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Contexto histórico.

El arte gótico se desarrolló desde finales del s. XII hasta el s. XV, un largo período en el que la
cultura europea experimentó cambios profundos que tuvieron consecuencias decisivas sobre
el arte.

Entre los s. XI y XII, el campo se había vuelto más productivo y se había reanimado el comercio.
Las ciudades comenzaron a recuperarse, y en la época del gótico un nuevo grupo social, la
burguesía, aumentó su protagonismo y llegó a hacerse con el protagonismo de muchas
ciudades.

A costa de los municipios, se construyeron en ella edificios civiles, como ayuntamientos o


lonjas, que albergaban mercados y casas de contratación, palacios, y sobre todo, catedrales,
símbolos del nuevo orgullo urbano.

Renació el interés por las cosas terrenales, por el placer, el refinamiento y el arte. Se potenció
la observación directa de la naturaleza, se desarrolló la ciencia y, en cierto modo, comenzó a
forjarse el espíritu moderno. Además, cundió una visión muy religiosa del mundo que hizo que
los hombres de esta época vieran en todas las cosas la obra de Dios. Así, por ejemplo, los
pintores flamencos reproducen con gran realismo plantas, objetos y personas, pero también
con un arte trascendente y sagrado.

A la vez que el dinero adquiría más importancia, se dio un rechazo hacia la riqueza. En el s. XIII
surgieron las ordenes mendicantes, franciscanos y dominicos, que hicieron de la pobreza una
virtud. San Francisco de Asis además ejemplificó una religiosidad sencilla y humana, centrada
en la imitación de Cristo, que, si bien suscitó reservas en la curia pontificia, también inspiró un
concepto más espiritual y digno de ser humano, muy arraigado en la cultura gótica italiana y
de los países del Mediterráneo, aún vinculados al humanismo clásico, y de la que el pintor
Giotto es un magnífico ejemplo.

Otros movimientos reprochaban a la iglesia oficial su afición a la riqueza y al poder, y la


distancia que mantenía, cada vez mayor, con los fieles. Algunos profesaron herejías, como la
de los cátaros o “puros”, que creían en un principio o Dios del mal que había creado el mundo
terrestre y los males que procedían de la carne y de este mundo, sobre todo la Iglesia oficial.

El capitalismo y la vida urbana progresaron, pero no de forma constante. Durante la segunda


mitad del s. XIV hubo varias epidemias de peste que mermaron la población de algunas
ciudades toda la economía se resintió.

Tras la crisis y, sobre todo durante el s. XV, el crecimiento se reanudó con renovadas fuerzas.
En las cortes de algunos príncipes, como el duque de Borgoña o el rey de Francia, aparecieron
modas sofisticadas que perseguían un ideal de vida caballeresco y poético. A la vez, se
impusieron un realismo que , en ocasiones, llegó a ser muy crudo, y un sentimiento dramático
de la existencia que culminó en la crisis religiosa con la que se inicio la Edad Moderna.

El Gótico: una cultura urbana.

El arte gótico se desarrolla en Europa en la última fase del Medievo (siglos XII al XV), en un
periodo de profundas trasformaciones económicas y sociales, que experimenta la superación
de la sociedad feudal y la creación de los nuevos centros de poder (primeras monarquías
territoriales, primeras ciudades…)

Es poco comprensible el motivo por el que los historiadores del arte lo han denominado
“gótico”. Parece ser que los humanistas italianos del Renacimiento adoptaron el término como
sinónimo de “bárbaro” en el sentido de originario de más allá de los Alpes.

El gótico es un estilo europeo aunque con muchas variedades nacionales y regionales (debido
a la gran diversidad de territorios por donde se extiende y a la extensión temporal).

Básicamente es un estilo urbano ya que la catedral, símbolo de la arquitectura gótica y sede


del obispo, se localizará preferentemente en las ciudades, en relación con la nueva situación
económica, política y social de la época.

Aunque fundamentalmente es un estilo religioso, también se desarrolla la arquitectura civil ya


que gracias al desarrollo urbano, a todos los niveles y la acción de los burgueses (como
elemento impulsor) van a propiciar la creación de edificios destinados a sedes de gobiernos
municipales, la construcción de palacios e incluso edificios comerciales relacionados con el
desarrollo urbano como las lonjas o las atarazanas.

Las circunstancias sociopolíticas que rodean el gótico hacen que a partir de mediados del siglo
XII, la estabilidad social sea mucho mayor al irse conformando los poderes nacionales, las
monarquías, y los señores feudales ser controlados por el poder real.

Esta estabilidad favorece mucho el desarrollo económico que lleva consigo el auge del
comercio y el mercado, origen del paulatino desarrollo urbano. A partir de ahora el
fundamento de la economía oscila entre la agricultura y el comercio, surgiendo una pujante
artesanía, rígida y organizada en gremios, al mismo tiempo que aparece un nuevo grupo social
de enorme futuro: la burguesía dedicada a comercio, a la artesanía y más tarde a las finanzas y
protegida generalmente por los monarcas.
De esta forma la ciudad se convierte en el centro de esta nueva sociedad, convirtiéndose en un
recinto amurallado para proteger la actividad artesanal y comercial. Por contra el castillo
pierde importancia y un poco de aspereza defensiva y se hace más decorativo.

Esta nueva sociedad, más ciudadana y rica, está penetrada de un espíritu religioso tan
profundo como diferente del de siglos anteriores. La sociedad oficial y cristiana ha triunfando y
la ley de Dios es su fundamento.

La dogmática alto medieval, con sus temores y sumisiones, deja paso a una cierta familiaridad
con lo sagrado. Dios es el Señor de la Creación y el Rey de la sociedad. Cristo es el Salvador y su
madre y los santos nuestros abogados intercesores ante Dios.

El personaje más importante de la Iglesia no será el abad del monasterio, sino el Obispo cabeza
de la iglesia en la ciudad, y el templo más importante no será la iglesia abacial, sino la cátedra
del obispo en la ciudad, la catedral, que no es el castillo, sino el palacio de Dios en la ciudad.
Con razón se ha llamado a esta época la “era de las catedrales”.

