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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION

E IMPUNIDAD”

I.E. SANTA ROSA DE LIMA

TEMA: BIOLOGIA DEL APRENDIZAJE Y MAPAS


CONCEPTUALES

CURSO: ECOLOGIA

INTEGRANTES: - FRANCHESKA LA ROSA


- ARACELY QUIJANO

GRADO: 5º GENERAL

DOCENTE: PAMELA BLONDED

HUACHO – PERU
2019
DEDICATORIA

Este trabajo monográfico está dedicado a nuestros padres

por ser nuestra inspiración y así poder realizar todos

nuestros trabajos y a todas las personas que nos apoyan


INDICE
DEDICATORIA ................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 4
EL SUICIDIO ...................................................................................................... 5
Historia ............................................................................................................ 7
Síntomas ......................................................................................................... 8
Causas .......................................................................................................... 10
Depresión: ................................................................................................. 10
Trastornos mentales .................................................................................. 10
Factores psicológicos ................................................................................ 10
Psicopatología de los padres ..................................................................... 11
Estructura familiar ...................................................................................... 11
Maltrato físico o abuso sexual ................................................................... 11
Orientación sexual ..................................................................................... 11
Bullying ...................................................................................................... 11
Exposición ................................................................................................. 11
Factores de riesgo ........................................................................................ 12
Niños y adolescentes ................................................................................. 13
Asesinato y suicidio ................................................................................... 14
Consumo de antidepresivos y mayor riesgo de suicidio ............................ 15
Prevención .................................................................................................... 15
Si eres la persona afectada ....................................................................... 15
En casas con niños o adolescentes ........................................................... 16
En casas con adultos mayores .................................................................. 16
Cuando debes consultar con un médico .................................................... 16
Diez cosas que los padres pueden hacer para prevenir el suicidio .............. 17
CONCLUSION ................................................................................................. 22
BIBLIOGRAFIA ................................................................................................ 23
ANEXOS .......................................................................................................... 24
INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo a realizar hablaremos del suicidio, debido que el tema es


bastante amplio y complejo abordaremos los puntos claves y de mayor
importancia tales como: su definición, de cómo poco a poco incrementa el riesgo
de que más personas obtén por el suicidio ya que los índices aumentan de una
forma acelerada, además sobre los pensamientos suicidas, los miles de motivos
que conducen a tal acto, como podemos evitarlo, como debemos actuar ante
una escena de suicidio, como actúa una persona cuando desea quitarse su
propia vida entre otras cosas, esto con el fin único de evidenciar un problema
grave que destruye de forma silenciosa y aumenta considerablemente en
nuestra sociedad, esperando también lograr calar en la conciencia de las
personas el daño que produce a familiares, amigos y allegados un acto suicida.
Esperando que este trabajo logre un mayor entendimiento para en un futuro
poder evitar que cualquiera de nosotros sufra una pérdida de un ser querido y
logremos evidenciar un caso con anticipación e intervenir de una forma correcta.
EL SUICIDIO

El suicidio es el acto por el que una persona de forma deliberada se provoca la


muerte. Por lo general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible
a una enfermedad física, una enfermedad mental como la depresión, el trastorno
bipolar, la esquizofrenia o el trastorno límite de la personalidad el alcoholismo o
el abuso de sustancias. No obstante, el más «importante» factor de riesgo
individual es el antecedente de un intento de suicidio no consumado. A menudo
influyen diversos factores estresantes como las dificultades financieras, los
problemas en las relaciones interpersonales o el acoso psicológico.

El suicidio supone quitarse voluntariamente la vida. Se trata de un término que


proviene de dos vocablos latinos y una traducción aproximada podría ser
matarse a sí mismo. Diversas estadísticas ubican el suicidio como la cuarta
causa de muerte más frecuente en todo el mundo, con más de 9.000 intentos
diarios.

Entre las conductas que pueden ser un indicador de un suicidio inminente,


aparecen los deseos de muerte (con frases como “mi vida ya no tiene sentido” o
“no encuentro un motivo para vivir”), la incapacidad de descargar las angustias,
el agotamiento de la vida social, el comportamiento impulsivo y la introversión
acentuada.

