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FACULTAD DE CIENCIAS PECUARIAS

CARRERA DE INGENIERIA AGROPECUARIA

TEMA:

APLICACIÓN DE ENMIENDA EN PASTOS

ESTUDIANTES:
CEDEÑO GUARANDA JONATHAN EDUARDO

CHAVEZ ARTEAGA JOSELYN MARIA

ROSADO SALTOS FELIPE RONALDO

DOCENTE:

ING. SAMIR ZAMBRANO MONTES

CURSO:

8(VO) “B” AGROPECUARIA

MATERIA:
CULTIVOS FORRAJEROS
ENMIENDA

es el aporte de un producto fertilizante o de materiales destinados a mejorar la


calidad de los suelos (en términos de estructura y composición, ajustando sus
nutrientes, su pH ya sea para su acidez o basicidad).

Las enmiendas suelen ser:

Enmiendas orgánicas

La función principal atribuida a las enmiendas orgánicas es el aporte de materia


orgánica al suelo, con el fin de generar humus para mejorar la fertilidad del suelo.

La normativa reguladora de los productos fertilizantes contempla varios tipos de


enmiendas orgánicas para las que, dependiendo de la materia prima utilizada en
su elaboración, se exigen los contenidos mínimos de Materia orgánica total, de
humedad relativa y de Extracto húmico total.

Los tipos de enmiendas pueden ser:

Húmicas, hechas con materia prima Animal o vegetal (turba, lignito o leonardita).

Turba de musgo, realizada con materia prima Musgo, principalmente género


Sphagnum.

Turba herbácea, realizada con materia prima Turberas bajas principalmente


(Carex, Phragmytes…).

Compost, hecho con materia prima Ciertos residuo orgánico bio-degradable.

Compost Vegetal, realizado con materia prima Restos Vegetales.

Compost de estiércol, realizado con materia prima Deyecciones de animales.

Vermicompost, procedente de la Digestión por lombrices de materiales


orgánicos, esencialmente estiércol.

Enmienda húmica
Su interés radica en la aportación directa al suelo de compuestos húmicos, que
pueden proceder del proceso de transformación de restos vegetales o animales
y fundamentalmente de materia orgánica de tipo sedimentario como las turbas,
lignitos y leonarditas, ligados al proceso de formación del carbón.

Las sustancias húmicas son compuestos de color amarillento a negro, amorfos,


muy polarizados, con elevado peso molecular y de naturaleza coloidal. Se
clasifican en función de su solubilidad en ácidos y bases, pudiéndose separar en
diversas fracciones húmicas: ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y huminas. Los
ácidos húmicos representan la fracción más interesante del humus del suelo,
pudiendo suponer hasta un 80% del mismo.

En este tipo de enmienda debe valorase un buen equilibrio entre los dos tipos de
ácidos, considerándose como idónea una relación de 4 a 1 (80% de húmicos y
20% de fúlvicos).

Las sustancias húmicas inciden de forma beneficiosa en el crecimiento de las


plantas actuando de la siguiente forma:

 Los grupos funcionales ácidos húmicos y fúlvicos que


contienen intervienen en las reacciones de intercambio catiónico de los
suelos.
 Interaccionan con las arcillas y estabilizan los agregados del suelo,
previniendo la erosión.
 Tienen un papel importante en la disponibilidad de micronutrientes,
puesto que forman complejos con los metales como el hierro,
manganeso, zinc y cobre, contribuyendo además a mejorar la absorción
por las plantas del fósforo, nitrógeno, potasio, calcio y magnesio.

Turbas

La turba es un material procedente de la degradación bioquímica de materiales


vegetales acumulados en medios anaeróbicos o semi-anaeróbicos (turberas).
Pueden ser de dos tipos según las condiciones de formación, diferenciándose en
turberas bajas o "eutróficas" y turberas altas u "oligotróficas".
Se contemplan en la normativa dos tipos de turbas según las especies vegetales
de que proceden: "Turba herbácea", o turba negra, formada por caña común
(pastos de Phragmytes) y carrizos (género Carex) y la "turba de musgo" o turba
rubia en la que predomina el género Sphagnum.

