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Regimen Economico Finalisimo)
Regimen Economico Finalisimo)
INFORME MONOGRÁFICO
AUTORES
DOCENTE
En primer lugar, Agrademos a Dios, por la fuerza espiritual y tenacidad otorgada por su
amor incondicional, a nuestros padres por el apoyo emocional y dedicación permanente
en nuestra formación profesional. Por la confianza que depositaron en nosotros.
Fue un gran avance el que se tipificara lo que fue la primera constitución (hecho sucedido
en Inglaterra), para que dé está forma se pueda obtener una jerarquía de normas, primando
algunas sobre todas las demás.
Dentro de las mismas se han ido desarrollando temas de vital importancia para la
organización de una nación, uno de estos temas es el régimen económico que existe dentro
de un país, siendo de vital importancia para las relaciones exteriores e interiores, también
del poder que un Estado pueda poseer.
CAPÍTULO I: MARCO METODOLÓGICO
1.- ASPECTOS INFORMATIVOS
1.1.- Título del trabajo de investigación
“Régimen económico en la Constitución Política del Perú”
1.2.2.- Asesor
Dr. Guerrero Saavedra, Lenin Alexander.
4.2.2.- Servicios
Copias de Libros solicitados.
Impresiones del trabajo de investigación.
Rotulado del CD.
4.3.- Fuentes de financiamiento
Pasajes gastados a la universidad para solicitar libros, pasajes al estudio jurídico para
las reuniones: S. /35.00 nuevos soles
Impresión del Trabajo de Investigación y aspiralado: S. / 15.00 nuevos soles.
Cd rotulado el cual contiene todo el trabajo de investigación (Word, PowerPoint) S.
/ 20.00 nuevos soles.
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
1.- REGLAS BÁSICAS DEL SISTEMA ECONÓMICO
1.1.- Nociones Generales y Sistema Económico
1.1.1.- Generalidades
Es muy cierto que al momento de, al escuchar nosotros de economía podemos tener
imágenes mentales referidas a monedas, billetes, compras y cosas similares a la
circulación del dinero. Sin embargo, existe un punto de origen determinante para
comenzar a explayarnos sobre un tema tan complejo como lo es la economía, dicho punto
es la dignidad de la persona humana, que, justamente, se encuentra tipificada dentro de
nuestra constitución política, específicamente en el artículo uno. Sin rodeos, el hecho de
que la dignidad humana tenga parte dentro de esta narrativa, se debe a que, la misma
naturaleza humana tiene por consecuencia, necesidades, y que, por lo mismo, deben ser
resueltas para que de esa forma la persona pueda desarrollarse dentro de una sociedad.
Estos dos últimos principios vienen integrados en todos los sistemas económicos
existentes, porque, si bien la economía viene a ser una ciencia, posee extensiones que
salen de ella misma, así como el derecho, las ciencias médicas, la filosofía, etc. Pero, algo
peculiar sucede entre estos sistemas, y es que se encuentran en conflicto (a comparación
del derecho, en que una extensión podría servir a la otra) es decir, si pensamos en el
sistema socialista y en el capitalista personificados, no podríamos verlos juntando las
manos en forma de conciliación, puesto que sus “formas de pensar” serían diferentes.
1.1.2.- Enfoque Social
Desde una perspectiva sociológica sobre el sistema económico citaremos a (Zach, 2010)
quien nos dice que el sistema económico es: “(…) el conjunto de relaciones e
interacciones entre los actores económicos; en una economía de mercado como la
capitalista, se trata de transacciones de valores; el intercambio y flujo de bienes genera
un intercambio y flujo de dinero”. (pág. 163)
Con esto podemos sacar algunos términos que no se suelen escuchar con mucha
frecuencia, por ejemplo: actores económicos, economía de mercado, capitalismo,
transacciones de valores, intercambio, flujo de bienes y de dinero. Con estos iremos
trabajando más adelante además de explicar la relación que tienen entre sí, porque,
muchas pueden suceder que se explican todos los términos desconocidos, pero no se
encuentra relación alguna. Y, ya que esta pequeña cita es sacada de un libro netamente
sociológico, al leerlo más adelante podemos entender una síntesis o, mejor dicho, la
dirección a la cual van todos estos términos y esto es la división de trabajo y la división
técnica.