Algunos de estos síntomas, por otro lado, son claramente opuestos entre sí,
como la impulsividad y la introversión, que muchas veces corresponden a
personalidades muy diferentes. El primer caso suele asociarse a personas de
carácter fuerte y aparente seguridad en sí mismas, mientras que el segundo es
típico de quienes sienten que no son dignos de la atención o el cariño de los
demás. Analizando profundamente a una persona, todas estas suposiciones
pierden peso, ya que se alcanza un nivel de complejidad que siempre termina
llevándonos al mismo punto: la infancia.

Es ése el momento clave de la vida y la formación del ser humano y los animales;
abrimos los ojos a un mundo nuevo para nosotros, y vemos y oímos cosas que
nos marcarán para siempre, por sencillas o irrelevantes que parezcan. Desde
dos perspectivas extremistas, un niño que oye cómo se lo enaltece por cada
cosa que hace desarrollará una personalidad probablemente muy distinta de la
de otro a quien se lo regaña constantemente. Sin embargo, la mente es tan
compleja que no existe un documento de referencia para saber exactamente
cómo acabará cada historia.

Resulta más probable, por otro lado, que el deseo de quitarse la vida surja en
aquél que haya recibido exceso de halagos. La razón más lógica es que ese niño
crecerá sintiendo la necesidad de ser elogiado por su entorno, y eso se
combinará peligrosamente con un nivel altísimo de autoexigencia para conseguir
logros que ameriten las flores. Tarde o temprano, alcanzará los límites de la
burbuja en la que fue involuntariamente atrapado durante su crianza, y no
soportará que el mundo no lo haya estado esperando para felicitarlo por su
existencia. Si el suicidio fuera una cuestión matemática, entonces de seguro este
individuo lo cometería por no soportar la realidad.

La sobredosis de medicamentos o drogas, cortarse las venas, la ingesta de


veneno, arrojarse desde gran altura, ponerse delante de un tren en
funcionamiento o ahorcarse son algunas de las formas más usuales de suicidio.
Cabe mencionar que un porcentaje muy bajo de quienes desean suicidarse
llegan hasta el final. Muchas veces se autolesionan para llamar la atención de
sus allegados, como un grito de ayuda, porque quieren sentirse mejor pero no
saben cómo conseguirlo. La mayoría, por otro lado, permanece en una etapa
que consiste en soñar despiertos con su muerte, imaginándola con un nivel de
detalle muy alto, pero nunca dan el primer paso hacia su propia ejecución.

De igual manera existen otros factores que pueden influir en tal decisión, estos
pueden ser los problemas financieros o problemas personales. Por lo general las
personas que deciden quitarse la vida, lo hacen porque ya están cansados de
lidiar con una situación que les fue imposible controlar. Según estudios, los
hombres son más propensos a suicidarse que las mujeres; mientras que las
mujeres se inclinan más por el intento de suicidio.
Esta acción humana universal, ha estado presente en todos los tiempos de la
humanidad y ha sido perseguido y condenado en algunas épocas, mientras que
en otras ha sido tolerado. En donde las diferentes civilizaciones, han tenido que
mantener actitudes inmensamente variables, que van en función de sus ideas
filosóficas, religiosas e intelectuales.

Historia

En la antigua Atenas, las personas que se suicidaban sin la aprobación del


Estado no podían recibir los honores de un entierro normal. El suicida era
enterrado sin asistencia en los alrededores de la ciudad, sin lápida sepulcral o
algún marcador. Sin embargo, el suicidio era considerada una forma de
mantener el honor o evitar la humillación. En la antigua Roma, aunque fue
inicialmente permitido, más tarde, por su práctica entre los esclavos, fue juzgado
como un crimen contra el Estado debido a sus costos económicos. En la Europa
Cristiana pasó a ser estimado como un pecado y fue condenado en el Concilio
de Arlés de 452 como una obra de Satanás, además los suicidas
eran excomulgados. En Francia se tomaron fuertes medidas en relación al
suicidio: el cadáver del suicida era arrastrado por las calles, cabeza abajo y,
luego, arrojado o colgado de una pila de basura. Asimismo, las pertenencias del
fallecido eran confiscadas.