El arte gótico surgió en el siglo XII, en una sociedad marcada por profundos cambios
económicos, religiosos y culturales, que necesitaba de un nuevo estilo artístico que plasmara
sus espiritualidad.

El arte de los godos

La expresión “estilo gótico” fue acuñada en el siglo XVI por el pintor e historiador del arte
italiano Giorgio Vasari. Como tantas denominaciones artísticas surgió de modo despectivo.
Vasari creía que era un arte inventado por los godos, los bárbaros que había acabado con la
grandeza del mundo clásico y su arte. Para el artística y teórico italiano el arte gótico sustituyó
de forma violenta y sin transición, al arte clásico. Hoy sabemos que la teoría de Vasari es
injusta e incorrecta, ya que el gótico nació en la Isla de Francia1 a mediados del siglo XII con la
construcción de Saint-Denis, varios siglos después de la caída del Imperio Romano. La visión
peyorativa del gótico cambió en el siglo XIX, de la mano del romanticismo alemán y británico,
que los considera parte esencial de su identidad nacional.

Autorretrato de Giorgio Vasari

Desde su origen: Francia, se extendió por Europa a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV, llegando
a perdurar en muchos lugares hasta mediados del XVI.
Cronología y evolución

Distinguimos varios periodos:

Periodo inicial (segunda mitad del XII): partiendo de modelos románicos se desarrollaron las
características del nuevo estilo.

Periodo clásico o de plenitud (siglos XIII y XIV): época de expansión del estilo por Europa
occidental.

Periodo final o falmígero (siglo XV y principios del XVI) la armonía constructiva fue sustituida
por la proliferación de elementos decorativos (siguiendo la evolución habitual de los estilos
artísticos). Para esta época los italianos ya se habían embarcado en el Renacimiento, pero
otros países como España, Portugal o Inglaterra continuaban fieles a este estilo gótico
decorativo.

Condiciones sociales y culturales

Durante el siglo XII se produjeron una serie de importantes cambios sociales, económicos y
políticos, que modificaron la mentalidad de la época.

La mejora de la agricultura gracias al perfeccionamiento de la técnicas y la mejora general de


las condiciones climáticas, permitió un aumento de la productividad de la tierra generando
unos excedentes que revitalizaron los intercambios.

De la mano del comercio renacieron las ciudades, donde la burguesía urbana (dedicada a la
artesanía, el comercio y las finanzas), cuestionó el papel predominante de la nobleza y se
convirtió en un nuevo consumidor de arte. Los nuevos burgos (barrios) y las catedrales, el gran
edificio colectivo de la ciudad, fueron el símbolo de este crecimiento. La riqueza de la nueva
burguesía le permite ser un nuevo cliente del arte.

La mejora económica permitió un aumento demográfico, que se vio interrumpido por la


terrible crisis del siglo XIV2, donde confluyeron3:

El hambre provocada por una serie de malas cosechas

La guerra (Guerra de los 100 años).


La epidemia de peste bubónica (Peste Negra de 1348).

Fuera de las ciudades, los monasterios continúan siendo centros políticos, económicos y
culturales de primer orden. Una nueva reforma de la regla benedictina liderada por San
Bernardo de Claraval: la reforma cisterciense, trató de devolver al movimiento monásticos su
naturaleza original. Esta reforma tuvo un impacto importante en la arquitectura, pues San
Bernardo fijó unas normas muy estrictas para las construcciones, prescribiendo la decoración.
Los arquitectos abandonaron los superfluo para centrarse en la investigación de problemas
estructurales e ingenieriles.

Hubo una importante evolución en el campo del pensamiento. La filosofía idealista platónica
que dominó el anterior periodo, fue sustituida por el empirismo aristótélico que se relaciona
con la realidad a través de los sentidos y la reflexión crítica. Este cambio también tuvo su
reflejo en el arte, especialmente en la plástica, que evolucionó hacia el naturalismo desde el
simbolismo del románico.

Desde el siglo XII se desarrolló una corriente humanista que se anticipó al Renacimiento. El
terror milenarista del siglo IX había quedado atrás de la mano de una mejoría importante en
las condiciones de vida. El temor con el que el ser humano se relacionaba con Dios fue
sustituido por otra fe más cercana, sentimental y humana. San Francisco de Asís aportó una
visión nueva, presidida por el amor, de la relación con Dios y su obra: la naturaleza. El mundo
material dejó de verse como obra del mal, y el ser humano se concibió como la síntesis
perfecta de alma y cuerpo. La nueva concepción de la fe y el acercamiento a Dios, encontró su
expresión perfecta en la luz y el sentido ascensional de la arquitectura gótica, y en su plástica
naturalista y humana.

San Francisco de Asis

Junto con la Orden Franciscana, Santo Domingo de Guzmán fundó la Orden Dominica. Ambas
son órdenes mendicantes, cuya predicación se realizó en el mundo urbano, crearon escuelas y
universidades; nuevos centros culturales independientes de los monasterios rurales.

El cambio también fue visible en otras facetas de la vida en la época, como demuestra la
aparición de los trovadores y su exaltación del amor cortesano y la belleza.

La catedral

Si el monasterio fue el paradigma del estilo románico y de una época rural y feudal, la catedral
lo fue del gótico, un arte urbano. Fue un edificio que trascendió como símbolo de
espiritualidad, luz y elevación, hasta convertirse en el modelo de templo cristiano. El modelo
de catedral gótica nació en Francia y se expandió por toda Europa.
La elaboración de las obras góticas supuso una auténtica revolución social en el campo de la
arquitectura por dos importantes razones:

El elevado presupuesto necesario para alzarlas estaban muy lejos de las posibilidades de las
rentas rurales. Fue en las ciudades donde obispos y poderes locales (vinculadas a las grandes
fortunas mercantiles) pusieron en marcha estas obras, que se convertirán en el símbolo de la
prosperidad de cada ciudad, motivo de orgullo y su agradecimientos a Dios.

La nueva actitud de los maestros de obra, conscientes del valor de sus conocimientos
arquitectónicos. Viajaron por toda Europa ofreciendo sus servicios a precios elevados,
constituyendo auténticos sindicatos (logias masónicas).