Las primeras se originan en las turberas bajas que suelen formarse en zonas de
llanura con aguas estancadas, con un gran contenido en materia orgánica. Las
segundas se originan en zonas de gran altitud, frías y de elevadas
precipitaciones.

Su interés reside en su elevado contenido de materia orgánica utilizándose para


la recuperación de suelos degradados, como soporte general de suelos, como
materia prima para la fabricación de sustratos y como enmienda orgánica natural
en general.

Compost

Se entiende por compost al producto resultante de un proceso controlado de


descomposición microbiana aeróbica de residuos orgánicos biodegradables.

De forma general en el proceso de compostaje se distinguen dos fases bien


diferenciadas, que se caracterizan por la intensidad de la actividad microbiana.
Una primera fase de actividad intensa (compostaje) y otra en que esta
actividad microbiana se ralentiza como consecuencia del agotamiento del
residuo biodegradable (maduración o estabilización).

Los factores que inciden en el proceso de elaboración del compost y en


consecuencia del producto final, son esencialmente, la naturaleza de los
residuos biodegradables y de los microorganismos, el tamaño de las partículas,
la temperatura y el pH.

Según la procedencia de los residuos utilizados en su fabricación, en la


normativa se contemplan tres tipos de productos, cuyas características físicas y
químicas son diferentes: compost, compost vegetal y compost de estiércol.

Aunque como se ha dicho las características físicas y químicas de estos


productos difieren según el origen de la materia prima utilizada en su fabricación,
su interés reside en su contenido en materia orgánica que con carácter general
oscila entre un 35 y un 45%.

Es importante señalar a la hora de elegir un compost el grado de madurez del


mismo. Un compost inmaduro con una relación C/N superior a 25-30 puede
producir efectos depresivos en las plantas al disminuir el nivel de
concentración de oxígeno en la zona radicular, así como bloquear el nitrógeno

Valores medios de los parámetros agronómicos de un compost:

Conductividad (dS/m) 700-4.000


pH 7-8,5
Humedad % 35-40
Materia orgánica % 35-45
Nitrógeno (N) % 0,5-2,6
Fósforo (P2O5) % 0,3-2,1
Potasio (K2O) % 0,4-1,2
Calcio (CaO) % 5,0-16,0
Magnesio (MgO) % 0,7-2,1

Enmiendas Minerales

Se recogen aquellos productos naturales indicados para la corrección de


problemas derivados de la escasez o ausencia de un determinado elemento en
el suelo, desequilibrios nutricionales, corrección de problemas de acidez, etc.
Las carencias no suelen ser un problema en la Agricultura Ecológica, ya que los
aportes orgánicos se ocupan de suministrar una nutrición lo más completa
posible al vegetal; no obstante, en determinados casos y momentos, sobre todo
durante la reconversión, puede ser necesario equilibrar los contenidos en ciertos
elementos hasta un nivel adecuado que permita el cultivo sin carencias.

ENCALADO

El encalado consiste en la aplicación al suelo de sales básicas que neutralizan


la acidez. Los materiales que se utilizan como correctivos de acidez son
principalmente carbonatos, óxidos, hidróxidos y silicatos de calcio (Ca) y/o
magnesio (Mg). Debido a su diferente naturaleza química, estos materiales
presentan una variable capacidad de neutralización.