Durante el Renacimiento, la actitud contra el suicidio comenzó a


cambiar. Biathanatos de John Donne contenía las primeras defensas modernas
del suicidio. En su obra, Donne sugiere que el suicidio «no es contrario a las
leyes de la naturaleza, la razón o Dios». Además, señala la falta de condena al
suicidio de figuras bíblicas e incluso presenta algunas circunstancias en las que
«la razón recomienda el suicidio».

La secularización de la sociedad comenzó durante la Ilustración, que cuestionó


las actitudes religiosas tradicionales contra el suicidio y se presentó una
perspectiva más moderna del asunto. David Hume negó que el suicidio fuera un
crimen ya que no afecta a ninguna persona y era, potencialmente, para beneficio
del individuo. En sus Ensayos sobre el Suicidio y la Inmortalidad del Alma de
1777, Hume asegura que «Un hombre que se retira de la vida no hace daño
alguno a la sociedad; lo único que hace es dejar de producirle bien. Y si esto es
una ofensa, es, ciertamente, de la más modesta especie».

Para el siglo XIX, en Europa el suicidio pasó de considerarse causado por un


pecado a ser causado por la locura. Por otra parte, se convirtió en el objetivo de
comentarios satíricos, como el de El Mikado, musical de Gilbert y Sullivan, que
ironizaba sobre la idea de ejecutar a alguien que se había suicidado. En 1879, la
ley inglesa comenzó a distinguir entre suicidio y homicidio, aunque el suicidio
resultaba en pérdida de los derechos hereditarios. En 1882, Inglaterra permitió
al suicida recibir un entierro durante las horas de luz. Y para mediados del siglo
XX, se descriminalizó el suicidio en la mayor parte de los países occidentales.

Síntomas

Los signos que advierten sobre el suicidio o los pensamientos suicidas incluyen
lo siguiente:

 Hablar acerca del suicidio, por ejemplo, con dichos como “me voy a
suicidar”, “desearía estar muerto” o “desearía no haber nacido”

 Obtener los medios para quitarse la vida, por ejemplo, al comprar un arma
o almacenar pastillas

 Aislarse de la sociedad y querer estar solo

 Tener cambios de humor, como euforia un día y desazón profunda el


siguiente

 Preocuparse por la muerte, por morir o por la violencia

 Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación

 Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas

 Cambiar la rutina normal, incluidos los patrones de alimentación y sueño

 Hacer actividades arriesgadas o autodestructivas, como consumir drogas o


manejar de manera negligente
 Regalar las pertenencias o poner los asuntos personales en orden cuando
no hay otra explicación lógica para hacerlo

 Despedirse de las personas como si no se las fuera a ver de nuevo

 Manifestar cambios de personalidad o sentirse extremadamente ansioso o


agitado, en especial cuando se tienen algunos de los signos de advertencia
que se mencionaron con anterioridad

 Obtener los medios para atentar contra tu propia vida, como comprar un
arma o almacenar píldoras.
 Retraimiento de la vida social y deseo de estar solo.
 Tener cambios de humor, como pasar de estar eufórico un día a estar
profundamente desalentado al día siguiente.
 Preocuparse por la muerte, por el hecho de morir o por la violencia.
 Sentir desesperanza o impotencia ante una situación.
 Aumentar el consumo de alcohol o de drogas.
 Sufrir cambios en la rutina normal, por ejemplo, cambios en la alimentación
y en los horarios de sueño.
 Hacer cosas riesgosas o autodestructivas, como consumir drogas o
conducir con imprudencia.
 Regalar las pertenencias o dejar en orden los asuntos materiales cuando
no existen motivos lógicos para hacerlo.
 Despedirse de las personas como si la despedida fuera definitiva.
 Desarrollar cambios de personalidad o estar sumamente ansioso o agitado,
en particular al experimentar algunos de los signos de advertencia antes
indicados.
 La Clínica Mayo aclara que los signos de advertencia no siempre son
evidentes y pueden variar de una persona a otra. Algunas personas dejan
en claro sus intenciones, en tanto que otras conservan en secreto sus
pensamientos y sentimientos suicidas.
Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden cambiar de persona
a persona. Algunos dejan en claro sus intenciones mientras que otros guardan
en secreto sus pensamientos y sentimientos suicidas.

