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LITERARIAS
AUTORES:
Estudiantes del 3º y 4º Grados - 2018
Lic. Martín Miguel Torres Tejada – Tutor
Simón y el Adiós (poesía)
Con cariño.
Había una vez un gato que buscaba desesperadamente comida, pues, hacía
varios días que no probaba bocado. Entonces divisó un ratoncito descansando
plácidamente bajo la sombra de un cafeto y se dijo para sí: “Este ratonzuelo será
mi comida. Me pellizcaré para ver que no estoy imaginando”. Era realidad. Un
ratón de verdad. El gato no alucinaba. Empezó a acercarse con sigilo
arrastrándose sobre la hojarasca. El ratoncito que descansaba más no dormía, se
dio cuenta de las intenciones del minino, empezó a correr.
De pronto el ratón se encontró con un perro y le dijo: “Amigo, ayúdame, que un
gato me quiere comer” y el perro le preguntó: “¿Y por qué te quiere comer?” “solo
por gusto”., respondió el ratón. Y llegó el gato y empezó la discusión: perro,
pericote y gato. El gato terco, agresivo y
altanero decía al perro que no se
entrometa en sus asuntos. Pero el
“labrador”, le decía que todos los
animales tienen derecho a la vida y
solo Dios quien la dá puede
quitarla.
FIN.
CUENTO
Autor: Ángelo Jhosep Ugaz Huamán
De pronto en la hora
de recreo, estando
practicando su deporte favorito se lesionó el brazo. Su maestra acudió
a auxiliarla y junto con los demás maestros, la llevaron a la Posta
Médica más cercana, donde los médicos la entablillaron y le dieron
algunas indicaciones, como el reposo que debía guardar. Su familia
pensó que quizá hasta allí llegarían los sueños de Ana C., de ser una
jugadora reconocida. Como era obediente y responsable se recuperó
en poco tiempo. Al retornar a su centro de estudio fue nombrada
capitana del equipo. Su maestro vio el interés de Ana C. y es así que
invitó a todas las niñas a practicar ese deporte. Él era el entrenador.
En poco tiempo pudieron tener el equipo ideal de vóley que
representaba a la escuelita rural donde estudiaban.
FIN.
(Cuento)
Autor: Jhan Jarli Huanca Mejía
Esta era una gallinita que se acostumbró a poner sus huevos dentro de
unos matorrales, nunca lo hacía en los nidos que sus dueños hacían para
ella, y las demás. Puso en total doce. Llegado el día en que nacieron sus
bebés, Taya, salió fuera de su improvisado nido. Al cabo de una hora
empezaron a nacer sus bebés. Hasta el atardecer, los doce ya habían
nacido. Taya olvidó el camino de regreso a su nido. Amaneció el día y los
pollitos como pudieron salieron de su nido en busca de su mamá.
FIN.
(Cuento)
Autor: Dúber Jhampier Rafael Linares
FIN.
(CUENTO)
Autor: Nelquin Esner Soto Apaestigue.
Cierta vez una abuelita lavaba ropa en la quebrada de EL HEBRÓN, pues Sonia, su
hija, se encontraba enferma. La diabetes, la había sumido en honda presión y sus
otros
3 hijos se hallaban residiendo en la costa. Entonaba sus yaravíes en quechua, su
idioma natal: Sunqoy patanña, Wakayninjuntay…. Imasis kaskas tukuy, purispa…
mientras desaguaba la ropa. El astro rey dejaba ya ver su último rayo y las nubes se
aproximaban a lo lejos y querían dejar caer sus gotitas.
De pronto apareció entre los
matorrales un león que de un
salto se adueñó de la inmensa
roca ubicada en el centro de
la quebrada y rugiendo
ferozmente amenazaba con
devorarla. Se le veía muy
hambriento, parecía que no
había probado bocado hacía
varios días. La anciana permanecía inmóvil, pasmada, que no atinaba a pronunciar
palabra, había enmudecido. Los rugidos del feroz animal alteraron a Carlos, el nieto
que ya se encontraba camino a la quebrada. Ingresó corriendo cual saeta, jalando el
gatillo de su 16, de la cual se oyó un sórdido disparo, perturbando la paz del resto de
fauna de El Hebrón. Hasta los pétalos dormidos de muchas flores se abrieron
nuevamente sorprendidos. En instantes, yacía sobre la roca el inerte cuerpo del
cuadrúpedo felino.
Finalmente reaccionó la abuelita y Carlos soltando el arma también buscó a su
nona, fundiéndose en un gran abrazo y llorando de emoción regresaron felices a
casa.