Materiales de encalado

Existen varios materiales que son capaces de reaccionar en el suelo y elevar el


pH. Entre los más comunes se pueden citar los siguientes:

Oxido de calcio

El óxido de calcio (CaO), también conocido como cal viva o cal quemada, es un
polvo blanco muy difícil de manejar. Se fabrica calcinando al horno piedra caliza.
Cuando se aplica en suelo ácido reacciona de inmediato y por esta razón este
material es ideal cuan-do se desean resultados rápidos (iguales resultados se
obtienen con el hidróxido de calcio). La velocidad de la reacción se debe a que,
por ser un óxido, reacciona rápidamente al ponerse en contacto con el agua
provocando una fuerte reacción exotérmica que libera iones Off. Este material
debe mezclarse inmediata-mente debido a que se endurece rápidamente al
ponerse en contacto con la humedad del suelo, haciéndose inefectivo.

Hidróxido de calcio

El hidróxido de calcio [Ca (OH)2] se conoce también como cal apagada o cal
hidratada y se obtiene a partir de la reacción del óxido de calcio con agua. Es
una sustancia blanca, polvorienta difícil y desagradable de manejar. Este
material también reacciona en el suelo rápidamente y se debe incorporar
inmediatamente. El hidróxido de calcio tiene un efecto intermedio entre el óxido
de calcio y el carbonato de calcio para neutralizar la acidez del suelo.

Cal agrícola o calcita

El carbonato de calcio (CaCO3) es el material más utilizado para encalar el suelo.


Se obtiene a partir de roca caliza que se muele y luego se cierne en mallas de
diferente tamaño. Las rocas calizas no son puras y pueden contener impurezas
como arcillas, hierro, arena y granos de limo que reducen el contenido de
carbonato.
Dolomita

El carbonato doble de calcio y magnesio (CaCO3MgCO3) se denomina dolomita.


El material puro contiene 21.6% de Ca y 13.1% de Mg. Aunque la dolomita
reacciona más lentamente en el suelo que la calcita, tiene la ventaja de que
suministra Mg, elemento con frecuencia deficiente en suelos ácidos. Al igual que
otros materiales de encalado, la calidad de la dolomita depende del contenido de
impurezas como arcillas y material orgánico.

FERTILIZACIÓN

En pasturas tenemos los siguientes tipos de fertilizaciones:

 Fertilización de siembra, que comprende: Fertilización inicial, y


fertilización complementaria.
 Fertilización de recuperación.
 Fertilización de mantenimiento.

Fertilización de siembra

La fertilización de siembra comprende: 1) Fertilización inicial o de base,


constituye una corrección de las deficiencias de nutrientes del suelo y su
propósito es elevar la reserva de elementos fertilizantes del suelo a un nivel
óptimo. 2) Fertilización complementaria, fracción no aplicada en la siembra
(nitrógeno).

Fertilización de recuperación

Es aquella que se realiza en un potrero débil, que no ha sido fertilizado durante


mucho tiempo. El propósito es similar a la fertilización de siembra, corregir las
deficiencias y situar los nutrientes a un nivel óptimo (según los objetivos del
productor) y provocar una regeneración de la pastura. Se procede de igual
manera que la fertilización de siembra.

Fertilización de mantenimiento

Es la fertilización del potrero que se realiza a partir del segundo pastoreo, a fin
de mantener la fertilidad del suelo.
Para una fertilización correcta, es necesario tener en cuenta los siguientes
aspectos: fuente, dosis y época:

Fuente: Las condiciones físico-químicas del suelo determinan los tipos de


fertilizantes y las mezclas a realizar. Las mezclas se deben hacer con los
fertilizantes que sean compatibles.

La elección de los fertilizantes para la siembra es muy importante puesto que por
un lado evitará que se causen daños a las semillas.

Fertilizantes seguros, el superfosfato triple de calcio y la roca fosfórica pueden


ser colocados con una máquina sembradora o al voleo, luego de distribuida la
semilla.

Fertilizantes inseguros, son aquellos que no deben entrar en contacto directo con
la semilla ya que afectan a la germinación, y de ser usados las cantidades deben
ser mínima.

Dosis: La precisión es fundamental, ya que las deficiencias limitan la


productividad y los excesos son costosos y contaminan el medio ambiente.