Más adelante encontramos incluso una cita al gran maestro Miro Quesada, que
básicamente expreso la relación de los fenómenos políticos y económicos, y este aludía
que lo político guarda autonomía sobre lo económico, pero que, si no se analizaba a fondo
podría confundirse al punto de ver esto al revés (Ramírez Prado & Herrero Pons, 2013,
pág. 183).
Esto tiene mucha lógica, teniendo en cuenta el principal punto de este tema: “la necesidad
del ser humano y las formas en las cuales satisfacerlas”. Mirándolo de esta manera, es
fácil ver que, la confusión es excusable, puesto que, al pensar en la economía y el poder
que está maneja detrás de ella (debido al mismo movimiento que genera), uno podría
pensar fácilmente que es la economía quien prima sobre la política, sin embargo, al
analizar el contexto de la política, y, es más, analizando en sí la sola palabra, podemos
concretar en que esto es de vital importancia, llevándose por encima a la economía; esto
no le quita importancia a la última mencionada, lo que se trata de explicar con esto es
como los fenómenos dentro de la política mueven a la economía y no lo contrario.
Si tenemos en cuenta que el gobierno de una nación se preocupa por las necesidades de
su población y más aún, cuando existen problemas por los cuales estás necesidades se
vean interrumpidas de satisfacerse – esto debido a cierta inestabilidad económica que
suelen existir (mayormente) en países de tercer mundo – al ver un contexto así, queda
claro que existirán decisiones políticas cuyos efectos serán notorios para la economía de
la misma nación. Esto es algo que debe manejarse con cuidado, puesto que los personajes
investidos con poder político (y esto no es más que poder otorgado por el pueblo) en
muchas ocasiones suelen excusar sus decisiones fácticas, que incluso son
inconstitucionales, a la mala gestión de la economía.
La primera incluye los hechos económicos que realizan los agentes de la economía, ya
sea en forma individual o, más a menudo, agrupados en instituciones como familias,
empresas, mercados y otro tipo de organizaciones de la sociedad civil. La segunda es la
disciplina científica, que estudia la realidad económica a través de la adquisición de datos,
de la elaboración de hipótesis, principios, juicios de valor y doctrinas, sirviéndose de
herramientas metodológicas y estadísticas.
1.1.4.- Capitalismo
En primer lugar, hay que dejar bien claro que en el capitalismo existen solo dos clases
fundamentales: la clase de los capitalistas y la clase de los trabadores asalariados, que
están en una relación antagónica y de dependencia mutua. La clase capitalista está
conformada por los dueños del capital, capitalistas individuales, pequeños y medianos
empresarios o corporaciones industriales y financieras grandes y trasnacionales.
Su razón de ser, su esencia es la valoración del capital, invertir el dinero para sacar
ganancias, para aumentar el capital. El motor de la economía capitalista es la acumulación
de capital, crecer, crecer y crecer. Pero la riqueza se crea por medio del trabajo humano
cristalizado, el plusvalor se genera en la producción y se realiza en la venta. Por ello el
capital necesita al trabajador, de cuya fuerza de trabajo se apropia mediante el contrato
salarial. E capital dispone libremente de la fuerza de trabajo y del valor que genera en los
productos. El mayor valor que es capaz de generar el trabajador, individual o colectivo,
en relación al valor del salario que recibe, es el plusvalor, es la ganancia del capital, que
es el nervio vital de la producción capitalista. Sin rentabilidad no hay empresa. El
trabajador vende su fuerza de trabajo porque no tiene recursos propios de capital para
establecerse por su cuenta y trabajar para sí mismo.
Es necesario y conveniente hacer varias aclaraciones a esta afirmación general del modo
de funcionamiento del sistema capitalista y de las dos clases fundamentales.
Primero, si bien existen estas dos clases son intereses opuestos (aumentar el sueldo vs.