Apuntes sobre el contexto histórico del arte gótico

Los orígenes del gótico deben buscarse en la evolución misma del arte románico. Su
consolidación tuvo lugar en el siglo XIII, pero su definitiva expansión fue en los dos últimos
siglos de la Edad Media, coincidiendo a veces con las nuevas corrientes renacentistas.

Si el Románico había sido el arte de la Europa feudal, y fue un arte agrario y monástico, el
Gótico va a ser un arte artesanal, burgués y urbano. Este nuevo estilo va a ser fruto de una
nueva sociedad en la que destaca el desarrollo de la burguesía y de las ciudades. Una sociedad
urbana y mercantil en la que se configura el nuevo estilo y donde éste se va a reflejar en los
nuevos edificios: los príncipes levantan sus palacios y castillos; los gremios, sus edificios de
reunión; las ciudades sus palacios públicos; los burgueses sus mansiones y la Iglesia sus
catedrales, sus capillas y conventos urbanos.

El nombre de Gótico con el que se conoce al estilo se debe al gran historiador del arte italiano
del siglo XVI Giorgio Vasari, que lo cree de origen germánico (etimológicamente gótico procede
de godo, que equivale a arte bárbaro, carente de buen gusto). El arte del medievo, en su
conjunto, fue considerado gótico y bárbaro hasta que los historiadores del siglo XIX
modificaron sustancialmente la interpretación del pasado medieval, incluidas sus
manifestaciones artísticas. Incluso, en arquitectura, llegó a ponerse de moda (Neogótico) y
algunos arquitectos y teóricos, como Viollet-Le-Duc, lo rescataron del olvido.

El estilo gótico comprende, si hablamos de cronología, desde el siglo XII hasta muy entrado el
siglo XVI. En cuanto a su difusión geográfica, es más amplia que la del Románico, pues los
cruzados lo difunden por el Oriente hasta Tierra Santa (Rodas, Chipre, etc.) y los españoles, en
los últimos momentos de este estilo, hacia Nuevo Mundo.
Aunque el gótico es la consecuencia lógica de la evolución del románico, desde el punto de
vista estético, refleja una actitud espiritual y un gusto completamente distintos.

I.-ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y ARTÍSTICOS DEL GÓTICO.

A) EL RENACIMIENTO URBANO.

Si el Románico estaba inmerso en la sociedad feudal que era partícipe de una ruralización
clara, el Gótico va a surgir con un renacimiento urbano, de la ciudad, que se va a producir a
partir del siglo XI. En esta ciudad se configura un nuevo grupo social: la Burguesía, que se
convierte en el motor económico y sector más dinámico del espectro social bajomedieval con
intereses comerciales y artesanales. Esta Burguesía traerá consigo una nueva mentalidad, el
antropocentrismo, totalmente contrario al Teocentrismo románico. Además, este grupo social
va a tener medios económicos suficientes para ejercer el mecenazgo artístico.

La catedral, el ayuntamiento, la universidad y la lonja de comercio, acabarán por convertirse


en las respuestas arquitectónicas del nuevo estilo gótico a las diferentes necesidades
religiosas, políticas, económicas y culturales que la ciudad demanda.

Además del renacimiento de la ciudad, se produce un incremento demográfico importante,


favorecido por las mejoras agrarias, y un desarrollo del comercio muy destacado.

B) EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE LA ÉPOCA. LA ESCOLÁSTICA Y EL NEOPLATONISMO. SU


INFLUENCIA EN EL NUEVO ESTILO.

La estética del Gótico responde a planteamientos filosóficos que están directamente


relacionados con las Universidades y, por tanto, con las ciudades. La escolástica, por ejemplo,
va a explicar en gran parte el naturalismo gótico. Esta filosofía, desarrollada por Santo Tomás
de Aquino, se explicaba en las escuelas monacales, en las escuelas catedralicias y, después, en
las universidades. La escolástica cristiana, con una base en las ideas de Aristóteles
interpretadas desde una perspectiva cristiana, propone la tarea de explicar teológicamente el
universo, tanto en el orden físico como en el moral. Para esta filosofía, el estudio de la
naturaleza constituía uno de sus principales objetivos. El propio San Francisco de Asís,
afirmaba su convicción de que a Dios se le podía conocer a través de sus criaturas, que como
obras de Dios participan de su grandeza. Todo esto se traducirá en una valoración del hombre
y de la naturaleza que pasarán a ser considerados como obras bellas de Dios. De esta forma, el
naturalismo que invade las creaciones artísticas del Gótico, va a poder ser explicado desde la
perspectiva de esta filosofía, muy de moda en la época. El antinaturalismo del románico, así,
pasa a la historia.

Ahora bien, si el naturalismo del gótico parece ser un producto de la filosofía escolástica, no es
menos cierto que el pensamiento neoplatónico, que convivió durante este tiempo con el
aristotelismo, fue el determinante de la aparición de una estética basada en la luz. El abad de
Suger, que construyó cerca de París la abadía de San Denís, sin duda el primer edificio cuyos
planteamientos arquitectónicos están relacionados con el gótico, propuso un principio
neoplatónico que identificaba a Dios con la Luz, para una estética novedosa en el Gótico que
daba gran importancia a la luz. Según esta idea, los fieles estaban en mayor contacto con Dios,
si participaban de la “luz celestial”. En la práctica, lo que se hizo fue inundar de luz el templo a
fin de crear un “espacio místico”. Pero dicho espacio sólo era posible mediante la utilización
simbólica de la luz tamizada y coloreada mediante vidrieras. Los arquitectos del gótico habrán,
pues, de resolver el gran problema técnico que suponía eliminar los gruesos muros propios del
Románico, para sustituirlos por grandes ventanales cubiertos de vitrales.

C) DE LA AUSTERIDAD CISTERCIENSE AL ESPLENDOR GÓTICO.