La aplicación de fertilizantes debe realizarse con criterio técnico y económico,


buscando el punto de equilibrio óptimo (nivel crítico), debido a que una aplicación
incorrecta, puede ocasionar un desequilibrio nutricional.

Época: Durante el proceso de siembra de pasturas se debe tratar de fertilizar y


colocar la semilla en un mismo momento con lo cual conseguiremos un mejor
establecimiento y un rápido crecimiento de la plántula, salvo los fertilizantes
nitrogenados (urea, sulfato de amonio, etc), que es preferible aplicarlos en forma
fraccionada y de preferencia luego de un mes de la germinación.

La fertilización de mantenimiento completa es preferible realizarla durante la


época de lluvias y en la época seca el nitrógeno o fertilización foliar completa
(complementado con riego), conforme al régimen de lluvias de la región
interandina. En la costa debido al régimen de lluvias de esta región, la actividad
agrícola en general y las fertilizaciones se concentran de diciembre a abril.
FERTILIZACION DE LOS PASTOS

Lo más importante en la producción de pasto de corte es el nitrógeno, y se


recomienda hacer aplicaciones de abonos o fertilizantes que aporten este
elemento; lo mejor es aplicarlo luego de cada dos cortes. La fertilización
nitrogenada se puede sustituir con la boñiga producida por los novillos en
estabulación y economizar el gasto del fertilizante químico. Si el pasto se asocia
con leguminosas y se utiliza el abono orgánico producido en la finca para los
cultivos de pastos, regándolo allí después de cada corte, se puede ahorrar el
fertilizante nitrogenado y mejorar la calidad nutritiva de la mezcla.

Pasto elefante (Pennisetum purpureum, Schumach)

En general, una fertilización adecuada para el pasto elefante requiere de 75


kg/ha de nitrógeno, aplicado después de cada corte (163 kg de urea), y
anualmente por lo menos 50 kg de P2 O5 y K2 O (o sea, 250 kilogramos de un
fertilizante compuesto como el 10-20-20). Estos valores se ajustan de acuerdo
con el análisis de suelo y los aportes de abonos orgánicos.

Pasto king grass (Saccharum sinense)

Se requiere después de cada corte: 50 a 100 kg de N y anualmente: por lo menos


50 kg de P2 O5 y K2 O/ ha. Estos valores se ajustan de acuerdo con el análisis
de suelos y los aportes de abonos orgánicos.

Pasto maralfalfa (Pennisetum sp.)

Responde muy bien a los abonos orgánicos. Requiere 75 kg de N/ha/corte, 50


kg de K y P, o sea 250 kg fertilizantes compuestos 10-30-10/ha/año. Estos
valores se ajustan de acuerdo con el análisis de suelos y los aportes de abonos
orgánicos.

Pasto imperial o gramalote (Axonopus scoparius, Hitchc)

El imperial, como la mayoría de los pastos, produce más forraje y de buena


calidad cuando se fertiliza principalmente con nitrógeno; requiere de 50 a 100 kg
de nitrógeno por hectárea después de cada corte. También responde a las
aplicaciones de otros abonos compuestos. Sin embargo, es un pasto
relativamente rústico y crece bien en suelos ácidos y de baja fertilidad. Estos
valores se ajustan de acuerdo con el análisis de suelo y los aportes de abonos
orgánicos.

Pasto janeiro (Eriochloa polystachya)

Su fertilización es mínima, por lo tanto, responde bien a fertilización con


minerales como Nitrógeno, Fosforo, Potasio a los 180 – 240 días posteriores a
su establecimiento. Además, se puede utilizar por hectárea cantidades de
minerales como: N: 50 kilos, K2O: 18 kilos, P2O5: 45,8 kilos, SO4: 44,86 kilos,
MgO: 24,75 kilos.