Causas

Los pensamientos suicidas pueden tener distintas causas. Con mayor


frecuencia, los pensamientos suicidas pueden ser el resultado de sentimientos
que no puedes afrontar cuando se presenta una situación abrumadora en tu vida.
Si crees que no hay esperanzas en el futuro, puede que pienses,
equivocadamente, que el suicidio es una solución. Es posible que experimentes
una especie de estrechez de criterio donde, en medio de una crisis, sientas que
el suicidio es la única salida.

También puede existir una propensión genética al suicidio. Las personas que
cometen suicidio o que tienen pensamientos o conductas suicidas suelen tener
antecedentes familiares de suicidio.

Las principales causas relacionadas con el suicidio adolescente son las


siguientes:

Depresión: está asociada con la conducta e ideación suicida así como


sentimientos de desesperanza y falta de sentido en la vida. La depresión puede
ser un antecedente del suicidio o puede presentarse después de un intento de
quitarse la vida que no haya funcionado.

Trastornos mentales: como conducta anti social exacerbada, trastorno de


personalidad, bipolaridad, déficit de atención, etc.

Abuso del consumo de sustancias tóxicas y alcohol.

Factores psicológicos: rigidez cognitiva, déficit de habilidades para resolver


problemas, ansiedad de separación excesiva, neuroticismo, tendencia a
responsabilizar a otros por lo que ocurre en la vida propia, impulsividad y apego.
Psicopatología de los padres: cuando en la historia familiar hay otros suicidios,
abuso de tóxicos de los padres.

Estas son las causas que llevan a un adolescente a suicidarse

Estructura familiar: si hay poca o nula comunicación con la familia así como si
el adolescente vive alejado, con historia traumática no resuelta, de uno o ambos
padres u otros familiares.

Maltrato físico o abuso sexual: ya sea que haya ocurrido en la infancia o en la


adolescencia.

Orientación sexual: aunque no hay datos exactos para esta causa, algunos
adolescentes que han intentado suicidarse han relacionado su orientación sexual
como factor de su decisión.

Bullying: cuando hay acoso por parte de sus iguales y este tiene efectos
negativos en el adolescente.

Exposición: cuando algún hecho que le evidencia o avergüenza es difundido en


sus círculos sociales, medios de comunicación o redes sociales digitales.

Estas son las causas que llevan a un adolescente a suicidarse:

También hay algunos factores que detonan la decisión de suicidarse, esto quiere
decir que ya hay cualquiera de las causas mencionadas pero ante algún tipo de
crisis, la decisión se vuelve certera. Entre estos factores pueden estar los
siguientes, listados por Guía de Salud:

 Crisis con los padres.

 Factores psicológicos/personales.

 Conflictos familiares.

 Problemas con el grupo de pares o iguales.


 Dificultades escolares.

Factores de riesgo

Aunque los intentos de suicidio son más frecuentes entre las mujeres, los
hombres son más propensos a completar el suicidio ya que tienden a usar
métodos más letales, como las armas de fuego.

Si bien los hombres son más propensos que las mujeres a morir por suicidio, las
mujeres son dos veces más propensas a intentar suicidarse. En ese sentido, la
mencionada clínica advierte que puede existir riesgo de suicidio en los siguientes
casos:

Si te sientes desesperanzado, desvalorizado, agitado, aislado socialmente o


solo.

Si experimentas sucesos de vida estresantes, como la muerte de un ser querido,


el servicio militar, una ruptura sentimental, o problemas legales o financieros.

Si tienes un problema de abuso de sustancias; el abuso de drogas o de alcohol


pueden agravar los pensamientos suicidas y hacerte sentir lo suficientemente
temerario o impulsivo para ejecutarlos.

Si tienes pensamientos suicidas y acceso a armas de fuego en tu hogar.