Recordaremos que los monjes de Cluny habían sido un vehículo importante de difusión del
Románico por toda Europa. Pues bien, otra gran reforma que afectó a la orden benedictina,
que tuvo como inspirador a Bernardo de Claraval, se sitúa en los orígenes del nuevo estilo. El
gran reformador del Cister con su denuncia a los excesos decorativos del Románico, impropios
de la mentalidad monástica, contribuyó a la aparición de una nueva arquitectura, sobria,
austera, luminosa y bella al mismo tiempo. De esta forma, la arquitectura, difundida durante
los siglos XII y XIII, que preconiza esta orden religiosa, se caracteriza:

Austeridad formal frente a los excesos románicos. Simplicidad.

Selecciona los elementos más avanzados del arte Románico: el arco apuntado y la bóveda de
crucería.

Frente al románico, el Císter reacciona reduciendo la altura de sus edificios (el triforio y el
claristorio desaparecen).

Desnudez ornamental, pues los adornos distraen en la oración. En los templos existe una
escasa decoración figurativa, salvo la Virgen María (escultura) de la que eran muy devotos.

Limpieza en la penetración solar (no usan vidrieras).

Utilizan capillas radiales alrededor de la girola.

Debemos tener claro que el arte del Císter no constituye un estilo propio, sino más bien una
reacción de austeridad formal frente a los excesos ornamentales y decorativos del Románico.
También es cierto que lo cisterciense choca de lleno con algunas características del gótico (la
riqueza, el brillo y el esplendor). De esta forma, de la austeridad cisterciense vamos a pasar al
esplendor gótico.

D) EL PAPEL DE LA IGLESIA Y DE LAS ÓRDENES MENDICANTES. LAS CRUZADAS.

La Iglesia tuvo que adaptarse a la ciudad y su nuevo entorno y a la mentalidad burguesa. Esta
adaptación se realizará con la fundación de nuevas órdenes religiosas (mendicantes) como los:
Franciscanos, Dominicos, etc., que se dedican a la oración, a la limosna y al trabajo con los
pobres. La Iglesia seguía dominando todos los aspectos de la vida. Utilizó el arte gótico para su
propia propaganda. Las grandes catedrales asombraban a los fieles que eran aleccionados por
las esculturas y pinturas que seguían cumpliendo su función didáctica. La cultura seguía siendo
cristiana, pues no hay que olvidar que la Iglesia sigue dominando la vida y el pensamiento. Esta
vez, se va a secularizar, ya que dejó de ser dominio exclusivo de los clérigos. Las monarquías
intervienen en este proceso secularizador protegiendo a las Universidades. En éstas se
desarrolla el estudio de la “Ciencia”, como medio de conocimiento de la obra del Creador, esto
es, la Naturaleza. También se desarrolla el pensamiento de la época: la Escolástica. Las lenguas
romances se configuran alrededor del siglo XIII, aunque el latís seguía teniendo gran peso.

El Papado está presente constantemente en la Historia del momento por su papel religioso y
político. Es tal su influencia que logra convocar a los cristianos para recuperar los lugares
santos: se inician las Cruzadas. Este hecho histórico es importante, pues el estilo gótico se va a
expandir a otras zonas de oriente gracias a los cruzados.

E) UNA NUEVA VALORACIÓN DEL ARTISTA

Frente al anonimato que hasta ahora había caracterizado al artista del medievo, la
consideración social del artista del Gótico aumentó hasta tal punto que muchas obras fueron
firmadas por sus propios creadores.

En buena parte se debe al carácter artesanal de los constructores, los cuales se organizaron en
logias siguiendo el modelo gremial válido para los demás oficios artesanales. La logia era, en
realidad, un recinto cerrado donde trabajaban resguardados de las inclemencias del tiempo, al
tiempo que servía para la custodia de planos y demás secretos de construcción.

Arte gótico
El término estilo o arte gótico se refiere al estilo de la arquitectura que se daba en Europa
durante la Baja Edad Media, la escultura y las artes menores que vincularon el arte románico
medieval con el Renacimiento temprano. El período se divide en gótico temprano, gótico alto e
internacional gótico. Su principal forma de expresión fue la arquitectura, y podemos ver
ejemplos de ellos en las grandes catedrales góticas localizadas en el norte de Francia. En el
diseño gótico, reemplazó las formas planas románicas por un nuevo enfoque en línea. Y sus
altísimos arcos y contrafuertes permitieron la apertura de muros para ventanas sin
precedentes de vidrieras llenas de bellas e inspiradas imágenes translúcidas de arte bíblico,
superando con creces todo lo que la pintura mural o el mosaico podía ofrecer. Todo esto creó
una atmósfera humanística evocadora bastante diferente de la época románica.

Arte gótico

Temas relacionados

Arte egipcio, arte romano, arte bizantino, arte medieval, arte pop, arte rupestre

¿Qué es el arte gótico?

El arte gótico es el arte que se dio en la baja Edad Media, periodo dinámico, variado y un estilo
artístico europeo aplicado al campo de la arquitectura civil y religiosa, la escultura, vidrieras,
pintura y murales.

Características del arte góticoOrigen del arte góticoContexto históricoImportancia del arte
góticoArquitecturaEsculturaPinturaRepresentantes del arte góticoEjemplos de obras
destacadas

Características del arte gótico

El arte gótico logró transformar castillos, iglesias, catedrales en prácticamente casi toda Europa
por medio de sus características, entre ellas podemos citar:

Los edificios eran muy altos de manera que barrieron hacia arriba con altura y gracia.

Una de las características fundamentales de la arquitectura gótica era su altura. Las nuevas
técnicas de construcción les permitieron a los arquitectos extender el peso de las paredes para
hacerlas más altas al igual que con las torres.

El contrafuerte volador es la característica más importante y que define la arquitectura gótica.


Estos contrafuertes actúan para separar el peso de las paredes Soportan la estructura
transfiriendo la fuerza directamente hacia el suelo.
La innovación y construcción del arco apuntado fue otra característica clave de la arquitectura
gótica. Su significado fue práctico y meramente decorativo.

El arco gótico tenía un valor estético y una gran belleza que influyó en muchas otras
características del diseño gótico, especialmente el techo abovedado.

Los techos abovedados e irregulares utilizaban la tecnología del arco apuntado para separar la
fuerza y el peso de los pisos superiores.

Tenía secuencia temporal y era un arte enfocado en el aspecto religioso.