FERTILIZANTES PARA PASTOS

La aplicación de la mayor parte de los nutrientes necesarios para las praderas


se hace por vía radicular, pero en algunos casos se obtienen buenos resultados
con las aplicaciones foliares. De los 17 elementos esenciales, 14 son tomados
por la planta directamente del suelo. Se excluyen el carbono (C), hidrogeno (H)
y oxigeno (0) que provienen del aire y del agua. En la Tabla 5 se presenta la lista
de los nutrientes minerales esenciales y la forma química como son absorbidos
por la planta.

Un suelo MEW y productivo debe contener todos los elementos minerales


esenciales para las plantas en cantidades suficientes y en proporciones
balanceadas. Además, los nutrientes deben estar presentes en formas
disponibles pan que las plantas los puedan utilizar. Cuando no se cumple alguna
de las condiciones anteriores el crecimiento del forraje se inhibe y la especie no
puede mostrar todo su potencial.

Cuando un suelo presenta contenidos bajos de uno o varios nutrientes, estos se


deben agregar al suelo en forma de fertilizantes

Fertilizantes nitrogenados

Urea
[CO(N11))2; 46% de NJ. Es un fertilizante con alto contenido de N y en
consecuencia el más económico por unidad del nutriente. Por esta razón, es la
fuente de N más utilizada en agricultura. Sin embargo, es necesario tener en
cuenta el alto potencial de volatilización del material cuando no se usa
adecuadamente.

Después de la aplicación a la superficie del suelo, la urea es atacada por la


enzima ureasa, que facilita su hidrolisis, formando en esta primera reacci6n
carbamato de amonio que es un compuesto inestable.

Nitrato de amonio

(NH4N05; 32 - 335% N). Es un material adecuado para pastos, pues contiene


NH; y NO3, en igual proporción. Se puede utilizar a la siembra, en épocas de
transición después del corte o pastoreo y en épocas secas porque no sufre
pérdidas por volatilización. Deja un residuo ácido, que sin embargo es menor del
que produce el sulfato de amonio, por el simple hecho de que solamente la mitad
del N está presente en forma de NH: que se puede nitrificar y producir acidez.
Este material es higroscópico y tiende a endurecerse en condiciones de alta
humedad ambiental. Por esta razón se debe evitar almacenado por mucho
tiempo.

Nitrato de potasio

(KNO5; 13% de N y 44% de K2O). Es un fertilizante apropiado para pastos, ya


que suple dos de los nutrientes más importantes en la producción forrajera. Sin
embargo, su uso es limitado por el alto costo. Es una buena fuente de N y K
cuando se utilizan especies sensibles al Cl. Se adapta bien a los sistemas de
fertiirrigación o como fertilizante foliar. Este material es utilizado en canchas de
golf y áreas ornamentales donde el color y el desarrollo uniforme de los pastos
son muy importantes. Contribuye muy poco a la acidificación del suelo.
Fertilizantes fosfatados

Superfosfato simple

Ka(H2PO4)2 + CaSO4; 17 a 20% de P2O5 y 13% de SI. Fue el primer fertilizante


fosfatado producido industrialmente y que todavía se usa en varios países, pero
que ha ido desapareciendo paulatinamente en otros. Es una fuente de moderada
solubilidad de buena eficacia en pastos. Se fabrica tratando la roca fosfórica con
ácido sulfúrico. Se usa en todo tipo de pastos pues es una buena fuente de P,
Ca y S.

Superfosfato triple

Ka(H2PO4)2; 46% de P205.1. Se utiliza ampliamente en suelos deficientes en


P, solo o en mezclas con otros fertilizantes. Es también una fuente de moderada
solubilidad y de buena eficacia en pastos. Se fabrica reaccionando la roca
fosfórica con ácido fosfórico y es una buena fuente de P y Ca.

