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La XIV legislatura de España (ciii desde las Cortes de Cádiz) comenzó el 3 de

diciembre de 20191 tras la celebración de las elecciones generales de noviembre de


2019 y la posterior constitución de las nuevas Cortes Generales. Le precedió la
XIII legislatura y le sucederá la XV legislatura. Las elecciones generales se
celebraron el 10 de noviembre de 2019.2

Según lo dispuesto en el artículo 99.5 de la Constitución, los diputados que salgan


elegidos en las elecciones generales tendrán dos meses para investir a un
presidente del Gobierno a partir de la primera votación de investidura, de lo
contrario, el monarca deberá disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.a

Índice
1 Antecedentes
2 Inicio de la legislatura
2.1 Escenario postelectoral
2.2 Constitución de las Cortes Generales y órganos de dirección
2.2.1 Mesas de las Cortes Generales
2.3 Formación de los grupos parlamentarios
2.3.1 Congreso de los Diputados
2.3.2 Senado
3 Notas
4 Referencias
Antecedentes
Véase también: Elecciones generales de España de abril de 2019
Véase también: xiii legislatura de España
Las elecciones generales de abril de 2019 otorgaron la victoria al Partido
Socialista Obrero Español, sin embargo, ésta victoria no supuso una mayoría
absoluta ni permitía que ninguna otra formación alcanzase dicha mayoría que
garantizase la investidura de un presidente del Gobierno.3 Desde el primer momento,
la clase política otorgó a Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y, por aquel
entonces, presidente en funciones, la legitimidad para intentar formar gobierno.
Sánchez otorgó a Unidas Podemos la categoría de socio preferente para formar
gobierno —juntos sumaban 165 escaños—,4 si bien también pidió la abstención de los
partidos del ámbito del centro-derecha y derecha política, Partido Popular y
Ciudadanos, para que permitiesen votar a la lista más votada.

Éstos dos últimos partidos rápidamente rechazaron abstenerse y aseguraron que


votarían en contra, mientras que Unidas Podemos exigió un gobierno de coalición
para apoyar el gobierno. Otros partidos de ámbito regional como Esquerra
Republicana de Catalunya, el Partido Nacionalista Vasco, EH Bildu o el Partido
Regionalista de Cantabria se mostraron a favor de abstenerse o,56 en el último
caso, de votar a favor.7 Con todo esto, bastaría con que Podemos apoyase la
investidura para que, por mayoría simple, Sánchez revalidase la presidencia, sin
embargo, las negociaciones entre los partidos se bloquearon ante la negativa del
PSOE de aceptar una coalición, mientras que Podemos estableció dicha condición como
una línea roja. El PSOE ofreció otras formas de co-gobierno, como un «gobierno de
colaboración» con figuras afines a Podemos en los altos cargos de la
Administración, algo que el partido morado rechazó.

Finalmente, el PSOE ofreció una coalición formada por una vicepresidencia social y
tres ministerios, algo que Podemos tampoco aceptó, alegando que les correspondía
mayor parte del gobierno y que dichos ministerios estaban vacíos de competencias.8
Sánchez se sometió a una primera investidura, en la cual solo obtuvo el apoyo de su
partido y del PRC. Unidas Podemos y diversos partidos regionalistas se abstuvieron,
si bien los votos negativos alcanzaron la cifra de 155, rechazando el Congreso de
los Diputados la investidura. Tras esto, el PSOE se negó a recuperar la oferta de
coalición9 y solo realizó una única oferta más, un programa de 300 medidas con
mecanismos para asegurar el cumplimiento de dicho programa pero sin coalición, algo
que también fue rechazado por Podemos.10 A última hora, Ciudadanos ofreció
abstenerse a cambio de una serie de condiciones,11 algo que el PSOE consideró como
un movimiento electoralista y que dichas condiciones ya se cumplían, por lo que no
era necesario atender dichas peticiones. Tras tales declaraciones y, tras una
segunda ronda de consultas por parte del monarca y, al comprobarse que no existía
una mayoría de gobierno, el 24 de septiembre el Rey firmó la disolución de las
Cortes Generales.12

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