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Que Significa Cada Letra en El Aceite
Que Significa Cada Letra en El Aceite
Un lubricante tiene como misión establecer una capa protectora para las piezas del motor
sometidas a fricción. De esa manera se evita el desgaste y se prolonga la vida útil de un automóvil.
La viscosidad del aceite es muy importante y se ve afectada por la temperatura. Por eso, las
primera letras que debes conocer son SAE, el acrónimo de Sociedad de Ingenieros Automotrices.
Esta sociedad es la encargada de establecer una clasificación basada únicamente en la viscosidad
del aceite. Esa clasificación se realiza por un lado midiendo la viscosidad en frío a diferentes
temperaturas bajo cero y por otro en caliente a 100ºC. Tomando esto como base, existen aceites
monogrado o multigrado.
¿Qué implica utilizar un aceite monogrado? Cambiar de aceite en las estaciones de temperaturas
más extremas (invierno y verano). En verano el aceite debe ser más viscoso, porque con el calor se
hace más líquido. Por el contrario, en invierno el lubricante debe ser menos viscoso para facilitar,
además, el arranque en frío.
Por eso, en este tipo de aceites la letra W, acompañado de un número, sucede a SAE. Esta W se
refiere a ”winter” (invierno en inglés), y el número indica la viscosidad del aceite en bajas
temperaturas. Un aceite con número SAE W bajo, tendrá mejor fluidez, con lo que se facilita el
arranque en frío y se disminuyen los desgastes del motor.
Sin embargo, si no existe la letra W y en su lugar aparecen números del 20 al 60, se relacionan con
la viscosidad que tiene el aceite en caliente. Cuanto mayor sea el grado SAE, mayor viscosidad, lo
que se traduce en mayor espesor de la película lubricante y , en principio, mayor protección para
el contacto entre las piezas mecánicas en movimiento.
No obstante, una elevada viscosidad en caliente no significa que el vehículo esté mejor lubricado,
ya que por el contrario un exceso de viscosidad ocasiona más fricción interna y peor rendimiento
del motor.
Cumplen con dos grados SAE y se pueden utilizar con un amplio rango de temperaturas, ya sean
altas o bajas. Por eso, el lubricante mostrará dos números separados por un guión. Uno de los
números vendrá sucedido por la letra W, como indicador del grado de viscosidad en frío. Estos
aceites no se cambian con el cambio de estación, sino cuando toca, ya que la temperatura no les
afecta como a los aceites monogrado. El grado de viscosidad en frío estará determinado por el
número que precede a la W y el grado en calor será el que se muestra sin ninguna letra adicional.
Como regla general, es muy importante, seguir las indicaciones marcadas por el fabricante del
motor que será el que establezca qué grado de viscosidad es el más adecuado para lubricar ese
motor, dependiendo del diseño del mismo, de las temperaturas externas y del tipo de servicio que
haga dicho vehículo.
Liquido de frenos
Líquidos de frenos
Cuando hablamos de los sistemas de frenado casi siempre se incide en las características de los
diferentes tipos (disco o tambor de forma general), en las ventajas de estos discos sobre aquellos otros o
del número de pistones que posee el sistema entre otras cuestiones.
Uno de los aspectos al que no le solemos dar excesiva importancia es al líquido de frenos, tal vez por no
tener clara su función dentro del sistema de frenado, así que vamos a ver en primer lugar las partes que
componen la mayor parte de ellos:
1. Sistema de mando:es el elemento que debes accionar para desencadenar la acción frenante. Si
hablamos del freno de servicio (pie) normalmente se trata de un pedal o en el caso del freno de
estacionamiento (mano) de una palanca.
2. Sistema de transmisión: que es la encargada de trasladar tu acción en el sistema de mando hasta
el elemento frenante. En concreto si hablamos de un sistema mecánico sería normalmente de un
cable o palanca. Si fuese un sistema neumático se trataría del propio aire o en el caso de un sistema
hidráulico, que es lo más habitual en los turismos, de un líquido.