Fosfato diaménico,

DAP, E(NH4)2HPO4; 18% de N y 46% de P205I y Fosfato monoamónico, MAP.,


(NH4H2PO4; 11% de N y 53% de P2O5). Son compuestos con alto contenido
de P, que ya fueron considerados como portadores de N. Su mayor importancia
radica en su alto contenido de P. Son muy utilizados en el establecimiento de
gramíneas y en el mantenimiento de leguminosas como la alfalfa.

Fertilizantes potásicos

Cloruro de potasio

(KC1; 60% de K20 y 47% de Cl). Es la fuente de K más usada en la fertilización


de praderas. Es un compuesto fácil de almacenar, manejar y aplicar. A pesar del
alto contenido de CI (47%), no recomendable para cultivos susceptibles, el
cloruro de potasio funciona bien tanto en gramíneas como en leguminosas. Es
la fuente más económica por unidad de K, es completamente soluble en agua y
el producto es neutro y no produce ni acidez ni alcalinidad en el suelo. No se
recomienda la aplicación de cloruro de potasio en suelos salinos ya que
incrementa el contenido de Cl. Se emplea ampliamente en preparación de
mezclas de fertilizantes.

Sulfato de potasio

(K2S0 é 48 a 52% de K2O y 18% de S). Es una fuente de K ampliamente utilizada


debido a que suministra S además de K. Es un producto fácil de manejar y
almacenar. Se aplica en casi todos los suelos y cultivos, pero es más costoso
que el cloruro de potasio por unidad de 1(20. Contrario a lo que popularmente se
cree, el sulfato de potasio no acidifica el suelo. Se recomienda en suelos salinos
y en invernaderos donde la acumulación de Cl pueda constituir un problema.

Fuentes de calcio

Calcita o carbonato de caldo

(CaCO5; 32% de Ca). Es una enmienda de bajo costo que se utiliza


principalmente para neutralizar la acidez del suelo y que de paso puede servir
también como fuente de Ca. Solamente se puede utilizar en suelos ácidos. Este
material se discute ampliamente en el capítulo correspondiente a control de
acidez.

Dolomita o carbonato doble de calcio y magnesio

(CaCO5.MgCO5; 20% de Ca y 18% de MgO). Es una enmienda que suministra


Mg simultáneamente con el Ca. Solamente se puede utilizar en suelos ácidos.
Este compuesto es un buen corrector de la acidez y por consiguiente se discute
más adelante en el capítulo correspondiente.

Yeso

(CaSO4; 24% de Ca y 23% de S). Es una fuente de Ca y S, pero a diferencia de


la calcita y la dolomita, este material no cambia el pH del suelo. Su efecto en
suelos ácidos se discute más adelante en el capítulo de acidez.
Fuentes de magnesio

Sulfato de magnesio

(MgSO4; 22% de S y 17% de Mg0). Fuente de Mg que adiciona también S. Es


un material muy soluble que se utiliza para obtener respuestas rápidas en caso
de deficiencias severas de Mg. Es un fertilizante muy utilizado en alfalfa y otras
leguminosas. No cambia el pH del suelo.

Fuentes de Azufre

Sulfato de Amonio

I(NH4)2(504); 21% de NJ. Este material es muy utilizado en pastos porque


contiene S (24%), elemento deficiente en la mayor parte de suelos donde se
cultivan forrajes. Este material acidifica el suelo debido a la liberación de H+
durante el proceso de nitrificación del NH4+.

Fuentes de zinc

Sulfato de zinc

(Z11504; 28% de Zn). Es una fuente de Zn pan aplicación foliar y edifica. La


concentración en aplicaciones foliares y edáficas de acuerdo con la especie y
con la severidad de la deficiencia.

Fuentes de boro

Bórax

(Na4B407.101120; 113% de B). Es una fuente barata y soluble de B que se usa


con mucha frecuencia para corregir deficiencias de este nutriente. Cuando se
utiliza por vía foliar se deben utilizar dosis relativamente bajas para evitar
concentraciones toxicas.

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