Se construyeron imponentes e importantes catedrales.

Origen del arte gótico

El arte gótico es un estilo artístico que tuvo su nacimiento en Europa Occidental, a finales de la
Época Media. Inició en el siglo XII y perduró hasta la llegada de la época del Renacimiento en el
siglo XV. La mayor cantidad de expresiones del arte gótico se dieron en el norte de Francia y
luego se expandió a lo largo del occidente.

Contexto histórico

El arte gótico se desarrolló en un largo período en el cual la cultura europea experimentó


cambios profundos que influyeron en el arte. En los siglos XI y XII, el campo era más productivo
y el comercio había resurgido. Las ciudades comenzaron a recuperarse, y en la época del gótico
surgió un nuevo grupo social, la burguesía que aumentó su protagonismo. Se construyeron
edificios civiles, palacios, y, sobre todo, catedrales, como un símbolo del nuevo orgullo urbano.
El interés por las cosas terrenales, por el placer y por el refinamiento del arte volvió a surgir y
se empezó a forjar el espíritu moderno junto con una visión religiosa del mundo. El dinero
adquirió más importancia y surgieron hombres que convirtieron la pobreza en virtud. La
religiosidad era centrada en imitar a Cristo. El capitalismo y la vida urbana progresaron y varias
epidemias de peste redujeron la población de algunas ciudades disminuyendo la economía. Las
situaciones sociopolíticas que rodean el arte gótico hacen que, a partir de mediados del siglo
XII, la estabilidad social sea mucho mayor al irse creando los poderes nacionales, las
monarquías, y los señores feudales que eran al fin controlados por el poder real. Esta
estabilidad produjo desarrollo económico, más comercio y mercado y el desarrollo humano. Se
daba importancia a la agricultura y comercio, artesanía, y burguesía que surgió como un nuevo
grupo social. La nueva forma de sociedad, más ciudadana y rica era dominada por un espíritu
religioso tan profundo como diferente del de siglos anteriores. La sociedad oficial y cristiana
había triunfado y la ley de Dios era su fundamento.

Importancia del arte gótico

La importancia del arte gótico se basa principalmente en la influencia que logró ejercer en los
tiempos modernos y el legado que dejó en la sociedad. Los edificios construidos y que
perduran hasta la fecha son base del arte. Ayudó a revivir el interés por las construcciones de
la edad media y se reconstruyeron muchos edificios. La música y las ideas se mantienen hasta
la época y muchas creencias filosóficas y religiosas aportaron técnicas y conocimientos.

Arquitectura

Predominaban las plantas de cruz latina distinguiendo la cabecera, el crucero y las naves. La
cabecera tenía girola y capillas radiales y la nave central y el crucero eran mas anchos. Se le dio
mucho valor a la portada de los edificios donde se colocaban torres y puertas. Las fachadas
tenían forma de H. Los edificios cobran vida y espontaneidad utilizando un empirismo de
ingeniería para crear espacios de gran altura y llenos de color.

Escultura

Arte gótico Qué es, características, origen, importancia, escultura, pintura

Los materiales más utilizados eran la piedra, madera policromada, marfil y metal. El
naturalismo predominaba la escultura y se buscó la forma de humanizar las esculturas,
buscando alcanzar los volúmenes de los cuerpos, el movimiento y la expresión de los
sentimientos a través de los rostros y las actitudes. Su composición era bastante ordenada y se
organizaba en registros, los escultores se preocuparon principalmente por la profundidad y los
detalles. La principal temática era los aspectos religiosos, aunque también existieron algunos
temas profanos.

Pintura

En canto a la pintura, utilizaron técnicas como el temple y el óleo, pintaron sobre tablas e
hicieron diferentes pinturas en murales. Para ellos, el dibujo tenía gran importancia pues era el
encargado de delimitar las diferentes formas, marcar modelos y crear ritmos compositivos. La
luz era un elemento importante para lograr destacar el volumen. Los colores eran elementos
claves y se utilizaban diferentes gamas ternarias llenado de gran colorido todos los símbolos.

Representantes del arte gótico

Jan van Eyck

Simone Martini

Roger Van Der Weyden

Robert Campin

Ejemplos de obras destacadas


Catedral de Burgos

Catedral de León

Catedral de Toledo

Catedral de Milán

Vidrieras de la Catedral de León

Catedral de Reims

Catedral de Nôtre Dame

Arquitectura Gótica. El gótico es un estilo arquitectónico que se desarrolló durante los siglos
XII al XV de la Edad Media y que ponía especial énfasis en la ligereza estructural y la
iluminación de las naves del interior del edificio, y que surgió en contraposición a la masividad
y la deficiente iluminación interior de las iglesias románicas. Se desarrolló fundamentalmente
en la arquitectura eclesiástica: catedrales, monasterios e iglesias.

Sumario

1 Historia

2 Interpretaciones del gótico

3 Interpretación de la escuela alemana

4 Interpretación de la escuela francesa

5 Interpretación de Panofsky

6 Orígenes del estilo gótico

7 Partes de la arquitectura gótica

8 Planta

9 Arco apuntado

10 Arco arbotante

11 Bóveda de crucería

12 Columnas

13 Capiteles

14 Elementos secundarios

15 Ornamentación

16 Cúpulas
17 Ventanas y vidrieras

18 Puertas

19 Estructura general

20 Subestilos de la arquitectura gótica

20.1 Gótico inglés

20.2 Península Ibérica

21 Fuente

Historia

La palabra gótico viene de "Godo" en sentido peyorativo; es el despectivo nombre que dio
Giorgio Vasari (1511-1574) a este estilo medieval y fue propagado por los renacentistas
italianos, que sólo consideraban arte a la antigüedad clásica.

La arquitectura gótica tuvo su origen en Francia y se difundió a través de sus catedrales,


principalmente al Sacro Imperio Romano Germánico y a la Corona de Castilla. En Inglaterra
también penetró el estilo francés, aunque pronto adquirió un fuerte carácter nacional. En
Italia, no tuvo mucha aceptación, y su impacto fue muy desigual en las distintas regiones, llegó
tarde y muy pronto fue sustituido por el Renacimiento.