Si tienes un trastorno psiquiátrico preexistente, como depresión profunda,


trastorno de estrés postraumático o trastorno bipolar.

Si tienes antecedentes familiares de trastornos mentales, de abuso de


sustancias, de suicidio o de violencia, como maltrato físico o abuso sexual.

Si sufres una enfermedad que pueda provocar depresión y pensamientos


suicidas, como enfermedades crónicas, dolores crónicos o enfermedades
terminales.

Si eres lesbiana, gay, bisexual o transgénero y tu familia no te brinda apoyo o tu


entorno es hostil.

Tal vez corras más riesgos de suicidarte en los siguientes casos:

 Si ya has intentado suicidarte antes.

 Si te sientes desesperanzado, inútil, agitado, aislado de la sociedad o solo.

 Si te sucede una situación estresante, como la pérdida de un ser querido,


el servicio militar, una separación o problemas financieros o legales.

 Si tienes un problema de consumo de sustancias; el abuso del alcohol y las


drogas puede empeorar los pensamientos suicidas y hacerte sentir lo
suficientemente temerario o impulsivo como para actuar en función de tus
pensamientos.

 Si tienes pensamientos suicidas y tienes acceso a armas de fuego en tu


hogar.

 Si tienes un trastorno psiquiátrico no diagnosticado, como depresión grave,


trastorno de estrés postraumático o trastorno bipolar.

 Si tienes antecedentes familiares de trastornos mentales, abuso de


sustancias, suicidio o violencia (que incluye abuso sexual o físico).

 Si tienes una enfermedad que se puede asociar con la depresión y los


pensamientos suicidas, como una enfermedad crónica, dolor crónico o una
enfermedad terminal.

 Si eres lesbiana, gay, bisexual o transgénero y no encuentras apoyo en la


familia o estás expuesto a un entorno hostil.

Niños y adolescentes

El suicidio en niños y adolescentes se produce como consecuencia de


acontecimientos estresantes de la vida. Lo que una persona joven percibe como
algo grave e insuperable, a un adulto puede parecerle leve, por ejemplo, los
problemas en la escuela o la pérdida de una amistad. En algunos casos, un niño
o un adolescente puede tener pensamientos suicidas debido a determinadas
circunstancias de la vida sobre las que no quiere hablar, entre ellas:

 Tener un trastorno psiquiátrico, como depresión

 La pérdida o un conflicto que involucre a amigos o a familiares cercanos

 Antecedentes de maltrato físico o abuso sexual

 Problemas de alcoholismo o drogadicción

 Problemas físicos o médicos, por ejemplo, quedar embarazada o tener una


infección de transmisión sexual

 Ser víctima de hostigamiento

 Sentir incertidumbre acerca de la orientación sexual

 Leer o escuchar la historia de un suicidio o haber conocido a un compañero


que se haya suicidado

Si estás preocupado por un amigo o un familiar, preguntarle sobre sus


pensamientos e intenciones suicidas es la mejor manera de identificar el riesgo.

Asesinato y suicidio

En casos poco frecuentes, existe el riesgo de que la persona con intención


suicida mate a otros y después atente contra su propia vida. Esto se conoce
como “homicidio-suicidio” o “asesinato-suicidio”, y algunos de los factores de
riesgo son los siguientes:

 Antecedentes de conflictos con el cónyuge o con la pareja

 Problemas familiares de naturaleza legal o financiera por los que se esté


pasando

 Antecedentes de problemas de salud mental, en particular la depresión


 Abuso de alcohol y drogas

 Acceso a armas de fuego

Consumo de antidepresivos y mayor riesgo de suicidio

En general, la mayoría de los antidepresivos son seguros, pero la Administración


de Alimentos y Medicamentos exige que todos los antidepresivos tengan
advertencias de recuadro negro, la advertencia más estricta para los
medicamentos recetados. En algunos casos, niños, adolescentes y adultos
menores a 25 años pueden presentar un incremento de comportamientos y
pensamientos suicidas si consumen antidepresivos, especialmente durante las
primeras semanas o cuando se modifica la dosis.

