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¿Por Qué Usar

Tratados Para
Evangelizar? Ray Comfort | Ago 29, 2019

Cuando Pablo les escribió a los


creyentes en Corintio, él les compartió
hasta donde llegaría el para predicar el
evangelio y les dijo: “Entre los débiles
me comporte como débil para ganar a
los débiles; me comporto como todos
ante todos, para que de todos pueda yo
salvar a algunos” (1 Corintios 9:22). Si
Pablo dijo que el usaría todos los
medios posibles, entonces seguro que
él hubiera usado tratados y folletos
para alcanzar a los perdidos. Nunca
subestimen el poder de un tratado
bíblico. Cuando George Whitefield
leyó un tratado titulado “La vida de Dios en el alma del hombre”
dijo: “Dios me mostro que debo de ser nacido de nuevo o seré
condenado”. Después oró, “Señor, si no soy cristiano, si no soy uno
verdadero, por favor muéstrame que es ser un verdadero cristiano, para
que al final no sea condenado”. Después sus escritos nos muestran:
“desde ese momento, entendí que tenía que ser una nueva criatura”.

{¿Por qué un cristiano debe usar tratados?


Simplemente Porque Dios los usa. El uso uno
para salvar al gran misionero Hudson Taylor,
así como a un sin número de personas
Billy Graham dijo: “Nada supera a un tratado para sembrar la semilla de
las Buenas Nuevas”. Un libro cristiano revela una historia real de un
buceador quien encontró un tratado en el fondo del mar atorado en una
ostra. El hombro lo tomo y se percató que era un tratado bíblico “No
puedo detenerme más. Su misericordia es tan grande que ha causado que
Su Palabra me siga aun hasta el fondo del mar”. Dios uso un tratado para
salvar a ese hombre.
¿Por qué los cristianos deben usar tratados? Simplemente porque Dios los
usa. El uso un tratado para salvar al gran misionero Hudson Taylor, así
como a muchos otros. Esto debería ser suficiente incentivo para que los
cristianos siempre usen tratados para alcanzar a los perdidos. Pero aún
hay más razones para usarlos. Aquí hay algunas:
 Los tratados nos pueden abrir la puerta para compartir nuestra fe.
Podemos observar las reacciones de las personas, y ver si están dispuestos
a escuchar cosas espirituales.
 Ellos pueden testificar por nosotros. Si somos muy tímidos para hablar
con las personas de las cosas de Dios, les podemos dar un tratado.
 Hablan a individuos cuando ellos están listos. No los leen hasta que ellos
quieren.
 Pueden entrar a casas de extraños cuando nosotros no podemos.
 Ellos no discuten; solo presentan el mensaje.
Oswald J. Smith dijo: “La única manera de llevar el evangelio y cumplir
con la Gran Comisión será por medios impresos”. Charles Spurgeon
afirmo “Cuan la predicación o conversación en privado no es posible,
necesitan tener un tratado disponible… Tengan buenos tratados, ya que
ellos pueden ser la semilla para la vida eterna. Así que no salgan sin ellos”.
“¿Recibiste uno de estos?
Si deseas que las personas reciban el tratado, trata de saludarlos antes de
ofrecer el tratado. Si puedes lograr que te den un “buenos días”, o “Que
tal” eso casi siempre ayuda a romper el hielo y recibirán el tratado.
Después de saludarlos, no les pregunten “¿Quieres uno de estos?”, ya que
ellos seguramente responderán “¿Qué es?”. Más bien digan “¿Recibiste
uno de estos?” Esto les dará curiosidad y pensaran que se están perdiendo
de algo importante. Y así es.
Tal vez casi desmayes al pensar en distribuir tratados. No te preocupes, no
estás solo. Todos tenemos temor. La respuesta al temor está en la oración.
Pídele al Señor que te de compasión para eliminar tu temor. Medita en el
destino de los inconversos. Piensa seriamente en el infierno, y confronta
aquello que te da temor.
{Trata cada día como Si fuera tu ultimo –
un día Tendrás razón
¿Te gustan las montañas rusas? Algunos cristianos quieren brincar en el
bungee, o tal vez hacer un salto en paracaídas. Algunos están preparados a
arriesgar su vida, por el amor al temor, pero están dispuestos a permitir
que un pecador vaya al infierno por temor a entregarles un tratado
bíblico. Pregúntate a cuantos conoces que han sido apedreados o
quemados en la hoguera por predicar el evangelio. En parte nuestro temor
esta en ser rechazados.
Tenemos temor a ser avergonzados, lo cual es una manera sutil de ser
orgulloso. La otra parte de nuestra batalla con el temor viene directo del
enemigo. Él sabe que el temor paraliza. Tenemos que resistir al demonio y
sus mentiras. Si Dios está con nosotros, nada puede estar contra nosotros.
Si nunca has distribuido tratados, hoy puedes empezar. Los puedes dejar
en un carrito de compras, o ponerlos entre tus billetes a la hora de pagar.
Después cada noche antes de dormir tendrás un motivo especial para orar
que Dios use los tratados que distribuiste. También tendrás un sentido de
satisfacción al saber que fuiste parte de cumplir con la Gran Comisión
para alcanzar a este mundo con el evangelio de la vida eterna. No
desperdicies tu vida, haz algo para el reino de Dios mientras puedas.
Siempre recuerda tratar cada día como si fuera tu último, ya que un día lo
será

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