Interpretaciones del gótico

La interpretación del arte gótico ha sido causa de enfrentamientos doctrinales a lo largo de los
siglos XIX y XX, además de ser expuesta a grandes transformaciones pasando por una gran
variedad de modificación en su estructura.

Interpretación de la escuela alemana

Tiene como cabeza a Wilhelm Worringer. Se trata de una interpretación espiritualista, para la
que el gótico es la expresión del alma nórdica, en oposición al alma mediterránea o clásica.

Entre los antecesores de esta línea se encuentran autores del siglo XVIII que se oponen a la
predominancia del gusto francés. Es significativo, en este contexto, el encuentro entre Johann
Gottfried Herder y Johann Wolfgang von Goethe ante la Catedral de Estrasburgo en 1770, en
que Herder le hará ver a Goethe la sublimidad de ese arte alemán.

Esta línea de interpretación ha sido seguida por numerosos historiadores del siglo XX, como
Max Dvořák, Wilhelm Pinder y, más recientemente, Hans Seldmayr. La concepción germánica
del arte gótico presta atención a las ideas y no tanto a los medios técnicos para su realización.
Las formas solo interesan en relación con su significación mental.
Interpretación de la escuela francesa

Tiene como cabeza a Viollet-le-Duc. Se ha caracterizado por poner el acento en la técnica, en


los procesos de construcción y sus condicionamientos formales. Está línea ha sido seguida por
relevantes historiadores de la Escuela de Archiveros de París, que defienden la teoría
funcional.

Interpretación de Panofsky

Erwin Panofsky en su obra Arquitectura gótica y pensamiento escolástico establece una


analogía entre la arquitectura gótica y el sistema de pensamiento escolástico. Según Panofsky
la catedral gótica se trata de una summa de saberes, que constituye un conjunto inteligible,
que participa de una estructura mental común. Se basa en la idea de totalidad.

Orígenes del estilo gótico

Los elementos esenciales del estilo gótico datan de mucho antes que éste toda vez que se
hallan dispersos en edificios de remotas edades. El arco apuntado fue conocido de los egipcios,
asirios, indios y persas de la dinastía sasánida. La bóveda de crucería, al menos en su esencia,
fue empleada en construcciones árabes de Córdoba del siglo IX y en algunas mozárabes del
siglo X y aún virtualmente en las bóvedas romanas desde el primer siglo del Imperio cuando
entraban en ellas arcos diagonales embebidos en las mismas.

Los arbotantes se encuentran originaria y rudimentariamente en las bóvedas de cuarto de


cañón cuando sirven de contrarresto. El principio y distinción de elementos activos y pasivos
que caracteriza la arquitectura ojival se extendió y aplicó por los antiguos asirios.

Sin embargo, el estilo gótico como tal nació en el norte de Francia a principios del siglo XII
aunque ya a finales del siglo XI se construyó en Inglaterra la catedral de Durham con estructura
gótica. No obstante siguió dominando en el nuevo estilo cierta forma o fisionomía románia
hasta finales del siglo XII que incluso en Francia y otros países siguió hasta el siguiente siglo: es
el estilo que se llama de transición con diversas variantes.

Pero al comenzar el siglo XIII llega el estilo gótico a su perfección en las regiones más
adelantadas. Se difundió luego a diferentes naciones europeas llevado sobre todo por los
monjes del Císter y llegó hastaRodas, Chipre y Siria por medio de las Cruzadas.

Las causas generales de este estilo han de basarse en la necesidad de mayor amplitud e
iluminación en las iglesias, en el mayor desarrollo de la vida social e intelectual de la época y
en la natural evolución de la arquitectura románica.
En España, tuvo principio el arte gótico puro en los primeros años del siglo XIII con la nave
mayor de la catedral de Cuenca (año 1208) y las catedrales de Burgos y de León a las cuales
muy pronto siguieron las de Toledo y Burgo de Osma. Pero medio siglo antes se había
desarrollado el estilo de transición con carácter verdadera y propiamente gótico como lo
prueba entre otros monumentos, la catedral de Santo Domingo de la Calzada construida en su
parte esencial entre los años 1158 y 1180.

Partes de la arquitectura gótica

La arquitectura gótica presenta innovaciones técnicas y constructivas notables, que


permitieron levantar estructuras esbeltas y ligeras con medios y materiales sencillos.

Planta

La planta de las grandes iglesias góticas responde a dos tipos principales:

el de tradición románica. En él se observan casi las mismas formas que en *el estilo románico y
más comúnmente la de cruz latina, con girola o sin ella pero con los brazos poco salientes y
con los ábsides o capillas absidiales frecuentemente poligonales. Las iglesias abaciales, sobre
todo, cistercienses, siguen este tipo con brazos muy salientes como en la época románica. Y en
las iglesias menores o populares se adopta como planta más común la de cruz latina o la
rectangular y con un solo ábside poligonal en la cabecera.

el de salón. La planta carece de crucero de brazos salientes (aunque no deja de ostentarse más
o menos la simbólica cruz de en medio) y las naves laterales se prolongan circuyendo todas a la
capilla mayor como formando un enorme ábside.

En todo caso, la planta se divide en tramos rectangulares o cuadrados determinados por las
columnas y arcos transversales y sobre éstos, cargan las bóvedas de crucería. Desde mediados
del siglo XIII se hace común el abrir capillas en los lados de las iglesias, entre los contrafuertes,
para satisfacer la devoción de los gremios o cofradías y del pueblo en general, ya que antes de
esta época era raro admitirlas fuera de los ábsides.

Arco apuntado

El arco apuntado es sin duda la evolución técnica fundamental de la arquitectura gótica. El


arco apuntado, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir
menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles.

Este arco es puntiagudo y representa dos manos en forma de ruego apuntando hacia el cielo.
Manos listas para un rezo o una oración. Usualmente son bastante altos con el propósito de
tocar el cielo donde se cree habita Dios.