Sin embargo, recuerda que es más probable que los antidepresivos reduzcan los
pensamientos suicidas a largo plazo, ya que mejoran el estado de ánimo.

Prevención

Estas son las recomendaciones:

Si eres la persona afectada

Busca el tratamiento que necesites. Si no tratas la causa de fondo, es posible


que los pensamientos suicidas regresen. El tratamiento adecuado hará que te
sientas mejor y ayudará a mantenerte a salvo.

Crea una red de apoyo. Hablar de los sentimientos suicidas puede ser difícil, y
es posible que tus amigos y familiares no comprendan completamente por qué
te sientes de ese modo. Sin embargo, sentirte conectado y contenido puede
ayudar a reducir el riesgo de suicidio.

Recuerda que los sentimientos suicidas son temporales. Si te sientes


desesperanzado o sientes que seguir viviendo no vale la pena, recuerda que el
tratamiento puede ayudarte a recuperar la perspectiva y a mejorar tu vida.
Tómalo con calma y no actúes impulsivamente.
En casas con niños o adolescentes

Almacena todos los medicamentos recetados en una parte alta y bajo llave.

NO guardes alcohol en la casa o mantenlo bajo llave.

NO guardes armas de fuego en la casa. Si las tiene, guárdalas bajo llave y coloca
las balas en un lugar separado.

En casas con adultos mayores

Investiga a profundidad los sentimientos de desesperanza, de ser una carga y


de no pertenecer.

Muchas personas que tratan de suicidarse hablan del tema antes de hacer el
intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a quien le importe y que
no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de suicidio.

Cuando debes consultar con un médico

Si tienes pensamientos suicidas, pero no estás pensando en hacerte daño a ti


mismo en lo inmediato:

 Acércate a un amigo cercano o un ser querido, aunque sea difícil hablar


sobre tus sentimientos

 Comunícate con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu


comunidad religiosa

 Llama a la línea directa de asistencia al suicida

 Programa una consulta con tu médico, un profesional de salud mental u otro


profesional de atención médica

Los pensamientos suicidas no desaparecen por sí solos, así que busca ayuda.
Diez cosas que los padres pueden hacer para prevenir el suicidio

A medida que los niños se convierten en adolescentes, es más difícil para los
padres saber cómo se sienten y qué están pensando. ¿Cuándo los cambios de
temperamento se convierten en algo en algo de preocupación?

Es importante saber qué factores pueden poner al adolescente en riesgo del


suicidio. Invierta algo de su tiempo en leer estas 10 formas de ayudar a prevenir
que una tragedia ocurra. Entre más sepa, estará mejor preparado para entender
qué puede poner en riesgo a su niño.

1. No permita que la depresión o la ansiedad de un adolescente aumente sin


control.

Tal vez su hijo simplemente esté teniendo un mal día, pero podría ser algo más
si dura más de un par de semanas.

Realidad: 9 de cada 10 adolescentes que se quitan la vida cumplían el criterio


para un diagnóstico de problemas o trastornos psiquiátricos o mentales, más de
la mitad de ellos con trastornos del estado de ánimo, tales como la depresión o
ansiedad.

Las personas deprimidas suelen aislarse, cuando en secreto están llorando para
que se les rescate. Muchas veces sienten demasiada vergüenza para comunicar
su tristeza a otros, incluidos a mamá y papá. Los hombres en particular pueden
intentar ocultar sus emociones debido a la creencia errónea de que exhibir
vulnerabilidad es una muestra de debilidad.

2. Escuche a su hijo adolescente, incluso cuando no está hablando.

No todos, pero la mayoría de los menores que están pensando en el suicidio (a


lo que se le llama ideación suicida) transmiten su estado mental atormentado por
medio de conductas conflictivas. Los estudios han descubierto que un rasgo
común de las familias destrozadas por el suicidio de un hijo o una hija es la mala
comunicación entre los padres y el hijo. Sin embargo, existen por los general tres
o más factores o circunstancias que están presentes al mismo tiempo en la vida
del niño cuando él o ella están pensando en quitarse la vida.