Aumentar la ganancia), no hay que olvidar que existe una gran movilidad entre ellas:
trabajadores que ganan bien se enriquecen y pasan al otro lado, se constituyen en
capitalistas. Los ascensos sociales existen en una variedad de formas, no solo las más
espectaculares como las de los cantantes, actores de cine, futbolistas famosos (Michael
Jackson, Angelina Jolie, Ronaldo). Pero también existen los descensos sociales,
capitalistas que fracasan, que se funden en sus deudas y lo pierde todo. En épocas de crisis
las quiebras son más frecuentes. Pero los que ascienden y los que descienden son siempre
individuos, la clase social queda.
Otra observación, de mayor relevancia para nuestro tema de clases sociales, es que se
sigue hablando de clase media o de clases medias. Aquí cabe aclarar bien los conceptos:
¿hablamos de clase o de estrato social? Veamos algunas categorías que normalmente se
colocan en la clase media. Por ejemplo, a los pequeños y medianos empresarios, para
diferenciarlos de los grandes capitalistas, se les coloca allí a veces con la esperanza
política de poder ganarlos para la causa popular.
Otro aspecto importante de los empleados públicos para el capitalismo, es que son
consumidores de productos de acuerdo a la escala de ingresos que perciben. En este
sentido son muy funcionales, ya que las empresas, con su capacidad cada vez mayor de
producción, necesitan vender a una población mucho mayor que la de sus propios
trabajadores.
Otros dos sectores que no están directamente involucrados en la valoración del capital,
son el sector urbano marginal y el sector rural de comunidades campesinas y nativas, que
viven en gran parte en una economía de subsistencia. Ambos son significativos en las
sociedades menos desarrolladas. Los campesinos, mayormente minifundistas, que
cultivan tierras marginales de baja productividad, generan muy pocos excedentes que
puedan vender al mercado, y en lo que venden dependen de los acopiadores o de los
financistas, a los que venden su cosecha en forma anticipada, o sea en flor; en otras
palabras, están integrados negativamente al mercado capitalista. Pero, por otro lado,
cumplen muchas veces una función muy importante para el gran agricultor capitalista;
este recurre a ellos en época de siembra y de cosecha, cuando requiere por corto tiempo
una gran masa de mano de obra temporal (por ejemplo, para apañar algodón). Después
ya no los necesita y está contento de que por el resto del año se auto sustenten y no
signifiquen una carga para él.
En cuanto al sector urbano marginal, es la típica población excedentaria, el ejército
industrial de reserva. Son hombres y mujeres que se ganan la vida con trabajos eventuales,
con el comercio ambulatorio, con venta de comida o artesanía hecha en casa, con
guardianías de todo tipo. Su característica principal es la tremenda inseguridad en el
trabajo y en el ingreso diario, rozando los niveles de pobreza extrema sin ninguna
protección social. Ellos son consumidores marginales, son más bien los asiduos de los
programas sociales del Estado. Pero, por otro lado, son también víctimas de una
explotación despiadada de empresas que aun apuestan a la plusvalía absoluta. Otro sector
de trabajadores que no participa del proceso de valorización del capital es el de los
empleados domésticos, que es también un sector de refugio de mano de obra excedentaria.
Los casos que acabamos de analizar demuestran que hay una variedad de sectores que no
encaja directamente en la relación fundamental capital – trabajo y, en consecuencia, su
identidad social no se percibe en función de esta última. Por otro lado, dentro de las
mismas empresas capitalistas hay una diferenciación considerable de puestos y cargos,
de competencias profesionales, de posiciones de mando y niveles jerárquicos que marcan
la percepción social que los unos tienen de los otros, o sea la “conciencia de clase”; la
conciencia de pertenecer a un grupo o a una capa social determinada se define en relación
a estos niveles y no con referencia a la relación fundamental.
GARANTÍA DE LA
PROPIEDAD – Art. 70
GARANTÍA DE LA
PROPIEDAD
Art. 70.
DERECHO DE
PROPIEDAD DE LOS
EXTRANJEROS
Art. 71.
Restricciones y prohibiciones
respecto a los bienes
Art. 72.