Arco arbotante
En vez de construir gruesos muros que soportasen el empuje de las bóvedas, los arquitectos
góticos idearon un sistema eficiente para contrarrestarlos: los contrafuertes con arbotantes.
Por un lado, la disposición de estos machones transversales permitía hacer fachadas no
portantes, esbeltas, con enormes huecos. Por otra parte, al conectar los contrafuertes por
medio de arcos arbotantes a la estructura principal se ganaba brazo de palanca y se liberaba
espacio para situar naves laterales, paralelas a la nave principal.

Se decoran los botareles y demás contrafuertes montando pináculos sobre ellos para que
tengan más peso y resistencia, logrando así con estos remates el doble fin constructivo y
estético.

Bóveda de crucería

La bóveda de crucería, conformada por arcos apuntados, a modo de esqueleto, es más ligera
que cualquier otro tipo de bóveda construida hasta la fecha. La utilización de este tipo de arco
formando un esqueleto tridimensional unitario refleja el alto conocimiento técnico que
alcanzaron los constructores de catedrales.

El periodo primero se distingue por la sencillez de los arcos cruceros o diagonales que son
simples y llevan pocas molduras. En el segundo, se aumenta la crucería con arcos o nervios
secundarios y los llamados terceletes para sostener los témpanos de plementría ya que las
bóvedas se hacen más amplias. A la vez, se molduran todos los arcos, mayormente los
diagonales y éstos y demás nervios reciben más perfiles y se ligan con nervios transversales.

En el tercer periodo se añaden nuevo terceletes y nervios secundarios con sus ligaduras aun
sin necesidad alguna y se generaliza la bóveda llamada estrellada (por la figura del conjunto) y
los nervios y arcos se perfilan con más delicadeza. En el primer periodo se usó con alguna
frecuencia la bóveda sexpartida (dividida en seis témpanos) para los tramos de bóveda de la
nave central cuando ésos se hacían cuadrados y correspondían cada uno de ellos con dos de
las naves laterales.

Desde finales del siglo XV, se adornaban las claves de las crucerías en muchos edificios con
florones de madera o de metal, dorados o policromados conocidos con el nombre de
arandelas. Pero ya desde los principios del estilo se decoran dichas claves con variados
relieves.

Los ábsides góticos se cubren también con diferentes bóvedas de crucería pero de tal cuerte
que los arcos o nervios concurren todos a una clave central formando crucería radiada y muy a
menudo se da al cascarón una forma gallonada o dividida en compartimentos de boveditas
parciales más o menos salientes o profundas. Esta disposición al paso que refuerza y
embellece el ábside contribuye mucho a la sonoridad de la iglesia sobre todo, para los que
cantan en el presbiterio.
Columnas

Los soportes o columnas del arte gótico consisten de ordinario en el pilar compuesto el cual
durante el periodo de transición es el mismo soporte románico aunque dispuesto para el
enjarje de arcos cruceros. Pero en el estilo gótico perfecto se presenta cilíndrico el núcleo del
pilar rodeado de semicolumnillas y apoyado sobre un zócalo poligonal o sobre un basamento
dividido a diferencia del estilo románico en que tal zócalo era uniforme y cilíndrico.

Estos basamentos se hallan más divididos y moldurados conforme avanza más la época del
estilo distinguiéndose especialmente los de periodo flamígero por destacarse de ellos
pequeñas basas parciales de diferentes alturas correspondiendo éstas a las columnillas que
rodean el núcleo del pilar. Pero en el siglo XVI se vuelve con frecuencia al uso del zócalo
primitivo prismático o cilíndrico sin divisiones. Las columnillas adosadas alrededor del núcleo
se corresponden con los arcos y nervios de las bóvedas, cada una con el suyo, según el
principio seguido en el estilo románico de que debe corresponder a cada pieza sostenida su
propio sostén o soporte.

Estas columnillas van aumentando en número a medida que progresa el estilo. Al principio,
suelen ser cuatro o seis en los pilares aislados, de suerte que la sección transversal u horizontal
de éstos forme en la mayoría de los casos una especie de cruz de núcleo prismático.

Pero luego se van multiplicando de tal manera en las nuevas construcciones que dese
mediados del siglo XIII apenas queda visible el núcleo central (que en adelante suele ser
redondo) y aparece todo el soporte como un haz de cilindros los cuales en el siglo XV se
reducen a simples junquillos o baquetones por haber aumentado su número y no tener ya
cabida si no es en esta forma pues no solo se adjudica una columnilla para cada arco y nervio
de la bóveda sino que hasta las molduras principales de éstos tienen su columnilla
correspondiente en el soporte.

Capiteles

El capitel gótico va perdiendo su importancia según adelanta la época del estilo. Después del
periodo de transición en el que se sigue el capitel románico se presenta como un tambor algo
cónico abrazado con follaje cuyos motivos se toman de la flora del país (aunque, a veces, sobre
todo durante el siglo XIV admite figurillas e historias entre el follaje siempre con más pulcritud
que en el estilo románico) y se corona por un ábaco circular o poligonal de varias molduras.

Posteriormente, el capitel se va haciendo más pequeño y delicado y por fin, llega hasta
suprimirse cuando en el siglo XV el haz de junquillos se ramifica directamente en los nervios de
la bóveda sin que medie solución de continuidad en muchos casos o se queda en forma de
simple anillo.
Elementos secundarios

Entre los miembros secundarios de un edificios gótico son notables por lo característico de su
forma:

falsos apoyos, a modo de repisa, ya sola ya con una media columna encima de ella, adosados a
cierta altura de los muros, sostienen los arcos y los nervios que parten como arrancando del
muro, según se observa sobre todo en la arquitectura cisterciense

repisas y doseletes para estatuas que en los siglos XII y XIII suelen llevar figuras de castillitos,
en el siglo XIV semejan boveditas de crucería con pequeños gabletes y en el XV se adornan con
calados flamígeros y arquitos conopiales o se terminan por una elevada torrecilla y altos
gabletes

antepechos para triforios y galerías que al principio constan de arcaditas ojivales y depués
tiene la forma de pretil con calados propios de la época

pináculos, agujas, górgolas, caireles, crestería, etc. cuya traza de estilo gótico es inconfundible
con la de otros.