Estas incluyen, pero no se limitan a las siguientes:

 Pérdida mayor (por ejemplo, rompimiento de una relación o muerte)


 Abuso de sustancias
 Presión social o parte de pares
 Acceso a las armas de fuego
 Humillación pública
 Una enfermedad crónica
 Agresividad o falta de reflexividad
 Historial de suicidio en la familia

Si su instinto le dice que un adolescente podría ser un peligro para sí mismo,


preste atención a sus instintos y no permita que se quede solo. En este caso, es
mejor exagerar que restarle importancia. Lea: Como comunicarse con su
adolescente.

3. Nunca ignore las amenazas de suicido como un melodrama típico de los


adolescentes.

Cualquier declaración escrita o verbal que diga "Me quiero morir" o "Ya no me
importa nada" debe considerarse con seriedad. Con frecuencia, los menores que
intentan suicidarse les dijeron a sus padres en repetidas ocasiones que
pretendían matarse. La mayoría de la investigación sustenta que las personas
que amenazan abiertamente con el suicidio, en realidad no intentan hacerlo y
que la amenaza es sólo un llamado desesperado pidiendo ayuda. Aunque esto
es cierto en muchos casos, ¿qué padre o madre se arriesgaría a equivocarse.

Cualquiera de estas otras llamadas de auxilio requiere de su atención y acción


inmediata y de pedir ayuda a un profesional lo más pronto posible:

“Nada me importa”.
“Me pregunto cuántas personas vendrían a mi funeral”.

“A veces quisiera solo dormirme y no volver a despertar”.

“Todos estarían mejor sin mí".

“No tendrás que preocuparte por mí por mucho tiempo”.

Cuando un adolescente empieza a hacer comentarios poco disimulados como


esos o directamente admite que está pensando en suicidarse, intente no
sobresaltarse (“¡¿Qué, estás loco?!”) ni menospreciar (“¡Qué cosa más ridícula
dices!”). Sobre todo, no le diga, “¡No lo dices en serio!”; aunque es probable que
usted esté en lo correcto. Esté dispuesto a escuchar sin juzgar a lo que realmente
está diciendo, que es: “Necesito tu amor y atención porque siento muchísimo
dolor y no puedo con esto yo solo”.

Ver a un hijo tan perturbado podría romperle el corazón a cualquier padre. Sin
embargo, el enfoque inmediato debe ser consolarlo; después podrá expresar lo
que usted siente. En voz calmada puede decir, “Entiendo. Realmente has de
sentir mucho dolor por dentro".

4. Busque ayuda profesional de inmediato.

Si la conducta de su hijo adolescente le tiene preocupado, no espere a


comunicarse con el pediatra. Contacte a un proveedor de salud mental en su
localidad que trabaje con niños para que le haga una evaluación a su niño lo más
pronto posible para que su hijo o hija puedan empezar a recibir terapia o
asesoramiento si no corren el riesgo de hacerse daño a sí mismos. Sin embargo,
llame a la línea telefónica de ayuda o grupo de apoyo en su comunidad o vaya a
la sala de urgencias si usted cree que su niño está considerando seriamente el
suicidio o puede hacerse daño a sí mismo.

5. Comparta sus sentimientos.

Hágale saber a su hijo que no está solo y que todos nos sentimos tristes o
deprimidos a veces, incluso las mamás y los papás. Sin minimizar su angustia,
reconfórtelo diciéndole que esos malos momentos no durarán para siempre.
Dígale que las cosas realmente van a mejorar y que usted puede ayudarle
durante la terapia y otros tratamientos para que las cosas mejoren para él o ella.

6. Anímelo para que no se aísle de la familia y los amigos.

La mayoría de veces es mejor estar con otras personas que estar solo. Pero no
lo obligue si dice que no.

7. Recomiende el ejercicio.

La actividad física tan simple como caminar o tan vigorosa como levantar pesas,
puede aminorar la depresión leve a moderada.

Existen varias teorías que explican por qué:

Hacer ejercicio hace que una glándula del cerebro libere endorfinas, una
sustancia que se cree que mejora el estado de ánimo y reduce el dolor. Las
endorfinas también reducen la cantidad de cortisol en la circulación. El cortisol
que es una hormona que se ha vinculado con la depresión.