Art. 73
Art. 44 Art. 25
a. La jornada ordinaria de a. La jornada ordinaria de
trabajo es de ocho horas diarias trabajo es de ocho horas diarias
y de cuarenta y ocho horas o cuarenta y ocho horas
semanales. Puede reducirse por semanales, como máximo.
convenio colectivo o por ley. b. En caso de jornadas
b. Todo trabajo realizado fuera acumulativas o atípicas, el
de la jornada ordinaria se promedio de horas trabajadas
remunera extraordinariamente en el período correspondiente
c. Los trabajadores tienen no puede superar dicho
derecho a descanso semanal máximo.
remunerado, vacaciones c. Los trabajadores tienen
anuales pagadas y derecho a descanso semanal y
compensación por tiempo de anual remunerados. Su disfrute
servicios. También tienen y su compensación se regulan
derecho a las gratificaciones,
bonificaciones y demás
beneficios que señala la ley o el
convenio colectivo.
Art. 48 Art. 27
El trabajador solo puede ser La ley otorga al trabajador
despedido por causa justa, adecuada protección contra el
señalada en la ley debidamente despido arbitrario.
comprobada.
Art. 51 Art. 28
El Estado reconoce a los El Estado reconoce los
trabajadores el derecho a la derechos de sindicación,
sindicalización sin negociación colectiva y huelga.
autorización previa Cautela su ejercicio
Art. 54 Las convenciones democrático:
colectivas de trabajo entre 1. Garantiza la libertad
trabajadores y empleadores sindical.
tiene fuerza de ley para las 2. Fomenta la negociación
partes. El Estado garantiza el colectiva y promueve formas
derecho a la negociación de solución pacífica de los
colectiva. conflictos laborales.
Art. 55 3. Regula el derecho de huelga
Las huelgas es derecho de los para que se ejerza en armonía
trabajadores. Se ejerce en la con el interés social. Señala sus
forma que establece la ley. excepciones y limitaciones.
Art. 56 Art. 29
El Estado reconoce el derecho El Estado reconoce el derecho
de los trabajadores a participar de los trabajadores a participar
en la gestión y utilidad de la en las utilidades de la empresa
empresa, de acuerdo con la y promueve otras formas de
modalidad de esta. La participación.
participación de los
trabajadores se extiende a la
propiedad en las empresas cuya
naturaleza jurídica no lo
impide.
1.5.- Planificación
CONSTITUCIÓN 1979 CONSTITUCIÓN 1993
1.6.- Antimonopolio
CONSTITUCIÓN 1979 CONSTITUCIÓN 1993
Son importantes, asimismo, las reglas o normas informales. Estas son pautas de conducta,
generalmente no escritas, que surgen a través del transcurso del tiempo. Es decir que están
compuestas por las costumbres, los valores y la cultura de una determinada sociedad.
Para que las reglas y reglamentos del sector económico adquieran carácter obligatorio
deben estar acompañados de sanciones, para asegurar su efectivo cumplimiento. Aquí se
observa claramente la interdependencia entre el sistema económico, el sistema político
(Poder Legislativo y Poder Ejecutivo) y el sistema jurídico (Poder Judicial). Pero
igualmente existe una interconexión estrecha con las pautas morales predominantes en
una sociedad, un código que no necesariamente está fijado directamente por ley expresa
pero que no deja de orientar el comportamiento individual.
Contando con este enfoque, puede argumentarse que la Economía Social de Mercado es
una teoría integral para el ordenamiento de un sistema económico. En este sentido, está
emparentada y es antecesora de los desarrollos actuales de la teoría económica centrados
en estudiar los arreglos institucionales que dan un marco de operación o moldean las
acciones económicas (enfoque de Economía institucional).
Las instituciones son pautas de conducta, en este caso económicas, que son formalizadas
en leyes o codificadas (formales), o en forma de comportamientos tradicionales o
consuetudinarios (informales). Son pautas porque seleccionan ciertas conductas que se
consideran buenas y útiles de otras que no lo son.