Ornamentación

La ornamentación gótica se funda en la construcción y sirve para acentuar más los elementos
de ésta. Los motivos más comunes y propios de ella en el terreno escultórico aparte de las
molduras y calados geométricos se toman de la flora local la cual se interpeta en forma
estilizada durante los siglos XII y primera mitad del XIII. La naturaleza con bastante realismo y
en este último siglo se propende a las formas retorcidas.

En los comienzos del estilo gótico, sobre todo, en el periodo de transición todavía se conservan
los adornos geométricos del estilo románico que pronto se abandonan para dar lugar a las
frondas, cardinas (hojas de cardo), grumos, trifolios, cuadrifolios, etc.

Las molduras góticas se distinguen de las grecorromanas en que no ofrecen corte o sección
circular como éstas sino semielíptica, piriforme, cordiforme, etc. todo para que a la vista
aprezcan muy tenues y casi aéreos los arcos y demás miembros que se molduran.

La decoración pictórica de varios de los mencionados elementos debió ser en su tiempo


común pero ha llegado escasa a nuestros días. Con frecuencia se pintaban las esculturas de las
portadas, sepulcros, capiteles, claves de bóvedas, nervios de éstas y más la techumbre si se
hacía de madera. Y aunque fueron poco abundantes los cuadros de figuras en los muros, se
suplieron en gran parte por las vidrieras policromadas. En muchos edificios de España,
participando más o menos en la arquitectura mudéjar se usó la decoración de azulejos en
frisos y zócalos.
Cúpulas

Las cúpulas se forman de témpanos sostenidos por nervios radiantes que arrancando del
octógono formado por los arcos torales y por una especie de trompas muy artísticas situadas
en los ángulos determinados por ellos, se unen concurriendo a una clave superior y céntrica.

El cimborrio se manifiesta al exerior en forma de prisma octógono o hexágono coronado por


una pirámide con más atrevimiento y elegancia que en arte románico. Muchas veces, en lugar
de cúpula se alza una simple linterna prismática a modo de torre sobre el crucero.

Ventanas y vidrieras

La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes


huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su
imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha.

Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero
luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con
hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre
sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica la tracería multiplicándose
los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas formando curvas serpeantes
constituyendo el calado flamígero.

Una cosa parecida se observa en los grandes rosetones que se colocan en lo alto de las
fachadas: al principio, toman la forma radiante y sencilla aunque en iglesias suntuosas es algo
más complicada. Se multiplican los adornos de la rosa en el siglo XIV y en el XV llega a ser la
tracería un verdadero laberinto de curvas enlazadas.

No faltan en todas las épocas sin embargo ventanas menores de traza más sencilla y pequeños
aljimeces. Ventanas y rosetones suelen cerrarse con magníficas vidrieras polícromas e
historiadas donde a su modo se ejercita el arte pictórico monumental ya que apenas le dejan
espacio para su desarrollo los escasos lienzos de pared que median entre los referidos vanos
en las iglesias suntuosas. Pero en las más humildes se sustituyen las vidrieras por láminas de
piedra tranlúcida y aun tal vez por encerados.

Puertas

En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción


teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental que la románica pero
añade a ésta mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando
siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo. Encima de la puerta suele
colocarse un elevado gablete.
Las portadas más suntuosas llevan imágenes de apóstoles y de otros santos bajo doseletes
entre las columnillas (y a menudo, también otras menores entre las arquivoltas) flanqueando
el ingreso el cual está dividido por un parteluz que sirve de apoyo a una estatua de la Virgen
María o del titular de la iglesia.

Las iglesias del Cister y otras menores que se modela a imitación suya carecen de imaginería
en la portada, la cual se compone del grande arco abocinado y decorado con simples
baquetones y alguna ornamentación vegetal o geométrica.

La finura en la ejecución de la obra escultórica y la multiplicación progresiva de las columnillas


y molduras con el adelgazamiento de ellas, denuncian mejor que otras las señales de la época
de la construcción de las portadas. Pero las del último periodo desde mediados del siglo XV se
reconocen sobre todo por la multitud y pequeñez de los detalles por la arquivolta conopial,
cargada de frondas retorcidas y por otros ornamentos de la época.

Estructura general

El nuevo sistema constructivo, eficiente y ligero en su conjunto, permitió elevar los edificios
hasta alturas inimaginables, colmando una de las aspiraciones históricas tanto de la
arquitectura como de la religión.

La estructura general interior de una iglesia gótica se infiere de todo lo dicho sobre la planta,
bóvedas y pilares, siendo de notar que el paramento lateral en las grandes iglesias se halla
dividido en siete zonas:

la inferior consta de la arcada que separa las naves laterales o las capillas

la media, formada por el triforio que en el estilo gótico es mucho más estrecho que en el
románico

la superior que contiene los grandes ventanales.

la media superior

la media inferior

la intermedia

la continental

Unas iglesias alzan todas sus bóvedas a igual altura (o al menos la nave central y laterales
inmediatas) y otras (lo más común) presentan mucho más bajas las naves laterales lanzándose
por encima de éstas los arbotantes. El exterior del edificio suele acusar la estructura interna de
modo que la fachada viene a ser como una sección transversal de las naves.
El imafronte se constituye por las tres hermosas portadas correspondientes a las tres naves y
entre ellas, los contrafuertes que resisten el empuje de las arcadas. Encima de las puertas
corre una galería que responde a los triforios interiores. Se abre más arriba un rosetón calado
y remata el frontispicio en gablete o en ático de hermosa crestería. Las empinadas torres, con
sus atrevidas flechas que terminan y guardan los costados de la fachada; los pináculos y
doseletes que animan el contrafuerte; las estatuas y relieves que pueblan las entradas y los
tímpanos. Todo, en fin, contribuye a causar la impresión de una religiosidad sublime.

Subestilos de la arquitectura gótica

Arquitectura cisterciense

Gótico tardío

Gótico francés

Gótico preclásico

Gótico clásico

Gótico radiante

Gótico flamígero

Gótico inglés

Primer gótico inglés (Early English)

Gótico curvilineal (Decorated Style)

Gótico perpendicular (Perpendicular Style)

Estilo gótico

Península Ibérica

Gótico manuelino (Portugal)

Gótico isabelino (España)

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