El ejercicio distrae a las personas de sus problemas y les hace sentir mejor de sí
mismos.

Los expertos recomiendan ejercitarse de treinta a cuarenta minutos al día, de


dos a cinco días a la semana.

Cualquier forma de ejercicio funciona; lo que es importante es que los jóvenes


disfruten la actividad y lo hagan de forma constante.

8. Anime a su hijo para que no se exija demasiado por ahora.

Hasta que la terapia comience a hacer efecto, es probable que no sea momento
para asumir responsabilidades que podrían resultar abrumadoras. Sugiera que
divida las tareas grandes en tareas más pequeñas y manejables siempre que
sea posible y que participe en sus actividades que disfrute y que le causen
menos estrés. El objetivo es volver a fomentar la confianza y la autoestima.
9. Recuérdele a un adolescente que esté bajo tratamiento que no espere
resultados inmediatos.

La terapia conversacional o los medicamentos suelen tomar tiempo para mejorar


el estado de ánimo, por lo que no debe sentirse desilusionado ni culparse si no
se siente mejor de inmediato.

10. Si usted tiene armas de fuego en el hogar, guárdelas en un lugar seguro o


cámbielas a otro lugar hasta que la crisis pase.

Realidad: Suicido con armas de fuego entre los jóvenes estadounidense alcanzó
su mayor cifra en 12 años en el 2013, en los cuales la mayoría de las muertes
involucraban un arma de fuego que pertenecía a un miembro de la familia, de
acuerdo con un informe de el Centro Brady para Prevenir Violencia con Armas
de Fuego. Cualquiera de estas muertes podrían haber sido evitadas si el arma
de fuego no estuviera disponible.

Si sospecha que su hijo o hija es suicida, sería una buena medida mantener el
alcohol y los medicamentos bajo llave; incluso las medicinas de venta libre.
CONCLUSION

Actualmente tenemos muchos índices de suicidio, sin contar las tentativas de


suicidio y la ideación suicida; así mismo, de ello se ha generado una influencia
social, la cual se denomina como el término de epidemiologia. Medidas tomadas
por el adolescente como solución; a sus conflictos interno como sociales;
tomadas mayormente con la intención de llamar la atención de sus padres. Por
lo tanto, son situaciones donde el adolescente se siente atrapado dentro de sus
emociones, sin llegar a entenderse o conocerse como tal, donde los cambios
fisiológicos físicos y psicológicos; muchas veces le generan confusión, al no
comprender por qué se dan y como se dan, así mismo, como vivenciarlo con
normalidad. Personas sujetas a cambios bruscos de la sociedad, donde no están
preparados en la cual les resulta difícil percibir que dejaran el cuerpo, mente y
conducta de niños para pasar al cuerpo, mente y responsabilidades de un adulto.
Muchas veces el ambiente en el que se encuentren, no es siempre el favorables
dejar de la falta de protección por parte de sus familias por lo cual se vuelven un
obstáculo para tratar las causas desde raíz de dicha problemática. Sintiéndose,
así mismo, abandonados o atrapados en un cuerpo desconocido expuesto a una
realidad a la cual no logran aun entender y comprender. Actualmente los medios
no favorecen a la juventud porque propician las malas costumbres, malos hábitos
e incluso muestran conductas que está al margen de la integridad del menor de
edad; en la cual somos participes, sin darnos cuenta estamos siendo parte de
una sociedad sin valores, sin principios hacia la vida y el amor propio.
BIBLIOGRAFIA

https://es.wikipedia.org/wiki/Suicidio

https://definicion.de/suicidio/

https://www.eluniversal.com.mx/ciencia-y-salud/salud/cuales-son-las-causas-del-
suicido-y-como-prevenirlo

https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/suicidio-causas-sintomas-prevencion-salud-
noticia-526164-noticia/?ref=ecr

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/suicide/symptoms-causes/syc-
20378048

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001554.htm

https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/emotional-
problems/Paginas/ten-things-parents-can-do-to-prevent-suicide.aspx
ANEXOS

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