CUENTO
Autora: Rosmy Yosely Rubio Requejo
Michela, una niñita de cuatro añitos jugaba muy entretenida con su albo
gatito, llamado Michín. Las horas no pasaban para ella a pesar que afuera
el viento coqueteaba con los maizales, meneándolos apresuradamente y
desde la cocina se percibían los preparos de mamá Rosita.
De pronto, apareció como por arte de magia un pequeño ratoncito todo
negro, parecía una aceituna, y ese fue el nombre que le puso Michela.
Michín se sorprendió, quiso abalanzarse sobre él, pero la niña le habló y se
quedó paradito sobre una piedra. Cogió al ratoncito, lo echó al bolsillo de su
chaqueta y se lo llevó a su casa.
. FIN
(Cuento) Autor: Marmitote
Minino que andaba por ahí, husmeando unas lindas lonjas de tocino que
pendía de un cordel, oyó e identificó la voz de quien un día le salvó la vida.
En un dos por tres llegó hasta el lugar donde provenía esas voces y vio al
humilde e indefenso ratoncito en una incómoda situación. Sin pensarlo dos
veces ordenó a Michín que soltara a su amigo, sin embargo, Michín,
desafiante quiso pelear con Minino. Minino le dijo: no quiero pelear, soy
maestro Karateca, te voy a ganar. Michín empezó la pelea. Minino en
contados segundos derrotó a Michín, quien se quedó adolorido y maltrecho.
En una vieja cabaña abandonada del espeso bosque vivía una gallina
con su pollito. Alegres pasaban los días viendo caer el sol, otras
veces jugando bajo la lluvia. Un día decidieron ir a conocer la
ciudad, fue entonces que decidieron ir en busca de algún amigo que
la conociera. Mamá gallina recordaba a sus amigos: el gato Michifús,
el perro Dodó, el conejito Rabito hasta al ratón Micky.
En tus cajoncitos
guardo mis cositas
y en tu tablerito
plancha mami mi ropita.
A MI MAESTRO
(Poesía)
A ti maestro querido
por ser hoy tu día
recibe todo mi cariño
devoción y corazón
con infinita alegría.
POESÍA AL FULBITO
(Para declamar)
FIN
A PAPITO TRABAJADOR
(Poesía)
FIN.
ACERTIJOS (Adivinanza)
¿Quién soy?
3.- En el día quieta
en la noche doy mi resplandor.
todos contentos dice
que tengo cinco puntas
¿Quién soy?
4.- Mi cuerpo es de madera
me paro en un pie
mi vestido es de colores
y borro con mi cabeza
FIN.
DON LÁPIZ Y DOÑA REGLA
(Cuento)
Pencil y Ruler eran pues un lápiz y una regla, que aparte de su gran
amistad eran inseparables, siempre hacían las cosas de buena manera.
Lápiz hacía las letras, los números y las figuras más bonitas sobre los
cuadernos, los papeles bond, las cartulinas y otros objetos sobre los que
escribía. En cambio, Regla, hacía los mejores trazos con las medidas
exactas, plasmaba cualquier figura geométrica y hacía todo dibujo que la
pequeña Kattia Válery cariñosamente le pedía.
A la hora de dormir entraban en su casita que se llamaba cartuchera, cada
uno tendía su camita y luego de rezar a papá Dios se disponían a dormir.
FIN.
(Cuento)
Una señora criaba cuyes de raza para venderlos y
comerlos, pero un día nació un cuy pequeño y blanco.
Aun que tuvo cólera al inicio se compadeció de éste,
decidió criarlo y tenerlo como mascota, mas, los
consejos de sus hijos que más parecían reclamos,
terminaron por convencerla que debía engordarlo y comérselo. Sin
embargo, la escoba que estaba detrás de la puerta del cuyero le habló al
pequeño cuy blanco y le dijo:
Y al amanecer, la escoba le dijo al cuy blanco: “Monta sobre mí, nos iremos
lejos antes que raye el alba”
FIN
Había una vez una zorra que estaba hambrienta y no encontraba comida.
Se había paseado como por tres chacras de los campesinos y nada.
Cuando una mañana de primavera por suerte divisó un cuy bajo una piedra.
Este no pudo escapar y la raposa acercándose le preguntó:
- ¿Qué haces amigo cuy por estos lares?, y éste, sin inmutarse contesto: -
¡Hola!, Tú más bien, ¿Qué haces por acá?
- Yo busco comida, ¿y tú?, volvió a preguntar la hambrienta zorra. – Yo
hago mi casa para vivir, repuso el menudo cuy.
- ¡No vivirás por mucho tiempo , cuy! Enfatizó segura de sí, la zorra.
FIN.
ESTUDIANTES DE TERCER GRADO