Frente a los diversos contextos, las políticas económicas pueden y deben implicar ajustes
basados en la dinámica económica y la adaptación a nuevas situaciones. Sin embargo,
asimismo, deben estar basadas en los principios y dentro del marco institucional
consensuado. De lo contrario, sobre todo en los casos en que son orientadas a solucionar
urgencias contingentes, no tardan en manifestarse contraproducentes, como algunas
experiencias históricas ponen de manifiesto. Puede suceder que se solucione una urgencia
mayor con medidas de corto plazo, pero si se vulneran las instituciones y, lo que es peor,
los principios y valores contenidos en ellas, en el mediano o largo plazo se vuelve a
incurrir en una nueva urgencia. Asimismo, una política económica centrada en el corto
plazo genera una variabilidad e incertidumbre alta, que atenta contra la estabilidad de las
reglas del juego que requieren los agentes económicos cuando aceptan riesgos a mediano
y largo plazo, como por ejemplo en las inversiones productivas.
Esta definición de una Economía Social de Mercado como modelo sociopolítico básico
proviene de las ideas desarrolladas por Alfred MüllerArmack (1901-1978). En su obra
Dirección económica y economía de mercado (Wirtschaftslenkung und Marktwirtschaft),
escrita en 1946, no sólo acuñó el término Economía Social de Mercado, sino que
contribuyó, en colaboración con otros pensadores, a la fundamentación de su concepción
teórica. Según la definición de Müller-Armack, el núcleo de la Economía Social de
Mercado es la “combinación del principio de la libertad de mercado con el principio de
la equidad social”. El marco referencial es el concepto de la libertad del hombre
complementada por la justicia social.
Los intelectuales y políticos que desarrollaron la ESM buscaban un enfoque para el mejor
ordenamiento posible en economía, lo que implicaba un conjunto coherente de principios
económicos, instituciones, condiciones sociales y consideraciones éticas. Este enfoque
interdisciplinario se reflejaba en las distintas disciplinas de las que provenían
(economistas, juristas, sociólogos, teólogos, etc.). Asimismo, se puede afirmar que, en
este contexto, la Economía Social de Mercado fue desarrollada como una alternativa
liberal frente a la economía planificada y como una alternativa social a la economía de
mercado al estilo clásico.
2.2.3.- Una síntesis de libertad y justicia social
Economía Social de Mercado es un sistema económico que trata de combinar las
necesidades de libertad económica, por un lado, con la justicia social, por otro. En la
Economía Social de Mercado, la libertad y la justicia social como valores sociales
fundamentales constituyen los dos aspectos de una relación que guarda un delicado
equilibrio. No es posible inclinar la balanza en forma permanente en beneficio de ninguno
de los dos términos. Por otra parte, la Economía Social de Mercado tampoco puede ser
entendida como un simple compromiso entre la libertad y la justicia social, en el que la
libertad se subordina a la justicia y viceversa. Por el contrario, ambos valores se
complementan.
2.3.2.- Solidaridad
La solidaridad se basa en una interrelación y responsabilidad mutua, éticamente fundada,
entre los integrantes de grupos sociales (familia, comunidad, comunidad de asegurados).
2.3.3.- Subsidiariedad
El principio de la subsidiariedad otorga prioridad a la autoayuda frente a la asistencia del
Estado; por otro lado, implica también que las entidades superiores ayuden a las entidades
inferiores para que estas últimas puedan cumplir sus funciones. Todo lo que el individuo
puede asumir bajo su propia responsabilidad, ya sea por sí solo o en su círculo privado,
no forma parte de las funciones de las instituciones estatales superiores. En este sentido
contempla la protección de la autonomía del individuo y de las demás organizaciones de
la sociedad civil con respecto a las intervenciones del Estado.
2.3.4.- Consenso
El funcionamiento adecuado del sistema de la ESM requiere explícitamente que exista un
consenso que lleve a un clima cooperativo con la política económica. En una economía
dada puede existir cooperación o conflicto de intereses (por ejemplo, diferencias en
cuanto al salario por una determinada prestación). La ESM no requiere coincidencia
permanente de los intereses de todos los grupos, pero no puede funcionar con conflicto
continuo. En diversos sistemas económicos (compatibles con la democracia y el Estado
de derecho, por contraposición a los sistemas autoritarios o populistas), esta situación es
similar. Sin embargo, la ESM es uno de los pocos sistemas que lo declara explícitamente
y contiene una serie de principios, instituciones y políticas concretas inspiradas en este
objetivo.
a. Crecimiento
b. Justicia social
d. Empleo
e. Equilibrio externo
f. Protección de recursos
3.1.3.- Principales partes de la política económica
Las principales políticas económicas, que se desarrollarán en extenso en los capítulos
siguientes, son:
La política fiscal, que consta básicamente en el Presupuesto Público e incluye los ingresos
del Estado, el gasto público, el endeudamiento público. Relacionada con esta política se
encuentra la cuestión de la estructura federal del sistema fiscal y la operatoria de las
empresas públicas, entre otras.
