diferente, determinada ahora por el sujet, por su propia palabra, por su singularidad, ala ver que recupera la Importancia de los vinculos de ese sujeto con otros, busean- do desde al una resemiotizacién de aquello que se constra- 6 discursvamence como hegeménico, Una ateracin de la tramacica que permita una nueva enunciacién de loreal m CAPITULO 5 La intervencién en espacios microsociales a intervencin en lo social y los espacios microsociales. Eleaso del trabajo social comunitario EE estudio y el anlisis del contexto social, ya expuestos cn capitulos anteriores de alguna manera marcan una di- reecidn ala intervencign en comunidad, que pede ser re- Jacionada con la "problemstica de Ia integracién". En otras, palabras, es posible defini Ia interveneién en el dmbito de | comunidad como un dispositive que intenta producir smodificaciones, justamente en las expresiones locales que son efecto de esa problemsties. De esta forma, el horizonte de la intervencin comunita- ria se vincula en principio ala posibilidad de trabajar los as- pectos mis signifcativos dela “problemética de la integra cin’, que se expresan en el plano local en forma de “irag- smentacin social”, La expresién microsocial de la intervencin ex visible @ ‘raves de mips reclamosyreivindicaciones vinculados a calidad de vida, que muchas veces tienen un eardcter redci- bo, aeotado a una cuestin espcifica. En otras palabras, yen lineas generales, el reclamo producto de la organizacin ba- rial no apela al todo socal en términos de una transforrna- cin de éte, sino que quedaria dentro dela limites del espa- cio mierosocal. Pero esto no hace que deje de interpelt, ni aque pierda su caricrer organzatvo: simplemente, tal ver en a Aiiede J. Carbaleda forma momentinea, erestringe @ una dimensién menor que en épocas anteriores, ‘Otra expresin de la fragmentacién de lo social se mani- fiesta através de diferentes formas de padecimiento. Tanto la fragmentacin como el padecimiento interrogan a la inter- vencin en lo socal en tanto posblidad de interven sobre quello que la crisis sepa. En efecto, el trabajo comanitario puede proponerse, den- ‘tro de sus lineamientos generales, intervenit en los procesos fo fendmenos de fragmentacin (en tanto trama soca), par~ tir de su expresiOn local, intentando reparar 0 reconstiir quello que las condiciones sociales, econémicasy poltcas fragmentaron. En este sentido, entonces la ineervenci6n comunitaria se relaciona con una sere de elementos integradore, organiza- ores simbélicos que pueden servir en funcién de lt re- fconstruceiin de identidades en un escenario microsocial ‘Asi, la intervencién en la comunidad implica una modelidad singular, seri la cual constrye su compleidad a paride a tlaboracin de dispositivos que van a actuse en espacis ri- trosociales, cuyo Rorizonte se relaciona con la integracin, la ‘organizacién barvaly Is identidad. ‘Lo microsocial implica una mirada alo local y una bis- ‘queda de la singulaidad del escenario de acverdo eon sus propias caracteristicas y su relacién con lo macrosocil. Por ‘120 lado, la singulardad forma pare de una construceiéa histrica de esa comunidad que va a tener signiicados part- cclares. Es deci el acceso ala singulridad permite incorpo- ‘ar historicidad la itervencién comunitaria, lo que implica tuna apertura hacia la concepcién de los problemas sociales desde su construccion, ampliando de esta forma la mirada ha- cia la posibilidad o no de distineas formas de reparacin pro- pias de cada lar, que pueden ser evidentes © que necesitan ser develadas desde la intervencién, La intervencisn en comunidad, si bien se apoya en lo ex- puesto, también permite hacer mis operaivosy facibles los Laimervescin en epacis miorsoiales iversoe programas sacales que se aplican y, través de la triangulacién entre elementos eualitaivos y cuansiatvos, cevaluar el impacto de as estrateyis de intervencién usliza~ das. En defniciva, se wata de elaborar modaldades de inter- vvencién que puedan singulariearse en fo local. Por ota parte, el eapacio de lo barrialinstzura