3. El elemento frenante: son los elementos que ejercen la acción de frenado propiamente. En el
caso de los frenos de disco se trata de unas pastillas y en los frenos de tambor, unas zapatas.
Nos centraremos en el líquido de frenos que, como ya hemos dicho, en muchas ocasiones no recibe la
atención que se merece cuando la realidad es que se trata de un elemento que debe:
Resistir altas temperaturas sin llegar a la ebullición.
No ser corrosivo con los metales y gomas con los que entra en contacto.
No debe entrar en ebullición, porque eso provocaría la formación de vapor dentro del circuito, que
al no ser incompresible como el líquido haría que el sistema de freno dejara de funcionar
correctamente haciéndose peligroso su uso.
Como puedes ver sus funciones son muy exigentes, lo que obliga a que exista una normativa que
establezca las condiciones mínimas que debe poseer el líquido. Existen diferentes normativas que
especifican estas propiedades, pero las más habitual es la DOT. Esta norma define las diferentes
propiedades mínimas de los líquidos como por ejemplo las siguientes:
Compresibilidad.
Viscosidad.
Punto de ebullición de equilibrio.
Punto húmedo de ebullición.
Protección contra la corrosión.
Compatibilidad química.
Básicamente existen dos tipos de líquidos, los que tienen base glicol, y los que tienen base silicona.
La silicona no es miscible (no puede mezclarse) con el glicol por lo que puedes utilizar indistintamente
una clase u otra de líquido pero bajo ningún concepto puedes mezclarlos. Para que te hagas una idea,
esto sería como pretender combinar aceite con agua.
Los que tienen como base el glicol son afines al agua (higroscópicos). Esto supone que al absorber agua:
Se produce una mayor corrosión del circuito.
Se reduce el punto de ebullición y como consecuencia el rendimiento de los frenos a temperaturas
elevadas. En estas circunstancias se podría llegar a evaporar el líquido de frenos y en cualquier
caso disminuye drásticamente su capacidad de frenado.
En la siguiente gráfica puedes comprobar cuál sería el punto de ebullición del líquido de frenos en
función del porcentaje de humedad que contenga el mismo. Algunos fabricantes recomiendan su cambio
cada 2 años aproximadamente para tenerlo en perfectas condiciones. En este sentido debes conocer que
aproximadamente, el 3% de contenido en agua puede conseguirse en un año, dependiendo de la zona y
las condiciones de uso, y su efecto sobre la temperatura de ebullición es muy alta.
El elevado rendimiento necesario del líquido, así como una duración óptima de su vida son el motivo por
el que se ha desarrollado la norma DOT que son las iniciales de Departament Of Transportation de
E.E.U.U. ("Ministerio" de Transportes de E.E.U.U.)
El nombre completo de la norma es: FMVSS nº 116 DOT = Federal Motor Vehicle Safety Standard
(Normas Federales para la seguridad de vehículos automóviles).
Los ensayos que se realizan al amparo de la normativo DOT versan sobre aspectos como:
1. Punto de ebullición en seco: es el valor máximo del punto de ebullición de un fluido durante su
vida útil. De forma habitual este valor solo se conserva antes de utilizar el líquido por primera vez.
2. Punto de ebullición húmedo: es el punto de ebullición mínimo admitido para el fluido conteniendo
un 3,5% de humedad. De esta manera se define un límite para su utilización con garantía de
seguridad. Hay que tener en cuenta que los fluidos sintéticos a base de poliglicoles absorben
fácilmente la humedad ambiental, disminuyendo sustancialmente su efectividad con temperaturas
elevadas. Superando los límites establecidos por la norma DOT se corre el grave riesgo de quedarse
sin frenos debido a la formación de burbujas de vapor de agua (vapor lock) en el circuito hidráulico
de frenos. Es por esta razón que los fabricantes de vehículos recomiendan sustituir totalmente el
fluido cada 1 o 2 años.