La política laboral y del mercado de trabajo comprende el derecho laboral, los derechos
y responsabilidades de las asociaciones de patronos y empleados, la regulación del
conflicto laboral, la protección laboral, etc.
Las políticas sociales integran el sistema de pensiones, los seguros de salud, de asistencia
social, de accidente, de desempleo, la política de vivienda, de familia, la política educativa
y la política de formación y capacitación profesional, entre otras.
Existen dos teorías macroeconómicas del ciclo económico predominantes. Por un lado,
la teoría keynesiana o perspectiva de la demanda y, por otro, la teoría monetarista o
perspectiva de la oferta. Las dos teorías se diferencian en una serie de supuestos
fundamentales y, por consiguiente, en sus principales instrumentos de política. El
keynesianismo confía en la política fiscal impulsada por el Estado, en tanto que el
monetarismo privilegia la política de control de la masa monetaria por parte del Banco
Central, así como de los incentivos inherentes al mercado.
Las relaciones entre ambas disciplinas se expresan en que las normas constitucionales
dan un marco de seguridad económica y en que la Economía para desarrollarse requiere
de un clima de confianza y credibilidad en las instituciones constitucionales.
Como indica MIRO QUESADA RADA las relaciones entre los fenómenos económicos
y los políticos son intimas, a tal punto que si no se analiza a fondo parecería que los
segundos dependen absolutamente de los primeros, cuando en realidad se trata de un
hecho interactivo, en donde los políticos guardan una relativa autonomía de lo económico.
Esta relación es aún mayor cuando se trata de decisiones políticas que producen efectos
económicos en una sociedad o viceversa. Esto evidente que los gobiernos están atentos y
se preocupan por los problemas económicos de una nación, sobre todo cuando se trata de
países cuyo sistema económico es inestable. Un mal manejo de la política económica
puede influir decisivamente en la estabilidad de un gobierno y hasta de todo un sistema
político. Son múltiples los casos de gabinetes censurados por estas circunstancias. En los
países del tercer mundo, muchos golpes de Estado se han justificado aduciendo que los
gobiernos democráticos han hecho mal uso de la administración económica. Este es, por
lo general, uno de los principales pretextos de las dictaduras.
Los derechos de la propiedad siempre están relacionados con el Régimen económico que
opera en la sociedad, es una relación innegable y necesaria. El régimen económico es el
plan de acción para generar los recursos que permiten alcanzar el bienestar general y, por
qué no decirlo, el bien común. La propiedad privada es la pieza clave en todo ese plan
económico, cualesquiera que sean sus características o base ideológica. Cantuarias
Salaverry señala:
Juan XXIII señala como tesis inicial: «la economía debe ser obra, ante todo, de la
iniciativa privada de los individuos, ya actúen estos por sí solos, ya se asocien entre sí de
múltiples maneras para procurar sus intereses comunes». Asimismo, «[...] es imposible
una convivencia fecunda y bien ordenada sin la colaboración, en el campo económico, de
los particulares y de los poderes públicos, colaboración que debe prestarse con un
esfuerzo común y concorde, y en la cual ambas partes han de ajustar ese esfuerzo a las
exigencias del bien común en armonía con los cambios que el tiempo y las costumbres
imponen».
En las «economías cerradas» el Estado genera los bienes con su actividad empresarial, la
propiedad privada no está muy protegida porque no es la fuente principal de riqueza,
sufren severas limitaciones y abundan las causales de expropiación. Mientras que en las
«economías abiertas» la riqueza no la genera el Estado sino la actividad libre de los
particulares, que requieren de incentivos, como la especial protección de la propiedad, la
cual no es absoluta, pero está muy protegida.
