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Lucas 11:1-13.
1. ORANDO AL MODELO DE JESÚS
a. Padre Nuestro- Abba-implica confianza
ἀββά, Denota una intimidad y confianza propias de un niño, y no falta de respeto. Expresa
la nueva relación con Dios proclamada y vivida por Jesús, y experimentada luego por los
que creen en él.
Esto muestra que la oración es para los creyentes en el Señor Jesucristo, puesto que sin la
fe en él nadie puede venir al Padre.
El creyente comienza su oración con la conciencia humilde y alegre que Dios es su Padre,
y que él, el que suplica, es hijo y heredero de ese Padre (Ro. 8:15–17; Gá. 4:6, 7).
b. Santificado sea tu nombre-tiene que ver con el honor del nombre de Dios
El nombre representa al ser de Dios, por la obra creativa, por introducirnos a la
comunión-Sal. 34:3.
c. Venga tu reino-El gobierno de Dios es justo y sabio
Para vencer las fuerzas del mal
Para que se haga la voluntad del cielo
d. Nuestro Pan dánoslo hoy-el pan es diario, no se puede gustar el pan pasado
Provisión espiritual-Jesús es el pan del cielo-sustenta completamente-no solo existe, sino
con Jesús hay vida.
La provisión diaria y necesaria-nos recuerda lo que Dios sustentó a su pueblo con maná
en el desierto Ex. 16:11-21.
e. Perdónanos-Romper barreras para ser libre
Una oración efectiva nace de un corazón perdonado y perdonador
Muchos no oran porque no perdonan
No perdonar nos convierte en esclavo
f. Para no ceder a la tentación
El secreto de Jesús fue orar para vencer la tentación
No fracasó Jesús, salió vencedor y volvió lleno del Espíritu Santo
Frente a la crisis, no te pases la noche preocupado, sino orando, entonces aún al mismo
enemigo de vuestras almas lo vas hollar.
Siquem es la ciudad de los cananeos con costumbres diferentes al de Jacob, pero el levanta un
altar y lo llama “Dios, Dios de Israel”. Está declarando que tiene Dios personal y aceptando la
transformación y nueva identidad recibida en Peniel.
La ciudad de luz antigua nombre cananeo lo cambió por El-bet-el Gn. 35:6-7.
b. Jacob entendió que tenía que cambiar la tristeza por fortaleza Gn. 35: 16-17.
La mujer que amaba Jacob ahora está a punto de morir y con su último respiro lo puso el
nombre de su hijo “Benoni” que significa “hijo de angustia, hijo de aflicción, hijo de
sufrimiento” v. 18.
La madre estaba sugiriendo, porque el derecho de poner el nombre al hijo era del padre
Jacob lo cambio de nombre “Benjamín” que significa “hijo de mi mano derecha, virtud,
vigor, virtud fortaleza”.
Dios cambió en nombre de Abraham, de Sara, de Jacob, de Gedeón, de Pedro y de
Pablo.
Los hijos de Dios tenemos un nombre dado por nuestro Padre Celestial, no eres solo para
sufrir y sentir las necesidades. Dios dice que eres varón esforzado y valiente. Mujer virtuosa,
la niña de sus ojos. Dios ha cambiado tu nombre de tristeza a fortaleza y virtuosos y te ha
dado una nueva identidad.
Dios ha cambiado nuestra vida
Deja de escuchar los nombres del pasado, Raquel nombró a su hijo conforme a su vida
presente doloroso. En cambio Jacob lo nombró con fe viendo el futuro, porque lo mejor está
aún por venir.
Dios te ha cambiado para que cambies las circunstancias y los problemas, porque tu
mirada está puesta en las cosas de arriba y no solo de abajo, tu mirada está puesto en Cristo Jesús.