3. Viscosidad: define la fluidez del líquido a bajas temperaturas ambientales. En presencia de
humedad, este valor también tiende a perder efectividad, aunque los efectos no son tan graves
como los del parámetro anterior, el vapor lock.
Esta norma establece una serie de pruebas que permiten calcular las propiedades de los fluidos así como
clasificarlos según los resultados obtenidos, distinguiéndose cuatro niveles de calidad.
GRADO BASE PUNTO CARACTERÍSTICAS
DOT EBULLICIÓN
DOT 3 Glicol 205ºC Es uno de los más empleados por su bajo precio, aunque es el que absorbe
con más facilidad el agua.
DOT 4 Glicol 230ºC No absorbe el agua tan fácilmente como el anterior por la presencia de ciertos
aditivos, pero su precio es más alto.
DOT 5.1 Glicol 270ºC Presenta las mismas ventajas que los que poseen como base la silicona.
Al igual que hicimos hace meses con el aceite del motor y nuestra
explicación sobre la importancia del mismo, los tipos y las características
principales, hoy hemos decidido hablaros del líquido anticongelante por su
importancia en el óptimo funcionamiento del vehículo y porque su ausencia
o su mal estado pueden causar averías muy graves.
El agua absorbe mucha energía antes de calentarse tan solo un grado, pero
se congela a 0 ºC, hierve a 100 ºC, y además corroe el metal. Por eso se
añadieron los anticongelantes y otros aditivos muy interesantes.
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En la industria automotriz no solo hay cajas de cambios manuales sino
que también existe la transmisión automática. Para que este tipo de
cambio funcione correctamente se necesita un aceite especial
denominado ATF.
Existen ciertos aspectos que determinan la calidad del aceite, tales
como una elevada capacidad de absorción de presión, una adecuada
relación viscosidad-temperatura, elevada estabilidad al envejecimiento,
una escasa tendencia a formar espuma, una tolerancia de todos los
materiales de las juntas, etc.
ATF TYPE F:
Dexron:
Dexron VI:
Mercon:
Una evolución del Mercon, capaz de dar soporte a las cajas automáticas
más modernas. Sus grandes ventajas son su índice de resistencia a la
vibración y su capacidad para ofrecer buen resultado tanto a altas como
a bajas temperaturas.
Un escape que hace más ruido o una moto con kit es mucho más espectacular
que una buena puesta a punto de horquilla y del monoamortiguador. Además, las
modificaciones del motor se hacen notar, mientras que las de las suspensiones
parecen menos objetivas si no se tiene una pizca de sensibilidad. Es una idea
equivocada, aunque comprensible. Digamos que éste es el punto que puede
dividir a los verdaderos pilotos de los motociclistas de a diario. El hecho es que
muchos de nosotros, como apasionados y practicantes motociclistas, no sabemos
ni siquiera de lo que estamos hablando. Y para entender la potencialidad de un
objeto es importante conocer el funcionamiento, aunque sólo sea mínimamente,
para así poderlo encuadrar de forma acertada y disfrutar de sus ventajas.
El sistema De Carbon
La mayor parte de las suspensiones modernas se basan en el sistema De Carbon –
por el nombre de su inventor– que realizó un sistema de compensación del aceite en el
interior de su circuito. Tomamos como ejemplo el funcionamiento de un
monoamortiguador para hacer más fácil la comprensión. El cuerpo que está en el interior
del gran muelle está formado por un cilindro, sujeto por su extremidad superior al chasis,
por cuyo interior discurre un pistón sujeto a un asta que termina con una base unida a las
bieletas o al basculante (en función de qué sistema se utilice). Separado del cuerpo hay
un depósito exterior conteniendo aceite y un gas (aire o nitrógeno) presurizado. Las dos
sustancias están separadas entre sí por una membrana de goma elástica llamada bladder
(vejiga). Dado que el aceite sigue un circuito definido por el interior del cuerpo, la
disposición de su espacio varía según las condiciones del monoamortiguador. Si
está abierto, el espacio es mayor, mientras que cuando está cerrado es menor; pero el
aceite es siempre el mismo y la cantidad que no ha pasado va al depósito exterior
comprimiendo el gas. El bladder hace su función expandiéndose o reduciéndose en
función de la relación aceite/nitrógeno en el depósito.