En el Perú, la Constitución de 1979 acogía una economía social de mercado, pero con un
rol mucho más activo del Estado, que intervenía no solo promoviendo sino realizando
actividad empresarial (artículo 113) y eventualmente tomaba parte en las actividades
económicas privadas (artículo 114). Respecto a la propiedad, el artículo 124 del capítulo
III del título III señalaba: «La propiedad obliga a usar los bienes en armonía con el interés
social. El Estado promueve el acceso a la propiedad en todas sus modalidades». Es decir,
define a la propiedad como una obligación y no como un derecho, lo que generaba
responsabilidades antes que atribuciones. El nivel de compromiso de la propiedad frente
a lo social era sin duda mayor, estaba impregnado de intervencionismo en materia
económica y de limitaciones al derecho de propiedad.
Mientras que la Constitución de 1993 se ocupa de la propiedad en el capítulo III del título
III, referido al «Régimen económico», el artículo 70 señala: «El derecho de propiedad es
inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y dentro de
los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por
causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley [...]». El artículo 58
indica: «La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado. Bajo
este régimen, el Estado orienta el desarrollo del país, y actúa principalmente en las áreas
de promoción de empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e
infraestructura». Asimismo, se regula la libertad como principio ordenador de la
actividad económica como la «libertad de empresa» (artículo 59) y la «libertad de
contratos» (artículo 62).
Del conjunto de normas del régimen económico podemos advertir que con la
Constitución de 1993 la riqueza en el Perú no la genera el Estado sino los particulares. El
Estado no realiza actividad económica, solo orienta, promueve y actúa en sectores
específicos como salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura. El
cambio no significó optar por una propiedad ajena a lo social; al contrario, se configuró
un derecho instrumental, comprometido con el desarrollo y el bienestar de todos. La
diferencia con la Constitución del 79 es la manera de conseguir el bienestar a través de la
propiedad. No se realizaría mediante la asignación o distribución directa de bienes o
realizando actividad empresarial, sino creando las condiciones para el sostenimiento
autónomo y digno de cada persona.
En nuestro régimen económico actual, la propiedad tiene que ser especialmente protegida,
porque es la garantía de la inversión, la seguridad para el ejercicio de la libertad
económica. En términos de Martín Mejorada: «la propiedad en el Perú es un derecho
individual privado y protegido que cumple un rol trascendental en el funcionamiento de
la Economía de Mercado. Solo asegurando una propiedad sólida y protegida contra el
Estado y otros privados es posible pensar en un verdadero ejercicio de la libertad
económica» (2004: 128). En efecto, cuando el Estado limita más la libertad sobre la
propiedad o interviene en materia económica, causará menor incentivo en los particulares
en la generación de la riqueza.
La ley y demás normas de desarrollo que establecen de qué modo se adquiere, transmite
y extingue el derecho de propiedad no pueden ser arbitrarias; deben ajustarse a las normas
y principios del régimen económico.
CONCLUSIONES
Como hemos podido ver, el punto determinante para que un país pueda
determinar un sistema económico es la necesidad que pueda tener
dicho país.
Debido al progreso de la sociedad, las necesidades van aumentando e
incluso cambiando, tanto como las voluntades que existan dentro de la
sociedad (teniendo en cuenta al pluralismo y la tolerancia).
La economía se presenta (en teoría) como un ente solucionador a las
necesidades que pueda abarcar una sociedad.
Tanto el régimen constitucional de 1979 como el de 1993 abarcan una
economía social de mercado, lo que afecta consecuentemente a como
se desarrolle el intercambio de bienes, la posesión de propiedades, el
manejo de recursos naturales y demás aspectos en la sociedad.
El régimen de una economía social de mercado, es, en la actualidad, la
mejor alternativa de solución que pueda existir dentro del ámbito
económico, debido a la regulación que equipara dentro de la constitución
como principio fundamental para el logro de las actividades económicas
dentro del país.
REFERENCIAS
Ramírez Prado, F., & Herrero Pons, J. (2013). Manual de Derecho
Constitucional. Lima, Perú: Ediciones Jurídicas.