una serie de significciones a uavés de ls cules puede observarse la tensin ens lo pica y lo privado. Es posible pensar el ba- rio denteo deuna tran de significaciones, desde la apropia- ibn socal del espace, hasta la construcidn o el intento de ‘constinur un orden propio que habla de laculerae historia de quienes lo habit, Ta sociedad crea los espacios y, en muchos casos, los ‘conflicts sociales urbanos muestran las marcas que quedan inscripta ene territoria de lo barril: un bario, una com nidad, un espacio, es un texto que es posible develar. Al mis- mo tiempo, la sociedal ese lugar donde se expresa la com= plefidad de los laos sociales, ya que es el espacio donde twanscurre gran parce de la cotidianidad. Distntas elemen- tos materials y simbélios e dan caracteristicas definidas al espacio, Una forma ¢e constraccion de identidad pasa, en muchos e350, por los dos de apropiacin de los espacio. La ciudad en generalse presenta entonces como un espacio de pas permanentes y-diarias donde la marca del grafted “llamado *tatuse urbuno" por algunos surores- puede deli- ita teritoros. El espacio se mueste alos otros, se nom= bra, se materiliza y participa en la construccisn de identi- ddades, dentro de Ia csnstieucién de dos Sedenes: uno visual ‘yotra linguisieo, La ciudad se nos presenta como un sistema de signfica- cones ques va a singalatiar elo mierosocal, lo bat lo comunitario, Pero la ciudad es también signifcacin social en sf misma, producer de diferentes condiciones histércas, isconivas, wloritien, econdmicas, politica, etegera, Hoy 0 expresin, o parte de és, se manifista en los espacios ‘microsociales, donde atin se construyen identidades que, Alfede J. Carbaleda desde wna perspectiva contextual, presuponen el concepto de Ta conciencia desi eafirmada desde lo territorial olingus- ico lo familia, los origenes, I religiosidad, los edigos,et- ceétera, Ientidad que, en dfinitiva, se constiuye en a inte- ‘acein con la presencia de un “otro” que forma parte de un escenario, de un espacio microsocia. El diagnéstico comunitario 0 el conocimiento de lo lo ‘al para la intervenctén en comunidad Pensar en el *diagnéstico comunitario” requiere, en principio, revisar los términos que se utlizan para caracteri- ‘arlo. En otras palabras a iilizacion de la acepcin “ing- péstico” muestra desde el inicio, si se quiere, una medicali- ‘acign del conocimiento al que se pretende acceder 0 cons- teuir acerea de una comunidad, barrio o localdad. Es decir, lnocidn de diagnésico comunitario remiteinevitablemen tea las pecticas médieas en le bisqueda de “indicadores’ o *sGacomas® de la “enfermedad” en un determinado lugar 0 ‘Desde una pespectiva clisc, el tema del diagndstico co- ‘munitario o la construccién de conocimiento acerca de las tiieultades de determina escenario es bastante conocido y se puede encontrar en diferentes manuales de atencd prix mnaria de salud o en textos sobre desarrollo dela comunidad, tal vez mis relacionados con concepciones de tipo universal yy esquemas metodolégicos que fueron ities para adaparse a Stmaciones diversas pero que plantean dificltades para dar ‘cuenta de ls necesidades de intervencién en el presente. Ena aesuaidad,y en funcién de lo engorroso del tabsjo comunitaro ante la ereciente complejidad socal, se hace ne~ ‘esario pensar modalidades de intervencin que permitan una ‘prozimacién genuina ala paricularidad de lo local, en espe~ ‘Gala parte dela fuerte heterogencidad de o social y las d= taltades de acceso ala comprensién yexplieacin de divesos 6 La intercencn en expacios mirassiles fendmenos.stossonpesentads en lpia cordiana co- tno problemas en tno demands de tp integra ‘Baal difculad dea intrveneéneomuniaria naa cualiad concept de "digndtco” no seria suicene en in bisqueds de linemientos, perpectivas y cence horzontes par la intervencin en To soil desde cualqier campo Se posta pensar ea categora deans desde eas tnirdas, mis orientadas hacia fo soctoculu y concebidas Seqin la nacin de "mirosncologi oa” tomando apetes de Erving Goffin y otros autores como