La sección y el dibujo nos permiten ver cómo está hecha una horquilla. En este
caso se trata de una suspensión de barras invertidas, una Kayaba de 48 mm que
se utiliza en motocross, pero que comparte estructura con las horquilla de asfalto.
Tiene un sistema de «cartucho cerrado» que se reconoce por la cámara interna e
independiente que se halla en la funda superior. Se aprecian los frenos hidráulicos
de expansión y de compresión (parte 2 a 4) que regulan el paso del aceite en las
dos fases. Están realizados por discos cubiertos por láminas de forma circular que
flexan por el paso del aceite y cuya dureza determina la fluidez de la horquilla. Al
mismo tiempo, el aceite pasa del registro de la compresión (2) gestionado por una
guja regulable desde la tapa superior de la funda. Cuando la horquilla vuelve a
extenderse, el aceite sigue un recorrido inverso (incluso si, mientras tanto, una
parte se ha recuperado por el by pass) y encuentra los frenos hidráulicos del
retorno y, en este caso, también el vástago del registro sobre el que se actúa
desde el final de soporte inferior. El cartucho cerrado está presurizado y la presión
se mantiene constante en las fases de compresión y extensión por el trabajo de la
cámara que se encuentra arriba (1), que compensa la depresión. Kayawa y Showa
usan un pequeño muelle, mientras Öhlins y WP utilizan un gas, el hidrógeno. La
evolución de las carreras ha significado el desarrollo de este apartado. En la parte
inferior de la horquilla se encuentra el muelle sumergido en una cierta cantidad de
aceite que, en este caso, sólo cumple funciones de lubrificación. Si se observa una
horquilla de carreras (como en la foto adjunta correspondiente a las CBR1000 RR
de SBK) se aprecia el depósito externo. En cuanto al resto, no es más que la
cámara de compensación situada en el exterior como en el monoamortiguador y
permite intervenir rápidamente sobre su comportamiento sin tener que desmontar
la barra.
El reglaje
Tener una buena puesta a punto es la única forma de conducir con seguridad y de
permitir a la moto comportarse de la mejor forma. Obviamente, no es fácil encontrar el hilo
del ovillo en un mundo tan abundante de variables. Basta pensar únicamente en una moto
que flanee a la salida de curva. ¿Qué pensáis hacer y cómo actuar? Cerrar el registro de
la extensión (el retorno) sería una respuesta plausible. En cambio es todo lo contrario: es
mejor trabajar en la compresión de forma que las suspensiones sean más rígidas
haciendo menos recorrido para que ondeen menos.
Compresión - Extensión
El trabajo del monoamortiguador
El tope
Ello se remite a lo que respecta a las motos de campo, porque en las de calle, si
llegas al tope, significa que el monoamortiguador ya no tiene más recorrido y
acabas por el suelo. En este caso, su utilidad sólo está ligada a la absorción de los
golpes secos. También la horquilla tiene una especie de tope, pero no asume
funciones amortiguadoras; simplemente pone un límite de recorrido a la horquilla
impidiéndole golpear el final de la barra, cosa que habitualmente sucede cuando
se afrontan obstáculos de la carretera como agujeros, baches, alcantarillas o los
resaltes para ralentizar el tráfico colocados sobre el asfalto. Se trata de un anillito
situado en el fondo del vástago central. Para un uso en carretera este componente
es fundamental, mientras que para circuito debe ser suprimido. De hecho, cuando
se afronta una curva, la horquilla se hunde en el inicio y con el anillo se pierde
aquel centímetro final del recorrido que es fundamental para absorber las
pequeñas asperezas del suelo, con el riesgo de que la horquilla se cierre
mandándote fuera del asfalto.