Geert, Hammer Ie, Akins o Roald Sobre ete spect, Geet planes: ‘Aso cen sacle an emperad comprende gue no neces {alin emul slo fot oa orkameias de gaint sigs ‘eotar gin ner doin dlr qe sis carota de ss ‘estenioes En cn pdan proceder gi u vin, enn (ides un orden de vida celoi y deterinando li consor ‘te deo gue habian ead ean con nites ies] Lee ‘cas nero yw trata dea fmm de expen, {ode glows tay cont tencn en alsigniend qo Bs Jnathaones soon imdgeney, expeioner,seontecnients cs fobs [Seen pats guess posen ae nein, ones ‘bre tara (Gea, 198, 3,34) Acceder al conocimiento de la “microsocilogia local", desde un punto de visu sse quiere profundoy espeialmen= te vinculado a lo cualitativo, sopone una serie de dficultades -y posibilidaes. En principio, el acceso ala “microsociologia focal” se relaciona con wa determinado context en el cual lo microsocal se encuentra atravesado por lo macrosocial, pero, a su ve, este juego de interrelaciones se encuentra sig- ‘ado por la historicidad dl espacio o terstorio y por una se- rie de aspectossociocultursles que en la actualidad se presen- tan como sumamente complejs. Desde esta perspectva, es posible pensar Ia enmunidad como un contexco particular de Jntervencin, desde el cual pueden surgir algunos interro- _gantes referidos especialmente a Ia direccin u orientacién {el trabajo comunitario. Af J. Carbaleda Esposible hacer una larga lista de los objtivostfenicos 4el trabajo comunitario que aspiran 2 mejorar la ealidad de vida de la poblacién,disminut las enfermedades infecciosas, incrementar el nmero de vacunaciones, mejorat los indies de habitailidad, bajar las tasas de analfabetism, eteéera. A ‘u vez, en la actulidad se suman nuevas cuestiones como - leeivo, como ete pra a reonstrucién del historia [La enters sgnadss por relatos de historiss de vida, Digafas © acontecinientassignifcavos implican en st smismas una intervncin, ya que pemniten relacionar los Acontecinientoe del presente con sna revisin dl pasado, De esta forma, el peop relatocanstrae un escenario dein tervencdin, yaa ver se transforma en insrumento de x EI relatobiogrfico o “historia de vida" es bisiamente un documento humano, un rlato de experiencia: da event de las aciones dein eto, grupo o comunidad en tnt p= cipaneshistreo-socales dea vida socal ‘De est fora, la itervencin vincul historia y eonter- toy alli donde Is palabra de exe tro implica wna fuerte eo sriene de sentdos. El relato oral are una serie de posili- mm Alfpedo J. Carbaleds aces de aceso al mundo de significaciones de los sjetosso- bre los cules se intervene. En la sradiién aborigen de ‘América, por empl, el registro de los relatos ores resti- ‘ye los valores sigifiativos de ls comunidad y nos ensera acerca de la persstencia de esos valores en la actuaidad El arbre qu medio mi pde cs Walia qu en a leno de mes- tts herman de ore qdere dec ino, Put cone porgee {res como mi poi ay tenes permis pa nombrurme sangoe thn undo estan cn fila, Se debe tne aco cia con ox tomes dis personas ds wes gute pool promunel= Torso ross asain lend, 195) Desde esta perspectiva de recuperacién de lo orl, utili- zando como elemento bisico el idioma y la palabra, *hablar ces también sex". Hablar es nombrar,y el habla se relaciona con el orden eonstiquivo dela socabilidad. [Esta reeuperacin histérica, en tanto intervencin, impli- ca tambign una construccién de lo vivencial, que hace posible ticular ls acontecimientos personales, sociles y comunita- Flos eon un sentido histérico,resignificando o eneoatrando nuevos sentides a evestionesaerules. En definitva, la intervencién que usiliza como instra- mento las biografaso historias de vida vaa circunseribise 2 Ja “cuestién social" es deci, se enfrentard a relatos histi- 0s que se refieren a acontecimientos de tipo social. Desde vna perspectiva més instrumental, las biograias escriben momentos de inflevin dela vida de los sujetos, a través de recuerdos o fuentes documentales que pueden ser carts, dass, forograias, eters. Lis cata talc a ita ot egeron al fg ye quemaron in

También podría gustarte